Black Christmas es un remake de todo un clásico del cine de terror: el film homónimo que dirigió Bob Clark en 1974.


En el Plató — La realización de la película
"Esto va a hacer que Willard (Willard, 2003) parezca Sonrisas y lágrimas (The Sound of Music, 1965)"

Robert McLachlan, director de fotografía, mientras mira a través del visor de cámara, instantes antes de iniciar la primera vuelta de manivela de la producción.

En el oscuro interior de un estudio de rodaje de Vancouver, un reparto integrado por emergentes actrices veinteañeras está ultimando Black Christmas, un remake del inspirador thriller canadiense de 1974. Este film original del guionista y director Bob Clark se ha considerado como una de los que ha contribuido (junto con Psicosis (Psyco, 1960) y La matanza de Texas (Texas Chain Saw Massacre, 1974) a la creación de un género como el slasher (film de cuchilladas).

Se construyó en estudio el interior laberíntico de la residencia femenina de estudiantes que debía coincidir con los exteriores de una casa de Vancouver ya filmada previamente por el director, Glen Morgan. Los planos exteriores precisaron más de una dotación de camiones llenos de nieve para descargar en un barrio de clase alta de la célebre y húmeda costa oeste.

Las compañeras de reparto Michelle Trachtenberg, Lacey Chabert, Mary Elizabeth Winstead, Katie Cassidy y Crystal Lowe corren a través de las habitaciones al tiempo que gritan como el director les indica.

Durante los descansos, ellas acceden a los ordenadores portátiles en la oscuridad del estudio para mantenerse al corriente de los correos electrónicos de Los Ángeles. Puede que un maníaco esté acechando la residencia, pero debe atenderse la carrera.

El film original de Black Christmas, que logra infundir miedo a partir de una atmósfera escalofriante en lugar de recurrir al gore, y que se convirtió en un gran éxito en Canadá, sufrió recorte y fue retitulado para su desafortunado estreno en EE.UU.; sin embargo, con el tiempo ha devenido un film favorito por efecto del boca-oreja.

"Cada vez que sacaba a colación en qué estaba trabajando, a petición de la gente, ésta siempre reaccionaba diciendo: 'Oh, esa película me aterrorizó por completo'" —comenta Chabert.

"Existe un auténtico culto al film desde su estreno, por lo que confío en que le haremos justicia".

El film también fue pionero en la creación del patrón de la ‘chica joven en peligro’ que no ha dejado de estar presente en las incontables cintas de series como las de Viernes 13 y Halloween, o aun en la serie de filmes hechos en Vancouver de Destino final, de Morgan y su socio guionista y productor James Wong. Al parecer, no parece agotarse el estereotipo de mujeres adolescentes o veinteañeras que desean verse amenazadas en la pantalla.

"Me asusté mucho" —comenta Chabert—. "La primera película de miedo que vi fue Scream: Vigila quién llama (Scream, 1996), donde está Neve Campbell. Las dos trabajábamos juntas en Cinco en familia (Party of Five, 1994-2000). Por entonces yo contaba trece o catorce años. Y pese a ello, pese a conocerla, y a ser consciente de que se trataba sólo de un film, aun sabiendo cómo acababa, todavía estaba aterrorizada. Por las noches, tenía dificultad para conciliar el sueño, y cuando cerraba los ojos veía el rostro de aquel tipo".

Pero comprende lo que los aficionados ven en los acechadores de la pantalla grande, como en el film original de Black Christmas (1974). Lo protagonizaban una Margot Kidder anterior a Superman: el film (Superman, 1978), Olivia Hussey y Andrea Martin, quien regresa en este remake como la responsable de la residencia de estudiantes femeninas.

Martin, célebre por su papel en la serie cómica de culto Second City (1976-1982), tuvo en todo momento al reparto y equipo técnico riendo a mandíbula batiente con un sentido de humor a lo "Edith Prickly", su personaje en la serie, y aportó un gran sentido profesional al joven reparto femenino.

"Una se ve metida en el personaje, y a las colegas en los suyos, y percibe que esas chicas no tienen ni idea de cuanto está ocurriendo" —comenta Chabert—. "Eso es lo que hace que resulte todavía más terrorífico; ni se imaginan lo vulnerables que son".

Si Chabert es nueva en el género de terror, el resto del reparto ya ha visto sangre en el cine anteriormente. Cassidy fue estrangulada en el remake de este año de Cuando llama un extraño (When A Stranger Calls, 2006). Lowe, de Vancouver, fue asada viva en un solarium en Destino final 3 (Final Destination, 2006), el actual éxito de Morgan y Wong. Winstead también protagoniza ese film.

"La mayoría de mujeres que conozco son grandes aficionadas al cine de terror" —comenta Winstead—. "Nos encanta sentir lo que están pasando, la vulnerabilidad y el miedo intenso, pero también a la mujer que finalmente puede dominar al asesino; no se espera que estas chicas, frágiles y pequeñas, sean capaces de dar una patada en el trasero, pero sí lo son".

Trachtenberg estuvo durante varios años con los demonios televisivos de Buffy, la cazavampiros, y participó en el film familiar Soñando, soñando… triunfé patinando (Ice Princess, 2005), además de varios largos independientes, antes de abandonar aquella serie hace tres años.

"No quería sumergirme nuevamente demasiado en ese tipo de aterradora situación donde todo son ruidos misteriosos por la noche" —comenta—. "Pero sentí que este guión era realmente bueno, y Glen me permitió escoger personaje".

¿Sabe Trachtenberg qué es lo que arrastra a mujeres como ella hacia estas películas?

"Las películas de miedo me gustan mucho; pero soy de los que arruinan la experiencia de los demás: chillo, me cubro los ojos, hago preguntas del tipo: ‘¿Qué está pasando? ¡Dímelo!’ A todos nos gusta asustarnos".

En un rincón apartado del estudio, Bob Clark está reunido con periodistas. Durante la producción, Clark visitó el plató durante una semana; se sentaba tras la cámara, a menudo con una enorme sonrisa en el rostro, mientras observaba cómo Morgan preparaba sus tomas. En un momento de calma, comenta: "La primera vez que Glen y Jim se acercaron a mí para realizar el remake, ya tuve la impresión de que la historia estaba en buenas manos. Sé que ambos harán justicia a la historia original".

Clark añade: "El remake contiene mucho más background. Glen ha realizado un trabajo sensacional en la elaboración del guión. No quiero excederme, pero creo que yendo tras lo que está implícito en esas llamadas telefónicas… ocurrieron cosas terribles en el pasado. Me gusta adonde lo han llevado, con toda esa historia previa, esencial, de nuestros personajes. Se trata de un guión absolutamente creíble para el reparto y esos personajes desafortunados".

¡Atento a la pierna! La mayor parte de la película se desarrolla en la sala de estar de la residencia, un viejo edificio laberíntico que probablemente fue construido por algún banquero con éxito en la década de los años 20. Todo ojo atento percibirá una pieza del atrezzo del plató que se hizo célebre en el clásico de Navidad, Historias de navidad (A Christmas Story, 1983), protagonizada por Darrin McGavin, el cabeza de familia de una de disfuncional que da con una estrafalaria lámpara de pie hecha a partir de una vieja pierna de maniquí femenino. Esa misma pierna se hace notoria en la sala de estar de la residencia. Y también se usó en Destino final 3 (Final Destination 3, 2006), de Glen y Wong, y en todos y cada uno de los filmes en que el diseñador de producción Marc Freeborn ha trabajado.