La marca del lobo está basada en la novela de Annete Curtis Klause sobre una mujer lobo adolescente que intenta ocultar su parte más animal viviendo en una sociedad secreta de hombres lobos que existe en nuestro tiempo.
Un día deberá elegir entre el amor de un humano o su familia después de que un americano amenace con desvelar su secreto.
Sinopsis larga
Hace diez años, en unas montañas perdidas de Colorado, una muchacha presenció con impotencia el asesinato de su familia a manos de un grupo de hombres furiosos por el secreto que las víctimas guardaban en la sangre. La joven sobrevivió adentrándose en el bosque y convirtiéndose en algo que los cazadores nunca hallarían: un lobo.
Ahora, a pesar de que vive al otro lado del mundo, Vivian Gandillon (Agnes Bruckner) sigue huyendo.
Viviendo en la relativa seguridad de la ciudad de Bucarest, Vivian pasa sus días trabajando en una tienda de chocolates y sus noches merodeando por los locales nocturnos de la ciudad y eludiendo el acecho de su primo Rafe (Bryan Dick) y su banda de delincuentes, conocida como Los Cinco. Pero Vivian sólo se siente verdaderamente libre corriendo por los bosques de las afueras
aunque parece que todo lo que persigue se le escapa continuamente.
Aiden Galvin (Hugh Dancy) es un artista que llega a Bucarest en busca de arte antiguo y de reliquias para su próxima novela gráfica basada en la mitología de los loup garoux seres que cambian de forma cuyo poder de transformación de lobo a humano y viceversa fue en su día considerado por los hombres como un don divino.
Luchando contra sus propios demonios, Aiden tiene la esperanza de explorar cómo eran las vidas interiores de aquellos seres extraños. Cree que la persecución que sufrieron les llevó a la extinción, acusados de monstruos, de asesinos, de hombres lobo. Pero estas especies consiguieron lo que él anhela: la trascendencia, es decir, la capacidad de cambiar de forma a voluntad. Pero lo que el investigador no sabe es que los loup garoux no sólo son reales, sino que están muy lejos de extinguirse.
Durante un encuentro casual en una iglesia abandonada, Aiden se topa cara a cara y sin darse cuenta con lo auténtico
Vivian.
Otros pueden guardar secretos, pero ninguno tan extraordinario como el de ella, ya que Vivian es uno de los últimos individuos de su saga de líderes, a la cabeza de una tenue existencia bajo el control y la protección de Gabriel (Olivier Martinez), el poderoso y enigmático líder de una de las últimas jaurías de loup garoux que quedan en la Tierra.
Tras un breve intercambio en la iglesia, Aiden no se puede quitar a Vivian de la cabeza, ni ella tampoco a él. El joven comienza a pretenderla, hasta que ella accede y se embarcan en una relación a escondidas. Pero Vivian no se atreve a contarle la verdad y vive con el miedo de mostrarle lo que realmente es. Si ella sangrara en algún momento, sus ojos la delatarán como una loup garoux. Y lo que es peor: su futuro y la persona de quien se tiene que enamorar están predeterminados.
A fin de evitar que su especie sea definitivamente erradicada, Gabriel mantiene a los suyos bajo unas leyes muy estrictas. Una de las normas es que él debe cambiar de novia cada siete años, y Vivian está designada como la próxima en ocupar la plaza.
Otra regla determina que el grupo sólo debe cazar en manada. Es la gran clave de su supervivencia. Perseguidos y amenazados en todos los rincones del planeta, solamente en Bucarest donde se dice que hubo un príncipe magiar con sangre loup garoux han logrado hallar relativo refugio. Todas las noches de luna llena se reúnen en los bosques de las afueras. Aunque hay más hombres que lobos, en la noche de la cacería pueden ser quienes realmente son y proceden a cazar a un único humano elegido como una gran unidad de caza. Si la presa alcanza la otra orilla del río se le dejará vivir
pero ningún humano lo ha conseguido todavía.
Aunque Vivian ha jurado que nunca mataría, es tan animal como humana, y su amor por Aiden conlleva el riesgo de que éste acabe convirtiéndose en la presa humana de los lobos.
Y la luna llena se aproxima.