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  Quemar después de leer  (Burn after reading)
  Dirigida por Joel Coen, Ethan Cohen
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Quemar después de leer es un thriller cómico de Joel y Ethan Coen (No es país para viejos, Fargo, El gran Lebowski) .

Focus Features presenta, en asociación con StudioCanal y Relativity Media, una producción Working Title, Quemar después de leer, con George Clooney, Frances McDormand, John Malkovich, Tilda Swinton, Richard Jenkins y Brad Pitt. Casting, Ellen Chenoweth. Música, Carter Burwell. Diseño de vestuario, Mary Zophres. Diseño de producción, Jess Gonchor. Montaje, Roderick Jaynes. Fotografía, Emmanuel Lubezki, ASC, AMC. Productores ejecutivos, Tim Bevan, Eric Fellner, Robert Graf. Escrita, producida y dirigida por Joel Coen y Ethan Coen.

En Quemar después de leer, los hermanos Coen juegan con diferentes variedades de ADN cómico, la comedia más disparatada, la sátira y la farsa sexual, para construir la historia de un analista de la CIA que se ha quedado sin trabajo, dos empleados de un gimnasio de Washington y un disco de ordenador que puede contener material muy sensible.

Mientras los acontecimientos van descontrolándose cada vez más, unas fuerzas siniestras se ponen en marcha y aparece el lado oscuro del cuento.

Aunque Quemar después de leer es la película que sigue a No es país para viejos, no se debe a que los hermanos Coen hayan escogido un cierto camino narrativo por mucho que los personajes de ambas pasen por momentos terribles, algo bastante habitual en las películas de los cineastas.

Joel Coen dice: "Escribimos el guión casi en la misma época que adaptamos No es país para viejos".

Ethan Coen añade: "Se nos ocurrió escribir papeles para actores que conocíamos y que podían funcionar muy bien juntos, como George Clooney, Richard Jenkins, Frances McDormand y Brad Pitt. A excepción de Brad, ya habíamos trabajado antes con ellos. Pensamos en una mezcla de personajes y en una historia en la que encajasen todos".

Joel Coen comenta: "Habíamos trabajado con George y Richard en dos ocasiones, y con Fran, al menos en cuatro. Son actores que nos inspiran a la hora de escribir papeles. No habíamos trabajado con Brad ni con John Malkovich, y escribimos el papel de John específicamente para él. Lo pasamos muy bien".

Los personajes de Quemar después de leer son, en palabras de los Coen, "auténticos pedazos de alcornoque, aunque no por eso se deja de quererles. Les pedimos a los actores que encontraran al alcornoque que llevan dentro".

"Es una historia acerca de personas de mediana edad", dice Joel Coen. "Todos están pasando por crisis personales, profesionales y sexuales que pueden poner en peligro la seguridad nacional. Por eso debía transcurrir en Washington. La trama gira alrededor de la CIA y el mundo de los gimnasios, y de lo que pasa cuando estos dos mundos se cruzan y colisionan. También hemos incluido las citas por Internet".

Ethan Coen puntualiza: "En términos generales es una comedia, y no es la primera vez que hacemos una, desde luego. Pero nunca nos habíamos metido en el mundo de Washington, de espías e intrigas".

"Bueno, hace muchos años rodamos una adaptación de Tempestad sobre Washington en Super 8", reconoce Joel Coen. "Pero fue la primera y última vez, hasta ahora, que tocamos un tema tan espinoso".

Ethan Coen explica: "Nunca conseguimos los derechos de la novela de Allen Drury, así que la película no puede verse en cines. Pero, como Tempestad sobre Washington, esta nueva película trata del encuentro de lo personal, lo político y el melodrama. Quemar después de leer es nuestra versión de una película al estilo Tony Scott y Jason Bourne, pero sin explosiones".

"Algo como Siete días de mayo", añade Joel Coen.

George Clooney, que tiene experiencia en películas de temas políticos, dice: "A pesar de transcurrir en Washington, esta película es sobre gente increíblemente estúpida que hace cosas increíblemente estúpidas en cualquier tipo de situación, sea sexual o de otro tipo. Pero es más interesante porque no son políticos".

Sigue diciendo: "En cuanto me llamaron, supe que haría el papel. ¿Hay algo mejor? Son los hermanos Coen. Como actor, me ofrecen papeles que el público no espera de mí. Pero empecé a preocuparme cuando me dijeron que habían escrito el papel sólo para mí..."

"George envejece", explica Ethan Coen. "Los personajes que escribimos para George también envejecen, pero no maduran".

"Harry no es muy diferente de los tontos a los que he interpretado en otras películas de los Coen", explica George Clooney. "Es un triste, un tarado, pero también es malvado, algo que no era Everett en O Brother. Aullaba de risa mientras leía el guión. Es de locos. Me dejé barba tal como requería el personaje, me presenté al rodaje y por fin tuve la oportunidad de trabajar con Fran".

Frances McDormand recuerda: "En la primera escena de mi personaje, la descripción dice: ‘Primer plano del culo de una mujer. Pálido. Desnudo. Cuarentona’. ¿Para qué molestarse en leerlo? ¿Para qué pensar en aceptarlo?"

"Nos gusta escribir papeles para Fran porque es muy buena", reconoce Ethan Coen. "Pero lo pasamos fatal cuando le damos el guión porque nos pone verdes".

Joel añade: "A lo mejor llevamos meses con el guión cuando se lo damos, y lo único que se le ocurre es: ‘¿Ya está, es todo?’ Pero lo hemos superado".

La actriz explica: "Hace 25 años que trabajo con Joel y Ethan. Su primera película (Sangre fácil) también fue mi primera película. No sé por qué me dan estos papeles, pero siempre ha merecido la pena".

Hacía mucho que Brad Pitt esperaba tener un papel en una película de los Coen, y por fin le llamaron. El actor reconoce: "Nunca pensé que mi personaje sería un descerebrado que masca chicle, bebe Gatorade y está enganchado al iPod. No pude remediarlo y les dije a Joel y a Ethan que era un auténtico tarado, pero es verdad que tiene buen corazón". Y añade: "Incluso creo que este papel puede demoler una carrera".

Pero George Clooney opina todo lo contrario: "Brad en la piel de un idiota se va a hacer con el público".

Joel Coen está de acuerdo: "Brad acabó pasándoselo tan bien como George haciendo de idiota. Además, está realmente gracioso".

Frances McDormand añade: "Tenemos escenas juntos en las que Brad empezó a hacer cosas y me costó muchísimo no echarme a reír".

John Malkovich es otro actor que deseaba trabajar con los hermanos Coen: "Cuando me llamaron para decirme que habían escrito un papel para mí, me sentí muy feliz. Todo el guión gira alrededor del intento que hacen unas personas para cambiar. Ozzie es un hombre sarcástico al que le gusta mucho el alcohol. Cuando se emborracha, redacta sus memorias, pero escribe fatal".

Tilda Swinton, que encarna a Katie, la mujer de Ozzie Cox, reconoce: "Tengo frases increíbles como: ‘¡Deja de hacer tonterías!’. Katie siente que está rodeada de perfectos idiotas. Está amargada, esperaba más de su marido y de la vida".

Ted Treffon, al que encarna Richard Jenkins, también se siente desilusionado. Según el actor "es un personaje conmovedor. Está colado por Linda, el personaje de Frances, pero ella sólo le ve como a un amigo". Sigue diciendo: "Había hecho dos películas con Frances, pero en ninguna teníamos una escena juntos. Por fin he podido trabajar con ella, y es tan buena como esperaba".

Para conseguir rodar Quemar después de leer con estos actores, el calendario se convirtió en un tema clave, por lo que No es país para viejos acabó filmándose primero.

"Todo dependía de la disponibilidad del reparto", explica Joel Coen.

"El calendario del rodaje se basó en los días y semanas que tenían libres", añade Ethan Coen.

En principio, cuando los hermanos Coen firmaron un contrato para producir dos películas con Focus Features y Working Title Films, Quemar después de leer debía ser la primera.

Working Title y sus dos copresidentes, Tim Bevan y Eric Fellner, ya habían trabajado con los hermanos Coen, con los que produjeron Fargo (por la que Frances McDormand ganó un Oscar a la Mejor Actriz y los hermanos Coen, otro al Mejor Guión Original); El gran salto; El gran Lebowski; O Brother (por la que George Clooney ganó el Globo de Oro), y El hombre que nunca estuvo allí.

John Lyons, presidente de producción de Focus Features, también había colaborado con los hermanos Coen como director de casting de Arizona Baby, Muerte entre las flores, El gran salto, Fargo y El gran Lebowski.

Los hermanos Coen se rodearon una vez más de sus colaboradores habituales, como la diseñadora de vestuario Mary Zophres; la decoradora Nancy Haigh; la maquilladora Jean Black, el encargado de mezclas Peter Kurland y el script Tom Johnston.

Joel explica: "Son grandes profesionales. Están dispuestos a todo para sacar adelante la película. Tenemos la suerte de haber reunido un equipo con los mejores profesionales".

El diseñador de producción Jess Gonchor, uno de los miembros más recientes del equipo, ya que empezó en No es país para viejos, y el compositor Carter Burwell, colaborador habitual de los Coen, formaron parte del equipo técnico, así como dos miembros nuevos, la estilista Lyn Quiyou (Memorias de una geisha), nominada a un BAFTA, y el director de fotografía Emmanuel Lubezki (Hijos de los hombres), nominado a cuatro Oscar.

Se decidió muy al principio que varias escenas se rodarían en Washington, donde transcurre la historia, pero la mayoría del rodaje tendría lugar en Nueva York. Una de las principales razones de la decisión es que los hermanos Coen preferían estar cerca de sus familias y que George Clooney rodaba otra película en la ciudad y alrededores.

El rodaje empezó en Manhattan, en un bufete donde Katie Cox visita a su abogado en Washington.

No tardaron en trasladarse a Paramus, Nueva Jersey, donde se filmaron todas las escenas del gimnasio de Linda, Chad y Ted. Jess Gonchor y su departamento se encargaron de transformar en gimnasio un edificio abandonado que, hasta hace poco, había sido la sede de Tower Records. Se les dio tan bien que varios habitantes de Paramus entraron para preguntar tarifas y horarios.

Después de rodar más de una semana en el supuesto gimnasio, el equipo se trasladó a los estudios Steiner, en Brooklyn, para las escenas que transcurren dentro del piso de Linda y en la Embajada rusa en Washington. A continuación se desplazaron a New Rochelle, donde rodaron los interiores y exteriores de la casa de Harry en Maryland. También filmaron en Mamaroneck, Westchester, que hace de Club de Yates Chesapeake Bay; en el Club Macanudo de Manhattan, reservado para fumadores de puros; en el parque Riverside de Manhattan, y en Riverdale, para los exteriores de la Embajada rusa.

Jess Gonchor explica cómo encajaron las dos localizaciones de la Embajada rusa, la exterior y la interior: "En los estudios Steiner creamos una ventana redonda muy especial, de unos tres metros de diámetro, en la oficina del funcionario ruso que habla con Linda y Chad. Es una copia exacta de una ventana que nos había gustado mucho en el Bronx Community College, donde rodamos los exteriores".

Se usaron varias casas de Brooklyn Heights para rodar la opulenta residencia de los Cox.

Jess Gonchor dice: "Redecoramos varias calles en Brooklyn Heights, pintamos fachadas y colocamos contraventanas negras para que parecieran las típicas casas de Georgetown. Esto fue lo más complicado para mi departamento".

Sigue diciendo: "Para los decorados del domicilio de los Cox, usamos la escalera de una casa, la puerta de entrada, el camino al garaje y una pared del jardín de otra. La vista desde el exterior es una tercera casa, y construimos el dormitorio principal y el pasillo en los estudios Steiner".

Asimismo, las oficinas de la CIA y los interiores del yate de Cox se rodaron en los estudios Steiner.

A pesar de que el reparto llamó bastante la atención de los paparazzi, hicieran lo que hicieran, aunque sólo fuera transpirar, el rodaje transcurrió sin contratiempos, como es habitual con los hermanos Coen.

El actor Richard Jenkins dice: "Quieren que el actor se responsabilice de su papel. Saben lo que quieren, pero también exigen que el intérprete aporte algo de sí mismo".

"Joel y Ethan siempre vienen preparados. Lo planean todo con meticulosidad, y eso es de gran ayuda para los actores", explica Frances McDormand. "Nunca debemos esperar a que decidan algo, pero no son inamovibles. Están abiertos a las sugerencias, aunque prefieren evitar la improvisación. Al ser dos, se explican más fácilmente porque ya lo han hablado entre ellos".

Tilda Swinton está de acuerdo: "Suelen planearlo todo mientras escriben el guión. A la hora del rodaje, están totalmente sincronizados. En mi opinión, Quemar después de leer es una clásica película de los hermanos Coen". Sigue diciendo: "Fue un rodaje impecable, muy familiar. Apetecía estar en el plató gracias al ritmo de trabajo que imprimían. Todo fue muy fácil, excepto cuando George y yo nos moríamos de risa en medio de una toma". Los dos actores ya se conocían al haber trabajado en Michael Clayton, por la que Tilda Swinton ganó un Oscar.

George Clooney no tiene reparos en admitir que "siempre intento llevar el rodaje de una película que dirijo como lo hacen Joel y Ethan. Con ellos es fácil. Dejan que el actor pruebe de otra manera, pero en general se acaba haciendo lo que habían planeado de antemano. Todavía estoy por ver que ensayemos alguna escena".

El actor añade: "Ellos me enseñaron a añadir los storyboards a las páginas de guión que se distribuyen a todo el equipo el día del rodaje. Ver los storyboards es de gran ayuda para todos. Siempre contrato a su dibujante de storyboard, J. Todd Anderson, en las películas que dirijo".

John Malkovich, otro actor que también ha sido realizador, dice: "Ante todo, los Coen saben hacer cine, pero no son maniáticos del control. Saben lo que quieren en cada fotograma de la película y cómo lo montarán luego, por eso no pierden tiempo y todo es increíblemente rápido. Dejan que el actor haga su trabajo y son muy abiertos. Es la panacea para un actor porque puede meterse totalmente en la piel del personaje".

George Clooney dice, riendo: "Los Coen siempre me dan un personaje con una obsesión. En O Brother era el pelo; en Crueldad intolerable eran los dientes, y en Quemar después de leer, bueno... ya lo verán".

"Lo interesante de la película es que todos somos unos perdedores cuarentones", dices Frances McDormand. "Ver a Brad Pitt y a George Clooney de perdedores es algo nuevo". La actriz sigue diciendo: "Hay mucha gente de mediana edad que sigue yendo al cine. Podrán identificarse con lo que le ocurre a mi personaje. Está decidida a pasar por una cirugía plástica total y a encontrar un hombre. No puede pensar en otra cosa".

George Clooney comenta: "Los papeles que he interpretado para Joel y Ethan forman una ‘trilogía de idiotas’. Cuando hicimos las pruebas de vestuario, le pregunté a Mary Zophres si podía ponerme una cadena de oro. En cuanto me la puse, todo encajó. Sabía la pinta que tenía mi personaje. Es el típico que lleva pantalones por encima de la cintura, un sabelotodo. Reconozco que, al principio, mi personaje me creaba ciertos problemas, pero en cuanto vi a Brad Pitt pasearse en pantalones cortos elásticos, me quedé mucho más relajado".

John Malkovich comparte esa opinión: "No puede decirse que Ozzie sea una luminaria, y me lo pasé muy bien haciendo de él, sobre todo en la escena en que le despiden. Luego me paso mucho tiempo al teléfono gritando y haciendo que estoy muy borracho".

Los decorados también son cruciales en las películas de los hermanos Coen. El diseñador de producción Jess Gonchor explica: "Los Coen me dicen: ‘Jess, dinos qué se te ocurre y haremos sugerencias a partir de ahí’. Quemar después de leer transcurre en Washington, la capital. Buscamos ser lo más realistas posible, pero muchos de los decorados están ligeramente descentrados, como la película. No hay nada tremendamente raro, pero ciertas cosas no son exactas, están algo cambiadas".

Como ejemplo, Jess Gonchor ofrece el interior de la Embajada rusa, construido en un plató de los estudios Steiner: "Para una de las oficinas, edificamos una habitación con el techo a 3,5 metros del suelo. Las paredes están totalmente desnudas a excepción de una fotografía enmarcada de 45 centímetros del presidente Vladimir Putin colgada muy arriba. Hay que estirar el cuello para poder verla".

Ethan Coen dice: "Fue muy productivo trabajar con Jess en esta película porque supo trasladar al plató decorados reales que habíamos visto".

Pero un decorado debe permanecer en secreto. "Rodamos los pasillos de la CIA en una localización secreta", explica Ethan Coen. "Es verdad que dicha localización influyó mucho en el diseño que realizó Jess de las oficinas de la CIA que dan a esos pasillos".

"Las cortinas de las oficinas están corridas", explica Jess Gonchor, "pero la luz parece penetrar con fuerza por los bordes de las cortinas. Desde luego, no es normal".

La diseñadora de vestuario se enfrentó a un reto poco común: "Al leer un guión de Joel y Ethan, sé inmediatamente cómo deben ir vestidos los personajes sin necesidad de que me digan nada. Me considero la diseñadora con más suerte de Hollywood porque siempre trabajo con ellos. Pero, ¿cómo conseguir que George y Brad tengan un toque vulgar?"

Sigue diciendo: "¿Cómo hacer que George Clooney se parezca a Harry Pfarrer, de las afueras de Washington? La barba corta y la cadena de oro fueron elementos clave. Además, decidimos vestirle con camisas de cuadros y chaqueta de sport, y funcionó. Bajó en el escalafón de la elegancia".

Bien, George Clooney ya había bajado el listón del vestuario para su oscarizado papel en Syriana, y estaba acostumbrado a transformarse. Pero, ¿y Brad Pitt?

La diseñadora reconoce: "Había que hacerle parecer cutre. Lyn creó un corte de pelo especial para Chad; lleva el pelo de punta cruzado por una mecha rubia. Con eso ya conseguimos mucho. En cuanto al uniforme del gimnasio, me parece que nunca se ha visto a Brad Pitt en pantalones cortos en una película. Llegó en plena forma para la prueba de vestuario, pero los pantalones cortos elásticos con calcetines altos y zapatillas de deporte le dan un aspecto bastante ridículo".

Sigue diciendo: "Quedaba el traje que lleva cuando acompaña a Linda. Hasta los trajes baratos le quedan bien a Brad, así que diseñamos uno que le quedaba grande. Añadimos una horrible corbata de lana y funcionó a la perfección. No era nada elegante".

Mary Zophres ya había vestido a Frances McDormand para El hombre que nunca estuvo allí, de los hermanos Coen, una película en blanco y negro que transcurre en 1949. Esta vez debía vestirla con colores contemporáneos: "Como Chad, Linda pasa mucho tiempo en el gimnasio vestida con un polo que lleva el logo del centro y unos pantalones negros. Joel y Ethan se preocuparon por el polo y escogieron el tono rojo oscuro".

La diseñadora explica: "Decidimos vestir primero a Frances y, a partir de ahí, ver cómo vestiríamos a Brad y a George, sus compañeros de trabajo. Sin embargo, como ocurre con Brad, el peinado de Frances hace mucho".

Joel Ethan está de acuerdo: "A menudo cambiamos radicalmente el peinado de un actor, que debe esconder ese cambio durante el tiempo que no está en el plató. Creo que es un elemento crucial a la hora de definir a nuestros personajes, como lo es el vestuario que diseña Mary".

Lyn Quiyou, a la que Joel y Ethan consideran fantástica, creó un peinado para cada uno de los personajes. El peinado rubio de Linda se consiguió mediante una peluca que la estilista diseñó especialmente, basándose en el pelo de Linda Tripp cuando intentó cambiar de aspecto después del escándalo Monica Lewinsky.

Tilda Swinton lleva un peinado tipo yelmo para hacer de Katie. El corte ayudó a la actriz a meterse en el papel: "Katie tiene un corte de pelo muy rígido, totalmente liso, sin un rizo, de un chocante rojo óxido. Dudo que ese tono sea natural. Me recordaba a Edna Krabappel de ‘Los Simpson’".

En cuando al vestuario del personaje, Mary Zophres explica: "Katie viene de una familia adinerada. Lleva ropa clásica, se inclina por modelos de Ralph Lauren y Cartier".

Tilda Swinton dice: "Me gusta trabajar a fondo el aspecto de mis personajes. Mary vino a mi casa en Escocia y me lo pasé muy bien probándome ropa".

La diseñadora de vestuario dice, riendo: "Me gusto ver Escocia, aunque solo fuera un día y con tanto equipaje".

En cuanto al marido del personaje de Tilda Swinton, Mary Zophres dice: "Osborne es un americano clásico, que se viste en Brook Brothers y lleva pajarita hasta que le despiden. En mi opinión, pasa por el cambio más interesante en la película y muestra el declive del personaje a través de su vestuario. Se deja ir completamente".

El vestuario de los personajes secundarios también fue estudiado con sumo cuidado. Mary Zophres explica: "Es una película contemporánea, pero tuvimos que vestir a todo el mundo, incluso a los extras, porque la gente no viste igual en Washington que en el resto del país, sobre todo en Nueva York. Son quizá los más conservadores de la costa Este. En la película, los hombres llevan trajes oscuros, las mujeres, tonos grises con muchas perlas. Ayuda mucho a situar la película ya que Quemar después de leer transcurre en zonas muy específicas de Washington".

Jess Gonchor añade: "Mary y yo siempre estamos en contacto. Por ejemplo, me dice: ‘He pensado que Linda podría ponerse esto’, y yo le contesto: ‘Genial, porque quiero pintar las paredes de este color’. Le mandé muchas fotos de los decorados".

El diseñador de producción sigue diciendo: "Chivo (Emmanuel Lubezki) estuvo en Nueva York durante la preproducción y pudimos ver muchos decorados para saber dónde deberíamos esconder las luces".

Una vez acabado el rodaje en Nueva York, el equipo se trasladó a Washington, DC durante unos días para rodar localizaciones que eran imposibles de duplicar o recrear. Por ejemplo, el Washington Mall, entre el monumento a Lincoln y el monumento a Washington. También se rodaron algunas escenas en el puente Key sobre el río Potomac.

Cuando se le pregunta qué puede esperar el público de Quemar después de leer, John Malkovich dice: "Es una película entretenida con un punto de vista diferente, una forma poco corriente de ver el mundo".

Richard Jenkins añade: "Es una película de los Coen. En otras palabras, con mucho humor negro".