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  The messengers  Dirigida por Oxide Pang, Danny Pang
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Dirigida por Danny Pang y Oxide Pang (The Eye, Bangkok Dangerous). El guión es de Mark Wheaton, basado en un relato de Todd Farmer, en tanto que el filme está producido por Sam Raimi, Rob Tapert, William Sherak y Jason Shuman. Los productores ejecutivos son Nathan Kahane y Joe Drake. Como director de fotografía aparece David Geddes CSC; la diseñadora de producción es Alicia Keywan; John Axelrad y Armen Minasian se encargaron del montaje y la música fue compuesta por Joseph LoDuca.

Los protagonistas de la película son Kristen Stewart, Dylan McDermott, Penelope Ann Miller y John Corbett.

Con The Messengers, su primer largometraje norteamericano y su debut en inglés, los directores Danny Pang y Oxide Pang han puesto del revés el género fantasmal. El peculiar encuentro en la vida real con el mundo paranormal fue lo que les mótivo a trasladar el relato a la pantalla.

Los fans de sus películas anteriore ya pudieron percibieron un indicio de esta experiencia en The Eye. "La escena de la escalera está inspirada en una experiencia personal. En una ocasión vi a un tío subiendo a una escalera mecánica —recuerda el director Danny Pang—. Le seguí y cuando subí, no había nadie allí. Yo vivía en la planta 12. Desde la 12 hasta la planta baja, eran unos 30 segundos. Pero en mi mente aquello duró más de una hora, porque francamente tuve miedo durante esos 30 segundos".

Oxide Pang, su hermano gemelo idéntico y codirector del filme, ha tenido experiencias similares: "Era más o menos la una de la tarde. Vi la sombra de una persona caminando, pero era sólo eso, una sombra. Pude ver la sombra, pero no a la persona y eso no me pasó únicamente a mí. La vi aproximadamente durante un minuto caminando por la calle y después pregunté a mi amigo: '¿Estás viendo eso?' Lo veía. Así que el tiempo fue realmente largo". Estas experiencias "nos dieron una idea".

Esta idea fue la que potenció el factor miedo de Mark Wheaton, que escribió el guión, y de Todd Farmer, autor del relato original.

"Una de las cosas más interesantes a la hora de trabajar con los Pang es que tienen una perspectiva que no es norteamericana en un escenario norteamericano muy tradicional: llanuras onduladas, granja familiar del medio oeste, pequeña comunidad rural…" —explica Wheaton. Aunque la lengua materna de los Pang es el cantonés, Wheaton afirma que el lenguaje no fue una barrera en el proceso de colaboración. "Los Pang son muy visuales, en una buena parte de lo que llevaron a la mesa durante la etapa del guión participaron simplemente esbozando, sobre montones infinitos de papel para apuntes, cómo filmarían cierto momento de pánico o cómo compondrían determinados elementos, de manera que el lenguaje no fue realmente un problema. Yo presentaba páginas del guión, discutíamos cómo los Pang las abordarían visualmente, reescribía las páginas por la noche y un par de días después, ellos regresaban con dibujos secuenciales de imágenes".

Dylan McDermott, que interpreta a Roy Solomon, descubrió que las diferencias de lenguaje eran una ventaja.
"En ocasiones, no quieres que los directores hablen inglés —bromea—. Creo que si confían en ti y después comprenden lo que estás intentando aportar, la comunición resulta. Los Pang tenían una visión clara de lo que querían para esta película y funcionó".

El resultado final es "una historia única de fantasmas desde el punto de vista de los Pang" —nos dice el productor Jason Shuman—. "He sido un entusiasta fan de los Pang durante años y cuando me enteré de que estaban buscando un proyecto norteamericano, nos interesamos por hacer una historia de fantasmas, así que nos entusiasmamos muchísimo con la perspectiva de trabajar con Sam Raimi. Sabía que contábamos con los ingredientes. Vinieron y añadieron eso que suelo llamar 'la visión Pang', su sentido del estilo, el horror, la manera de crear tensión, algo completamente distinto. Tienen una mente simbiótica. Están juntos, les planteas una cuestión muy complicada y no tienen siquiera que mirarse uno al otro. No precisan una confirmación recíproca. Están totalmente en la misma onda, es una visión unificada que comparten".

Y esto, según dice, fue decisivo cuando "llevaron la historia al guión y siguieron trabajando con Sam y los guionistas y los actores, así que juntos crearon esta visión interpretativa que nunca antes había visto".

Esta visión "es un modo de abordar el horror que resulta refrescante en un género demasiado trabajado" —añade Raimi—. "Lo que ofrecen es una perspectiva nueva. Ambos aportan un talento único increíble, que no se puede definir según la norma".

Los codirectores Danny Pang y Oxide Pang se ilusionaron con la perspectiva de trabajar en una película de Hollywood, en particular con Sam Raimi, a quien habían admirado durante años. Su estilo único de dirección, intercambiándose el mando durante días, los convirtió en los directores perfectos para llevar la historia a la pantalla. Creyeron firmemente que podrían aumentar el terror y cuando se reunieron con Raimi, "le dijimos que simplemente deseábamos poner un elemento mayor de miedo en la película, pero al mismo tiempo, intentar hacerla más lógica", comenta Danny. "Nuestro estilo gira siempre alrededor del silencio, porque encontramos que los aspectos verdaderamente terroríficos surgen siempre del silencio", añade Oxide. "Pensamos que no puede haber miedo cuando hay demasiado ruido, cuando éste viene desde muchas direcciones, cuando hay demasiada gente. Para nosotros, el miedo crece cuando estás solo y la habitación está completamente en silencio. No necesitamos la lluvia para crear un efecto. No necesitamos que se vaya la electricidad. No necesitamos ver todos esos efectos que se ven en las películas de terror. No queremos que todo eso ocurra por la noche".

Este enfoque es lo que resultó más fascinante y desconcertante a la vez para el productor William Sherak. "Cuando hablas de terror, piensas automáticamente en la noche. Lo que ellos están haciendo es convertir las horas diurnas en algo espeluznante. Por la noche, encender las luces es un modo de escapar del miedo. Pero durante el día, las luces ya están encendidas, así que, por decirlo de alguna manera, no hay a dónde ir. Si podemos utilizar los miedos básicos de las personas durante el día..., revolucionaremos el género de terror".

Penelope Ann Miller, que desempeña el papel de Denise, la mujer de Roy, comenta la intrigante dirección dual de los Pang. "Podía distinguirlos por sus gafas —recuerda Miller—. Rodábamos una escena por la mañana y era Danny quien estaba dirigiendo y la escena siguiente, por la tarde o al día siguiente, la dirigía Oxide". Mientras uno rodaba, el otro montaba las secuencias filmadas que había rodado el día anterior.

Pero había otras diferencias culturales que llamaban la atención. "Somos una cultura que comunica, que quizás comunica en exceso, y creo que ellos están acostumbrados a la práctica de que menos es más —nos dice ella— Recuerdo que había una escena en la que Dylan tenía que repetir una línea y preguntó si podía volver al principio del texto para meterse más en el ambiente de la escena. Oxide se mostró confundido: '¿Por qué necesitas eso? No necesito que lo sepas.' Pero actuando, se nos enseñó a ser espontáneos e instintivos, a sentirnos libres, y eran muy precisos sobre cómo querían que estuviera colocada tu cabeza o hacia dónde tenías que dirigir tu mirada, como en una toma fotográfica, sin demasiados movimientos".