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  La momia 3: La tumba del emperador dragón  (The Mummy: Tomb of the dragon emperor)
  Dirigida por Rob Cohen
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La taquillera saga de La momia cambia de rumbo al desplazarse a Asia para la tercera entrega. El conocido director de éxitos de acción ROB COHEN (The Fast and the Furious/A todo gas, xXx) invita al público a explorar un mundo desconocido con la épica La momia – La tumba del Emperador Dragón.

Los autores de La momia – La tumba del Emperador Dragón son ALFRED GOUGH y MILES MILLAR (Spider-Man 2, la serie "Smallville"). Vuelven a encargarse de la producción SEAN DANIEL (la saga de La momia, The Wolfman), JAMES JACKS (la saga de La momia, Crueldad intolerable), STEPHEN SOMMERS (la saga de La momia, el próximo estreno G.I. Joe) y BOB DUCSAY (la saga de La momia, Van Helsing). CHRIS BRIGHAM (El aviador, El buen pastor) es el productor ejecutivo.

Para hacerse cargo de la mayor producción rodada en China, el equipo técnico estaba compuesto por el director de fotografía SIMON DUGGAN (Underworld: Evolution, La jungla de cristal 4.0), el diseñador de producción NIGEL PHELPS (Troya, Pearl Harbor); los montadores JOEL NEGRON (xXx, La vida en juego/Gridiron Gang) y KELLY MATSUMOTO (la saga de La momia, A todo gas: Tokyo Race); la diseñadora de vestuario SANJA MILKOVIC HAYS (La vida en juego/Gridiron Gang, Blade); el coordinador de efectos especiales R. BRUCE STEINHEIMER (Corrupción en Miami, Gangs of New York), y el supervisor de efectos visuales GINGER THEISEN (Bajo cero, Hidalgo). La música está compuesta por RANDY EDELMAN (Shanghái Kid: del este al oeste, 27 vestidos).


La aventura se dirige a Oriente: El regreso triunfal de los O'Connell
La carrera del director Rob Cohen está plagada de auténticos éxitos de acción, como xXx y The Fast and the Furious/A todo gas, pero la mayoría de espectadores no sabe que el realizador es un amante de la antropología interesado por Asia, donde incluso ha residido. Cuando se le propuso ponerse a la cabeza de una aventura épica de la saga de La momia que transcurriría en Oriente, Rob Cohen pensó que podría unir sus dos pasiones, el cine y China.

El director explica su interés por China en el libro que acompaña a la película La momia – La tumba del Emperador Dragón: "Siento un profundo interés por la cultura china y me fascina la grandiosidad y el tumulto de sus 5.000 años de historia. Desde que iba al instituto, cuando mi madre empezó a pintar acuarelas chinas en su tiempo libre, China se apoderó de mi imaginación. Me intrigaban las dinastías, sobre todo la Tang y la Ming, sus exploradores, que se adentraron en Indonesia, India, África, y los gigantescos 'barcos de tesoros' que quizá dieron la vuelta al mundo mucho antes que Magallanes y posiblemente llegaron a América antes que Cristóbal Colón".

El guión de la nueva entrega de La momia, escrito por Alfred Gough y Miles Millar, gustó a Rob Cohen por su humor y por las aventuras épicas que vivían los O'Connell. No era la primera vez que se basaba en material procedente del Lejano Oriente para su trabajo: "Me encanta la historia y he leído mucho acerca de la historia de China. Ya tuve ocasión de unir mi profesión y mi pasatiempos cuando dirigí Dragón: la vida de Bruce Lee y la miniserie 'Vanishing Son', acerca de dos hermanos chinos que emigran a Estados Unidos".

Por suerte, los productores que se habían encargado de las dos primeras entregas, The Mummy/La momia en 1999, y The Mummy returns/El regreso de la momia en 2001, querían cambiar de rumbo y habían pedido a los guionistas Alfred Gough y Miles Millar que dieran un nuevo giro a la saga. Estaban convencidos de que habían agotado las posibilidades de Egipto y buscaban a un director capaz de llevar a los temerarios O'Connell a otro continente. En cuanto al interés que despiertan las aventuras de nuestros arqueólogos, el productor Stephen Sommers dice: "Creo que tuvieron tanto éxito porque son aventuras románticas que transcurren en decorados exóticos. Eso siempre gusta".

La momia – La tumba del Emperador Dragón es la tercera entrega de La momia producida por James Jacks y Sean Daniel. En esta ocasión, se les han unido Bob Ducsay y Stephen Sommers. Los cuatro colaboraron en las dos primeras entregas de la saga, dirigidas por Stephen Sommers y montadas por Bob Ducsay, que también fue el productor ejecutivo de The Mummy Returns/El regreso de la momia.

"Pasaron años antes de que se nos ocurriese la idea de usar los guerreros de terracota de China", dice el productor Bob Ducsay. "Pero nos dimos cuenta de que podría funcionar como un catalizador para las nuevas aventuras de unos personajes muy queridos por los espectadores".

Los cuatro productores eligieron a Rob Cohen por ser un realizador con la suficiente experiencia para crear una película a la altura de lo que imaginaban. "Por suerte, Rob estaba interesado en dirigir la película", recuerda Bob Ducsay. "Era el realizador ideal para nosotros. Sabe lo suficiente para encabezar una gigantesca producción en dos continentes, es genial a la hora de dirigir a los actores y las escenas de acción y, además, tiene un gran sentido del humor, todos los ingredientes necesarios para una película de La momia".

"Me gustó mucho la idea de que los guerreros de terracota de Xi'an fueran las momias", dice Rob Cohen. "Nos permitiría explorar la historia china de dos periodos, 200 años antes de Cristo y 1946, durante la posguerra. Los protagonistas vivirían una aventura totalmente nueva; sería espectacular, pintoresca y completamente oriental".

Hablando de su interés por producir otra entrega de la saga, el productor Sean Daniel reconoce que se debe a su obsesión con el género desde la infancia: "Cuando era niño, no me perdía una sola película de Boris Karloff haciendo de momia ni de ninguna otra película de momias. Recorté fotos de la momia de la revista Famosos Monstruos del Cine y las pegué en la pared. Nada más entrar en Universal, empecé a hablar de una película de momias, son mis favoritas".

El productor James Jacks añade: "Hace casi una década que somos parte de la familia O'Connell. Nos enorgullece ver que las aventuras siguen y que Rick y Evy han dado el relevo a su hijo Alex. Reconozco que es como ver crecer a un hijo".

A los cineastas sólo les quedaba buscar a un emperador digno de luchar contra los O'Connell y enfrentarse al reto que supone crear dos mundos tan dispares como el año 200 antes de Cristo y el año 1946.


Héroes atemporales y brutales señores de la guerra: El reparto de la película
La aventura empieza cuando convencen al joven explorador Alex O'Connell, de 21 años, para que despierte al Emperador Momia. El guerrero más fiero que jamás conoció China no pudo dominar el mundo hace más de 2.000 años porque se lo impidió la maldición de la bruja Zi Yuan. Ahora, recién despertado, sabe que el mundo sigue esperando ser conquistado. Pero si quiere conseguirlo, deberá llegar al famoso Shangri-La para alcanzar la vida eterna. Si bebe de la fuente de la vida eterna, podrá despertar al ejército que le espera bajo tierra, siempre y cuando Rick, Evy y Alex O'Connell no se lo impidan.

Era esencial que Brendan Fraser volviera a interpretar el papel del apuesto aventurero Rick O'Connell, y que algunos de los otros actores de las anteriores entregas se unieran a él. "Nadie puede imaginar una película de La momia sin Rick O'Connell", explica Bob Ducsay. "Brendan es la encarnación perfecta del personaje. Está magnífico. Yo diría que está en mejor forma física ahora que en la primera película. Ha hecho cosas increíbles, casi nunca ha necesitado un doble".

Brendan Fraser agradece que el tiempo pasado desde la anterior entrega se refleje en el guión: "La familia se ha desarrollado y se puede explorar otro tema, la reunión de una familia que se había distanciado. Nos encontramos a una pareja que echa de menos su vida pasada y a un hijo que se muere por ser como ellos. Quiere complacer a su padre, pero está un poco mimado. Sin quererlo, descubre al malo de todos los malos, la tumba de un emperador que fue un auténtico déspota. Por culpa de una serie de casualidades, como manda la tradición, libera a otra momia y los O'Connell deberán detenerla".

El director Rob Cohen siempre tuvo muy claro quién debía encarnar al Emperador: "Nunca pensé en nadie que no fuera Jet Li, no me cabía en la cabeza".

El famoso actor no estaba disponible para toda la duración del largo rodaje de La momia – La tumba del Emperador Dragón, por eso Rob Cohen sugirió que el guión explicara que había sido maldecido y convertido en un emperador de barro. "Se nos ocurrió que un personaje de barro creado digitalmente andase y hablase como Jet", explica el director. "En un momento dado, regresa como Jet de carne y hueso. A él y al estudio les encantó la idea".

Jet Li, hombre parco en palabras, apreció los conocimientos de Rob Cohen de la cultura china. También le gustó su visión del proyecto y no dudó en aceptar el papel de Emperador: "Rueda como los directores de Hong Kong, con mucha energía, muchos cambios, mucha rapidez".

La oscarizada Rachel Weisz prefirió no volver a encarnar a Evy. La duración del rodaje y tener que desplazarse al extranjero no le era posible con hijos pequeños. No hubo más remedio que buscar a alguien que la sustituyera.

"Después de muchas reuniones, decidimos hacer pruebas de cámara con cinco actrices", dice el director. "Maria Bello nos dejó impresionados. La química con Brendan fue inmediata. Luego está la belleza, el sentido del humor y la precisión interpretativa que la han hecho triunfar en películas como The Cooler y Una historia de violencia. Maria no tenía problemas con el acento británico y aportó mucha frescura al papel".

La actriz tenía ganas de encarnar a una heroína con la que simpatizaba: "Evy y yo tenemos muchos puntos en común. Las dos somos aventureras. Siempre he pensado que tengo alma de gitana, y estoy dispuesta a saltar al vacío. De adolescente, era una adicta a las novelas románticas de aventuras. Solían tratar de una mujer que se vestía como un hombre, que sabía manejar la espada, que se colaba en un barco, y de la que el capitán acababa enamorándose. Quería ser como ella".

"Maria despedía energía y fuerza cuando leyó el papel", dice Brendan Fraser. "Es una gran actriz que ha hecho papeles muy diversos, pero siempre dice: 'Quiero trabajar en una película donde pueda manejar el látigo, disparar pistolas y montar a caballo'. Descubrimos que Rick y Evy han guardado las pistolas y abandonado los yacimientos. El sedentarismo aburre a Evy y regresa a las aventuras con enorme entusiasmo".

Los seguidores de la saga se alegrarán de saber que John Hannah vuelve a encarnar al patoso Jonathan, el hermano de Evy, que puede ser una gran ayuda o un gran desastre para la familia O'Connell. El productor Bob Ducsay dice: "Recuerdo que cuando ofrecimos el papel a John para la primera película, no entendía por qué le dábamos un rol cómico. A pesar de que él lo niega, es un cómico nato, como ha quedado demostrado en las dos entregas anteriores".

Jonathan no duda en recordarle al público lo que cualquiera haría si le persiguiese un no muerto, es decir, correr como un poseso. John Hannah dice, riendo: "Jonathan siempre busca una salida. Es lo más natural si a un tipo inmortal de unos 2.000 años le da por querer quitarte la cabeza. Mi primera reacción sería correr, no me enfrentaría a él".

Encontrar al actor ideal para encarnar a Alex, el hijo de Rick y de Evy, no fue fácil. Debía ser joven, lleno de entusiasmo, estar en buena forma física, pero también con una cierta aura de vulnerabilidad. Alex debía tener la fuerza, el ímpetu y el heroísmo de su padre, más el cerebro y la curiosidad de su madre. Después de una larga búsqueda, los cineastas se inclinaron por el carismático actor australiano Luke Ford, que desprende una poco común mezcla de inocencia y fuerza.

El director recuerda la primera vez que vio al actor: "Fue durante una prueba de cámara a la que acudieron varios actores jóvenes, algunos de ellos bastante famosos en Estados Unidos. Cuando los miré, todos hablaban con Luke. Estaba claro que era el centro de atención. Para que un joven caiga bien a otros jóvenes, debe ser tranquilo, relajado y no tener complejos. Además, era el mejor de todos".

Alex no tarda en descubrir que su padre no está muy dispuesto a pasarle el testigo. El joven actor dice: "Alex siempre ha estado a la sombra de su padre. Rick impactó al mundo de la arqueología, y Alex no quiere ser menos. Por eso está empeñado en descubrir al emperador. La relación con sus padres no es muy distendida porque todavía le tratan como si tuviera ocho años. Está frustrado, quiere formar parte del equipo, vivir aventuras".

La actriz malaya Michelle Yeoh da vida a la inmortal bruja Zi Yuan, que condenó el Emperador a una vida eterna de barro por haber destruido su felicidad. La gracia y la belleza de Michelle Yeoh conquistaron a todos. Brendan Fraser resume la admiración que el equipo sentía por ella: "Aporta una calidad regia a Zi Yuan, la liviana guardiana de la fuente de la juventud. La dignidad innata de Michelle da credibilidad a la serena belleza de su personaje, que lleva 2.200 años esperando para vengarse".

El papel de Zi Yuan atrajo inmediatamente a la estrella internacional, a la que hemos visto en películas como Tigre y dragón o Memorias de una geisha. "Me entusiasmó el personaje porque es mágico", dice la actriz. "Conoce a su gran amor, pero el Emperador impide que sea feliz porque la desea y quiere que le dé el secreto de la vida eterna. Le rechaza y usa sus poderes para maldecirle. Es un papel maravilloso".

Para interpretar a Lin (por la que Alex se siente muy atraído), la hija de Zi Yuan y guardiana de la tumba del emperador Shihuang, el director escogió a la joven actriz china Isabella Leong. Decidida a hacer una película de habla inglesa, no se dejó intimidar por los diálogos ni por el duro entrenamiento requerido para encarnar a una asesina que ha jurado mantener cerrada la tumba para la eternidad.

El actor Chau Sang Anthony Wong, procedente de Hong Kong, conocido por sus papeles en El velo pintado y Juego sucio, da vida al general Yang, la mano derecha del Emperador Dragón, un despiadado guerrero convencido de que el mundo debe ser gobernado por la fuerza.

Completan el reparto el irlandés Liam Cunningham, que encarna al compañero de Rick, el piloto Desi "Mad Dog" Maguire; el actor inglés David Calder, como el explorador Wilson, y el estadounidense Russell Wong, como Ming Guo, el leal criado del emperador y el gran amor de Zi Yuan.

Una vez decidido el reparto, era hora de empezar a viajar de un continente a otro y rodar el exótico mundo de La momia – La tumba del Emperador Dragón.


Un viaje por el tiempo: Dos continentes en dos mil años
El rodaje de La momia – La tumba del Emperador Dragón duró cinco meses entre América del Norte y Asia. Concretamente en Montreal, Canadá, y Pekín y Shanghái en China, donde se construyeron mundos con casi 2.200 años de diferencia.

El rodaje en Montreal
El rodaje empezó en Montreal, en Mel's Cité du Cinéma, con una poderosa escena en el Museo de Shanghái. Han convencido a Rick y a Evy para que lleven el ojo de Shangri-La de vuelta a China, pero ignoran las consecuencias de su decisión.

Las escenas en el museo se rodaron en un magnífico decorado creado por la imaginación del diseñador de producción Nigel Phelps.

A continuación se trasladaron al exterior para rodar el patio de la estupa que sirve de entrada a Shangri-La, construido al lado del decorado de la Puerta, una enorme sección de montañas (el Himalaya) donde se esconde una entrada secreta a la misteriosa fuente de la eterna juventud. El patio se cubrió de nieve falsa. El supervisor de efectos especiales R. Bruce Steinheimer dice: "Rob tenía muy claro qué tipo de nieve quería. Necesitamos 160 toneladas de sulfato de magnesio sólo para cubrir el suelo".

Pero el tiempo otoñal en Montreal es muy imprevisible y una tormenta de agua se encargó de derretir la nieve durante la noche. El equipo de efectos especiales tuvo que reparar los daños antes de las 7 de la mañana para que el rodaje siguiera según el calendario previsto.

En varias escenas con la estupa de telón de fondo, los O'Connell, Jonathan y Lin se enfrentan al Emperador Dragón. Por suerte, llegan varios yetis para ayudarles. El director de la unidad de acción Vic Armstrong orquestó una compleja secuencia en el decorado de la Puerta en la que los O'Connell están acorralados por el ejército del general Yang y son rescatados por los feroces guerreros del Himalaya.

A continuación, el rodaje se trasladó al plató ADF, donde el equipo de Nigel Phelps creó el mausoleo, uno de los decorados más impresionantes de la película. Durante unas excavaciones, Alex descubre la tumba del Emperador. Al penetrar en la cripta se encuentra con miles de guerreros de arcilla. A medida que él y sus compañeros avanzan por las filas de soldados, deben sortear una trampa mortal tras otra.

El equipo regresó a Mel's Cité du Cinéma para rodar la brutal pelea entre el Emperador y Rick O'Connell, que tiene lugar en el misterioso mundo de la Cámara Fundacional; la primera escena rodada con Jet Li.

"El guión hace especial énfasis en el núcleo de la Gran Muralla", explica Nigel Phelps. "Presuntamente, los enemigos eran enterrados vivos en los cimientos de la Gran Muralla. Hay un templo en el centro y los techos reflejan el mundo subterráneo donde están aprisionados los cuerpos y almas del Ejército Fundacional que se alzará para atacar al Ejército de Terracota".

Después se rodó en la cueva de Shangri-La, que sirvió de telón de fondo para la emotiva reunión entre Zi Yuan y su hija Lin, a la que no ha visto hace más de 2.000 años.

La cueva reverbera con la luz de las velas que iluminan el magnífico Buda yacente que ocupa la pared del fondo. Cada nicho contiene una estatua y una preciosa pagoda guarda la entrada. La idea era simple: Shangri-La debía parecer enorme, mágico y maravilloso.

El rodaje en Montreal acabó el 15 de octubre y el equipo se preparó para trasladarse a otro continente.

El rodaje en China
Desde un principio, los cineastas decidieron que era básico ser fieles a los dos periodos en los que transcurre la película. Bob Ducsay dice: "Aunque estas películas estén llenas de fantasía y se tomen grandes libertades creativas, son auténticas porque siempre rodamos en los países donde transcurren".

Afortunadamente, el traslado se realizó sin ningún sobresalto. Rob Cohen recuerda, con una sonrisa: "El productor ejecutivo Chris Brigham, los productores chinos Chiu Wah Lee y Doris Tse Karwai, los supervisores de producción en China, Mitch Dauterive y Er Don Liu, hicieron un verdadero milagro. Trasladar a 200 occidentales desde Norteamérica un viernes para rodar el martes en China era prácticamente imposible, pero lo consiguieron".

Se decidió rodar en China por razones prácticas y creativas. El productor ejecutivo Chris Brigham dice: "El decorado de Shanghai Studios para la increíble persecución no está disponible en ningún otro lugar del mundo. Cuando tomamos la decisión de rodar en China, añadimos varios decorados".

Una vez en China, el equipo artístico y técnico necesario para rodar las escenas creció de forma notable. Hubo días en que trabajaron más de 2.000 personas; 200 norteamericanos (de Estados Unidos y Quebec), 1.700 chinos y otras cien procedentes de Hong Kong, Malasia, Croacia, Eslovenia y Taiwán.

El rodaje en Asia empezó en el desierto de Tian Mo. El director Rob Cohen, maravillado, escribía en su blog: "Ya estamos en China. Cientos de personas en el departamento artístico chino llevan meses trabajando para preparar el decorado para este día. El sol se alza detrás de la Gran Muralla hecha de enormes ladrillos de adobe prensados. El sol es real, hice construir la Muralla. El Emperador Dragón ascenderá a un coloso de 15 metros para despertar a sus 5.000 guerreros de terracota que llevan dormidos 22 siglos. Con ellos librará la batalla final contra los O'Connell y las fuerzas místicas de su antiguo enemigo, Ming Guo, protegido por Zi Yuan. Los ejércitos se enfrentarán. Los vivos contra los no muertos. En otras palabras, hoy es lunes en el rodaje de La momia – La tumba del Emperador Dragón".

No habría sido posible construir la Gran Muralla sin las indicaciones del director artístico chino Mr. Yi, que también fue asesor técnico e histórico de la película. Es la sexta vez que dirige la construcción de una de las Siete Maravillas del Mundo.

Se rodaron varias escenas en Tian Mo, entre las que destacaremos la del campamento del general Yang, situado en un pueblo de la dinastía Ming establecido en unas cuevas cercanas, así como la del interior de la tienda negra, donde el Emperador se reúne con sus generales.

Durante el rodaje en Tian Mo, el equipo se alojó en Yanqing, aproximadamente a una hora de distancia. A excepción de un par de tormentas de arena, el tiempo fue clemente. Sin embargo, hacia el final del rodaje, las temperaturas bajaron de golpe y todos se alegraron de ir a Shanghái, mucho más al sur, para seguir trabajando en los famosos Shanghai Film Studios, a menos de una hora de la ciudad.

El estudio cuenta con un enorme decorado que recrea las calles de Shanghái en los años cuarenta, con iglesias, bares, clubes y restaurantes, tiendas, casas e incluso un tranvía. Aquí se rodó la persecución entre los O'Connell y el Emperador Dragón, que tiene lugar el Día del Año Nuevo chino. Si se suman las horas de trabajo de la unidad principal y de la unidad de acción, el rodaje de la escena duró dos semanas. Vic Armstrong, director de la unidad de acción, y su equipo rodaron los efectos especiales y algunas de las secuencias peligrosas antes de que la unidad principal regresara de Mongolia.

La persecución es una complicada secuencia en la que se mezcla la acción física de los actores y especialistas con efectos digitales. Unos caballos de bronce tiran de un carro con el Emperador Dragón (con Alex y Lin escondidos debajo), mientras cientos de extras corren por las calles, y Rick, Evy y Jonathan le siguen en un camión lleno de fuegos artificiales para detener al malvado Emperador.

Rob Cohen recuerda que filmó parte de la persecución con no menos de ocho cámaras: "R. Bruce Steinheimer diseñó toda la secuencia con un equipo de expertos pirotécnicos, pero la explosión fue tan potente que rompió todos los cristales de la calle y el cohete principal incendió el tercer piso de un edificio. Fue genial".

Varios decorados más se rodaron en los Shanghai Studios, como la cámara del trono del Emperador. Un equipo de asesores culturales se ocupó de explicar a Rob Cohen el complejo idioma simbólico, las ceremonias y el comportamiento de la dinastía Qin. El director dice: "La película respeta el ceremonial tradicional. Los intelectuales y artistas se situaban a la izquierda del Emperador, los militares, a la derecha. Los músicos no tenían permitido llevar armas. Nadie podía darle la espalda. La película está llena de detalles de esa índole. A pesar de ser un mundo desconocido, parece auténtico".

Las escenas finales se rodaron en el fantástico club de estilo egipcio, de hecho se llama Imhotep, perteneciente a Jonathan, situado en el Bund del Shanghái de los cuarenta. Se diseñó de acuerdo con lo que había en la ciudad en aquella época: un lugar enorme, glamuroso y lujoso.

Mientras la unidad principal acababa de rodar en los Shanghai Studios, la unidad de acción de desplazó a los Hengdian World Studios, a cuatro horas de Shanghái, para rodar la dramática secuencia de la batalla. Estos estudios son los mayores de toda Asia y ofrecen decorados que abarcan los diversos periodos de las dinastías chinas. Cuentan con reproducciones de tamaño natural del palacio del emperador Qin, de los palacios de las dinastías Ming y Qing, y de la sala central del templo de Dazhi con una estatua de Sakyamuni de 28,8 metros de altura, la mayor figura esculpida de Buda en un interior de toda China.

El diseñador de producción Nigel Phelps se quedó asombrado cuando descubrió que gran parte del atrezo de los Estudios Hengdian eran objetos reales: "Las armas de las 500 estatuas del ejército de terracota eran de bronce y todas las ballestas funcionaban. Siempre se pierde mucho en la traducción, pero a nadie se le ocurre pedir armas de bronce, dispararía el presupuesto. Al parecer, en China sale más barato que hacerlas de fibra de vidrio. Se alcanza otro nivel de realismo cuando un actor toca una espada y está fría".

Un telón de fondo épico: El diseño de producción
Cuando Nigel Phelps se reunió por primera vez con el director, supo inmediatamente que estaba a punto de embarcarse en un viaje plagado de retos para un diseñador de producción. Era de suma importancia que La momia – La tumba del Emperador Dragón transmitiera una sensación épica, por lo que debería diseñar decorados únicos, incluso míticos.

"En un proyecto como este, donde todo es a gran escala, hay que decidir desde un principio qué decorados se construirán y qué efectos digitales se añadirán", explica Nigel Phelps. "Es lo primero que se habla con el director. Pero la decisión de rodar en China nos permitió usar muchos más decorados construidos y naturales que en cualquier otra parte del mundo. Cuando se concibe una sala como el mausoleo donde descansan los guerreros de terracota, es obvio que no hablamos de un decorado íntimo".

El estilo de la película se debe en gran parte a la pasión del director por la cultura china y sus estudios budistas. Ante todo quería que fuera lo más auténtico posible. En su opinión, el diseño de la película refleja "la historia china de una forma poco habitual, y nos esforzamos en explorar dos épocas, la historia en el año 200 antes de Cristo y la China de 1946".

El director y el diseñador de producción decidieron que los movimientos de la cámara no podían restringirse cuando se trataba de rodar al emperador más poderoso del mundo recorriendo el continente con 2.200 años de diferencia. Por lo tanto, la mayoría de los decorados debían permitir al director de fotografía Simon Duggan y a su equipo realizar tomas de 360 grados.

Para conseguirlo, los decorados no siempre eran absolutamente fieles al guión original. Nigel Phelps y Rob Cohen estaban abiertos a otras posibilidades cuando buscaban localizaciones. El diseñador de producción recuerda: "Cuando llegamos a China para localizar decorados, viajamos a Ningxia para ver las enormes dunas de arena. En el hotel, ojeando un folleto, descubrí que había pirámides en la región".

"El paisaje es muy similar al de Tian Mo, la zona desértica al norte de Pekín", sigue diciendo. "No había nada parecido previsto en el guión, pero sabía que a Rob le encantaría. Así fue, y decidimos que las pirámides irían al principio de la película. Seguro que el público pensará que esas pirámides han sido creadas digitalmente, nadie espera ver algo así en China".

Las gigantescas pirámides están en un valle con cientos de tumbas de un pueblo aniquilado por los mongoles porque algunos de sus miembros dispararon las flechas que mataron a Gengis Khan. Esta zona olvidada fue descubierta hace unos 200 años.

El diseñador, que tiene en su haber películas épicas del calibre de Troya, explica cómo trabaja: "Cuando leo un guión, me imagino la historia y lo veo todo en función de la luz y las formas. Esto es luminoso, aquello oscuro. Esto es alto y delgado, aquello es pequeño y gordo. Hay que obtener una variedad y un equilibrio que encajen con la narración. Es un poco como la música, se puede aplicar los mismos principios a los colores".

Luchar contra los no muertos: Espadas y artes marciales
La película no haría honor a su nombre si no hubiese complicadas secuencias de lucha. Cualquier secuencia en la que participe el maestro de las artes marciales Jet Li sube el listón muy alto, pero si le añadimos el krav maga de Brendan Fraser, la esgrima de Michelle Yeoh, el kung fu de Isabella Leong, la lucha callejera inspirada en artes marciales de Luke Ford y los puñetazos de Maria Bello, es una garantía para que los amantes de las secuencias de lucha se lo pasen bien.

Jet Li alaba los conocimientos del director: "Rob entiende el ritmo. Sabe mantener la rapidez necesaria para que una secuencia de lucha sea buena. Además, se atreve con ángulos muy interesantes".

Una de las luchas clave tiene lugar en la Cámara Fundacional, donde el Emperador Dragón intenta despertar a su ejército de terracota. El techo está construido con los huesos de sus enemigos. Pequeñas llamas dispuestas por los pasillos de soldados iluminan la sala.

En la secuencia, Rick O'Connell clava una navaja en la espalda del Emperador. Este, algo molesto, se la saca y se abalanza sobre el protagonista con toda la furia acumulada por siglos de espera.

Rob Cohen pensó que desde la última vez que habíamos visto a nuestro héroe, este había aprendido la lucha krav maga. "Es una lucha defensiva inventada por los judíos checos durante la II Guerra Mundial", explica Brendan Fraser. "Los movimientos se basan en el instinto. En otras palabras, atacan el problema en vez de dejar que el problema ataque. Incrementa la seguridad y es un ejercicio fenomenal".

"Brendan es un gran actor de acción", dice Vic Armstrong. "Se ha preparado a fondo y está en muy buena forma. Le gusta la acción y sabe lo que le sale bien".

El coordinador asiático de lucha Mike Lambert, que trabajó con Michelle Yeoh en El mañana nunca muere, la película que la catapultó a la fama, se encargó de entrenar a los actores y coreografiar las escenas de lucha con el coordinador de especialistas Mark Southworth. Mike Lambert lleva años viviendo en Hong Kong y conocía a numerosos actores por haber trabajado con ellos anteriormente.

Una de las secuencias que fascinó a la prensa china fue la lucha con espadas entre Jet Li y su amiga Michelle Yeoh. Transcurre en el magnífico paisaje desértico de Tian Mo y es la primera vez que los dos actores se encuentran en lados opuestos en una película. "Me pareció muy gracioso", recuerda la actriz. "Miré mi calendario de rodaje y ponía: 'La lucha que Asia ha estado esperando'".

Michelle Yeoh dice, hablando de sus coordinadores: "El coordinador de lucha de Jet, De De Ku, al que todos llaman maestro De, es un viejo conocido y es realmente brillante. Aparte de eso, Jet y yo nos entendemos, estamos en la misma onda y nos esforzamos al máximo".

Jet Li está de acuerdo con la actriz: "Cuando se tiene un buen contrincante de lucha, es como en el tenis. Hay que estar al mismo nivel para que el partido sea bueno. Disfruto mucho trabajando con Michelle, y espero volver a hacerlo en el futuro".

La mayoría de los actores también participaron en la acción. Maria Bello pudo hacer realidad un sueño de niñez en una secuencia donde se imagina luchando con una espada. "El personaje de Maria es mucho más refinado", explica Mike Lambert. "Tiene conocimientos de artes marciales, pero tampoco se le da mal el estilo de Rick. Alex es más estilizado, aunque se deja arrastrar por su padre".

El joven actor Luke Ford entrenó durante tres meses antes del rodaje. Era necesario si quería evitar la barrera de trampas que debían impedirle despertar a la nueva amenaza para el planeta. "Me entrené cinco días a la semana", dice. "Empecé con ejercicios cardiovasculares, pesas y estiramientos. Poco a poco seguí con artes marciales, esgrima, puñetazos y patadas. Fue bastante intenso".

También se requería que los actores montaran a caballo, sobre todo en las secuencias rodadas en Tian Mo. A excepción de las escenas más complicadas, que realizaron especialistas chinos, los propios actores rodaron la mayoría de las secuencias.

Después de coordinar las persecuciones y las luchas, Vic Armstrong y su equipo se desplazaron a los Hengdian World Studios para las secuencias finales. Dice: "Hay que subir el listón con cada secuela y, en este caso, las dos películas anteriores eran muy buenas, lo que no nos lo puso fácil. Trabajar con Rob es realmente interesante por la velocidad y la duración que requiere en las escenas".

El director no se queda atrás hablando del coordinador de efectos especiales, sobre todo a la hora de alabarle por la ejecución de escenas difíciles sin olvidar nunca la seguridad de los actores y especialistas: "Vic ha hecho películas de Bond y de Indiana Jones. Es de los que estudia una idea y sabe llevarla a la práctica con la mayor seguridad posible".


Efectos visuales y efectos especiales: Cómo mezclar la fantasía con la realidad
Para crear las escenas más complejas de La momia – La tumba del Emperador Dragón ha sido necesaria una fusión impecable de efectos visuales y especiales. Tomando en cuenta el asombroso abanico de efectos en la película, desde criaturas antiquísimas y avalanchas a complicadas batallas con personajes digitales en decorados digitales y efectos visuales, los cineastas no se enfrentaban a una tarea fácil.

El conocido productor de efectos visuales Ginger Theisen encabezó el departamento. Para realizar el gran número de planos digitales incluidos en la película, al menos 800, contrató a dos empresas, Digital Domain, con los supervisores Matt Butler y Joel Hynek, y Rhythm & Hues, con Derek Spears.

El veterano coordinador de efectos especiales R. Bruce Steinheimer contrató a cuatro empresas en Montreal y en China para obtener todos los efectos mecánicos requeridos. Dice: "Cien personas en ambos continentes trabajaron simultáneamente para tener los efectos preparados a tiempo".

Se encargó de supervisar la creación de efectos mecánicos que pudieran incorporarse en las extensiones digitales. Para la secuencia de la persecución en Shanghái, el carro debía moverse como si realmente estuviera tirado por caballos. Explica: "Colocamos un arado delante para que pudiera darse contra otros objetos, porque el Emperador y los caballos pertenecen al reino digital. Cuando empieza a perder el control del carro, usamos una rueda hidráulica para obtener los efectos. Al final eyecta el sarcófago, que se desliza por las calles sembrando el caos y la destrucción".


El despertar del Emperador Momia
Para crear al Emperador Dragón y su legión de guerreros de terracota, el equipo de efectos diseñó una serie de soldados "líquido-sólidos" capaces de inclinarse y arrodillarse. Al moverse se agrietan, pero se recomponen inmediatamente.

Para empezar a diseñar al Emperador Momia, Digital Domain realizó un ciberescaneo de Jet Li con cámaras tridimensionales para poder generar sus características en una estatua de terracota.

Ya que el Emperador controla todos los elementos, tierra, fuego, aire y agua, es un enemigo realmente peligroso. Para colmo, también tiene poderes curativos. Joel Hynek, cosupervisor de Digital Domain, explica: "Está lleno de magma. Cuando se agrieta, pierde trozos, pero el magma sube a la superficie y se solidifica".

El truco era conseguir que el emperador se moviese sin parecer un hombre con una máscara de goma. Digital Domain realizó estudios de estrés en objetos de barro cocido para saber qué aspecto tendrían al expandirse, agrietarse o romperse. A continuación, incorporaron los resultados en la momia y su legión del terror. Joel Hynek comenta: "Los guerreros de terracota no se arreglan si no cruzan la Muralla, seguirán deteriorándose, pero si consiguen pasar al otro lado de la Muralla, serán inmortales".


Fabricar una legión de guerreros
Aunque sólo se ha excavado una fracción de guerreros de barro cocido del suelo chino, había que resucitarlos a todos. Digital Domain se encargó de crear dos inmensos ejércitos formados por 4.800 guerreros de terracota (los hombres del Emperador) y 2.500 soldados del Ejército Fundacional (los hombres a los que mató el Emperador).

"Los soldados del Ejército fundacional son los buenos", explica el cosupervisor de efectos especiales Matt Butler. "Son los trabajadores que llevan 2.000 años debajo de la Muralla. Regresan a la vida con un aspecto bastante horrible. No todos son esqueletos, hay muchas variaciones, que van desde casi normal a hueso total. Lo más difícil fue conseguir que un ser totalmente desecado diese la impresión de bondad".

Mediante el estudio de imágenes antiguas, textos actuales de embalsamamiento y libros de anatomía, los miembros del equipo no tardaron en convertirse en auténticos especialistas en huesos y músculos. Matt Butler explica: "Nos permitió diseñar herramientas para transformar un cuerpo sano en un cuerpo envejecido, un cuerpo sólo con músculos y tendones, o sólo con huesos".

Para que los movimientos de cada uno de los personajes fueran independientes, Digital Domain usó un programa llamado 'Massive', desarrollado por Stephen Regelous, y que se ha usado en las batallas de numerosas películas, la trilogía de El señor de los anillos, entre otras. "Stephen diseñó y creó una herramienta que nos permite crear miles de seres sensibles, humanos o criaturas", explica Matt Butler. "Todos pueden tomar decisiones individuales de acuerdo con las reglas diseñadas por el dibujante. Puede decirse que el dibujante diseña el cerebro de esos personajes".

Los auténticos guerreros de Xi'an sirvieron de referencia ya que cada ninguno tiene la misma cara, cuerpo o peinado. Después de escanear sus imágenes, el equipo inventó un sistema para intercambiar partes de los cuerpos para que el público jamás vea a un soldado repetido cuando se lanzan al ataque.

Sólo quedaba conseguir que se moviesen según iban rompiéndose y recomponiéndose. No era fácil, tratándose de objetos inanimados que debían moverse. "Antes de todo, rodamos una escena de batalla como referencia", explica Joel Hynek. Vic Armstrong, Matt Butler y yo estudiamos la acción de diversas batallas. A continuación, Matt y Vic trabajaron en Montreal para capturar lo que necesitábamos".

"Rob quería que los guerreros parecieran reales y no copias", dice Vic Armstrong. "Son batallas grandiosas, épicas. Afortunadamente, la tecnología del siglo XXI es de mucha ayuda. Trabajé muy de cerca con el equipo de efectos visuales para planear cada toma. También realizamos bastante trabajo de captura de movimientos con personas que representaban a ambos ejércitos. Los guerreros de terracota iban de azul, los otros, de verde. Luchan de verdad y eso es realista. El ordenador captura a la persona real y sustituye su imagen por un soldado de arcilla o un esqueleto. La coreografía de la batalla también cuenta. Debe tener toques de humor para rebajar la tensión, pero a la vez debe parecer violenta y realista".


Crear nuevas criaturas
El personaje de Jet Li no sólo es el Emperador de Barro, también tiene la habilidad de convertirse en otras criaturas, sobre todo en una arpía de tres cabezas, mezcla de la mitología occidental y china. El programa Image Matrix incorporó los movimientos de Jet Li en una criatura creada digitalmente que escupe llamas, agarra a sus víctimas y se aleja volando.

"El Emperador decidió que su primera encarnación fuera una arpía de diez metros de alto con tres cabezas", dice Bob Mercier, supervisor digital de Rhythm & Hues. "Hubo que decidir hasta qué punto la cara se parecería a Jet Li o a un reptil. También quisimos que la arpía tuviera influencias orientales. Se adivinan rasgos de Li, pero ante todo es una criatura".

Otra encarnación del Emperador es Nian, una criatura mitad león mitad perro, basada en los perros Fu, guardianes de los templos en la China antigua. El director Rob Cohen dice: "Hemos exagerado el lado animal. Ahora es una criatura de unos tres metros de alto capaz de agarrar un avión en el cielo. El personaje de Jet cambia de forma a menudo".

Para cada una de las encarnaciones, Rhythm & Hues produjo un modelo diseñado por ordenador con músculos y piel, que se enviaba a los cineastas para que pudieran opinar. "Cuando todos estaban de acuerdo, se mandaba al departamento de rigging", explica el director de animación Craig Talmy. "Allí se encargan de añadir los sistemas mecánicos para que las criaturas se muevan como queremos".

Ya que nadie ha visto a un yeti de cerca y ha vivido para contarlo, los personajes fueron generados digitalmente y el equipo tuvo rienda suelta para diseñar a los brutos. "Los yetis siempre han estado entre los favoritos", dice el productor Sean Daniel. Nos pareció genial incorporar a los yetis y a Shangri-La en la película. Los yetis son criaturas, como la Momia, que todos conocemos".

Rob Cohen quería que sus abominables hombres de las nieves tuvieran una personalidad única. Los yetis no hablan, se limitan a gruñir y a dar alaridos, por lo que el equipo de animación se encargó de que se comunicaran mediante el lenguaje corporal. Craig Talmy dice, riendo: "Hubo que dar dotes interpretativas a personajes cuyo único cometido es bajar corriendo por una ladera y pegar un puñetazo a alguien".

Al principio, los yetis eran un cruce entre hombre, oso polar y leopardo de las nieves. Pero con el tiempo, los animadores les dieron rasgos más humanos. Les gustaba la idea de que las criaturas, obedeciendo a la enigmática Lin, fueran capaz de coger a un enemigo, mirarlo con absoluto desdén y mandarlo volando en la nieve.


El vestuario para la acción
La diseñadora de vestuario Sanja Milkovic Hays colabora por tercera vez con el director Rob Cohen en La momia – La tumba del Emperador Dragón. Lo más difícil fue diseñar el vestuario para el principio de la película. "Tenía muy poco en que basarme", dice la diseñadora. "Algunas referencias a joyas, algunos dibujos, y las momias que se han descubierto. Me basé sobre todo en lo que vi en museos y en libros. Los descubrimientos de Xi'an me fueron de gran ayuda. Además, visitamos el yacimiento con los guerreros".

Sanja Milkovic Hays y dos diseñadores trabajaron sin parar durante cuatro meses para idear el vestuario del mundo que había imaginado Rob Cohen. "Una vez aprobado el croquis, empieza el segundo tramo del proceso creativo", dice. "Buscamos telas y detalles por el mundo entero, Hong Kong, China, Tailandia, India, Nueva York y Europa. Usé cientos de metros de tela, la mayoría adquirida en Montreal". Escogió sobre todo sedas, ya que no rechazan los tintes, para los temas asiáticos.

La diseñadora supervisó un importante equipo en ambos continentes. Instaló un enorme taller en Mel's Cité du Cinéma al que pobló con especialistas en sastrería, bordados, joyería. También recurrió a Film Illusions, una empresa especializada en vestuarios poco corrientes para el cine y que creó la armadura del Emperador.

Sanja Milkovic Hays decidió cambiar el look de Rick mediante un vestuario más relajado, más al estilo John Wayne. Explica: "Ahora, Brendan lleva trajes de vez en cuando. Le va muy bien la moda de los cuarenta. Al principio de la película, lleva una chaqueta de aviador, pero hacia el final, recupera el típico look de cazador de momias: pantalón, camisa y pistolas... y vuelve a ser el Rick O'Connell que todos conocemos".

Le divirtió diseñar el vestuario de Luke Ford: "Al principio, Luke tiene un aspecto descuidado, un hombre Marlboro con una chaqueta de cuero de los años cuarenta. Le queda muy bien porque es alto y tiene mucho carisma. Luego pasa al estilo Bogart, con chaqueta de esmoquin blanca. Toda su ropa va con la época, pero el corte tiene un toque más moderno".

El personaje de Isabella Leong empieza siendo una sombra anónima. La diseñadora y el director estaban de acuerdo en que lo mejor era una túnica para que fuera difícil saber si Lin es un hombre o una mujer. "Para la escena en el museo, cuando intenta salvar a Rick y a Evy, la vestí un poco al estilo Matrix, con un abrigo largo", dice Sanja Milkovic Hays. "Debajo lleva unos pantalones muy elegantes. El abrigo tiene un corte muy pronunciado para que cuando vuela, vuele detrás de ella".

La diseñadora creó nueve preciosos trajes para Michelle Yeoh cuyos diseños no tenían que ceñirse tanto a la época. Dice: "Es una bruja, tenía mucha más libertad. Cuando Michelle los lleva, los trajes parecen cobrar vida. Es muy elegante, y con esa forma que tiene de moverse y colocar el cuello casi da la impresión de flotar".

Añade: "En la lucha con espada contra Jet Li, lleva una falda plisada. Me compré una en Shanghái, me encantó porque se abría cuando giraba. La versión de Michelle es larga y parece una falda recta y estrecha, pero cuando se mueve, se abre en círculo. Me muero de ganas de ver el efecto en la pantalla".

El diseño de la armadura del Emperador fue un proceso muy largo. Sanja Milkovic Hays empezó a trabajar con meses de antelación. Fue lo primero que diseñó, ya que los departamentos de efectos visuales y artísticos necesitaban saber cómo sería.

Diseñó varias versiones que se adaptan a las diversas escenas. "Para las escenas en las que anda con gesto majestuoso, creamos una armadura más pesada hecha con jade falso. Pero hubo que inventar una versión mucho más ligera para las secuencias de lucha o no podría moverse con agilidad. También se necesitaba una versión adaptada a los efectos visuales para la escena en que se hace de barro".

"Rob y yo tuvimos charlas filosóficas acerca del Emperador y su búsqueda de la inmortalidad", recuerda la diseñadora. "Nos dimos cuenta de que el jade tenía que ver con la inmortalidad en la China antigua. Podía haber llevado una armadura de jade antes de morir. Nos entusiasmó la idea, nadie había visto nunca una armadura de jade. Buscamos el tono exacto de jade para hacerla. Cada pieza se fabricó individualmente y se unieron una a una".