Dos jóvenes americanas, Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson), llegan a Barcelona para pasar sus vacaciones de verano.
Vicky es una mujer sensata y está prometida. Cristina es aventurera en el terreno emocional y sexual. En Barcelona, se ven envueltas en una serie de líos amorosos poco convencionales con Juan Antonio (Javier Bardem), un carismático pintor, que sigue manteniendo su relación con María Elena (Penélope Cruz), su temperamental ex -mujer.
Con el trasfondo de la cautivadora sensualidad mediterránea de Barcelona, Vicky Cristina Barcelona es un canto divertido y sin prejuicios al amor en todas sus manifestaciones.
Sinopsis larga
Vicky Cristina Barcelona trata sobre dos jóvenes estadounidenses y sus aventuras amorosas en Barcelona, una de las ciudades más románticas del mundo.
Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) son muy amigas, pero cada una tiene una actitud muy distinta hacia el amor. Vicky es muy sensata y está prometida con un joven muy decente. Cristina es muy desinhibida en el terreno emocional y sexual, busca siempre enamorarse perdidamente a través de la pasión.
Cuando Judy (Patricia Clarkson) y Mark (Kevin Dunn), parientes lejanos de Vicky, les invitan a pasar el verano en Barcelona, las dos aceptan entusiasmadas: Vicky quiere pasar sus últimos meses de soltera investigando para el máster que está estudiando. Cristina, por su parte, quiere cambiar de aires para dejar atrás el trastorno psicológico que le supuso su última ruptura.
Una noche, en una galería de arte, Cristina, como de costumbre, se fija inmediatamente en el hombre más provocativo y sensual de la sala, Juan Antonio (Javier Bardem), un atractivo pintor. Cristina queda aún más intrigada cuando Judy le cuenta que Juan Antonio mantuvo con su ex mujer, María Elena (Penélope Cruz), una relación tan tempestuosa que uno de los dos intentó matar al otro. Esa misma noche, más tarde, cuando Vicky y Cristina están cenando, Juan Antonio se acerca a su mesa con una propuesta descarada: irse de viaje de fin de semana a Oviedo para conocer las maravillas culturales de la ciudad, beber buen vino y hacer el amor juntos. Vicky cree que es una propuesta repugnante, pero Cristina se muestra encantada con su franqueza y su carisma, y convence a Vicky para que la acompañe.
Tras un día haciendo turismo y después de una suculenta cena en Oviedo, Juan Antonio habla de forma casi reverencial sobre la magnífica María Elena, el gran amor de su vida. A pesar de la profunda conexión que existía entre ambos, eran demasiado pasionales como para estar juntos. En una ocasión, María Elena llegó a apuñalarle en un ataque de celos.
Esa misma noche, Juan Antonio invita a las chicas a su habitación: Vicky lo rechaza rotundamente y Cristina acepta de buena gana. Pero cuando Cristina y Juan Antonio están a punto de acostarse, Cristina se pone enferma y es Vicky la que tiene que pasar lo que queda del fin de semana a solas con él. Juan Antonio se lleva a Vicky a conocer a su padre y le abre su corazón para contarle sus sueños de la infancia y su turbulenta relación con María Elena. Vicky percibe su lado más humano, lo cual hace que vaya teniendo cada vez menos recelos hacia él. Durante la noche romántica que pasan antes de irse de Oviedo, Vicky y Juan Antonio hacen el amor.
Tras volver a Barcelona, Vicky no puede dejar de pensar en Juan Antonio. Mientras tanto, Juan Antonio centra toda su atención en Cristina, que está soltera y desea estar con él. Pronto comienzan a vivir juntos. Cuando Vicky muestra su desilusión, él le dice que, dado que está prometida, causarían un dolor innecesario a todo el mundo si siguieran juntos.
De hecho, el novio de Vicky, Doug (Chris Messina), no tarda en llegar a Barcelona, y en breve se casan. Cuando Cristina y Juan Antonio comienzan una vida de ensueño juntos, una estremecedora llamada de teléfono despierta a Juan Antonio una noche: su ex mujer María Elena se encuentra en el hospital después de haber intentado suicidarse. Al volver a casa con la deslumbrante y temperamental María Elena, Juan Antonio le explica a una asombrada Cristina que María Elena tendrá que quedarse con ellos durante unos meses ya que no tiene ningún otro sitio a donde ir.
Celosa, desconfiada y con bruscos cambios de humor, María Elena no pierde la oportunidad de discutir con Juan Antonio y menospreciar a Cristina. Con el tiempo, se muestra más tranquila, establece una relación más afable con Juan Antonio e incluso orienta a Cristina acerca de su pasión por la fotografía. María Elena le dice a Cristina que ella es "el ingrediente que faltaba" que le permite vivir feliz con Juan Antonio. En una transición que resulta tranquila y natural, los tres se convierten en amantes.
Más tarde y por casualidad, Vicky ve a Judy besando al socio de Mark en una fiesta. Una vez que Judy le confiesa a Vicky que hace años que dejó de estar enamorada de Mark, ésta le revela lo que siente por Juan Antonio. Decidida a rescatar a Vicky de su propio destino, Judy intenta unir de nuevo a Vicky y a Juan Antonio. Entretanto, Cristina, como de costumbre, comienza a inquietarse. Conforme se acerca el final del verano, Vicky y Cristina aprenden una dura lección sobre el amor y sobre ellas mismas.
Con el trasfondo de la cautivadora sensualidad mediterránea de Barcelona, Vicky Cristina Barcelona es una reflexión de Woody Allen sobre el amor, con todo su romanticismo, fugacidad y misterio, con todas sus alegrías y sus penas.