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  Luciérnagas en el jardín  (Fireflies in the garden)
  Dirigida por Dennis Lee
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Luciérnagas en el Jardín, una exploración en profundidad y muy de cerca en torno a las complejidades del amor y del compromiso en el seno de una familia desgarrada al verse enfrentada a una tragedia inesperada, significa el debut como director cinematográfico de Dennis Lee a partir de un guión propio. Este estudiante oscarizado por su cortometraje Jesus Henry Christ (2003), escribió lo que es un drama familiar semiautobiográfico cuando se produjo el óbito de su madre, en 2002. Con el soporte del sello de producción alemán, Senator Entertainment, Lee pudo reunir un reparto de conjunto estelar integrado por actores como Julia Roberts, Ryan Reynolds, Willem Dafoe, Emily Watson, Carrie-Anne Moss, Hayden Panettiere, Ioan Gruffudd, Shannon Lucio, George Newbern, Cayden Boyd, Chase Ellison y Brooklynn Proulx.

Luciérnagas en el Jardín ha sido financiada y producida por Senator Entertainment, y deviene así la primera producción norteamericana del sello. Marco Weber [Igby Goes Down (2002); Nivel 13 (13th Floor, 1999)] de Senator ha ejercido como productor de la cinta junto a la jefe de producción del mismo sello, Vanessa Coifman [El caníbal de Rothenburg (Grimm Love, 2006); Igby Goes Down (2002)], y Sukee Chew [A.W.O.L. (1999); Educando a J. (My First Mister, 2001)]. Philip Rose [Con mucho estilo (The Big Tease, 1999)] ha sido coproductor. Jere Hausfeter y Milton Liu han ejercido como productores ejecutivos del proyecto. En el equipo, tras la cámara de Luciérnagas en el Jardín, hallamos igualmente al director de fotografía Danny Moder [Spiderman-3 (Spiderman-3, 2007); Déjà Vu (Cambiando el pasado (Déjà vu, 2006)]; a los montadores Dede Allen [Jóvenes prodigiosos (Wonder Boys, 2000); La memoria de los muertos (The Final Cut, 2004)] y Robert Brakey [Juego de honor (The Greatest Game Ever Played, 2005); Dos tontos muy tontos: Cuando Harry encontró a Lloyd (Dumb and Dumberer: When Harry Met Lloyd, 2003); al diseñador de producción Rob Pearson [Matador (The Matador, 2005); Red Rock West (Red Rock West, 1992)]; al director artístico Timmy Hills [Even Money (Even Money, 2006)]; a la decoradora de plató Carla Curry [En la cuerda floja (Walk the Line, 2005); El Álamo. La leyenda (The Alamo, 2004)]; a la diseñadora de vestuario Kelle Kutsugeras [Kalifornia (Kalifornia, 1993)]; y al director de reparto Ferne Cassel [Mi obsesión por Helena (Boxing Helena, 1993); El caníbal de Rothenburg (Grimm Love, 2006)].

"Es la historia de una familia" —nos dice el guionista y director Dennis Lee—. "Tenemos una madre, un padre, la hermana, y el hermano. La madre desaparece al inicio del film. Creo que para la mayoría de las familias una madre tiende a ser, a falta de un modo mejor de describirlo, como el marco de un cuadro que tiene que contener y mantener apelmazado todo lo de la pintura. Me da la impresión de que una vez que ese marco de la pintura desaparece, las cosas empiezan a irse a pique. La cuestión está en si esta familia va a permitir que las cosas se vengan abajo, o si van a hacer lo que esté en sus manos para recomponer la situación. Durante ese proceso, surgen las emociones y las verdades".

Ryan Reynolds, quien encarna al Michael adulto en la película, añade: "Los personajes se ven obligados a permanecer juntos y llorar a Lisa, cada uno a su modo enteramente particular, vertiendo tiempo en común por doloroso e incómodo que resulte, extendiendo puentes con que salvar las muchos brechas abiertas a lo largo de los años. No conozco ninguna familia de este mundo que no presente algún nivel de complejidad; por cuanto nos compete, tener la ocasión de exponer esas particularidades y verter luz sobre las mismas ha sido algo verdaderamente emocionante. Esta película trata en especial acerca del mito del hogar perfecto; para mi se trata de una historia que narrar en verdad importante pues no es de las que se hayan contado con frecuencia".

Para Lee, esta película es un proyecto intensamente personal. "El deceso de mi madre se produjo hace unos cinco años debido a un accidente de tráfico" —comenta Lee—. Luego vi la película You Can Count on Me (You Can Count on Me, 2000). Me pareció un film extraordinario acerca de cómo afronta la tragedia una familia. Me inspiró para escribir este guión".

Aunque la historia se basa en el accidente de su madre, y en los esfuerzos de su familia para aceptar tal pérdida, Lee se apresura a declarar que la historia sólo es parcialmente biográfica. Particularmente, su padre no tiene nada que ver con la difícil figura paterna de la película. "Charles no se inspira en mi padre. Eso es lo primero que quiero dejar bien claro. Mi padre es un hombre increíblemente amable. Es alguien tranquilo pero muy buena persona".

Los personajes y el modo en que afrontan sus sentimientos y relaciones son complejos, y la empatía de Lee para con cada uno de ellos, pese a, o quizá incluso debido a sus defectos, contribuye a una historia que ha hallado respuesta en cada uno de los implicados en el proyecto.

"Lo que me atrajo de este papel fue la oportunidad de encarnar a un personaje al que abruman muchas sentimientos convulsos" —informa Reynolds—. "Ello es algo con lo que puedo identificarme realmente. Cuando pierdo a alguien, lo que me resulta más interesante es que no siento nada de modo inmediato. Es algo así como un shock que te deja inerte, y en cierto momento eso sale, ya sea dos semanas más tarde, un año, o dos. Mi personaje, Michael, ha regresado a casa y está sumamente perplejo ante el hecho de que no puede sentir nada. Adora a su madre, y la pierde de un modo terrible, pero no parece capaz de sentirlo todavía".

Emily Watson encarna a la tía Jane adulta, quien, cuando adolescente con problemas (a quien da vida Hayden Panettiere) vivió con la familia Taylor durante un verano decisivo, y más tarde asume el papel de matriarca de la familia de facto tras la muerte de su hermana. Para Watson, lo que le atrajo de entrada fue la profundidad que tenía la historia. "No leo con frecuencia guiones con esa adecuada dimensión tan compleja" —opina Watson—. "Da la impresión de ser auténtico y me gustó el modo en que estaba escrito".

Aunque la relación entre Michael y Charles a menudo ocupa la esfera central de la escena, Lee se veía igualmente empujado por el deseo de representar correctamente las historias de sus personajes femeninos.

"Tanto si nos fijamos en el papel de Lisa (Roberts), como en el de Ryne (Lucio), Kelly (Carrie-Anne Moss) o Jane (Watson), todas las mujeres de esta historia tienen algo bastante en común. Se trata de hallar su voz. Fui maestro, y mi mujer lo es. Habíamos mantenido esta conversación acerca de cuándo las mujeres pierden su voz, particularmente en esta sociedad y en esta cultura. Lo que quiero decir con esto es que cuando enseñaba a preadolescentes entre doce y trece años (séptimo grado) tenía a los chicos y chicas más precoces. De algún modo, en el verano entre séptimo y octavo grado ocurrió algo, pues al regresar a las aulas todos comenzaron a tener la misma apariencia y a hablar del mismo modo. Habían perdido lo que les hacía verdaderamente únicos. Puede que esto sea una generalización, pero lo que digo es que esto pasa demasiado a menudo. En la historia de Fireflies, tenemos a Lisa, quien había hallado su voz después de que sus hijos marcharan. Han partido a la universidad, y ahora ella estaba recuperando su propia identidad. En Kelly, la esposa de Michael, tenemos la misma cosa. Para tía Jane, son los hechos que ocurrieron aquel verano. Para Ryne, se trata verdaderamente de la muerte de su madre lo que la obliga a hacerse preguntas de importancia como '¿Quién quiero ser? ¿Qué quiero hacer?' en lugar de '¿Qué es lo que quieren mis padres que sea? o ¿quién creo que ellos quieren que sea?'".


Preproducción
El productor Sukee Chew estuvo entre los primeros en defender el trabajo de Lee. Chew había visto el corto Jesus Henry Christ, ganador de un Oscar, y le preguntó a Lee si disponía de más guiones, aunque fuera en preparación o como plan futuro. "Tenía un borrador muy poco esbozado del guión de Fireflies, y quise ayudarle a desarrollarlo pues me parecía muy bello e íntimo; era una historia que era preciso narrar. Vanessa Coifman, productora de Senator, buscaba un guionista con talento para un proyecto abierto y le envié el guión de Dennis como ejemplo de escritura. Un día después, me telefoneó rogándome que le permitiera producir el film con Senator. A Marco Weber también le encantó el guión y ofreció financiar el largo".

Lee admite no haber salido todavía de la sorpresa ante el interés y apoyo de que fue objeto su proyecto. "Se trata de una de esas historias de Hollywood del todo únicas, del tipo que nadie se cree de verdad. Sukee envió el guión a Senator. Recibí una llamada de Senator para encontrarnos en casa de Marco. Básicamente, éste hizo que tomara asiento, hablamos sobre el guión durante un breve rato, y luego dijo: 'Hagámoslo. Hagamos esta película.' Estaba atónito porque había estado en muchos encuentros de este tipo anteriormente, en los que jamás obtuve una respuesta definitiva".

Aunque no es moneda corriente que un guionista primerizo tenga la oportunidad de dirigir su primera película en Hollywood, Marco Weber de Senator minimiza el riesgo potencial de trabajar con un director debutante, y afirma que la decisión de dar luz verde a Luciérnagas en el Jardín con Lee a la dirección era una decisión sencilla. Weber, productor de la cinta, ha demostrado tener ojo para el éxito trabajando con directores que ejercían como tal por primera vez a partir de sus propios guiones, como Burr Steers con Igby Goes Down (2002) y Martin Weisz con El caníbal de Rothenburg (Grimm Love, 2006).

"Si alguien escribe un guión como hizo Dennis con Fireflies, sabes que tiene una historia en mente" —explica Weber—. "No hay que preguntar '¿Sabes cómo hacerlo?' Te limitas a rodearle de la gente conveniente; en ese proceder es donde encajamos nosotros como compañía de producción. Tras las dos primeras semanas de rodaje, después de mirar las tomas diarias y de observarle trabajar, estuve seguro de que era la decisión acertada".

Según Weber, el principal desafío al trabajar con directores jóvenes está en lograr que adapten las expectativas que tiene del proyecto más allá de los límites del típico presupuesto de un film independiente. La primera vez que Lee se acercó a Senator, su presupuesto estaba entre 500.000 y 700.000 dólares. "Me enamoré de ese guión y le dije a Dennis: 'Este es el tipo de película en el que o bien logras un reparto de conjunto impresionante que otorgue a la cinta pedigrí, y entonces puedes dedicarte por entero al guión, o si no, cometes un gran error".

Weber prometió a Lee que daría luz verde a la cinta si les era posible reunir un reparto de primeras figuras. La primera actriz en incorporarse al proyecto fue Julia Roberts, quien tuvo noticia del guión por su marido, Danny Moder, quien ya había firmado por el proyecto como director de fotografía. Moder se introdujo en el proyecto por acción de su hermanastro, Philip Rose, coproductor de la cinta.

Roberts se enamoró del papel de Lisa y su temprano compromiso con el proyecto, junto con el de Emily Watson, contribuyó a que el reparto se forjara rápidamente. "Creo que se trata de una historia muy cálida que atrae a los actores"—comenta Weber—. "Da una sensación de gran naturalidad, de gran realismo dado que es una historia semibiográfica. Es honesta y me da la impresión de que la gente puede identificarse con ella. Es lo que pasa en las familias. La fuerza del guión también está en su simplicidad pues no hay momento pretencioso alguno en estas páginas".

Para Carrie-Anne Moss, quien da vida a Kelly, la esposa separada de Michael, la reacción que experimentó ante la historia devino ilustrativa. "Metida de lleno en la lectura del guión, como madre de dos hijos, literalmente tuve que dejarlo y me metí en la cama acurrucándome con ellos dado que la historia me rompía el corazón de muchos modos" —recuerda Moss—. "Es muy duro ver cómo el padre, a quien encarna Willem Dafoe, trata a su hijo de joven, generándose tantos conflictos entre ellos y la relación que mantienen. Creo que verdaderamente es la historia de una familia y de todo lo que hace de una familia tal cosa".

Refiriéndose a lo que la determinó a participar en el proyecto, Watson añade: "Me encontré con Dennis y me pareció un hombre encantador y muy sensible. Cuando se trabaja con alguien que ha escrito el guión, es todo un mundo distinto. También es una historia muy personal para él. Estamos tan absolutamente seguros del campo de fuerza emocional en el que hemos de estar trabajando porque es real. No se cuestiona eso. Es un privilegio tan encantador como auténtico".

Para Willem Dafoe, quien encarna a Charles Taylor, el excelente guión ya se erigía como imán definitivo, pero el compromiso de todos cuantos ya estaban implicados en el proyecto selló su participación en el mismo. "Siempre hay algo de riesgo con un director de cine que hace su primer largo porque no se tiene ni idea de cómo va a comportarse en el plató. Puedes mirar sus cortometrajes pero esto es un formato distinto, de tal modo que en realidad no se sabe qué va a pasar. Tienes que sumarte al compromiso de la gente para con la película y a la pasión que profesan por la misma. Además éste es uno de esos casos en que todo un reparto de conjunto verdaderamente excepcional se ha subido a la nave únicamente por la pasión de Dennis y por el guión. Tengo olfato para este tipo de situaciones. No es tanto el personaje, dado que no se lo que es el personaje hasta que lo he encarnado, y en ocasiones ni siquiera entonces. Se trata más bien de la situación".


Trabajar con un reparto de conjunto de primera
"La verdad es que no tenía a ninguno de estos actores en mente cuando estaba escribiendo" —comenta Lee—. "Inicialmente, íbamos a hacer la película con 500.000 dólares. Iba a tratarse de un film independiente increíblemente pequeño, con actores que sigo creyendo que poseen un gran talento aunque no gozan de ninguna popularidad. Siempre me estaré preguntando qué tipo de película habría resultado, particularmente por comparación con cuanto está ocurriendo ahora, con una maquinaria mucho mayor y un presupuesto mucho más elevado".

En lugar de ello, la buena suerte de Lee le condujo hasta un reparto formidable constituido por primeras figuras, entre ellas, Julia Roberts, Emily Watson, Willem Dafoe, Ryan Reynolds, y Carrie-Anne Moss, así como los muy prometedores Shannon Lucio, Hayden Panettiere, Cayden Boyd, Chase Ellison, y Brooklynn Proulx.

"Todos son fantásticos" —comenta Lee de su reparto—. "Sé que esto se ha dicho de muchas películas por parte de gran número de directores, pero es cierto que ahora me resulta imposible imaginar a otros interpretando los papeles de estos personajes. Willem es el perfecto Charles. Ryan Reynolds —cualesquiera que sean los demonios que exorcice en esta película— es un Michael inmenso. Y lo mismo pasa con Carrie-Anne y Emily. Tengo para con ellas el máximo respeto. Y por supuesto, Julia; ella es como mi madrina en este proyecto. Ha sido como esta santa guardiana".

"Y luego está Shannon, quien encarna a Ryne, la hermana de Michael. Shannon es alguien por quien tuvimos que batallar para poder tenerla en la película. No tiene esos créditos impresionantes de otros, pero cada una de las cosas en que ha intervenido ha resultado de una fuerza increíble. Va a ser una estrella. Por lo que se refiere a los chicos, fuimos verdaderamente muy afortunados de poder contar con unos actores jóvenes extraordinarios que aportan ese talento en cada una de las tomas en que aparecen. Me siento indeciblemente afortunado, bendecido más bien, de haber podido disponer del reparto que finalmente aparece en pantalla".

Para la Jefe de producción de Senator y productora de Luciérnagas Vanessa Coifman, cada actor pone sobre la mesa algo distinto, nuevo y sorprendente. "En ciertas situaciones, se trata de un papel que nunca antes les hemos visto encarnar" —dice Coifman—. "Emily Watson dando vida al prototipo de ama de casa norteamericana es algo que jamás le hemos visto hacer, y le da vida al personaje con una calidez increíble. Es ella quien contribuye a construir el puente entre Charles y Michael. Y en cuanto a Ryan Reynolds, otra vez es algo que no le hemos visto hacer anteriormente. Es fantástico. Creo que cada uno de ellos, espectacularmente, afronta su cometido con algo realmente especial y único".

"Ryan Reynolds es alguien que todo el mundo conoce en la comedia, de tal modo que creo que se sorprenderán de verle en este drama" —comenta Chew—. "Creo que esta película va a hacer de él una estrella".

A Reynolds el papel le pareció todo un reto y catártico. "Este film evoca en cierta medida la dinámica generada entre padre e hijo que yo mismo experimento en mi propia vida" —comenta Reynolds—. "Eso puede resultar algo embarazoso que interpretar, aunque a un tiempo terapéutico. Para mi, se trata de explorar como lo requiere cualquier otro papel, sin embargo ahora la cosa toca bastante cerca de casa, así que definitivamente tensa los nervios algo más que acaso lo hubiera hecho otra película".

Los elogios dirigidos a los miembros de reparto más jóvenes por parte de los productores, equipo técnico y los actores ya establecidos han sido del todo generalizados. Hayden Panettiere resulta más conocida como la animadora que salvó al mundo en la serie televisiva de la NBC de gran éxito Herois (Heroes, 2006-2008). Aunque este papel, en que encarna la tempestuosa versión adolescente de la tía Jane que de adulta interpreta Emily Watson, significa la primera incursión de la actriz en un largometraje dramático, Weber está convencido de que ha sido la elección acertada.

"Ha respondido al material" —sigue Weber—. "Se encontró con Dennis y éste se convenció de que esta cinta podía ser su primera película seria, y yo opino que Hayden va a triunfar. Me resulta interesante porque es muy joven y atrae a un público que es mucho más joven que el típico para este tipo de dramas".

Según Lee, Panettiere cuadró su papel. "No le di ninguna indicación" —comenta Lee—. "De verdad que no. Hayden me sorprendió con lo que era capaz de hacer. Es una profesional de arriba a abajo y una joven actriz increíblemente dotada de talento. Confío que este papel haya vertido sobre Hayden una luz distinta con que exhibirse. Es todo un talento".

Panettiere opina que la oportunidad de encarnar a la joven tía Jane ha sido como un sueño tornado realidad. "Particularmente para gente de mi edad, una ocasión así, con este reparto y este guión, una película de esta envergadura, no se presenta precisamente muy a menudo" —dice la actriz—. "Para mi, es una oportunidad lograr que la gente me vea del modo que quiero lo hagan, de la manera que quiero que se me vea como actriz. Sólo la oportunidad de trabajar con estos actores, incluso si no se está con ellos en la misma escena, sencillamente trabajando en lo mismo que ellos, siendo parte de algo de lo que ellos también lo son, ya resulta un privilegio para mi".

Cayden Boyd, dando vida al púber Michael, tiene un papel particularmente difícil, con esas escenas llenas de tensión y rabia junto a Willem Dafoe, quien da vida a su padre, y con escenas incluso más complejas interactuando con su madre y Jane.

"Mi personaje no está muy feliz porque su padre es alguien perturbador y da la sensación como si todo el mundo quisiera algo de él, emocionalmente" —comenta Boyd—. "Todos tiran de la cuerda, pero emocionalmente no devuelven. De tal modo que me embarga el estrés todo el tiempo mientras permanezco callado". Para Boyd, el doble cometido de Lee como director y guionista fue una bendición cuando se plantearon una serie de cuestiones en torno a su personaje. "Si tenía alguna duda, él recapitulaba" —añade Boyd—. "Él entiende este personaje. Realmente le conoce y yo me beneficio de ello".

Pese a que no tienen que lidiar con esas mismas relaciones tirantes, la progenie de tía Jane, Leslie y Christopher Lawrence, encarnados por Brooklynn Proulx y Chase Ellison respectivamente, tienen papeles esenciales en la trama de la historia. Ambos logran un gran nivel de madurez y profundidad en sus respectivos personajes y en el plató, y ello pese a lo tierno de sus edades.

"Mis escenas más substanciales son con Ryan y los niños" —comenta Emily Watson de su trabajo con sus hijos en la ficción—. "Ambos resultan sorprendentes. Ambos son muy naturales. Opino que Brooklynn es demasiado pequeña como para darse verdadera cuenta de cuan maravillosa llega a ser. Chase tiene mucho talento; es realmente bueno".


Un director debutante se hace un nombre
Si Dennis Lee se topó con el equipo de sus sueños en esta producción, los ejecutivos, el equipo técnico, y los actores por igual se encontraron con que trabajar con este director debutante tenía mayor parecido con trabajar con un profesional consumado.

"Lo bueno es que Lee conoce el material muy bien y las intenciones del guión están muy claras" —comenta Willem Dafoe—. "Trabajamos con mucha rapidez y simpleza. Opino que cuando eres consciente de que hay un calendario que cumplir, eso ejerce impulsos distintos, lo cual no tiene por qué ser siempre algo malo porque se llega muy rápidamente. Dennis es de trato suave y cálido. Le gusta que el plató esté relajado, lo cual tiene algo de cambio para mí dado que habitualmente más bien trabajo con gente que está como salida de sí misma. No es siempre, pero acostumbro a estar atento al momento en que los problemas van a precipitarse. Ha habido en verdad una atmósfera familiar muy agradable, lo cual ayuda porque todo esto trata mucho de la familia".

"Dennis ha sido alguien increíble, tremendo" —comenta Hayden Panettiere—. "Creo que el director es quien realmente marca el tono del plató. Las sensaciones del director y su personalidad realmente son las que de algún modo acaban por dictar las de los demás. Dennis se ha mantenido sereno, calmado. No se trata de alguien que tenga un aparte personalmente con alguien tratando de ayudarle o sugiriéndole otro enfoque. Se trata de alguien con gran talento y estoy convencida de que todos somos realmente afortunados de tenerle".

"Dennis es realmente grande" —conviene Shannon Lucio—. "No juega contigo demasiado, en tanto que existen otros realizadores que en ocasiones pueden resultar muy manipuladores. Pero él te permite que hagas lo tuyo y si cree que hay algo que es preciso modificar, decide pasarte una nota. Si no es así, lo cierto es que permanece fuera del proceso de los actores".

Ioan Gruffudd, quien encarna a un colega y amigo de Charles y Lisa Taylor, tiene un papel pequeño pero significativo en la película. Su única objeción acerca del proyecto fue el espacio de tiempo tan limitado que tuvo para trabajar con Lee y el resto del reparto. "Lee es un guionista brillante, de tal modo que entiende lo bueno que es mantener el diálogo, y la oportunidad de trabajar con él en el plató ha sido maravillosa. Es alguien que anima, es encantador" —comenta Gruffudd—. "Me resulta imposible trabajar en un entorno complicado, difícil. Él procede de la esfera de la confianza, y doy lo mejor de mí cuando me siento confortable. Dennis posee un temperamento maravilloso; le encantan esos personajes. Adora su guión y la historia. Adora a los actores y anhela conseguir lo mejor de nosotros en cada plano".

La habilidad de Lee para manejar el plató pese a la proximidad que tiene con el material resultó del todo gratificante para los valedores de un director que ejercía de tal por primera vez.

"He estado en platós de rodaje donde algunos de los directores se veían atenazados por el pánico o por mucho estrés" —comenta la productora Coifman—. "Dennis nunca deja entrever eso; ha permanecido muy calmado. Ha practicado auténtico malabarismo con actores tan distintos y tantas cosas dispares. Ha mantenido todo compacto de un modo realmente excelente y le asiste una gran seguridad en sí mismo".

"Pienso que su implicación personal también es algo realmente interesante. Rodamos una escena donde teníamos que recrear un accidente de coche. Se trataba de un escenario que en realidad Dennis había experimentado por lo que estaba preparado para mantenerse sereno. Todos en el equipo técnico querían saber si se sentía bien. Le pedí a Dennis si se sentía incómodo revisitando la situación, a lo que me respondió: ¿Sabes una cosa? Esto no es la vida real y forma parte de cuanto estoy tratando de montar. Es la magia del cine".


La producción
El guión tal y como lo concibió Dennis Lee tenía lugar en la pequeña localidad de Lockhart, Illinois. Inicialmente, la idea estaba en hallar una localización apropiada en algún lugar de Los Ángeles, pero el objetivo era evitar una producción que pareciera como si se hubiera rodado en el área de exteriores de un estudio. De tal modo que se decidió explorar en Austin, Texas, y el entorno.

"Elegimos Texas porque queríamos hallar trigales" —comenta Chef—. "Tratamos de explorar en Los Ángeles, pero en cada plano en el que se había de tirar hacia atrás, aparecían montañas y palmeras. Queríamos espacios grandes y vacíos, un cielo azul y nubes. En el guión hay una gran metáfora con un frente de tormenta que se aproxima".

Austin y el campo que le circunda, lleno de anchos paisajes rurales y de una infraestructura industrial cinematográfica en desarrollo, se evidenció la elección natural. El diseñador de producción Rob Pearson admite un motivo ulterior: el acceso a la próspera escena musical de Austin, aunque admite que la calidad de los equipos técnicos de la zona era el primer factor atrayente.

"Una vez que vi lo que tenía lugar en Austin y la calidad de los equipos técnicos a mi disposición, particularmente Carla Curry, mi decoradora de plató, que intervino en En la cuerda floja (Walk the Line, 2005) y El Álamo. La leyenda (The Alamo, 2004), cerró el acuerdo por mí" —comenta Pearson—. "Es una de las razones por las que insistí en venir aquí. Ella y su equipo han resultado espectaculares, como así ha sido también Curtis, el jefe de accesorios. Todos cuantos han venido a trabajar aquí han dejado sus repectivos 'egos' colgados en la puerta de entrada y se han concentrado en hacer un buen trabajo: no podríamos pedir más. Han resultado ser un equipo técnico verdaderamente encantador en todos y cada uno de los departamentos".

Pese a una tremenda tormenta de hielo que recibió al equipo de localizaciones nada más llegar a Austin, Pearson se convenció rápidamente de que se trataba del lugar para hacer la película. El reto estaba en hallar una localización adecuada que encajara con la poderosa visión de Lee con respecto a la casa de los Taylor, que en si misma podría decirse que resulta ser otro personaje de la película. La mayor parte de la acción tiene lugar dentro y alrededor de la casa, en la actualidad y en ciertos flashbacks que acontecen a finales de la década de los 70 y durante los 80.

Como coproductor, Philip Rose recuerda que el equipo había estado explorando localizaciones durante días y ya comenzaba a desesperar al no hallar la casa que encajara con lo pretendido. "Al tercer día, cruzábamos Bastrop en coche, después de haber pasado por todas las otras pequeñas poblaciones, y nos topamos de golpe con esta calle. Salimos del auto. Es extraño, pues nadie se disponía a sacar la cámara del coche dado que pensaban 'Oh, llevamos haciendo esto en demasiadas ocasiones.' Pero lo que ocurrió es que de súbito les vi volver raudos al coche y agarrar sus respectivas cámaras para regresar a la casa y empezar a efectuar instantáneas.”

"Dimos con esa casa en el último día de búsqueda de localizaciones" —comenta Pearson—. "Tuvimos la mayor de las suertes de encontrarla. Además, los propietarios de la casa resultaron ser gente encantadora"

"Desde la perspectiva de producción, era perfecto dado que no había presupuesto como para construir escenarios" —explica Pearson—. "Esta casa era a un tiempo bastante grande y bastante pequeña. Podíamos rodarla de un modo que no pareciera demasiado enorme, aunque tenía todo el aspecto de estar en consonancia con el estrato socioeconómico de los personajes y de ser el marco donde deberían estar".

Para mí, el diseño de producción, particularmente tratándose de un film fundamentado en las localizaciones, es muy orgánico. Se trata de un proceso de descubrimiento lento. Esta casa tenía tanto en ella misma con que nosotros poder trabajar que se hizo inmediatamente evidente para todos que se trataba de nuestra casa. En lo que respecta a los ángulos, se podía entrar en una habitación y desde allí ver dentro de otras tres. Cada ángulo es emocionante desde el punto de vista arquitectónico. Rodamos en formato 235 de pantalla ancha SuperScope porque la casa en sí misma se presta considerablemente a los formatos anchos, como no todos los interiores se prestan. Hay muchas ventanas y luz natural"
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"Tan pronto como dimos con la casa, comenzamos a hallar casi todo lo demás que nos era necesario para el film en un área próxima a la misma. Era un buen emplazamiento".


La casa perfecta
El equipo de localizaciones fácilmente hubiera no podido ver nunca la casa histórica que finalmente dio cuerpo al film. Sus propietarios, Terry y Patricia Orr, habían recibido una notificación para que inscribieran el edificio en la Texas Film Comisión (TFC), sin embargo no tuvieron ocasión de hacerlo. Pero gracias al enérgico entusiasmo de la TFC, el equipo de Fireflies pudo efectuar aquella visita profética al hogar de los Orr.

"La llamada a la puerta se produjo incluso antes de que siquiera hubiéramos inscrito la casa en la lista" —recuerda Patricia Orr—. "Era una joven agradable que nos explicó que representaba a la Texas Film Commission. Permanecía derecha, allí, en el porche, con todo el frío, y yo le dije: 'Venga adentro.' De tal modo que entró en casa, e informó que habían dos personas más esperando en el exterior, a lo que respondimos: 'Bueno, hágales entrar también.' Pero resultó que eran seis personas: el director de fotografía estaba allí, el productor estaba allí, y…".

"…el director, el diseñador de decorados, en fin, toda esa gente cuya labor consiste en hallar esas cosas para la película" —añade Terry Orr—. "Eran todos muy agradables, y obviamente se podría decir que conocían muy bien su oficio. Contactamos muy bien con ellos, y creo que ellos también con nosotros. Nos explicaron que la configuración, la arquitectura, y la estructura de la casa encajaba realmente con todos los requisitos físicos del film".

Esta casa es del todo única incluso en el propio contexto histórico de Bastrop donde se halla, población que pese al poco tamaño que significa (7000 habitantes), se había destacado de modo prominente en la historia de Texas, particularmente durante la Revolución de Texas, hacia finales de la década de los 30 del siglo XIX. De hecho, el edificio se construyó en dos ocasiones. En 1880, existía una pequeña granja en la propiedad, pero en 1910 fue echada hacia atrás por acción de mulas desde la calle y ampliada. Entonces, el propietario, Marie Hassler, transformó aquella granja standard más bien modesta en lo que en aquellos tiempos se consideraba una casa formal de mayores dimensiones. Entre los detalles arquitectónicos que distinguen la casa están los ventanales de vidrio emplomado que Hassler compró en un viaje a Suiza.

Un plus adicional estuvo en el hecho de que entre los propietarios actuales, Patricia Orr resulta ser profesora en una universidad local, y el equipo técnico pudo acceder a sus libros y piezas decorativas como parte de los accesorios para el film. Dado que la película presenta a una familia vinculada a la academia, todo ello suministraba un nivel de afinidad añadido y la comprensión de los personajes, incluso el personaje de Willem Dafoe, Charles. "El profesor todavía no ha hallado su lugar en las relaciones que mantiene" —reflexiona Orr—. "Creo que hay cierto sentido con el que todos podemos identificarnos, sin embargo, espero que mis relaciones estén funcionando ¡algo mejor!".

Para los actores, rodar en localizaciones de Texas y en el hogar de los Orr devino una experiencia transformadora, una que les ayudó a conectar mejor con sus personajes y a establecer la conexión entre pasado y presente.

"Es algo un tanto extraño porque esta ciudad es muy especial, un poco da la impresión de estar fuera de tiempo" —comenta Willem Dafoe—. "Este lugar, con pájaros que pían y bellos árboles, y toda esa tranquilidad, y viejas casas con porches y mecedoras nos ayuda a construir el mundo de la película. También vale la pena mencionar que en este film nos movemos en un arco temporal de 20 años. Incluso rodando en Texas por lo que básicamente es una ciudad pequeña o suburbial del Medio oeste, permanece una sensación de pasado. La casa abarca ambos periodos. En uno, los niños son pequeños y yo tengo unos 36 años; en el otro, el actual, mi cabello se ha hecho gris y cuento 56 años, que está más cerca de la edad que realmente tengo, por supuesto" —comenta Dafoe de su personaje.

Para Watson, que es británica, actuar en localizaciones de la casa de los Orr le ayudó a fusionarse con su papel de Jane, la joven esposa acosada del Medio oeste.

"Empleé un poco de tiempo aquí tratando de sentirme como en casa" —comenta Watson—. "El lenguaje arquitectural es muy distinto aquí con respecto a lo que yo estoy acostumbrada en casa: aquí hay mucha madera pesada. Todo es distinto. Me encanta".

Por supuesto, por más que todo esto suene idílico, rodar en Texas implica unos cuantos aspectos inesperados que una producción de Hollywood rodada en los terrenos de exteriores de un estudio jamás tendría que afrontar. Los elementos alérgicos y la humedad de Austin se manifestaron en altos niveles a lo largo de determinados momentos del rodaje, pero el reparto y el equipo técnico tomaron total conciencia de que no se hallaban en Los Ángeles en absoluto cuando un tornado asoló el plató de rodaje. Uno de los árboles de mayores dimensiones en el jardín de delante de la casa fue derribado por la tormenta. Afortunadamente, nadie resultó herido, y no le pasó nada ni a la casa ni al terreno vallado en torno a la misma. La ciudad de Bastrop ayudó al equipo técnico a limpiar el desorden, y tres horas después de la acción de la tormenta, la producción volvía a estar en pie y funcionando.

"La naturaleza cambió el escenario de un modo absolutamente espectacular" —comenta Pearson—. "Mirabas en torno a la casa y había una serie de árboles que ya no estaban en su lugar. Confiemos que la gente no llegue a pensar que talamos esos enormes árboles en favor de nuestra película. Sólo sacarlos de en medio sin que afectara el organigrama de trabajo ya devino todo un reto".

"Teníamos algunos olmos más bien vulnerables; hemos perdido tres de ellos" —comenta Patricia Orr—. "Tenían copas muy grandes, eran muy altos, de probablemente unos 80 años de vida. Les vamos a echar en falta. Sin embargo, para nosotros ya fue impresionante el modo en que se nos trató, y el milagro que implica el hecho de que la casa no resultara dañada, incluso de que el viejo vallado saliera indemne. El modo en que la compañía productora se hizo cargo del problema fue de lo más reconfortante y tranquilizador".

"Sabíamos que el viento iba a soplar tanto si la compañía productora estaba como si no" —comenta Terry Orr—. "Afortunadamente, cuanto menos desde el punto de vista financiero, ciertamente desde mi punto de vista, la compañía productora hizo acto de aparición allí rápidamente. Me doy cuenta de que tenían organigramas que mantener, y kilómetros que andar y todo eso, sin embargo, estamos extremadamente agradecidos de su respuesta para con lo que de hecho era realmente nuestro desastre".

"Tanto el reparto como el equipo técnico han sido extremadamente respetuosos con nuestra propiedad y nuestro hogar" —añade Terry—. "Para ellos no se trataba simplemente de un plató cinematográfico. Todos han expresado y mostrado con sus acciones que reconocen que se trata de la casa tanto de Patricia como de mí. Y hemos apreciado eso, de verdad que sí. Ha sido una experiencia en verdad extraordinaria. Y tras llevar viviendo aquí quince años, no cabe la menor duda de que estos dos meses han sido los más emocionantes que hemos vivido aquí".


Conclusión
"Luciérnagas en el Jardín habla en torno a cada una de las familias de Norteamérica, cada una de las familias del mundo" —opina el coproductor Philip Rose—. "Cada una de las personas que haya leído el guión tiene algún grado de afinidad para con el mismo. Tanto si hay algo en la dinámica de esta familia con lo que poder identificarse o algo que pueda pensarse que van a proyectar sobre sí mismos como personajes. Se trata de una familia normal y de una familia disfuncional".

"Si a usted le gusta el drama americano característico, entonces ésta es la película para usted absolutamente" —comenta el productor Marco Weber—. "Lo que me gusta de la película es su capacidad para generar temas, y existen realmente algunos conflictos intensos entre los personajes. Pero después de todo también deposito al público cierta esperanza. Podemos ver que los conflictos pueden resolverse, incluso pese a que hayan estado presentes durante décadas. Jamás es demasiado tarde para atender un conflicto, ya que la vida resulta demasiado corta para estar acarreándolo consigo por todas partes hasta que sea demasiado tarde".

"Esencialmente, la película habla de recuerdos, del hecho de que en ocasiones somos selectivos y no recordamos la historia completa" —comenta la productora Vanessa Coifman—. "Cuando se nos brinda la oportunidad de investigarlos, nos damos cuenta de que no resultan tan de una sola pieza, o blanco o negro, como creíamos".