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  The fighter  Dirigida por David O. Russell
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"¿Qué pasa con mi hermano? Me enseñó todo lo que sé. No puedo lograrlo sin él" -- Micky Ward

"The Fighter es sobre la familia, el amor, las relaciones y cómo superar la adversidad. El drama de la historia es tan potente como emocionante es el boxeo", explica Mark Wahlberg, quien entrenó intensamente durante varios años para interpretar el exigente papel desde el punto de vista físico y emocional de Micky Ward. "David O. Russell realmente tenía una gran visión del guión, de este mundo y de la gente que lo habita. David consiguió plasmar ese espíritu belicoso de la película, y fue eso exactamente lo que hicimos".

Una película de David O. Russell, The Fighter, protagonizada por el actor nominado a los Premios Oscar ® de la Academia Mark Wahlberg (Infiltrados), Christian Bale (El caballero oscuro, Terminator Salvation, Batman Begins), la actriz nominada a los Premios Oscar® de la Academia Amy Adams (Encantada: La historia de Giselle, La duda, Julie y Julia) y la actriz nominada a los Premios Oscar® de la Academia Melissa Leo Río Helado, 21 gramos, The Dry Land). David O. Russell (Spanking the Monkey, Flirteando con el desastre, Tres reyes) dirige la película a partir de un guión de Scott Silver (8 Mile) y Paul Tamasy (Air Bud) y Eric Johnson, y de una historia de Keith Dorrington, Paul Tamasy y Eric Johnson. David Hoberman, Todd Lieberman, Ryan Kavanaugh, el actor nominado a los Premios Oscar® de la Academia Mark Wahlberg, Dorothy Aufiero y Paul Tamasy son los productores. Los productores ejecutivos son Tucker Tooley, Darren Aronofsky, Leslie Varrelman, Keith Dorrington y Eric Johnson. La película fue co-producida por Jeff Waxman y Kenneth Halsband.


De las calles a la gran pantalla: Acerca de la historia
La historia del difícil triunfo e inesperada transformación de Micky Ward en una leyenda del deporte fue un cuento de hadas de la vida real tan áspero, que muchas personas que lo escucharon comentaron que sonaba a película. Llevar la historia a la pantalla tomaría casi tanta pasión, dedicación y duro trabajo por parte de un todo un equipo de cineastas como lo hizo Micky para apostar por un título de campeón.

Lo que más interesó a los productores Todd Lieberman y David Hoberman fue que era también acerca de los lazos invencibles que existen entre los hermanos y la búsqueda de una familia de la redención. Estos elementos hacen que valga la pena pelear por la historia como dicen los productores.

"Nos implicamos en The Fighter cuando los guionistas Paul Tamasy y Eric Johnson nos trajeron un DVD de 15 minutos sobre la vida de Dicky Eklund y Micky Ward", explica Hoberman. "Cuando mi socio Todd y yo lo vimos, se nos saltaron las lágrimas. Es una historia acerca de la superación ante todas las probabilidades en contra, de redención ante la adversidad, y ese es el tipo de historia que nos encanta hacer. Les preguntamos inmediatamente si podríamos colaborar con ellos y dijeron que sí".

Lieberman agrega: "debo haber visto ese DVD por lo menos quinientas veces. Fue realmente inspirador conocer la historia de estos dos hermanos y lo que superaron a lo largo de los años. Sentíamos que tenía muchos paralelismos en términos de drama, redención y amor fraternal".

La historia les tomaría tres años y un espíritu luchador a los cineastas llevarla a la pantalla. Mark Wahlberg había querido durante mucho tiempo hacer una película sobre Micky Ward y Dicky Eklund. Hoberman y Lieberman estaban muy entusiasmados con la idea de colaborar con Wahlberg y el director David O. Russell organizó un programa de producción arduo y a ritmo acelerado que dejó inmersos al reparto completo en sus personajes y al equipo en el mundo del boxeo obrero en los Estados Unidos.

Lieberman añade: "desde el momento en que empezamos a buscar información acerca de la historia, sabíamos que Mark quería interpretar a Micky. Micky siempre ha sido uno de sus héroes y conocía esta historia, tan bien como cualquier otro".

Al haber trabajado con Wahlberg dos veces anteriormente, incluyendo en la película de suspense aclamada por la crítica sobre la guerra de Irak: Tres reyes, todo el mundo estaba entusiasmado por ver lo que la perspectiva particularmente creativa de Russell podría aportar a la visceral mezcla de drama deportivo y retratos emocionales de una familia en The Fighter.

"Lo mejor de David es que siente mucha pasión por todo lo que hace y no tiene miedo a enamorarse de las ideas, las cosas y personas. Creo que es lo que le convierte en un director estupendo", dice Hoberman.

"Conozco a David desde hace ya un par de años y habíamos considerado trabajar juntos. Tan pronto como me senté con él, pude ver y escuchar la pasión que sentía por la película", comenta el productor Ryan Kavanaugh. Añade, "él la estaba enfocando desde un punto de vista muy artístico, pero entendió que se trataba de una historia comercial. Le dije que mantuviera el corazón y el alma, pero que necesitábamos sacar más 'Rocky' de ella. Él nos dio todo lo que queríamos e incluso más".

Lieberman añade: "David le aportó al material un encanto real y sentido del humor. Vio que a pesar de que estos personajes tienen problemas, también son entretenidos, reveladores y adorables y realmente ayudó a plasmar todo eso en la pantalla".

Russell también vio The Fighter como una historia de amor. La enfocó no sólo como la historia de los hermanos Micky y Dicky, sino también como la historia del intento de Micky por reconciliar a su estrecha familia con la mujer que ama, y colocó el conflicto entre Charlene y la familia en el centro de la narrativa. "The Fighter es sobre personas que son realmente humanas, demasiado humanas, como cada uno de nosotros", dice. "Estos son los mejores tipos de personajes del cine y también son auténticos personajes de Lowell. Lowell es una ciudad obrera muy particular que se encuentra a las afueras de Boston y esta familia tiene una gran presencia allí. Tienen una manera muy particular de vivir y de ser. La madre es esta fuerza de la naturaleza rubia decolorada con un cigarrillo en una mano y un vaso en la otra, al mando de las carreras de sus hijos durante más de dos décadas. Luego está Dicky, que es el héroe más importante que ha tenido Lowell desde Jack Kerouac, que es este tipo cálido, carismático, agradable y
también es un poco exagerado. Y, luego viene su hermano menor, Micky, que es tranquilo y disciplinado y que no logra decidir cómo separarse de su familia"
.

Continúa: "quería contar la historia de estas personas y de su mundo. La historia es en cierta forma desgarradora, también divertida, pero por encima de todo muy, muy real".

Para escribir los primeros borradores del guión, los guionistas Paul Tamasy, quien produjo la película y Eric Johnson, quienes también son los productores ejecutivos, pasaron mucho tiempo en Lowell, entrevistando a todos los relacionados con la historia, lo que resultó ser una buena parte de la comunidad. En la década de 1920, Lowell, que durante mucho tiempo había sido un gran centro de producción de la costa este, forjado en la piedra angular de la tradición de trabajo arduo de los inmigrantes, había experimentado un descenso a medida que cerraban sus molinos y fábricas. Entre tanto, el boxeo se convirtió en una salida para muchos hombres jóvenes de la ciudad y el ring se convirtió en un último lugar donde todavía podían esperar cosechar grandes éxitos.

"En un momento dado, había algo así como treinta gimnasios de boxeo en Lowell", explica Johnson. "Era considerado como un camino hacia una vida mejor y una salida de la pobreza. Después del cierre de las fábricas, la tasa de desempleo era tan alta que el boxeo se convirtió en una especie de oportunidad."

Tamasy observa que la familia Ward/ Eklund se convirtió en el clan de Lowell por excelencia. "Son muy representativos de la ciudad en lo unidos que están y porque creen que, pase lo que pase, la familia es lo más importante", dice.

Después de un proyecto inicial de Johnson y Tamasy, Russell continuó trabajando con el guionista Scott Silver, quien anteriormente escribió el drama localizado en Detroit: 8 Mile, protagonizado por Eminem, para aportarle más capas a la historia de los hermanos.

Al acercarse el momento de la producción, se convirtió en una prioridad final para Russell involucrar a toda la familia Ward/ Eklund y a la ciudad de Lowell, en el proceso que, a su vez, dice agregó una dosis diaria de inspiración de la vida real al reparto y al equipo.

"Queríamos ser absolutamente respetuosos con quienes son estas personas y, al mismo tiempo, ser completamente directos acerca de la verdad de su historia", comenta Russell, "y ellos nos inspiraron a que hiciéramos esto porque se sienten muy cómodos con quienes son".

Micky Ward dice que Russell permaneció fiel a la promesa de representar a la familia con compasión y honestidad, así como a sus instintos de narrador. "Dijo desde el principio que quería hacer que fuera tan real como fuera posible y así lo hizo. Realmente me escuchó a mí y a Dicky y nunca tuvo miedo de probarlo todo".


El trueno irlandés: Mark Wahlberg es Micky Ward
Cuando llegó el momento de seleccionar a los actores para interpretar a Micky Ward, el subestimado boxeador apodado "El trueno irlandés" por sus repentinas explosiones de energía que le hicieron ganar una sorprendente cadena de peleas en los momentos finales, nunca hubo ninguna duda de que Mark Wahlberg aceptaría el papel.

Durante años, Wahlberg había demostrado pasión por hacer una película sobre la relación difícil y, posteriormente, triunfante de los hermanos boxeadores Micky Ward y Dicky Eklund durante años y, de hecho, se acercó personalmente a los dos para plantearles la posibilidad de hacer una película. Él no sólo protagoniza The Fighter, sino que también es productor de la misma.

Mucho antes de que la película recibiera el "visto bueno", Wahlberg comenzó a entrenarse profesionalmente. Durante tres años, llevó a su entrenador deportivo con él a todos sus proyectos de cine y estaba constantemente entrenando. "Eso a menudo significaba levantarse a las cuatro de la mañana", dice, "ir al gimnasio durante dos horas, tomar una ducha, a continuación, ir a otro trabajo, todo ello mientras golpeas el saco en el trailer entre toma y toma".

Agrega el productor Ryan Kavanaugh: "Mark ha sentido una increíble pasión por esta película durante años. Mark vivió con ella durante mucho tiempo y creyó en ella profundamente. Se convirtió en Micky Ward en todos los sentidos".

Con el entrenador Bo Cleary, Wahlberg trabajó con compañeros reales de lucha para que él pudiera llevar sus habilidades al siguiente nivel. Wahlberg resume: "todos los días viví y respiré el boxeo para convertirme en Micky Ward. Sabía que el tipo de expectativas que Micky tenía y las mías eran igual de altas. Quería ser creíble en cada aspecto del papel, incluyendo el del boxeo. No quería depender de la edición o de la coreografía. Quería parecer y hacer el papel de verdad".

El resultado fue que al momento de comenzar la filmación, Wahlberg tenía casi las condiciones físicas de un boxeador profesional. También estaba dispuesto a adentrarse en el mundo interior de Micky, un mundo desgarrado por la lealtad a su familia y su necesidad de salir al mundo real como un individuo único.

"Mark vivía en Micky", dice David O. Russell. "Se movía como él, vestía como él y logró desarrollar su estilo de boxeo perfectamente. Más que eso, creo que también logró entenderlo realmente. Al igual que Micky, no se rinde nunca. Tiene esa misma intensidad que él. Es una intensidad tranquila, atemorizadora, que cuando deja salir, es extremadamente poderosa".

Continúa: "Mark ha sido un luchador; también ha estado dentro y fuera de la cárcel en el pasado, por lo que aportó toda esta realidad, todo ese corazón y toda esa experiencia al personaje de Micky. Mark puso el listón muy alto con el compromiso que plasmar en el papel y el amor que sentía por estas personas. Esto subió el nivel de lo que hicieron todos los demás, desde el artista de maquillaje, hasta el director".

El Micky Ward real estaba encantado de que un actor con el carisma y el talento de Wahlberg le interpretara. "También me ha gustado el hecho de que es un chico de aquí de Dorchester y conocía mi historia. Él es de la calle", dice Ward.

Ward, ganador del título de Campeón Mundial en el año 2000 contra Shea Neary y ganador de dos "Peleas del año" por derrotar a Arturo Gatti y una "Pelea del año" por derrotar a Emanuel Burton, dice que le impresionó enormemente el nivel de compromiso de Wahlberg en la preparación para el papel. "Realmente hizo su trabajo", observa Ward. "A través de su dedicación y su perseverancia, Mark ayudó a hacer que esta película se convirtiera en realidad. Simplemente, no puedo agradecerle lo suficiente".

Sobre todo, Ward se quedó sorprendido por la dedicación de Wahlberg a ponerse en forma para la pelea y a aprender todo lo posible sobre las técnicas de boxeo características de Ward. "Yo tenía mis propios movimientos en el ring", reflexiona Ward. "Un toque a la cabeza y un gancho izquierdo al hígado y creo que él realmente le hizo daño a algunos de los chicos en el gimnasio haciendo esto. Yo estaba sentado allí, diciendo 'uuy, eso duele.'"

Ward incluso entró al ring con el mismo Wahlberg en unos combates de práctica. "Él golpea duro y sabe dónde hacerlo también", Ward proclama del hombre que aprendió a emular su estilo. "¡Me vio demasiado bueno! Yo me sentía adolorido los siguientes días. Lo vencí, pero estaba listo para ello. Me conocía tan bien, que sabía lo que le iba a venir".


Puños de acero: Christian Bale es Dicky Eklund
Mientras Wahlberg parecía destinado a desempeñar el papel de Micky Ward, comenzó posteriormente la búsqueda de un actor que pudiera equipararlo para interpretar a Dicky Eklund. David O. Russell y Mark Wahlberg estuvieron de acuerdo en que el papel requeriría un actor de inusual destreza, alguien capaz de llegar hasta el corazón de un personaje delicado que es aparentemente gracioso y talentoso pero que también es un héroe roto en busca de la redención.

Dicky es un personaje con múltiples niveles. Como luchador, fue conocido por su tenacidad de hierro, su estrategia y su impresionante velocidad. Entre sus amigos en Lowell, fue conocido por su carisma, su sentido de la amistad y su sentido del humor. En las calles, se había visto atrapado en una violenta vida de adicción, que finalmente lo condujo a una pena de cárcel de 10-15 años llevando su vida a la ruina. Christian Bale, conocido por su habilidad para penetrar dentro de los más intensos personajes, desde Batman, el sombrío superhéroe en El caballero oscuro, hasta John Conner en Terminator Salvation, aportó todas estas cualidades a su actuación.

"He visto a Christian hacer algunas cosas bastante sorprendentes desde el punto de vista físico y emocional", dice Wahlberg. "Pensé que estaría increíble", dice Wahlberg.

"Christian era perfecto porque es uno de los actores camaleónicos que se transforma a sí mismo", dice Russell. "Pasó mucho tiempo con el Dicky Eklund real y se convirtió en él".

"Christian le echó un vistazo al material y le encantó", recuerda David Hoberman. "Realmente quería dar lo mejor de sí en este papel, algo que sabíamos era necesario para mostrar el trance completo que experimenta Dicky".

Dicky Eklund y Micky Ward también estaban contentos con la elección. "Cuando Christian se incorporó al equipo, Dicky se sintió muy feliz", recuerda Ward. "Si hubieses conocido recientemente a Dicky y hubieses visto a Christian, podrías pensar que se trataba de la misma persona. Fue un acierto total. Era increíble verlo".

Bale se sintió atraído por el paisaje interior de Eklund, lleno a partes iguales de encanto y de demonios y no podía esperar a conocerlo. "Dicky es un gran personaje", comenta. "Me sentí muy contento de tener la oportunidad de conocerlo. Tenía un talento extraordinario, que no creo que él logre comprender plenamente, pero también se deja llevar por los extremos. Tenía subidones y bajones extremos. Dicky tenía tanto talento natural que era capaz de ponerse a beber toda la noche y, saltar al ring en la mañana, pero después de un tiempo esto te atrapa y resulta difícil explotar tu potencial. Podría haber sido campeón. Sin embargo, siempre tuvo un gran corazón".

Fue también remachado por el retrato plasmado en el guión de la compleja pero invencible relación de los hermanos Dicky y Micky. "Los dos hermanos eran totalmente opuestos", dice. "Para Micky todo era trabajo duro y disciplina. Eran tan opuestos que Micky fue guardia de prisión en la cárcel donde el mismo Dicky sirvió una condena. Sin embargo, también tuvieron una relación tan estrecha como sólo dos hermanos pueden tener. Realmente se necesitaban mutuamente. Estaban en caminos tan diferentes en sus vidas, pero en última instancia, no podían hacer lo que cada uno de ellos tenía que hacer sin el otro".

Bale comenzó a prepararse para el papel transformando su apariencia física y perdiendo casi 15 kilos hasta revelar el físico atlético de un luchador endurecido por la vida. También comenzó un intenso entrenamiento como boxeador trabajando con el verdadero Dicky Eklund para aprender sus pasos únicos. Bale, un novato en el ring, también dice que tuvo que aprender a pensar como un púgil.

"En el ring, tienes que aprender a calmar tu mente, porque tienes que dejar de pasar a ese modo de lucha animal cuando alguien está intentando pegarte. Tienes que calmarte y hacer que baje tu ritmo cardiaco, y una vez que comienzas a entrenar, es realmente muy adictivo", admite Bale.

A medida que Bale comenzó a entrar cada vez más en el papel tanto a nivel físico, como emocional, comenzó a pasar más y más tiempo con Dicky. "Estaba inicialmente preocupado de que podría ser difícil tenerlo en el set, pero que no fue así", dice Bale. "Nunca había podido contemplar y ver tranquilamente a un actor interpretarme, pero Dicky lo hizo, realmente llegó a confiar en el retrato que estaba haciendo de él".

Micky Ward dice que se sintió anonadado por ver a su hermano retratado tan perfectamente, sin esconder nada. "Realmente podías ver la dedicación de Christian al personaje", dice Ward. "Él había visto a Dicky y realmente lo había estudiado. Él no dijo gran cosa. Christian no es una persona de palabras. Creo que él lo hace todo en su mente, pero se mete realmente dentro del papel. Creo que interpreta a un Dicky mejor que Dicky mismo. Para mí, fue muy divertido verlo todo".

Todo el mundo en el set se quedó impresionado por ver la forma en que Bale trajo a Dicky a la vida, especialmente con respecto a su relación con Wahlberg. Todd Lieberman, dice: "Christian realmente dio en el clavo con los movimientos de Dicky, sus patrones de voz y la química que tiene con Mark no es diferente a la forma en que son los Micky y Dicky reales en la vida misma. El resultado final es algo bastante sorprendente. Interpreta a alguien con muchos problemas, que tiene todo este talento innato y esencialmente lo tira todo por la borda en aras de la droga. Y, luego, en el proceso de redimirse a sí mismo, se llega a dar cuenta de que la relación con su hermano es más importante que sus propios objetivos y aspiraciones personales. Eso es muy potente".

Para David O. Russell, una de las cosas más importantes era captar cómo Dicky siempre fue una figura central en la ciudad de Lowell, alguien que casi todo el mundo conocía y, o bien admiraban o se preocupaban por él y Bale, lo entendió. "Christian es un tío muy tranquilo, pero canalizando a Dicky, fue capaz de convertirse en este chico muy intenso, que disfruta hablando con la gente en todas partes. Me refiero a que Dicky es amigo de todo el mundo en Lowell, en todas partes. Él es como el alcalde. Christian se convirtió en ese tío".


Guantes fuera: Amy Adams es Charlene
Para interpretar a Charlene, la vivaz mesonera que termina en la esquina del ring de Micky, David O. Russell contactó a Amy Adams, quien llegó rápidamente a la palestra en Hollywood con dos actuaciones muy diferentes nominadas a los Premios Oscar ® de la Academia, en Junebug y en La duda. Adams se sintió ante todo atraída por la posibilidad de trabajar con Russell.

"Había coincidido con David en otra película", recuerda Adams, "y sabía que quería trabajar con él. Luego, me llamó y me ofreció este papel. Leí una escena y supe que tenía que ser Charlene. Me sentí muy entusiasmada con esto".

Adams se sentía emocionada en parte por la oportunidad de interpretar a un personaje distinto a todos los que había interpretado antes – una mujer dura, obstinada, de la clase trabajadora que sabe quien es, no acepta ninguna tontería, dice exactamente lo que le pasa por la cabeza y no tiene miedo de lanzar algunos golpes por su propia cuenta.

Russell comenta acerca del papel: "Amy es una mujer que puede llegar a ti con un golpe certero. Es dura como el hierro y eso es lo que se necesita para ayudar a Micky. Hacía falta alguien tan duro para ayudarlo a dejar muy atrás a la increíble, loca y muy poderosa fuerza que representa su familia, que fue tan destructiva como constructiva para él".

Continúa: "Amy estaba luchando en contra de todo. Ella incluso cambió el tono de su voz. Amy normalmente es una persona muy cálida, pero una vez que se convirtió en Charlene, dejó de sonreír y de ser amigable. Un día le dije: `¿qué pasa?' y me dijo 'Nada. Solo estoy interpretando el personaje." Ella estaba dentro del personaje todo el tiempo. Ella estuvo increíble y su personaje se convirtió en alguien muy intimidante y potente: esa chica dura, segura de sí misma a quien le han ocurrido muchas cosas en su pasado, pero que está dispuesta a superarlo todo".

Agrega Todd Lieberman: "fue grato ver un lado completamente diferente de Amy. Ella tiene un excelente aspecto cómico, pero también es una actriz dramática muy sensible y, definitivamente en esto, ella tiene alguna experiencia. Este personaje tiene muchas facetas distintas. Ella puede ser adorable y encantadora, pero también es realmente atemorizante, cuando se ve indignada en la pantalla".

"Fuimos afortunados de trabajar con Amy", concluye Mark Wahlberg. "Sabía que lo bordaría".

La guinda del pastel para Adams fue colaborar con un grupo estelar y apasionado de dedicados actores. "Todo el mundo fue muy divertido, extremadamente generoso y un gran apoyo", dice. "Me divertí mucho trabajando con Mark y todo el mundo aportó mucho a su personaje. Christian es simplemente increíble e inspirador y con Melissa, estamos muy unidas más allá del set".

También inspirador para Adams, como había anticipado, fue trabajar con Russell. "Tenía todas estas grandes ideas acerca de Charlene y lo que él quería hacer con ella, cómo quería que se le escuchara con un ritmo muy específico. Él quería ser una roca en la que Micky pudiera refugiarse en este caos rápido, furioso y loco en el que estaba viviendo. Hablamos sobre cómo Charlene es la que lo calma y le hace evaluar el sentido de su vida".

Concluye: "David realmente me obligó a que dejara atrás la forma en la que he trabajado en el pasado y me mostró cómo rendirme al proceso de contar esta historia".

También tuvo la oportunidad de conocer a la verdadera Charlene. "Me hubiera gustado pasar más tiempo con ella, pero yo había visto algunas cintas de ella y había hablado con muchas personas acerca de ella. Ella es muy sólida y directa," explica. "La energía de toda la familia llevada ante el set fue realmente positiva. Fue inspirador cada día el ver a este grupo de personas que están todavía tan cerca los unos de los otros y de su comunidad".

El verdadero Micky Ward está de acuerdo en que Adams fue la elección perfecta para llevar a su esposa a la pantalla. "Hay esa determinación especial en ella", resume. "Interpretó a una gran Charlene".


Una madre de hierro: Melissa Leo es Alice Ward
La actriz nominada a los Premios Oscar ® de la Academia Melissa Leo completa el reparto principal en el papel de Alice Ward, la madre convertida en manager de boxeo de Micky y de Dicky y un contrincante desalentador para Charlene y para cualquiera que se atreva a meterse con sus hijos. Leo, conocida por su trabajo durante años en la aclamada serie de televisión "Homicidio", así como en un gran número de películas dramáticas del cine independiente, fue la primera elección de Wahlberg para interpretar a uno de los personajes más intensos y fuertes de la película, una fuerza a tener en cuenta por derecho propio.

"Mucha gente hablaba acerca de Alice inicialmente, pero yo había visto Melissa en Frozen River y dije: 'esta es la persona que tienes que contratar'", recuerda Wahlberg.

El cabello decolorado de Alice, los tacones altos y los vestidos de leopardo que son su marca particular, resultaron un gran cambio para la verdadera Melissa, que David O. Russell dice es más una "chica sencilla con chanclas". Pero Leo se adentró en el papel sin pensarlo dos veces.

El director continúa: "Alice es un personaje fantástico e intenso. Ella es alguien que ama a sus hijos, pero cree que ella tiene que ser fuerte por ellos en este duro mundo del boxeo. Ella tiene que ocuparse de toda la política que rodea a sus hijos y se preocupa de que no se aprovechen de ellos. Alice verdaderamente cree que sólo la familia puede protegerte, que sólo la familia puede garantizar que no te vayan a robar. Ella puede ser terca y controladora y está preocupada de que Charlene se lleve a Micky lejos de ella, y ella siempre tiene la razón".

Leo estaba fascinada por el personaje e incluso más aún cuando conoció a la verdadera Alice. "Cuando conocí a Alice, sentí una gran responsabilidad", dice. "Ella es tan diferente de mí. Ella tiene una edad diferente de la mía, proviene de una clase diferente de personas, ella habla de una forma completamente diferente y tiene una base moral diferente. Por lo tanto, fue un gran salto interpretarla y hubo un gran número de personas que contribuyeron a la creación de Alice. Johnny que se ocupó de mi peinado y Trish que se ocupó del maquillaje son una parte muy importante de Alice junto a Mark Bridges, quien hizo los trajes y, por supuesto, David O. Russell, quien me ayudó realmente a llevar a Alice a la pantalla".

Particularmente intrigante para Leo fue la relación de Alice con la mujer que ama a su hijo: Charlene. "La relación entre Alice y Charlene es tan interesante", explica. "Creo que es una de esas cosas que ocurren cuando un hijo termina estando con una mujer que es muy parecida a su propia madre. Cuando eso ocurre, la madre y la esposa no lo llevan fácil".

Leo dice que también se tuvo que enfrentar al desafío de seleccionar a las siete mujeres que fueron escogidas para interpretar a sus hijas. "Tenía fotos de ellas en casa y finalmente en mi trailer para realmente identificar quién era quien, por lo que cuando llegaron todas, yo no estaba preocupada por los nombres y apodos", dice riendo.

Tal vez lo más divertido fue llegar a interpretar a la poderosa influencia materna para Mark Wahlberg y Christian Bale. "Conocer a Christian y a Mark fue una impresionante parte de este trabajo", comenta. "No puedes conocer a actores más dispares, pero cada uno aporta increíbles talentos propios. Estuvieron perfectos como hermanos, tan parecidos y tan diferentes al mismo tiempo".

Ella continúa: "a Christian, lo vi convertirse en Dicky, utilizando gestos que nunca habría soñado utilizar él mismo, al tiempo que se sumergía dentro de Dicky. Fue una gran alegría jugar y bromear con él y amarlo ferozmente como mi hijo predilecto. Con Mark, sentí un respeto enorme, pero nunca sentí que podía llegar a conocerlo realmente. Creo que es similar a cómo se siente Alice acerca de Micky. Ella lo ama, pero piensa que él no la necesita de la misma manera que su hijo mayor".

En última instancia, Alice se da cuenta de que Micky necesita de ella y de toda la familia, pero a su manera única. "Lo maravilloso de Alice", resume Lieberman, "es que sólo puedes decir que todo lo que hizo, lo hizo por amor a sus hijos".

Al final, Leo pasó la prueba final, ya que el propio Micky se sintió alternativamente sorprendido y conmovido por su actuación, "era todo perfecto, desde el pelo y la barra de labios, a la forma en que se movía y hablaba. Fue increíble", dice.

Completa el reparto un consumado grupo de actores que incluye a Jack McGee ("Rescue Me: Equipo de Rescate") interpretando al padre de Micky, quién ve su hijo ser ignorado en medio del caos de la familia. "Jack estuvo fantástico", dice Russell. "Fue un gran espíritu en el set. Con sólo abrir la boca es tan real, tan auténtico. Él es del Bronx y entendió totalmente a estas personas y quienes eran, y se convirtieron en su propia familia".

"Nunca antes había interpretado a alguien que todavía está vivo", comenta McGee. "Me reuní con George Ward y me habló francamente y me dio una buena idea de la clase de hombre y de padre que fue y que sigue siendo. Las familias Ward/ Eklund eran muy complementarias. Me hicieron saber cuánto les recordaba a su padre".

En otro giro interesante, el Micky O’Keefe real, el policía de Lowell que ayudó a entrenar a Micky y que se enfrentó a Dicky por culpa de su estilo de vida, se vio él mismo retratado en la película. O ' Keefe ha sido sargento de policía en la ciudad de Lowell durante más de 30 años y todavía está en el cuerpo de policías.

"Fue idea de Mark seleccionar a Micky", explica Russell. "Mark quería la realidad y la intensidad de alguien que supiera de peleas y que conociera a Micky y Dicky, y nadie conocía a estos chicos mejor que O' Keefe porque entrenó a los dos".

O' Keefe recuerda haber recibido la llamada de Wahlberg para estar en la película e inicialmente pensó que estaba bromeando. Cuando se dio cuenta de que Wahlberg hablaba en serio, los dos salieron a cenar juntos. O' Keefe todavía tenía dudas. "Mark dijo que podía hacerlo porque, como oficial de policía, uno actúa", recuerda. "Si alguien quiere suicidarse o estás involucrado en una situación con armas de fuego o lo que sea, piensas en ti mismo. Por lo tanto, le dije: `lo intentaré.'"

Wahlberg recuerda los inicios de OŽKeefe como actor: "Micky me miró como diciendo: 'no sé lo que estoy haciendo', yo sólo le dije: '¿te puedes callar? Calla y sé tú mismo. ¡Eres fantástico! Simplemente apréndete tus líneas y te ayudaremos a hacerlo bien. Vas a estar muy bien.Ž"

El enfoque funcionó, dice David Hoberman. "Resultó que Micky O'Keefe estuvo increíble porque aportó una naturalidad que nadie podría haber logrado antes".

Del verdadero Micky Ward en su etapa de estudiante, O' Keefe dice: "Micky era diferente a todos los demás. Era un niño que tenía talento. No pudieron darle un mejor nombre a la película que The Fighter porque eso es lo que era: un luchador. Su hermano fue un gran boxeador. Nadie puede quitarle eso, pero Micky es un luchador. Nunca dio un paso atrás ante nadie, incluso en la pelea contra Sánchez cuando estaba siendo totalmente machacado. Él nunca vaciló y, a continuación, cuando le llegó el momento, noqueó al contrincante a con su gancho izquierdo. Es como si te alcanzara un rayo. No puedes respirar; No puedes hablar. Sólo quieres morir y cuando ves a la gente caer, eso es real. Sabes que lo has logrado. Sabes que fue una gran pelea".

Además de Micky O'Keefe protagonizado por él mismo, las verdaderas hermanas de Micky Ward también interpretaron papeles importantes en la película. "Tenían que estar en la película", dice Russell. "Son simplemente personas asombrosas". El tío Gerry de Micky Ward en la vida real también aparece en la película, reviviendo su papel como jefe de la empresa local de pavimentación donde trabajaron ambos hermanos.

Russell dice que no sólo era inusual, sino un difícil desafío al equilibrio de la actuación el utilizar a tantos familiares reales en la película. "No queríamos ser imprudentes acerca de la reputación de estas personas, pero quisimos ser auténticos y no hacer trucos. Por lo tanto, les dije una y otra vez, `lo que hace que cualquier historia sea convincente y sorprendente son todas esas cosas que todos vivimos y que son emotivas e inestables y locas y desordenadas y divertidas y desgarradoras.'"


Del lado del ring: Representando las películas de Micky Ward
Aunque The Fighter es sobre la familia, y sobre las peleas, David O. Russell se comprometió a capturar la agonía y el éxtasis de los históricos episodios de Micky de la manera más visceral y verdadera posible. Él que no quería romantizar el "dulce arte" del boxeo ni sobreactuar las peleas, sino permitirles interpretar casi en tiempo real la realidad cruda y palpable, despojada de metraje documental.

No fue una tarea fácil, ya que toda la película fue filmada a un ritmo rápido, en tan sólo 33 días, pero Russell dice que eso sólo lo ayudó a lograr un mayor nivel de enfoque y de intensidad. Al final, todas las escenas en el ring fueron rodadas en sólo un par de días, justo al principio de la producción: la prueba de fuego.

Dado que las tres peleas principales se transmitieron originalmente en la cadena HBO, se decidió llevar un equipo real de HBO para rodar algunas escenas de la misma manera multicámara que HBO utiliza normalmente para filmar sus populares peleas. (Una cuarta pelea fue filmada en un lugar más pequeño, sin las cámaras de HBO, para aportarle lo que llama Russell, "un aspecto más libre".) El material sin adornos pareció capturar la pelea del ser humano en el centro de boxeo con más poder de lo que podrían haber obtenido con cámaras revoloteando alrededor.

Mark Wahlberg afirma que una de las razones por las que el plan funcionó es que al comienzo de la filmación, estaba en su mejor forma para el combate. Más tarde ganó peso para filmar la parte de la vida de Micky cuando estaba en un grupo más pesado, pero el elemento más importante de las escenas de boxeo para Wahlberg era dar al público una sensación de la valentía física de Micky Ward y de su gran gancho izquierdo que llegaba de la nada justo cuando parecía que estaba acabado.

"Quería que la película tuviera algunas de las escenas de boxeo más realistas jamás vistas en la pantalla. Ese fue mi objetivo", dice Wahlberg, añadiendo que vio cada uno de los combates en los que se enfrentó Micky Ward "al menos cien veces cada uno".

Con ese fin, nunca se retractó cuando comenzaban las cámaras a rodar. "Queríamos duplicar las peleas reales, por lo que hicimos algunas coreografías antes pero, para que fuera más real, queríamos lanzar realmente algunos de los golpes", confiesa. "En algunas ocasiones no estamos realmente golpeándonos, pero en su mayor parte, queríamos lograrlo y sólo lanzar los golpes".

Wahlberg perfeccionó el movimiento por el que Ward fue mejor conocido: meterse dentro de los brazos del otro boxeador y llevarlo abajo con un golpe certero, perfectamente programado.

"Queríamos captar lo que hizo que Micky fuera tan inusual" dice Russell. "Son muy pocos los luchadores que vencen a sus contrincantes con un golpe de cuerpo como ese. Tenía un estilo de lucha muy particular, que realmente representaba su personalidad. Fue un luchador firme, disciplinado, que nunca se rendía, que podría aceptar muchos golpes y también era ese tipo de persona".

Para los contrincantes de Micky, Russell buscó a boxeadores que podrían parecerse a los hombres con los que Micky peleó en la vida real. El coordinador de peleas Ben Bray reclutó a Miguel Espino, uno de los más prestigiosos pesos medios de los Estados Unidos para interpretar a Alfonso Sánchez en una de las peleas principales de la carrera de Micky Ward. Un trío de especialistas con experiencia en boxeo interpretó a los otros tres boxeadores: Peter Cunningham interpreta a Mike "Machine Gun" Mungin, Anthony Molinari interpretó a Neary y Anthony "Ace" Thomas interpretó el papel de Castillo.

"Todos estudiamos las cintas de las peleas y trabajamos para lograr los movimientos y ganando o perdiendo peso para parecernos a los tíos que estábamos interpretando", explica Molinari.

La leyenda del boxeo Sugar Ray Leonard se interpretó a sí mismo en la película y no hizo falta mucho para que su compañero de golf Mark Wahlberg lo persuadiera para que formara parte de la producción. "Acabo de llamar a Ray y le dije: 'Ray, te necesito,'" explica Wahlberg. "Todo el mundo decía que no podríamos tener al verdadero Sugar Ray en la película y que tendríamos que contactar a alguien más joven. Yo les dije que Sugar Ray ¡parece que todavía tuviese 25 años de edad!"

En algún punto durante el rodaje, mientras que los equipos de HBO estaban reorganizando las cámaras, Sugar Ray se quitó la chaqueta y subió al ring con Wahlberg. Allí compartió algunos de sus reminiscencias de la pelea con Dicky Eklund con el actor.

"Saben, fue divertido", dice Wahlberg. "Si vuelves al pasado y ves la pelea de Dick Eklund con Sugar Ray, no había nadie allí a favor de Sugar Ray. Y, si había alguna persona, eran muy pocas, y no podías escucharlas por todos los aficionados eufóricos e intensos que estaban allí para ver a Dick Eklund. Sugar Ray dijo que nunca se había sentido tan asustado en su vida porque, evidentemente, estaba en territorio muy hostil, un momento muy difícil en Boston. La tensión racial era realmente alta en ese entonces. Dijo que él no estaba tan asustado en el ring, pero tenía miedo de todo lo que estaba sucediendo fuera del ring. Al ser ese el caso y, a continuación, volver treinta años más tarde y que el lugar le diera una gran ovación, fue muy agradable. Le encantó".

En su mayor parte, sin embargo, fue un trabajo duro y agotador tanto para Wahlberg como para él y los otros boxeadores recrear las reñidas rondas una tras otra en un corto espacio de tiempo, pero eso es lo que también aporta a la película su aspecto crudo e inmediato, observa Russell.

"Queríamos que el público pudiera detectar y oler el sudor", concluye el director. "No queremos que se vea como algo arreglado. Queríamos que se sintiera como algo real".


Ciudad obrera: La filmación en Lowell
Cuando llegó el momento de seleccionar el lugar de filmación de The Fighter tenía que ser Lowell, estado de Massachusetts, la ciudad natal de Micky Ward y Dicky Eklund, que se convierte en otro personaje pintoresco dentro de la historia. Situada a lo largo de los rápidos del río Merrimack, 50 kilómetros al noroeste de Boston, Lowell, incorporada en 1826, fue la primera comunidad industrial planificada de la nación, un centro de producción textil que atrajo una gran afluencia de mano de obra de inmigrantes de Irlanda, Canadá, Alemania, Polonia, Portugal, Lituania y otras naciones.

Tras los años gloriosos, sin embargo, llegó un gran y desalentador descenso que sólo ahora está comenzando a cambiar. Aún así, la ciudad conserva su cálida sensación de crisol, llena de edificios de metal, vibrantes calles urbanas y el espíritu obrero que ayudó a impulsar a Dicky en primer lugar y a continuación, a Micky, a la fama en el ring.

"Creo que todos sentimos que teníamos que rodar la película en Lowell", dice David O. Russell. "Cuando le preguntas a la gente en Massachusetts acerca de Lowell, generalmente levantan las cejas. Es un lugar muy intenso, y muy especial. Era el corazón de la revolución industrial con molinos que se remonta al siglo XVIII. La gente de allí está muy orgullosa de su identidad. Son duros, pero también gente amable, cuando llegas a sus corazones."

"La arquitectura también es particular", prosigue. "Las calles son estrechas y retorcidas. Están esas inusuales intersecciones de cinco esquinas con cinco calles que se unen y edificios de metal de dos pisos. Es tan único, que no es posible recrear a Lowell en ningún otro lugar del mundo".

Russell trabajó junto a un consumado equipo artístico, incluyendo al cineasta danés Hoyte Van Hoytema, quien filmó el aclamado éxito independiente sobre vampiros Déjame entrar, la diseñadora de producción Judy Becker, cuyas películas incluyen: Brokeback Mountain (En terreno vedado) y The Extra Man, y el diseñador de vestuario Mark Bridges cuyo trabajo reciente incluye la épica película de Paul Thomas Anderson, Pozos de ambición para capturar la ciudad y la energía de las familias Ward y Eklund que viven en ellas.

Van Hoytema mejoró tanto el dinamismo como la intimidad de la historia filmando casi en su totalidad con cámaras de mano o Steadicam, utilizando las nuevas cámaras Aaton Penelope 2-Perf 35mm, que permiten una mayor flexibilidad y mayores cargas sin cambiar al formato digital.

Mientras tanto, Becker trabajó para utilizar tantas ubicaciones auténticas como fuera posible, incluyendo el gimnasio de boxeo West End de Ramalho en la ciudad de Lowell, propiedad de Art Ramalho, quien entrenó a ambos hermanos al comienzo de sus carreras. Decir que Art estaba encantado de tener a los hermanos y al equipo de filmación en su gimnasio sería subestimarlo todo. Art, que permite a muchos chicos y adolescentes locales boxear gratuitamente cuando no pueden permitirse pagar las lecciones, admitió humildemente que los honorarios por la ubicación le permitirían pagar sus facturas de calefacción a la fecha por primera vez en su vida, y estaba encantado de que tanto él como su hijo hubiesen sido seleccionados para la producción.

El estadio Tsongas de Lowell fue utilizado para filmar las peleas principales. "Cuando filmamos las peleas, fue sorprendente ver cuánta gente quería venir y llenar el escenario", dice Wahlberg. "La gente quería ver lo que estaba sucediendo y ser parte de todo eso".

Para mantener las cosas cerca de casa, Judy Becker utilizó una casa a sólo tres manzanas de la verdadera casa de la familia de los hermanos para recrear sus alrededores, decorándola exactamente del mismo modo que la casa original, al tiempo que también utilizaron un apartamento que había sido el hogar de varios de los parientes reales de Micky para recrear el apartamento donde él vivió cuando volvió a relanzar su carrera de boxeo.

Otros similares detalles auténticos fueron imbuidos en el trabajo del diseñador de vestuario Mark Bridges, quien afirma: "es algo así como una película de época – son los ochenta, principios de los noventa donde se utilizaba una indumentaria estridente y cabellos muy cardados. En una ciudad como Lowell, esas modas tienden a durar más de lo que lo hacen en las grandes ciudades. Es todo un universo muy particular. Y creo que va a ser muy visual".

Todo esto intensificó la atmósfera durante el rodaje y sirvió de inspiración a las actuaciones. "Siempre es fantástico filmar en el lugar real", comenta Bale. "Es aún mejor cuando estás filmando en los lugares donde todo ocurrió en realidad. Fue increíble poder caminar a través de una escena con Dicky y Micky antes de tiempo y que ellos nos hablaran de lo que ocurrió exactamente".

Quizás la parte más emocionante del rodaje en Lowell fue que la comunidad se involucrase tan estrechamente con la producción, tal como lo estaban con las vidas y los destinos de los hermanos. "Mucha gente que formó parte de la historia real de una manera o de otra vino a estar con nosotros", dice Lieberman. "Hay una vibración en Lowell, cierto orgullo entre las personas que conocen la historia, a quienes les encanta esta historia y esta familia, y creo que fuimos capaces de transmitir esto en la película".

Para Russell, Lowell era indispensable. "El filmar en Lowell fue tanto un regalo para nosotros como emocionante para ellos. Creo que fue emocionante para ellos ver su historia plasmada por estos actores. Al mismo tiempo, fue un regalo para nosotros que nos recibieran de esta manera y llegar a conocer a las personas reales, porque siempre nos sirvieron de inspiración. Son feroces y humildes, y fue una gran experiencia hacer una película de esta manera".

El rodaje fue, en muchos sentidos, una experiencia familiar que refleja la historia, reuniendo a todos más cerca y peleando para contar esta dinámica historia con humor, calidez y descarada verdad. "Eso es la familia", concluye Russell. "No importa cuán difícil es el camino de Dicky y Micky, no importa cuánto peleen, al final del día, permanecen juntos y es por eso que salen victoriosos cuando realmente nadie pensó que podían lograrlo".

Para el verdadero Micky Ward, el estar sentado en una producción sobre su igualmente notable familia y carrera de boxeo, está junto a los aspectos más destacados de una vida ya de por sí admirable.

"Me encantó ser parte de esto", resume. "Creo que la película muestra que aunque las cosas se pongan muy difíciles, si nunca desistes, si mantienes la conexión, si apoyas a aquellos que amas y si haces lo correcto, te van a pasar cosas buenas. Yo soy la prueba viviente de ello".