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  Red de mentiras  (Body of lies)
  Dirigida por Ridley Scott
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Red de Mentiras está protagonizada por el nominado a los Oscar® Leonardo DiCaprio (Diamante de sangre, El aviador, e Infiltrados), el ganador de un Oscar® Russell Crowe (Gladiator (El gladiador) y El dilema (The Insider)), Mark Strong (Stardust), la actriz iraní Golshifteh Farahani (M for Mother), Oscar Isaac (Natividad: la historia) y Simon McBurney (La brújula dorada).

La película está dirigida por el tres veces nominado al Oscar® Ridley Scott (Black Hawk derribado, Gladiator (El gladiador) y Thelma & Louise) con guión del oscarizado William Monahan (Infiltrados), y se basa en la novela del columnista del Washington Post David Ignatius. Donald De Line (The Italian Job) y Ridley Scott son los productores, con Michael Costigan (American Gangster y Brokeback Mountain) y Charles J.D. Schlissel (El Truco Final (El Prestigio)) como productores ejecutivos.

El equipo creativo entre bastidores está dirigido por el cineasta Alexander Witt (American Gangster), el diseñador de producción nominado a los Oscar® Arthur Max [American Gangster y Gladiator (El gladiador)], el editor ganador de un Oscar® Pietro Scalia (Black Hawk derribado) y la oscarizada diseñadora de vestuario Janty Yates (Gladiator (El gladiador)). Marc Streitenfeld (El reino de los cielos) ha compuesto la banda sonora.


No confíes en nadie. Miente a todos
En la actualidad, en el oscuro sub-mundo del espionaje mundial de alto riesgo, el poder no se mide en términos de armamento o tecnología, sino en términos de la cantidad de información vital que una persona puede adquirir y controlar de forma real o simulada.

"La información es lo esencial" afirma el director de Red de Mentiras Ridley Scott "y eso significa que no puedes confiar en nadie, ni siquiera en tu mejor amigo. Baja la guardia un segundo y te estarán utilizando. Y si diriges una organización importante para la seguridad nacional, sin esa actitud serías débil y vulnerable. De eso se trata".

Red de Mentiras está basada en la novela del mismo título del autor David Ignatius, un periodista veterano que cubrió los casos de la CIA y Oriente Medio durante 10 años para The Wall Street Journal, antes de unirse a The Washington Post, donde en la actualidad es editor asociado y columnista. Scott, que leyó el libro cuando aún estaba en versión galerada, afirma que "ofrece una perspectiva incisiva inusual sobre lo que ocurre en primera línea de fuego, y sobre las personas en primera línea de fuego que marcan la diferencia".

El productor Donald De Line afirma que "el libro de David es un inteligente y pulido thriller de espionaje acerca de la clase de personas y los niveles de engaño que son necesarios para penetrar en un país, una cultura, y por último, el enemigo. Nos pareció que tenía muchos puntos favorables para convertirse en un gran guión cinematográfico".

Scott trabajó en estrecha colaboración con el oscarizado guionista William Monahan para trasladar a la pantalla la osada perentoriedad y las dinámicas de carácter combativo de la novela. El director destaca que "la historia presentaba diversas dimensiones interesantes, la forma en que se desarrolla el argumento y cómo se ajustan y amoldan al mismo los personajes. Ha sido una experiencia muy emocionante".

Leonardo DiCaprio, que ya había trabajado con William Monahan en Infiltrados afirma que "la adaptación de Monahan es fantástica. Maneja a la perfección la información, la desinformación y los dilemas de perros y gatos de los personajes".

"La historia es realmente apasionante y es necesario prestar atención a todos los giros y cambios de la historia", comenta De Line. "Además, incluye las vibrantes secuencias de acción que tan bien dirige Ridley y a las que siempre aporta su propio estilo distintivo".

DiCaprio coincide con esta opinión. "En esta película se incluyen elementos de intensa acción, pero al mismo tiempo el argumento es muy intrincado. Al final del día, lo que avivaba nuestro interés y nos mantenía enganchados era cómo iba avanzando la forma de pensar de la CIA y cómo se trasladaba ese hecho a la historia. A medida que íbamos trabajando en la película, nos iba fascinando cada vez más la forma en que opera una organización como esta contra un enemigo extremadamente escurridizo en un mundo tan desconocido para ella".

DiCaprio, el protagonista, es el espía de la CIA Roger Ferris, que diseña un audaz plan para atraer al líder terrorista Al-Saleem fuera de su escondite haciéndole creer que una organización rival (y completamente falsa) se ha vuelto tan mortífera y efectiva como la suya. Pero los artificios que tan hábilmente idea el agente se ven imbuidos por varias capas de argucias perpetradas simultáneamente por su superior, Ed Hoffman. Hoffman, el implacable estratega, no se detendrá ante nada en nombre de la seguridad nacional, incluso si ello implica sacrificar a su mejor hombre de campo.

A medida que el irreversible plan de Ferris gana impulso, los conflictos con sus dos aliados más cercanos amenazan con converger con una crisis de conciencia que le deja en una posición terriblemente vulnerable. ¿Le traicionará Hoffman como ha hecho con muchos otros? Mientras tanto, si el jefe del Servicio de Inteligencia jordano descubre que Ferris dirige una operación secreta para atrapar a Al-Saleem, la esperanza de vida de éste en Jordania podría medirse en minutos. En última instancia, la supervivencia de Ferris y el éxito de su misión dependerán de la única persona que conoce en quien puede confiar: él mismo.

Russell Crowe, que da vida a Ed Hoffman, comenta: "Obviamente, es una película y no se pueden considerar hechos reales, pero para mí era importante que la gente se hiciera una idea de lo que supone, en términos de engaño, dirigir una organización como la CIA, especialmente en un lugar donde existe un arraigado conflicto cultural. Tienes que mantener una perspectiva muy alejada para ver por dónde van los tiros".

"Un tema que siempre me ha interesado como escritor es la mentira y el proceso mediante el cual engañamos a nuestros adversarios" afirma Ignatius. "Comencé a plantearme cómo podría infiltrarme en una organización que fuera prácticamente impenetrable. Si no puedes introducirte en ella, ¿podrías hacerles creer que estás dentro? El negocio del espionaje se parece mucho al periodismo, se trata de identificar a las personas que tienen la información, ganarse su confianza, y hacerles cruzar la línea y contarte cosas que a priori no tenían intención de contarte".

Fue esa agresiva y visceral perspectiva de las vidas reales de los espías del Servicio de Inteligencia lo que intrigó a Scott. "Me gustaba la idea de explorar el contraste entre el hombre de campo y el hombre al mando", afirma.

Monahan precisa: "la historia muestra el mundo del Servicio de Inteligencia más o menos como es, como mínimo, con más pragmatismo y menos implicación política de la que se puede encontrar en la CIA real. Me atraía la fragilidad de Ed Hoffman, ya que todos conocemos a alguien como él. La historia de Ferris me resultaba atractiva porque en última instancia todo es cuestión de la conciencia individual".

Dedicarse al espionaje en el siglo XXI en una de las regiones más peligrosas del planeta implica obtener información por todos los medios necesarios, y poner tu vida contra las cuerdas en un mundo donde la información que conoces puede ser tu mejor activo...o tu peor responsabilidad.


Ed Hoffman es el jefe de departamento, pero no sabe nada hasta que roba la información al agente de campo... ése soy yo
Nadie siente más la presión en el terreno de juego que Roger Ferris, un espía de campo con habilidades extraordinarias al que se le asigna la tarea de reunir a los Servicios de Inteligencia en tiempo real cuando tiene lugar una operación terrorista. "Ferris es alguien que ha dedicado su vida en gran medida a detener el terrorismo, y que arriesga su vida cada día para ello", dice DiCaprio. "Está muy instruido en el manejo de armas y en el combate cuerpo a cuerpo, pero además es un agente de campo muy inteligente y altamente efectivo que se ha introducido en la cultura de Oriente Medio. Conoce el idioma y la cultura y respeta la actitud y las costumbres de sus gentes, y es muy diestro a la hora de establecer relaciones e infiltrarse en redes terroristas".

"Ferris es un hombre que lleva todo eso en la sangre", dice Ignatius. "Las personas y la cultura se han metido en su corazón de forma similar a como se metieron en el mío".

Como parte de su preparación para la película, DiCaprio profundizó en el libro de Ignatius y consultó al autor así como a varios ex-miembros de la CIA. "Intenté aprender el máximo posible sobre las operaciones de la CIA", relata el actor. "Es un grupo de personas distribuidas por todo el mundo que tratan de ir un paso por delante cada vez que les es posible. Es alarmante pensar en lo peligroso que este mundo podría ser si no fuese por una organización como ésta. Su trabajo es realmente duro, y es mucho lo que está en juego en todo momento".

Dejando de lado el éxito, la supervivencia en una atmósfera tan traicionera depende de algo más que de la discreción a la hora de captar informadores y forjar alianzas. Scott puntualiza: "un hombre que realiza esta clase de trabajo debe poseer cierta metodología que le permita ser eficaz, y esa metodología con frecuencia implica algún tipo de violencia".

El trabajo también exige a Ferris adoptar diferentes identidades de forma tan fluida como cambia su acento árabe, tanto si trabaja de forma clandestina como si se infiltra en un piso franco o se hace pasar por un banquero americano. Para DiCaprio, interpretar a Roger Ferris le ha permitido experimentar a través de los ojos de otra persona la intensa realidad de un hombre cuya vida depende de su capacidad de ser muchas personas a la vez. "Mi personaje sabe que si le cogen en algún momento, le colgarán hasta que no queden de él más que los huesos, así que apuesta fuerte cuando lucha por su vida en todas estas situaciones diferentes. Y, como actor, esto añade mucha más tensión y realismo a lo que tratas de hacer".

"Verdaderamente, Leo es uno de los actores más interesantes con los que he trabajado porque es muy afable y divertido y a la vez está muy centrado en su trabajo" dice Scott acerca del versátil actor. "Es muy inteligente y extremadamente profesional, y su preparación es impecable. Es maravilloso trabajar con él; siempre me ha impresionado su trabajo, pero esta vez me ha impresionado mucho más de lo que pensaba".

El sentimiento es mutuo. "Siempre he querido trabajar con Ridley Scott", afirma DiCaprio. "Es uno de los grandes cineastas de la actualidad, y sigue haciendo películas sorprendentes en cualquier género, así que desde el principio esta película fue muy emocionante para mí".

Ya me conoces. Me gusta poner en marcha el Plan A y el Plan B simultáneamente. Sólo trato de respaldarte, tío. Éste es un mundo peligroso
Ed Hoffman, brillante aunque prepotente estratega que gestiona una estrecha red de agentes de campo desde su portátil y su móvil en Washington, es el encargado de proteger los intereses de las operaciones del Servicio de Inteligencia de la CIA en Oriente Medio, y aparentemente a Ferris. "Al nivel de Hoffman, no se trata de ser un jugador de ajedrez", observa Russell Crowe, "sino de ser capaz de ver siete tableros diferentes situados en siete planos diferentes, y manipular todos los múltiplos de siete simultáneamente".

Tanto si lleva a sus hijos al colegio como si vigila los movimientos de Ferris mediante el puntero Sistema Predator, Hoffman es capaz de realizar varias tareas con implacable eficacia y una imparcialidad que resulta ajena a un espía de campo como Ferris. "Ed Hoffman es un hombre cínico y duro que nació para usar a los demás", comenta Ignatius. "No le importa el coste en vidas humanas de sus acciones. Ferris es una persona que se preocupa profundamente. Utiliza a los demás, pero le molesta hacerlo".

Vivir con las consecuencias personales y cercanas de las decisiones de Hoffman le ha costado muy caro al joven y asediado agente. "Ferris se enfrenta constantemente a decisiones morales como tener que sacrificar la vida de los demás por el bien de la misión", dice DiCaprio. "Todo se vuelve más complicado cuando comienza a implicarse emocionalmente con algunas de esas personas".

Scott cuenta que "Ferris es la clase de hombre que cree que puede cambiar las cosas. Se integra en ese mundo y predica con el ejemplo, pero su conciencia es su debilidad. En esta clase de trabajo no puedes tener conciencia, porque de lo contrario dejarás de ser útil, y serás un peligro para ti mismo y para la organización".

La cruda realidad del trabajo de Ferris hace que le sea difícil ignorar los daños colaterales, pero la grave naturaleza de las responsabilidades globales de Hoffman le exige poner a prueba su conciencia antes de salir. "Hoffman tiene que contar un montón de mentiras y tomar muchas decisiones duras, pero verdaderamente cree que todo lo hace en pos de un bien mayor", dice De Line.

"Hoffman no se siente culpable por cumplir con su deber", afirma Scott. "No siente ninguna culpa y se muestra agresivo cuando hace lo que considera necesario".

El desprecio de Hoffman por el coste en vidas humanas de sus operaciones secretas no es lo único que preocupa a Ferris. En el mortífero mundo de doble juego en que habitan estos hombres, confiar en alguien, incluso en la persona que presuntamente te respalda, puede resultar fatal. Aunque Ferris debe confiar en cierta medida en que Hoffman le proteja cuando él no puede hacerlo, conoce demasiado bien los juegos psicológicos y de poder de Hoffman, así como sus cuestionables tácticas que comprometen el cultivado servicio de información de Ferris, y la facilidad con que sacrifica a las personas que dejan de serle útiles. Tal y como lo ve DiCaprio, "Ferris trata desesperadamente de hacer su trabajo, pero Hoffman frustra sus planes continuamente. Piensa que la única forma de hacer las cosas es a su manera".

Para conservar su ventaja y evitar convertirse en otra víctima del tablero virtual de Hoffman, a Ferris no le quedará más opción que seguir sus instintos, utilizar todas sus habilidades y tratar de mantenerse un paso por delante del cerebro de la intriga. Pero, tal y como advierte Scott, "Hoffman tiene un magnífico cerebro y es un buen estratega, y gracias su red de informadores, con frecuencia dispondrá de más información que Ferris. Estará casi siempre un paso por delante".

El papel de Hoffman en Red de Mentiras es la cuarta colaboración de Russell Crowe con Ridley Scott tras Gladiator (El gladiador), Un buen año, y American Gangster". "Me gusta trabajar con Ridley", afirma el actor. "Hemos aprendido mucho el uno del otro mientras rodábamos Gladiator (El gladiador). Compartimos la misma ética y estética de trabajo así como nuestro sentido del humor, y con estos tres aspectos de nuestra parte, estar juntos en el escenario resulta fácil".

"Russell puede hacer cualquier cosa", dice Scott. "Le encanta cambiar de identidad, de acento e incluso de aspecto para un papel, y eso es lo más interesante de trabajar con él. En mi opinión, es uno de los mejores actores del mundo".

Recordando sus conversaciones iniciales acerca de Red de Mentiras, el director continúa: "Le dije que para mí Hoffman era un padre de familia que puede ser extremadamente hogareño y al mismo tiempo desempeñar un trabajo superior al de un padre de familia típico. Probablemente sea algo insomne, quizás le sobren algunos kilos. Él me dijo: '¿Le sobran algunos kilos? ¿a qué te refieres?'".

"Ridley me llamó y me preguntó que qué me parecería engordar unos 23 kilos", cuenta Crowe, que en el transcurso de su carrera ha transformado su aspecto físico para gran diversidad de personajes, incluyendo el nominado a los Oscar® Jeffrey Wigand de Infiltrados.

El actor ganó 23 kilos para interpretar a Hoffman. También coincidió con David Ignatius en lo referente al trasfondo de su personaje. "Russell me preguntó de dónde procedía Hoffman", explica el autor. "Dijo: ‘¿Qué te parece Arkansas? sí, creo que es de Arkansas. Hay algo en el habla de la gente de Arkansas que suaviza incluso sus afirmaciones más rotundas.’"

"Russell aporta un toque de frivolidad y humor a Hoffman que no me esperaba", comenta Donald De Line. "Hoffman es un personaje de moralidad cuestionable, y es difícil crearse una opinión clara sobre él. Pero al mismo tiempo es muy directo acerca de quién es y aquello en lo que cree, lo cual resulta bastante refrescante. Casi no puedes reprocharle ser como es".


Tengo una norma. Nunca me mientas
Las apuestas comienzan a subir para Ferris cuando Hoffman le asigna gestionar las operaciones del Servicio de Inteligencia estadounidense en Ammán, Jordania, donde un líder terrorista emergente llamado Al-Saleem ha estado reforzando su poder desde las sombras. Para capturar al escurridizo Al-Saleem, Ferris necesita granjearse la colaboración del Departamento General de Inteligencia jordano (GID), dirigido por el temible Hani Salaam, a quien da vida el actor de televisión y cine británico Mark Strong.

El impecablemente artificioso y refinado Hani es tan sutil y sereno como Hoffman obstinado y descarado. No obstante, hay algo amenazador tras la elegancia de Hani que esconde una ferocidad propia del hombre que ejerce un poder en Jordania sólo superado por el Rey. Strong resalta: "Creo que el hecho de que Hani se preocupe tanto sobre sí mismo implica que es igual de meticuloso en su trabajo. Es alguien con quien no deberías meterte", sonríe.

"Hani es un personaje extremadamente elegante y poderoso, y Mark Strong captó su esencia", dice Scott. "Se transformó por completo en el personaje, su acento era perfecto y su elegancia parece totalmente natural".

"Mark Strong me convenció profundamente como actor", dice DiCaprio. "Fue fantástico trabajar con él. Está lleno de magnetismo e incluso mi padre habla de lo mucho que le gusta Hani y cuánto le gustaría vestir como él porque le parece un genio".

Tal y como Hani demuestra a Ferris, es un maestro del interrogatorio y del arte que Ignatius denomina la "seducción sutil" de peones y adversarios que acaban por rendirse a los secretos o favores que solicita. "Hani muestra a Ferris cómo captar a alguien para que trabaje para ti sin necesidad de utilizar la violencia", describe Strong. "Se enorgullece de ser capaz de conseguir lo que desea de forma más delicada y menos obvia que Hoffman. Sus métodos se basan no tanto infundir miedo, sino en llevar a la gente a su terreno de forma sutil".

No obstante, Hani le ofrece su cooperación con una advertencia: "Hani intuye que puede confiar en Ferris; le agrada que se haya tomado su tiempo para aprender árabe correctamente, ya que lo interpreta como un síntoma de respeto", dice Strong. "Pero el trabajo de Hani es proteger su país y a su pueblo, por ello recalca a Ferris que si van a trabajar juntos, nunca debe mentirle. Ése es el fin último".

"Para Hani se trata de una tradición de honor y confianza", detalla Scott. "Si no confía en ti, no irás a ninguna parte, y para ganarte su confianza tienes que actuar de forma transparente. Pero en virtud de su trabajo, Ferris está esencialmente obligado a mentirle".

Su poco convincente alianza se pone a prueba cuando Hoffman irrumpe en Amman por una violenta confrontación con Hani. "La forma en que Hoffman trata a Hani es casi vergonzosa", dice Crowe de la aparente indiferencia de su personaje ante el matiz cultural que Ferris negocia tan a conciencia. "Pero podría estar utilizándolo a su favor. Si los americanos tienen reputación de comportarse de forma insolente, eso es lo que Hani cree, y así es como Hoffman se mostrará".

"Probablemente se profesan un mutuo respeto en secreto, pero nunca lo admitirían", "Hoffman actúa de forma despectiva con Hani, y Hani piensa que Hoffman es algo salvaje en sus métodos; pero ambos son hombres capaces de utilizar a cualquiera para un fin determinado, si ello les permite alcanzar aquello que ambicionan".

La negativa de Hoffman a hacer su presunta asociación más transparente pone a Ferris en el ojo del huracán, justo en medio del fuego cruzado de la rivalidad de ambos a medida que se acerca a Al-Saleem. "Ferris se halla en medio de la lucha por el poder entre estos dos formidables hombres, entre su lealtad a la CIA y las promesas realizadas a Hani", afirma DiCaprio. "Lo más fascinante es que todos ellos persiguen el mismo fin último".


No te entrometas en mis asuntos
Ferris se siente aliviado de algún modo de los peligros de su trabajo cuidando de Aisha, una mujer jordano-iraní que vive en Ammán, donde trabaja como enfermera en una clínica local, y que presta sus servicios como voluntaria en un campo de refugiados.

La actriz iraní Golshifteh Farahani interpreta a Aisha en su debut cinematográfico americano. "Tuvimos la suerte de contar con ella", afirma Scott. "Golshifteh es una de las más importantes actrices iraníes. La vi por primera en vídeo y me quedé impresionado; es una magnífica actriz clásica. Finalmente pude quedar con ella. Desprende una energía especial difícil de describir, emana fuerza y dignidad, y es increíblemente hermosa; verdaderamente la cámara la adora".

"Aisha es enfermera, pero si hubiera nacido en un país más desarrollado, probablemente hubiese sido médico", dice Farahani de la brillante y avispada joven que se encuentra inesperadamente atraída por el misterioso hombre que no cesa de aparecer en su clínica. "Al principio, Ferris le parece interesante, pero no llega a tomarle en serio. Cuando descubre su buen corazón, se deja llevar y se ve desarmada por su sinceridad".

No obstante, su atracción se ve complicada por las restricciones de su cultura, que prohíben a un hombre tocar a una mujer soltera. Las consecuencias de su amistad con un hombre americano podrían ser tan graves para Aisha como lo sería para Ferris que se descubriera su tapadera. "Ni siquiera puede estrecharle la mano porque sabe que a ella podría traerle consecuencias muy negativas", dice Scott.

"Golshifteh es una actriz maravillosa", afirma DiCaprio. "Gran parte de su desconocimiento de las relaciones entre hombres y mujeres en las películas occidentales se reflejó en la dinámica de Aisha y Ferris. Ferris siente una gran afinidad por Aisha, respeta profundamente su cultura y sus tradiciones, y trata de establecer una relación con ella".

"Leo es absolutamente magnífico", dice Farahani. "Es muy generoso y me hizo sentir muy cómoda; realmente me ayudó mucho. Ha sido un placer trabajar con él".

"Golshifteh y Leo tenían una conexión genuina y mucha química, y literalmente saltaban chispas entre ellos", observa De Line. "Pudimos percibirlo desde el primer día en que se pusieron juntos frente a la cámara".

Cierran el reparto Ali Suliman como Omar Sadiki, el cebo involuntario que Roger Ferris utiliza en su tarea de atraer al terrorista Al-Saleem fuera de su escondite; Alon Aboutboul como el enigmático Al-Saleem; Oscar Isaac como Bassam, el aliado de Ferris en Samarra; y Simon McBurney como Garland, la plataforma de campaña unipersonal que manipula la tecnología para hacer que Sadiki parezca una amenaza para Al-Saleem.


¿Cómo demonios esperas que dirija una operación mientras tú diriges una operación paralela?
El consumado cineasta Ridley Scott, ha superado las diversas exigencias que implican dirigir una gran producción internacional como Red de Mentiras con aparente facilidad. "Es un gran placer ver trabajar a un maestro como Ridley", dice Donald De Line. "Es intuitivo, colaborador y tiene una extraordinaria capacidad para ver el total de la película en su cabeza. Tiene más energía, resistencia y concentración que ninguno de los que le rodean, y además es capaz de sacar lo mejor de cada persona".

Scott, ex-diseñador de producción, dibuja sus propios guiones gráficos y proporciona bocetos a los jefes de los principales departamentos, con los detalles que él visualiza para un decorado, vestuario o efecto especial en concreto. "Es fácil trabajar con un director como Ridley, ya que es capaz de expresarse de forma muy vívida con sus dibujos", dice Arthur Max, diseñador de producción de Scott desde hace años.

El distintivo estilo de rodaje de Scott (utiliza una media de cuatro a ocho cámaras por montaje), le permite rodar escenas obteniendo una cobertura plena con tomas mínimas. "Me impresionó su capacidad para coordinar y rodar con tantas cámaras y desde varios ángulos a la vez", exclama DiCaprio. "Estás haciendo una escena con 20 explosiones de fondo, y hay una persona en un árbol a 800 metros de ti haciendo un primer plano de tu cara, y tú ni siquiera te enteras. Hay dos helicópteros a la espera para sobrevolar la escena, entonces Ridley coge el walkie-talkie y ahí los tienes. Y, mientras tanto, él está observando los diferentes monitores, cortando tomas en su cabeza a medida que rueda. Creo que tiene un canal conectado a los ojos del espectador. Por eso Ridley es tan bueno en lo que hace, porque ve la totalidad del conjunto".

Coordinar diversas cámaras grabando de forma simultánea también permite a Scott crear la clase de momento impresionante que aporta a su narrativa gráfica. "Me gusta moverme con rapidez, tan rápido como sea posible, porque entonces es cuando puedes sentirte realmente vivo", explica el director. "Mi trabajo es mantener a los actores ligeramente desequilibrados, ya que entonces se concentran y su actuación se percibe como algo espontáneo y lleno de energía".

"Me siento abrumado por su forma de rodar", dice Mark Strong. "Como actor, es fantástico, ya que no tienes que repetir una escena difícil una y otra vez, ni preocuparte por la continuidad, lo que te permite ser increíblemente rápido".

Ya que ésta es la cuarta película de Crowe con Scott, obviamente es el actor más familiarizado con el estilo de dirección de Scott. Pero aunque disfrutan claramente de su proceso colaborativo, Crowe señala: "La gente presupone que estamos de acuerdo en todo pero eso es ridículo. Solemos discrepar sobre un asunto cualquiera en un 70 por ciento de las ocasiones; pero con el tiempo hemos perfeccionado el arte de la discusión sin palabras y disfrutamos el proceso de la resolución de problemas".

"Lo que ocurre entre Ridley y yo es que yo le escucho, lo cual, en mi opinión, a veces llega a asustarle", continúa Crowe entre risas. "Pero lo aprecia porque suele decirme algo en un primer momento y después implicarse con el resto de detalles. Pero sabe que mantendré la integridad de su concepto original a medida que avancemos en la historia".

DiCaprio, que se auto-describe como "el chico nuevo", se adaptó rápidamente al enfoque cinematográfico de Scott y Crowe. "Se comunican con una especie de taquigrafía, saben cómo solucionar los problemas de forma inmediata. Yo mismo he adoptado esa clase de energía; es muy satisfactorio y estimulante trabajar con personas como ellos. Una vez has ensayado la escena y establecido el marco de lo que debería ser el resultado, Ridley enfoca todas las cámaras y es hora de comenzar. Por otra parte, Russell es intensamente real y muy actual", añade DiCaprio, que trabajó anteriormente con Crowe en el Western de 1995 Rápida y mortal. "Creo que es uno de los grandes actores de nuestro tiempo, así que ha sido un placer encontrarnos de nuevo. Rodamos juntos algunas escenas poderosamente dinámicas y muy combativas en esta película. Es fácil saborear esos momentos cuando tienes en frente a otro actor capaz de ajustarse a todo lo que haces y devolverte algo más. Es un torrente de adrenalina".

Cuando se rodó Rápida y mortal, DiCaprio era sólo un adolescente, y según palabras de Crowe, "Leo ha experimentado muchas cosas desde entonces. Me complace ver que detrás de todo su éxito sigue siendo el mismo chico. Nos hemos reído mucho".


Puedo hacer que parezca cualquier cosa. Hagamos que parezca todo a la vez
La autenticidad resultó crucial para la creación de los rodajes de los casi 100 emplazamientos diferentes, repartidos en casi una docena de países que entraron en escena durante la búsqueda de Ferris en su intento por capturar al escurridizo terrorista Al-Saleem. Debido a que no era posible rodar en cada uno de los países, se escogió Marruecos para sustituir la mayoría de los escenarios de la película.

"Conozco bien Marruecos; es la cuarta vez que ruedo en el Norte de África", explica Scott, que rodó Gladiator (El gladiador), Black Hawk derribado y El reino de los cielos en la ciudad de Rabat y el desértico pueblo de Ouarzazate. "Esta región ofrece increíbles posibilidades y cada vez encuentras algo nuevo. Además, me encanta el pueblo marroquí. Tienen artesanos increíblemente dotados que trabajaron con nosotros en esta película".

"Probablemente Ridley conoce esta parte del mundo mejor que cualquier director de la comunidad actual de Hollywood", comenta De Line. "Siente una gran afinidad por el lugar y sus gentes y en mi opinión, ha captado su sentimiento y su sabor de forma maravillosa".

Los diversos vecindarios de la región nos proporcionaron gran variedad de escenarios. "No construimos escenarios gigantes como solemos hacer en la mayoría de películas épicas, pero la escala que realizamos de las escenas en las calles sí resultó épica", afirma Arthur Max, cuyo departamento artístico construye escenarios dentro y alrededor de los emplazamientos ya existentes. "En cada emplazamiento intentamos realizar un escenario de 360 grados para que los actores dispusieran de un entorno en el que pudieran sumergirse por completo".

Scott, en estrecha colaboración con el director de fotografía Alexander Witt, puso en escena una frenética persecución en un atestado mercado, con ángulos de cámara que grababan a Ferris desde arriba como si le estuviese siguiendo el Sistema Predator.

"El Sistema Predator es una especie de ‘gran hermano’ que está siempre presente", dice Scott, que consiguió dicha perspectiva con una cámara de alta definición montada sobre un helicóptero que sobrevolaba la acción a más de 3.000 m de altura.

El equipo de Max tuvo que preparar los escenarios en un perímetro lo más amplio posible para que parecieran reales en estas detalladas tomas aéreas. También fue necesario neutralizar muchos de los vibrantes y coloridos paisajes de Marruecos con tonos más tierra. "Parte de mi trabajo consistía en eliminar el color de esos entornos, que tiende a ser muy ruidoso visualmente, para que el público no se distrajera", afirma Max.

El peligro de construir de forma precisa en emplazamientos existentes se volvió palpable cuando la decoradora de escenarios Sonja Klaus contrató a un paisajista para transformar una sección del Estadio Olímpico de Rabat en el elegante exterior de la Embajada de Estados Unidos en Jordania. Sin vallas para proteger los arbustos que plantó el paisajista, los vecinos del lugar permitieron a sus ovejas y cabras pastar libremente en el lugar durante horas. "A la mañana siguiente, cuando llegué allí para examinar los arbustos, tan sólo quedaban rastrojos", recuerda Klaus

A veces, el trabajo de Klaus era tan realista que el reparto no tenía ni idea de que estaban trabajando en un escenario fabricado. Para la confrontación crucial entre Ferris y Hani que tiene lugar en un gran vertedero, el equipo de Klaus preparó la inclinada y antes impecable colina con toneladas de basura "limpia". "Parecía tan auténtico que no tenía ni idea de que lo habían creado para la película", dice Strong.

"Marruecos es un lugar interesante y fue todo un desafío en términos de rodaje, pero disfruté mucho mi estancia allí", dice DiCaprio. "Me encantan sus gentes y su cultura. El mercado de Marrakesh es algo que todo el mundo debería ver al menos una vez en la vida, especialmente si son grandes viajeros. Es algo digno de ver".

Crear el vestuario para un gran reparto compuesto por todo tipo de personajes, así como vestir de forma precisa a aproximadamente 3.000 figurantes que representaban un amplio abanico de culturas, supuso un enorme desafío para la diseñadora de vestuario Janty Yates y su equipo. Además, "todo debía estar ajado hasta la enésima potencia y debía parecer viejo y maltratado", explica.

Yates diseñó el vestuario de Ferris para ayudar al agente a mimetizarse con cualquier cultura o situación en la que necesitara infiltrarse. "Leo es un gran colaborador", dice. "Se muestra muy interesado en todos los detalles y siempre que creamos un nuevo traje, él necesita conocer el escenario y qué ocurre anterior y posteriormente".

El vestuario para el obstinado jefazo de la CIA Ed Hoffman se ideó en el último momento. "Hoffman no se preocupa por su vestuario, sino por salvar el mundo", explica Yates.

Por el contrario, el vestuario del líder del Servicio de Inteligencia jordano Hani Salaam era de vital importancia para Ridley Scott. "Quería que Hani tuviese la elegancia extrema de un verdadero caballero", afirma el director.

Para crear los impecables trajes realizados a mano del personaje, Yates recurrió a Huntsman, una exclusiva firma de Saville Row y uno de los más elegantes sastres del mundo. Pero un traje hecho a medida de Huntsman tiene un proceso de fabricación de cuatro o cinco meses y Yates sólo disponía de tres semanas para equipar al actor Mark Strong antes de comenzar a rodar. En un alarde de astucia y generosidad, el gerente de ventas Johnny Allen asaltó la cámara acorazada de Huntsman y permitió a Yates examinar una colección de aproximadamente 20 trajes que nadie había reclamado. Sorprendentemente cuando Strong se probó los trajes "le quedaban como un guante", afirma Yates. "Era como si se los hubiesen hecho a medida".

"El tejido y el acabado eran extraordinarios", dice Strong de la artesanía de Huntsman. "Definitivamente, Hani es uno de los personajes mejor vestidos que he interpretado".

El vestuario de Aisha, la serena y radiante enfermera iraní que entabla amistad con Ferris durante sus operaciones secretas en Amman, se inspiró en la moda femenina contemporánea de Jordania. "Aunque siempre se cubren la cabeza y llevan camisas de manga larga y cuellos altos, la mujer jordana suele vestir vaqueros pitillo y tacones", observa Yates. "Queríamos crear ese modesto encanto para Aisha".


Reglas del día...
Para mantener el realismo según los deseos de Scott, la mayoría de los efectos especiales de la película se obtuvo prácticamente con la estrecha colaboración entre Scott y el supervisor de efectos especiales Paul Corbould. Cuando fue necesario, se magnificaron con mínimos gráficos por ordenador en el proceso de post-producción.

De igual modo, los especialistas y las secuencias de acción se organizaron cuidadosamente para resultar creíbles y, por supuesto, seguras en la medida de lo posible. "Ridley quiere que quede realista", dice el coordinador de especialistas G.A. Aguilar. "No acepta nada que parezca, dé la sensación de o huela a falsificación".

A excepción de eludir una gran explosión y dejar que una jauría de feroces perros le mordiera las piernas, DiCaprio hizo él mismo todas las escenas de los especialistas. "Había algunas secuencias de acción muy intensas y difíciles", explica. "Correr por Rabat con perros rabiosos corriendo detrás de mí, la pelea con el cuchillo...fueron muy complicadas de rodar, especialmente en medio del caluroso desierto. Pero Ridley está muy preparado para este tipo de escenas y te hace sentir tan cómodo que acaba siendo otro día más de trabajo".

"Es muy bueno con los temas físicos", dice Aguilar de DiCaprio, con quien también trabajó en Gangs of New York e Infiltrados. "Ensayábamos una secuencia y hacía los cambios que le parecían oportunos para su personaje. Es muy específico con las cosas que su personaje haría o no haría. Así que le dimos una base y él le dio sus propios retoques".

Mantener el realismo también implicaba que DiCaprio aprendiese árabe, incluyendo varios dialectos, lo que suponía un desafío incluso para un actor con demostradas dotes para adoptar diferentes acentos. "Es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer como actor", admite. "Mi profesor de dialecto, Sam Sako, resultó de inestimable ayuda. Dividió los diferentes dialectos y los ensayamos durante semanas antes del rodaje".

"Para una persona que no hable árabe es difícil aprender el idioma porque gran parte de los sonidos proceden de la garganta", explica Sako, nativo de Irak y veterano de Hollywood. "Los americanos hablan desde la boca, así que no están acostumbrados a utilizar esos músculos bucales. Fue un alumno estupendo".

A veces, Sako tenía que idear un diálogo para DiCaprio sobre la marcha, según indicaciones de Scott. "Le explicaba cómo decir algo y él tomaba notas. Dos minutos más tarde, estaban rodando y él lo hacía perfectamente. Su pronunciación era sorprendente".

Una de las escenas más exigentes a nivel físico y psicológico para el actor fue la secuencia del interrogatorio que se rodó durante dos días en las ruinas de una antigua fortaleza portuguesa. "Verdaderamente, me sumergí en la atmósfera de esa escena con meses de antelación", revela DiCaprio. "Te preparas a conciencia para ello e inviertes mucha concentración y energía en lo que tu personaje haría y diría en esa situación; es una situación físicamente agotadora y extenuante. Se vuelve tan real que tras el rodaje casi sientes como si tu cuerpo se apagase. Pero sin ese nivel de intensidad la película no tendría el mismo sentido de gravedad o autenticidad".

"Todos los actores se sumergieron en la película de forma sorprendente", afirma Ridley Scott. "Todo el reparto y el equipo se comprometió desde un principio con la película. No paramos desde la primera semana de producción, pero en mi opinión se rinde más de esta forma. Me gusta moverme deprisa, pero también creo que es importante divertirse porque hace que todo merezca la pena".