Adaptación cinematográfica del cómic de Francisco Ibáñez.
Dirigida por Miguel Bardem (La mujer más fea del mundo, Incautos, Noche de Reyes), basado en un guión de Carlos Martín, Juan V. Pozuelo y el propio Miguel Bardem. Eduard Soto (Buenafuente-TV, Tapas) da vida a Mortadelo y Pepe Viyuela vuelve a ponerse en la piel de Filemón.
Miguel Bardem (Director)
2007_ MORTADELO Y FILEMÓN
2004_ INCAUTOS
Nominada a la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga
2003_ NIÑAS DE HOJALATA
2001_ NOCHE DE REYES
2001_ SOBERANO, EL REY CANALLA_ Cortometraje
1999_ LA MUJER MÁS FEA DEL MUNDO
Méliès dArgent a la mejor película Europea en el festival de Fantasporto de 2000
Nominado al Goya en la categoría de mejor director novel en 1999
Ganador en el Festival de Cine Fantástico de Sitges en 1999
1996_ MÁS QUE AMOR, FRENESÍ
Nominado al Goya en la categoría de mejor director novel en 1996
1995_ LA MADRE
Ganador del Goya en la categoría de mejor cortometraje en 1995
Entrevista con Miguel Bardem
P: Descríbenos el proceso de creación hasta que arrancó la película.
R: El proceso ha sido muy largo, han pasado casi dos años desde que recibí la llamada telefónica proponiéndome si quería hacer la película y en todo este tiempo hemos hecho hasta 12 versiones del guión. Uno de los motivos es que el primer guión que hicimos era demasiado loco, como intentar meter cinco películas en una; algo que suponía un presupuesto desmesurado y prácticamente imposible. A esto tenemos que sumar que ha habido dos equipos de producción, problemas para cuadrar las fechas de los actores, etcétera. De todas maneras es normal. Hacer una película a partir de un comic de esta envergadura requiere mínimo dos años.
P: ¿Ha merecido la pena tanto esfuerzo?
R: Sí, mucho. Aunque ha sido un proceso muy duro. Del papel a lo que hemos hecho, no es que haya decrecido, sino que ha aumentado un 30 o 40 por ciento. Estoy muy satisfecho de la calidad estética de la película en general y el look que se ha conseguido es bastante bueno. Tiene muy poco que envidiar a cualquier otra película del otro lado del charco.
P: ¿Qué tal ha ido el rodaje? ¿Nos puedes contar alguna anécdota?
R: Lo más complicado del rodaje ha sido localizar la escena final. En principio la película acababa en una playa con mar. Por temas de presupuesto nos dimos cuenta de que trasladar a todo el equipo a la costa iba a aumentarlo mucho y me iba a imposibilitar poder dedicar ese dinero a otras ramas como son efectos digitales, o más tiempo para rodaje. Así que se decidió inventar el mar. Rodar en un lago y quitar las montañas de fondo. Pues bien, el caso es que este año no ha habido sequía, sino más agua de lo normal. Algo que va en contra de la peli, que trata precisamente de la sequía. Las lluvias provocaron en varias ocasiones la desaparición la playa en la que íbamos a rodar porque subía el nivel del agua de los pantanos. En total localizamos como 20 o 30 lagos. En uno llegamos incluso a montar el decorado y a limpiar todas las piedras y matojos de la arena y, justo cuando íbamos a rodar, empezó a llover y subió el nivel del agua. Estuvimos a punto de cambiar el final de la peli, pero en el último momento, el pantano de San Juan empezó a decrecer y nos dejo 14 metros de arena para poder rodar todo.
P: ¿Qué tal ha sido trabajar con Pepe Viyuela?
R: Para empezar, creo que el personaje de Filemón no puede ir separado de Pepe Viyuela. En este país, e incluso en el mundo entero, no existe otro actor que pueda hacerlo igual de bien ni que conozca tanto a Filemón como él. Lo que Pepe Viyuela le ha dado a Filemón y viceversa es indescriptible.
Además, como ser humano, Pepe, es un ser con corazón muy grande. Yo siempre he pensado que de alguna manera en un rodaje hay alguien sobre el que pivota todo (en el sentido espiritual), y en este caso ese alguien ha sido Pepe Viyuela. Era el alma de la película. Y como actor, estupendo y muy profesional. Siempre está en su sitio, concentrado e intentando sacar el máximo partido al personaje.
P: Uno de los cambios de la película es el nuevo Mortadelo, ¿por qué elegiste a Edu Soto?
R: El proceso de elegir Mortadelo fue el siguiente: No se llegó a un acuerdo con Benito Pocino para que repitiese y yo, totalmente destrozado, no sabía que hacer ni por donde tirar. Pero aparecieron mis chicas del casting, Eva Leira y Yolanda Serrano. Han hecho un trabajo increíble. Hicimos pruebas a varios candidatos que eran muy parecidos físicamente a Mortadelo pero que se ajustaban a mi idea de cómo era Mortadelo.
Un día, Eva y Yolanda me dijeron que me iban a hacer una propuesta. Yo creía que ya había visto a todos los posibles Mortadelos de España y, de repente, sonó el nombre de Edu Soto.
Creo que ha sido un descubrimiento para mí. Es lo más parecido a la idea que yo tenía de Mortadelo desde pequeño y la verdad es que estoy encantado porque ha dado mucho más de lo que yo esperaba. A lo que hay que sumar que con él nos lo hemos pasado genial. Siempre montaba algún show y todo el equipo se partía de risa.
P: ¿Cómo se hace para plasmar el Universo Ibáñez en una película?
R: No lo sé. De verdad. Es un mundo tan surrealista pero a la vez tan perfectamente ordenado dentro de ese caos que es muy complicado de plasmar. Ibáñez no pone un lápiz en la oreja de un personaje porque sí sino que ese lápiz tiene un significado.
A pesar de todo, darle forma a este universo ha sido una gozada. Sobre todo porque he contado con Antón Laguna, que es un director de arte maravilloso y ha sabido plasmar muy bien ese mundo. Todo partiendo de las viñetas. He intentado hacer una recopilación de los retazos del cómic que más divertidos me parecen desde que era pequeño. Los fans del comic seguro que reconocen muchas viñetas en la película.
P: ¿Crees que habrá una saga con otros personajes de Ibáñez?
R: No es que lo crea, es que yo firmo donde sea para que así sea; y no para que lo haga yo, sino para que más directores puedan poner su granito de arena en este mundo de Ibáñez. Espero que esta peli esté a la altura de las siguientes.
P: De manera breve, véndenos la peli.
R: Bueno, había un presidente que dijo que un café costaba 80 céntimos de euro; pues yo os digo a vosotros que por 7 eurillos de nada vais a poder pasar una hora y cuarenta minutos estupendos y divertidos.
Entrevista con Pepe Viyuela
P: ¿Qué te pareció el guión la primera vez que lo leíste?
R: Sentí que estaba leyendo un cómic más y me gustó mucho. Me pareció una historia muy clara que además tocaba un tema de actualidad y de interés mundial. Me pareció que era un guión más centrado en las historias de Ibáñez. Hay muchas escenas que son fácilmente reconocibles en los tebeos y son prácticamente un calco de las viñetas.
P: ¿Qué tal ha ido el rodaje? Cuéntanos lo mejor y lo peor.
R: Lo mejor ha sido que cada día ha sido una sorpresa, ha sido una fiesta. Siempre había buen humor y tanto a Edu como a mi se nos daba la posibilidad de jugar, y de darle a las secuencias un tono muy nuestro, sin olvidarnos nunca de los personajes, pero siempre desde Eduardo y desde Pepe. Hemos tenido la posibilidad de crear muchas cosas porque se nos ha dado mucha libertad. Y lo peor, que ha sido muy cansado y muy largo. Es un rodaje con muchas complicaciones técnicas y con algunos planos muy áridos en los que tienes que estar muy pendiente de lo que después será la post-producción. Al final hemos terminado todos muy cansados. Contentos, pero cansados.
P: ¿Nos puedes contar alguna anécdota?
R: Cuando me colgaron de la grúa de 20 metros. No es que tenga especial amor al riesgo pero me gusta experimentar y ponerme al servicio de la película. Además a Miguel le era más sencillo que yo realizara el plano, así que, lo hice yo. Lo cierto es que quizá pasé más miedo antes de hacerlo que en el momento en el que lo estaba haciendo. Porque, aunque me sentía totalmente vulnerable, estaba en manos del equipo de especialistas que me explicaba todo lo que debía hacer. Tuve que hacer un magnífico ejercicio de confianza porque de ellos dependía todo, hasta mi vida. Fue una experiencia muy bonita.
P: ¿Cómo ha sido trabajar a las órdenes de Miguel Bardem?
R: Muy bien. Miguel es una persona que te posibilita que tú aportes continuamente cosas. Y no solamente te lo posibilita sino que te lo exige. Las secuencias no están nunca cerradas. Siempre que se te ocurre una idea el está abierto a que se la digas y, si encaja con las posibilidades técnicas, te permite incluirla. Ha sido muy cómodo y lo mejor que se puede decir es que me gustaría seguir trabajado con él, que ésta no fuera la última vez.
P: ¿Cómo ha sido tu relación con Eduard Soto durante el rodaje?
R: Con Eduardo hubo un flechazo muy positivo desde el primer día. Lo que puedo decir de él es que, a parte de un compañero de trabajo excepcional, he encontrado un amigo. He encontrado una persona con la que me he comunicado muy bien, tanto profesionalmente como humanamente, y estoy seguro de que vamos a seguir manteniendo muy buena relación de por vida. Ha sido un encuentro muy grato.
P: ¿Qué destacarías como actor de Eduard Soto?
R: Es una persona muy camaleónica, con muchos registros. Tiene una capacidad enorme para interpretar personajes distintos. Es muy creativo, un torbellino de ocurrencias. Es muy fácil trabajar con él, incluso diría que hace tu trabajo porque está dándote tantas cosas que sólo tienes que ponerte al servicio de lo que te está ofreciendo.
P: Te han pegado mucho en esta película
¿Los guionistas te tienen manía, o es cosa de Ibáñez?
R: De Ibáñez claro. Si vas al tebeo te das cuenta de que los dos personajes están cobrando viñeta sí y viñeta también, y generalmente es Filemón el más proclive a ello. Se las lleva todas. Algo que creo que está muy bien porque de alguna manera, él representa dentro de la pareja el arrogante, el presumido, el que se cree más listo. Esta bien que los jefes se lleven las tortas, aunque sea en la ficción. A parte, a mi me gusta mucho recibir golpes. Yo siempre he envidiado a los dibujos animados que pueden hacer cualquier cosa. Entonces, no es que yo haya intervenido en los guionistas para decirles que metieran más porrazos, sino que ellos, sabiendo que lo iba ha hacer yo, decidieron poner todos estos golpes que para mi son regalos.
P: ¿Cómo es Filemón?
R: Filemón es un perdedor, pero con una capacidad de recuperación increíble. Quizá no sea capaz de darse cuenta de sus limitaciones, o no quiera hacerlo, y precisamente eso es lo que le hace encantador. Se cree guapísimo, inteligente, sagaz y capaz de cualquier hazaña, pero es torpe, feo y no da una. En el fondo es un payaso y por eso llega tanto a la gente. Pero lo bueno de Filemón es que sabe convivir con el fracaso y no se rinde nunca. Siempre pasa al siguiente problema con las mismas ganas con las que empezó la mañana, con una capacidad para sobreponerse que ya quisiéramos nosotros.
Interpretar a Filemón ha sido cumplir un sueño que nunca tuve porque jamás se me ocurrió que pudiese llegar a hacerlo algún día. Me siento muy afortunado.
P: De manera breve, véndenos la peli.
R: Esta película hay que verla, porque, quien ha visto la primera, sabe que merece la pena, pero quien no haya visto la primera, creo que va encontrar algo todavía mejor. Sabíamos que teníamos el listón muy alto y que teníamos que llegar, por lo menos hasta ahí. Es una película llena de ganas de gustar. Empezando por el propio Ibáñez que está contento, y terminando por el último mono, que soy yo, hemos puesto todo nuestro entusiasmo y profesionalidad. Sólo falta que los espectadores nos den ánimo para que pueda hacerse una tercera, y que se sigua llevando muy alta la bandera del cine español.
Entrevista con Eduard Soto
P: ¿Cómo llegaste a formar parte del reparto de la peli?
R: Por Eva Leira, la directora de Casting. Al principio me choca mucho. No se que contestar porque estoy inmerso en Buenafuente tres días a la semana, y en principio no tenía mucho tiempo para hacer otras cosas. Pero la verdad es que Eva fue muy insistente y también Miguel Bardem que me llamó con muchas ganas de que yo hiciera el papel. Un poco más tarde entra A3 en la coproducción de la película, y como mi problema principal era de tiempo, decido dejarlo en sus manos. Yo la quería hacer pero dependía de que se arreglaran con las fechas. Al final, se pusieron de acuerdo y todo se coordinó para que yo pudiera estar aquí.
P: ¿Qué te pareció el guión la primera vez que lo leíste?
R: La verdad es que yo creo que el guión de Mortadelo y Filemón leído es un poco difícil de imaginar, porque hay muchos efectos y acotaciones que no son propiamente de la lectura. Para mí, la primera lectura fue un ejercicio de imaginación. Pero pensé que una vez en el rodaje, cuando estuviera todo preparado, seguro sería otra historia. Además gracias a mi conversación con Miguel entendí un poquito más el proyecto.
P: ¿Qué tal ha ido el rodaje? Cuéntanos lo mejor y lo peor.
R: Sin duda alguna, lo mejor del rodaje es el equipo humano. Pero, por otra parte, es una peli muy larga, interminable. Tres meses creo que es algo inhóspito en el cine español y se hace muy duro estar tanto tiempo madrugando y además, en mi caso, teniéndolo que combinar con Buenafuente.
P: ¿Nos puedes contar alguna anécdota?
R: Me quedo con la película que hemos creado fuera de las cámaras. Ha habido momentos tremendos de guasa un poco a la desesperada, de decir, o hago esto o me caigo al suelo en redondo. Al final, con Pepe y otros miembros del equipo hemos hecho una película paralela a Mortadelo y Filemón que se podría llamar Estos están colgados. Incluso recuerdo momentos de gente aplaudiendo como si estuviésemos haciendo una representación. Había hasta espectadores. Eso es lo que a mí me motivaba a mantener ese aspecto gamberro y cómico de la película.
P: Cuéntanos cómo ha sido la experiencia de caracterizarte.
R: Mi principal problema nace cuando me dicen que me tengo que afeitar la cabeza. Yo nunca lo había hecho, y además notaba como mi densidad capilar iba disminuyendo. Recuerdo que le dije a Miguel que ya que me tenía que rapar que lo hiciéramos en Buenafuente para hacer un gag. Así que mi rapada es en directo, en A3, y recuerdo verme tal cara de susto que incluso llegué a pensar en no hacer la película. A partir de ahí nace una relación de amor y odio con Patricia que es la chica que me ha afeitado durante tres meses la cabeza a diario. Ahora mismo no sabría verme con pelo.
En cuanto a las gafas, al principio también fue un estado de sock porque tienen un aumento de 12 dioptrías y media, y tenía que ponerme unas lentillas que las contrarrestasen. El primer día fue un auténtico pelotazo. Estuve pensando incluso ponérmelas para salir de marcha.
P: ¿Cómo ha sido trabajar a las órdenes de Miguel Bardem?
R: La verdad es que yo sin saber mucho sobre él porque no le conocía personalmente, fui un poco atrevido o sincero, según se mire, y le expliqué como era mi forma de trabajar. Le conté que a mí me gustaba trabajar con cierta libertad, y más en una película de humor. Los gags nacen en el papel pero evolucionan mucho más en el plató o en el decorado. Le propuse que Mortadelo no se quedase en una idea que te nace delante del ordenador, sino que pudiéramos trabajar juntos y yo le pudiera hacer propuestas, que luego él utilizaría o no. Y en ese sentido nos entendimos muy bien, yo me aproveché de él y el se aprovechó de mi. Me ha aceptado muchísimas propuestas y en otras ocasiones ha sabido controlarme. En definitiva, ha sido una relación de escucha y respeto en todas las ocasiones.
P: ¿Cómo ha sido tu relación con Pepe Viyuela durante el rodaje?
R:Ha habido un triángulo que podríamos llamar: Pepe Viyuela, Eduardo Soto y Miguel Barden; los dos hijos y el padre. Miguel como padre, con la misión de controlar nuestras locuras y Pepe y yo como hijos. Con Pepe he gozado como un niño, de hecho, he encontrado al otro niño que me faltaba. Éramos dos gamberros dispuestos a pasar todas estas horas tan duras de espera para que esté todo listo. Cuando más desanimado estaba, él estaba allí con sus tonterías y su comprensión. Le he ofrecido un trabajo que sea venir conmigo a todos lados a gastos pagados, porque es muy cómodo vivir al lado de una persona que vive para ser feliz. Soy un ferviente seguidor de Pepe Viyuela.
P: ¿Qué destacarías como actor de Pepe Viyuela?
R: Me ha sorprendido mucho su verdad como actor. En una secuencia puede estar diciendo una tontería muy grande, pero detrás hay una persona que sabe lo que está haciendo y está siendo coherente en su cabeza. No lo hace porque sí y eso hace que funcione. Por otro lado, me ha fascinado que con la diferencia de edad que hay entre nosotros haya habido una relación muy actual. Es un todo terreno que absorbe de todo y de todos.
P: ¿Eras lector de "Mortadelo y Filemón"?
R: Mi hermano era el que se leía los tebeos, yo era el que se veía los dibujos. Siempre digo lo mismo pero es que yo aprendí a leer muy tarde. Por eso, yo me fijaba en todas las viñetas y en todos los detalles y mi hermano era después el que me explicaba la historia.
P: ¿Cómo se convierte un personaje de cómic en otro de carne y hueso?
R: Cuando estábamos ensayando, recuerdo que Pepe dijo una cosa, para mí muy acertada. Dijo que nos imaginásemos que Mortadelo y Filemón no era un cómic sino lo que íbamos a hacer nosotros, y que a raíz de esto, se hubiera hecho el cómic. Creo que está muy bien pensar así porque en los comics está muy clara la relación entre Mortadelo y Filemón y sus personalidades, pero no tienen voz ni gestualidad y no sabemos cómo se mueven. Por eso, para crear el personaje, creo que lo mejor es olvidarse de todas las referencias anteriores y hacer una propuesta que luego el director ordenará según su criterio.
P: Háblanos de tu personaje. ¿Cómo es el Mortadelo que has creado?
R: Principalmente me he basado en que es un poco niño. Es una persona con cuerpo de hombre, con metro noventa de alto, rostro duro e incluso con una vestimenta elegante, pero con cerebro de niño. Mientras que Filemón quiere resolver un problema para dar con la Máquina del Tiempo, Mortadelo está escupiendo por una ventana para ver si le da a alguien. Reacciones de niño. Y para eso me he basado en muchas cosas de las que yo hacía de pequeño.
P: ¿Cuánto de Mortadelo hay en Edu Soto, y viceversa?
R: Yo siempre utilizo el mismo ejemplo para definir los personajes que hago y es que yo, por muy alejado que esté del personaje, siempre intento acercármelo lo máximo posible. Yo soy un Edu responsable, un Edu loco, un Edu triste, un Edu alegre, y lo que hago es ecualizar todos esos Edus para encontrar el personaje. Por ejemplo para Mortadelo he subido mi inconsciencia, mi gamberrismo, y he bajado mi responsabilidad.
P: ¿Qué supone para ti hacer un protagonista de este calibre?
R: Creo que hay una relación directa entre ser actor y ser masoquista y, cuanto más responsabilidad te hechas a la espalda y más grande es el reto, más te implica, más te llena y más esfuerzo le pones. Para mí, hacer un Mortadelo, teniendo además una referencia anterior y sabiendo que la gente te va a comparar o que va ser complicado que se olviden de que has hecho otro personaje en la televisión, es algo que me pone. Me gusta la dificultad. Además, ser Mortadelo tiene todo lo bueno y todo lo malo de un protagonista. Por un lado, todo el mundo está volcado en ti y en que tú puedas hacer bien tu trabajo, pero por otro, sales en todos los planos y no puedes ir ni al lavabo.
P: De manera breve, véndenos la peli
R: Yo creo que Mortadelo y Filemón es una nueva sorpresa. Creo que hay que verla sobre todo porque no se queda en el cómic sino que va más allá y hay un esfuerzo para hacer una historia que sorprenda y aporte cosas nuevas. No se queda en el tópico sino que hemos intentado, con el permiso del maestro Ibáñez, hacer algo especial.