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  The International  (Dinero en la sombra)
  Dirigida por Tom Tykwer
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Una película de Tom Tykwer. Los protagonistas del film son Clive Owen, Naomi Watts, Armin Mueller-Stahl y Brian F. O'Byrne. Dirigida por Tom Tykwer. Producida por Charles Roven, Richard Suckle y Lloyd Phillips. Los productores ejecutivos son Alan G. Glazer y Ryan Kavanaugh. Director de Fotografia es Frank Griebe. La dirección artística corre a cargo de Uli Hanish. El montaje esta realizado por Mathilde Bonnefoy. El diseño de vestuario es de Ngila Dickson. La música esta compuesta por Tom Tykwer, Jonhy Klimek y Reinhold Heil.


Acerca de la película
"The International: dinero en la sombra trata de dos personas que intentan vencer a fuerzas mucho más grandes que ellos" dice el productor Charles Roven. "Nosotros somos títeres dentro del mundo de las grandes empresas y nuestros destinos están siendo arrastrados y empujados según sus planes. Pero la película nos muestra que no importa lo insignificantes que nos podamos sentir, nosotros individualmente podemos marcar la diferencia.

En el film, el Agente de la Interpol Louis Salinger (Clive Owen) y la Ayudante del Fiscal del Distrito Eleanor Whitman (Naomi Watts) están decididos a llevar ante la justicia a uno de los bancos más poderosos del mundo: un banco internacional con tentáculos financieros y políticos que incluso llegan hasta los gobiernos de todo el mundo.

Aunque su tarea parece imposible, ellos están dispuestos a desmantelar el banco, el cual ha demostrado que no se parará ante nada, incluso asesinando, para conseguir sus propios intereses.

Si la historia parece sacada de los titulares de las noticias, dice el director Tom Tykwer, es porque éstos han demostrado que los bancos controlan todos los aspectos de nuestras vidas. "El caos en el cual estamos ahora, comenzó cuando los bancos se aprovecharon de la gente y nos animaron a vivir de la manera que ellos querían que lo hiciéramos. Las decisiones de los bancos tuvieron consecuencias de gran repercusión, nuestras casas están en riesgo, nuestros trabajos están en riesgo, y últimamente hasta nuestra calidad de vida. Los negocios a nivel mundial se han desarrollado dentro de un imperio con ejecutivos de empresas líderes, para quienes el público no importaba, ejerciendo una enorme influencia sobre políticos, la economía, nuestra vida cotidiana, es decir, todo"

Y aunque The International: dinero en la sombra, es un trabajo de ficción que llega a convertirse apropiadamente en una película de suspense, Tykwer dice que el tema central sigue siendo el mismo. "En el centro hay dos personas corrientes, personas como tú y como yo, luchando contra una empresa con sangre fría que parece imparable. Creo que cualquiera puede sentirse identificado con su lucha"

Este interés en explorar el heroísmo de las personas individualmente contra fuerzas todopoderosas y aplastantes, se ha convertido en una constante de Tykwer. "Salinger no sólo lucha para destapar los crímenes del banco, sino que es también una batalla ideológica", explica el director. "Los ejecutivos regulan el mundo como un negocio, no como un lugar en el cual los humanos viven y todo tiene sentido. Ellos son en primer lugar pragmáticos y Salinger no quiere saber nada de su visión del mundo."

La primera vez que Tykwer leyó el guión, le atrapó una escena clave: la historia del héroe, donde Louis Salinger, se encuentra al asesino del banco por casualidad en una calle de Manhattan y una pista poco prometedora se convierte en un cambio trascendental para el caso. La tensión de esta escena, cuando Salinger y sus compañeros siguen al asesino, llega a su momento culmen en el Museo Guggenheim. "Esta escena me dejó una impresión imborrable y me pareció un gran momento de la película", Tywker recalca.

"Como los sucesos en el Museo Guggenheim se desarrollaron justo después, ahí empecé a creer que ésta se podría convertir en una interesante película. Las ultimas 40 paginas del guión, me lo confirmaron ".

"Creo que Tom es un visionario autentico" opina Owen. "Tiene un fantástico sentido para el cine y una humanidad que refleja en todos su trabajos. "El Perfume: historia de un asesino", "Corre, Lola, Corre", "En el cielo", son estilísticamente muy interesantes, modernistas, y distintas, con personajes muy fuertes. Pero, además, su sentido de la compasión y comprensión de la condición humana es una importante dimensión para su trabajo".

"Tom tenía una visión muy especifica para lo que buscaba", dice Roven. "Pero él es también un gran colaborador. Comprende el papel de todo el mundo, y lleva un gran equipo que ha estado trabajando con él, desde el principio de su carrera como director. Es una de las mejores personas con las que he trabajado, no sólo en relación a la hora de montar una película, sino como lo ejecuta. Consigue increíbles actuaciones, él no sólo se limita a seguir el guión, lo realza en cada escena.

"Es responsable del nivel de entusiasmo de todas las reuniones desde que le conozco, hace ya varios años" comenta el productor Richard Suckle. "Tiene una tremenda energía y simplemente ama hacer películas. El es el director de cine con el que realmente te apetece recorrer el largo viaje que precisa una película".

Aunque es un trabajo de ficción, The International: dinero en la sombra se inspiró en los hechos reales de la caída del Banco Internacional de Crédito y Comercio. Fundado en Karachi, Paquistán en los años 70 por Agha Hasan Abedi, el banco internacional rápidamente se implicó en la mayor operación de dinero de la historia. Además de servicios financieros, el banco se pasó rápidamente al negocio de tráfico de armas, ejército de mercenarios, inteligencia y apoyo al terrorismo. Los legisladores en el Reino Unido y USA finalmente descubrieron estos tratos en 1991 cuando el banco fue a la bancarrota.

Erin Warren Singer, el guionista, dice que el escándalo del BCCI fue "el mayor delito cometido por una empresa en toda la historia". Al cabo de unos años, desembocando en la actual crisis financiera, hemos visto una escalada de codicia empresarial sin precedentes, pero lo que me fascinó del BCCI fue que era algo más que codicia, ellos eran el banco para quienes trabajaban en todas las latitudes de este mundo, oficinas de inteligencia, traficantes de droga, crimen organizado y tiranos del tercer mundo, saqueando sus propios países".

El BCCI era un banco que podía proveer a sus clientes de una amplia gama de servicios. Podían trasladar su dinero a cualquier parte del mundo sin dejar rastro, llegando incluso a tener que asesinar o cualquier otra cosa para ello. El BCCI era un banco en el se podía confiar. Eran capaces de operar sin impunidad porque además de las organizaciones terroristas y crimen organizado, los gobiernos, incluido el nuestro, también necesitaron de sus servicios. Aunque el BCCI cerró en los 90, hay actualmente bancos que están involucrados en los mismos tipos de negocios, blanqueando dinero, promoviendo y fomentando conflictos con el fin de beneficiarse de las deudas que ellos mismos crearon. El banco en nuestro film es la versión del BCCI en el siglo XXI y como tal, está mucho más sofisticado y es más destructivo que en el pasado. El BCCI de hoy ha aprendido de los errores anteriores y ha creado organizaciones, cuyas estructuras son tan complicadas que por medio de canales bizantinos es casi imposible que las autoridades puedan seguirle la pista y condenarle por sus actividades ilegales.

Aunque el BCCI le dio la idea, Singer comenta que hacer una película de ficción en el momento actual podía estar en sintonía con el público, viendo en las noticias las sombras que hay en cada escándalo. "Aunque esta cinta fue alentada por sucesos del pasado, fue importante para todos saber que sería relevante en el presente, y desgraciadamente, no creo que nadie pueda discutir el sorprendente paralelismo actual. En ese momento, la operación fraudulenta (Esquema Ponzi) del BCCI se convirtió en la mayor de toda la historia, ni siquiera comparable con el actual escándalo Madoff. El BCCI fue uno de los primeros bancos internacionales que buscó agresivamente la práctica de alto interés en los préstamos", comenta, "y ahora el sistema financiero mundial está experimentando su peor crisis desde La Gran Depresión, como resultado de esos altos intereses y la manipulación sin escrúpulos de las deudas. La misma política de préstamos de las tarjetas de crédito y de las compañías hipotecarias para endeudar a la sociedad del primer mundo, se utiliza para dominar a países enteros del tercer mundo."

Además, comenta Tykwer, la licencia poética permitió a los directores de cine libertad para crear un thriller. "No quisimos esconder el thriller detrás de una cortina de hechos y elementos, para probar lo cerca que estaban respecto a los actuales acontecimientos".

Singer añade, "siempre tuvimos claro que queríamos que la película tuviera el motor de un thriller con la esencia de los 70. Intentamos que guardara el equilibrio entre un film que tuviera el peso suficiente para que pareciera descubrir un escándalo de corrupción, pero que tuviera la velocidad y la tensión visceral de un thriller clásico paranoico".

The International: dinero en la sombra, requería tener que rodar internacionalmente en cuatro países, a través de dos continentes, esto era algo irresistible para el equipo de filmación. El productor Lloyd Phillips, un veterano de producciones como Amar peligrosamente o 12 Monos, comenta, "el rodaje como otras muchas cosas, se ha hecho mucho más global. Hay estudios de rodaje en Rusia para Rusia, en China para China, o en la India para la India. Me encanta hacer películas en diferentes países del mundo porque el equipo de rodaje mejora y mejora. Rodar en muchos países como hicimos en The International: dinero en la sombra requirió de una cuidadosa planificación, pero el resultado ha sido ampliamente gratificante.


Reparto de la película
Tom Tykwer y los productores tenían a Clive Owen en mente para el papel de Salinger desde el principio, pero fue la elogiada actuación de Owen en Hijos de los Hombres lo que cimentó la idea de lo que tenía el director en su cabeza. "Cuando vi Hijos de los Hombres, sabía que había encontrado a nuestro hombre, dice Tykwer. "Es bien parecido pero infundía cierto hastío, lo que daba a este personaje un aspecto solitario y rudo, combinado con una sensibilidad que también quería ver en Salinger".

"El contraste entre los valores de Salinger y esta red criminal a la que se oponía, tenia que ser claramente retratada" comenta Tykwer. "Salinger lucha para estar en los límites de la ley cuando parece que la ley es un arma inútil o un impedimento para la justicia. Así que, sus tácticas pueden muchas veces exceder de su autoridad, pero al final del día, él es un agente de la ley, operando al filo de la navaja entre su consciencia y sus limitaciones profesionales. Esta lucha añade realismo y complejidad a su personaje"

Owen se reunió con Tykwer tomando un cafe durante el periodo de pre- producción de la película. Juntos compartieron una visión similar del personaje y también descubrieron que serían compatibles. "Clive es extremadamente meticuloso pero muy divertido. Nuestro encuentro me demostró que la producción sería buena. Fue fenomenal. Con él puedes estar extremadamente concentrado pero nunca falta el humor y la diversión en el trabajo. Un extraño placer".

"Salinger es un personaje poco convencional", comenta Owen. "No es hábil, no es un policía "cool", persiguiendo la caída del banco. Es volátil, apasionado, comprometido, incluso exaltado y un obsesionado agente de la Interpol, intentando hacer ver a otros lo que ve que el banco está haciendo".

Igualmente decidida, pero más equilibrada en su investigación, Eleanor Whitman vigila la espalda de Salinger y le tiene a raya cuando es necesario. Ella lidera la investigación y hay una resistencia y una energía en su personaje. "Es el segundo protagonista quien se encarga de mantener la balanza en equilibrio" explica el director. "Aunque hay una lucha entre Salinger y Whitman, su energía y poder emocional le calma y controla, dándole mayor claridad".

Salinger y Whitman tienen el mismo sistema de valores y cada uno eligió unirse a la profesión legal para intentar dar un cambio positivo. Pero si Salinger camina entre lo legal y lo que no lo es, Whitman esta decidida a hacer que las personas se rijan por las reglas.

"Ella no es una fría mujer con estudios, sino una mujer de verdad que intenta controlar su caótica vida familiar y su carrera," comenta Watts. "Mi personaje está bajo control y tiene una gran integridad. Se mueve en un mundo de hombres, así que ese es su juego".

Aunque encontró el papel interesante, Watts no estaba muy convencida de trabajar inmediatamente tras dar a luz a su primer hijo. El director tuvo que usar todos sus poderes de persuasión para convencerla y que lo aceptara.

"Realmente tuve que persuadirla" admite Tykwer "no porque no quisiera hacer la película, sino porque daba a luz justo antes de nuestro rodaje. Tuve que convencerla porque creía que era perfecta para el personaje".

Los directores tuvieron que trasladar sus escenas al final del calendario para que tuviera tiempo para estar en casa. Se unió a la producción en Berlín, dos meses después de que el rodaje de producción empezara y Watts hizo malabarismos para adaptar las necesidades del niño con las rigurosas exigencias de una película. Es un ejemplo de la vida real de una mujer, a la hora de hacer equilibrio entre su carrera y su familia. Watts ofreció al director una información de primera mano para el personaje de Whitman.

La química entre Owen y Watts fue palpable desde el comienzo. "No fue una sorpresa para mí. Se compenetraron fácil y enérgicamente", comenta Tykwer. "Fue un sueño hecho realidad: Clive y Naomi, a los que consideré dos de los actores de su generación más interesantes del momento, trabajando juntos por primera vez y ambos queriendo estar involucrados, en el desarrollo de la historia y de la metodología de los personajes. Me sentí afortunado"

"Clives es simplemente brillante" comenta Watts. "Es increíblemente apuesto, pero nunca he visto un actor menos vanidoso. Tiene sentido del humor, una persona nada complicada y divertida a la hora de trabajar con él".

Watts dice que no solo aceptó el papel por la oportunidad de poder trabajar con Owen y Tykwer, sino porque el proyecto era gratificante. "Es inteligente y ágil, con diversas localizaciones y culturas, y unos increíbles valores de producción" recalca. "Pero lo que realmente me gusta de la película, es que parece muy actual y un reflejo de este momento".

El jefe del banco a quien Salinger y Whitman persiguen tan obstinadamente es Jonas Skarssen, interpretado por el actor danés Ulrich Thomsen. Skarssen ha ascendido hasta lo más alto de su juego, para dirigir una amplia organización bancaria con unos pocos socios cercanos.

Insensible ante la inmoralidad de sus actos, este grupo de élite de magos financieros mueve el dinero, a la gente y a los gobiernos a su antojo desde su moderna sala de juntas en el BBCI, planificando su próximo movimiento de ajedrez.

"No son las enigmáticas empresas negreras que había antes," comenta Tykwer. "Se dejan ver cuando les conviene, pero son bastante normales, vecinos ricos bien educados que cualquiera puede encontrarse".

"Su punto de vista es que él no creó el sistema, el sistema le creó a él y le necesita", el productor Richard Suckle expone. "Para él, la guerra y el dinero son solo negocios, cree que si él no lo hace, otro lo hará".

Para Skarssen, es todo un juego, el dinero crea deuda, y la deuda crea influencia. "El no está para regular el mundo", describe el director. "Meramente quiere expandir su influencia para ver hasta donde puede llegar sin ser parado".

Wilhem Wexler pertenece a otra generación y es un solitario entre el equipo de confianza de Skarssen. Un antiguo agente de la Stazi procedente de la Alemania del Este, es más difícil que sus compañeros del banco y difícil de predecir.

"Es un despiadado asesino, organiza asesinatos, y francamente, es un monstruo", dice Tykwer. "Pero al mismo tiempo, es el más fascinante monstruo de la película porque hay mucho que nos gusta, e incluso simpatizamos con él".

El actor Armin Mueller-Stahl envuelve este personaje misterioso. "Creo que el secreto, y uno de las cosas más importantes en las películas, es no abrir la puerta de un personaje tan fácilmente", la estrella nominada a los Oscar por Shine sugiere. "Un monstruo es profundo por dentro y nunca puedes contar si es un buen o mal chico".

Las raíces de su personaje son demasiado familiares para el actor, quien vivió en el este de Berlín durante años. Un hombre del Renacimiento a quien el mundo principalmente conoce a través de sus películas, Mueller-Stahl es a menudo concertista de piano, también escribe, pinta, dirige y dibuja.

El director tenía claro que Mueller-Stahl era una de sus estrellas del reparto porque aportaba algo de seriedad al papel, como si fuera alguien en el que confías y crees intrínsecamente. Como con Skarssen, el director no buscó describir a Wexter como un villano, simplemente como una persona real a quien el público podría fácilmente situar en el mundo actual.

"Es un film de nuestro tiempo, acerca de armas, poder y dinero", asegura Mueller-Stahl. "Quizás no podemos mejorar el mundo haciendo películas, pero por lo menos deberíamos intentarlo".

Brian F. O'Byrne remata el reparto como el misterioso asesino de la película. Llamado El Asesor, trabaja sólo, en el anonimato y psíquicamente mediocre. El personaje de O'Byrne guarda un equilibrio entre alguien que llama poco la atención, pero que a la vez resulta inolvidable.

"No se revela nada acerca de él", explica O'Byrne. "Nunca ves donde vive, por ejemplo, solo existe en el mundo de las tinieblas. "Es como una sombra y un magnifico y competente francotirador"

"Quisimos que fuera un tipo invisible que estuviera mezclado en su entorno", dice Tykwer. "Alguien que no se hiciera notar, pero que fuera amenazante y dejara una profunda impresión. Es un enigma durante toda la película".


Sobre la producción
Para contar la historia de The International: dinero en la sombra, los directores necesitarían un equipo que fuera verdaderamente internacional, con expertos de todas partes del mundo. Quien se unió al equipo de producción junto a Charles Roven y Richard Suckle fue el productor Lloyd Phillips, que tiene amplia experiencia en un gran ámbito de localizaciones y rodajes logísticamente complejos.

Phillips proveyó de un incalculable apoyo cuando Suckle y Roven trasladaron toda la producción a Estambul, Berlín, Lyon, Milán y New York.

Además, Tom Tykwer ha trabajado con el mismo grupo de colaboradores creativos durante años y reagrupó a este mismo equipo para The International: dinero en la sombra.

Entre ellos esta el director de fotografía Frank Griebe, que ha rodado cada una de las películas de Tykwer; el director artístico es Uli Hanisch y la directora de montaje es Mathilde Bonnefoy.

La ganadora del Oscar® como diseño de vestuario, Ngila Dickson, afincada en Nueva Zelanda, fue un nuevo fichaje para el cuarteto europeo.

La película se rodó principalmente en lugares de dentro y fuera de Berlín que deliberadamente representaban la arquitectura de la moderna capital, en vez de su otra cara más desgastada. El tiroteo en el Guggenheim fue filmado en un escenario cerca de los Estudios Babelsberg, donde el interior del museo de Nueva York diseñado por el famoso Frank Lloyd Wright fue laboriosamente reproducido. Una semana de exteriores en Estambul dio comienzo al calendario de producción del rodaje para el final de la película; un día en Lyon estableció a Louis Salinger en el Cuartel General de la actual Interpol; tres semanas de escenas en el exterior de Milán llevó a Salinger y a Whitman a esta ciudad a mitad de la investigación. La semana final tuvo lugar en New York donde los directores eligieron mostrar el lado natural de la ciudad, proporcionando un contraste con Berlín.

La arquitectura ocupa un lugar destacado en The International: dinero en la sombra, a través de la cual, el viejo y el nuevo mundo son representados. En un ultra moderno paisaje es donde está el banco de Berlín, donde el cristal y las estructuras de hormigón simbolizan la contradicción entre la transparencia y la impenetrabilidad del mundo financiero. Los puentes en Milán, el antiguo y el nuevo mundo, combinan la arquitectura clásica y moderna y un más viejo, más tangible entorno es representado en New York. Para el final, Estambul es el contraste entre lo tradicional y lo moderno en sentido físico y moral.

Con Salinger centrado en su persecución, el telón de fondo se mueve desde un altamente estilizado modernismo hasta el anticuado clasicismo.

"Con Frank Griebe y Uli Hanisch, desarrollamos un concepto del color para describir cada ciudad individualmente con una particular representación, al mismo tiempo, haciendo que todo combinara como un mismo mundo", comenta Tykwer.

Todos los directores compartían la creencia que el género del suspense es uno de los que el público aprecia mucho, que demanda autenticidad. "Sentimos que era importante rodar en estos diferentes lugares para hacerlo sentir autentico, no solo de manera llamativa, sino que fuera natural a la historia, añade el productor Suckle.

Intentando atender esta petición, las localizaciones en todas estas ciudades fueron seleccionadas de manera que quedara bien el estilo visual del film, guardando sentido dentro de un mundo real. Las decisiones fueron tomadas para evitar hacer trampas, recreando una calle de Berlín en una calle de New York, así que la película fue rodada principalmente en los lugares verdaderos de todas estas ciudades.