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  Movida bajo el mar  (Shark Bait)
  Dirigida por Howard E. Baker, Jonh Fox
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La historia
Una de las motivaciones para realizar la película, según Scott Clevenger, guionista de Shark Bait, "era recrear una especie de western bajo las aguas". Teniendo presente westerns clásicos de la década de los 50 como Cazador de forajidos (The Tin Star, 1957), protagonizada por Henry Fonda y Anthony Perkins, "con un poco de misticismo mezclado", Clevenger desarrolló y reescribió para los Wonderworld Studios de los productores Ash Shah y Mark Dippé un borrador ya existente, de Anurag Mehta, acerca de un cuento bajo las aguas. Clevenger argumenta que "la idea básica de un protagonista idealista que busca la ayuda de un sabio anciano recluido, en una población donde nadie se entiende" contribuyó a moldear la espina dorsal de la historia, la cual se fundamenta en la relación que Pi establece con Nerissa.

David Hillary, coproductor del film junto a Tim Peternel, comenta que "una de las grandes lecciones de Shark Bait está en el hecho de que sea cual sea la dificultad de las circunstancias, o lo solo y marginado que podamos sentirnos, la determinación puede superar cualquier obstáculo". Peternel, quien comparte créditos en cuanto a la historia, además de ejercer como coproductor, precisa que uno de los mayores retos que tuvieron que afrontar para levantar el proyecto estuvo en "la creación de una historia original y electrizante que no sólo se situara por derecho propio aparte de otras cintas de animación sino que creara un mundo que permitiera a la imaginación volar libre por ella".

"La historia opera a varios niveles distintos, siendo el más evidente la lucha del personaje principal por hallar su lugar en el mundo" —comenta Chris Denk, quien colaboró con Peternel en la revisión del guión. Cuando se le pregunta cuál es su escena favorita, Denk responde que le encantó la secuencia de entrenamiento entre Pi y Nerissa: "Para alcanzar algo difícil, no es suficiente con pretenderlo, hay que bregar con pasión y entrega para lograr el objetivo, lo que Pi cumple; al final, su esfuerzo le recompensa con creces".

Clevenger continúa: "Lo primero que distingue Shark Bait de otros filmes animados es que a diferencia de ser una búsqueda llevada a cabo por uno o dos personajes, con los objetivos individuales que mueven a esa empresa, en su mayor parte, esta historia se centra en la comunidad del Arrecife". En Shark Bait, a los habitantes del Arrecife al principio se les ve ocupados en sus propios intereses y seguridad, lo que evita que aúnen fuerzas y planten cara a Troy y al miedo que éste les genera. "Finalmente, ha de ser un extranjero dubitativo el que cuestione el modo en que la comunidad vive, y el que les haga tomar consciencia de que las cosas podrían ser distintas" —añade Clevenger—. Al final, la comunidad de individuos se hace un cuerpo compacto y todos contribuyen a liberarse del tirano que les controlaba. Clevenger concluye: "A veces, sólo se necesita a una persona para que el cambio se genere" —de donde todos podemos extraer una lección.

La producción
Corriendo el 2003, mientras se hallaba en el plató de Alabama dirigiendo Frankenfish (2004), Mark Dippé y el productor Ash Shah comenzaron a barajar la idea de un proyecto animado. Dippé, quien junto a Shah produjo Shark Bait bajo su común sello Wonderworld Studios, comenta: "Conocí a Youngki Lee, un productor coreano que buscaba un socio en Estados Unidos" —Dippé añade—: "La idea estaba en la producción de historias muy al gusto de Hollywood con un enfoque y estilo del todo singulares e inéditos que la animación coreana debía aportar". Cuando se aprobó una historia, Anurag Mehta comenzó a esbozar un guión para Shah, que luego Scott Clevenger rescribiría.

Youngki Lee también ha producido el film y puesto sobre la mesa los talentos de Digiart y FXDigital, estudios de animación coreanos, para este primer proyecto conjunto de animación: "Shark Bait no sólo ofrecía un buen argumento orientado a la familia sino que también permitía evitar crear seres humanos como personajes para nuestro primer film, lo que era del todo esencial dadas nuestras limitaciones presupuestarias y apretado plan de trabajo".

Aunque hubo ciertas dificultades vinculadas a las diferencias de idioma y cultura entre EE.UU. y Corea, como Lee también menciona, se evidenció un reto menor que superar ante el enorme panorama de cosas a atender. "Lo que estábamos afrontando no se había hecho antes, un film en 3-D al gusto de Hollywood hecho en Corea" —define Dippé—. "El mayor desafío residía esencialmente en dar forma a un estudio nuevo desde cero y en afrontar todos los obstáculos que ello implica; en comparación con todo eso, las barreras idiomáticas eran algo menor" —comenta el productor—. "Tuvimos que diseñar un nuevo proceso de producción que nos permitiera crear una vía para comunicarse y compartir información con nuestro estudio en Corea" —concluye Dippé.

Cuando el guión y el proceso de producción estuvieron funcionando, "se evidenciaba imperativo hacerse con un gran reparto capaz de que los personajes cobraran auténtica vida" —subraya Tim Peternel, que coprodujo el film y ayudó en la elaboración del guión. Según el coproductor David Hillary, "Un gran guión y el logrado arte conceptual, junto con la reputación que disfrutábamos de haber sabido reclutar excelentes talentos para nuestro film precedente" contribuyeron de un modo indiscutible en el logro de un reparto tan lleno de estrellas para este nuevo film.

Shannon Makhanian, el director de reparto de Shark Bait, comenta que "cuando Rob (Schneider) subió a bordo del proyecto es como si hubiera dado luz verde al mismo, que de este modo siguió adelante". Luego vino el resto de un reparto impresionante que incluye nombres como Freddie Prinze Jr., Donal Logue, Fran Drescher, John Rhys-Davies, R. Lee Ermey y Andy Dick. Al preguntarle a Makhanian sobre las dificultades que afrontó en el proceso de elaboración de los nombres, nos destaca que "el papel protagonista femenino fue muy difícil de concretar, pero cuando Evan Rachel Wood se incorporó, absolutamente maravillosa, pudimos situar todas las piezas del rompecabezas en su sitio".

Como resultado, Hillary concluye: "Hemos acabado por lograr un film de imágenes generadas por ordenador pasmoso con unos personajes sin par, secuencias de acción espectaculares y una profundo lección de vida".