Un pequeño paraíso cercano a Berlín con doscientos habitantes y una vida cómoda, grata y sencilla. Markus (Andreas Müller) y Ella (Ilka Welz) su mujer viven allí, llevan juntos desde siempre, tienen un hijo en común y una relación perfecta. Markus trabaja en una empresa metalúrgica y durante su tiempo libre ejerce como bombero voluntario; Ella es ama de casa y canta en el coro de la parroquia. Durante una cena de homenaje que reúne a los bomberos, se bebe, se baila, se canta y se sigue bebiendo. Por la mañana, Markus abre los ojos... desorientado, sin recuerdo alguno de la velada y en compañía de una mujer... Existe una cosa que se llama deseo y es algo que lleva al caos y de éste a la expulsión del paraíso.