Mauricio cumple 60 años en el 2000, justo cuando están celebrando los Juegos Olímpicos de Sydney. Cuba es una potencia deportiva y él sigue con pasión sus éxitos y reveses.
Este es el punto de partida de esta historia que va a remontarse a 1988 para narrarnos los últimos 12 años de la vida de este hombre.
Mauricio se enfrenta a decisivos conflictos familiares y personales que se entrelazan o son signados por los grandes acontecimientos políticos que cambiaron el mundo en esos años y han llevado a Cuba a su situación actual.
Mauricio sufre los embates de esta época en su vida pública y privada con la voluntad de ser consecuente con sus ideas, en medio del reflujo de las certezas que lo habían acompañado desde muy joven y el progreso de las incertindubres que han conmovido hasta la raiz el proyecto social con el que se comprometió su vida.