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  Atrapado en un pirado  (Meet Dave)
  Dirigida por Brian Robbins
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Durante dos décadas, Eddie Murphy ha sido uno de los actores de comedia más populares del cine, insuperable en su capacidad de asumir múltiples papeles dentro de una misma película. En Atrapado en un pirado, el prodigioso talento físico y cómico de Murphy aparece como nunca, asumiendo dos personajes, el de una nave con forma de hombre manejada por 100 minipersonas, y el propio comandante de la misma, del que la nave ha tomado su apariencia. "Es Eddie haciendo lo que mejor hace", comenta el director Brian Robbins.

Pero mucho antes de que Murphy se convirtiese en "Dave" y su comandante, los guionistas Rob Greenberg y Bill Corbett tuvieron la idea de un mundo de pequeños seres dentro de un mundo mayor en forma de una nave con forma humana. Ambos se conocieron durante los estudios superiores en la Escuela de Arte Dramático de Yale, luego siguieron caminos separados, cada uno disfrutando de éxito como guionistas, Corbett en la serie de culto "Mystery Science Theater 3000", y Greenberg en las comedias de situación "Frasier" y "Cómo conocí a vuestra madre". Durante años hablaron de trabajar juntos, y por fin se unieron en "Atrapado en un pirado".

Pero tener la idea inicial de un mundo dentro de otro mundo fue sólo el principio. Greenberg y Corbett pasaron mucho tiempo desarrollando la idea, convirtiéndola en algo real dentro del contexto de comedia extravagante. "Puedes tener una gran idea, simple, pero convertirla en una buena historia que sea divertida y real es el desafío", dice Corbett. "Deseábamos crear personajes con fuertes personalidades, cada uno de los cuales se lanza a un viaje hacia su humanización".

"Nadie ha explorado esta idea, al menos a este punto", añade Greenberg. "Queríamos aportar a esta gran premisa loca cierta apariencia de realidad, para crear relaciones y emociones creíbles, sin sacrificar los grandes golpes cómicos".

La comedia familiar de Greenberg & Corbett atrajo la atención del productor David T. Friendly, entre cuyos créditos está la comedia de éxito de la Twentieth Century Fox "Doctor Dolittle", con Eddie Murphy. "Tras leer el primer acto, sabía que quería hacer la película", nos dice Friendly. "El guión evocaba las típicas historias de gente fuera de lugar, pero apuntala con destellos románticos. Y seguía sorprendiéndome".

El guión también atrajo la atención de los productores Jon Berg y Todd Komarnicki, socios en ese momento de la productora Guy Walks Into A Bar. Al igual que Friendly, les fascinaba la extravagante premisa de persona fuera de sitio y su evolución hacia comedia física y emotiva. "Todd [Komarnicki] leyó el guión en un vuelo de regreso a Nueva York", recuerda Berg, y dos horas después estaba escribiendo mensajes como un loco, que envió tan pronto como aterrizamos: "Tenemos que comprarlo, tenemos que hacer esta película".

Y añade Komarnicki: "Sé que todo el mundo dice este tipo de cosas cuando hablan de sus proyectos, pero la lectura del guión fue una experiencia excepcional. Supe que teníamos que implicarnos y hacer todos lo necesario para llevarla a cabo".

Al mismo tiempo, el director Brian Robbins estaba terminando la comedia "Norbit", con Eddie Murphy. Robbins, inmerso en aplicar los toques finales a lo que se convertiría en uno de los grandes éxitos de 2007, no había leído el guión de Atrapado en un pirado. Pero Murphy sí, e incitó al actor para moverse rápido. "Eddie vino y me preguntó, ¿Qué vas a hacer después?" Y yo le dije, "No lo sé, ¿quieres que cenemos algo?" Eddie respondió, "No, no esta noche, ¿para tu próxima película?" Y me pasó el guión de Atrapado en un pirado.

Al igual que querían los guionistas Greenberg y Corbett, Robbins señala, "Lo primero que deseábamos hacer era una película divertida. Después, queríamos dar a la película dulzura y emociones. Los lazos entre los personajes le otorgan el núcleo a la película, rodeada de la comedia".

La compleja logística de la película fue abrumadora. "Atrapado en un pirado resultó una película muy complicada de llevar a cabo", señala Robbins. "Existe todo un mundo dentro de la cabeza de Dave/Eddie, donde conviven las minipersonas. Y luego tenemos a Dave en el mundo real". Y por encima de todo, tenemos a Eddie representando a la nave en el exterior, y al comandante de la misma en su interior.

"Al principio estaba nervioso, preguntándome cómo iba a mezclar todos esos elementos", continúa Robbins. "¡De qué está hecho Dave, ya que no es humano, y no es un robot, es una nave!".

Mientras Robbins se enfrentaba a todos esos desafíos, Murphy se ponía sin esfuerzo en los zapatos de Dave y su comandante. "A Eddie le bastaron unos 45 minutos el primer día de rodaje para hacer suyos los personajes", recuerda el director. "Hizo que los personajes fueran diferentes de cualquier otra cosa que haya hecho antes".

El productor Todd Komarnicki quedó maravillado por el prodigioso talento cómico de Murphy, que Komarnicki compara con el de algunos de los más conocidos titanes de la comedia. "En Atrapado en un pirado, Eddie interpreta comedia clásica, la comedia física de la vieja escuela, en la línea de la de Buster Keaton y Charles Chaplin. Cuando interpreta a la nave [es decir, "Dave"] moviéndose por Nueva York, intentando ocultar que no es uno de nosotros, la inocencia y pureza de su interpretación se muestra en la conmovedora emoción de sus ojos".

Murphy proyecta la rigidez de una nave inanimada, usando el atletismo que ha marcado tantas memorables interpretaciones. "Tiene la gracia de un bailarín y la concentración de un boxeador", dice Friendly. Y añade Komarnicki: "La precisión técnica de Eddie se muestra en su totalidad, ya que tiene que interpretar la falta de control de Dave mientras aprende a caminar, lanzar una bola de beisbol y bailar. Son todas acciones que damos por sentadas, pero Eddie hace que parezcan nuevas y maravillosas".

Los compañeros de reparto de Eddie también quedaron impresionados con la encarnación de sus dos personajes. Elizabeth Banks, que interpreta a Gina Morrison, la guapa y fogosa madre soltera que arrolla literalmente a Dave al inicio de la historia, comenta: "A los actores nos gusta usar la expresión de "tener control de nuestro instrumento", siendo nuestros cuerpos "nuestro instrumento". Pero nunca he trabajado con alguien con tanto control de su cuerpo como Eddie. Quiero decir que él actúa de forma planificada y con una cuidada ejecución, cada gesto, cada movimiento de sus manos y boca, lo realiza controlándolo todo".

Friendly destaca que Banks, Gabrielle Union, Scott Caan, Ed Helms, Kevin Hart y el resto del reparto sacaron lo mejor de Murphy, al igual que él de ellos. "Eddie es mucho mejor con gente divertida a su alrededor, y ellos resultan más divertidos porque Eddie está cerca", nos dice.

Banks, cuyo personaje es la conexión emocional clave con la nave Dave, fue de las últimas en incorporarse. Pero, como dicen los productores, mereció la pena esperar. "Elizabeth es una humorista poco común", afirma Komarnicki. "Posee una calidad al estilo Lucille Ball, con la que puede hacer comedia física, pero unida a un ingenio vivo con grandes dotes improvisatorias".

Banks, quien describe a Gina como a una chica "de ciudad con veleidades de bohemia a la que le encanta bailar" – disfrutó desarrollando el vínculo entre Gina y Dave, en especial en la escena en que ambos conversan sobre una de las pinturas de Gina. "Dave queda aturdido por los extraños sentimientos que tiene al mirar la pintura, cuando Gina le habla de cómo salió de su corazón. Me encantó cómo transmitió Eddie las primeras sensaciones del personaje", comenta. "Se trata de una escena llena de pureza, sencillez e inocencia, y carcajadas".

El hijo de 11 años de Gina, Josh Morrison, es el primero que conoce a Dave. Josh, que no destaca demasiado en su escuela, congenia muy rápido con Dave, haciendo que conozca algunos de los encantos locales, como el bazar, los mencionados "tubos de carne" y la oportunidad de enseñar el último misterio de la física, la Teoría del campo unificado de Einstein, a una clase de primaria. "Josh cree en Dave desde el principio", nos dice el joven Austyn Lind Myers, que inicia su carrera en esta película.

Mientras Dave conoce la Gran Manzana, con ayuda de Josh y Gina, la tripulación en miniatura de su interior se enfrenta a grandes cambios. El segundo de la nave, denominado con acierto como Nº 2, hace todo lo posible por arrebatar el puesto al comandante. El productor Jon Berg señala que Ed Helms, quien interpreta el papel, lo borda: "Él pilota a Eddie Murphy", bromea Berg. "Y Ed llega a mostrar el egocentrismo desenfrenado como nadie lo ha hecho antes".

Helms se divirtió mucho interpretando al superambicioso Nº 2 de miniatura. "Su nombre indica su rango en la nave, que es el número 2, no el 1", nos dice con cara de palo. "Lo que implica que es el segundo al mando de toda la tripulación, excepto por una persona".

Y ése es el comandante, en cuyo viaje de guía a Dave por Nueva York descubre nuevas sensaciones conocidas con emociones, que le afectan a él y sus mandos. Pero Nº 2 es completamente inmune. "Nº 2 piensa que el comandante es débil y propenso a las debilidades humanas", dice Helms. "Así que debe tomar medidas".

Mucho más apegado al comandante es el Nº 3, la oficial cultural de la nave, interpretada por Gabrielle Union. Los sentimientos largamente reprimidos de Nº 3 hacia su comandante afloran después de que la nave que la alberga tome contacto con Gina, Josh y un montón de raros comportamientos humanos, incluidos, aunque sin limitarse a ellos, "la felicidad, la tristeza, los celos, estilos de vida alternativos y el consumo de sustancias extrañas, como la pizza", nos comenta Union.

Sobre sus tareas a bordo de la nave, Union destaca entre risas que las labores clave de Nº 3 incluyen "imaginar qué son los Doritos y explicar al resto de la tripulación quién es Barack Obama". ¿Y qué utiliza como herramientas maestras para investigar la cultura del mundo exterior? "Google, Yahoo… y Perez Hilton".

Otro personaje clave de la tripulación de Dave es el Nº 17, que controla, bueno, digamos que los asuntos "internos". Interpretado por Kevin Hart, el Nº 17 aparece de forma destacada en una escena del tercer acto, en la que salta desde la oreja de Dave, hasta una taza de café del policía Dooley (interpretado por Scott Caan), quien investiga los extraños sucesos que rodean el viaje de Dave por Nueva York. Afortunadamente para el Nº 17, el café del oficial Dooley no está muy caliente, aunque sí enriquecido con leche y azúcar. Apartado de su comandante y compañeros de tripulación, el Nº 17 se pasea por la Gran Manzana... dentro del bolsillo de Dooley.

Buena parte del humor y emociones de la película aparecen cuando Dave y compañía se enfrentan a las peculiaridades y energía de la ciudad. La ciudad es un elemento clave de la historia, tal y como señala el productor David T Friendly, las escenas clave tenían que rodarse en localizaciones de la ciudad que nunca duerme. "Uno de los héroes de la película es la ciudad de Nueva York, con todo su caos, color y locura", nos dice. Y es adecuado que algunas de esas escenas tengan lugar en Liberty Island, el faro de bienvenida que tantos recién llegados ven al llegar a los EE.UU.

Gente como Dave.


El diseño de Dave
El diseñador de producción de Atrapado en un pirado, Clay A. Griffith se enfrentó a un desafío único: diseñar el interior de una nave que se pareciese a la estructura interna del cuerpo humano. Griffith se inspiró en edificios como el centro de vuelo de la TWA de aspecto futurístico y diseñado por Eero Saarinen, del aeropuerto internacional J.F. Kennedy. "Se parece a una calavera, sin ángulos rectos", explica Griffith. "Se compone de curvas que se fusionan entre sí. Pensé que era un buen lugar para empezar, ya que el cuerpo humano no presenta muchos ángulos rectos".

Griffith también estudió la obra del arquitecto español Santiago Calatrava, quien diseñó el Museo de Arte de Milwaukee. "Parecen objetos vivos", nos dice. "Es muy orgánico. Creamos la columna vertebral como si fuese el hueco de un ascensor para acceder a distintos niveles de la nave. Sales en un piso y estás a cierta altura de la caja torácica".

El puente de la nave, dentro de la cabeza de Dave, se construyó en un estudio de sonido. El plató mide 10 metros de alto, 10 de ancho y 10 de largo. Griffith creó los pasillos de la nave con forma de tubos vasculares, con matices azules para venas y rojos para arterias.

El supervisor de efectos visuales y ganador de un premio de la academia Mark Stetson ("El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo") ayudó a crear algunos de los platós más grandes, uno de los cuales es testigo de cómo el comandante en miniatura y Nº 3 (recuerden que tienen una altura de unos 5 cm) caminan por las calles de Nueva York. Deben navegar por la extraña, sobrecogedora y para ellos, gigantesca plaza conocida como Times Square. (Cuando un perro se alivia frente a una boca de incendios, el comandante y Nº 3 deben escapar de los efectos de un tsunami).

Para esas escenas con muchos efectos visuales, Eddie Murphy, de nuevo, sacó lo mejor. Su director, Brian Robbins, no está sorprendido. "Es que Eddie es increíble", se maravilla Robbins. "Quiero decir que puede reaccionar ante cualquier cosa, incluso un pie con una bola de tenis [que posteriormente será sustituida por un efecto visual]. No necesita mucho para interpretar. Dices "acción", y allí está".