La génesis del film
Cuando el guionista y director Richard Eyre recibió el encargo de escribir el guión de The Other Man, leyó el relato breve de Bernhard Schlink, tras lo que le pareció que la temática del mismo le conducía hacia el material de varios modos: "Habla de tantas cosas distintas que para mí significaba muchas cosas. En primer lugar, trata del amor, del engaño, y del perdón; pero hay más que esto: también habla de saber en profundidad acerca de alguien, de enterarte de cosas desagradables de ese alguien que creías conocer muy bien, y finalmente, de admitir que es posible amar de igual modo tanto a la persona cuya existencia ignorabas como a la que conocías. Aquí hay muchísimas cosas que resuenan en la vida de todos nosotros. Y además de todo eso, esta historia también habla de la relación entre un padre y su hija".
Tras la escritura de un primer borrador, llevó el mismo al guionista Charles Word, con quien ya había colaborado previamente en Iris (Iris, 2001). Nos explica: "Esencialmente, el modo en que trabajamos es el mismo que emplearían dos personas sentadas una frente a la otra en un escritorio; la única diferencia está en que su escritorio dista del mío unos 160 kilómetros. De tal modo que nos comunicamos por teléfono y correo electrónico. Para mí es un modo de colaboración maravillosamente liberalizador porque tengo acceso al guión, luego se lo paso a Charles, éste accede al mismo, y luego accedo yo de nuevo en lo que es una especie de ida y venida entre nosotros que produce algo que posee la personalidad de ambos, aunque al tiempo también tiene entidad en sí misma".
Recientemente, Tracey Scoffield y Frank Doelger han establecido Rainmark Films. Discutiendo acerca del tipo de proyectos que les agradaría producir, Scoffield, habiendo trabajado varios años en la BBC y parcialmente en Iris y en Belleza prohibida (Stage Beauty, 2004), ambas de Eyre, mencionó el guión de The Other Man, que al leerlo se sintió atraída hacia el mismo. Nos explica: "Mencioné esa historia a Frank y le atrapó, suscitando su imaginación. Así las cosas, dado que me estaba muriendo por trabajar de nuevo con Richard, y que se trataba de una historia para adultos muy interesante, una que tenía un potencial muy fuerte para establecer un régimen de coproducción con fondos europeos, acudimos a Richard y le dijimos: ¿Te acuerdas de ese guión que escribiste? ¿Qué tal si nos das la oportunidad de intentar hacerlo?"
Doelger añade: "Me fascinó por un par de razones. Estaba muy interesado en ver una obra cuyo material fuera una historia de amor y un drama que únicamente pudiera funcionar para actores que estuvieran entre los cuarenta y los cincuenta años, ya que sólo podría ser creíble si se tiene a la espalda unos 20 años de vida romántica, pues ahí hay toda una nueva dimensión y riqueza. Al tiempo, también me intrigaba esa cuestión de si es o no posible amar a dos personas simultáneamente y de si, de hecho, hay por el mundo gente para quien una persona no es suficiente, que presenta dimensiones muy diferentes de su persona, lo que signifique que se ven obligados a buscar amor en varios lugares. No se trata únicamente de un idilio pasajero o de atracción sexual; se trata de un personaje que sentía que necesitaba a dos personas para notarse completa. Richard y Charles han considerado esas ideas y las han convertido en un thriller absolutamente misteriso, tenso, oscuro y psicológico que parece contener cada uno de los elementos que buscamos en este tipo de material".
Richard Eyre nos explica: "Lo que procuro lograr en esta película es mantener unos cuantos interrogantes en el público, con la asunción de que ya se halla absorbido por las vidas de esos personajes; sin embargo, esas incógnitas no se resuelven nunca y no creo que sea labor del público suministrar conclusiones diáfanas. Sin embargo, hay una reconciliación y un final feliz. Pide algo al público y no lo soluciona por él".
The Other Man comenzó la producción en febrero de 2008, y se ha rodado a lo largo de ocho semanas en localizaciones del Reino Unido e Italia, además de los Estudios Ealing.
El reparto y los personajes
Tracey Scoffield explica: "El reparto fue siempre tarea de Richard. Al trabajar con un director del calibre de Richard, se percibe que una de sus excepcionales capacidades, que obviamente proviene de sus años de labor en el ámbito teatral, es la formación de repartos y el trabajo con actores; tiene un sexto sentido en lo referido a quién es el adecuado para cada papel. Desde el principio quería a Liam, Antonio y Laura".
Richard Eyre ya había dirigido previamente a Liam Neeson y Laura Linney en Broadway, donde interpretaron a un matrimonio en la obra THE CRUCIBLE. Es la tercera ocasión en que ambos actores dan vida a marido y mujer, habiendo colaborado asimismo en Kinsey (Kinsey, 2004), de Bill Condon. Eyre bromea: "Me hace muy feliz seguir bendiciendo su matrimonio de ficción".
Para Neeson, la ocasión de volver a trabajar con Eyre era un motivo irresistible para asumir el papel de Peter: "Cuanto más leía el guión, más me enamoraba del mismo, aunque no fue hasta la cuarta o quinta lectura que comencé a enfocar el modo de encarnar a Peter. He trabajado con Richard en dos ocasiones en teatro, de tal modo que el acuerdo ya estaba hecho con antelación, cuando menos para mí... Ama y cuida sobremanera a los actores y la evolución de los mismos, y por ello no quiero dar a entender que sabe alimentar nuestro ego, sino que realmente se preocupa en profundidad por nuestro trabajo y la escena en la que estamos implicados. Igualmente, presta la máxima atención al equipo técnico, de tal modo que se crea un encantador clima de satisfacción en plató que suscita la creatividad sin fricciones que rechinen e interfieran. Conoce muy bien cada uno de los personajes, pues también es el guionista".
El personaje de Peter es el propietario exitoso de una empresa de software que, según opina Neeson, es "un hombre seguro de sí mismo, muy equilibrado emocionalmente, felizmente casado con Lisa desde hace 25 años. Mantienen una relación muy estrecha, pese a que tienen que separarse con frecuencia, pero su matrimonio pasa por una dura prueba cuando Lisa se va. Peter sufre gran conmoción cuando descubre un aspecto de Lisa que implica a otro hombre, con quien ella ha mantenido una relación profunda durante doce años; ello sitúa al personaje de Neeson en la tesitura de su mayor reto jamás afrontado; sus cimientos sufren una fuerte sacudida".
El productor Frank Doelger opinaba que Neeson era ideal para el papel, pues "es capaz de sugerir a un tiempo una amplia capacidad de contención y la denotación de que esa contención es pura fachada, tras la que se aloja un tormento emocional tremendo por el que el personaje atraviesa". Scoffield añade: "Uno de los motivos por los que Liam se sintió atraído hacia esta historia reside en que su personaje atraviesa la gama entera de emociones humanas. Desde la inocencia positiva y la ignorancia feliz, hasta el descubrimiento de que su esposa ha tenido este affaire, y entonces, llevado por la ira, halla al amante, le acecha, y pretende hacerse amigo suyo; pero surge en nosotros la sospecha de que puede estar planeando asesinarlo. Cuando percibimos que está fuera de sí, su hija Abigail aparece para tratar de reencauzarle, y discuten; está muy preocupada. Finalmente, Peter cierra el círculo y se da cuenta de que va acabar por ser amigo de ese hombre".
Neeson estaba encantado de volver a trabajar con Laura Linney. Nos explica: "Somos como una pareja de baile, raramente analizamos una escena o lo que nuestros personajes piensan. Simplemente nos levantamos, y hacemos un baile juntos que parece funcionar
es algo muy fluido; trabajar con Laura es del todo satisfactorio".
Linney agarró al vuelo la oportunidad de trabajar nuevamente con Eyre y Neeson: "Es como trabajar entre amigos. Richard es un hombre sorprendente que conocer y todavía más sorprendente al trabajar con él. Se puede percibir eso en el modo en que funciona el plató
Cuando hay alguien dirigiendo el proceso que realmente sabe lo que tiene entre manos, pero que al tiempo cuida pormenorizadamente no sólo de todo lo relativo al trabajo, sino también de la gente con la que está colaborando, los días vuelan y todo el mundo está de buen humor. Perder a uno de los dos en este proyecto hubiera sido muy duro, pero perder a los dos a la vez lo hubiera convertido en imposible".
Eyre nos dice: "Una de las cosas de este historia que primero me atrajo fue el personaje de Lisa, dado que resulta tremendamente enigmático, deviene cosas distintas a distintas personas, aunque luego me doy cuenta de que todos somos así. Y al inicio de la película plantea la pregunta: ¿Es posible amar a la vez a dos personas? Ésa es la proposición central del film. Se trata de alguien con el don de amar, pero hemos de especular acerca de cuál es el coste que le significa ello. Se formulan preguntas acerca de la culpa y sobre el modo en que le es dado a Lisa compartimentar su vida; supongo que no ofrezco resolución, y evito cualquier juicio sobre su comportamiento. Ni la condeno ni la admiro. Me gusta el personaje, y verlo encarnado por Laura Linney hace imposible hallar el modo de evitar enamorarte de ella. Aunque al tiempo reconozco que Lisa está muy lejos de devenir dechado de virtudes. No es que sea alguien digna de admiración, pero para mí es como la mayoría de nosotros, es decir, alguien moralmente instalado en la zona gris, en modo alguno en el blanco o en el negro".
Scoffield añade: "Una de las razones por las que Richard quería incluir a Laura en el reparto estribaba en el hecho de que hay muy pocas actrices imbuidas de modo tan intenso de esa capacidad de comprensión que hace que como espectadores podamos creer que esta historia pueda ser verídica; así se nos hace creíble que ese tipo de seres humanos puedan amar a la vez genuinamente a dos personas, y ser cariñosas y atentas con las dos. Es un gran equilibrio".
El personaje de Lisa es una célebre diseñadora de zapatos que ha tenido muchos años de matrimonio feliz pero, según nos expresa Linney, ha "llevado una vida tan tranquila como doble". La relación de Lisa con Ralph le parece "interesante, pues no les pondríamos necesariamente juntos. Sin embargo, existe un reconocimiento mutuo y una profunda comprensión del uno para con la otra que nadie más tiene
Se trata de una relación irresistible y necesaria, y no simplemente de un affaire. Existe una honestidad en esa relación que no tienen con nadie más".
La actriz continúa: "Trabajar con Antonio Banderas ha sido maravilloso. No se trata del tipo de personaje que logra encarnar habitualmente, y se lo ha pasado en grande dándole vida. Resulta muy español y tiene mucho entusiasmo, una energía vibrante que le domina, pero también tiene una vulnerabilidad muy auténtica que hace que el combinado funcione".
Incluir a Banderas en el reparto era increíblemente importante pues Ralph tenía que completar el triángulo que Lisa había generado, y este tercer personaje debía reflejar toda una zona en la vida de Lisa tan distinta como secreta. Según nos explica Doelger: "Una vez que tuvimos a Liam a bordo, teníamos que dar con alguien para encarnar al otro hombre que fuera completamente distinto. Fue cobrando conciencia de ello que Richard pensó por primera vez en Antonio Banderas, dado que todo acerca de ambos actores, tanto físicamente, como en lo temperamental, así como lo que cada uno de ellos aporta a la pantalla, se situaba en polos opuestos".
Eyre estaba deseando trabajar con Banderas: "Recuerdo vívidamente ver a Antonio en uno de los primeros filmes de Almodóvar; desde entonces he visto todo lo que el actor ha hecho, y siempre me ha encantado, tanto por su ingenio como por sus cualidades como protagonista romántico, una combinación de tremendo encanto y un tipo de pasión e inteligencia que resulta más bien escasa".
A Banderas le ha parecido muy satisfactorio trabajar con Eyre. Nos explica: "Richard es alguien muy sutil. Te deja ir y luego te corrige casi sin que te des cuenta de que te está dirigiendo. Es muy ocurrente y agudo. Cuando le consulto acerca de cosas que no comprendo, percibo que no tiene todas las respuestas, que también él está buscando, de tal modo que nos sitúa en una posición de exploración y descubrimiento. Lo que uno puede sentir con gran intensidad es su proveniencia del mundo del teatro y su profundo conocimiento acerca de la naturaleza de los actores y de la interpretación, y ello no es muy frecuente en el cine. Puede que los directores cinematográficos sean brillantes, pero ello no incluye necesariamente la parcela referida a la interpretación. Pueden establecer con gran destreza el ritmo del film, pero en lo específico de la dirección de actores, sienten que eso es nuestro mundo, y que somos nosotros quienes debiéramos abrir la caja y tenérnoslas con lo nuestro".
Pese a ese liderazgo tan fuerte, a Banderas le siguió pareciendo su papel un encargo muy difícil de asumir: "A lo largo del proceso de reflexión acerca del personaje fui encontrando capas y capas y más matices en torno a él. Había muchas cosas que descubrir y casi que tuve miedo de detectar cosas en mí mismo que pudiera tener Ralph. De tal modo que no cabía sino hacer un ejercicio de sinceridad que podía devenir doloroso. Me obligaba a reflexionar acerca de mí mismo al mismo tiempo, la imagen que ofrecemos a la gente, tus características, la persona que realmente eres. En cierta medida, todas esas cosas se expresan en ese personaje, y he tenido que ser suficientemente valiente para sacarlas y devenir vulnerable, evitando actuar por fórmulas, sino descubriendo cada día quién es Ralph".
Como guionista, Eyre posee una perspectiva fascinante acerca de quién es Ralph: "Ralph es un timador, un fraude, alguien ocioso. Es un tipo que pasa por la vida desplegando encanto y persuasión. Sin embargo, se trata de un romántico por excelencia, un derrochador de sus sentimientos románticos. Sin embargo, aquello que le redime es que se trata de un optimista incurable. Como se dice a sí mismo, hace el mundo bello. Percibe todo cuanto está equivocado y trata de embellecerlo. Por supuesto que se hace imposible vivir con Ralph, pero en cierto modo supongo que Ralph y Peter son dos caras del mismo personaje, aunque Ralph es alguien con quien estar enormemente entretenido. Es un fantasioso que, al tiempo que expresa esas fantasías desatadas acerca de cosas realizadas, es consciente de que es un fraude, pero se trata del modo que tiene de pasar por la vida. Adora genuina y absolutamente a Lisa. De tal modo que su situación es en cierta medida trágica, pero lo que me lo hace simpático es que aunque objetivamente sea trágico, se halle en bancarrota, haya estado en prisión, y viva en un sótano cuidando tortugas y la caldera, halla la redención por su inquebrantable fe en que las cosas van a mejorar siempre".
Banderas añade: "Me da la impresión de que se trata de alguien tremendamente inseguro pese a pretender todo lo contrario. Es un mentiroso; cuando todo queda revelado, parece una marioneta cuyas cuerdas han sido cortadas; de súbito, es un don nadie, nada, una fantasía que ni siquiera tiene el derecho a un adiós. Cuando habitas dos personalidades, vives en constante tensión, no hay modo de poder relajarse. Es un soñador que se ha proyectado hacia un sendero completamente distinto, y cuando no puede materializar su proyección, esencialmente comienza a mentirse a sí mismo. En ocasiones, parece que se cree más las mentiras que su realidad".
Y sigue: "En este personaje, existe una intensa combinación de elementos que ya he encarnado en otros papeles a lo largo de mi vida como actor. De algún modo, todos vienen a converger en este personaje, incluso algunos que interpreté con Almodóvar hace ya muchos años, particularmente ¡Átame! (1990); personajes que son increíblemente vulnerables, pero que al mismo tiempo pueden presentarse muy fuertes al principio de la historia".
Liam Neeson se muestra muy interesado en explorar el modo en que esos dos personajes tan distintos, Peter y Ralph, se yuxtaponen en la narrativa: "Básicamente, Ralph es alguien fantasioso. Pretende ser algo que no es, un caballero educado en Eton y Oxford, procedente de una familia noble; sin embargo, todo es una pretensión y él se pierde en su mundo de fantasía, aunque es un superviviente extraordinario que siempre ve el vaso medio lleno, jamás medio vacío; lo opuesto de mi personaje, quien goza de cierta seguridad emocional y financiera. Ralph se inventa su vida día a día aunque de un modo encantador. La relación entre Peter y Ralph cambia porque ambos se dan cuenta de algo que se refiere a ellos mismos que jamás antes habían percibido. Definitivamente, existen momentos de autodescubrimiento y una clase de iluminación que esperanzadoramente va a ayudar a ambos hombres en los años por venir".
Y Banderas añade: "Lo que es interesante en esta película estriba en el hecho de que lo que hace que Lisa vaya con otro hombre no tiene nada que ver con un problema en la relación con su marido. Lleva una vida estupenda con éste, y como familia tiran adelante. De tal modo que aquí no hay justificación. Probablemente, lo que trata de satisfacer es algo que admite que su marido no puede darle, pero adora a su esposo. Se trata de una parte de su vida muy privada, muy particular. Es el resultado de una mente que va más allá y que es capaz de añadir cosas en su vida sin remordimiento alguno. Ralph ofrece su romanticismo; sin embargo, hay algo tan vulnerable en Ralph que puede que Lisa halle placer en satisfacer las fantasías de este hombre. Para él, ella lo es todo. Es la única cosa real que tiene en la vida. Todo lo demás era una posibilidad, pero ya ha dejado de ser real".
Frank Doelger también está interesado en el tipo de triángulo que esos tres personajes crean: "Lo que es particularmente fascinante responde a una cuestión básica que se refiere a si hay cierta gente que necesita más de una persona en sus vidas. Creo que Lisa es un personaje que probablemente resultará próxima a mucha gente. Tiene un matrimonio magnífico y un marido que es sólido como una roca, que a todas luces es su fuente de fuerza, una ancla por medio de la cual puede hacer posible cuanto desea en su vida creativa. Pero al tiempo es una mujer que necesita algo más. Necesita tanto la seguridad de su matrimonio para hacer posible su vida, ser una mujer en el negocio de la moda a quien fascinan las cosas bellas, como sentir la necesidad de hallar a alguien que comparta ese mundo, y acontece que conoce a un hombre que hace que todo parezca más bello de lo que es, que puede imbuir cualquier situación de algo de glamour, magia y romance, que cuando ella viaja, está allí para hacer el viaje algo más entretenido y divertido".
Y sigue: "Lo que Lisa nunca podía imaginarse cuando inició su affaire, y con suma habilidad dispuso su vida de modo que fuera seguro que sus dos hombres jamás se cruzaran, era el momento en que finalmente se conocerían; siendo meridianamente claro que lo que resulta fascinante es observar lo que pasa cuando esos dos hombres tan distintos se cruzan, y cómo cambia radicalmente la percepción de Peter acerca del amante de su mujer y la percepción del público sobre el amante de Lisa, a medida que se van produciendo los acontecimientos. Se trata de alguien que no es en absoluto lo que parece. Parte del entretenimiento de esta película consiste en observar el desarrollo de la relación entre esos dos hombres, y cómo cambia la misma de escena a escena. Nunca estamos seguros adónde va a ir a parar".
Una fuente adicional de dificultad para Peter está en tener que vérselas con su hija Abigail, que encarna Romola Garai. Richard Eyre comenta: "Su interpretación en El castillo soñado (I Capture the Castle, 2003) me dejó totalmente atónito; desde entonces no he dejado de tener interés en su trabajo, de tal manera que me emociona que sea ella el tercer miembro de la familia; cuando les ves juntos a los tres, el parecido familiar es extraordinario".
El personaje de la hija ha evolucionado desde la narración corta original a un entramado argumental de cuño propio como nos explica Eyre: "No puedo pretender que ello no cale hondo porque tengo una hija que adoro absolutamente y siempre he permanecido alerta del peligro y de la tragedia de no llevarse bien. Puede desembocar en un vínculo muy controvertido. La película gira en torna a la educación de los sentimientos en Peter. Emocionalmente, se trata de un hombre cerrado que no muestra fácilmente sus sentimientos, que está un poco celoso de su posible yerno. También está algo resentido con su hija pues ésta no ha cumplido la promesa y en el curso del film él se las tiene que ver con el hecho de que ella es quien es, y que él también es quien es, llegando finalmente a un entendimiento mutuo. Así que tenemos este progreso de la historia, logrando Peter expresarse emocionalmente de un modo que al inicio del film no era en absoluto capaz".
Romola Garai se emocionó cuando se le ofreció el papel, como ella misma nos dice: "Desesperaba por trabajar con Richard. Posee esa sorprendente habilidad de hacer que parezca que la idea es tuya cuando haces algo con lo que él está encantado. Pondría muy en tela de juicio esa idea de que es preciso ser una persona difícil para ser un genio, dado que creo que él es la personificación absoluta de la razón por la que ello no se da. Resulta ser alguien cálido y generoso para con la gente, por lo que ésta desea complacerle".
Y la joven actriz continúa: "Ésta es la adaptación de Richard, de tal modo que ha vertido mucho en los personajes y en esa relación entre padre e hija. Abigail no entiende a su padre, así que la mayoría de las acciones de éste la desconciertan por completo. Pero, más que eso, Abigail está enojada con él por perceptibles desaires a lo largo de su vida, y por apoderársele una extraña furia ante mucho del comportamiento de su progenitor
Obviamente, una infidelidad de madre no es lo mismo que una infidelidad de esposa y ella reacciona con sentido práctico al hecho de que su madre haya vivido una vida de la que ella no era plenamente consciente, en lugar de entenderlo más bien como una traición".
El look de la película
Richard Eyre mantiene una fe muy sólida en lo referido a la colaboración, en que "todo el mundo contribuya a algo que uno espera sea más que la suma de sus partes. Yo lo he iniciado, pero en determinado momento eso deja de ser mi criatura para pasar a ser la de todos, y dado que todos participan de ello, deviene más complejo".
Para este fin, el director anhelaba configurar un equipo muy sólido. Aunque nunca antes había trabajado con Haris Zambarloukos, Richard comenta: "Ha sido maravilloso trabajar con él; parece que vibramos en la misma frecuencia. Eso es muy emocionante porque el director de fotografía resulta alguien esencial para la imagen que el film va a tener y el modo en que se va a articular, en cómo se va a mover y en la manera en que la visión de uno se convierte en una visión colectiva".
Tracey Scoffield añade: "La elección del director de fotografía era increíblemente importante para esta película porque éramos muy conscientes de que la historia sobre el papel se presentaba ante la mirada de muchos de sus lectores como un drama doméstico, y sabíamos que con la experiencia de Richard en Diario de un escándalo (Notes on a Scandal, 2006), que se erige como una cinta de muy alta tensión, era eso lo que queríamos hacer con este guión, convertirlo en algo tendente al thriller psicológico. Dentro de la historia, había un amplio margen para llevarlo a este terreno, particularmente en todo lo referido al acecho a Ralph por parte de Peter. Queríamos un director de fotografía que fuera flexible, imaginativo, con los pies ligeros, y que trabajara de manera enormemente creativa con Richard, quien en verdad disfruta colaborando con sus directores de fotografía. Nunca antes habían trabajado juntos, pero en cuanto Richard se encontró con Haris, el primero supo de que se trataba del profesional acertado para el film; lo que aporta a la cinta, que es incluso más de lo que hubiéramos podido esperar, es ese look de thriller que resulta fabulosamente elegante, al tiempo que ha introducido muchos elementos, como el rodaje a través de ventanas, que proporciona al film un tipo de atmósfera tensa repleta de vida".
Una vez que el director de fotografía Haris Zambarloukos hubo leído el guión, se encontró con Richard Eyre y hablaron a grandes rasgos acerca del look del film. Zambarloukos comenta: "Creo que es verdaderamente bueno permitirse descubrir por uno mismo el look del film a medida que va teniendo lugar la preproducción. Incorporarse con una idea demasiado preconcevida obstruye la oportunidad de ir descubriendo cosas".
"Richard tuvo en cuenta algunas referencias cinematográficas y particularmente las fotografías de Nan Goldin. Esas fotos son casi instantáneas cándidas de amigos del fotógrafo en circunstancias muy íntimas y de entorno, y es obvio que se ha invitado al fotógrafo a participar en la parte privada de la vida del sujeto. La luz es realmente bella, pero también muy accidental. Me parece que se trata de una cualidad fantástica que llevar al cine, haces que el público sienta que ha sido invitado a presenciar algo que realmente no debería ver o tener conocimiento alguno de ello. Lo que obtengo de la iluminación en esas fotografías es algo que siempre me ha encantado en cualquier caso, y que es que si se dispone de una luz natural bella fluyendo, no hay que hacer de ella la iluminación principal que cae sobre el rostro, pongámosla en algún lugar del trasfondo, de tal modo que está allí, está presente, pero así no nos parece que esté arreglada. Nos parece que es un día espléndido y una habitación fantástica, las cosas se presentan un poco más naturales y claras, y creo que de ese modo parecen un poco más íntimas".
Y continúa: "Hablamos mucho acerca de conferir a todos los lugares y flashbacks un look distinto, pero optamos por lo contrario de modo decidido. Muy particularmente, este film desdibuja la línea entre realidad y fantasía, entre lo correcto y lo equivocado, entre el amor y el deseo
de tal modo que si empezamos a hacer distinciones visuales estamos colocándolo todo en categorías, y me parece entender que lo que queremos es decir que aquí no hay en absoluto juicios morales para con esos personajes. Tan sólo hay un comentario acerca de cómo ama la gente y qué es lo que eso significa para ellos, de tal modo que las imágenes necesitan ser lo menos distintas posibles. Así las cosas, no hacemos otra distinción que la voluntad de que parezca un thriller. Donde quiera que tuviéramos la oportunidad de aumentar el suspense y el factor de thriller en la película, allí que nos empleábamos a fondo pues ello contribuía a que el desenlace, tremendamente emotivo y profundo, deviniera mucho más inesperado y potente".
La diseñadora de producción, Gemma Jackson, se vio atraída hacia el proyecto al haber trabajado previamente con Richard Eyre en Iris, título que le brindó la oportunidad de mostrar algo de su mejor labor, y porque "me encanta la literatura de Schlink, y aunque la película está muy lejos de la historia original, todavía quedan esencias de Schlink en aquélla".
Frank Doelger estaba interesado en que el diseño de producción fuera revelando lentamente la doble vida de Lisa: "Queríamos dejarlo todo en un plano muy real, pero deseábamos que los mundos en los que nuestros personajes viven saltaran un poco de la pantalla para que el público supiera inmediatamente acerca de las dos caras de la vida de Lisa".
Con miras a este fin, Jackson empleó su diseño para que reflejara las personalidades de los personajes. Lisa y Peter son triunfadores y disfrutan de un matrimonio tremendamente duradero, de tal modo que "su hogar se halla en la campiña de Cambridge: queríamos comunicar esa sensación de salud, confort y relax campestres cuando se está lejos de la oficina". El personaje de Peter "es algo más cerrado, de modo que su oficina refleja eso y resulta más sencilla y clara que la de Lisa, la cual es mucho más artística y caprichosa".
Para Frank Doelger, el look del film provee de pistas muy interesantes a medida que la historia va desplegándose. Y ello nos lleva al diseño de vestuario de la película: "El vestuario es una de las claves principales para resolver parte del misterio del film. Hay ciertas cosas referidas a los personajes y en la manera en que visten que devienen tremendamente significativas en lo referido a la trama, de tal modo que reclamaban atención, sin que ésta fuera tan excesiva como para revelar en demasía la historia. Las pistas visuales y el modo en que éstas habían de entramarse con la historia eran un aspecto del todo decisivo. Lo que visten dice mucho de ellos y de cómo este extremo contribuye a la trama. Con un segundo visionado de la película, súbitamente las cosas que parecían del todo casuales comienzan a tener una relevancia que sorprenderá al público".
La diseñadora de vestuario Phoebe de Gaye tuvo un gran éxito al poder establecer las diferencias entre los dos varones protagonistas. Nos explica: "De lo que se trata es de marcar contraste entre esos dos protagonistas masculinos que resultan polos opuestos. Peter es un hombre de negocios que ha triunfado, aunque no le embarga vanidad alguna, y Ralph es totalmente distinto. Interpreta el papel de un caballero inglés pero es un fraude, sólo es teatro. Todavía se mantiene apegado a sus espléndidos trajes, los cuales se hicieron para él en otro tiempo de su vida. Comenzamos a percibir evidencias de desgaste, aunque él se esfuerza en que todo tenga lustre, pese a que se le está escapando de las manos. Todo ello exige la mayor sutilidad. Cuando el público le ve por primera vez, ha de ofrecer una imagen de auténtico hombre de negocios exitoso. Pero cuando alcanzamos los planos a corta distancia de él durante las partidas de ajedrez, comenzamos a percibir pequeños deshilados y roces".
El diseñador de zapatos, Rupert Sanderson, se incorporó al equipo técnico para que diseñara la colección de calzado de Lisa Carentis, y par el aspecto de Lisa, de Gaye se inspiró en parte en la plantilla de Rupert: "Cuando fui a hacerle una visita a Rupert, observé que la gente que trabajaba alrededor de él vestía muy bien, con elegancia, pero con discreción, y todo se centraba en el calzado, así que procuré conferir a Lisa ese porte".
Rupert Sanderson estaba encantado de implicarse en el proyecto, y sorprendido de ver sus zapatos en primeros planos, irradiando desde la pantalla. Nos explica que cuando Richard Eyre acudió a ver su colección "éste se mostró particularmente motivado ante un zapato de salón de tacón alto muy simple que diseñé acabado en elegante punta, de una alta calidad muy favorecedora. Se trata de una silueta simple sin ningún tipo de punteo en absoluto". La importancia que los zapatos tienen en la película también fue otro motivo de atracción para Sanderson, dado que la nota que activa la cadena de acontecimientos se halla en un par de zapatos.
Acerca de la narración breve
El escritor alemán Bernhard Schlink resulta más conocido a escala mundial por su novela "Der Vorleser" (El lector), que ha sido traducida a 39 idiomas, y ha devenido el primer libro alemán que ha alcanzado el primer lugar en la lista de más vendidos del The New York Times. Su narración breve The Other Man en la que el presente film se basa proviene de un volumen de historias cortas titulado Flights of Love, centrado en la plasmación de varios aspectos del amor.
Aunque Richard Eyre y Charles Wood han mantenido la estructura y la trama de la narración breve, tuvieron que hacer avanzar la historia par proporcionarle una narrativa cinematográfica. Tracey Scoffield nos explica: "La historia original habla de un hombre y resulta muy reflexiva; Richard tuvo que abrirla y llevarla a los otros personajes que se alojan en los pensamientos de este hombre en las páginas escritas, haciéndolos reales para la película. El realizador ha tomado decisiones interesantes en verdad en lo referido a qué elementos de la pieza original descartar y cuáles retener, algunas de orden práctico y otras de orden creativo, añadiendo mecanismos cinematográficos en lo que respecta a al arco temporal y argumento. La narración breve es muy lineal y contiene una buena dosis de retrospección. Nuestra película rompe intencionadamente esa linealidad presentando distintas líneas temporales con miras a mantener al público en suspense en torno a lo que aconteció realmente en el pasado".
Eyre añade: "La narración breve transcurre en una pequeña ciudad alemana y los dos personajes principales tienen más edad que en la película, y tienen un hijo y una hija. Lisa aquí es músico en una orquesta; en un primer momento, la hice intérprete de violonchelo en un cuarteto de cuerda hasta que los productores me dijeron que tenían la sensación de haber visto esto antes. No permetía accesibilidad ni connexion con el mundo contemporáneo. Charles y yo estuvimos hablando al respecto; el personaje debía viajar y tener una vida propia autónoma, además de ser creativo. De tal modo que hablamos acerca del mundo de la moda. En aquel entonces, yo estaba trabajando con un productor de línea cuya hija era una diseñadora de zapatos y hablé con ella acerca del diseño de calzado; me pareció que aquello era absolutamente perfecto porque estos profesionales tienden a querer pasar inadvertidos, no son la clase de gente que se pavonea en la pasarela. Están muy a gusto en el fondo, mientras realizan algo que es técnicamente de gran sofisticación. Hacer zapatos, particularmente con tacón de aguja, resulta una pieza de ingeniería muy complicada, y al tiempo devienen objetos de gran belleza".
Eyre nos sigue informando acerca de otros senderos por los que ha procurado que la historia tuviera una resonancia propia de nuestro mundo contemporáneo: "En la narración breve, el principal personaje descubre cartas del amante de su mujer; en el film, lo que acaba por hallar son mensajes de correo electrónico y fotografías. Algo que he mantenido es el papel esencial que el Lago Como juega en la historia. Resulta del todo apropiado ya que con toda probabilidad es el lugar más romántico del mundo. En cierto sentido, la narración, además de ser un thriller psicológico, también es una historia romántica con imágenes recurrentes del Lago Como".