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  La duquesa  (The duchess)
  Dirigida por Saul Dibb
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Introducción
La Duquesa está protagonizada por Keira Knightley (Piratas del Caribe, Orgullo y Prejuicio, Expiación) como Georgiana, Ralph Fiennes (La lista de Schlindler, El Jardinero Fiel) como su marido, el Duque, Hayley Atwell (The Line of Beauty, Regreso a Brideshead), como su mejor amiga, Lady Elizabeth Foster, y Dominic Cooper (The History Boys, Mamma Mia), como su amante, Charles Grey.

La película está dirigida por Saul Dibb (Bullet Boy, The Line of Beauty) y producida por Michael Kuhn para Qwerty Films y Gabrielle Tana para Magnolia Mae Productions. El guión es una adaptación de Jeffrey Hatcher (Casanova, Stage Beauty) basada en el best seller Georgiana, Duquesa de Devonshire, de Amanda Foreman.

La Duquesa es una producción de Qwerty Films/Magnolia Mae Production en asociación con Pathé Renn Production y BIM Distribuzione para Pathé, BBC Films y Paramount Vantage.


La producción
Georgiana Spencer nació en Althorp en 1757. A los 17 años se convirtió en Duquesa de Devonshire y señora de Chatsworth House. La riqueza y el poder del Duque le valió la atención del público y se convirtió en la reina de la alta sociedad, adulada y caricaturizada por la prensa y fue la inspiración para el personaje de Lady Teazle en la obra de Sheridan, The School for Scandal. Aliándose con el político Charles James Fox se convirtió en una importante figura del partido Whig, haciendo campaña para solicitar el voto para el partido en las elecciones de 1784. Su éxito social ocultaba una vida personal que estuvo cargada de sufrimiento gracias a un matrimonio vacío. El Duque de Devonshire fue notoriamente indiferente a los encantos de su mujer y prefirió a su mejor amiga, Lady Elizabeth Foster, quien se abrió paso hacia su cama y su corazón. Georgiana se embarcó entonces en una apasionada aventura con Charles Grey, y cuando se quedó embarazada de él fue exiliada por el Duque. A su regreso continuó viviendo con el Duque y Bess Foster muchos años en una relación triangular.

La Duquesa está basada en la biografía de Georgiana, escrita por Amanda Foreman, quien ganó el premio Whitebread a la mejor biografía en 1997 y se mantuvo en la lista de éxitos de ventas durante muchos meses. La productora Gaby Tana se hizo con los derechos del libro poco después de su publicación, en 1998. "Conocía a Amanda desde bastante antes de que escribiera el libro y cuando lo leí me pareció fascinante y pensé que era un gran material para una película. Estaba en una posición privilegiada porque ella era amiga y eso ayudó, porque hubo mucho interés de otras partes. A Amanda le gustó la visión que yo tenía del proyecto y ha sido una gran consejera durante todo el proceso porque ella conoce a los personajes perfectamente. Cuando hablas con ella sobre éstos, es como tenerlos delante de ti".

Tana estaba fascinada por Georgiana. "El personaje de la Duquesa es extraordinario e inspirador. Aunque aparentemente parecía tenerlo todo, te das cuenta de que no era así en realidad. Junto a sus privilegios vinieron un montón de cargas y las cosas nunca fueron lo que realmente parecían. Fue original y muy inteligente. De algún modo fue precursora en la liberación de la mujer, se involucró mucho en el cambio social y la política. Pero junto a esto, estaba la jugadora decadente y compulsiva que perdió millones de libras. Estaba llena de contradicciones y creo que eso hace la historia interesante. Sus luchas internas hacen de Georgiana un personaje muy interesante y sorprendente".

El libro de Foreman cubría toda la vida de Georgiana. Tana, sin embargo, no estaba interesada en hacer una película biográfica. "Era una biografía fabulosa, pero no estábamos interesados en rodar la historia de su vida. Nos interesaba hacer una película con una historia real de fondo. Acabamos centrándonos en el matrimonio y en un periodo particular de éste. Aunque situada en el siglo XVIII, los paralelismos con el presente son extraordinarios, y por eso la historia es realmente atemporal. Es una historia en la que resuenan problemas tan reales entonces como hoy. Es sorprendente, te das cuenta como la gente ha tenido los mismos conflictos siempre. En eso encontramos mucho del atractivo de la historia y es también la razón de que la gente la pueda disfrutar hoy en día".

Foreman, que trabajó como consultora en la película, estuvo feliz de renunciar al control. "Una de las cosas que los productores siempre temen es que el escritor se enfade cunado vea que su obra no ha sido representada palabra por palabra, página por página en la película. De hecho eso ocurre raramente. El libro es un viaje literario y la película es una experiencia sobre un viaje emocional. Lo que acaba resultando es muy fiel al libro y a la vida de Georgiana".

Los productores Gaby Tana, de Magnolia Mae, y Michael Kuhn de Qwerty embarcaron a Saul Dibb para que dirigiera la película. Gaby Tana comenta de Dibb: "Vino a vernos y dijo todas las cosas correctas. Tenía el mismo enfoque de la película que nosotros, que era hacer una película de época con ecos contemporáneos. Hizo numerosas aportaciones al guión y demostró ser la persona adecuada para el trabajo".

Saul Dibb vio algunas similitudes entre la historia y su aclamado debut, Bullet Boy, "Ambas son tragedias, a falta de mejor descripción, que tratan de gente joven en un momento crucial de sus vidas y que tratan de liberarse de las restricciones sociales. Cuando me mandaron el guión no buscaba una película de época, la películas de época británicas que crecí viendo no son necesariamente mi género favorito, pero esta parecía novedosa y diferente. Era emocionalmente poderosa y no sólo un retrato nostálgico de la vida inglesa, una trampa en la que me parece que caen muchas de estas películas".

Dibb estaba interesado en minimizar el escenario y acercarse tanto como fuera posible al corazón emocional de la historia. "Quería hacer la película puramente desde el punto de vista de Georgiana, centrarme realmente en su historia, en su viaje, para permitirnos ponernos en su lugar y explorar la situación. Quería hacer algo íntimo. Viniendo del mundo de los documentales y de Bullet Boy, me interesaba llevar a la realidad lo que no lo es y deshacerme de todas las capas que pudieran distanciar al espectador de la vida de los personajes, ya sea el lenguaje, el vestuario o el maquillaje, e intentar retratar a la gente real en estas complejas relaciones".

Los productores comentan su suerte al contar con Keira Knightley. Gaby Tana explica como fue de fortuito: "Un pajarito me dijo que ella estaba buscando una película, es raro que eso ocurra, y me lancé. Fue todo una cuestión de oportunidad, tuvimos mucha suerte de que ella estuviera ahí en ese momento y que le gustara el proyecto. He oído que ella leyó el libro mientras acaba la película que estaba rodando, la atrapó y fue perfecta para el papel".

La combinación del guión, el papel y el libro consiguió captar la atención de Knightley. "El guión era realmente interesante y tenía un personaje femenino fuerte, así que cuando te ofrecen algo como esto no lo rechazas. He hecho películas basadas en libros antes, pero nunca una biografía. Me parecía que el personaje del guión y el del libro eran diferentes entre ellos. El libro es realmente extraordinario y hay mucho en él, podrías hacer muchas películas basadas en ese libro. El guión estaba escrito inteligentemente para ceñirse a una historia específica, la historia de un matrimonio maldito. Creo que cualquier actriz disfrutaría interpretando a Georgiana, es un personaje extraordinario con un apetito real por la vida".

Para Saul Dibb el casting fue vital: "Encontrar a gente que sea capaz de encarnar los personajes es siempre el mayor desafío en una película. Éramos muy ambiciosos. Era absolutamente necesario para nosotros encontrar dos personas que tuvieran esa extraña química natural que existía entre el Duque y la Duquesa. Cuando Keira y Ralph se reunieron por primera vez para una prueba de pantalla, personificaron completamente las partes y sentí una especie de excitación. Son una pareja extraña y esa es la idea de la película".

Dibb se entusiasma hablando de su protagonista femenina: "Creo que Keira encarna de manera natural muchas de las características de Georgiana. Es increíblemente brillante, y es una celebridad. Hay una especie de fragilidad en ella, pero también un lado abierto y apasionado. Es una persona leída y comprende las ideas y argumentos de Georgiana. Es algo difícil de encontrar, una persona que contenga todo eso a la vez. Es un desafío pedirle a la gente que se interese por una mujer hermosa y rica de la alta sociedad de hace 200 años. ¿Cómo haces que se olviden de su preconcepciones sobre como era la vida entonces y que se identifiquen con una vida que era tan enormemente distinta a la suya y empaticen con los problemas de una persona como los que Georgiana enfrenta? Creo que Keira consigue eso totalmente".

Knightley se vio impresionada por el talento y la persuasión de Dibb. "Vi Bullet Boy y pensé que estaba hermosamente hecha e interpretada, y eso me impresionó muchísimo. Pensé que era interesante coger a este chico, que ha hecho una historia muy contemporánea del sur de Londres sobre la cultura de las armas, para dirigir esta historia. De hecho, la verdad es que leí el guión, le conocí, me encantó y me envió tres enormes plumas de avestruz. Pensé: 'Vamos, si un hombre te envía plumas de avestruz con una cinta dorada alrededor, merece la pena trabajar con él'".

Frente a Knightley tenemos a Ralph Fiennes como duque de Devonshire. Los productores fueron persistentes al persuadirle para que aceptara el papel, como explica Tana: "Él era simplemente el Duque. No creo que estuviera buscando una película de época en ese momento y costó convencerle más que a nadie. Pero estábamos determinados y no aceptamos un no por respuesta".

Dibb explica lo importante que era para Fiennes que el Duque fuera un personaje plenamente desarrollado. "Era fácil que el Duque se hubiera convertido en un personaje de dos dimensiones. Podría haber sido el villano de aristocracia inglesa reprimida y cuando le envié el guión a Ralph, esto fue una gran preocupación suya. Creo que pensó que el guión estaba bien escrito y que el personaje tenía grandes posibilidades, pero quería saber que tendría libertad para entenderle y para ver quién estaba detrás de esta enigmática, y a veces horrible figura. Evitó ir a lo obvio en todas las escenas y todas sus elecciones hicieron el personaje más sutil y más complejo".

Fiennes explica como vio al Duque como un personaje complejo atado por los códigos de comportamiento de su tiempo. "Estoy un poco cansado de los dramas de época, pero este me gustó y me pareció una buena historia. Me gustó mucho el personaje del Duque, pero pensé que podía ser un poco más complicado en la película. En el libro es emocionalmente frío, más bien cruel, pero es un hombre de su tiempo. Había ciertos valores a los que se agarraba y tenemos que entender esos valores y no prejuzgarle".

Hablando sobre la relación del Duque con la Duquesa, Fiennes comenta: "Ella es una mujer abierta y joven, emocionalmente disponible, y se casa con este hombre en una especie de matrimonio de conveniencia. El Duque probablemente sienta algo por ella en lo más profundo de su ser, pero se está acogiendo a un código de comportamiento y de creencias que él ve importante. Con los ojos del siglo XXI, se le puede considerar hipócrita y sería fácil encasillarle y etiquetarle. He intentado comprenderle a través de los valores de su propio tiempo".

Los coprotagonistas trabajaron estrechamente para dar vida a las complejidades de la relación: "Ninguno de nosotros quería que fuera obvio desde el principio que este matrimonio no iba funcionar", dice Knightley. "Creo que si la conclusión de antemano es que él es el malo y ella la buena, la historia no puede ser interesante y creo que es más una cuestión de dos personalidades que no congenian y no se comprenden. Georgiana puede ser una absoluta pesadilla, el Duque no sabe como actuar con ella y eso crea una interesante dinámica en esta relación de dos personas que simplemente no encajan".

Fiennes se vio cautivado por la joven actriz. "Acababa de ver Expiación, que me encantó y me pareció que Keira tenía una gran calidad. Estoy muy impresionado con su espíritu y con su dedicación y disciplina. Combina una naturaleza dulce como persona con la disciplina personal y un amplio espectro emocional. Tiene esa extraña cualidad por la que parece que no está haciendo nada, pero los pensamientos fluyen a través de su cara, de sus ojos. Me parece un placer trabajar con ella".

Dibb explica sus ideas tras el casting de los otros personajes clave: "Para los duques y Lady Spencer, queríamos actores icónicos, que fueran iconos de su tiempo. Parecía funcionar que tuviéramos gente conocida interpretando celebridades en su tiempo. Charlotte Rampling tiene una presencia que impresiona e incomoda ligeramente en pantalla y además me parece que se parecía a Keira, con un porte y una estatura similar. Para Bess y Grey, queríamos actores emergentes. No queríamos caras reconocibles al momento. Había trabajado con Hayley en The Line of Beauty, y siempre me pareció perfecta para Bess. Es una gran actriz. Su cualidad es que nunca sabes lo que se esconde tras sus ojos y con Bess sientes que no sabes cual es realmente su plan. Tiene un plan, pero no quieres que sea obvio. Hayley es alguien que tiene esas cualidades. Es muy atractiva y tiene ese encanto diabólico que le gusta al público".

Hayle Atwell comenta: "Me encantó el guión y me emocionó la historia, más aún al ser real. Bess es alguien que podría verse fácilmente como retorcida y calculadora, pero encontré un libro llamado Elizabeth y Georgiana sobre la vida de Bess, su vida personal y tenía mejor corazón de lo que parece. Bess era una persona complicada y atormentada, que intentaba sobrevivir en la sociedad. Todo lo que quería era recuperar a sus hijos. Fue una mujer que hizo cualquier cosa por sus hijos y creo que eso es maravilloso".

Amanda Foreman estuvo siempre cerca para aconsejar a los actores. "Mi implicación en la película fue de dos tipos. Estaba a mano en caso de que los actores quisieran saber por ejemplo como fue la infancia de sus personajes, o como habrían sido sus sentimientos en cierta ocasión. Mi otro papel fue aconsejar sobre aspectos de la época, como se caminaba, como se hablaba, etc. Este grupo de actores es tan experto que no necesitaban ninguna ayuda realmente, pero estuve contenta de ser su consejera y de que utilizaran mi conocimiento".

Saul Dibb se vio impresionado de hasta donde llegaban sus actores para familiarizarse con sus personajes y su época. "Keira estuvo dispuesta a poner muchísimo de ella, de sus pensamientos e ideas para poder entender a esta mujer y poder interpretar su historia. Trabaja muy duro e investigó mucho por su cuenta. Leyó el libro de Amanda Foreman varias veces, pero también leyó muchos otros libros que encontró por su cuenta. Ralph hizo lo mismo. Entrabas en su caravana y sólo había cuadros y fotos de duques del siglo XVIII en las paredes y sólo escuchaban música de ese periodo. Esa clase de cosas realmente ayudan a un actor a entender cómo era vivir entonces".

Knightley le echó un vistazo al archivo de pertenencias de Georgiana que se encuentra en Chatsworth. "Fui muy afortunada. Cuando rodamos en Chatsworth, la actual Duquesa de Devonshire me mostró algunas de las cartas, joyería, pinturas y notas de sus acreedores que mostraban lo endeudada que estaba. Cuando murió le descubrió a su marido lo que debía, porque estaba convencida de que si él lo averiguaba se divorciaría o la echaría, cuando en realidad, tras su muerte el Duque se enteró de la verdad y dijo: '¿eso es todo?' Hay algo increíblemente triste en ella, creo que es una víctima de sí misma, de su propia inocencia. Es también víctima de otras personas que la utilizan para su propio beneficio, pero lo que es bonito de la historia es que encuentra el modo de vivir con esto. Encuentra la manera de triunfar sobre algo y recuperar algo de poder en un tiempo en el que la mujer tenía muy poco".

Fiennes leyó sobre el tema para sacar a la luz al Duque: "He leído el libro de Amanda y es fantástico, pero en él el Duque seguía siendo un enigma. Por suerte, encontré otro par de libros sobre él y Bess Foster y conseguí tener un poco más de información sobre el personaje. Era muy contenido y nunca fue muy expresivo o abierto socialmente, pero la gente que le conocía decía que era un hombre extraordinariamente informado y agradable de conocer. Si alguna vez había un debate en un club de caballeros, su opinión siempre era considerada la última palabra".

Rodada en unas 9 semanas en otoño de 2007, la película tiene sus principales localizaciones en la casa de los Devonshire en London, Devonshire House, su casa de campo, Chatsworth, y en Bath. Varias localizaciones y magníficas casas de campo se usaron también para reconstruir las casas de Devonshire y otros escenarios, incluyendo Kedleston Hall en Derbyshire, el Bristol Old Vic Theatre, las Assembly Rooms de Bath, Holkham Hall en Norfolk, Osterley PArk, el Colegio Naval de Greenwich y Somerset House en Londres. También se rodó en Chatsworth la ancestral casa de los Duques de Devonshire. Los actuales Duques aún residen allí.

Rodar en alguna de las casas de campo más espectaculares de Inglaterra también ayudó al reparto. Sumergirse en siglos de historia les dio un incalculable sentido del medio en que vivieron sus personajes. Ralph Fiennes explica, "Creo que el hecho de rodar en localizaciones reales y tener el tejido de la historia alrededor es fantástico. Aparte de la habitación donde estás rodando, todo alrededor son libros, pasillos, pinturas, jardines, paisajes, techos... y te empapas de todo esto. Simplemente estar en el mismo espacio en el que estuvo la persona que interpretas te da alas a la imaginación. Es todo instintivo, inmediatamente te llenas de confianza y seguridad, eso está ahí. Chatsworth fue heredada e intentar imaginar como sería heredar un montón de tierra semejante, de gente incluso, requiere un gran esfuerzo y una mentalidad totalmente distinta a la nuestra, así que ayuda estar en el lugar real donde todo ocurrió".

Knightley añade: "Fue una gran diferencia estar allí, en los espacios reales, sabiendo lo fríos que son. Es muy distinto a estar en un estudio. Tienes una idea de verdad de como vivían, a que escala, es asombroso".

No fueron sólo los actores los que sintieron esto, Gaby Tana también lo comenta: "Rodamos en estas increíbles mansiones a lo largo de Inglaterra y sentías que estabas recreando y reviviendo algo. Estos personajes realmente pasearon por esos pasillos y esas estancias y esas cosas ocurrieron en esas habitaciones. Hay algo muy visceral y excitante en todo ello".

El mayor desafío para las localizaciones fue recrear Devonshire House, la residencia de Londres, puesto que ya no existe. Los interiores se rodaron en Kedleston y Holkham Hall, los exteriores en Somerset House, en Londres. Dibb explica: "Tomamos pronto la decisión de que teníamos que usar escenarios reales y no crear sets. Los escenarios reales tenían que hacer un gran trabajo y empleamos una gran cantidad de tiempo buscando los lugares correctos. Devonshire House fue conocida como esta enorme y austera mansión, con un cierto aire prisión-fortaleza y tuvimos que recrearla con partes de distintas mansiones. La primera fue Kedleston Hall, que tiene un impresionante salón de baile y un aspecto muy particular, y lo unimos a Holkham Hall en Norfolk. Aunque están diseñadas por arquitectos distintos, el aspecto es el mismo, y pienso que el que diseñó Holkham había visto Kedleston y quiso hacer algo un poco parecido, así que pudimos crear esa mansión sencilla, pero hermosa para el Duque".

Otro aspecto realmente llamativo de la historia es que Georgiana fue antepasada lejana de Diana Spencer, y en ocasiones sus historias presentan increíbles paralelismos. Gaby Tana comenta: "Las similitudes están ahí y son reales, especialmente la forma en que ambas manipularon a la prensa. Creo que Georgiana realmente comprendió como hacer que las cosas funcionaran para ella y por supuesto lo utilizó con fines políticos. Georgiana fue probablemente la primera celebridad en la manera en que hoy en día las concebimos. Cuando aparecía en los periódicos, éstos se agotaban, era perseguida por artistas gráficos, el equivalente de los paparazzi. Era un icono de la moda y capturó la imaginación de la gente".

Amanda Foreman añade: "Georgiana era un cruce entre Marilyn Monroe y Lady Diana. Es una estrella, una celebridad, pero también una inmensa figura trágica, increíblemente tímida en su interior, pero buscando atención desesperadamente. Muy inteligente y con un gran talento, lo que es relevante en su historia es la idea de que sea una mujer que busca desesperadamente definirse en sus propios términos, mientras los hombres a su alrededor, especialmente en la prensa, siempre intentan definirla en términos que ella no reconoce. Tanto la Princesa Diana como Georgiana fueron inteligentes y poderosas mujeres que casi fueron hechas pedazos por la prensa y que lucharon por rehacerse para ser finalmente las mujeres que querían ser. Uno de los aspectos de la vida de Georgiana que la hace tan relevante hoy en día es que tuvo vivir bajo la intensa mirada del público. Veo a Keira interpretando a Georgiana ahora y me asombra que sea capaz de mantener la compostura con la constante presión que recibe, algo que Georgiana también tuvo que sufrir".

"No intentamos contar la historia de Diana a través de Georgiana", afirma Dibb, "pero todo el mundo es consciente, y sería un poco inocente si no supieran que Diana es descendiente directa de Georgiana. Georgiana nació Spencer, en Althorp y hay parecidos: fue una celebridad en su día, se casó con un hombre complicado y distante y lo hizo muy joven. Tras un tiempo, fue una relación de tres, pero resultó de una manera muy distinta y creo que hablamos de dos personas muy diferentes, así que los paralelismos llegan hasta cierto punto y ahí paran. Es una cuestión más de acontecimientos en sus vidas que de sus personalidades. Si la gente quiere establecer comparaciones, perfecto, pero de ninguna manera intentamos contar o manipular la historia para que encaje con lo que la gente conoce de la historia de Diana".