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  La duquesa  (The duchess)
  Dirigida por Saul Dibb
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Hermosa, glamurosa y adorada por el pueblo. Georgiana (Knightley) fue, como su descendiente Diana de Gales, la mujer más fascinante de su época. Pero mientras que su belleza y su carisma le forjó un nombre en la historia, el amor siempre se le escapó.

Casada muy joven con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire (Fiennes), fue confidente íntima de ministros y la Casa Real, llegando a ser un icono de la moda, madre adorada e influyente política para el partido liberal. Sin embargo, en el núcleo de su historia está la búsqueda desesperada de afecto y amor. Desde el apasionado pero fatídico romance con Earl Gray hasta el complicado triángulo amoroso con su marido y su mejor amiga Lady Bless Foster (Rampling). LA DUQUESA es una historia contemporánea de fama, notoriedad y búsqueda del amor.


Sinopsis larga
Althorp, 1774. En la verja trasera de la casa de campo de los Spencer, seis jóvenes aristocráticos se preparan para una carrera. Georgiana, de 17 años va con Charles Grey. Dentro, Lady Spencer, la madre de Georgiana, negocia su matrimonio con el Duque de Devonshire, un hombre algunos años mayor que Georgiana. El contrato de matrimonio permitirá a Georgiana acceder a una bonita suma una vez que le dé al Duque su primer hijo varón.

Lady Spencer le comunicará entonces a Georgiana que se ha convertido en Duquesa de Devonshire y ella queda emocionada con la idea convencida de que el Duque la ama.

Tras el matrimonio, Georgiana toma su papel como anfitriona social y atiende a los Whigs, el partido político que apoya su marido, impresionando a Charles Fox, líder del partido con su ingenio y su belleza.

Pero la vida de casada se convierte rápidamente en un fastidio y Georgiana se da cuenta de que el Duque está más interesado en acostarse con las doncellas y hablar con sus perros, que en ella. Su decepción final llega cuando él espera que ella sea madre de su hija ilegítima que viene a vivir con ellos.

La respuesta de Georgiana es lanzarse a las fiestas sociales, donde recibe las atenciones de Fox y del dramaturgo Richard Sheridan. Georgiana, con un embarazo avanzado, da a luz a una hija. El duque está decepcionado y no tiene interés en la niña. Lady Spencer le asegura que el heredero llegará pronto.

Unos años más tarde y con una hija más, la familia viaja a Bath. Los duques acuden a un gran baile. Georgiana asombra al público con una gran peluca con plumas de avestruz. Se hace conocida por sus extraordinarias indumentarias y es el centro de atención allá donde va. Ve al duque hablar con Bess Foster y Georgiana empieza una conversación con ella para averiguar qué quería el duque. Se caen bien, y deciden verse de nuevo.

Bess y Georgiana se hacen amigas y Bess le cuenta que su marido se ha llevado a sus hijos y no le permite verlos. Georgiana siente entonces lástima y le invita a quedarse.

En el teatro, el Duque, la Duquesa y Bess ven una obra de Sheridan, La escuela del escándalo. Sir Peter y Lady Teazle están inspirados en los duques y la obra se burla de su matrimonio. Tras la representación, Fox les presenta a su protegido, Charles Grey. Bess se da cuenta de que Georgiana y Grey esconden algo.

Georgiana, ahora metida de lleno en el partido Whig, presenta a Grey a un gran público. La retórica de Grey encandila a todos y Georgiana está encantada. De vuelta en el escenario la tensión entre ellos es palpable y Grey le confiesa entonces que piensa en ella cada día.

A su regreso a Devonshire, Georgiana escucha al Duque y a Bess teniendo sexo, en alto, apasionado, nada que ver con cuando ellos dos están juntos. Georgiana se enfrenta entonces al Duque y le dice que Bess debe marcharse, pero él se niega. Bess intenta explicarla que el Duque, como noble más importante del país, es su única oportunidad para volver a reunirse con sus hijos, pero Georgiana le dice que todo tiene un límite. Sin embargo, Bess no está de acuerdo.

El plan de Bess de seducir al Duque para que éste le ayude da finalmente sus frutos y Bess consigue reunirse con sus hijos. Georgiana se conmueve cuando ve a Bess, sus hijos y el Duque, dándose así cuenta de que ve a la familia feliz que ella no ha podido conseguir.

Georgiana comienza entonces una aventura con Grey. Le propone un trato al Duque, ella dará su bendición para que Bess se quede si él acepta sus sentimientos hacia Grey. Pero el Duque se pone furioso. Sin un heredero teme convertirse en el hazmerreír de todo el mundo, por lo que sigue a Georgiana a su habitación y la viola, diciéndole que podrá hacer lo que quiera después de darle un heredero.

Georgiana es obligada a separarse de Grey. Finalmente da a luz un hijo, pero es desgraciada sin Grey hasta que Bess organiza una reunión con él.

Georgiana escapa a Bath para pasar tiempo con Grey y se siente feliz con él. Él le da el amor y la atención que buscaba desesperadamente, pero su felicidad dura poco. El Duque y Lady Spencer se presentan y le exigen que abandone a Grey. El Duque la amenaza diciéndole que si no deja a Grey se asegurará de que su carrera política se acabe y de que ella no vea a sus hijos nunca más.

Georgiana sabe que no podría vivir sin sus hijos y vuelve a Devonshire House, pero embarazada de Grey, un hijo a quien el Duque obligará a entregar a la familia de Grey.

De vuelta en Devonshire House, el Duque le dice a Georgiana que no quiere que ella sufra más y quiere que sus vidas vuelvan a la normalidad. Él contempla a sus hijos jugando y comenta lo maravilloso que sería ser tan libre. Georgiana siente empatía por él por primera vez al darse cuenta de que él está tan atrapado como ella por su rol social, y comienza a aceptar su situación.

En una reunión social Georgiana se encuentra desprevenidamente con Grey, y los invitados callan al sentir el aroma del escándalo. Grey se siente incómodo, pero mantiene el tipo. La charla intrascendente consigue el efecto deseado y los invitados pierden interés. Grey le cuenta a Georgiana que se va a casar con una chica a la que ha visto dos veces. Los dos comprenden que es un matrimonio práctico, pero que aún se aman. Grey le dice también que su hija es muy querida.