Protagonizada por Chris Hemsworth, Natalie Portman, Tom Hiddleston, Stellan Skarsgård, Colm Feore, Ray Stevenson, Idris Elba, Kat Dennings, con Rene Russo y Anthony Hopkins como Odin. La película está dirigida por Kenneth Branagh. El guión es de Ashley Edward Miller & Zack Stentz y Don Payne, con un argumento de J. Michael Straczynski y Mark Protosevich. Está producida por Kevin Feige. Los productores ejecutivos son Alan Fine, Stan Lee, David Maisel, Patricia Whitcher, Louis DEsposito. El director de fotografía es Haris Zambarloukos, BSC. El director artístico es Bo Welch. El montaje es de Paul Rubell, A.C.E. El diseño de vestuario es de Alexandra Byrne. Los coproductores son Craig Kyle y Victoria Alonso. El supervisor musical es Dave Jordan; la música es de Patrick Doyle.
Un formidable ruido de trueno
En 1962, los ahora legendarios Stan Lee y Jack Kirby presentaron El Poderoso Thor a los lectores de Marvel Comics, dando comienzo a una nueva era de acción y aventuras con su enfoque del dios vikingo del martillo. A pesar de los nombres poco familiares, la historia se basaba en conflictos familiares y universales que han provocado dramas entre los hombres desde el principio de los tiempos: un hijo impaciente por demostrarle su valía a su padre, un hermano letalmente resentido, y una mujer que ayuda a un hombre a ver el mundo con nuevos ojos. Sangre real, mortíferas venganzas, el orgullo y la posterior caída. En resumen, en cualquier mundo, son historias que merecen ser contadas.
Miembro fundador del grupo de superhéroes conocido como "Los Vengadores", Thor surgió de la misma pluma de Marvel Comics que previamente había dado vida a Iron Man, los Cuatro Fantásticos, X-Men y Spiderman.
Kevin Feige, productor de la película "Thor" y co-presidente de Marvel Studios, recuerda: "Stan Lee cuenta que, después de que Jack Kirby y él hubieron creado a los otros héroes, pensaron: 'Hagamos un dios, ¡y luego derribemos a ese dios!' Y en una decisión inteligente, buscó en la mitología noruega, porque mucha gente estaba familiarizada con las mitologías griega y romana, pero no tanto con la noruega. Cuando uno lee esas historias, es de lo mejor de Marvel Comics, porque se trata de gente que es muy humana, a pesar de sus poderes, a pesar de poder convocar a la tormenta, el trueno y el rayo. Hay temas familiares, con los dos hermanos, Thor y Loki, peleándose. Es un drama familiar, y tienen tantos defectos como nosotros, o cualquiera de los héroes de Marvel. Eso es lo que hace que sea tan fácil identificarse con los personajes de Marvel".
"En el cine, hemos explorado a muchos de los héroes de Marvel con base en este mundo", continúa Feige. "Pero por algo se le llama el universo Marvel. Es un lugar enorme, y con "Thor" nos vamos a un nivel cósmico".
Fue el desmesurado Thor el que también sedujo al director Kenneth Branagh cuando era un niño en el Belfast de los años sesenta. "En Irlanda del Norte llueve mucho y casi siempre está nublado", recuerda Branagh. "El color de las portadas de los tebeos de Marvel resaltaba en las estanterías, y El poderoso Thor era el que siempre me atraía".
"Me gustaban sus cualidades primordiales: la conexión con algo antiguo, sus caracteres que recordaban a Stonehenge, y simplemente la fuerza bruta del personaje. Es el primero en cumplir ese cliché de nunca pedirle a nadie que haga algo que uno mismo no haría. De hecho, casi todo el tiempo tienes que intentar impedirle que haga algo que nunca se te ocurriría".
Además, es esa naturaleza muy decidida y obstinada la que resulta ser el punto flaco del carácter de Thor, la que realmente se interpone entre él y el trono que desea más que ninguna otra cosa. Un cuerpo admirable y el éxito en la batalla no bastan para preparar a un príncipe para gobernar a su pueblo: los accesos de rabia, las decisiones imprudentes, los actos apresurados, todo eso son cosas que resultarán ser fatales para un rey. Son también los rasgos que pueden causar y de hecho causan la autodestrucción de un ser humano, incluso sin el peso de una corona sobre la balanza.
"Lo genial de la conexión de Marvel con la mitología noruega es su comprensión de que la dimensión humana que hay en el centro de los relatos épicos es el cemento que lo une todo", observa Branagh, que algo sabe sobre cuentos míticos, habiéndose labrado una reputación interpretando (como actor, director teatral y cineasta) historias de Shakespeare repletas de intrigas familiares. "Hay una euforia, una especie visceral de gozo indirecto al ver a esos personajes pasar por las mismas cosas que nosotros".
El productor Feige corrobora: ""Cuando los personajes reaccionan ante las situaciones del mismo modo que lo haríamos nosotros, cuando se ven inmersos en situaciones abrumadoras y no pueden arreglárselas fácilmente, cuando tienen que superar tribulaciones y penalidades como las que nosotros superamos todo el tiempo, entonces eso es real, es algo con lo que uno se puede identificar. Así que da igual que seas un multimillonario fabricante de armas o el hijo de Odín, si tienes que enfrentarte a esos temas o problemas (incluso si tienes defectos dentro de tu personalidad), eso te convierte, esencialmente, en uno de los nuestros. Stan y Jack hicieron muchas cosas divertidas en los primeros cómics de Thor (a los que luego dio vida Walt Simonson) con las que J. Michael Straczynski ha hecho un magnífico trabajo en los cómics recientes. Ha tomado los mitos y los ha traído a casa. Puede que hayas oído hablar de Thor, Loki, Odín
lo que no sabías es que son reales. Y que si pudieras conseguir un transporte intergaláctico y atravesar unas cuantas dimensiones y otros pliegues espaciales, te encontrarías con ellos. Ese es el concepto que ha sido desarrollado y aplicado a esta adaptación".
J. Michael Straczynski, un premiado guionista (la película varias veces nominada al Óscar de 2008 "El intercambio") y escritor de los cómics de Thor desde julio de 2007 hasta noviembre de 2009, se sintió encantado de que eligieran a Branagh para dirigir el debut cinematográfico del héroe. "Con su formación clásica y su habilidad para el lenguaje, Ken tiene la capacidad de hacerlo majestuoso y accesible a la vez. Es capaz de hacer descender a esos dioses hasta donde una persona pueda entenderlos".
Feige se extiende sobre por qué fue Branagh el favorito de Marvel. Observa el productor: "Como bien han subrayado personas mucho más inteligentes que yo, los cómics son la mitología actual, y Ken Branagh es alguien capaz de adaptar la literatura como nadie. Es, en el fondo, un narrador muy dotado, y eso es lo que queríamos, alguien que pudiera contar la historia. Hace siglos, esas historias se contaban alrededor de la hoguera, y hoy es bastante parecido, sólo que el fuego es la luz del proyector".
No hace falta decir que los cómics fueron la principal fuente de material para todos los implicados en el proyecto, pero a medida que el proyecto se iba transformando y pasando de la página en cuatricomía a la pantalla cinematográfica, otras obras literarias se convirtieron también en referentes para los cineastas, el equipo de Thor y los actores. A quienes participaron en la pre-producción (y más tarde, cuando a los actores se les encargó la tarea de dar vida a los personajes de Marvel) se les proporcionaron materiales de referencia sobre los vikingos y la mitología noruega junto con un montón de cómics, y varias novelas incluidas por si acaso ( Siddhartha de Hermann Hesse, por ejemplo). Chris Hemsworth, el fornido australiano que obtuvo el papel de Thor, explica: "Era como una clase en el colegio: me daban libros sobre gente que se encontraba a sí misma y entonces asumía la realidad de su existencia. Ken sabía que estaban relacionados con la historia que íbamos a contar".
Entonces, ¿será un caso típico de ese mecanismo literario que en las clases de la universidad llaman 'ironía' el que Thor en realidad se encuentre a sí mismo... al perderse?
"Thor es casi invulnerable", apunta el guionista Ashley Edward Miller. "Es sobrenaturalmente fuerte, puede volar y está provisto de un gran martillo con el que controla las tormentas. Al ser príncipe y un chico importante, nunca ha oído la palabra 'no', y se le ha permitido siempre hacer prácticamente todo lo que ha querido. Ahora bien, en el punto en el que en otras historias al héroe le pica una araña o le atraviesa un rayo gamma, Thor es despojado de todas las cualidades y pertenencias que le hacen ser quien él cree que es. Y encima, le destierran a un lugar extraño. Eso le convierte en un príncipe destronado que ahora es un paria, y así, es uno de los nuestros".
Bueno, uno de nosotros si tuviéramos el físico y el aspecto de... un dios, andando por el desierto de Nuevo México... el mismo desierto en el que cierta investigadora, Jane Foster, está efectuando un trabajo de campo sobre unos fenómenos inexplicables en el cielo nocturno. "Jane está muy concentrada en su investigación", dice Natalie Portman, quien interpreta a la esotérica científica. "Probablemente ha llegado el límite de la astrofísica, porque cree en cosas que a la mayoría de sus colegas le podrían parecer chaladuras. Su llegada parece demostrar cosas que ella supone que son verdad".
"Al principio, Jane cree que Thor es un tema para estudiar", continúa la actriz. "Aparte de su propio equipo de investigación, ella es la único testigo del extraordinario suceso que han observado sobre las llanuras de Nuevo México, así que él es importante para su trabajo. Lentamente, comienza a sentirse identificada con él y, bueno, sus emociones comienzan a sacar lo mejor de ella, pero luego se enfrenta al desafío omnipresente para todo científico o académico inmerso en una investigación: ser objetivo".
De forma muy parecida a su personaje, quien llega a apreciar el tiempo que pasa en esa tierra extraña, Hemsworth disfrutó con los intercambios más pequeños y no heroicos que ayudan a transformar al joven príncipe. "Thor está llena de grandes momentos, con muchísima acción y pirotecnia, pero algunas de mis secuencias favoritas son entre Thor y Jane: conversaciones normales, cotidianas. Rodamos esas escenas en Nuevo México, con un hermoso fondo de montañas. Eso sí, tuvimos que espera a que la nieve se fundiera, pero creó un bello entorno. Esas fueron las escenas en las que aprovechamos toda la investigación del personaje, los libros sobre observar la existencia y encontrar la tuya. Y poder interpretarlo con Natalie... bueno, un sueño para mí".
Sin embargo, esa no es la actitud de Thor cuando aterriza (primero con una explosión, y luego con un golpe en el todo-terreno a toda velocidad de Jane) en la Tierra. Pero vivir entre humanos, que le parecía irrelevante desde su majestuosa posición en Asgard, es una revelación para Thor. Por supuesto, nadie sabe quién es él, de hecho, Jane y su equipo piensan que es un nómada del desierto un poco raro (y quizás alguien sin techo).
"Thor aprende a través de Jane Foster lo mucho de lo que son capaces los humanos", dice el guionista Zack Stentz. "Es una de las mejores facetas de la naturaleza humana: cuando nos encontramos contra la pared y toda esperanza está perdida, en esos momentos, es cuando encontramos la medida de lo que somos, esos pueden ser nuestros grandes momentos. Ahí es cuando Thor se transforma, ese es su periplo. Está a punto de abandonar, porque ya no es el que solía ser. Pero entonces, descubre lo que puede llegar a ser".
Hemsworth coincide, y comenta: "Todo trata acerca de que Thor aprenda humildad. Al principio aparece como un joven arrogante con un montón de poder a su disposición. Cuando se enfrenta a su padre, es castigado siendo desterrado a la Tierra para aprender una lección, en igualdad de condiciones con el resto de los terrícolas, o sea, como un mortal".
"Ken dijo ya desde el principio que se trataba de una historia sobre padres e hijos", continúa Hemsworth. "El escenario es una historia sobre dioses, pero en el fondo, trata acerca de los seres humanos".
Por muy místicos que sean, los personajes de "Thor" tenían que ser interpretados por seres humanos (o sea, simples mortales). Pero haría falta un puñado de actores con talento (que cumplieran una serie de criterios bien definidos en cuanto a todo, desde la estatura hasta el físico) para dar vida a los habitantes de los tres mundos que contiene el relato de Marvel sobre el dios del trueno y su familia, sus compañeros guerreros y sus mortales enemigos.
"Chris Hemsworth parece un superhéroe", dice Stan Lee, productor ejecutivo y creador de Marvel. "Sin maquillaje ni vestuario, es un tipo realmente fuerte, animoso y emocional. Vestido de Thor, parece como si poseyera la madurez y la sabiduría necesaria para soportar el peso del mundo sobre sus hombros".
El veterano coordinador de especialistas Andy Armstrong coincide: "Chris es auténtico. Pertenece a esa extraordinaria categoría en la que todas las mujeres le encuentran muy atractivo, y sin embargo también todos los tipos se identifican con él. Cuando le vi trabajar, hice que gran parte de la acción fuera más pesada y con más contacto. Es tan duro y acelerado como cualquier especialista, una versión moderna de alguna estrella del cine de los años cincuenta como Robert Mitchum".
Como se demostraría con los escenarios y los trajes, 50 años de sesiones de cómics habían producido multitud de interpretaciones del icónico personaje. "Ha sido dibujado con más músculos de los que podría tener un ser humano", dice el productor Kevin Feige. "Pero sabíamos desde el principio que no queríamos contratar a ni a un culturista ni un luchador".
"Decidimos buscar al actor que encajara mejor en el papel, ya fuera conocido o no, porque el personaje tiene, de por sí, un gran tirón", continúa. "Probamos a decenas y decenas de personas, e hicimos pruebas de cámara con cuatro o cinco. Al final no hubo dudas, era Chris. Tiene una gran presencia, tiene humor, y puede decir esa frases tan grandiosas de una manera que uno se las cree. Uno se preocupa por él, y eso es lo que hace que contemplar a alguien sea atractivo".
El tamaño también importaba. "Hay otros personajes (Volstagg, y los Gigantes de Hielo) que son más grandes que Thor, pero él es una figura imponente sin ninguna manipulación, y eso es un punto a su favor", concluye Feige.
Branagh recuerda los primeros días del proceso de casting. "Esperamos y miramos y buscamos durante mucho tiempo, hasta que presentimos que teníamos exactamente a la persona adecuada. Chris es muy impresionante, con un físico que daba la sensación de poder soportar el intenso entrenamiento físico al que le íbamos a someter. Tiene una inteligencia interpretativa muy especial, y la capacidad de aprovechar su lado primario. En su prueba de cámara, contó una historia acerca de una de las hazañas de Thor con tal entusiasmo, gracia, fuerza y sentido del peligro, que enseguida supimos que él era nuestro Thor".
Branagh se sintió también complacido de poder contratar a Tom Hiddleston como Loki, el hermano de Thor. Tras haber actuado con Hiddleston en teatro, en una obra en la radio y en la premiada serie de TV "Wallander", conocía muy bien el registro de Hiddleston. "Necesitábamos a alguien con muchísima versatilidad y una absoluta falta de temor a ser las muchas clases de personalidades diferentes en las que se convierte Loki. Tom también hace una pareja maravillosa con Chris. Ambos son grandotes, se sienten como hermanos, con el tipo apropiado de cualidades opuestas y complementarias".
Una vez que Thor cae a la tierra, aterriza justo en el camino de Jane Foster, que es igual de guapa que de inteligente. Dice Feige: "Queríamos que Jane, el primer amor más famoso de Thor, formara parte de esta historia sobre su origen. En el cómic original, es una enfermera, pero queríamos actualizarla, y la hicimos una doctora que, estando en la universidad, se empezó a interesar más por la astrofísica que por la anatomía. Pero estaba claro que necesitábamos a alguien con belleza, que pudiera también dar la talla para ser la novia de un superhéroe, y que tenía que ser también completamente creíble como una mujer claramente inteligente y fuerte. Así que al principio, cuando estábamos confeccionando listas de gente para las audiciones, la describíamos una y otra vez como teniendo las cualidades de Natalie Portman. Así que, en un momento dado, algún genio fue y dijo: 'Vale, ¿y por qué no se lo pedimos a ella?'"
Al parecer, el proyecto tenía muchos puntos de interés para la recién oscarizada actriz, pues no sólo era fan del género y del universo de los cómics de Marvel, sino que estaba sumamente interesada en trabajar con el director Kenneth Branagh. Hubo varias reuniones entre la actriz y el director, en donde se enfatizó que Jane no iba a ser 'el tipo de damisela en apuros atada a las vías del tren', sino de hecho un factor clave para motivar a Thor en su transformación a lo largo de toda la película. A Portman la mandaron a casa con un montón de libros de ciencia y biografías ("que ella probablemente leyó aquella noche", bromea Feige) y regresó con el personaje de Jane Foster, lista para rodar y dispuesta a sumergirse en los desmesurados acontecimientos.
Por supuesto, la clave para Portman estaba en el intensa concentración con que se afinaban los personajes por entre el impresionante paisaje de los platós de acción. Dice: "Creo que el liderazgo de Ken ha hecho que este proyecto sea muy, muy especial. He trabajado en varias producciones a gran escala, y esta es la primera vez que realmente he sentido tal nivel de intensidad y concentración en la interpretación por parte de un director. Me parece extraordinario poner tanto énfasis en la interpretación, la historia y los detalles, y creo que todo eso hace que los grandes y excitantes momentos de acción sean más reales y, en cierto modo, más entretenidos".
Portman acaba de interpretar el que quizás haya sido uno de los papeles más difíciles de su carrera como adulta (el de la bailarina al filo tanto de la grandeza como de la locura en la película de Darren Aronofsky "Cisne negro"), y no tenía mucha intención de embarcarse directamente en otro proyecto, y sobre todo en uno de una escala tan grande como "Thor". Explica la actriz: "Pasé un año entrenándome, y trabajando con Darren, de puntillas, todos los días. Había estado durmiendo unas cuatro o cinco horas cada noche, y estaba sencillamente agotada. Probablemente me hubiera apuntado mejor a alguna especie de cura de reposo, pero trabajar con Ken era una oportunidad demasiado buena como para dejarla escapar. Y me alegro mucho de haber firmado".
En el papel del mentor de Jane, el profesor Andrews, a Portman se le unió un compañero de reparto de un proyecto anterior, la película del período oscuro de Milos Forman "Los fantasmas de Goya". Stellan Skarsgård (quien interpretó a Goya) admite: "No es un papel muy grande, pero el proyecto me resultaba atractivo por varias razones: poder rodar en Nuevo México, trabajar de nuevo con Natalie, con quien tuve una experiencia fantástica en "Los fantasmas de Goya", participar en una historia tan grande y desmesurada, y todo ello bajo la dirección de Ken. Aparte de cualquier gran peso psicológico de mi personaje o de enormes cantidades de tiempo en la pantalla, esas razones eran estupendas para firmar. Y por encima de todo, resultó muy divertido".
En el papel de la irónica y observadora becaria que trabaja junto a Jane y Andrews, Kat Dennings pudo aprovechar su temprana relación con los cómics de Thor. Explica Dennings: "Tengo un hermano mayor que era un gran coleccionista de cómics. De pequeña, yo miraba a hurtadillas su colección y sus muñecos articulados, y tengo que decir que Thor siempre me atrajo. Siempre me gustó la mitología, y Thor es el dios del trueno de la mitología noruega, y era un personaje tan vívido que me parecía que estaba impreso en la conciencia de los niños, y ciertamente en la mía. Así que, como puedes imaginar, conseguir un papel en la película de "Thor" es para mí un sueño hecho realidad. Y siempre es estupendo poder trabajar con amigas como Natalie".
Con la leyenda de la interpretación Sir Anthony Hopkins en el papel de Odín, el rey en decadencia y padre de Thor, subió el listón para los jóvenes actores, sobre todo para Hemsworth, y más concretamente en la escena en la escena fundamental en la que Thor es expulsado a la Tierra. Recuerda Chris: "La película llevaba un mes de rodaje y yo me estaba empezando a sentir bien, como que ya tenía controlado al personaje. Así que llegó el día de la gran confrontación entre padre e hijo. Es algo muy colérico, con ambos gritándonos el uno al otro. Entonces Ken se acerca a Anthony y le dice: 'Deja que te afecte. Altérate. Te desafío. Y Anthony se queda un callado un segundo y luego responde: 'Vale, buena idea'. Así que yo me preguntaba: 'Madre mía, ¿qué es lo que va a hacer ahora?'"
"Y empezamos la escena de nuevo", continúa Hemsworth, "y yo hago mi entrada. Entro, hago mi parte, y él se queda callado. Sus ojos empiezan a encenderse. Es el padre herido y desilusionado porque su hijo le ha faltado al respeto, y ha deshonrado a la familia, al reino y a todos sus principios. Y uno se da cuenta de que le está rompiendo el corazón".
"Cuando dijeron '¡corten!', la gente estaba llorando. Luego el equipo empezó a aplaudir y recuerdo que pensé: 'Eso ha sido impresionante... y yo no hago falta. Más me valdría tirar el martillo y marcharme'. Pero esos son los momentos para los que uno vive en este trabajo", concluye Hemsworth. "Esa noche, llamé a mis padres en Australia para contárselo y que se hicieran una idea de lo que les esperaba".
Tom Hiddleston (en el papel del Loki, el hermano de Thor), también forma parte de la escena del destierro. Hiddleston coincide con su compañero de reparto y observa: "Algo sucedió en aquella toma. Fue como si cambiara el aire de la habitación. A mitad de la toma, empecé a llorar, lo que no importaba porque, afortunadamente, la cámara no me estaba enfocando. Pero todo el mundo presente en la sala lo estaba sintiendo. Después, me fui hacia él y le dije: 'Tony, tengo que decirte que eso ha sido una de las cosas más extraordinarias que he visto como actor'. Y él me dijo: 'Qué bueno es ese Branagh, ¿no?'"
La humildad de un gran rey, algo que también pueden poseer los grandes actores. Hopkins admite que puede que no fuera muy fan de los cómics de Thor ("Yo leía El Capitán Marvel, y aquellos cómics de posguerra"), pero sí lo era de su director. "Mi agente me llamó y me dijo que si quería interpretar a Odín, así que me reuní con Ken, con quien ya había coincidido antes varias veces. Es un personaje muy atractivo, un hombre brillante. Un gran actor y un gran director. Es uno de esos tipos imparables que piensan que si pones todo tu empeño en algo, puedes hacer prácticamente cualquier cosa. Y él lo pone todo de su parte, así es su personalidad. Creo que trabajar en esta película ha sido uno de los mejores momentos de mi vida. ¡De hecho, me gustaría haber tenido más cosas que hacer en ella!"
En el papel de Frigga, la esposa de Odín, fue contratada la calmosa y serena Rene Russo, y al igual que el resto de los miembros del reparto de "Thor", la actriz tenía su propia mezcla de razones para participar. Russo sonríe: "Bueno, en realidad llevaba casi tres años sin hacer nada, y entonces me llegó este proyecto. Se me ha dicho que yo soy 'una actriz contemporánea', con lo que quiera que eso signifique, así que interpretar a esa reina, con un acento, junto a Anthony, con quien tenía la mayoría de mis escenas... bueno, pensé que iba a ser un poco difícil, pero también pensé que iba a ser genial. Al final pensé: 'Vale, soy una reina, y estoy trabajando con Kenneth Branagh, ¿no es eso genial?' Era un reto, pero fue divertido. ¡Eso es para mí un gran día en el trabajo!"
Hemsworth también se quita el sombrero ante el director: "Te impulsa en todas y cada una de las direcciones que podría tomar tu personaje. Seis o siete tomas, siendo cada una de ellas una versión diferente de lo que podría hacerse con la misma escena. Me decía: 'Intenta esto y sonríe todo el rato. Vale, ahora hazlo con crueldad'. Es como forjar metal. Él seguía trabajando hasta que funcionaba lo mejor posible".
El veterano Hopkins se sentía tan lleno de energía como los actores que interpretaban a sus hijos. "Ken Branagh me devolvió mis cualidades", admite. "Sinceramente, estaba pensando retirarme y dejar la profesión, pero trabajar con Ken y con estos jóvenes actores ha sido una inyección de nueva energía en mi vida".
Aunque todos los del reparto estaban en trance por poder trabajar con el venerable Hopkins, uno de los miembros del reparto lo consideraba en realidad un impedimento para crear a su personaje: el actor canadiense Colm Feore, contratado para el papel de Laufey, el rey de los Gigantes de Hielo. Feore bromea: "Cuando me dieron el papel, yo seguía intentado averiguar quién era mi personaje... ¿quién era en realidad ese tipo? Y luego, cuando Ken contrató a Tony, le dije que me lo había chafado, porque para entonces ya había decidido que iba a interpretar a Laufey como lo haría Anthony Hopkins. Así que, ¿qué iba a hacer ahora? Ken dijo: 'Bueno, supongo que podemos filmarte primero'. Así que revisé mi actuación, y se hizo más al estilo de Tony Hopkins, pasado por el filtro de Max von Sydow, ¡y con un poco de Paul Scofield por si acaso!"
Sin inmutarse por los amables cumplidos, el propio Hopkins participó en algunas pequeñas bromas por su cuenta. "A veces llamaba a Ken 'Gobernador'", recuerda Hopkins. "Uno le ve andando por plató y es muy autoritario, pero no de una manera pomposa. Tiene un gran sentido del humor, una gran compasión, mucha energía y una visión filosófica de la vida. Hace falta mucho valor para hacer una película tan grande como esta, y eso es lo que él tiene. Y no sólo valor, sino talento y tenacidad, y eso es enriquecedor".
Entre los reyes, el reconocimiento del valor es un signo tácito de sumo respeto. En su esencia, la historia de "Thor" trata de la relación de un padre, Odín, con su hijo y heredero al trono, Thor, y acerca de ganarse el respeto y de respetar.
Ese primer paso es algo sensacional
La historia comienza en Asgard, el reino celestial en lo más alto del universo, gobernado por el ahora decrépito Odín, que se prepara para cederle corona a su hijo, Thor. Odín ha mantenido la paz en todo el Universo mediante un tratado, pese a las añejas rencillas por parte de Laufey, el enemigo de Odín, quien gobierna el reino helado de Jotunheim. El día en el que Thor va a ser coronado, un pequeño grupo de guerreros de Laufey irrumpe por la fuerza en el palacio, en una violación directa del tratado de paz. Indignado por la afrenta, Thor se toma grandes libertades en su obstinada búsqueda de venganza, y sus acciones producen unos resultados casi catastróficos. Odín destierra a Thor a la Tierra (un reino inferior llamado Midgard) desprovisto de todo aquello que le define, incluido Mjolnir, el enorme martillo que utiliza en la batalla.
Thor cae desde los cielos hasta un paraje del desierto de Nuevo México, en donde la astrofísica Jane Foster, su mentor el profesor Andrews y la becaria Darcy están investigando unas perturbaciones en el cielo. Mjolnir también cae a la tierra, creando un gran cráter junto a la localidad de Puente Antiguo. La agencia gubernamental súper-secreta ESCUDO llega rápidamente al lugar, mientras los lugareños curiosos hacen deporte intentando levantar el resplandeciente martillo. Pero éste no se mueve.
Mientras tanto, en Asgard, Loki, el hermano de Thor, una clase diferente de aristócrata que tiene una desequilibrada relación de amor/odio con su hermano, ha heredado la corona de Asgard, ya que Odín ha caído enfermo. Decidido a impedir lo que quiera que sea que Loki haya planeado hacer cuando tenga todo el control sobre Asgard, una partida de guerreros, entre ellos el veterano Volstagg (Ray Stevenson), siguen a su camarada hasta ese nuevo y extraño mundo con la ayuda del guardián de las puertas de Asgard, Heimdall (Idris Elba). Pero poco después de llegar a Nuevo México y de localizar a su perdido líder, el grupo descubre que no han sido los únicos en estrellarse en este rincón de Nuevo México. Thor tendrá que enfrentarse a uno de los enemigos más mortíferos que haya encontrado jamás, y esta vez no posee ninguno de sus poderes para asegurarse la victoria.
Así pues, una historia y tres mundos, y para los realizadores, cada mundo tenía que parecer tan real como los demás. La tarea se volvía aún más peliaguda si se tiene en cuenta que uno de esos tres mundos (Midgard, o sea la Tierra) es, de hecho, un mundo muy real. En cuanto a Asgard y Jotunheim, la tradición de Marvel los define como lo más diametralmente opuestos posible. Asgard es dorado, resplandeciente de poder, y está envuelto en una sensación de orden en el mundo que es la consecuencia de siglos de paz y de un liderazgo fuerte. Pero mientras que Asgard disfruta del sol de la victoria, Jotunheim está cubierta por las sombras de la derrota (o eso piensa Laufey y su pueblo). Es una tierra helada, habitada por enormes Gigantes de Hielo de piel azul, que no sueñan con otra cosa que vengarse de los ciudadanos de Asgard. ¿No afirma la sabiduría ancestral que la venganza es un plato que se sirve mejor frío? Entonces, puede que sólo sea cuestión de tiempo el que Laufey se ponga en marcha para aplastar a Odín y conquistar Asgard.
Para cubrir el vacío de realidad entre Midgard, Asgard y Jotunheim, Branagh necesitaba crear "una fusión entre los espectaculares requisitos del mundo físico de los dioses y la Tierra contemporánea. Teníamos que encontrar un estilo que los uniese, pero que permitiera a los personajes ir de un sitio al otro, para conseguir así la emoción, la sensación de pez-fuera-del-agua, y la diversión, que es muy importante en 'Thor'".
El guionista Don Payne lo plantea de otra manera: "Cuando va desde Asgard a Jotunheim, y de allí a la Tierra y nuevamente a Asgard, se trata de un viaje bastante fuerte. Queríamos darle a los espectadores que no sean fans, como yo, la oportunidad de sentarse cómodamente, asimilarlo todo, y sentirlo. Tenían que ser entornos diferentes, pero todos ellos dentro de la misma realidad".
Para dar vida a estos mundos, Branagh eligió al director artístico Bo Welch, cuatro veces nominado al Óscar. "Lo que yo quería de Bob, y que él me proporcionó a espuertas, eran acciones de la imaginación variadas y diversas", afirma Branagh. "No le daba miedo el desafío de representar el Asgard cósmico, la Tierra contemporánea y el terrorífico mundo helado de Jotunheim. Ni tampoco le daba miedo el reto creativo de viajar entre esas tres dimensiones, ni de combinarlas todas. Tiene una formación variada, y está listo para cualquier cosa".
Incluso con todos los materiales disponibles (cortesía de Marvel), y la abundancia de elementos de documentación y referencia, el mundo de Asgard estaba lejos de ser como un prêt a porter, que es justo como los realizadores pretendían que fuera. "Bo nos ofreció decenas y decenas de manera de interpretar Asgard", dice Branagh. "Sus ideas se basaban en inspiraciones procedentes de la Tierra, de los cómics, y de la idea que tenemos de lo que hay en el espacio gracias al telescopio Hubble, de lo que vemos literalmente en el cosmos. La investigación acerca de lo que es posible en astrofísica, y la posibilidad de viajar y de que haya vida ahí afuera, llegó gracias a Bob y a su departamento... y nosotros lo trabajamos y lo construimos desde los cimientos".
A Welch le complacía la idea de crear esos otros mundos, pero el diseñador pronto se dio cuenta de que el proceso iba a ser, en una palabra, complicado. A lo largo de los años, numerosos artistas han colaborado en los cómics de Thor, y cada uno de ellos le había dado un toque único a la estética de Asgard y de sus habitantes.
"En la dirección artística, uno normalmente cuenta con unas pistas visuales muy concretas, pero los cómics de Thor variaban muchísimo de una entrega a otra, así que las pistas visuales estaban desperdigadas por todas partes", explica Welch.
Los que al final serían los enormes platós de Welch para Asgard y Jotunheim, construidos en los Estudios Raleigh de Manhattan Beach, California (y agrandados posteriormente con ayuda de los efectos especiales), fueron concebidos a lo largo de muchos meses. Según Welch: "La parte más difícil era encontrar la estética de Asgard. Pero no lo conseguimos ni al primer intento, ni al segundo ni al tercero. Fueron los meses y meses explorando, buscando localizaciones y pensando en abstracto los que nos llevaron a mí y a los ilustradores hasta los lejanos confines del universo... y curiosamente, terminamos llegando a una solución relativamente sencilla".
"Ken y yo decidimos que, puesto que está habitado por dioses guerreros que viven en lo más alto de los nueve reinos", sigue explicando Welch, "su privilegiada perspectiva del universo sería muy avanzada, pacífica y elegante, sin verse empañada por los detalles que asociamos a los humanos. Fue evolucionando hacia un entorno arquitectónico minimalista, con un pequeño soplo de añeja tensión nórdica en los detalles, para relacionarla con la mitología noruega".
Pero los diseños nórdicos no iban a ser la únicas influencias sobre el diseño de Welch. "Estuvimos de acuerdo con [el creador de Thor] Jack Kirby en cuanto al, por así decir, mobiliario de Asgard, como por ejemplo el trono y la cama de Odín... piezas de decorado muy concretas situadas en entornos muy serenos. Creo que es el equilibrio perfecto entre Kirby y el modernismo, con un toque noruego antiguo para completarlo".
El reino resultante complació a su hacedor. Continúa Welch: "Al principio, uno sólo piensa en términos de imaginería: ¿cuál es la imagen? Luego, comienza la diferenciación entre lo que va a ser real y lo que va a ser digital. Siempre funciona mejor para todo el mundo si se crea en la práctica la mayor cantidad posible de cosas... le da a los actores, al director y a todos los demás algo a lo que agarrarse".
Con todo el mundo advertido de que había que buscar lo creíble en lo fantástico, los actores se sintieron muy complacidos de poder basar su trabajo en sitios muy reales. Anthony Hopkins sacó mucha inspiración de la representación física de Asgard, y le pareció que los escenarios le infundían mucha verosimilitud a sus interpretaciones. Hopkins confiesa: "Los platós de Bo son impresionantes. Fui a echarles un vistazo mientras los construían y pensé: 'Bueno, no voy a tener mucho que hacer, sólo dejarme barba, decir las frases, aparecer en escena, ponerme la armadura... y dejar que suceda".
Hiddleston estaba igualmente impresionado, sobre todo para el plató para el Observatorio de Heimdall. Es ahí donde también ocurren algunas de las escenas más importantes de Hiddleston. Tom cuenta: "El observatorio está situado al borde de una ciudad que está en el espacio y donde viven los dioses. Idris Elba, quien interpreta a Heimdall, el guardián de los dioses, se sienta allí, observando todo el universo. No nos quedamos cortos en "Thor", todo es lo más grande posible".
El director de fotografía Haris Zambarloukos desempeñó un papel fundamental en la creación del ambiente de cada reino, y colaboró estrechamente con Welch y Branagh ya desde las primeras fases de diseño.
"Asgard es cálido", afirma Zambarloukos. "Debido a la reflectancia de las pinturas metálicas y acabados brillantes utilizados en los escenarios y los trajes, se hizo evidente que ese espacio necesitaba reflejar la luz, y no ser iluminado directamente. No hay focos, solamente unos cuantos fuegos y los rayos del sol, con muchos colores dorados y planos circulares que hacen que parezca que uno flota por el espacio".
Pero no toda la historia de "Thor" es luz, sol y tranquilo bienestar.
"Jotunheim es lo contrario de Asgard", es un sitio muy frío", continúa Zambarloukos. "Yo me lo imagino como la idea vikinga del infierno, en donde están atrapados en un bosque interminable donde nieva constantemente, siempre hace mucho frío y no hay forma de guarecerse ni de entrar en calor".
"Se suponía que iba a ser un planeta crepuscular de espacios abiertos, pero sombrío y ominoso", continúa el director de fotografía. "Colaboramos con [el director de efectos especiales] Dan Sudick desde el principio, y encontramos la forma de utilizar unos torbellinos de niebla que eran a la vez fríos y un poco siniestros. Hay un resplandor, pero no es un resplandor cómodo".
Zambarloukos encontró inspiración para sus visiones celestiales buscando en una dirección casi opuesta. "Una de mis mayores influencias fue el trabajo del fotógrafo subacuático David Doubilet. Logró algo que estábamos buscando, y que era un mundo que no conocemos pero que está descrito de una manera muy bella, sin mucho artificio. La forma en la que fotografía, por ejemplo, una mata de algas, puede hacerla parecer como si procediera del espacio".
Nacido en la isla de Chipre y escolarizado en el sistema educativo griego, Zambarloukos se crió estudiando mitología... y leyendo cómics. "Thor era uno de mis favoritos, porque incluía algunas de las narraciones que me habían enseñado siendo un niño", recuerda. "Con todo proyecto basado en un libro o en una obra, o en cualquier otra fuente que alguien pueda conocer, creo que uno quiere llevar a los espectadores a un lugar adonde no han llegado con esa historia, incluso aunque sea un territorio familiar. En el momento en el que ves a Thor con su capa y su martillo, ya sabes dónde estás".
Zambarloukos utilizó decenas de majestuosos planos con la grúa en sus descripciones de los reinos donde Thor habita y los que visita. Según Haris: "Queríamos regresar a la belleza y la elocuencia de la filmación clásica y épica. Es una de las clases más difíciles de filmación, pero creo que atrapa completamente al público y le va bien a un personaje como Thor. Estamos contando la historia del dios del trueno nórdico, y creo que uno tiene que ser tan atrevido como lo es tu personaje, y en este caso en concreto, ser un poco grandioso con tus movimientos de cámara".
Bienvenidos a la Tierra Encantada
Como bien saben los fans de Thor (y como los espectadores pronto sabrán), los dioses viajan de un reino a otro mediante un portal celestial (o, como lo llamaría Jane Foster, "un agujero de gusano"). Son lanzados desde el Observatorio de Heimdall en el borde de Asgard, con una explosión de energía. Es así como Thor y su pequeño grupo de guerreros se trasladan a Jotunheim (buscando venganza), y cómo Thor termina en Nuevo México (pagando las consecuencias).
Como escritor de los cómics de El Poderoso Thor durante dos años, J. Michael Straczynski fue el primero en meter al superhéroe en la Tierra Encantada. "Hubo un tiempo en la mitología griega y romana en que los dioses y los humanos caminaban juntos", afirma Straczynski. Formaban parte mutuamente de su vida cotidiana. Así que la idea de anclar a Thor en Nuevo México parecía algo natural para redondear al personaje. Es inmensamente gratificante ver crecer ese desarrollo y cómo esta película ha dado vida a esa idea".
La montaña vino a Mahoma con la creación de los platós, tanto de Asgard como de Jotunheim, en estudio (y mediante ordenador), pero los realizadores viajaron hasta Nuevo México para filmar localizaciones durante unas seis semanas a principios de la primavera de 2010 para rodar las escenas de la Tierra. Cualquiera que conozca el clima de ese estado sabe también que llamar 'primavera' a marzo y abril de ninguna manera va a traer un clima favorable al rodaje en exteriores. Los actores y el equipo se encontraron habitualmente con nieve, granizo y fuertes vientos, pero la experiencia únicamente pareció aumentar la 'magia' comunal en el plató.
Para Branagh, la naturaleza del estado y su gente le añadieron una plus de atractivo a la película. Dice medio en broma: "Estamos en una parte del mundo donde la gente mira de verdad al cielo. Si eres de otro mundo, y te gustaría tener la posibilidad de que te den la bienvenida al llegar a la Tierra, es un buen sitio para aterrizar".
A Welch también el gustó esa idea. "Decidimos ya desde el principio que, puesto que los reinos celestiales están causando perturbaciones en el cielo, queríamos una localización en Asgard que ofreciera planos con ingentes cantidades de cielo. Eso sugería algún desierto, así que un pueblecito en el desierto con un gran cielo se convirtió en el concepto".
El guión de "Thor" sugería también otra serie más de circunstancias que se grabaron en la mente de Welch. Lo describe así: "La confrontación final entre Thor y el Destructor a mí me parecía como el duelo de un western. Eso me llevó al rancho de Tom Ford donde se rodaron películas como Silverado, Wyatt Earp y 'El tren de las 3:10'. nuestro duelo es un enfoque actualizado de un tiroteo clásico que tiene lugar en la calle principal de un pueblo del Salvaje Oeste".
El pueblo ficticio que se convertiría en Puente Antiguo está localizado en el rancho de 10.000 hectáreas en las afueras de Galisteo, Nuevo México, a unos 45 kilómetros al sur de Santa Fe. (En la finca de Ford ya existía un anticuado pueblo del Oeste, al que Welch y su equipo sometieron a profundos cambios).
Aunque en los primeros desarrollos del guión se jugaba con la idea de meter a Thor en el salvaje Oeste de la década de 1850, se decidió que el gancho de la historia dependía de identificarse no sólo con los personajes, sino también con el entorno en el que se encuentran. Según Welch: "En lugar de filmarlo como un pueblo de la época de 1850, decidimos hacerlo real. Queríamos que pareciera un personaje, que se pudiera sentir empatía por sus habitantes cuando el Destructor empieza a destrozarlo".
Zambarloukos describe el estilo resultante de Puente Antiguo como "norteamericano al estilo de Edward Hopper, que a Ken, a Bo y a mí nos encantaba. Siempre intentábamos tener una algodonosa nube en el cielo azul, y diversas capas en nuestros paisajes, con algo construido por el hombre en primer plano, y una naturaleza perfecta de fondo".
Welch también quería evocar algo de Asgard en Puente Antiguo. "El Observatorio de Heimdall es la entrada a Asgard, a través del Puente del Arco Iris, hasta un palacio central flanqueado por edificios", explica. "En Puente Antiguo, tenemos una calle que sale del desierto, flanqueada por edificios, y que conduce hasta una vieja tienda de coches usados. Smith Motors, de una forma un tanto extraña, recuerda la forma del palacio de Asgard... pero es mucho una versión mucho más modesta, y un poco desgarradora".
Después de haber diseñado los fantasiosos entornos de Asgard, Jotunheim, el Observatorio de Heimdall y el Puente del Arco Iris, a Welch le pareció que trabajar en Puente Antiguo era "como unas vacaciones. No obstante, tenía que encajarlo con el resto de la película, entrelazarlo con el resto de los reinos".
Los que estén familiarizados con lugares que se supone que son la pista de aterrizaje de seres de otro mundo, reconocerán que todo aparato (y piloto), con independencia del planeta de donde proceda, necesita algún sitio para aterrizar. Así que Welch y su equipo diseñaron una pista de aterrizaje: se creó una plantilla (inspirada en las antiguas runas y dibujos célticos). Una vez que se hubo aplicado dicha plantilla a la finca de unos 7 metros de lado (se esparcieron rocas de lava sobre las líneas marcadas por la plantilla), un espacio circular del desierto se transformó en un lugar adecuado para un aterrizaje procedente de Asgard.
Richard Bloom, ayudante del director artístico, era el encargado de aplicar la plantilla. Él y su ayudante Megg Fleck solían llegar a la localización bastante antes del amanecer, mientras la gente del equipo preparaba el lugar. "Siempre entrábamos dentro del círculo llevando puestas unas zapatillas sin huellas, para intentar mantear el diseño inmaculado".
Capas y armaduras dignas de un rey
Una cosa es crear reinos habitados por dioses, y otra vestir a esos dioses. Esa tarea recayó en la diseñadora de vestuario Alexandra Byrne, ganadora del Óscar en 2008 por su trabajo en la película de Shekhar Kapur "Elizabeth: La edad de oro".
Branagh sabía que "Thor" iba a suponer un gran desafío para cualquier diseñador de vestuario, como lo era para su director artístico. "Hay multitud de opciones de grandes artistas dentro de los casi 50 años de cómics de Thor", explica. "Necesitábamos a alguien con muy buen gusto para que encontrase la forma de rendir nuestro homenaje a algunas enriquecedoras e icónicas versiones del personaje, pero que aún así situase la película en el año 2011, ya que estamos trabajando en el cine contemporáneo".
Branagh y Byrne colaboraron por primera vez hace 20 años en el teatro, y Branagh sabía que no vacilaría a la hora de tomar decisiones atrevidas: "A Alexandra no le da miedo la teatralidad, por así decir, de algunos ropajes. No le da miedo trabajar con colores vivos, cortes nítidos y siluetas marcadas. Ella asume todo eso, y está muy interesada en lo que pasa físicamente con las ropas ajustadas y con esculpir el cuerpo".
Byrne aceptó el encargo teniendo un conocimiento activo de la mitología nórdica, adquirido al leerle historias a sus hijos antes de dormir, y tenía a su disposición la pila de tebeos de Thor de su hijo. Pero, mientras buscaba claves visuales e información, realizó también un esfuerzo concertado para buscar más allá del consabido terreno de la historia y sus raíces. Afirma Byrne: "Trabajo mucho mediante la observación. Ojeo toda clase de libros en busca de lo inesperado, y luego hago unos grandes collages de ideas que me parecen relevantes para algún personaje o momento de la historia".
Como se necesitaba un gran grupo de diseñadores colaborando en un gran proyecto, Alexandra colaboró estrechamente con Branagh, Welch y los productores para crear una estética para Asgard. "Estábamos creando un mundo desconocido, y la gente tenía que tener un aspecto que encajara con el entorno. Al final, Bo y yo inventamos el término 'modernismo antiguo'".
La capa de Thor fue uno de los mayores retos de Byrne. Sabía muy bien que no iba a pasar sin transición de dibujo a prenda completada. Sin embargo, siendo Byrne como es, tenía una fe inquebrantable en que ella y su equipo podrían hacerlo.
"Cada vez que decíamos 'capa', alguien decía: 'Eso se hará en post-producción. No serás capaz de que funcione'", recuerda Byrne. "Pero nuestra capa sí que funciona... porque la hicimos antes de dibujarla".
"La corporeidad y el movimiento son los grandes componentes de estas ropas", continúa. "No queríamos terminar con un dibujo que no pudiera ser confeccionado, así que montamos un taller en donde hacíamos ejemplos prácticos junto con los dibujos, a medida que el proceso iba avanzando".
Mucho más que un elegante adorno, la capa define a Thor, junto con su casco con alas y su escudo.
"La capa tenía que parece a la vez completamente creíble y sublimemente mágica" , dice Byrne. "En los cómics, Kirby la utilizaba como un gran recurso gráfico para el movimiento, la tensión y el dramatismo. Así que nuestra capa necesitaba tener esa clase de expresividad. También tenía que enmarcar la forma y las proporciones de Chris cuando no está moviéndose, y luego henchirse, moverse y volar con él cuando está luchando. Es fácil conseguir que una capa haga todo eso en un dibujo, pero no es tan fácil con un trozo de tela".
Dicha tela es de lana, que Byrne y su equipo encontraron en Inglaterra. Tras repetidos experimentos tiñéndola, consiguieron un tono de rojo que les gustó a todos. "Teníamos un cementerio de capas que no gustaron", dice bromeando. "Pero seguimos adelante, probando nuevos tejidos, y diferentes formas de corte, bordado y confección. Finalmente, llegamos a un punto en el que proclamamos: 'La capa está lista. No la toquéis. Dejadla sola".
Durante ese período, el físico de Hemsworth era también un trabajo en curso. "Estaba trabajando mucho en el gimnasio y nosotros seguíamos la evolución de su cuerpo", declara Byrne. "En un momento dado, llegamos a pensar que íbamos a necesitar un traje acolchado para hacerle parecer más grande, pero al final, lo hizo todo él. Todo es suyo".
Cuando llegó Hemsworth, Byrne y su equipo llevaban más un año trabajando en la creación y diseño de vestuario. "Fue el momento en el que dijeron: 'Tenemos que hacer que te siente bien'", dice Hemsworth. "Era increíblemente bonito y con muchos detalles, y la primera vez que me puse esas ropas, me sentí realmente como el personaje".
Con una construcción compleja a base de muchas capas de tela, cuero y armadura, el traje de 'héroe' de Thor resultante (el principal diseño para la mayoría de las escenas) era pesado y daba calor. Normalmente se tardaba una hora en vestir al actor (y otros 90 minutos para el peinado y el maquillaje para transformar completamente al australiano de pelo pajizo en el rubio dios del trueno).
"Las dos primeras semanas de rodaje, yo estaba empapado en sudor", dice Hemsworth riendo. "Me pasé los cuatro mese anteriores intentando ponerme todo aquel peso y de repente, se me caía todo. Pero a Alexandra y a su equipo se les ocurrió lo del chaleco refrigerante, que creo que es el que llevan los pilotos de coches de carreras, un chaleco con pequeños tubos por donde corre agua fría para refrigerarte. Fue un alivio".
En la Tierra, Thor viste modestamente con una sencilla camisa de franela y unos vaqueros normales. Pero cuando aparecen sus amigos para rescatarle, todos visten la parafernalia completa de Asgard.
La llegada a Puente Antiguo de Volstagg, Fandral y Hogun (junto con Sif, la hermosa doncella guerrera) es una mezcla de muchas cosas... un poco sorprendente, ligeramente emocional y más que ligeramente cómica. Los lugareños nunca han visto nada como ellos (¿Son una banda de rock? ¿Artistas de circo? ¿Una banda de moteros?), pero los guerreros no son conscientes de ello. Comenta Byrne: "Tenían que parecer a la vez reales e irreales. A mí, lo que más me ilusionaba era ver a los guerreros y a Thor en la Tierra, porque todos nos preguntábamos qué efecto se produciría cuando esos tipos empezaran a caminar por un pequeño pueblo de Norteamérica. Es casi como si tuvieran que tener su propio tema musical atronando desde unos altavoces".
El Dios/Hombre que cayó a la Tierra... Luchando todo el camino
La fotografía principal de Thor comenzó el 11 de enero de 2010 en Manhattan Beach con una enorme secuencia de lucha entre los de Asgard y los Gigantes de Hielo. Thor demuestra lo mortíferos que pueden ser él y su martillo, lo que le dio a Hemsworth la ocasión de demostrar lo que había conseguido en cuatro meses de entrenamiento.
"Tienes muchísima adrenalina dentro de ti al principio de cada toma, y creo que hacerla salir físicamente es el mejor remedio para eso", dice Hemsworth (quien superó todas las expectativas en su entrenamiento y tuvo que reducir algo de masa muscular en las dos semanas anteriores al comienzo del rodaje). "Correr por ahí con esas ropas grandes y pesadas, sudando, peleando, hiriéndonos a nosotros mismos, es algo que te quita las telarañas".
Hemsworth y Andy Armstrong se inspiraron en Mike Tyson al determinar el estilo de lucha de Thor cuando está blandiendo a Mjolnir. La decisión fue una gran imagen para el joven actor: "He boxeado mucho a lo largo de los años, y aquello tenía sentido para mí. Decidimos que sería así como lucharía Thor: muchos hombros y caderas, grandes movimientos, una postura firme, con los pies bien asentados en la tierra".
Mjolnir es un complemento majestuoso, armado con las portentosas palabras de Odín: "Quien porte este martillo, controlará el rayo de la tormenta". Según el encargado de utilería, Russell Bobbitt, se manejaron casi 200 dibujos (con distintas formas), y se tardó casi 14 semanas en conseguir el diseño que fue finalmente aprobado. Como con otros elementos del diseño de "Thor", el objetivo era crear algo que quedase bien en el mundo actual, pero que tuviera el aroma del trabajo original de Stan Lee y Jack Kirby. (Aunque, para decir la verdad, no era la pesada arma de metal que aparentaba ser: Mjolnir fue fabricado con resina maciza, con una armadura interior para que encajase el mango de aluminio, que estaba envuelto en cuero repujado.
A Bobbitt le encargaron también que creara las armas características para Sif, los Tres Guerreros, Heimdall, Loki y, por supuesto, Odín. Se fabricaron versiones de goma más ligeras de esas armas para las escenas con especialistas.
La versión heroica de Gungnir, la lanza que cambia de forma de Odín, se hizo de latón macizo, labrada con dibujos que incluían una representación de Yygsadril, el viejo árbol que reúne a los nueve reinos, y en su forma final, pesaba más de 13 kilos.
"Anthony Hopkins llevó los 13 kilos de peso de Gungnir todos los días del rodaje", dice Bobbitt. "Un par de veces le di una más ligera, cuando me parecía que podría quererla, pero siempre me la devolvía y me decía: 'Russell, dame la auténtica'".
No se le dice que no a Odín.
Cuando Mjolnir cae a la Tierra, crea un cráter gigante en las afueras de Puente Antiguo. Los agentes de ESCUDO rodean la zona con una barrera de túneles tubulares, donde Thor libra otra reñida batalla, esta vez a puñetazo limpio. Hemsworth recuerda: "Andy y el tipo de los especialistas dijeron: 'Vale, tú llegas, le tiras un puñetazo, una patada'. Y yo les dije: '¿No lo ensayamos?' Y ellos dijeron: 'No, vamos a rodarlo ya'. La idea era hacer que pareciera brusco y real y confuso, no una pelea de kung fu coreografiada. Fue endiabladamente divertido".
Bastante menos divertido (puesto que el héroe no sólo está luchando por su vida, sino también por las vidas de los amigos que han venido para defenderle) es el grandioso enfrentamiento entre Thor y el Destructor, que se desarrolla en las calles ahora en ruinas de Puente Antiguo.
"Cuando estábamos hablando de esa lucha, nos poníamos como niños frenéticos", dice Hemsworth. "Era un estupendo remate para todas las secuencias de acción, y muy bien equilibrado entre el tipo más duro y el tipo más malvado".
Vic Armstrong, director de segunda unidad, y su equipo habían hecho saltar por los aires la mayor parte del pueblo en los días anteriores, y las anteriormente limpias calles aparecían sembradas de ardientes brasas y cristales rotos. Un Destructor estacionario de tres metros de altura estaba agachado en el medio de la calle, y sus movimientos serían articulados en post-producción por el equipo de efectos visuales de Wes Sewell. En el plató, Branagh y el primer ayudante de dirección Luc Etienne narraban vívidamente el caos para Hemsworth y sus compañeros guerreros de Asgard, mientras intentaban por turnos neutralizar a su implacable enemigo.
El Destructor estuvo al servicio de Odín durante muchos años, para frustrar cualquier amenaza a la frágil paz existente. Pero llegados a este punto de la historia, está bastante claro que alguien le está controlando a él y a su invencible armamento.
"El nombre lo dice todo", afirma Branagh encogiéndose de hombros. "Es un aparato desalmado, violento, destructivo y de gran poder, una armadura vacía ocupada por la persona que le controla en ese momento. Realiza una aparición grandiosa y potente en nuestra película, ¡pero tendréis que verla para saber lo que pasa!"
De hecho, hay muchos elementos sorprendentes en "Thor", el mayor de los cuales es un reparto que incluye a oscarizados y veteranos actores y una pléyade de jóvenes promesas. La lista de miembros del equipo técnico es un catálogo completo de laureados artesanos cinematográficos.¿Y al frente de todo ello? Un hombre al que se ha llamado más de una vez "el próximo Laurence Oliver".
Ver un proyecto de tanto nivel y tan alto octanaje dirigido por uno de los mejores interpretes de la que es posiblemente la mejor pluma de la literatura inglesa (o sea. Shakespeare, amigo) puede que sorprenda a los fans del género. Y sin embargo, posiblemente la persona más sorprendida por ello sea el propio Branagh.
Kenneth Branagh concluye: "Creo que me sorprendí un poco a mí mismo cuando acepté. Por una parte, nunca me imaginé a mí mismo haciendo una película de superhéroes. Pero al mismo tiempo, cuando pensaba en las partes que constituyen esta historia, veía que tenía todo lo que me encanta. Tiene varias batallas grandiosas y tiene un héroe que es un joven arrogante y obstinado, que tiene que enfrentarse a su pasado y solucionar una relación complicada con su padre. Hay muchos europeos salvajes acuchillándose a muerte en diversos momentos, y en realidad, a mí me recordaba mucho a "Enrique V". Me dije a mí mismo: 'Ya he pasado antes por esto...' Así que se podría decir que yo empecé en películas bélicas de acción y aventuras, solo que en ellas la gente hablaba raro".