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  El solista  (The soloist)
  Dirigida por Joe Wright
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Joe Wright, el realizador de Expiación: más allá de la pasión, dirige esta conmovedora, desgarradora y entrañable película protagonizada por Jamie Foxx, ganador de un Oscar, y por Robert Downey Jr, nominado a un Oscar. Está basada en la historia real de un periodista desencantado y en su increíble odisea transformadora por las calles de Los Ángeles, donde conoce y traba una sorprendente amistad con un indigente, unidos por el poder redentor de la música.

Protagonizada por Jamie Foxx, Robert Downey Jr, Catherine Keener, Tom Hollander y Lisa Gay Hamilton. Dirigida por Joe Wright a partir de un guión de Susannah Grant basado en el libro de Steve Lopez. Producida por Gary Foster y Russ Krasnoff. Producción ejecutiva, Tim Bevan, Eric Fellner, Jeff Skoll y Patricia Whitcher. Fotografía, Seamus McGarvey, BSC. Diseño de producción, Sarah Greenwood. Montaje, Paul Tothill, ACE. Vestuario, Jacqueline Durran. Música, Dario Marianelli.


Prólogo: El solista pasa de la calle al papel y a la pantalla
En abril de 2005, el columnista Steve Lopez del periódico Los Angeles Times empezó una serie de fascinantes artículos acerca de Nathaniel Anthony Ayers, un músico callejero con un increíble talento y al parecer totalmente perdido, a quien Lopez había descubierto empujando un carrito de la compra y tocando con deslumbrante virtuosismo un violín de dos cuerdas en las calles del duro barrio de Skid Row. Las historias de Lopez no tardaron en convertirse en un auténtico fenómeno.

Lopez empezó a escarbar en el pasado de este prometedor prodigio de la Academia Juilliard y a aportar dignidad a la vida actual de Ayers, mientras publicaba unos artículos que nunca dejaron de atraer a numerosos lectores. Conmovedoras, realistas, duras, las historias de los sorprendentes encuentros entre Lopez y Ayers capturaron la imaginación de la ciudad. Con su extraño convencimiento de que Beethoven debía ser el líder de Los Ángeles, su total entrega al arte y a la libertad personal a pesar de sus circunstancias, y con su habilidad para sobrevivir a los peligros de la calle, Nathaniel Ayers era un personaje irresistible.

Pero la historia iba mucho más lejos que el relato de un hombre al que la suerte había abandonado. Trataba los sueños secretos y trascendentes que existen en los límites de la sociedad americana; de cómo cruzar el abismo que separa a los privilegiados de los marginados; y lo más fascinante, de lo peligroso que puede ser intentar cambiar la vida de un amigo, y de cómo ese intento puede llevar, paradójicamente, a emocionantes revelaciones acerca de uno mismo.

Steve Lopez recuerda: "Los lectores se metieron totalmente en la historia y querían ayudar al Sr. Ayers". Empezaron a llegar cartas, paquetes y correos electrónicos, incluso violines y chelos. Todos querían apoyar al hombre cuyos altibajos meteóricos habían empezado a ser parte de su vida diaria.

No tardó en hacerse patente que la historia había rebasado los márgenes de la columna de Lopez, y este empezó a escribir un libro acerca de su profunda amistad con Ayers, The Soloist: A Lost Dream, an Unlikely Friendship, and the Redemptive Power of Music (El solista: un sueño perdido, una amistad improbable y el poder redentor de la música), publicado a principios de 2008. Pero incluso antes de eso, había un gran interés en llevar la notable amistad entre Lopez y Ayers a la gran pantalla.

Muchos productores expresaron su intención de convertir la historia en una película, pero Russ Krasnoff y Gary Foster, socios y propietarios de la productora Krasnoff/Foster Entertainment, fueron los que se ganaron la confianza de Lopez.

Los dos socios habían sentido una atracción inmediata por las columnas de Lopez. Russ Krasnoff dice: "No recuerdo haber leído otro artículo que me conmoviera tanto como las columnas de Steve acerca de Nathaniel. Teníamos a dos hombres, uno al que la sociedad tacha de incapaz, y otro al que considera exitoso. Pero Steve descubre en Nathaniel una pasión que él nunca conocerá. Me fascinaba porque Steve no se limitaba a seguir la historia del sin techo; analizaba las motivaciones y razones que rigen las vidas de todos. Había conseguido llegar al fondo de esos dos personajes, algo fundamental para una película".

Gary Foster añade: "Estábamos seguros de que en manos del director idóneo, podía convertirse en una película acerca del amor, la inspiración y la fuerza que alcanzan las personas capaces de ayudarse mutuamente. Enseguida nos dimos cuenta de que trataba de una amistad que le cambiaría la vida. Nathaniel ayudó a Steve a conocerse mejor como ser humano, y Steve le dio a Nathaniel la esperanza de que había algo más que vivir en un túnel y tocar un violín de dos cuerdas. Es una historia dramática, llena de emoción. También me inspiró que transcurriera en Los Ángeles, lo que nos permitiría explorar numerosos aspectos de la ciudad, desde la resplandeciente belleza del centro a la desnudez grisácea del barrio de Skid Row. Solo los separa una manzana, pero parece un mundo".

Después de llegar a un acuerdo con Steve Lopez, los dos productores hablaron con DreamWorks, que a su vez se puso en contacto con la guionista Susannah Grant, nominada a un Oscar, conocida por convertir la historia real de Erin Brockovich en una aclamada y premiada película. Para engancharla, se limitaron a mandarle varias de las columnas escritas por Steve Lopez.

"En cuanto leí las columnas, supe que no quería que nadie tocara la historia", recuerda la guionista. "Necesitaba escribirla yo. El reto residía en trasladar lo que tanto me emocionaba en el material".


Pronto tuvo una idea de cómo estructurar la prosa del periodista en un guión dramático. Se centró en la transformación que sufren los dos hombres y en cómo su amistad les obliga a llegar a sitios que nunca habían imaginado. "Siempre vi El solista como una historia de amor, de una profunda y gran amistad entre dos personas que se esfuerzan en conectar a pesar de la soledad de la ciudad y las diferencias inherentes entre los dos", dice la guionista. "Tampoco se hacen muchas películas sobre la amistad entre dos hombres, y eso también me atrajo".

Susannah Grant tuvo que añadir elementos de ficción a los personajes y a las situaciones. Creó una ex esposa de Lopez (que está felizmente casado) para que el columnista estuviera aún más aislado; convirtió a las dos hermanas de Ayers en una, y ajustó la cronología de la amistad para mantener el ritmo dramático. Asimismo, para capturar la realidad de la historia, pasó bastante tiempo con Anthony Ayers y Steve Lopez en el Disney Hall de Los Ángeles. "Son dos seres maravillosos, fue un privilegio estar con ellos", dice la guionista.

Más tarde, durante el rodaje, se quedó asombrada al ver a Jamie Foxx y a Robert Downey Jr dar vida a la esencia de los personajes a través de los diálogos que había escrito. "Sinceramente, me ponía nerviosa ver hasta qué punto Jamie personificaba la experiencia de ser Nathaniel sin nunca imitarle", dice. "Me gustó mucho la seguridad que Robert aportó al personaje. Y la forma en que Steve abre su corazón poco a poco es maravillosa".

A pesar de lo conmovedora que podía llegar a ser la relación entre Ayers y Lopez, la guionista estaba decidida a alejarse de los sentimentalismos fáciles. Prefería enseñar la realidad a la que se enfrentaban como personas: "Me pareció importante respetar el hecho de que una gran amistad no puede curar una enfermedad como la esquizofrenia, y que Nathaniel debería seguir luchando", explica. "Sobre todo quería honrar la calidad humana de los dos personajes".


Adagio: El realizador Joe Wright se une a El solista
A la hora de escoger al director para El solista, los cineastas siguieron la sugerencia de Stacey Snider, directora de DreamWorks, acerca de un joven realizador británico en alza que había sido muy aclamado internacionalmente por Orgullo y prejuicio, su primera película, a la que siguió Expiación: más allá de la pasión, ganadora del Globo de Oro y del BAFTA a la Mejor Película, y que han convertido a Joe Wright en uno de los directores más solicitados del momento.

Gary Foster dice: "Cuando vi Expiación: más allá de la pasión, me entusiasmé porque Joe Wright hace un cine complejo y entiende la importancia de los diálogos y de los personajes. Le enviamos el guión y me llamó al poco tiempo para decirme que Hollywood le había mandado muchos guiones, pero que este era el primero que le había conmovido lo suficiente para pensar en rodar en Estados Unidos. Para él se trataba de unir Hollywood con el realismo británico, una idea que nos gustó mucho".

Joe Wright estaba convencido de que la película podía sacar provecho del punto de vista extranjero. "Tanto Steve como Nathaniel son observadores externos del mundo en el que viven", explica. "Por eso me pareció adecuado que un extranjero contara su historia. Me interesaba que Steve y Nathaniel hubieran cortado con la sociedad, con sus vidas emocionales. En cierto modo, Steve también es un ‘solista’. Los dos aprenden algo acerca del amor mientras se hacen amigos".

La oportunidad de presentar una nueva visión cinematográfica de Los Ángeles también atrajo al director, que vio la ocasión de plasmar la imagen real de la espectacular ciudad. "Creo que esta historia es un reflejo de la tenacidad expresada en el día a día de Los Ángeles", dice. "Hay un extraordinario instinto de supervivencia en esta ciudad; lo digo literalmente y también refiriéndome a todos los que vienen a hacer realidad sus sueños. Es una sensación poderosa y, a veces, trágica, que queda reflejada en El solista".

Antes de firmar, Joe Wright voló a Los Ángeles para hablar del guión con los productores y aprovechar para visitar el barrio de Skid Row. Esas visitas tuvieron un profundo efecto en el realizador, que decidió sacar a la luz la rica calidad humana de una parte hasta ahora invisible de la ciudad.

El productor Russ Krasnoff recuerda: "Joe decidió explorar Skid Row para saber si podía comprometerse a rodar la película. A la vuelta, dijo: ‘Haré la película con la condición de que pueda rodarla en el barrio y con la comunidad que describe’. Estábamos encantados".

La productora ejecutiva Patricia Whitcher añade: "Estaba empeñado en hacer algo único que no se había intentado antes".

Joe Wright reconoce que lo vio todo claro después de su visita a Skid Row y a la Lamp Community, un grupo de apoyo que ofrece casi 200 apartamentos para los sin techo, donde Ayers vive actualmente. "He hecho esta película por las personas que conocí en Skid Row", dice el realizador. "Nunca había conocido a gente tan amable, buena, divertida y honrada. Basta con dejarles hacer y te cambian la vida. Al involucrarles en la película, quería aportar mayor realismo a las imágenes, pero también algo a sus vidas, trabajo, por ejemplo. Aprenderían algo y podrían enorgullecerse de ello. Son las personas más olvidadas de la sociedad americana y nunca se las oye. Quería que esta película fuera su voz".

Desde el momento en que Joe Wright se comprometió a dirigir la película, pasó tiempo con los indigentes. "Joe dedicó dos o tres días a la semana en conocer mejor a la gente de la Lamp Community", explica Gary Foster.

Joe Wright incorporó a miembros de la Lamp Community, de los albergues Midnight, de Union Rescue, del Downtown Women’s Center y de Volunteers of America en calidad de figurantes. "Era una parte esencial del proceso, pero no fue fácil", explica el productor Gary Foster. "Necesitamos mucha paciencia, pero las personas que trabajaron con nosotros añadieron una dosis de fuerza y de emoción a la película que no habríamos alcanzado sin ellas".

El deseo de autenticidad del director no significó que obviase la alegría palpable de la amistad entre Nathaniel y Steve. "Me preocupaba que la película se tomara demasiado en serio", dice. "Con un material que abarca temas como la indigencia, la pobreza y la esquizofrenia, es fácil dejarse llevar; por eso me parecía primordial que fuese una película luminosa con momentos de sombras. Ya que vamos a sitios muy oscuros, las partes luminosas debían serlo aún más".

Y acaba diciendo: "Quería que los indigentes se vieran sin la menor pátina. Esta película contiene mucha esperanza, luz y belleza".


Scherzo: Jamie Foxx y Robert Downey Jr asumen los papeles principales
Dada la complejidad de Nathaniel Ayers como persona, los productores sabían que encarnar a su personaje sería de lo más difícil. ¿Qué actor sería capaz de recorrer la distancia entre la innegable genialidad de Nathaniel y sus momentos de desequilibrio mental?

Por suerte, el oscarizado Jamie Foxx expresó interés por el papel. El actor buscaba un personaje en el que pudiera expresar su riqueza interpretativa, tal como hizo con Ray Charles en Ray. A pesar de ser músico, dedicó seis meses a estudiar chelo y violín.

Gary Foster dice: "Desde el principio, Jamie demostró un feroz apetito por el papel, hasta el punto de que se apartó de su vida durante el rodaje. Le alquilamos un pequeño piso donde podía tocar y pensar en las escenas del día siguiente sin que su vida normal pudiera interferir. Se encerró en la burbuja. Nunca podré agradecerle lo suficiente que entendiera hasta tal punto lo que significaba hacer este papel".

Joe Wright añade: "Jamie tiene el corazón del tamaño de Norteamérica y, además, es muy sensible. Creo que ama sinceramente a Nathaniel, lo que me parece muy importante".

Cuando leyó el guión en un avión camino de Londres, la primera reacción de Jamie Foxx fue totalmente emocional: "Siempre digo que la altura aumenta la sensibilidad y empecé a ponerme lloroso en el avión", recuerda. "Encontrar un personaje plasmado con tantos matices y que funcione tan bien en un guión no ocurre muy a menudo. Me pareció asombroso. La historia relata cómo uno puede entender mejor su mundo al intentar entender el de otra persona. Es una maravillosa historia de amor".

Poco después de aceptar el papel, Jamie Foxx conoció al auténtico Nathaniel Ayers. "Fue genial poder conocerle, hablar con él, sentir la pasión que le mueve por la música y por la vida", dice el actor. "Quería hablar como él, imitar sus pequeños gestos, pero sobre todo quería hacerme con su espíritu".

Jamie Foxx era consciente de que eso implicaba ir a sitios difíciles y oscuros, pero también a otros mágicos. "Fue duro", reconoce. "Tuve que meterme en la mente de un ser esquizofrénico para entender de qué iba el viaje de Nathaniel. El mayor reto para mí fue ser capaz de dejarme ir".

Por muy extraña que pueda llegar a ser la realidad de Nathaniel, Jamie Foxx respeta su individualismo y su habilidad para navegar entre los escollos de la vida. "Nathaniel es como todos nosotros porque intenta que el mundo tenga sentido", dice. "Tiene muchos pensamientos en la cabeza e intenta que tengan sentido. Desde el exterior puede parece que está desequilibrado, pero me inclino a pensar que ha encontrado una forma de funcionar en esta sociedad. Lo que nos parece anormal es normal para Nathaniel, y es lo que le permite sobrevivir. Aunque sea un indigente, sigue teniendo grandes sueños".

Al profundizar Jamie Foxx en cómo Nathaniel ve el mundo, se dio cuenta de lo extraño que debió ser el primer encuentro con Steve Lopez. "Quizá pensó que ese hombre era un sueño", explica el actor. "Desde luego, no entendió por qué iba alguien a escribir un artículo acerca de él. Se enfrentan porque Steve está empeñado en salvar a Nathaniel, pero éste no siente la necesidad de ser salvado. Dos personas que empiezan en puntos totalmente opuestos acaban descubriendo sus respectivos mundos".

En cuanto Steve deja a Nathaniel ser él mismo, su amistad florece y culmina en el momento en que pone al músico ante su sueño de genialidad musical en Disney Hall. "Para Nathaniel, ver a los músicos tocar en perfecta armonía la música más maravillosa es el paraíso, y está asombrado de que él mismo tenga un don tan especial", explica Jamie Foxx.

El actor también encontró al compañero ideal en Robert Downey Jr para interpretar esa amistad que cambiará la vida de ambos hombres. "Me quedé estupefacto viendo trabajar a Robert", dice Jamie Foxx. "Creo que es uno de los grandes actores de la historia del cine; tiene muchísimo talento. Su interpretación de Steve aporta una bocanada de aire fresco a la película".

A pesar de haber estudiado música desde que era niño, Jamie Foxx tuvo que volver a clase para transformarse en un virtuoso violonchelista en cuestión de meses. "Me parece esencial que cuando se vea tocar a Nathaniel sea genuino", explica.

Para conseguirlo, los productores pidieron ayuda al violonchelista Ben Hong, de la Filarmónica de Los Ángeles, que tiene la ventaja de ser amigo de Nathaniel Ayers y conoce la forma en que toca. De hecho, Ben Hong grabó las piezas que toca Jamie Foxx en la película para la banda sonora. Ben Hong era consciente de que conseguir que el actor llegara a encarnar a un violonchelista del talento de Ayers iba a requerir mucho esfuerzo.

Lo primero fue que Jamie Foxx se sintiera cómodo con el instrumento. "Jamie es un muy buen pianista, pero el chelo y el piano no tienen nada que ver", dice el músico. "Además, era necesario que supiera tocar realmente porque el mástil del instrumento, dadas sus dimensiones, está muy cerca del rostro del actor, por lo que la posición general y las manos se ven mucho".

Aunque Nathaniel Ayers prefiere tocar el chelo, cuando Steve Lopez le ve por primera vez toca un violín, simplemente porque un chelo no cabe en un carrito de la compra. Jamie Foxx también tuvo que aprender a tocar este instrumento. Trabajó con la violinista de fama internacional Alyssa Park, que fue la persona más joven en ganar el primer premio del Concurso Internacional Chaikowski.

Para concluir, el actor dice: "Creo que tanto Nathaniel como Steve son solistas. Intentan tocar la música de su vida con la esperanza de que alguien les escuche".

En cuanto al actor que interpreta a Steve Lopez, los productores no tuvieron ninguna duda. Se inclinaron por Robert Downey Jr, nominado a un Oscar, que acababa de rodar un papel muy diferente en la taquillera Iron Man.

En opinión de Joe Wright, el casting de Robert Downey Jr era tan importante como el de Jamie Foxx. "Cuando empecé a trabajar en El solista, tuve la impresión de que el personaje extraordinario era Nathaniel, pero pronto comprendí que Steve Lopez no lo era menos", explica el realizador. "Steve cree que va a salvar a Nathaniel, pero en realidad es él quien cambia al final. Robert aportó generosidad y mucha inteligencia a su interpretación".

Para el actor, que acababa de protagonizar dos películas de acción muy taquilleras, Tropic Thunder: una guerra muy perra e Iron Man, era todo un cambio. "Había trabajado en películas enormes y muy divertidas, pero esto era exactamente lo que necesitaba, algo humano, humilde y tolerante".

Todo se decidió cuando el actor conoció al director. "Me sedujo la forma en que veía la película", dice Robert Downey Jr. "Me explicó que quería involucrar a indigentes y que no era una película acerca de la enfermedad mental, sino de la fe. También dijo que era una historia de amor, y la idea me gustó".

A continuación, el actor conoció al periodista de carne y hueso. "Steve es encantador, simpatiquísimo y se le da muy bien contar historias", dice. "Cuando nos conocimos, insistió en que no debía imitarle y por eso opté por tomar otra dirección. Joe y yo hablamos de dar la sensación de un hombre en plena crisis, y esa crisis se ve reflejada, y de algún modo resuelta gracias a la relación con Nathaniel".

Después de observar a Nathaniel y a Steve juntos, los dos actores entendieron la alegría de esa sorprendente relación y supieron reproducirla durante el rodaje. "Creo que Robert ha aportado una pasión y una compasión que ha elevado el guión", comenta el productor Russ Krasnoff. "Siempre que un actor se apodera de un guión brillante y lo supera, se consigue algo muy especial. Insufló amor y vida a la película".

Gary Foster añade: "Nunca he visto a nadie tan pendiente de los detalles como Robert. Se esfuerza muchísimo. No deja pasar nada y siempre está dispuesto a dar más opciones. Ha sido un auténtico placer y un gran honor ver su proceso creativo".


Fuga: Los actores del reparto
Un conjunto de talentosos actores rodean a Jamie Foxx y a Robert Downey Jr en El solista, entre los que se encuentra Catherine Keener, nominada a dos Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por Truman Capote y Cómo ser John Malkovich en el papel de Mary Weston, la redactora y ex mujer de Steve en la película.

La actriz había dejado claro su deseo de trabajar en la siguiente película de Joe Wright y estaba encantada cuando descubrió que se trataba de la historia de Nathaniel Ayers. "Se me quedó grabada cuando leí los artículos que publicó Steve Lopez", dice. También le atrajo el papel del personaje totalmente inventado de Mary: "Están cerca el uno del otro, pero discuten. Eran jóvenes e idealistas cuando se casaron, y ahora ella es la persona que puede retarle a ser quien esperaba ser entonces".

La relación entre Catherine Keener y Robert Downey Jr durante el rodaje tenía mucho de los clásicos intercambios Hepburn-Tracy, llenos de conflictos y afecto. "Robert es adorable y trabaja realmente bien, con él todo es fácil", dice la actriz. "Pero cuando su personaje me sacaba de quicio, yo reaccionaba. Nos lo pasamos realmente bien juntos".

Stephen Root, al que vimos en la premiada No es país para viejos, es Curt Reynolds, el compañero de Lopez al que el periódico despide por problemas económicos. "Mi personaje es uno de esos tipos al que todos toleran en la oficina porque lleva allí mucho tiempo", dice el actor. "No está seguro de que pueda conservar su puesto, y esta vez no se equivoca".

Lisa Gay Hamilton, conocida por su papel en la serie "El abogado" es Jennifer Ayers-Moore, la hermana de Nathaniel, que descubre a través de las columnas de Lopez que su hermano está vivo. "Me gustó la honradez del guión y el esfuerzo que supone contar la historia de alguien brillante que, por desgracia, sufre de una enfermedad tan debilitadora como la esquizofrenia", dice Lisa Gay Hamilton. "No es un tema que se describa con mucha autenticidad en el cine".

La actriz tuvo la oportunidad de conocer a la auténtica Jennifer. "Me ofreció su apoyo", dice. "Comprendí lo difícil que había sido para ella perder el contacto con Nathaniel durante tanto tiempo".

Hablando de la interpretación de la actriz, Jamie Foxx dice: "Lisa Gay aportó una gran integridad al papel. Me impresionó ver su capacidad de exteriorización e interiorización".

Tom Hollander, que ya había trabajado con el realizador en Orgullo y prejuicio, encarna a un violonchelista de la Filarmónica de Los Ángeles, Graham Claydon, un personaje ficticio inspirado a partir de varios músicos. "Graham es un músico que trabaja con Nathaniel y le anima a dar un recital que luego sale mal", dice el actor. "Es una de las personas que intentan mejorar sin éxito a Nathaniel. También es un ferviente cristiano y espera que Dios salve a Nathaniel a través de él".

Tom Hollander, al igual que Jamie Foxx, tuvo que aprender a tocar el violonchelo. "Fue lo más difícil, pero también lo mejor", reconoce.

Jena Malone (a la que vimos como Lydia Bennet en Orgullo y prejuicio) es una técnica de laboratorio; la actriz cómica Rachael Harris es Leslie, la compañera de Lopez en el periódico Los Ángeles Times, y Nelson Ellis es David Carter, el director de la Lamp Community.


Intermezzo: Los figurantes de la comunidad sin techo
Desde un principio, el director Joe Wright supo que la figuración de El solista debería proceder de la comunidad de indigentes descrita en la película.

Para encontrar a los cientos de extras necesarios, la coordinadora de casting de la figuración, Maryellen Aviano, empezó a buscar en varios centros de Los Ángeles hasta contratar a 450 extras, entre los que se encontraba un grupo de unos 20 al que todos bautizaron "The Lamp Chorus", que aparecen en varias escenas con Jamie Foxx y Robert Downey Jr en el edificio de la Lamp Community, donde vive Nathaniel Ayers. Otros diez actores cualificados se unieron al "coro" en las escenas que requerían conocimientos interpretativos.

A pesar de que nadie sabía cómo funcionaría, el experimento se convirtió en algo inolvidable. "Llevo 32 años trabajando en esto y nunca había tenido una figuración tan entusiasta", dice Maryellen Aviano. "La comunidad del centro de la ciudad apoyó la película porque Joe Wright estuvo varios meses trabajando con ellos y les pidió que compartieran sus experiencias".

El realizador trabajó con los extras mediante un proceso orgánico y de forma casi documental. Para que estuvieran relajados y cómodos en el extraño mundo de un rodaje, intentó reducir al mínimo el impacto del equipo técnico en los decorados.

Joe Wright dice: "No exagero cuando digo que trabajar con la población de Skid Row me cambió la vida. Me dieron una lección de humildad y aprendí que nunca se debe subestimar a nadie. También descubrí que la industria del cine puede hacer el bien y tener un efecto práctico, positivo en la vida de algunos".

Los actores comparten la opinión del director. Robert Downey Jr dice: "Fue una auténtica inmersión codearse con los miembros de Lamp. Muchos sufren enfermedades mentales, son drogadictos e indigentes. Había que tener mucha fe para creer que funcionaría, que podríamos trabajar juntos y rodar una película, y así fue".

Jamie Foxx añade: "Joe Wright tuvo la gran perspicacia de aportar a la película la autenticidad de la gente que vive en el barrio. Era un riesgo, pero ha valido la pena".


Allegro Molto: El solista ofrece una nueva visión de Los Ángeles
Joe Wright tuvo una visión muy específica del diseño de la película desde el principio. Quería reflejar la realidad naturalista de la vida en las calles de Los Ángeles sin por eso dejar de dar musicalidad a los movimientos de la cámara para reflejar los temas trascendentales de la película. En opinión de Jamie Foxx, la poesía del enfoque de Joe Wright es una de las claves de la película. "Joe usa la cámara de tal modo que consigue captarlo todo", dice. "Siempre contrapone la belleza y la luz a la oscuridad".

Para conseguirlo, Joe Wright se apoyó en numerosos colaboradores británicos que en su mayoría habían trabajado con él anteriormente. Su colaboración más cercana fue con el director de fotografía Seamus McGarvey, nominado a un Oscar por Expiación: más allá de la pasión.

"Desde el principio, Joe y yo pensamos en un estilo simple, sin adornos", dice Seamus McGarvey. Algo que recordara al realismo británico de Cowboy de medianoche, de John Schlesinger, y al neorrealismo italiano".

Sigue diciendo: "Queríamos que las imágenes tuvieran un ascetismo sobrio para que los personajes se movieran en un marco creíble. Al usar extras sacados de la calle, no debíamos caer en la artificialidad que a veces se nota en la películas hollywoodienses".

Además de realizar un storyboard completo, decidieron rodar en 35 mm anamórfico porque comunica una mayor sensación de autenticidad. Pero tan importante como el realismo era conseguir que la fotografía comunicase musicalidad para recordar la importancia vital de la música a la hora de reunir los hilos de la vida de Nathaniel. "La música era crítica para la fotografía de la película", explica Seamus McGarvey. "A menudo filmamos con playback. Es increíble ver cómo crea una síntesis entre el actor y la cámara, y cómo la cámara se fusiona con los movimientos del actor".

La música también inspiró secuencias de El solista. El director de fotografía nos da un ejemplo: "Cuando Nathaniel toca en el túnel, queríamos mostrar que la música le eleva, le da la sensación de estar volando. Diseñamos una toma para una secuencia sinfónica y lírica, una escena que necesitó una grúa Strada de 35 metros que se alzaba por encima del paso elevado mostrando la ciudad".

Joe Wright y Seamus McGarvey también trabajaron muy de cerca con Sarah Greenwood, la diseñadora de producción que ganó un BAFTA y fue nominada a un Oscar por su trabajo en Orgullo y prejuicio y Expiación: más allá de la pasión. En El solista mantiene su colaboración con la decoradora Katie Spencer, con la que lleva trabajando más de diez años.

El concepto de la diseñadora y de la decoradora era contrastar las zonas ricas de Los Ángeles con barrios mucho menos visibles, y todo en cinco kilómetros cuadrados, la zona comprendida entre Disney Hall, Skid Row y el edificio del diario Los Angeles Times. "Podíamos crear un microcosmos en cinco kilómetros cuadrados que reflejara todos los aspectos de la ciudad", dice Sarah Greenwood. "Hay ejemplos de la gloria y riqueza de la ciudad, como el Disney Hall, y a un tiro de piedra, la extrema pobreza de Skid Row. La película deja clara la diferencia entre el mundo de Steve, que vive en una colina que domina la ciudad, y el de Nathaniel, al que se le suele encontrar en un túnel".

Sin embargo, no era posible rodar en el mismo Skid Row porque ni el director ni los productores estaban dispuestos a trastocar la frágil vida de sus habitantes. La diseñadora y su equipo se apoderaron de una sección de edificios industriales entre la calle Cuarta y Sexta y la transformaron en un Skid Row condensado, tal como era en 2005, antes de que el alcalde Antonio Villaraigosa lanzara su Iniciativa para una Ciudad Más Segura, un controvertido esfuerzo para erradicar la delincuencia y las drogas del barrio.

Se contrató a Sean Daly, un artista callejero que trabaja a menudo con la fotógrafa Annie Leibovitz, para ser la "mano de Nathaniel". Sarah Greenwood dice: "El auténtico Nathaniel escribe en todas partes, en su piel, su ropa, las paredes, el violín. Sean Daly se convirtió en su mano y trabajó en los trajes, los decorados, el carrito y otros atrezos relacionados con el personaje".

El solista es la primera película que se rueda en las oficinas de redacción de Los Angeles Times, donde realmente trabajan Steve Lopez y sus compañeros. "Se había rodado en el edificio, pero nunca en un lugar de trabajo", dice Gary Foster.

Asimismo, es la primera vez que un largometraje se rueda dentro del auditorio del último símbolo de Los Ángeles, la sala de conciertos Walt Disney, diseñada por el arquitecto Frank Gehry. El productor Gary Foster dice: "La presidenta de la Filarmónica de Los Ángeles, Deborah Borda, el director Esa-Pekka Salonen y toda la orquesta aplaudieron el regreso de Nathaniel a la música y tuvieron la generosidad de permitirnos que recreáramos ese gran momento".

Otros decorados en Los Ángeles fueron el parque de la Plaza Pershing, donde está la estatua de Beethoven; el auditorio del Instituto Jordan en Long Beach, que hace las veces de la Academia Juilliard de Nueva York; el parque Elysian, donde Steve Lopez se cae de la bici, así como el histórico hotel Millennium Biltmore, La Cita Bar y el Hotel Barclay, todos en el centro de la ciudad.

Los últimos días de rodaje transcurrieron en Cleveland, Ohio, donde crecieron Nathaniel Ayers y sus dos hermanas en la vida real. El departamento artístico tuvo que volver atrás en el tiempo, concretamente al año 1966, y transformar dos manzanas de la ciudad en un rincón del barrio de Hough, cubierto por la nieve, para filmar las escenas en las que el joven Nathaniel sale de la academia de música para ver los tremendos disturbios de Hough que sacudieron la ciudad durante seis noches de verano.

También fue de gran importancia el trabajo de la diseñadora de vestuario Jacqueline Durran, nominada a sendos Oscar por sus colaboraciones previas con Joe Wright en Orgullo y prejuicio y Expiación: más allá de la pasión.

La productora ejecutiva Patricia Whitcher resume la opinión de los productores: "Tuvimos mucha suerte en disponer del equipo técnico de Joe, personas creativas y dedicadas. Desde el primer momento, no escatimaron ningún esfuerzo para dar lo mejor a la historia de Nathaniel y Steve".


Finale: La música de El solista
Uno de los misterios de El solista es por qué nació una amistad tan profunda entre dos seres tan diferentes como Steve Lopez y Nathaniel Ayers. La respuesta puede encontrarse en que usaron otro medio de comunicación aparte de las palabras, la música.

El realizador supo desde el principio que esto debía quedar claro, aunque sin ahogar la relación humana. Se tomó la decisión de que la música de la película se centraría sobre todo en obras de Beethoven, uno de los muchos compositores que obsesionan a Ayers.

"Beethoven incorpora un tremendo abanico emotivo a sus composiciones", dice Joe Wright. "Es más, creo que su música contiene todos los sentimientos del ser humano y es una figura fascinante, sobre todo para esta historia, porque también tuvo que superar muchas cosas, entre otras la sordera".

Para componer la banda sonora original de la película, inspirada en gran parte en la Tercera y la Novena Sinfonías, el director volvió a recurrir a Dario Marianelli, nominado a un Oscar por Orgullo y prejuicio, y galardonado con un Globo de Oro y un Oscar por la memorable partitura de Expiación: más allá de la pasión.

El compositor pudo contar con la Filarmónica de Los Ángeles y con el violonchelista Ben Hong para grabar las piezas que Jamie Foxx toca en la película. El músico dice: "Fue un proceso creativo porque tuve que interpretar con el chelo. No tocaba como yo, Ben Hong, sino como tres personas diferentes, Nathaniel de niño, Nathaniel en Juilliard y, finalmente, Nathaniel hoy. Cambié de forma de tocar para que fuera creíble".

Joe Wright pidió a la Orquesta de la Universidad del Sur de California, dirigida por Michael Nowak, que hiciera las veces de la Orquesta Juilliard e interpretara la Tercera Sinfonía de Beethoven.

Pero lo mejor es ver al internacionalmente aclamado director de orquesta Esa-Pekka Salonen por primera vez en una película mientras dirige movimientos de la Tercera ("Eroica") y de la Novena.

Esa-Pekka Salonen, que fue parte de la historia real, dice que ha sido un placer: "Nathaniel es uno de nosotros porque es músico. Vive una situación difícil y compleja, pero siempre será uno de nosotros". Recuerda cuando le conoció: "Hablamos de Beethoven y de música. Me dijo que yo le parecía la reencarnación de Beethoven. Probablemente sea la mejor crítica que nadie me haya hecho".

El director de orquesta se alegró de formar parte de El solista sobre todo porque es una historia entrañable acerca de las cosas que más quiere, la música, Los Ángeles y el espíritu de los seres humanos: "Creo que en esta historia se ve claramente el poder de la música, el poder que permite imaginar, dejar atrás la situación en la que uno se encuentra y ser totalmente libre durante un tiempo".