Cinemanía > Películas > Imago mortis > Comentario
Destacado: Julianne Moore y Tilda Swinton en 'La habitación de al lado' de Pedro Almodóvar
  Imago mortis  Dirigida por Stefano Bessoni
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

Un thriller de misterio producido por Telecinco Cinema y Pixstar que sigue la estela de películas de género producidas por Telecinco Cinema El orfanato y Los crímenes de Oxford.

El director e ilustrador italiano Stefano Bessoni construye una claustrofóbica y pesadillesca trama en torno a los horrores que desencadenan aquellos que quieren desvelar los misterios de la muerte. Alberto Amarilla (Fuga de Cerebros, El camino de los ingleses y la serie de Telecinco Acusados), Oona Chaplin (Quantum of Solace, Art in Las Vegas), Leticia Dolera (Rec 2, Prime Time, El otro lado de la cama), Álex Angulo (Fuga de cerebros, Casual day, El laberinto del fauno) y Geraldine Chaplin (El orfanato, Teresa, Hable con ella) protagonizan Imago Mortis.


Imago Mortis: Un Nuevo Comienzo…
1996. Se estrena en las salas españolas "Tesis", un alucinante y delirante viaje al infierno de las snuff-movie. Dirige un joven de 24 años, Alejandro Amenábar. No era consciente en aquel momento, de que después de esa película el cine español cambiaría. Cuatro años después, Amenábar repitió con "Los Otros", y algunos empezaron a hablar del nuevo cine español de género.

No se detiene ahí. Después vendrán éxitos como "Los sin nombre" "Frágiles", "[Rec]". Sin contar con las memorables incursiones de Guillermo del Toro en los universos de fábula y atroces de "El espinazo del diablo" o de "El Laberinto del Fauno".

Violencia y poesía, técnica y espontaneidad, horror y magia, conviven en una mezcla perfecta capaz de bailar al unísono en una misma película.

2008. Año de producción de "Imago Mortis". En Italia el cine de género no existe desde hace tiempo. El género fantástico está olvidado desde hace, por lo menos, 25 años, y para encontrar rastros del género gótico hace falta remontarse muchos años atrás.

Es por eso que la película de Stefano Bessoni nace de la nada. Invoca palabras desterradas desde hace mucho tiempo, como por ejemplo, "historias de fantasmas".

La única forma de comunicarse que le queda es el diálogo en la distancia. Como con las criaturas imaginadas por Del Toro, con el niño desparacido de "El Orfanato", con los fantasmas de "El espinazo del diablo". Porque "Imago Mortis" no es simplemente una película de género, sino que es una puerta abierta sobre el abismo del misterio, la celebración de un cine que gira hacia los colores de lo oculto y se abre a la irrupción de lo fantástico.

Una respuesta precisa, nítida y directa al horror europeo y al tiempo llena de un universo poblado por fantasmas inquietos, horrores del pasado que vuelven al presente para vengarse y hombres capaces de desafiar a la muerte. Mirándola a la cara... Por lo tanto, un nuevo comienzo.


Entrevista al director Stefano Bessoni

P: Antes incluso de ver la película, salta a la vista el hecho de que se trata de un experimento totalmente único en el cine italiano de hoy en día...

R: Nuestro antiguo cine de género ya no existe. En los años 50 y 60 se vieron verdaderas obras pioneras en el campo de lo fantástico y del horror, sólo hay que pensar en Freda o en Mario Bava. En los últimos años parece que todo esto se acabó, y un universo lleno de referencias y de incursiones en el cine fantástico se desvaneció de golpe.


P: Aparece entonces Imago Mortis...

R: ... sí, estoy orgulloso de haber contribuido un poco a relanzar un género olvidado desde hace tanto tiempo. Sobre todo teniendo en cuenta que la película nació hace ya mucho tiempo, por lo menos en mi imaginación.


P: Entonces, veamos. Stefano Bessoni es igual a decir dibujante de cómics, zoólogo frustrado, y ahora director. ¿Falta algo?

R: Eso es todo. Digamos que siempre he sentido una fascinación total hacia el mundo científico. Hace algunos años pensé que la cosa más normal para alguien como yo era ocuparme a tiempo completo de la ciencia, especialmente de la zoología. Por eso me inscribí en la facultad, para poder introducirme en ello.


P: ¿Un ambiente que no era para tí?

R: No, más bien un trabajo que no correspondía con lo que yo tenía en mente. Y por fin comprendí que no quería vivir ese mundo, sino que quería contarlo.


P: Y entonces empezaste con esos maravillosos dibujos que ahora campan a sus anchas por tu blog...

R: A través del dibujo he creado mi universo fantástico, un mundo lleno de personajes, historias, situaciones que manifiestan mi pasión por un mundo totalmente real para mí, aunque sea fantástico, encantado.
Adoro las fábulas, sobre todo las fábulas negras...


P: Y en el fondo tu película es una fábula negra, y a la vez, como tú la has descrito, una historia de fantasmas. ¿Cuál fue la razón que te hizo abandonar los lápices para utilizar la cámara?

R: El cine siempre ha sido una de mis pasiones. Crecí devorando centenares de películas, con una predilección particular por todo aquello que se me antojaba más cercano a mi sensibilidad.
Desde las maravillosas películas de los años 50 de la Hammer, a los clásicos del expresionismo alemán, pasando por todo nuestro cine de género de los años 40. Nunca habría pensado que llegaría a dirigir una película, me parecía uno de esos sueños imposibles de realizar.


P: Y sin embargo...

R: La idea me vino en torno a los años 80 con el cine de autor europeo. Una verdadera iluminación. Hubo dos películas que despertaron en mí una nueva concepción: Juegos en el agua de Greenaway y El cielo sobre Berlín de Wenders. En aquel momento comprendí que mi futuro , de un modo u otro, estaba en el cine. Comencé entonces a mover mis primeros cortometrajes, participando en algunos festivales dedicados a directores independientes donde conseguí incluso algún premio. Sin contar con que durante algunos años colaboré con Pupi Avati, a quien debo todo mi reconocimiento. Finalmente llegó mi primer largometraje, Frammenti di scienze inesatte, que sin embargo no consiguió distribución en salas.


P: ¿Cómo llegó entonces Imago Mortis, tu primer largometraje con distribución oficial?

R: Fue un camino bastante tortuoso, sobre todo en lo que respecta al guión. Algunos de mis colaboradores, entre los cuáles estaba el gran Richard Stanley, dieron vida a borradores que no me convencían, los sentía lejos de mi mundo, de lo que quería contar realmente. Después tuve la suerte de encontrar a Luis Berdejo en Madrid...


P: Guionista de la famosa [Rec], y además uno de los nombres clave en el cine español de hoy en día...

R: Absolutamente. Y me sentí realmente feliz cuando descubrí que Luis estaba en la misma onda que yo. Tenemos los mismos gustos y la misma visión, tuvimos una sintonía total que hizo que en dos semanas de trabajo naciera el guión definitivo de la película. De los borradores anteriores no quedó prácticamente nada.


P: Y esto abre un paréntesis sobre la influencia que el nuevo cine español (aunque no sólo éste) ha tenido sobre tu película...

R: Decir que las películas de Del Toro, Balagueró y los demás me han influido es decir poco. Es un cine que adoro por su capacidad de crear historias con muchas capas, mundos encantados en los que el horror más profundo se alterna con la poesía más sorprendente. El nivel técnico, además, es altísimo; no hay un movimiento de cámara que sobre y el cuidado en la realización es realmente extraordinaria. Me gusta mucho también el cine de género francés, de Alexander Aja a Pascal Laugier, de quien adoro Saint Ange.


P: Llegamos entonces a Imago Mortis: la primera cosa que resalta es la profunda atemporalidad de la historia. No presenta ninguna coordenada ni punto de apoyo. El escenario parece realmente fuera del tiempo y del mundo...

R: Como ya he dicho, adoro las fábulas. No quería que mi película estuviese contextualizada en un momento concreto. Es por eso que en la historia no aparecen teléfonos móviles, ni ordenadores ni nada que represente el mundo tecnológico, que se queda fuera de campo. Me gusta la definición de una película analógica en la que lo digital queda fuera y se asiste al triunfo de la película antigua.


P: Tu película es extremadamente matérica, capaz de emanar olores, atmósfera, extractos de materia. Una bella respuesta a todo el cine digital que se ve hoy en día...

R: No habría conseguido realmente hacerlo de ninguna otra forma. Me gusta vivir el cine en todos sus aspectos, digamos que en todas sus capas y no puedo hacer otra cosa que sumergir la historia en una dimensión más física y, digámoslo así, alucinante. En este sentido una de las cuestiones más delicadas de planificar fue la relativa a la organización del espacio de la puesta en escena. Rodamos en un viejo hospital y en los estudios Lumiq en Turín, y me surgió de repente el problema de la relación entre los protagonistas y las cosas, los muebles, las habitaciones, las aulas universitarias.


P: El resultado es extremadamente claustrofóbico, la impresión es que es un lugar totalmente impermeable. Sin contar con la presencia de una amenaza que se respira desde la primera secuencia...

R: Lo que quería llegar a expresar era un sentimiento de peligro inminente. Entre mis autores predilectos está claramente Roman Polanski, películas como Repulsion o LŽinquilino del terzo piano no envejecen nunca. Una lección extraordinaria para todos, y además un buen motivo de inspiración para Imago Mortis. No quiero desvelar el final, pero uno de los momentos cruciales de la película es la "teoría del complot", una de las piezas fundamentales de la poética de autor de Polanski.

En resumen, era fundamental crear un espacio lleno de tensión para resaltar mejor el tema central de la película.


P: Ese sería sin duda la tanatografía...

R: La tanatografía, entendida como una técnica es una pura invención, aunque tiene sus raíces en algunos experimentos.
Siempre me han atraído las ciencias ocultas y la alquimia. He llevado a cabo diferentes estudios acerca de este tema, y me he documentado lo mejor posible. La captura de las imágenes es sin duda uno de los mundos más fascinantes en los que me he sumergido. Capturar la muerte en el ojo del cadáver es algo que va más allá de la imaginación de cualquiera, aunque no es un tema que tenga que ver directamente con lo sobrenatural. Es por eso que inventé el personaje de Girolamo Fumagalli, el personaje central de la película, un misterioso científico del Seicento que inventó una macabra técnica denominada tanatografía y construyó el tanatógrafo, un instrumento con el que fotografiar la persistencia retiniana de la muerte en el ojo del cadáver.


P: Aparte de Quattro mosche di velluto grigio, no creo que el cine se haya interesado por este argumento...

R: El cine se ha interesado poco, pero el fenómeno de la persistencia retiniana sí que encontró su lugar en la literatura, en algunos comics. A raíz del interés suscitado por el tema, encontré que era un vehículo maravilloso para tratar el tema de la muerte. Es por eso que cuando dibujo me gusta imaginar personajes que están en equilibrio entre las dos dimensiones. No es casualidad que entre mis mayores referencias se encuentra Tim Burton.


P: Hablemos de los intérpretes: para un debutante como tú tener a una actriz del nivel de Geraldine Chaplin no es algo muy común...

R: He sido muy afortunado. Cuando el personaje de la condesa Orsini, propietaria de la escuela de cine, tomó forma en mi imaginación, la referencia era sin duda Geraldine. Simplemente intenté contactar con ella, enviándole rápidamente una copia del guión. La respuesta tardaba en llegar, por lo que seguí con el casting y me acerqué a Londres para buscar a la protagonista.
En aquel momento la suerte llamó a mi puerta de la forma más imprevisible. Sólo después de haber elegido a Oona Chaplin me enteré que tenía un parentesco con Geraldine, descubrí que aquella chica era la hija. Y fue ella misma quien me dijo que su madre había aceptado participar en la película. No me parecía real: iba a dirigir a madre e hija, por primera vez en el mismo escenario. Fue un encuentro entre dos generaciones y dos modos de vivir en el mismo set...


Stefano Bessoni (Director / Guionista/ Ilustrador)
Stefano Bessoni (Roma, 1965), se diplomó en la Academia de Bellas Artes de Roma, y trabajó como operador de cámara, director de fotografía y montador de 1990 a 1998. De 1998 a 2001 colaboró con el director Pupi Avati.

El Museo Nacional de las Artes y las Tradiciones Populares publicó un ensayo suyo dobre el trabajo en torno a la creación del personaje, con el título Attraverso lo specchio. En la publicación se incluyeron el guión y los bocetos para la película Grimm e il teatro della crudeltà.

En 1995 recibió el premio FEDIC "Claudio Pastori" y en 1998 se le dedicó una retrospectiva en el ámbito del VideoFestival de Messina, "LŽOcchio del Ciclope".

Enseña dirección cinematográfica y técnicas de elaboracion de imágenes digitales en la NUCT (Nueva Universidad de Cine y Televisión) en Cinecittà, Roma. Después de Imago Mortis, ha desarrollado otros dos proyectos de largometraje.

Filmografía
Falene
Il viaggio di Peter Morgestern
Imago mortis
Frammenti di scienze inesatte
Kokocinski
Il catturatore
Galgenlieder - canti patibolari
Pinocchio apocrifo - storia di un burattino in dieci quadri
Appunti di lavoro 97 - Favole allo specchio e Pinocchio
Asterione
Appunti di lavoro
Grimm e il teatro della crudeltà
Totentanz
Gregor Samsa
Tulp
Il gatto con gli stivali
Il principe delle ombre - ritratto di Mario Scarpati
La favola del bambino mai nato
Favole


Ficha artística completa
Alberto Amarilla - Bruno
Oona Chaplin - Arianna
Leticia Dolera - Leilou
Geraldine Chaplin - Condesa Orsini
Alex Angulo - Caligari
Francesco Carnelutti - Astolfi
Silvia De Santis - Elena
Francesco Martino - Richard
Kenji Kohashi - Ozu
Jun Ichikawa - Aki
Paolo De Vita - Orfeo
Matteo Danese - Matteo
Franco Pistoni - Fumagalli
Anna Cuculo - Sñra. Niccolodi
Lorenzo Pedrotti - Sebastiano
Fabiola Palmas - Chica de la granada
Gioele Calorio - Gunter
Alessia Cardella - June