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  Ejecutiva en apuros  (New in town)
  Dirigida por Jonas Elmer
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Ejecutiva en apuros, una comedia de Lionsgate y Gold Circle, está protagonizada por Renée Zellweger, en el papel de Lucy Hill, una profesional obstinada y materialista que deberá lidiar con temperaturas bajo cero, los valores de una ciudad pequeña y unos inesperados sentimientos por un hombre que ni siquiera le cae bien. Mientras tanto, a pesar de sus más ambiciosas intenciones, Lucy descubre su lado bueno y decide abrazar el reto de hacer cambios reales y positivos en su vida. "Lucy es una jugadora de la Norteamérica corporativa, tenaz, resuelta y segura de sí misma", explica Zellweger. "Vive en Miami pero la transfieren para hacer unos pequeños reajustes en una fábrica de su compañía en Minnesota. Allí se encuentra como un pez fuera del agua y lo que menos espera es verse seducida por el encanto del lugar o encariñarse con alguien de la ciudad. Piensa que puede pasar por el lugar sin que su falta de humanidad se vea mermada en absoluto".

Renée Zellweger, una actriz que ha recibido el reconocimiento de la Academia (Cold Mountain, Oscar a la Mejor Actriz de Reparto, 2003) y que está considerada como una de las actrices más versátiles de su generación, tenía muchas ganas de probar con una comedia romántica tradicional. "Estaba trabajando en LEATHERHEADS en las dos Carolinas", explica, "y un día acabamos pronto y me fui a ver TÚ LA LETRA, YO LA MÚSICA, porque me encanta Hugh Grant. Me encantó y me recordó el lugar tan importante que ocupan las comedias románticas en el léxico de nuestra cultura popular. Nos hacen reír y nos ayudan a escapar de la vida real. Leí el guión de Ejecutiva en apuros poco después de eso, y me transportó a un lugar totalmente diferente y pensé, 'ya está'".

"El guión me pareció muy fresco, una comedia romántica ambientada en una comunidad con un gran corazón y llena de valores tradicionales", dice el productor Paul Brooks. "¡Renée fue totalmente la primera en la que pensamos para el papel de Lucy Hill!".

Zellweger estaba entusiasmada con la oportunidad de demostrar sus dotes de comediante física, y aprovechar al máximo el cariz cómico del choque entre la perfeccionista Lucy Hill y las temperaturas bajo cero y los extravagantes valores de New Ulm. La actriz contaba con una especialista pero el primer día de rodaje, Zellweger se dio cuenta de que quería hacer ella misma las escenas de riesgo, aunque ello significara tener que caer repetidamente al frío, duro y helado suelo....

"Esa fue la parte divertida, ¿vale?" nos explica entusiasmada. "Lo más divertido es poner en evidencia a tu personaje, caerte de bruces en la nieve y ser creativa con todo eso y hacer el ridículo. Y desde luego, eso se me da de miedo. ¡Ya te digo! Me reía viendo las tonterías que hacía. Y es muy gracioso porque Lucy se cree muy perfecta".

"Ya sea haciendo drama o una comedia romántica, Renée se emplea a fondo", añade Brooks. "Tiene un talento natural para la comedia. Si hay algún momento cómico, está ahí por alguna razón, y ella lo aborda sin pensárselo".

Zellweger hizo hincapié en no ocultar en modo alguno las cualidades menos atrayentes de Lucy al principio de la historia. Lucy es al comienzo, un engranaje corporativo materialista con objetivos muy claros, y gradualmente aprende, a través de su relación con los habitantes de New Ulm, a apreciar el valor de la comunidad, la lealtad, la verdadera amistad y de un estilo de vida más simple y terrenal. El hecho de que la Zellweger realice este viaje sin perder nunca el favor del público es un testimonio de su particular carisma. "Renée emana una simpatía tan grande que hace que uno se ponga inmediatamente de su parte independientemente de la situación en la que se encuentre su personaje", dice el productor Tracey Edmonds. "Lucy intenta demostrar su valía. A pesar de todo, tiene muchas inseguridades y Renée tiene el talento para exponer esos aspectos del personaje y hacerlo simpático a pesar de sus faltas".

El reto más difícil que se le plantea a Lucy es Ted, el líder sindical de la fábrica que tiene que reestructurar. Interpretado en la película por el actor y músico, Harry Connick, Jr. Ted es un obrero que se preocupa profundamente de su comunidad y del bienestar de los empleados cuyos puestos de trabajo corren peligro. Naturalmente, Lucy y Ted están predispuestos a no caerse bien, y el resultado es la clásica batalla de ingenios que ha sido el ingrediente fundamental de las comedias románticas desde la época dorada de Katherine Hepburn y Spencer Tracy.

"Yo defiendo a los trabajadores", dice Connick, Jr. hablando de su personaje. "Y Lucy, no solo quiere poner todo patas arriba, sino dejar a todo el mundo sin trabajo. Y a mí eso no me gusta nada. La veo venir a un kilómetro de distancia, y me saca de quicio cuando hablo con ella".

"Ese choque es divertido y aumenta el interés de lo que va a pasar cuando las cosas no son fáciles ¿entiendes?" añade Zellweger. "Cuando Ted no muestra ningún interés por ella o la trata mal o cuando todo hace pensar que nunca se van a liar. Es una situación interesante".

"Harry es un gran actor y tiene un montón de carisma", dice Edmonds. "Es el típico sureño y tiene de verdad ese encanto de ‘tío campechano’ que necesita el personaje de Ted y que crea la química perfecta con el rígido personaje de Renée".

Al igual que Zellweger, a Connick, Jr. le atraía el tono de comedia ligera de Ejecutiva en apuros, pero lo que realmente le hizo decidirse fue la oportunidad de trabajar con su compañera de reparto. "La primera cosa que realmente me llamó la atención fue Renée", confiesa. "Soy fan de ella desde hace mucho tiempo y estaba deseando trabajar con ella".

La relación laboral entre las dos estrellas dio como resultado una química palpable en la pantalla y una amistad duradera fuera de ella. "La gran diferencia entre los personajes de la película y las personas reales es que en la vida real Renée y yo nos caímos muy bien inmediatamente", reconoce Connick, Jr. "Tiene una personalidad única. Es brillante. Tiene magnetismo. Y cuando las cámaras ruedan, es patente el dominio que tiene de su expresión artística. Sabe perfectamente lo que hace que una escena funcione. Por suerte, tenemos el mismo sentido del humor, así que disfruté mucho trabajando con ella. Y me enorgullece decir ahora que es una de mis mejores amigas".

"Harry es muy generoso y es muy bueno en lo que hace", sonríe Zellweger. "Y da gusto estar con él, es tan positivo, apoya a todo el mundo del rodaje. Aparece él, y el día está completo. Si hay una guitarra, la coge y se pone a cantar canciones sobre todo el mundo del rodaje".

Después de fichar a Zellweger para que interpretara a Lucy, el productor Paul Brooks empezó a buscar un director y eligió al prometedor cineasta danés Jonas Elmer después de ver su primer filme, NYNNE. "Me encantó su película y me pareció que sería un fichaje interesante", recuerda Brooks. "La película tenía muchísima energía, unos personajes geniales y era super divertida".

A Elmer inmediatamente le enganchó la profundidad de los personajes del guión de Kenneth Rance y C. Jay Cox. "A decir verdad, a mí lo único que realmente me importa son los personajes", admite. "Me pareció que eran muy tridimensionales y me enamoré apasionadamente de ellos. Además, el punto cómico del guión viene dado por los personajes. Las situaciones cómicas no estaban forzadas ni sobraban".

"Jonas tiene mucho sentido del humor. Sabe apreciar una buena historia y unos personajes auténticos y se ha volcado de lleno en el proyecto". comenta Brooks.

Elmer y Zellweger no tardaron en descubrir que compartían un sentido del humor parecido, y durante la preparación del rodaje se dedicaron a explorar influencias cómicas como las de Peter Sellers, Carol Burnett e Imogene Coco. "A Jonas le gusta lo impredecible", dice Zellweger. "No le gustan los sucedáneos. Y cualquier cosa que parezca falsa la elimina. Me hizo confiar inmediatamente en él. Oirle hablar de sus referencias y de las cosas que en su opinión dan valor a una película es lo que me hizo confiar en él".

Jonas, a su vez, se quedó muy impresionado con la profesionalidad de Zellweger, además de su vasta experiencia delante de las cámaras. "Tiene una fuerza increíble en los planos cortos, pero también sabe exactamente lo que tiene que hacer cuando hace comedia física en los planos medios y en las tomas abiertas. A la hora de editar, contamos con un montón de opciones, y eso es una gran cualidad en un actor. Y en las escenas cómicas físicas era una delicia verla. No es vanidosa. Y se entrega por completo a la escena".

La producción se realizó en Miami, Florida y Winnipeg en Canadá, donde se recreó la ciudad de New Ulm, MN. Desde el comienzo de la fase de pre-producción, Elmer quiso que New Ulm funcionara como un personaje en la película, y para ello decidió visitar personalmente la verdadera ciudad con el fin de tener una referencia de primera mano de ese remoto lugar de Minnesota. "Tuve la misma experiencia que tiene Lucy Hill cuando llega a New Ulm", dice el director. "Me sentí completamente como un pez fuera del agua. Así que, fue muy útil ir allí".

El guionista Kenneth Rance decidió ambientar su historia en New Ulm no por un simple capricho de escritor, sino porque suponía un reconocimiento a los hechos reales que inspiraron el guión. Nacido y criado en Minneapolis, Minnesota, una noche, Rance fue a una discoteca de su ciudad natal y conoció a una atractiva mujer en la pista de baile que claramente no era de la ciudad. Después de invitarla a una copa, la mujer le contó que era de Carolina del Norte pero que vivía en New Ulm y era ejecutiva de una fabrica local de alimentación. Le habló de las presiones de triunfar en el mundo corporativo, del trato con los lugareños, de sus intentos por ganarse su respeto y de la soledad que conlleva ser nueva en una ciudad.

"En ese momento, supe que su historia era material de película", dice Rance. "No escribí el guión inmediatamente. Estuve madurándolo durante un tiempo pero siempre he creído que las buenas historias son las historias reales".

Uno de los objetivos de Rance con el guión era captar fielmente el altruismo, la cordialidad y la religiosidad de la comunidad de New Ulm, de 13.593 habitantes. Siendo la mayoría de sus residentes de ascendencia alemana y sueca, New Ulm es conocida como la ciudad más germánica de los Estados Unidos. "Quería que la historia fuera auténtica y orgánica (acento local, cultura, idiosincrasias) de manera que si un vecino de New Ulm veía la película dijera 'le ha pillado el aire'", comenta.

Una vez acabado el guión, Rance se asoció con el productor Darryl Taja, quien más tarde embarcó en el proyecto a Tracey Edmonds para que le ayudara a producir la cinta. Edmonds se identificaba especialmente con la perspectiva femenina de la historia. "Va sobre una joven que está atrapada en un mundo creado por los hombres y todo su afán es escalar peldaños en el mundo corporativo para demostrar su valía. En consecuencia, termina aceptando un puesto que nadie quiere. Me pareció una historia con la que pueden identificarse muchas mujeres trabajadoras".

Al final, Paul Brooks, de Gold Circle Films (MI GRAN BODA GRIEGA, EL DÍA DE LA BODA, BECAUSE I SAID SO) adquirió los derechos del proyecto y el guionista C. Jay Cox se unió a la empresa para desarrollar la historia. Al igual que Rance, Cox exploró las posibilidades cómicas del choque entre Lucy y la pequeña ciudad y el estilo de vida rural de New Ulm. "El drástico cambio que se produce al cambiar de Miami a New Ulm creó un potencial infinito para las situaciones cómicas", dice Cox.

En un afán por captar el espíritu auténtico de New Ulm, los cineastas se emplearon a fondo para reunir un reparto variado y creíble y ficharon a J.K. Simmons, Frances Conroy y Siobhan Fallon Hogan para interpretar a los principales personajes secundarios. Simmons, muy conocido por su interpretación del padre de la adolescente embarazada de JUNO, todo un éxito del cine independiente, engordó 14 kilos para dar vida al personaje de Stu Kopenhafer, un sensato obrero de New Ulm que choca con los valores corporativos de Lucy. Hogan interpreta a Blanche Gunderson, un personaje fundamental que refleja el cariñoso espíritu de la comunidad y que entabla una insólita amistad con la muchacha.

La producción se topó con un reto formidable al comienzo del rodaje en Winnipeg. Se encontraron en medio de las peores temperaturas invernales de la historia (47 grados bajo cero). "Fue como trabajar en la luna", recuerda Zellweger. "La mayoría de la gente no sabe lo que son 47 grados bajo cero. Te congelas en dos minutos. Cualquier cosa que esté expuesta a los elementos se estropea". El equipo literalmente se congelaba y retrasaba constantemente la filmación. Cuando trabajaban, las cámaras no podían rodar más de un minuto seguido porque el calor que despedían empañaba las lentes.

"Creamos todo un vocabulario nuevo", dice Zellweger. "Tienes la cara tan congelada, que estás rodando y no te das cuenta de que has estado lagrimando hasta que no se te pegan las pestañas con el hielo. Eso son carámbanopestañas. Y los chicos tenían carámbanobarbas. Mi favorito es cuando la boca se te duerme y no puedes articular palabra. Luego pierdes totalmente la sensibilidad y tienes carámbanonarinas. Eso sí que es sexy".

En una escena memorable, Zellweger tiene que hacer frente al intensísimo frío muy ligera de ropa, ya que Lucy no viene preparada para el frío cuando llega a Minnesota desde Miami. "Durante las escenas de Renée, teníamos a unas personas fuera del enmarque con ropas de abrigo y unas carpas con calefacción", dice Elmer. "Hacía un frío que pelaba pero ella no se quejó ni una sola vez de nada. Se portó fenomenal. Y estuvo enferma con fiebre durante una semana y media y no se quejó ni una sola vez".

Por supuesto, no todas las escenas se realizaron en exteriores. Uno de los momentos más memorable del rodaje fue la escena de la "pelea de la tapioca" en la que seis personajes se enzarzan en una apasionada pelea en la que se lanzan pegajosos pegotes de tapioca. Como limpiar los churretes de tapioca, les llevaba demasiado tiempo, Elmer decidió utilizar múltiples cámaras y rodar la escena solo una vez. Los actores aprovecharon la ocasión para improvisar y se desató una tormenta de tapioca. "Todo el mundo disfrutó un montón con esta escena porque fue como una especie de exorcismo del frío", explica Brooks. "Todo lo que se ve en esa escena son risas espontáneas y auténtica diversión". "También espero que en los tiempos tan problemáticos que vivimos el imperecedero optimismo de esta comunidad nos muestre la otra cara de las culturas".

Los cineastas esperan que el público comparta el mismo entusiasmo sin límites cuando se estrene Ejecutiva en apuros. "Creo que todo el mundo puede identificarse con las necesidades básicas y las esperanzas de estos personajes y que les resulte divertido y entretenido", dice Elmer.

"Es una historia que trata de cómo la gente puede dejar a un lado sus diferencias y aprender a querer a los demás precisamente por aquello que les hace diferentes", añade Brooks. "Espero que la gente disfrute con el sentimiento comunitario que todavía existe en algunos maravillosos lugares de Norteamérica, en donde la gente está unida y realmente desea lo mejor a su prójimo y lo mejor para el mundo".

Zellweger simplemente sonríe. "Espero que al final de la película", dice, "os alegréis de haberla visto. Espero que os riáis".