En uno de esos barrios que todas las ciudades tienen, con una de esas plazas que todos esos barrios tienen, pasan las horas tres jóvenes que empiezan a dejar de serlo. Nandi, Roberto Carlos y Gabriel, al que todos llaman Grabi porque nadie sabe pronunciar correctamente su nombre.
Los tres son suficientemente adultos para tomar las riendas de su vida pero también lo suficientemente inmaduros para tomarlas.
Irresponsablemente, ven pasar la vida divagando y ocupando su vacío en un banco entre chistes y litros de cerveza que pagan con lo que les sacan a sus padres.
Pero la aparición de Sunci, una chica dispuesta a formar pareja con Roberto Carlos, rompe el equilibrio que parecía anclarlos a ese mundo de vagos.