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  Nunca es tarde para enamorarse  (Last chance Harvey)
  Dirigida por Joel Hopkins
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El oscarizado actor Dustin Hoffman [Rain Man (Rain Man, 1988)] y la actriz Emma Thompson [Sentido y sensibilidad (Sense and Sensibility, 1995)] se dan cita en Last Chance Harvey. Sentido film romántico que celebra los nuevos comienzos a cualquier edad. Joel Hopkins [Jump Tomorrow (2001)] ha escrito y dirigido este largometraje.

El amplio elenco de actores secundarios queda integrado por Dame Eileen Atkins [Cold Mountain (Cold Mountain, 2003), Gosford Park (Gosford Park, 2001)]; Liane Balaban [Definitivamente, quizás (Definitely Maybe, 2008), Happy Here and Now (2002)]; James Brolin [Traffic (Traffic, 2000), Atrápame si puedes (Catch Me If You Can, 2002)]; Kathy Baker [Conociendo a Jane Austen (The Jane Austen Book Club, 2007), Eduardo Manostijeras (Edward Scissorhands, 1990)]; y Richard Schiff [El ala oeste de la Casa Blanca (The West Wing, 1999-2006)]. La dirección de fotografía ha corrido a cargo de John de Borman [Serendipity (Serendipity, 2001); Full Monty (The Full Monty, 1997)]; El diseño de producción ha sido responsabilidad de Jon Henson [El viento en los sauces (The Wind In The Willows, 1996); I Could Never Be Your Woman (2007)]; Natalie Ward [Un funeral de muerte (Death At A Funeral, 2007), Breaking And Entering (Breaking And Entering, 2006)] ha ejercido como diseñadora de vestuario; y Marilyn Macdonald [El ultimatum de Bourne (The Bourne Ultimatum, 2007); El buen pastor (The Good Shepherd, 2006)] ha estado al mando del departamento de diseño de maquillaje y peluquería. Los productores han sido Tim Perell y Nicola Usborne. La producción ejecutiva ha sido de Jawal Nga.

El estrafalario y original largometraje con que debutó el guionista y director Joel Hopkins, Jump Tomorrow (2001), cautivó a la crítica de ambos lados del Atlántico y le significó el premio BAFTA de 2002 al debutante más prometedor. La cinta también atrajo la atención de la oscarizada actriz Emma Thompson, a quien le embargaba la suficiente curiosidad como para sentarse con Hopkins y considerar juntos la posibilidad de trabajar en un futuro proyecto común.

"Me dijo que le encantaba mi trabajo y obviamente soy un gran admirador del suyo" —comenta Hopkins—. "Así que me fui y me puse a pensar en una idea para un personaje que pudiera encarnar. Ése fue el origen de su personaje, Kate, que estaba seguro sería perfecto para Emma".

Para el productor Nicola Usborne, la película era el resultado de una gran colaboración entre los protagonistas y su director, además de un film tremendamente personal para Hopkins. "Apareció con la idea, la escribió, e hizo todo el desarrollo de esa gran relación entre Kate y Harvey. Se crió en Londres, pero ha pasado mucho tiempo en Estados Unidos, y me da la impresión de que no es ninguna coincidencia que este film hable de un norteamericano en Londres que funciona a manera de fusión de los dos mundos de Joel"

Según Tim Perell, también productor de Jump Tomorrow junto a Usborne, lo que atrajo la atención de Thompson fue la absoluta carencia de cinismo en el guionista y realizador del film. "La actriz estaba interesada en participar en algún tipo de historia romántica y Joel es una de esas personas que ve el mundo de color de rosa. Desconozco si la razón está en que es absolutamente ingenuo o es que simplemente carece de ese gen irónico que todos los demás parece que tenemos. Pero creo que es uno de los factores por los cuales Emma realmente reaccionó a la obra de Joel. Hay una gran calidez emanando en todo cuanto realiza. Escribió unos personajes tan ricos en detalles que Emma no hizo sino reaccionar positivamente a ello".

Hoffman y Thompson ya habían trabajado juntos previamente y por primera vez en Más extraño que la ficción (Stranger Than Fiction, 2006). "Tan sólo tuvimos un par de escenas juntos en ese film" —comenta Hoffman—. "Solíamos caminar por las calles aprendiendo nuestros diálogos. Tratábamos de decirlos de modo que la gente pensara que estábamos manteniendo una conversación que ellos estaban escuchando a hurtadillas. Nos caímos muy bien y reaccionábamos al modo de funcionar del otro. Así que al final del rodaje nos dijimos que quizá algún día lográramos hacer juntos una película en que tuviéramos papeles de mayor envergadura. Y entonces, un año después aproximadamente, me telefoneó; se había encontrado con Joel Hopkins, él escribió algo, lo leí, y todos dijimos: ‘¡espléndido! ¡Podemos trabajar juntos!"

"Dustin y yo éramos conscientes de que teníamos química" —comenta Thompson—. "Sencillamente es algo que en ocasiones sucede, pero no tan a menudo como nos gustaría. Cuando Joel contactó conmigo y me preguntó si tenía alguna opinión acerca de Last Chance Harvey, le respondí que era absolutamente perfecto para Dustin y para mí: ‘si lo adaptas específicamente para él, creo que podría funcionar.’"

"Habitualmente, esas cosas nunca funcionan" —añade la actriz—. "Todo parece maravilloso: alguien que ha escrito su segundo guión para dos actores en concreto. Parece pan comido, pero lo cierto es que nunca acaba haciéndose. Y si ha ocurrido sólo se debe a que Dustin estuvo de acuerdo en participar y por mucho menos de lo que habitualmente cobra".

De hecho, el proyecto se bastió rápidamente, según el productor Perell. "Emma leyó el primer borrador del guión en veinticuatro horas y envió un correo electrónico diciendo ‘me encanta, me encanta, me encanta. Hagámoslo. ¿Puedo enviarlo a Dustin?’ ¡No me digáis que no!’".

"Francamente, pensé que todo se convertiría en humo" —comenta Perell—. "Pero unas cuarenta y ocho horas después, envió un correo electrónico de Dustin con una respuesta muy positiva. Más o menos, sólo habían leído el primer borrador del guión, y todos ellos tenían notas, y Joel no dejaba de hacer pequeños ajustes en él mismo, pero lo importante era que teníamos el tipo de compromiso que necesitábamos de Emma y Dustin para avanzar en tiempo récord".

Perell le llevó el guión a Robert Kessel, del recién fundado estudio Overture Films. "Todos sentíamos cierta sensación de lealtad a Robert" —comenta—. "Ha sido un admirador del trabajo de Joel desde hace muchos años. De hecho, se hallaba en el jurado cuando su cortometraje de la Universidad de Nueva York ganó el Gran Premio. La respuesta de Overture fue increíblemente alentadora así que continuamos la relación con ellos".

Para Hopkins, la oportunidad de explorar la idea de una relación sentimental entre gente madura, entre dos personajes tan distintos se le hacía irresistible. "Creo que unos personajes de edad algo madura son mucho más interesantes" —comenta el realizador—. "Han experimentado muchas cosas, y tienen mucho más bagaje, lo cual es bueno. El bagaje siempre es interesante".

Hoffman está de acuerdo: "Creo que una de las cosas que ocurre cuando un matrimonio fracasa es que te das cuenta de que no sabes aquello que creías saber. Sabías que esa persona era la más importante para ti, o creías que lo sabías, pero tu sistema de creencias se hace astillas y te derrumbas. Lo que hace este film interesante es que esas son dos personas que ya no están en la flor de su juventud. Están tan heridos por las esperanzas frustradas de cuanto habían pensado que iban a tener que no quieren comprometerse el uno con el otro, y creo que eso es lo que da al film tensión".

Como Thompson señala: "De hecho, creo que enamorarse cuando ya tienes una edad es tremendo. Es algo muy grande, particularmente cuando no crees que vaya a pasarte a ti. De un modo u otro, esos dos personajes ya se han resignado. Pero no es que no se hayan esforzado, todavía quieren trabajar y hacer algo bueno y tener una vida interesante. Todavía quieren todo eso, sin embargo, parece que las oportunidades están ya fuera de su alcance".

"Quiero conocer a gente que realmente creo que existe, que vagamente sea como yo, que se enamore" —añade—. "Gente que no es perfecta, que no es tan bella como para que todo el mundo se vaya con ella. No se ven historias de amor sobre eso, sólo gente bella enamorándose los unos de los otros, y eso me agota, me aburre mortalmente. ¡Me importan un bledo!"

Thompson nos dice que para su interpretación se basó en mujeres auténticas que conoce las cuales no han hallado a la persona adecuada. "En realidad, no es la edad lo que importa" —nos comenta—. "De lo que se trata es de no ser capaz de dar con ese contacto, y no por falta de ganas. Kate lo intenta de verdad. Pero será únicamente alguien como Harvey, al irrumpir en su vida y no irse de la misma, quien haga que baje la guardia".

Thompson, ella misma ganadora de un Oscar como guionista, confiesa que acostumbra a ser reticente ante los guionistas que dirigen el propio material. "Sin embargo, Joel ha escrito y dirigido Jump Tomorrow, que en verdad me encantó, por lo que supe que era más que capaz de dirigir su propio guión. Para un joven, que en su segundo largo esté dirigiendo a una leyenda del cine como Hoffman es algo extraordinario. No creo que Joel haya trabajado jamás con un actor que se haga con sus diálogos de un modo tan propio".

Hopkins admite que en este rodaje cada día aprendía algo nuevo. "Ha sido una experiencia que me ha situado bastante en mi lugar, pero también ha sido sorprendentemente divertida. Me acostumbré a mirar a los actores, pero entonces, súbitamente, les veía en el monitor, y entonces cobraba conciencia y me decía: ¡Dios mío! Pero si son Dustin Hoffman y Emma Thompson ¡y estoy dirigiéndoles!"

"Kate y Harvey se hallan en un punto de estancamiento en sus vidas muy similar cuando podría decirse que chocan el uno con el otro" —explica Hopkins—. "No van a haber muchas más oportunidades. Creo que el personaje de Dustin siente el tic-tac del reloj y está buscando una ocasión para rehacer su vida. Ha decidido que su destino es esto y súbitamente se hace con una inyección de energía y decide que la va a aprovechar al máximo".

Hoffman observa que Hopkins es el tipo de director que visualiza cada toma incluso antes de que ponga el pie en el plató, pero no por ello no permite la improvisación. "Se dio cuenta de la energía que Emma y yo teníamos juntos y se mostró abierto a ello" —comenta el actor—. "No sabíamos cómo iban a ir las escenas. A veces veíamos una escena que había escrito y le decíamos: ‘No nos parece que tengamos que decir todo ese diálogo para que la escena funcione.’ Creo que a Joel le gustaba eso".

El hecho de trabajar con dos actores particularmente dotados y de gran experiencia, dice Hopkins, le hizo reconsiderar algunas de sus ideas preconcebidas sobre la película. "Tomé conciencia de que, de hecho, tengo mejor idea de qué es lo que quiero de lo que me pensaba. A la larga, me permite, creo, ser algo más libre, porque sé que tengo una idea del todo acertada acerca de lo que es la esencia de cada escena. El lado opuesto es que probablemente puedo ser un poco preciosista y decir: ‘Eso no es como lo escribí.’ El desafío consiste en estar abierto a lo que ocurre y en percibir cuándo lo que está ocurriendo en el plató es mejor que lo que uno escribe".

Tim Perell observa que todo el mundo involucrado en Last Chance Harvey, desde las estrellas al estudio, cambió de criterio al decidir dejar el proyecto en manos de un director con sólo un largo a sus espaldas. "La primera película de Joel era un film de un millón de dólares con grandes actores, pero que no eran estrellas, y un equipo técnico muy pequeño" —comenta el productor—. "Se trata de un enorme salto para él. Ninguno de nosotros sabía cómo iba a resultar. Ha efectuado un trabajo extraordinario y ha tenido que atender muchísimas cosas. Por primera vez ha realizado un largo con un estudio, con un equipo enorme y un montón de dinero en juego. Ha dispuesto de dos estrellas del cine de primera línea, que le han necesitado a lo largo del film y ha tenido capacidad para conducirlos, ayudarlos y darse a ellos de tal modo que se hace bien perceptible en pantalla de la mejor manera. Puede verse allá, en la pantalla, la comunicación que Dustin y Emma tienen con Joel y la confianza que le han depositado".


Forjando el reparto
"Creo que es cierto cuando se dice que dirigir consiste mayoritariamente en hacerse con el reparto acertado" —opina Hopkins—. "Yo lo conseguí y no tuve que hacer mucho más. Estaba allí y me limitaba a decirles dónde debían estar".

Tener a Hoffman y Thompson a bordo hizo más fácil a los realizadores el reunir un reparto de secundarios estelar, comenta el productor Nicola Usborne. "Cuando tienes a Dustin y a Emma, es posible atraer a un montón de actores fantásticos".

La norma seguida por Hopkins para detectar a los actores adecuados para el film era sencilla: "Creo que la escribí en una nota adhesiva: ‘No hay malos en esta película.’ Quería que, como mínimo, todos tuvieran tres dimensiones, y que no fueran caricaturas. Obviamente, teníamos ese gran comienzo con Dustin y Emma, pero cada papel tenía un cometido esencial que desarrollar por lo que era preciso mantener la energía con la cuestión del reparto a lo largo de todo el film. Acabamos con un gran azoramiento ante tantos y tan sorprendentes talentos. Teníamos a unos grandes actores interpretando papeles cruciales que podían fácilmente devenir personajes poco definidos como resultado de un simple esbozo por mi parte".

Perell concuerda: "Fuimos muy afortunados con el reparto, muchísimo. Richard Schiff en el papel de jefe de Harvey, Marvin, resultó una revelación. Kathy Baker es un sueño, y James Brolin es exactamente quien Joel concibió originariamente para el papel. Nos sentimos muy afortunados al convencerle para que de alguna manera viniera a Londres durante dos semanas e hiciera su parte. Y Liane Balaban secillamente es un gran, gran descubrimiento".

"Eileen Atkins es perfecta para el papel de madre de Kate, Maggie" —sigue el productor—. "De hecho, ella y Emma tienen un parecido asombroso y además existe entre ellas una química fenomenal, que, además, remite a la visión del mundo que tiene Joel Hopkins. Existe mucha calidez y humor, aunque también una cierta cantidad de frustración".

Esas interpretaciones llenas de matices se evidenciaron impagables a la hora de expresar con rapidez los complejos estados emocionales e historias de los dos personajes principales. "No disponíamos de mucho tiempo para elaborar el trasfondo personal de cada uno de los personajes. En la secuencia de la boda, teníamos que ver el pasado de Harvey de un modo muy económico, y cuando se dispone de ese nivel de actores, realmente te ayudan a alcanzar el objetivo".

Hopkins añade coincidiendo: "Yo puede que haga algo con la escritura, pero cuando se tiene actrices sólidas como Kathy y Eileen, éstas contribuyen a que esos papeles pequeños cobren vida realmente. Hacen de sus personajes mucho más de lo que he escrito. Cada día aprendía más de los personajes porque ellas acababan sabiendo más de ellos que yo mismo".

Refiriéndose a Hoffman y a Thompson, comenta: "Lo mejor que puedo hacer es darles mucha libertad, y estarme allí hasta que me necesiten".

El productor Perell estaba fascinado con las diferentes técnicas de interpretación de ambas estrellas. "Emma no podía ser más distinta en su proceso frente a Dustin. Posee una calma y una solidez que se hace extraordinaria de ver. Cuando entra, claramente lleva pensando muchísimo acerca de lo que está haciendo, acerca de cada pulgada, cada palabra que tiene que decir. Y hará eso de tantos modos distintos como sea necesario, sin embargo, da la impresión de que nada le cuesta esfuerzo alguno".

"Mientras que con Dustin, lo que vemos es la maquinaria a pleno rendimiento, su proceso es al desnudo" —observa Perell—. "Posee esa mente absolutamente caótica, pero nada se le escapa. Examina cada detalle, lo cuestiona, lo analiza, lo procesa, y lo que realmente es más fascinante es que uno le ve hacer el proceso, y lo está procesando ya como Harvey, no como Dustin. Eleva la interpretación, y ello nos eleva el nivel a todos pero, definitivamente, no podemos relajarnos, no podemos recostarnos. Va a cuestionar las cosas, así que uno tiene que saber en todo momento el por qué, dónde y cómo de las mismas".

Thompson comenta que su trabajo con Hoffman no le ha significado grandes esfuerzos. "Trabajamos hacia un mismo objetivo, es decir, queremos ser absolutamente naturales, completamente espontáneos. Sólo se puede hacer eso con un reducido número de gente. El hecho es que no me importa cuál es su proceso, sencillamente entramos en plató y actuamos. Dustin es un artista consumado. Para él, hay que encontrar cada instante, confeccionarlo, y acuñarlo nuevamente".

"Emma y yo llevamos encarnando personajes toda nuestra vida profesional" —puntualiza Hoffman— "Pero en esta ocasión, hemos querido hacer algo que esté muy cerca de nosotros mismos".

"Emma puede estar sentada en un autobús, como lo está en una de las escenas de la película" —sigue Hoffman—. "Se limita a apoyar la cabeza sobre el vidrio; hay esencia en esa vulnerabilidad. En la vida, hay mucho tiempo en que estamos realmente solos sin querer estarlo. Simplemente, Emma tiene eso en su interior, en su alma, y es extraordinario el modo en que lo comparte con nosotros".

Hoffman y Thompson tienen tanto en común como perceptible es el contraste entre ambos, según Usborne. "Ambos, Dustin y Emma, tienen esa capacidad para la comedia y el drama, y pueden moverse con ligereza entre si. Existen algunos momentos verdaderamente divertidos en la película, y no creo que ellos quiten valor al tipo de verdad y honestidad de la emoción".

"Al principio del guión, Harvey hace cosas que empujan al público a cuestionarle, y sin embargo hay algo en Dustin Hoffman y en el modo en que interpreta este papel que hace que realmente creas en él y sientas por él" —comenta el productor— "Nunca pierdes esa simpatía por él, pese a que podamos pensar que algunas de sus decisiones no han sido correctas. Tan pronto como le vemos ante la cámara, simpatizamos con él absolutamente. Desconozco si lo que simplemente nos permite estar de su parte, casi sin que importarnos lo que está haciendo, tiene que ver con su rostro o con el lenguaje de su cuerpo".

James Brolin, quien encarna el actual marido de la ex-esposa de Harvey, es "tan varonil como el que más" —comenta Perell—. "Posee esa sorpendente melena blanca, es increíblemente alto, e innegablemente apuesto. Hay algo en él que impone, así que cuando Harvey llega a la cena de preboda y mostramos a su ex-esposa con James Brolin, otra vez se nos rompe el corazón por el pobre Harvey, porque es eso contra lo que tiene que ir".

Brolin opina que muy pocas películas románticas funcionan tan bien como lo hace ésta. "Primero de todo, Joel escribe buen material. Escribe desde una posición muy dulce y definida. Cree que no importa que las cosas no puedan ir a peor y que la suerte se haya desvanecido, no existe tal cosa como el ‘¡Ya es suficiente!’"

Brolin también se sintió impresionado por la seguridad en el modo de hablar suave de Hopkins como director cinematográfico: "Con sigilo, acercas tu silla a la de él para poder escucharle mejor en lugar de irte mientras dices: '¡vale, vale, vale; ya pensaré en eso!'".

Liane Balaban, brillante, prometedora y joven actriz canadiense, da vida a la distanciada hija de Harvey. "Cuando leí el guión por primera vez, sabía que se trataba de una historia bella y profunda que era preciso narrar. Lo que me resultaba emotivo era ese tipo de daño tan humano, realmente honesto, que sufren todos los personajes, particularmente Harvey. Éste es honesto y auténtico, y no tan simpático y agradable. Ha hecho el tipo de errores en su vida que mucha gente hace, así que creo que mucha gente puede identificarse con el alejamiento y la separación de los miembros de una familia que se está perdiendo, con el estar solo en la vida, afrontando auténticas y difíciles adversidades".

La actriz describe el haber trabajado en esta película como "la mejor escuela de arte dramático del mundo. Dustin lo examina todo y se pregunta si cada momento es conforme a la realidad de la vida: en verdad que se da a sí mismo para el personaje. Además, le encanta juguetear, le gusta improvisar un poquito, lo que es tan emocionante como algo aterrador".

Daniel Lapaine, quien interpreta al novio de Liane, sólo se alistó en base a la fuerza del reparto. Ni siquiera había visto el guión entero. "Con frecuencia, en estas películas de Hollywood, hay mucha reserva en cuanto a permitir a la gente ver el guión" —comenta—. "Sólo veía mis escenas, pero cuando oí que Dustin Hoffman y Emma Thompson estaban en la película, hubiera sido bastante difícil decir no"

Lapaine asegura estar encantado con la decisión tomada. "Estoy trabajando con Dustin Hoffman" —comenta—. "Lo que quiero decir es que no hay muchas cosas mejores que ésta. Dustin hace que tu interpretación suba enteros, te hace mejor profesional. No le podría dar mejor cumplimiento que éste".


París en el Támesis
El Londres de Last Chance Harvey sorprenderá a alguna gente que conoce bien la ciudad, o que cree conocerla. En lugar de enmarcar la acción en algunos lugares célebres y familiares como el Big Ben o el Palacio de Buckingham, los realizadores ofrecen al público la visión de un londinense del capitolio inglés. A medida que Harvey y Kate van conociéndose el uno al otro, deambulan por las calles en una serie de rutas improvisadas que muestran un Londres como ciudad de la que enamorarse y en la que enamorarse.

"Se trata de una ciudad muy romántica" —comenta toda una londinense nacida y criada en esta capital como es Emma Thompson—. "Está llena de rincones, recovecos, escenarios y panoramas increíbles. Lo cierto es que siento una total añoranza por Londres, así que haber regresado ha sido un placer. La película tiene un poco de un enamorado de la ciudad".

Los paseos de la pareja les llevan por toda la ciudad, desde el patio de la Somerset House al amanecer —un inmenso palacio del siglo XVI—, hasta el lado sur del Támesis al atardecer.

Al mostrar un lienzo de la ciudad a través de los ojos de Harvey, donde todo parece nuevo, Hopkins tuvo la oportunidad de mostrar Londres de un modo que jamás antes se había visto en la pantalla grande. "Aquí aparece un lado más elegante de Londres de lo que suele aparecer en los largometrajes" —comenta el director—. "Quería, definidamente, captar la emoción de estar en una ciudad que se ha conocido muy bien pero de la que se lleva tiempo fuera, y ahora se vuelve a mirar con ojos nuevos".

Lograr esa frescura en una de las ciudades más antiguas y más fotografiadas del mundo era un reto, según asegura el diseñador de producción Jon Henson, quien ha participado en muchísimos rodajes londinenses. "Estábamos constantemente buscando nuevos lugares, u otros que ya conocíamos pero que ahora mirábamos de modo distinto. En definitiva, era un proceso de elegir los elementos adecuados. Joel quería disponer de un Londres con look internacional, de tal modo que no se trataba tanto de las vistas de Londres sino de algo que pudiera ser Londres, Praga o París. Nos pareció que atender los elementos más antiguos de la ciudad sería más romántico".

"Realmente había la sensación como de estar paseando por el Sena de París" —comenta Tim Perell acerca de los paseos de la pareja a lo largo del Támesis—. "El Southbank Center y todo el paseo que por allí se extiende pertenece realmente al Londres moderno. Y a través del río podemos ver el viejo Londres, la Catedral de San Pablo y todos esos magníficos edificios antiguos ingleses. Pero luego, en el horizonte, están todas esas enormes grúas y podemos ver a dónde va la ciudad. Creo que es uno de los lugares más espectaculares de la capital".

De hecho, la imagen de un "Londres como si fuera París" era la filosofía visual directriz de la película. "No se quería hacer una película de postal o algo que podamos ver en un libro turístico, sino un escenario de fondo muy romántico para dos personas que se están enamorando" —comenta el productor Nicola Usborne—. "Queríamos hacer una película sobre dos personas que se están conociendo mutuamente y que se están enamorando a lo largo de un fin de semana en una especie de Londres icónico".

"Hay una escena encantadora en la que Harvey espera a Kate fuera de su clase vespertina y nos encontramos con esa hierba otoñal flotando en el viento que tendría casi dos metros de altura" —comenta—. "Sentamos a Harvey frente a eso. Se trata de un personaje muy melancólico y está pensando constantemente. Esa imagen de él frente a esta hierba era sencillamente gloriosa. Nos dimos cuenta de todos los colores otoñales de esa escena y comenzamos a desarrollarlos para toda la película".

Hoffman atribuye a Hopkins y al director de fotografía, John de Borman, el hecho de que haya aprendido a ver Londres con una luz distinta. "Realmente, han sabido encontrar lo romántico que hay en Londres. Las localizaciones fueron seleccionadas muy cuidadosamente por gente que de verdad conoce la ciudad. En los últimos treinta años, he estado en Londres en muchas ocasiones, pero jamás había visto algunas de esos lugares".

Ese enfoque visual del escenario se extendía a los protagonistas principales, según precisa Perell: "Realmente queríamos que Dustin y Emma tuvieran un aspecto sexy y bello. No se ve muy a menudo gente de esa edad en pantalla ofreciendo una imagen bella y sexy, pero eso era en verdad una componente importante. Emma viste un conjunto verde a lo largo de la película, pero está hecho a medida, así que de hecho la hace aparecer sexy".

Lo que los realizadores no querían era "una comedia romántica edulcorada" —comenta Perell—. "Por mucho que me gusten esas películas, no era lo adecuado para esta historia. Pero tampoco se trataba de una pequeña película británica independiente. Nuestro público sería sofisticado, de tal modo que tendría que tener cierta imagen y belleza. Necesitábamos algo que fuera increíblemente elegante, que pareciera realmente bello e intenso, pero auténtico, como las interpretaciones, real, pero con brillo".

Londres también proveía a los realizadores con el equipo técnico ideal de acuerdo con su criterio. "Todos ellos respondieron al guión sinceramente" —nos dice Hopkins—. "Se podría decir que todo el mundo parecía obtener algo de aquel guión y yo sentía como si todos estuviéramos tratando de hacer la misma película".

El director de fotografía, John de Borman, lo ha rodado todo, desde valientes filmes independientes como Hideous Kinky (1998) hasta hábiles romances de Hollywood como Shall We Dance? [¿Bailamos?] (Shall We Dance, 2004). Ese amplio espectro le convertía en la elección adecuada para esta película, sigue informando Perell: "éramos conscientes de que Joel iba a verse absorbido por el mundo de los actores, y queríamos a alguien que pudiera ser una auténtica roca en la que Joel apoyarse y que le ayudara en la cobertura. John es también alguien que Dustin y Emma podían ver tras la cámara con la tranquilidad de saber que había alguien a mano con su grado de sabiduría y experiencia".

Hopkins afirma que desde el primer día dependó de la experiencia de Borman. "Le dije a John: ‘éste es un gran paso para mí. Estoy trabajando con actores de la primera división y jamás he hecho esto antes. Estoy nervioso y de verdad necesito que te hagas cargo de las tomas".

De todas formas, el guionista y director admite: "Cuando se tercia, es cierto que soy un poco obseso del control, así que cuando Dustin y Emma no me necesitaban, tenía que ir a alguna otra parte del rodaje".

Según el diseñador de producción Henson, el film se compone de tres mundos: "tenemos el mundo de Harvey, el de Kate, y luego el de la hija de Harvey. Harvey se siente muy cansado; su trabajo le lleva a una vía muerta. Buscamos mucho color beige, colores polvorientos, y muebles antiguos. Todo el material que usamos en las escenas de su estudio de grabaciones presenta un estilo tradicional y añejo. Su mundo está fuera de tiempo contrastando con el que vemos en el mundo de la hija, que presenta mucho reflejo, mucha textura cara. Tiene más lustre. El mundo de Kate es del todo natural y terrenal. Aquí hallamos contraste y yuxtaposición que cabe esperar lo hacen absolutamente dinámico".

"Last Chance Harvey es una película muy romántica" —dice Nicola Usborne—. "Vemos a dos personas que han renunciado ya al amor encontrarlo de nuevo, y me da la impresión de que creemos que continuarán con ese idilio. No es que no vaya a haber dificultades a lo largo del camino, pero creo, convencido, que saldremos de ver esta película con una sensación de esperanza, optimismo y enamoramiento. Siempre bromeamos acerca de que Joel no puede hacer una película con un final triste. Tiene un alma muy romántica".

Thompson dice que la película plantea una cuestión muy sencilla. "Habla de amor. Habla de comunicación humana. Habla sobre dos personas permitiéndose amar de nuevo en un momento de la vida en que puede que no sea la opción más fácil. Para Harvey, sabemos que se trata de su última oportunidad. Y posiblemente, muy posiblemente, así es también para Kate. Si, es cierto que tiene su vida, hace lo que quiere, cuida de su madre, y es muy buena en todo. Acaso escriba ese libro y quizá, quizá, quizá… Y entonces, ocurre algo que ilumina su vida".

El personaje de Harvey y su dilema emocional procede de un punto de referencia muy personal para Hoffman. "He interpretado lo que hubiera sido mi vida si no hubiera conocido a mi esposa Lisa, con la que llevo 34 años" —comenta—. "No ha sido difícil de afrontar, porque tras el primer auténtico fracaso amoroso, te convences por entero de que el amor sencillamente no se ha concebido para ti".

Como mujer que todavía está en la veintena, a Liane Balaban la película le ha parecido tremendamente estimulante. "Se trata de una historia romántica adulta en torno a gente con experiencia de la vida. No se trata del típico “chico encuentra chica; chico pierde chica.” Aquí hay muchas más cosas hirviendo y la relación entre ellos alcanza a ser mucho más compleja e interesante que muchas de las relaciones que vemos en otras películas".

"Creo que la película sugiere que siempre tienes una oportunidad, que no hay situación alguna que no puedas intentar que vaya mejor" —comenta la actriz—. "Incluso cuando crees que el agua te llega al cuello, siempre hay un poco más de margen".

"No estoy interesado en los veinteañeros que se enamoran" —dice Joel Hopkins—. "No están preparados. Este tipo de relación no se representa frecuentemente, pero es fascinante de un modo que los veinteañeros no pueden alcanzar. Devenir alguien plenamente realizado lleva su tiempo, e imagino que estas dos personas han necesitado muchísimo tiempo para conseguirlo. Pero ahora están preparadas para enamorarse".