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  Matar al mensajero  (Kill the messenger)
  Dirigida por Michael Cuesta
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Los hechos no dejan de existir porque se los ignore. - Aldous Huxley


"MATAR AL MENSAJERO, como película, es un thriller político, pero lo que Gary Webb destapó y reveló al mundo sigue inquietándonos hoy día", apunta el productor Scott Stuber. Ha pasado más de una década desde que adquirió y empezó a desarrollar este proyecto, uno de los primeros que le apasionaron tras su etapa de ocho años como directivo en Universal Pictures.

"La historia de Gary Webb es muy grande", añade la productora Naomi Despres. "Era un hombre empeñado en contar la verdad aunque fuerzas mucho más poderosas que él no quisieran que lo hiciera."

"Gary era como un doberman", comenta el director Michael Cuesta. "Su forma combativa e insistente de rastrear los hechos, y su ferviente creencia en el derecho del público a conocer la verdad eran primordiales para él. Era un reportero del pueblo, del proletariado. Tenía un concepto puro de lo que significaban la verdad y la justicia. Era un hombre de la calle al que le gustaban los grupos de música punk y el hockey. Y no le daba miedo encararse con los peces gordos. Necesitamos personas como él, sobre todo en el laberinto actual de ruido mediático y de pseudoexpertos políticos sin escrúpulos."

Encarnado en la pantalla por Jeremy Renner (que participa en la película también como productor), Webb era un periodista de investigación respetado y entusiasta que deseaba dar con una historia de las que marcan una carrera. MATAR AL MENSAJERO sigue a Webb mientras destapa la "alianza oscura" entre narcotraficantes, un ejército rebelde y sus intermediarios en la CIA; y también retrata al propio Webb, un hombre imperfecto y vulnerable y un reportero incansable que mantenía la firme creencia de que su trabajo consistía en arrojar luz incuso en los rincones más oscuros del mundo al servicio del bien del público, por mucho que pudiera impactarle.

El doblemente nominado al Oscar Jeremy Renner se unió a Stuber y a Despres en los procesos de desarrollo y casting. Como apunta Despres: "Jeremy puso la película en primer lugar, como actor y como productor. Fue estupendo contar con un esforzado colaborador como él en el proceso de producción".

Renner recuerda: "Cuando mi socio productor Don Handfield me dio a conocer esta historia, supe que quería interpretar a Gary. Empecé a mover hilos y a pedir favores para que esta película se realizara. La historia de Gary merecía ser contada. El periplo de Gary era emocionante e interesante para el público de hoy en día, teniendo en cuenta el efecto sobre todos nosotros del control gubernamental y los medios sociales. La rendición de cuentas por parte de nuestros gobiernos y líderes sólo es posible con una prensa ética y libre capaz de mostrar compromiso y energía. Gary hizo lo correcto, pagando un alto precio personal y profesional, y su lucha me conmovió".

A finales de la década de 1980, Gary Webb había regresado con su familia a su estado natal de California para unirse al plantel de San Jose Mercury News. Por aquel entonces ya era un periodista respetado, pero en este periódico su reputación no hizo más que aumentar, siendo uno de los seis periodistas del Mercury News que compartieron en 1990 un premio Pulitzer por su reportaje del terremoto de Loma Prieta, en el Área de la Bahía de San Francisco. Unos años después, en verano de 1995, Webb recibió el mensaje telefónico que cambiaría su vida irremisiblemente.

El mensaje procedía de una mujer llamada Coral Baca; Webb había escrito un artículo para el Mercury News sobre el embargo por parte del gobierno estadounidense de propiedades de presuntos narcotraficantes, escrito que Baca había leído con considerable interés, ya que su novio, Rafael Cornejo, había estado tres años en prisión con cargos relacionados con la cocaína. Webb, que no dejaba ninguna pista ni contacto por seguir, devolvió la llamada y se entrevistó con esta fuente inesperada.

Baca contó a Webb que el gobierno había embargado todos los bienes de Cornejo a pesar de que nunca había sido juzgado. Webb no sabía qué valor dar a este relato, hasta que ella le reveló que el testigo principal del gobierno contra su novio era un señor de la droga llamado Danilo Blandon, responsable de la introducción de toneladas de cocaína en los EE.UU., y que ella tenía pruebas que demostraban la conexión de Blandon con la CIA.

Tras un año de intensas investigaciones en los EE.UU. y en el extranjero, Webb dio a conocer al mundo la historia que con el tiempo acabaría con él.

Su serie de tres artículos publicados en agosto de 1996 en el Mercury News se tituló "Dark Alliance" ("Alianza oscura"). Esta serie se difundió simultáneamente en prensa y en línea, acompañada de un volumen inusitado de suplementos, documentos y vídeos en el sitio web del periódico. Webb expuso que hombres que actuaban con la Contra nicaragüense (respaldada por la CIA) introdujeron ingentes cantidades de cocaína en Los Ángeles, en cuyas calles los camellos desataron una epidemia de adicción al crack, que se cebó especialmente con el distrito Sur Central de la ciudad. La mayor revelación de estos artículos era que los beneficios por el narcotráfico se destinaron a su vez a financiar las milicias contrarrevolucionarias que combatían en la Guerra Civil de Nicaragua con el apoyo de la administración Reagan, una clara violación de la Enmienda Boland, que prohibía la financiación de este conflicto.

"Estados Unidos todavía está pagando hoy el precio de esto", afirma el guionista de MATAR AL MENSAJERO Peter Landesman. "No sólo por las cicatrices que dejó, sino por los miles y miles de millones de dólares que costó al contribuyente."

Cuesta comenta: "Gary fue acusado de afirmar que el objetivo de la CIA era someter a la comunidad afroamericana con las drogas, pero él nunca realizó tal aseveración. Sus acusadores cayeron aún más bajo al tachar de paranoia las reacciones de dicha comunidad ante las revelaciones de Gary; esta forma de denigrar a toda una comunidad para difamar a un solo hombre era grotesca".

Como apunta Stuber, "resulta abrumador concebir el alcance de la devastación: miles de estadounidenses adictos a drogas ilegales, cárceles rebosantes de jóvenes, además de la asunción de que aprovechar los beneficios de una actividad delictiva era un daño colateral aceptable porque ayudaba a unos combatientes rebeldes a 3000 km de la frontera estadounidense... y eso a pesar de la prohibición expresa del Congreso. ¿Quién se habría imaginado que se tomaría esta carretera alternativa?".

"Y entonces seguimos a Gary mientras recorre esa misma carretera para recabar gran cantidad de información", añade el actor Tim Blake Nelson, que interpreta al abogado defensor Alan Fenster. "Como espectadores, eso hace que deseemos también saber más."

Michael Cuesta, ganador del premio Emmy por "Homeland", tuvo en cuenta ese instinto periodístico de Webb para la interpretación de Renner. "Gary Webb no dejaría de indagar hasta encontrar la verdad", comenta el director. "Habiendo hecho ya una película con Jeremy [El fin de la inocencia], sabía que él trabajaría a su vez para encontrar la verdad sobre quién era Gary."

"Jeremy es un actor muy instintivo", prosigue Cuesta. "Cuando se mete en una escena, lo mismo puede ser sutil que explosivo. Es dinámico y realista, ¿qué más puede desear un director? También posee una vida interior que la cámara puede captar incluso en los momentos de calma: se acercan tormentas y giran engranajes, y la frustración y la culpa, transmitidas sin palabras, se esconden tras un fino velo."

Despres añade: "Creo que Jeremy conectó de forma innata con Gary, no sólo por su faceta independiente, sino también por ser alguien que se define por su autenticidad."

"Es importante tener en cuenta que Gary no conocía a gente en posiciones de poder como los reporteros de los principales periódicos", explica la productora. "No tenía ese tipo de contactos en Washington, y sin embargo siguió una investigación que nadie más había seguido, e hizo un trabajo admirable en asuntos de seguridad nacional y política internacional, un área que quedaba fuera de su ámbito habitual."

Cuesta ha trabajado estrechamente con el director de fotografía Sean Bobbitt (12 años de esclavitud) para orientar la percepción del público cuando Gary obtiene o intenta obtener acceso prohibido. Bobbitt rodea a menudo una escena con una cámara de mano, animado por el director a imitar la perspectiva que tendría alguien presente en la misma habitación que los personajes. La discreta presencia de la cámara, en combinación con la diestra puesta en escena de Cuesta, permite a los actores acostumbrarse a los movimientos de Bobbitt para que la interpretación se perciba de forma mucho más real.

Michael Kenneth Williams, que encarna al narcotraficante estadounidense Ricky Ross, había trabajado antes con Cuesta y Bobbitt, y señala que "Michael se preocupa tanto por la escena como por el plano. Es genial trabajar con él porque se lleva bien con los actores y filma las cosas en plan guerrilla, cosa que Sean sabe hacer muy bien".

El productor Scott Stuber observa que MATAR AL MENSAJERO, aunque presenta muchas tomas aparentemente improvisadas, se beneficia de la forma en que "los encuadres de Michael crean una sensación de ser espiado, como si estuvieras viendo las escenas a través de una lente, o desde un lugar privilegiado en el que no deberías estar. Cuando Gary obtiene acceso a una información vedada, tienes la sensación de estar también pisando terreno vedado. Ese desasosiego, unido al anhelo de contar la verdad, mueve en gran medida la película".

Cuesta añade: "También he intentado mostrar a Gary llevando la carga de querer llegar hasta la verdad. ¿Qué le hace eso a un hombre, especialmente a uno que se mete en una guerra que no puede ganar?".

Conforme avanza la película, se va presentando de forma sutil el creciente aislamiento de Webb. "Parece que a Michael le atraen las historias de marginados", comenta Oliver Platt, que interpreta a Jerry Ceppos, director ejecutivo del Mercury News. "Te acerca a personas complicadas, a personas que se meten en situaciones difíciles. Hay mucha compasión en su forma de narrar y en las historias que elige contar."

Cuesta matiza: "siempre me han atraído los temas difíciles, o, dicho de otro modo, las historias oscuras. Yo diría que las historias más difíciles de abordar son las más sanadoras y edificantes; siempre estoy buscando la luz dentro de la oscuridad. Como cineasta, si vas a dedicar dos años de tu vida contando una historia, es mejor que merezca el tiempo y la energía que implica realizar una película".

"Es un cineasta muy generoso", comenta Despres. "Michael es abierto y comunicativo con los equipos artístico y técnico. Posee una idea clara de la película que quiere hacer, y gracias a su formación en fotografía siempre sabe lo que quiere retratar visualmente. Y además muestra una profunda sensibilidad hacia los personajes."

Lucas Hedges, que interpreta el papel de Ian, el hijo mayor de Webb, coincide en que "Michael sabe exactamente lo que quiere, y por eso quiso hablar conmigo sobre la relación padre/hijo de los Webb, pero dejándome cierta libertad para concretarla. Le interesa mucho que le cuentes lo que piensas de cada escena; quiere llenarla de realismo, y para eso siempre pone al actor en primer lugar".

"Michael sabe indicarnos exactamente dónde nos encontramos en cada momento", añade Rosemarie DeWitt, que encarna a Sue, la esposa de Webb. "Como es él quien tiene el cuadro completo en la cabeza, podía darme cuenta de cómo estaba elaborando planos fantásticos o creando el mundo claustrofóbico en el que Gary se estaba metiendo. Había un montón de fichas en movimiento que situar, como comprendí en cuanto leí los libros en los que se basa el guión de la película."

El periodista Nick Schou, autor de Kill the Messenger, uno de los libros en los que se basa el filme, entró en contacto con Webb poco después de la publicación de los reportajes "Dark Alliance", puesto que los trabajos de investigación de ambos se entrecruzaban. Como explica Schou, "escribí reportajes de ampliación a los suyos, que estaban ligados a la investigación policial que yo estaba cubriendo en esa época. Gary leyó mi material y me llamó para agradecerme que trabajara en esa línea".

Aunque siguieron en contacto, sólo llegaron a verse una vez. En esa ocasión, Webb dedicó así a Schou su obra Dark Alliance (el otro libro en el que se basa la película): "De un periodista a otro: no pierdas la fe".

Un año después de la muerte de Webb, Schou se comunicó con su familia para obtener su aprobación para hacer un libro sobre Gary. Schou recuerda: "Me chocó que nadie más lo hubiera hecho ya. Escribí el libro porque el legado de Gary no había sido comprendido del todo. Cuando murió, las necrológicas le tildaron injustamente de "reportero desacreditado". No recuerdo cuántas cartas de rechazo recibí antes de que Nation Books decidiera publicar Kill the Messenger, pero yo sentía el anhelo de contar su historia y poner las cosas en su sitio".

Despres añade: "La trama que destapó Gary les puso a él y a su periódico en el mapa. "Dark Alliance" fue una de las primeras series de reportajes que se publicaron simultáneamente en línea (con contenido adicional) y en papel impreso. Nuestra película muestra que se adelantó a los grandes periódicos. Les costaba creer que un periódico más modesto hubiera cazado esta historia tan importante, y que recibiera tanta atención. Así pues, el aparato periodístico dominante atacó la credibilidad de Gary y presionó al Mercury News, que se vio abrumado y poco preparado apara afrontar la controversia. Gary quiso contraatacar, pero ellos no quisieron contraatacar con él, y tuvo que hacerlo por su cuenta a la vez que proseguía la investigación. Esa elección le costó muy cara".

"Se vieron a sectores de la prensa muy respetados degenerando en camorristas de instituto", señala Platt. "Uno esperaría que querrían apoyar a alguien de su gremio. Mi personaje, Jerry Ceppos, acabó teniendo que tomar la decisión que él consideró mejor para su periódico; al hacerlo, fue aplaudido por esos otros periodistas. La conclusión que saco de todo esto es que hay personas que hacen cosas heroicas. Gary era una de ellas. Sin embargo, se expuso demasiado; al principio, con la ayuda inconsciente de sus jefes."

"La reacción a la serie "Dark Alliance" demostraba que Gary estaba haciendo algo bien", afirma Jeremy Renner. ""Poner el dedo en la llaga, eso es el periodismo de investigación", Como diría Gary. Pero que el Mercury News se negara a apoyarle resultó ser la traición definitiva, y eso le hundió. Ben Bradlee cubrió las espaldas de Woodward y Bernstein [en las investigaciones del Watergate publicadas en el The Washington Post en la década de 1970], pero Gary no tuvo a un Ben Bradlee. La vida y la identidad de Gary estaban muy vinculadas a su trabajo, y fue trágico que le arrebataran eso."

Schou apunta: "Ahora que por fin hay una película que hable de esto, no es para señalar a nadie sino para contar la historia y dar al público una idea de quién era Gary. Que se haya hecho la película, y que se haya hecho tan bien y con gente tan buena, me llena de emoción".

Según Schou, Cuesta y Renner "compartían la empatía y la compasión necesarias para contar la historia de Gary, que ahora mismo resulta increíblemente oportuna por lo desligada que está la gente de lo que ocurre en realidad entre los bastidores del gobierno, y por la necesidad de contar con una prensa independiente".

Para ser fiel a la historia real y al mismo tiempo situarla en un contexto narrativo, el guionista Peter Landesman contactó con Schou incluso antes de que se publicara el libro de éste. Landesman empezó a trabajar en el guión en 2006, seleccionando material de los dos libros pero también de sus propias investigaciones.

Como explica Landesman, "yo fui periodista de investigación para The New York Times Magazine durante muchos años, y llegué a la conclusión de que algunas historias son demasiado ciertas para ser contadas; Gary Webb quiso hacer esta labor y exponer un caso de corrupción que el gobierno no quería ver expuesto, y que, en última instancia, incomodaba al público por conocerlo".

"Este guión se convirtió en una misión personal para mí", prosigue el guionista. "Gary no sucumbió a la presión personal y profesional para renunciar a lo que había descubierto, y el precio que pagó por no ceder es toda una advertencia para los reporteros de investigación profesionales. Además, viví una experiencia parecida con una historia de portada de 2005 para The New York Times Magazine sobre la esclavitud y el tráfico sexual que levantó una polvareda similar. La diferencia es que esa historia, y yo mismo, fuimos defendidos hasta el final. Gary era un hombre heroico, complicado e imperfecto con el que me puedo identificar. Su historia necesitaba ser contada en una película."

Schou agrega: "Al haber sido periodista, Peter tenía sus propias fuentes que podían contribuir al todo. Pero yo me puse a su disposición para responderle cualquier pregunta que tuviera sobre lo que publiqué, y también sobre lo que no publiqué".

"La serie "Dark Alliance" es laberíntica y gargantuesca", se asombra Landesman. "Dediqué cierto tiempo a hablar con Sue, la viuda de Gary, para comprender mejor al hombre. Y entonces sentí la necesidad de afilar el lápiz de periodista y llevar las investigaciones de "Dark Alliance" más allá de donde las dejó antes de su muerte; se vio obligado a parar y quedó aislado antes de que pudiera hasta qué punto tenía razón."

"Así pues", concluye el guionista, "el guión acabó siendo una combinación del libro de Nick, de la crónica del propio Gary, del punto de vista de Sue y de ciertos hechos que estaban fuera del alcance de cualquiera de ellos."

Mientras seguía los pasos de Webb y exploraba rincones de Washington a los que Webb nunca había accedido, Landesman habló con numerosas fuentes. Entrevistó no a capos de la droga sino a los traficantes que introdujeron cocaína en los EE.UU. Habló con personas que conocieron a Webb. Se reunió con el que fue "jefe de operaciones clandestinas en Latinoamérica" dentro de la CIA.

Para asombro de Landesman, "todos, incluso los malos, querían hacerse oír. La gente que estaba en el extranjero, o que fueron traicionados u olvidados, quieren que su historia se cuente".

Sue, la viuda de Webb, proporcionó a Landesman unas revelaciones muy valiosas sobre el ser humano que había detrás de aquella pasión periodística. "Sue me transmitió sus recuerdos de su vida personal juntos y de los años de "Dark Alliance", así como su punto de vista sobre lo que hicieron pasar a Gary sus jefes y algunas de las organizaciones de prensa más poderosas de este país", declara el guionista.

Sue también cedió a Landesman, y más tarde a los miembros de los equipos artístico y técnico, vídeos caseros en cinta; uno de ellos puede verse justo antes de los créditos de cierre de MATAR AL MENSAJERO.

Al realizar Landesman su propia labor de investigación, el proceso de escritura del guión se prolongó algunos años. Pero el guionista también era consciente de la necesidad de dar a la historia un toque cinematográfico para poder impulsar la narración y mantener el interés del público, aunque sin dejar de ser fiel a lo que ocurrió realmente.

"La vida de un hombre no sucede de acuerdo con un patrón narrativo", afirma Landesman. "Pero en un guión tienes que encontrar ese patrón y aplicar los requerimientos que exige una película: forma, tiempo, propulsión narrativa. Pero nunca he sacrificado la verdad. Siempre he honrado y me he mantenido fiel, si no a los hechos, al espíritu de la historia."

"Al final tuvimos que cambiar algunos nombres y algunas circunstancias, y modificar la cadena de acontecimientos. Pero MATAR AL MENSAJERO es verídica al cien por cien. En general, no me van las teorías de conspiración. Pero los periódicos y los individuos dentro y fuera del gobierno que fueron a por Gary exhibieron todo el poder de una conspiración de la mediocridad para acabar con la individualidad profesional y la dedicación personal", concluye el guionista.

Cuesta comenta: "Cuanto más sabíamos de Gary, más queríamos aportar. Para mí era importante mantener la subjetividad en la película, el punto de vista de Gary; y presentar lo que le movía, lo que le apasionaba, y cuáles fueron sus obstáculos. Puede que la gente se pregunte por qué la película no incluye los últimos años de su vida; pero yo creo que su periplo ya fue bastante duro, y que la película se centra en lo que él era: sus triunfos, sus defectos, y el monstruo con el que tuvo que lidiar".

"Peter tuvo que encajar una cantidad tremenda de información en un guión de dos horas", apunta Despres. "Hacer una película implica simplificar ciertas cosas y recortar ciertos aspectos de la historia que no eran tan centrales para el periplo personal de Gary. Era una auténtica bestia a la que domar, una hidra. Pero me encantó ver cómo destiló un guión fascinante capaz de enganchar verdaderamente al público."

"El guión de Peter era trepidante y diáfano, y podía ver la película salir de sus páginas", recuerda el productor Scott Stuber.

Fieles a su palabra, los productores mantuvieron el trabajo de Landesman intacto. Como indica el guionista: "El guión de rodaje era muy parecido a mi primer borrador. Jeremy aportó una sensibilidad al retrato de Gary que traspasaba lo que yo había concebido, y Michael es muy inteligente y respetuoso con la verdad".

Además de los vídeos caseros, se facilitó al equipo fotos personales de los Webb. Sue les proporcionó recuerdos del despacho de Gary, sus costumbres y su vida familiar.

Como observa Cuesta, "tras hablar con Sue y conocer a su familia, me sentí a gusto para aportar mi propia experiencia como marido y padre a la película. El periplo de Gary no es muy distinto al de un cineasta que intenta sacar adelante su película; con un pie en casa y el otro colgando peligrosamente en un mundo de tiburones, nunca es fácil. Sue humanizó a Gary para mí, con todos sus puntos fuertes y débiles. Creo que mucha gente que vea la película podrá identificarse personalmente con él".

Rosemarie DeWitt visitó a Sue antes de que empezara el rodaje. Así lo explica la actriz: "MATAR AL MENSAJERO no es mi primera película basada en una historia real, pero esta vez iba a interpretar a una persona que además está viva. Así que sentí que debía hablar con Sue en persona sobre mi papel. Quería captar su esencia, y luego hacer mío al personaje y utilizar mi imaginación".

"Sue me tranquilizó y me dejó claro lo orgullosa que estaba de lo que consiguió Gary, pero al mismo tiempo fui muy consciente de hasta qué punto vive con el recuerdo de lo que sucedió. Compartió conmigo los detalles más íntimos de su vida, y mi esperanza es que, al contar esta historia, se reivindicará el trabajo de la vida de Gary, y Sue y su familia podrán seguir curando sus heridas", reflexiona la actriz.

Sue y los hijos que tuvo con Gary (Ian, Eric y Christine) aprobaron la producción y visitaron el set junto con Nick Schou. Cuesta paró el calendario de rodaje para dedicar un tiempo a la familia, mientras Schou se incorporaba como extra a una escena en la redacción del periódico.

"Al ser periodista, me importan mucho los detalles, pero el perfeccionismo en el set me dejó asombrado. Michael tenía dos cámaras distintas en marcha y las escenas se repetían una y otra vez", recuerda Schou. "Presencié el trabajo de Jeremy en una escena crucial junto a Oliver Platt en el papel de Jerry Ceppos; creo que Jeremy se metía más a fondo a cada toma, con una intensidad creciente."

Estar en las escenas de la redacción con Renner fue "muy emocionante, porque nunca sabías exactamente lo que Jeremy iba a decir o cómo iba a decirlo", revela Mary Elizabeth Winstead, que interpreta a la directora del Mercury News Anna Simons. "La gente que rodeaba a Gary Webb debía de preguntarse "¿Qué piensa hacer ahora?", y Jeremy ha encarnado ese espíritu carismático y rebelde."

También para las escenas de redacción, Schou envió cajas de sus archivos sobre la conexión CIA-Contra-cocaína, que fueron examinados por el equipo de producción y después "aprovechados para la puesta en escena, lo que resulta muy apropiado", comenta.

El diseñador de producción John Paino añade: "La atención al detalle fue indispensable para dar autenticidad a MATAR AL MENSAJERO. Está muy bien empezar con las cosas "efímeras", porque te llevan a una historia más sólida visualmente".

Para Paino, que llegó al proyecto una vez finalizado su trabajo en la película multipremiada en los Oscar Dallas Buyers Club, visualizar la película significaba tomar como referencia no sólo el guión de Landesman sino también las indicaciones de Cuesta y los recuerdos de Sue.

En estrecha colaboración con Cuesta, Paino y su equipo elaboraron una mezcla de lo que era fiel a la historia y lo que funcionaba ante la cámara, partiendo del concepto de "realismo poético". Así, como revela Paino, fue cobrando forma un paisaje visual "en el que empiezas a fijarte en cosas que refuerzan la historia, y vas jugando con eso. Michael y yo compartimos ese tipo de metodología de trabajo para hallar la esencia de las cosas, recortando lo que no es importante sin perder de vida el realismo".

El director de fotografía Sean Bobbitt trabajó estrechamente con Paino y Cuesta en el aspecto visual: "Rodamos en película, lo que da una gravedad y una escala que se pierden en formato digital. Y por su textura, la película también da a MATAR AL MENSAJERO un toque que parecía adecuado y creíble para este relato de la historia reciente... sucedió en el siglo pasado, pero aun así fue hace menos de 20 años".

Con el fin de acentuar ciertos elementos de la historia sin dejar de ser fieles al mundo que Webb habita, Paino y Bobbitt coordinaron esfuerzos con la diseñadora de vestuario Kimberly Adams para aportar a la narrativa una paleta de color que cambia según las circunstancias de Webb. Como explica el director de fotografía, "hay calidez en todo el primer tercio de la película. El hogar de los Webb es un clásico rancho californiano; es suntuoso y acogedor, con el colorido de los prados de césped y de trigo sarraceno. Cuando Gary sale de su zona de seguridad y se ve enredado en asuntos de nivel nacional e internacional, se introducen tonos más fríos, y los reconfortantes colores de California se difuminan hasta desaparecer."

Todos los miembros del equipo tuvieron acceso a "el muro", una zona designada para que las ideas referentes al diseño pudieran colgarse, contrastarse y examinarse hasta que se tomaran las decisiones finales.

"Soy muy análogo en ese sentido", explica Paino. "Es muy útil poder tener trozos de tela o de papel pegados uno al lado del otro; verlos en una pantalla de ordenador no es lo mismo. Michael y yo recorríamos entero "el muro" y decíamos: "Esto funciona, esto no", y comunicábamos a los demás cuáles serían los pasos siguientes." Otro truco que empleó Paino fue el uso de fichas para los personajes principales. "Eso ayudaba con el tono general", explica. "Las fichas son como "tablones de emociones"."

Adams lo tiene claro: "Hacer películas es un proceso colaborativo. Me parece necesario dar veracidad a los personajes, pero sin que eso interfiera en la historia".

Paino añade: "Tu punto de vista no siempre va a ser el mejor, pero debes tener uno. Por eso tuvimos en cuenta cuáles serían los puntos de vista de cada personaje".

La nutrida galería de personajes que entran y salen de la vida de Webb conforme persigue la historia requería un catálogo de talentos muy diverso. La importancia del tema animó a los productores a ponerse en contacto con actores muy consolidados para papeles que suponían sólo un día o dos de trabajo con Renner. Despres recuerda: "Apuntamos alto porque son personajes clave para la historia que Gary está investigando. El guión de Peter estaba tan bien escrito que, cuando los actores lo leyeron, enseguida vieron que sus papeles, por pequeños que fueran, eran cruciales".

Deseoso de trabajar con Renner bajo las órdenes de Cuesta, Michael Kenneth Williams sacó tiempo de su calendario de rodaje de "Boardwalk Empire" para poder participar en MATAR AL MENSAJERO e interpretar a Ricky Ross. "Para mí, la perspectiva de Ricky merecía contarse bien", revela el actor. "Hablé con él sobre cómo pensaba enfocar el papel. Para mí era importante no retratarle como un simple matón callejero. En él hay elementos que el público no conoce. Por ejemplo, nunca tomó drogas. Empezó a traficar porque era el único negocio al que pudo dedicarse; el sistema de educación le había fallado, y no sabía leer ni escribir."

"Cuando vemos por primera vez a Ricky en MATAR AL MENSAJERO, él no sospecha que es un peón en un juego político mucho más grande, capaz de acabar con una comunidad entera, y en uno de los países más poderosos del mundo. También ahora, uno debe hacerse estas preguntas importantes: "¿De dónde proceden estas drogas?" y "¿Cómo están afectando a nuestras comunidades?"", reflexiona el actor.

Despres elogia a Williams por "aportar humanidad a Ricky, en lugar de hacer una caricatura fácil. Tim Blake Nelson, que interpreta a Fenster, el abogado de Ricky, también fundamentó su interpretación de tal forma que permitía ciertas notas de humor sin por ello quitar peso al personaje, y sin duda lo pasó muy bien actuando con Jeremy".

Nelson lo confirma: "Poder actuar con Jeremy bajo la dirección de Michael Cuesta fue lo que me atrajo a este proyecto, y además me encantó el guión de Peter Landesman, que es capaz de contar de forma llana, sobria e impredecible una historia que no conocía". Y añade sobre su personaje: "Para mí, la clave de Fenster es que se muestra cínico respecto al sistema, y que aun así cree de verdad que incluso el personaje más malvado merece un día en los tribunales".

La española Paz Vega interpreta a Coral Baca, "que está siempre controlando, y cuya única motivación para ponerse en contacto con Webb es sacar a su novio de la cárcel. Es muy auténtica, aunque vive en un mundo lleno de mentiras y cosas peores, y es muy fuerte: tiene que serlo, para poder sobrevivir en ese mundo. Pero Michael Cuesta se encargó de que no faltara el sentido del humor en las escenas, y nos dio libertad a Jeremy Renner y a mí para actuar".

"Para mí, lo que cuenta MATAR AL MENSAJERO es lo ciegos que estamos; no sabemos nada de la gente que nos gobierna. ¿Es mejor no saberlo? A veces sí, pero otras veces tenemos que abrir los ojos y mirar la verdad", concluye la actriz.

Subiendo mucho más arriba en los escalafones del narcotráfico, Despres explica que "para la secuencia de la cárcel, debíamos dejar claro desde el principio que Norwin Meneses era un hombre importante dentro de esos muros. Por eso, necesitábamos a alguien que aportara grandeza y carisma al papel, y que a la vez mostrara el intelecto de un cerebro criminal. ¿Quién mejor que Andy García? Nos entusiasmó saber que formaría parte de la película".

García apunta: "Hay mucho potencial en un cameo como éste. En nuestra conversación telefónica, Michael Cuesta y Scott Stuber se mostraron receptivos a las ideas que tenía para colorear un poco la escena, añadiendo ciertos matices; quise dar a Michael todas las opciones posibles".

"Llegó el día de actuar, y Jeremy Renner era todo cuanto esperaba: un actor magnífico", recuerda García. "Yo también he actuado en películas que he producido, y le vi con muchas ganas de concentrarse en la interpretación, así que lo pasamos muy bien."

Mary Elizabeth Winstead, que interpreta a la directora de Webb, valoró la oportunidad de encarnar a "una mujer joven que ha ascendido rápidamente en su carrera profesional, asumiendo sus responsabilidades y ganándose el respeto de los hombres de su entorno. Interpretar algo así en la pantalla siempre me resulta interesante. Anna, al igual que los demás personajes, sólo es humana. Eso es algo de lo que Michael Cuesta y yo hemos hablado mucho. No la puedo juzgar por hacer lo que hizo".

Cuesta, que ha explorado los vínculos familiares en su trabajo, ya fueran fuertes o quebrados, con los actores que componían la familia Webb en la pantalla quiso favorecer un clima de unión. Antes de rodaje asignó un tiempo de ensayo con Renner, DeWitt y Hedges para hablar de la dinámica familiar y para poner en sintonía el ritmo y el sentido del humor de los actores.

Lucas Hedges pidió consejo a Renner, que animó al joven actor a sentirse a gusto montando y reparando motos, porque eso es lo que haría el personaje ante la cámara. Así pues, Hedges se decidió a "tomar clases de conducir motos y aprender cómo es una motocicleta Triumph, que es lo que monta Ian en la peli. Se la da su padre, así que es importante para ambos, y gran parte de lo que viven se refleja en lo que hacen o dejan de hacer con la moto".

"Cuando la cámara no enfocaba a Jeremy sino a mí, él se volcaba tanto en mí como si fuera un plano suyo. Aporta tanta autenticidad a Gary que me resultó más fácil sentir lo que necesitaba sentir en el papel de Ian", afirma Hedges. "Jeremy también me recomendó que viera los vídeos familiares de los Webb. Cuando lo hice, observé la relación de Ian con su padre y sus hermanos."

Despres alaba en Hedges su capacidad de "captar la vulnerabilidad de Ian Webb como muchacho que está a punto de ser un hombre; reta a Gary, pero también podemos ver cuánto de Gary hay en él".

"Rosemarie DeWitt puede cimentar cualquier momento en la realidad, y sin esfuerzo", prosigue la productora. "Gracias a su interpretación, podemos ver que Sue Webb es una mujer muy fuerte, el referente de su familia. Sue equilibra la naturaleza de Gary, más imprevisible, y con Rosemarie tenemos a una actriz que hace lo mismo con la interpretación de Jeremy."

"Pertenezco al grupo de actores que "se inspira" cuando las cámaras están funcionando. Fue divertido tener que estar alerta y ver lo que Jeremy iba a lanzarme", comenta DeWitt. "Es un actor muy generoso. Juntos, intentamos transmitir lo que Sue y Gary significaban el uno para el otro, y lo que intentaban ser a medida que las cosas cambian. Yo diría que ella era un ancla para Gary. Por eso, es triste cuando tienen que replantearse su matrimonio; ambos deben hacer sacrificios."

La búsqueda de la verdad lleva a Webb de su base en el Norte de California a Nicaragua, Panamá, Los Ángeles y Washington D. C. Pero con la excepción de un breve viaje a la capital estadounidense, MATAR AL MENSAJERO se rodó íntegramente en Atlanta (Georgia). "Me produjo especial satisfacción el asombroso trabajo que hizo nuestro equipo a la hora de recrear Panamá", afirma el diseñador de producción John Paino. "Llenaron de colores y señales un par de manzanas y lograron un sabor muy intenso y pleno."

El antiguo edificio de los Archivos de Georgia, cerca de Atlanta, resultó ser un magnífico decorado para la producción. Las salas de esta singular joya de mármol de 14 plantas, conocida como "cubito blanco", convenientemente redecoradas, sirvieron alternativamente de salas de redacción de The Washington Post, Los Angeles Times y el San Jose Mercury News, así como de despachos de la CIA y del propio despacho de Webb. Otros lugares de rodaje fueron la zona residencial de Marietta, el Capitolio del Estado de Georgia, la antigua cárcel del condado de Douglas y el parque estatal de Red Top Mountain.

Mientras trabajaban en los sets de las salas de redacción en los Archivos de Georgia, los cineastas y actores eran muy conscientes de que los lugares que el equipo había recreado minuciosamente eran cosa del pasado; tanto la profesión como los entornos de trabajo en los que Gary Webb había basado su reputación y sus esfuerzos, entrevistándose en persona con sus fuentes, habían cambiado drásticamente en los años siguientes.

Como comenta Landesman, "los periódicos ya no cuentan con los recursos que tenían antes; no pueden permitirse dedicar un año o más a un solo reportaje, y ahora sólo tenemos capas superficiales de información sobre lo que ocurre, sobre todo con nuestro gobierno".

"El reportaje de Gary fue uno de los primeros que se sirvieron de Internet de forma revolucionaria", observa Cuesta. "Se colgaron enlaces a fuentes y referencias, como si se permitiera al lector entrar en el bloc de notas de Gary. ¿Podía haber algo más transparente que eso? Y sin embargo fue atacado, linchado por las masas. Pero él era un luchador; a pesar de la presión, dio algunos golpes bien dados. Los mejores periodistas son soldados que ponen sus reputaciones y sus vidas en peligro a diario".

"El rayo de esperanza que nos trajo el periplo de Gary es que, a pesar de su caída en desgracia, consiguió hacer que la CIA diera la cara: un director de la CIA tuvo que hablar delante de la comunidad afroamericana, algo inaudito hasta entonces. Hizo historia al atravesar el silencio administrativo del gobierno y de los grandes grupos mediáticos", afirma el director.

"Esta historia salió a la luz en un momento crucial para el periodismo en la era de la tecnología", reflexiona Despres. "Con la llegada de Internet, nos hemos adentrado cada vez más en un mundo caótico en el que resulta difícil distinguir lo verdadero de lo falso. Hay una tremenda cantidad de información a nuestro alcance, pero ¿hay alguien que la verifique o alguien que siga las fuentes lo más lejos posible? La salud de la prensa libre es tan importante para nuestra democracia como el derecho a voto. Necesitamos más gente como Gary Webb, y hoy día no es fácil de encontrar."

"MATAR AL MENSAJERO es una historia muy personal, y creemos que aprender lo que vivió Gary tendrá un efecto en la gente. Pero también es una advertencia que puede aplicarse a diario en nuestra sociedad actual. Espero que nuestra película inspire a la gente a hacerse preguntas, a no dejar de buscar la verdad en todos los aspectos de su vida, y que inspire a las comunidades a exigir siempre la verdad a los periódicos y a los gobiernos", concluye Despres.


Contexto histórico: Cronología
1978 - Informes del Buró Federal de Investigación (FBI) indican que Norwin Meneses está introduciendo kilos de cocaína de contrabando en los EE.UU.

La Administración para el Control de Drogas (DEA) vincula a Meneses con un importante alijo de cocaína incautado procedente de Panamá

1979 - Meneses y otro traficante, Danilo Blandon, entran en los EE.UU. como "refugiados políticos"
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El dictador nicaragüense Anastasio Somoza es derrocado por rebeldes comunistas y huye a los EE.UU.

1980 - Ricky Ross, alias Freeway, trafica con cocaína en el distrito Sur Central de Los Ángeles

La antigua Guardia Nacional de Nicaragua se organiza para formar un ejército de guerrilla, que se entrena en Honduras y Guatemala

Empieza la Guerra Civil nicaragüense

Somoza es asesinado en Paraguay

Ronald Reagan y George H. W. Bush son elegidos presidente y vicepresidente de los EE.UU. respectivamente

1981 - Se anuncia en Honduras la formación de la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), o la Contra

La DEA vincula el tráfico continuado de cocaína de Meneses con la financiación directa de la Contra en sus combates contra el gobierno nicaragüense

El oficial de la Contra Julio Zavala empieza a vender cocaína en San Francisco

El presidente Reagan firma una orden secreta que permite a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a iniciar operaciones paramilitares contra el gobierno nicaragüense

1982 - Comienzan las actividades de la Contra, supervisadas por la CIA, con el sabotaje de puentes nicaragüenses

Norwin Meneses es arrestado por el FBI por blanquear dinero procedente de la droga; a su puesta en libertad, él y Danilo Blandon abren un negocio de camisetas en Los Ángeles, que aloja reuniones de la Contra

Se aprueba la primera Enmienda Boland [por el congresista Edward Boland], por la que el Congreso estadounidense prohíbe a la CIA ayudar a la Contra; el presidente Reagan firma la Ley de Asignaciones para la Defensa con la enmienda como anexo

1983 - Ricky Ross empieza a vender cocaína en forma de crack, facilitada por Meneses y Blandon, y no tarda en copar el mercado en Los Ángeles

En el "caso Frogman", la policía se incauta de 195 kilos de "cocaína de la Contra" en un carguero colombiano en San Francisco

La CIA destina 45.000 dólares para que Julio Zavala arme a la Contra

Se aprueba la segunda Enmienda Boland, que reafirma la prohibición del Congreso de que la CIA ayude a la Contra

1984 - El Congreso aprueba la tercera Enmienda Boland

Ronald Reagan y George H. W. Bush son reelegidos como presidente y vicepresidente de los EE.UU.

1985 - Robert Parry y Brian Barger destapan la conexión entre la Contra y el tráfico de cocaína en un artículo de Associated Press; acto seguido son atacados por los medios y renuncian a seguir cubriendo el caso

Meneses se traslada a Costa Rica

1986 - El senador estadounidense John Kerry forma un comité para investigar las acusaciones del artículo Parry/Barger

Los medios se hacen eco del "escándalo Irán-Contra", sobre la venta clandestina de armas por parte de Estados Unidos a Irán cuyos beneficios son destinados a la Contra

1987 - Se reúne el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, encabezado por John Kerry

Las fuerzas de la ley de Los Ángeles convocan una "fuerza especial Freeway Rick" para terminar con las lucrativas operaciones de Ricky Ross

1988 - Termina la Guerra Civil nicaragüense

El periodista Gary Webb se incorpora como reportero al periódico San Jose Mercury News; se muda de Cleveland a California con su esposa Sue Webb y sus hijos Ian Webb, Eric Webb y Christine Webb

George H. W. Bush es elegido presidente de los EE.UU.

Se publica el Informe Kerry ["Drogas, ley y política exterior"], que confirma la implicación de ciertos miembros y asociados de la Contra en el tráfico de cocaína: "funcionarios estadounidenses involucrados en Centroamérica no lograron abordar el tema de las drogas, por temor a poner en peligro el esfuerzo de guerra contra Nicaragua. […] Por apoyar a los contras, hemos abandonado la responsabilidad que nuestro gobierno tiene para proteger a nuestros ciudadanos de todas las amenazas a su seguridad y bienestar".

1989 - Ricky Ross es detenido en Los Ángeles

Norwin Meneses es detenido y encarcelado en Nicaragua

1990 - Se concede el premio Pulitzer (Reportajes de Ámbito General) a seis periodistas del San Jose Mercury News, incluido Gary Webb, por su cobertura del terremoto de Loma Prieta

Danilo Blandon es detenido en San Diego, y acuerda un convenio declaratorio con el gobierno estadounidense

1992 - Bill Clinton es elegido presidente los EE.UU.

1994 - Blandon es liberado de la cárcel para actuar como confidente de la DEA

1995 - Coral Baca, novia del traficante de cocaína encarcelado Rafael Cornejo, contacta con Webb

Webb emprende su investigación sobre la conexión CIA-Contra-cocaína

1996 - En agosto se publica en tres partes la serie de artículos de Webb "Dark Alliance" ("Alianza oscura") en el San Jose Mercury News y, con extras, en el sitio web del periódico

Webb es nombrado "periodista del año" por la sección del Norte de California de la Sociedad de Periodistas Profesionales (SPJ)

Los periódicos The Washington Post, The New York Times, y Los Angeles Times se oponen a "Dark Alliance" y a la investigación de Webb

En noviembre, John Deutch, director de la CIA, visita el instituto Locke High School, en el distrito Sur Central de Los Ángeles, para hablar con los vecinos y responder a las acusaciones de "Dark Alliance"

Clinton es reelegido presidente de los EE.UU.

1997 - Deutch deja la CIA

Jerry Ceppos, director ejecutivo del Mercury News, publica en primera página un editorial crítico con los artículos de "Dark Alliance"

El Mercury News destina a Webb a una pequeña oficina en la localidad de Cupertino, lejos de su esposa e hijos en Sacramento

Webb renuncia a su trabajo en el Mercury News

1998 - En enero, la CIA publica el vol. 1 del Informe Hitz [por el inspector general de la CIA Frederick Hitz], que señala que, aunque muchas de las afirmaciones de Webb eran correctas, subestimó el nivel de implicación de la CIA en los delitos de la Contra vinculados con la droga

Se publica el informe Bromwich [por el inspector general del Departamento de Justicia Michael R. Bromwich], que corrobora gran parte de la investigación de Webb

En octubre, la CIA publica el vol. 2 del Informe Hitz, que revela aún más datos sobre la complicidad de la CIA y la administración Reagan en las actividades de narcotráfico para la Contra; absorbidos por el escándalo del presidente Clinton con Monica Lewinsky, los medios nacionales apenas prestan atención al informe

La congresista Maxine Waters revela la existencia de un "memorando de entendimiento" de 1982 del Departamento de Justicia que exoneraba legalmente a la CIA de tener que informar del narcotráfico llevado a cabo por sus aliados

Webb publica su libro Dark Alliance: The CIA, the Contras, and the Crack Cocaine Explosion ("Alianza oscura: la CIA, la Contra y la explosión del crack")

1999 - Robert Parry publica su libro Lost History: Contras, Cocaine, the Press & “Project Truth” ("Historia perdida: la Contra, la cocaína, la prensa y el Proyecto Verdad")

2000 - El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes reconoce que la CIA protegió a narcotraficantes de la Contra

Gary y Sue Webb se divorcian

2004 - Gary Webb muere a los 49 años por dos heridas de bala en un barrio residencial de Sacramento; su muerte, producida el séptimo aniversario del día en que dejó el Mercury News, se considera suicidio

2006 - El periodista Nick Schou publica su libro Kill the Messenger: How the CIA’s Crack-Cocaine Controversy Destroyed Journalist Gary Webb ("Matar al mensajero: cómo la polémica del crack de la CIA acabó con el periodista Gary Web")

Leo Wolinsky, director editorial de Los Angeles Times, publica un editorial de Schou, reconociendo el injusto tratamiento que el periódico dio una década antes a la investigación de Webb