El doblemente nominado al Oscar Jeremy Renner (El legado de Bourne) encabeza un reparto estelar en MATAR AL MENSAJERO, un impactante thriller basado en la asombrosa historia real escrita por el periodista ganador del Pulitzer Gary Webb. En la década de 1990, la búsqueda de la verdad de este incansable reportero le llevó desde las cárceles de California hasta las aldeas de Nicaragua, pasando por los más altos círculos del poder en Washington... y las repercusiones de su investigación pusieron en peligro no sólo su carrera, sino también su familia y su vida.
Habiéndose mudado con su familia a California, Webb es un curtido y respetado periodista empleado en el periódico San Jose Mercury News. Pero su carrera profesional da un giro inesperado cuando Coral Baca (Paz Vega), la novia de un traficante de cocaína, le proporciona la transcripción de una sesión del Gran Jurado que revela un vínculo entre los servicios de espionaje estadounidenses y el contrabando de cocaína procedente de Centroamérica. Webb empieza a seguir la pista de Alan Fenster (Tim Blake Nelson), el abogado defensor del capo del crack en Los Ángeles Ricky Ross, alias Freeway (Michael Kenneth Williams). El periodista no tarda en ver que se ha topado con una trama que se remonta a los turbios orígenes del tráfico barato y aparentemente ilimitado de cocaína en las calles del país, un problema patente en el distrito Sur Central de Los Ángeles
Y que indica asimismo que los rebeldes nicaragüenses que colaboraban directamente con la CIA introdujeron cocaína en los EE.UU. y destinaron los beneficios a armar a las milicias de la Contra. Webb lleva a cabo una arriesgada incursión en Nicaragua para obtener información crucial del encarcelado pez gordo del narcotráfico Norwin Meneses (Andy García). Con el respaldo de la directora de su periódico, Anna Simons (Mary Elizabeth Winstead), el reportaje de Webb llega a las rotativas y a Internet en forma de una serie de artículos titulada "Dark Alliance" ("Alianza oscura"), que genera una gran atención en todo el país para satisfacción del director ejecutivo Jerry Ceppos (Oliver Platt).
Sin embargo, el propio Webb se convierte en noticia y blanco cuando ciertos periodistas rivales que no supieron destapar la trama CIA-Contra-cocaína deciden desacreditar su trabajo y su reputación en una campaña de calumnias cada vez más ensañada, aunque su esposa Sue (Rosemarie DeWitt) se mantiene firme en su propósito de apoyarle. A pesar de las advertencias de los capos de la droga y de la inquietante vigilancia a la que es sometido Webb para detener sus investigaciones, el periodista no deja de buscar pruebas que demuestren la conexión directa entre los traficantes de cocaína y la CIA, una conspiración con consecuencias explosivas.