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  El circo de los extraños  (Cirque du Freak: The vampire's assistant)
  Dirigida por Paul Weitz
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Fantasía de aventuras está dirigida por PAUL WEITZ, nominado por la Academia (Un niño grande), que coescribió el guión con BRIAN HELGELAND (L.A. Confidential) y produce la película con LAUREN SHULER DONNER (las entregas de X-Men), EWAN LESLIE (Hotel para perros) y ANDREW MIANO (Nick y Norah: una noche de música y amor).

El equipo técnico está compuesto por talentos de la talla del director de fotografía JAMES MURO (Crash); el diseñador de producción WILLIAM ARNOLD (In Good Company/Algo más que un jefe); el montador LESLIE JONES, nominado por la Academia (La delgada línea roja) y JUDIANNA MAKOVSKY, nominada a un OSCAR (Harry Potter y la piedra filosofal). La música es del compositor STEPHEN TRASK (In Good Company/Algo más que un jefe).

Los productores ejecutivos son COURTNEY PLEDGER (el telefilm "Prueba de amor"); SARAH RADCLYFFE (The Edge of Love); DAN KOLSRUD (Mal ejemplo) y KERRY KOHANSKY (Nick y Norah: una noche de música y amor).


Darren Shan renace: Empieza el espectáculo
En el año 2000, el novelista Darren Shan publicó El tenebroso Cirque du Freak, la primera entrega de La saga de Darren Shan. Escrita en primera persona, la novela cuenta la lucha de un adolescente que se sumerge en un mundo poblado por extrañas criaturas y vampiros después de salvar la vida de su mejor amigo a cambio de convertirse en otro poblador de la noche. La novela fue un fenómeno global instantáneo y se hizo con legiones de lectores entusiastas.

Conocida por su ironía y su oscuro humor, la serie ha sido publicada en 37 países, en 30 idiomas, y aclamada por incontables lectores y por otros autores. J.K. Rowling, la autora de Harry Potter, elogió la primera novela de la serie: "Un libro absorbente… una trama llena de giros inesperados que dejan al lector con ganas de leer más". Efectivamente, los jóvenes lectores querían seguir sumergiéndose en un mundo aparentemente justo debajo del suyo. Estaban cautivados por las aventuras adultas, llenas de magia y escalofríos, en las que se movían Darren y los miembros de su familia adoptiva en El tenebroso Cirque du Freak.

En 2005, la cineasta Lauren Shuler Donner, productora de varios grandes éxitos de taquilla, descubrió el extraño mundo de Darren Shan gracias a otro productor, Ewan "Jack" Leslie. Le impresionó el contenido de lo que leyó, sobre todo la descripción que hace el autor de un chico que se ve obligado a madurar muy deprisa después de convertirse en un "no muerto".

La cineasta explica qué le atrajo de una saga que lleva al lector a un viaje épico: "Siempre me han intrigado los vampiros, pero El tenebroso Cirque du Freak los mostraba de una forma totalmente diferente. Fue Jack, el director del departamento de producción, quien me trajo los libros. Era imposible dejarlos; cada capítulo es más emocionante que el anterior".

Le gustó la inesperada amistad entre Larten Crepsley, un vampiro de 220 años que envejece diez veces más despacio que un ser humano, y el joven Darren cuando este se convierte en semivampiro. "Me pareció que, además de ser entretenida, la novela tenía un mensaje claro acerca de la amistad y la familia", dice Lauren Shuler Donner. "El autor toca el tema del precio de la lealtad. Darren pagó un elevadísimo precio por su lealtad al amigo y a la familia que pierde. El Circo se convierte en su familia y Crepsley ocupa el lugar de su padre".

Ewan Leslie tenía muy claro que para enfrentarse a este proyecto, debía contar con un gran guión. "Sabíamos que el libro tenía algo que lo convertiría en una película genial. En la saga hay muchos aspectos atractivos, como el chico convertido en héroe, las criaturas fantásticas, ¿y quién rechazaría los poderes que Darren recibe a cambio de ser un vampiro?"

Una vez obtenidos los derechos de las novelas, los dos productores empezaron a buscar a un realizador capaz de plasmar la historia en la gran pantalla. Hablaron con el experto guionista y director Paul Weitz, conocido por comedias como las taquilleras American Pie, y las aclamadas Un niño grande e In Good Company/Algo más que un jefe), y con el premiado guionista Brian Helgeland, autor de los guiones de películas como L.A. Confidencial, Mystic River y Destino de caballero.

La productora Lauren Shuler Donner explica qué proceso se siguió para convertir la primera trilogía de La saga de Darren Shan en la base de una película de aventuras y fantasía: "Brian Helgeland escribió una primera versión que seguía las novelas muy de cerca; era más seria, más oscura. Paul Weitz empezó a partir de ahí y le dio un toque más cómico".

La adaptación de una novela a la gran pantalla siempre es un reto, pero trasladar tres novelas a una sola película triplica la dificultad. "Llevar el contenido de tres novelas a un largometraje de menos de dos horas es extremadamente difícil", añade la productora. "Primero hay que establecer los personajes; luego, su mundo, y finalmente contar la historia".

Para el director Paul Weitz, El circo de los extraños era exactamente el proyecto que andaba buscando: una historia grande, creativa y, sobre todo, con posibilidades para tocar el lado cómico y oscuro de la vida. Alaba la habilidad del autor a la hora de permitir que los lectores jóvenes se identifiquen con las extrañas criaturas, así como la fuerte personalidad de cada uno de los personajes. Sabía que era importante conservar numerosos detalles sagrados para los fans de los libros, pero también era consciente de que disponía de ciertas libertades.

"Es muy curioso", dice el realizador. "Hacía tiempo que pensaba en una película en la que un chico tuviera a un vampiro como mentor, y recibí estas novelas donde pasa exactamente eso. Además, estaban llenas de ideas grotescas y oscuras, el mismo tipo de material divertido y raro que me obsesionaba de niño. Cuando se empieza a ser adulto, hay un periodo parecido a una zona gris, donde el bien y el mal no están nada claros. Y eso es lo que me atrajo: la historia de Darren es una metáfora del viaje hacia la madurez".

A Paul Weitz también le intrigó que los protagonistas de los libros fueran criaturas que han poblado nuestras pesadillas desde siempre: "Hay muchos libros y muchas películas sobre vampiros, pero en esta saga en particular, los auténticos vampiros no matan a las personas cuando les chupan la sangre; sólo lo hacen los vampanezes".

Desde el principio, el director vio el oscuro mundo de Darren Shan como una mezcla de efectos visuales y un vestuario asombroso con la última tecnología de animación y el trabajo de los especialistas en trucos. Para conseguirlo, se rodeó de un equipo de talentos que supieran llevar sus ideas a la práctica: "Me pareció esencial trabajar con personas con una gran capacidad de invención. Ya había trabajado antes con muchas de ellas".

Acompañado por Andrew Miano, su productor de siempre, Paul Weitz se unió a Lauren Shuler Donner y Ewan Leslie para empezar la preproducción. Andrew Miano resume lo que atrajo a los cineastas hacia la historia: "A los 16 años, todos queremos alejarnos de nuestros padres. Es la realidad de cualquier adolescente: quiere irse. Y ese chico tiene la formidable oportunidad de entrar en un mundo alternativo. No se da cuenta de que es medio vampiro. Creo que tarda un poco en comprender las consecuencias".

Con el guión en la mano y el equipo técnico preparado, los cineastas se entregaron a la tarea de buscar a los vampiros y a las raras criaturas que pueblan el mundo de Darren Shan.


Los extraños del Circo: El casting de esta fantasía de aventuras
El viaje de Darren empieza en el momento en que hace un trato con Crepsley para unirse al circo ambulante. Encontrar la combinación ideal de actores era tan importante como crear el diseño de producción perfecto.

Para encarnar al mentor de Darren, el legendario vampiro Larten Crepsley, capaz de moverse a la velocidad de la luz, el director y los productores escogieron a alguien inesperado: John C. Reilly, conocido sobre todo por sus papeles cómicos. "Crepsley es un ser extraño, excéntrico", explica Paul Weitz. "No es para nada un vampiro convencional. Quería a un actor maravilloso para el papel, y John encajaba a la perfección".

John C. Reilly se tomó muy en serio el universo de Larten Crepsley y leyó doce novelas de La saga de Darren Shan. "Después de leerlas, entendí a los fans", dice el actor. "Tenía muy claro que en esta película no podían cambiarse cosas vitales dentro de la estructura del mundo de El tenebroso Cirque du Freak".

No le costó mucho dar vida a un vampiro de más de 200 años. "Lo construí como construyo todos mis personajes", explica John C. Reilly. "Leí el guión, me documenté, y Crepsley empezó a cobrar vida. No hubo grandes cambios después de leer los libros". Interpretar a un casi inmortal fue liberador: "No encarno a un ser de 220 años muy a menudo y la idea me gustó mucho. Cuánto cinismo puede uno almacenar durante tantos años".

El papel del misterioso Mr. Tall/Sr. Alto, dueño y vocero del circo, recayó en el actor japonés Ken Watanabe, conocido en Occidente por su papel en El último samurái, con Tom Cruise. También es el mediador entre los vampiros y los vampanezes, y su bondad solo es comparable al ingenio que despliega para proteger a los suyos. Rescató a Evra el Chico Serpiente cuando era un bebé; tolera que Crepsley haga de las suyas, pero lleva el circo con puño de hierro.

El productor Ewan Leslie explica por qué Paul Weitz escogió a Ken Watanabe: "Las novelas de Shan son muy populares en Japón y Ken es un estrella en su país. Además, el circo recorre el mundo y sus miembros pueden ser de cualquier nacionalidad".

Para los papeles de Darren y de su mejor amigo Steve, los cineastas se inclinaron por Chris Massoglia y Josh Hutcherson, respectivamente. Siguiendo la misma pauta que en American Pie, Un niño grande e In Good Company/Algo más que un jefe, Paul Weitz escogió a actores jóvenes no muy famosos. "Me gusta mucho trabajar con chicos cuya cara no sea muy conocida, darles un papel importante y apostar por ellos. Es curioso, desde el primer momento, Chris y Josh se hicieron amigos, igual que en la historia, donde los dos chicos también son muy amigos, pero acaban por ir en direcciones opuestas".

Chris Massoglia, de 17 años, dice: "Estaba muy contento cuando me enteré de que debía ir a la prueba. La idea de tener a un vampiro como mentor y de convertirme en medio vampiro me pareció genial. Pero cuando hablé con Paul y supe que iba a trabajar con él, casi no podía creerlo".

Josh Hutcherson, de 16 años, encarna al mejor amigo de Darren, y a su futuro enemigo. Acostumbrado a hacer de "buen chico", se entusiasmó al enterarse de que tendría la oportunidad de sacar su lado malo en El circo de los extraños. En cuanto a las motivaciones de su personaje, dice: "Convertirse en vampaneze forma parte del destino de Steve. Le obsesionan los vampiros y siempre ha deseado llevar una vida nómada y sin reglas".

Cuando Darren y Steve entran por primera vez en el mundo dEl circo de los extraños, descubren a seres humanos y a humanoides como nunca habían visto. El hecho de que se atrevan a desobedecer la prohibición de ir al Circo, enfurece a uno de sus profesores, el Sr. Kersey (PATRICK BREEN, Una Navidad de locos); avergüenza a los padres de Darren (DON McManus, Ocean’s 13, y COLLEEN CAMP, Como en casa en ningún sitio), y fascina a su hermana, la aún desconocida MORGAN SAYLOR.

La productora Lauren Shuler Donner habla de los extraños seres del circo: "Es una especie de locura. Está la preciosa Madame Truska, encarnada por Salma Hayek, a la que le crece la barba en un abrir y cerrar de ojos; Alexander Ribs/Alexander Costillas, uno de los hombres más delgados del mundo; Corma Limbs/Corma Extremidades, que se quita un brazo y vuelve a crecer; Gertha Teeth/Gertha Dientes, que se sujeta a un palo con los dientes, y Rhamus Twobellies/Rhamus Dostripas, un ser capaz de comer lo que sea. Pero mi preferido es Evra el Chico Serpiente, que es exactamente lo que dice su nombre".

"Todos son personajes muy divertidos", sigue diciendo, "y quizá sea eso lo que me atrajo. No queríamos que el Circo fuese patético ni triste, sino que se entendiera a las personas que nacen diferentes. Si lo pensamos, todos tenemos alguna imperfección, pero en película lo hemos multiplicamos por mil".

Madame Truska no solo es la novia frustrada de Crepsley, también es una poderosa vidente que avisa a Darren de la futura guerra entre los vampiros y los vampanezes. El director dice: "Buscaba a una actriz voluptuosa en el sentido convencional de la palabra y que pudiera crecerle la barba en segundos. Salma era perfecta y, además, tiene un gran sentido del humor".

La actriz aceptó el papel porque vio a Madame Truska como alguien "fuerte, sabe lo que quiere, pero a la vez es dulce y vulnerable. Está locamente enamorada de un vampiro y quiere que la ame tal como es. Me fascinó ver a esta extraña criatura enfrentarse a un problema tan común".

John C. Reilly explica por qué la relación entre su personaje y la mujer barbuda es imposible: "Los vampiros saben que no deben acercarse a las mortales. Enamorarse de una mortal significa contemplar cómo envejece y muere; ahí está el gran dolor de su amor".

Pero Darren no sabe que fue escogido antes de su nacimiento para jugar un importante papel en la guerra entre los vampiros y los vampanezes. El líder de la terrible secta se llama, irónicamente, Mr. Tiny/Sr. Diminuto, al que da vida el actor de reparto Michael Cerveris. Le acompaña el terrible asesino vampaneze Murlaugh, interpretado por Ray Stevenson.

El productor Ewan Leslie, hablando del sociópata que intenta secuestrar a Darren desde el momento en que este se convierte en un no muerto, dice: "Murlaugh es el perfecto adversario para Crepsley". Acerca del actor Ray Stevenson, añade: "Ray tiene un malévolo sentido del humor. Es irlandés, pero aquí habla con acento del norte de Inglaterra. Es un ser amenazante, aterrador, pero siempre hay una chispa en sus ojos".

Finalmente, para dar vida a Gavner Purl, el vampiro amigo de Crepsley, los cineastas escogieron a Willem Dafoe. El realizador ya había trabajado con el actor en American Dreamz, y estaba encantado con la idea de volver a colaborar con el hombre que había encarnado al maquiavélico vicepresidente de Estados Unidos en la comedia. Para crear el aspecto único del atemporal Purl, Paul Weitz y la diseñadora de vestuario Judianna Makovsky se inspiraron en una fotografía de los años 30 de Salvador Dalí.


Poderes asombrosos: Los efectos especiales y los intérpretes
Durante la preproducción, el supervisor de efectos visuales TODD SHIFFLETT, de Rhythm & Hues, se reunió con el realizador y el diseñador de producción para estudiar la ambientación de la película. Paul Weitz se inspiró mucho en los expresionistas alemanes de los años 20 y 30 para el mundo de Larten Crepsley. Sólo fue posible crear el increíble reparto de extrañas criaturas gracias a la ayuda de prótesis, interminables horas de maquillaje y efectos digitales integrados.

El equipo de efectos quería que a la misteriosa y sexy vidente Madame Truska le pudiera crecer una barba en instantes, pero debía parecer natural… con un poco de ayuda de los efectos digitales. Estudiaron todas las posibilidades, desde la velocidad en que nacía la barba, si debía repartirse de forma uniforme, si el bigote y las patillas debían aparecer primero… Se guiaron por las expresiones faciales de la actriz.

Salma Hayek recuerda, riendo: "Fueron horas y horas de maquillaje en la caravana, pero tenía muchas ganas de verme con barba. Me gusta la posibilidad de convertirme en otra persona".

Para crear el escalofriante aspecto de Alexander Ribs/Alexander Costillas, había que fotografiarle a contraluz para resaltar el cuerpo. El supervisor de efectos visuales dice: "Es una maravillosa forma orgánica que casi parece estar envuelta en plástico transparente. Es posible imaginar el peristaltismo, los ruidos y movimientos de los órganos. Reconozco que nos hemos tomado ciertas libertades con la colocación de las vísceras para que cupieran".

Corma Limbs/Corma Extremidades tiene el fascinante don de regenerar sus extremidades después de que hayan sido destruidas o, en muchos casos, comidas. Para preparar los primeros planos, Todd Shifflett escaneó el cuerpo de la actriz Jane Krakowski. Y para obtener más detalles, realizó un molde de su brazo y de su mano, que se usó en la escena en que el Hombre Lobo le arranca una extremidad.

Paul Weitz no quería horrorizar al público con escenas sangrientas, más bien fascinar al espectador y producirle escalofríos, por lo que el brazo de Corma no debía estar cubierto de sangre. El equipo de efectos se encargó de que el brazo de Corma volviera a crecer como desenrollándose para acabar evolucionando en una mano. Dicen que el amor es ciego, pero también está hambriento, como lo demuestra la escena en que Alexander, el novio de Corma, da un bocado a uno de sus dedos. Para filmar el extraño momento, se colocó un trozo de chocolate moldeado en el dedo de la actriz.

El aspecto de Rhamus Twobellies/Rhamus Dostripas se consiguió mediante la aplicación de una prótesis imitando dos tripas y dos ombligos. El actor debió someterse a cinco horas diarias de maquillaje".

Siempre que fue posible, se intentó incorporar efectos reales al rodaje. TOM WOODRUFF, un actor que también trabaja en el equipo de efectos especiales y efectos de criaturas, es uno de los que dio vida al Hombre Lobo. Para crear este personaje animatrónico, tuvo que enfundarse un traje que le cubría de pies a cabeza y subirse a zancos de 20 centímetros. Cuatro personas, que llevan años trabajando juntas en el manejo de criaturas, se encargaron de los controles del mecanismo del Hombre Lobo, entre otros el movimiento de los ojos, cejas, mejillas y labios.

Cuando Darren entra a formar parte de la familia circense, debe trabajar. Su primera tarea es limpiar con Rebecca la jaula del Hombre Lobo, que sólo tiene una idea en mente: hacerle pedazos. El productor Andrew Miano dice: "El Hombre Lobo está sentado al fondo de la jaula sobre sus patas traseras, babea y escupe. Para conseguir las expresiones faciales, fueron necesarios cuatro marionetistas".

Para que Michael Cerveris, un actor bastante delgado, se convirtiera en el regordete Mr. Tiny/Sr. Diminuto, se le aplicaron prótesis faciales y en las manos, además de enfundarse en un traje de hombre lobo. Paul Weitz dice: "Michael Cerveris es un magnífico actor de Broadway, pero casi no ha trabajado en cine. Por lo tanto, al verle en la pantalla, nadie dirá: ‘Vaya, es tal disfrazado’. En ese caso, Michael sólo es un personaje raro que pasa de un lado a otro de la vida y de la muerte".

Las únicas criaturas totalmente dependientes de los efectos visuales en El circo de los extraños son unos personajes de 75 centímetros de alto que, en realidad, son almas muertas. Mr. Tiny/Sr. Diminuto, el genio del tenebroso mundo, las ha forjado a partir de vampiros muertos. Debido a una extraña tregua, han podido estar temporalmente en el Circo.

Darren se ve obligado a abandonar a su familia y convertirse en vampiro cuando Octa, la fascinante araña de Crepsley, pica a Steve. El actor Chris Massoglia dice: "Los dos chicos van al Circo de los Extraños, y Darren decide llevarse a Octa. Pero la araña pica a Steve, y para salvar a su amigo, no le queda más remedio que confesarle a Crepsley que la ha robado y rogarle que salve a Steve. El vampiro no deja pasar la oportunidad. Darren debe escoger entre convertirse en vampiro o dejar que su mejor amigo muera".

Para generar a Octa digitalmente, los cineastas intentaron imaginar a qué se parecería si fuera parte de una especie real. Todd Shifflett dice: "Nos preocupamos por el color de la araña y por cómo se verían varias juntas. ¿Son insectos sociables? ¿Cómo evolucionaron y por qué tienen esas marcas? En la naturaleza, los insectos son de cierto color por una razón. Además, Octa debía tener carácter y bastante veneno para ser mortal".

El productor Ewan Leslie se quedó asombrado por la impecable integración de los efectos digitales y reales en Octa: "No sólo consiguieron que pareciera una araña auténtica, también le confirieron personalidad. No habla, pero hay una clara relación entre ella y Crepsley, y posteriormente con Darren".

Los miembros del Circo le han dado a Rebecca, el amor de Darren, un mote afectuoso: "La chica mono". En algunas escenas, la actriz Jessica Carlson lleva un cinturón conectado a una cola robótica; en otras, la cola se añadió en posproducción. Por ejemplo, cuando Rebecca está atada y colgada del techo del teatro con los padres y la hermana pequeña de Darren, se le colocó una cola de papel de plata para que hubiera una sombra en la cortina. Mediante alambres que movían las cuerdas, da la impresión de que la cola desata los nudos.


Barracas de feria y cementerios: Rodar en Luisiana
Después de recorrer varios lugares en busca de localizaciones, los cineastas decidieron rodar en Luisiana. Paul Weitz ofrece algunas de las razones que les condujeron a tomar esta decisión: "Me gustaba la idea de rodar en una ciudad que vuelve a ponerse en pie después de recibir un golpe tan duro. Nueva Orleans tiene un teatro precioso que pudimos utilizar en varias escenas".

El diseñador de producción William Arnold añade que en Luisiana hay paisajes muy adecuados para la película: "Los enormes robles en la calle de Darren nos permitieron dar la sensación de un barrio americano de clase media, pero se convirtieron en un leitmotiv en El circo de los extraños. Por ejemplo, en la escena del cementerio, añaden un toque espeluznante. Lo mismo pasa en el campamento del Circo. Queríamos rodar debajo de esos robles centenarios y usar la luz que se filtra a través de sus hojas".

El realizador decidió muy al principio de la preproducción que un teatro ruinoso situado a las afueras de la ciudad sería el lugar donde Darren y Steve tienen el primer contacto con el mundo del Circo. "Hay algo palpablemente secreto en este Circo", dice Lauren Shuler Donner. "Encontramos un teatro semiabandonado que había sufrido muchos daños durante el huracán Katrina. Era exactamente lo que buscábamos: un escenario elevado y decoraciones complicadas".

Camino del Circo, Darren cruza los puentes de City Park, en Nueva Orleans. A la hora de diseñar el circo ambulante y el lugar donde viven las extrañas criaturas, el equipo de decoración transformó un antiguo almacén de ultramarinos. Dado que los exteriores son nocturnos en su mayoría, todo debía parecer sombrío y misterioso. Además, al rodar con actores menores de 18 años, los cineastas estaban obligados a respetar un horario muy estricto. En vez de rodar de noche, fue más simple filmar en interiores, lo que permitía al diseñador de producción y al director de fotografía controlar la iluminación y la filmación con más facilidad.

William Arnold y Paul Weitz tenían muy claro que cada tienda, cada barraca, cada caravana debía reflejar la personalidad de la criatura que la ocupaba. El público descubriría un mundo totalmente diferente de la mano de Darren.

Ewan Leslie dice: "Para Darren, descubrir El circo de los extraños es un poco como descubrir el pueblo de Brigadoon. El Circo está escondido, protegido. Todas las caravanas tienen algo, un detalle especial. Por ejemplo, sale agua de la cabaña del "sireno"; la tienda de Evra parece estar cubierta de escamas. Se ha invertido mucha atención en los detalles".

"No se había visto nada parecido", añade la productora Lauren Shuler Donner. "Cada tienda está muy elaborada; además, Paul quería colores brillantes, saturados. Nada más llegar, Darren se da cuenta de que es un lugar interesante".

Antes de convertirse en vampiro, Darren será enterrado a dos metros bajo tierra, de donde le sacará Larten Crepsley. Para rodar la escena, el equipo y los actores se desplazaron a Baton Rouge, una ciudad que está a una hora y media de Nueva Orleans. El productor Andrew Miano explica por qué: "Nueva Orleans está situada al nivel del mar. En los cementerios, todas las tumbas están por encima de la superficie, son mausoleos. No se puede cavar, enseguida se encuentra agua, aunque no llueva. Baton Rouge no tiene ese problema".

A pesar de las reticencias de algunos miembros del reparto y del equipo, acabaron rodando en un cementerio a las tres de la mañana. "Para ver a los actores corriendo por un cementerio en medio de las tumbas es necesario rodar en un cementerio de verdad. Un plató no sirve. Sería demasiado costoso recrear el espacio de un cementerio", sigue diciendo el productor.


El vuelo con arneses: Los trucos físicos en El circo de los extraños
Desde trepar a toda velocidad por fachadas de edificios, pasando por ser expelido de una tumba, a luchar en un teatro medio derruido, los actores debieron demostrar que estaban en plena forma. Los vampiros y vampanezes son criaturas tremendamente rápidas, luchan usando unas uñas muy afiladas y son capaces de tirar a un oponente con enorme fuerza.

Una de las escenas clave es la lucha en el cementerio entre Crepsley y Murlaugh por la posesión de Darren Shan, el "escogido". Parte de la escena se rodó en el cementerio de Baton Rouge en plena noche, y otra, en un plató. Crepsley y Murlaugh entran en la tumba, y Darren sólo tiene una idea, salir de allí como sea. En un momento dado, cuando Crepsley salva a Darren tirándole a una altura de cinco metros, el actor fue alzado en el aire mediante un arnés que le depositó en otra zona del cementerio.

Por fin se ve el famoso movimiento "flitting" de los vampiros cuando se mueven a velocidades supersónicas. John C. Reilly dice: "Es un medio de locomoción muy rápido, propio de los vampiros. Respiran hondo, se ponen en movimiento y se vuelven borrosos. Desde la perspectiva del vampiro, el mundo parece detenerse".

Muy al principio del rodaje, Chris Massoglia y John C. Reilly se pasaron una tarde en dos arneses para que Darren y Crepsley trepasen por la pared del hospital para llegar a la habitación de Steve.

Para simular el ataque de Octa contra Steve en el pasillo del instituto, el equipo de efectos especiales se sirvió de un haz láser. Octa salta y se mete en la camisa del chico. "Cuando está debajo de mi camisa", explica Josh Hutcherson, "usaron una maquinita con control remoto. Tenía unos hilos que me pasaban por la espalda y las piernas; un marionetista se colocó detrás de mí y la manipulaba para que pareciera que Octa y sus múltiples patas se arrastraban sobre mi piel".

La primera pelea entre Darren y Steve tiene lugar en el mismo teatro donde los adolescentes vieron el espectáculo dEl circo de los extraños. Los dos ex amigos se lanzan a una lucha a muerte colgados de arneses. Recordando la experiencia, Chris Massoglia dice, riendo: "Me pasé la mayoría del tiempo atado a un arnés mientras me lanzaban al aire. Básicamente, fui un instrumento. Ya se sabe, el tío al que dan palizas, tiran al aire y que se cae de edificios. Pero me lo pasé muy bien".