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  Los sustitutos  (Surrogates)
  Dirigida por Jonathan Mostow
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Thriller de acción dirigido por Jonathan Mostow ("Terminator 3: Rise of the Machines" [Terminator 3: La rebelión de las máquinas], "Breakdown"), protagonizada también por RADHA MITCHELL, ROSAMUND PIKE, BORIS KODJOE, JAMES FRANCIS GINTY, MICHAEL CUDLITZ, JAMES CROMWELL y VING RHAMES.

"Surrogates" (Los sustitutos) está producida por David Hoberman y Todd Lieberman de Mandeville Film ("The Proposal" [La Proposición], "Traitor" [Traidor], "Wild Hogs" [Cerdos Salvajes]) junto con Max Handelman de Brownstone Productions. Los productores ejecutivos son David Nicksay ("Legally Blonde" [Una rubia muy legal], "The Negotiator" [Negociador], "Robin Hood: Prince of Thieves" [Robin Hood, Príncipe de los ladrones]) y Elizabeth Banks de Brownstone Productions (créditos: "Zack and Miri Make a Porno [¿Hacemos una porno?]", "W.", "The 40-Year-Old Virgin" [Virgen a los 40]). El guión es obra de John Brancato & Michael Ferris ("Terminator 3: Rise of the Machines" [Terminator 3: La rebelión de las máquinas], "The Game" [Entre el amor y el juego]), basada en la famosa e imaginativa novela gráfica de Top Shelf Comix de Robert Venditti y Brett Weldele.

El equipo creativo incluye a la diseñadora de producción Jeff Mann ("Terminator 3: Rise of the Machines" [Terminator 3: La rebelión de las máquinas], "Transformers", "Gone in Sixty Seconds" Sesenta segundos]), a la diseñadora de vestuario galardonada con un premio Emmy, April Ferry ("Terminator 3: Rise of the Machines [Terminator 3: La rebelión de las máquinas]," "U-571", "Rome" de HBO), al veterano director de fotografía Oliver Wood (la trilogía "The Bourne", "Fantastic Four" [Los Cuatro Fantásticos], "U-571"), el avezado montador Kevin Stitt ("The Kingdom" [El Reino], "Cloverfield" [Monstruoso], "Breakdown") y al supervisor de efectos visuales galardonado con un Oscar®, Mark Stetson ("Superman Returns" [El Regreso de Superman], "2010", "Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring" [El señor de los anillos: la comunidad del anillo]). Detrás de las cámaras, el equipo está compuesto por otros tres galardonados a los premios de la Academia®: maquillaje, Howard Berger ("The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe" [Crónicas de Narnia: El León, La Bruja y el Armario], "Transformers", "Grind House"), maquillaje, Jeff Dawn ("Terminator 2: Judgment Day" [Terminator 2: El juicio final], "Terminator 3: Rise of the Machines" [Terminator 3: La rebelión de las máquinas], "Batman & Robin") y diseño de sonido, Jon Johnson ("U-571", "Breakdown").

"Surrogates" (Los Sustitutos) se rodó en Massachusetts, principalmente en Boston y alrededores.


El nacimiento de Surrogates (Los sustitutos)
El futuro ya está aquí

Primero fue el ordenador. Luego el correo electrónico, los teléfonos móviles diminutos e Internet. Y hoy sustitutos robotizados tremendamente sexy que reemplazan a sus menos atractivos sustituidos. Gente normal que ya no tiene que aventurarse en el mundo real. Nos preguntamos si en el mundo de "Surrogates" (Los sustitutos) la tecnología no ha ido demasiado lejos.

"La premisa de la película es que la sustitución se ha apoderado del mundo como lo han hecho los teléfonos móviles y los ordenadores", afirma el director Jonathan Mostow. "Los sustitutos son nuevos dispositivos que ofrecen a los usuarios la oportunidad de vivir la vida a través de otro desde la comodidad y la seguridad de sus hogares. En nuestra película, los sustitutos representan la liberación máxima, es decir la desaparición del dolor físico y del desgaste mental de la vida diaria. El placer es tan fácil como enchufar un aparato.

"Para algunos, la sustitución significa la renuncia a la humanidad", añade Mostow. "En un mundo donde el contacto físico es cada vez más raro, ¿está en peligro el verdadero significado del amor? Estas son algunas de las ideas que exploramos en nuestra historia".

El autor novel Robert Venditti empezó a darle vuelta a estas ideas mientras trabajaba en Top Shelf Publications en su almacén a las afueras de Atlanta. Venditti quería darle un nuevo giro a la novela gráfica y recordó un libro de sociología que había leído para uno de sus cursos universitarios que recogía "un verdadero estudio sobre gente que jugaba uno de esos primeros videojuegos de tipo comunitarios", dice Venditti. "Me fascinó cuánto se implicaba esa gente en el juego, creando esos personajes que les sustituyen. Llegaban a identificarse tanto con ellos que perdían sus trabajos, rompían sus matrimonios, porque no podían separar sus vidas de las de esos personajes que habían creado. Fue una idea que me chocó muchísimo. Reflejaba el deseo humano de convertirse en algo que no se es".

El autor fue desarrollando su idea pensando en las razones que podían empujar a una persona a utilizar un sustituto. "Mi idea era crear un personaje que fuera a trabajar y que ganara dinero en tu lugar, una razón muy práctica para tener un sustituto. Consideré la idea de alguien mucho mejor, según la cual estos sustitutos representan el paradigma de la cirugía estética al permitirte ser joven para siempre, o más atlético, es decir con la apariencia que siempre has soñado tener".

"La historia versaba sobre tecnología contra humanidad", afirma el productor Hoberman. Y añade: "Yo he llegado muy tarde a los ordenadores, a Internet, al mail y a los iPhones. Hasta hace poco no sabía nada de todo eso. Esta historia aborda de forma fascinante lo que pasaría si todo el mundo viviera dentro de un ordenador y fuera de él sus vidas las vivieran otros. Apunta hacia dónde se dirige la tecnología. Creo que también aborda el tema de la cirugía plástica y las cosas que la gente hace con su cuerpo. Me pareció una idea muy interesante para una película".

Bruce Willis ("Die Hard" [La jungla de cristal], "Twelve Monkeys" [Doce monos], "The Sixth Sense" [El sexto sentido]) y Radha Mitchell ("Man on Fire" [El fuego de la venganza], "Melinda and Melinda" [Melinda y Melinda], "Pitch Black") son los agentes del FBI Thomas Greer y Jennifer Peters, que acaban de formar equipo para investigar un asesinato. Es el primer asesinato que se produce en su utópica sociedad y desencadena preguntas sobre la ética de la tecnología de los sustitutos y sobre el futuro de la sociedad.

Mostow afirma: "La película es un historia de suspense, una de detectives en la que Bruce Willis interpreta a un agente del FBI cuya investigación sobre un misterioso asesinato va a encontrar al héroe que se enfrenta a una conspiración que pone en cuestión la definición de la palabra humanidad".

"Es una fábula sobre cómo vive la gente sus vidas en nuestro mundo actual dominado por la tecnología", añade Hoberman.

En la película, el Dr. Lionel Canter es un multimillonario solitario y un genio del famoso MIT (Massachusetts Institute of Technology) cuyos asombrosos experimentos le han permitido crear una población de sustitutos. Confinado a una silla de ruedas, Canter empezó experimentado con prótesis cuando estaba en el MIT. Su investigación le llevó a inventar una nueva tecnología que permitía descodificar los impulsos cerebrales y transferirlos como señales a seres humanos sintéticos. Estos "sustitutos" que funcionan por control remoto se distinguen de sus homólogos de carne y hueso sobre todo por su perfección física. Cada sustituto está directamente vinculado a un ser humano, a unas calles o a unos cientos de kilómetros de distancia, que controla a sus replicantes neurológicamente. Sin una mente humana que envíe y reciba impulsos mientras están sentados en un dispositivo especial llamado "silla de estimulación", estos dobles robotizados están totalmente inertes.

Así es cómo nació el mundo de los sustitutos que aplauden millones y que desprecian otros. Ving Rhames ("Pulp Fiction", "Mission: Impossible" [Misión imposible], "Con Air" [Convictos en el aire]) encarna al Profeta, el líder de un grupo de ciudadanos descontentos que se oponen con pasión a la atrocidad de este estilo de vida tecnológico.

"La idea principal de 'Sustitutos' es cómo conservamos nuestra humanidad en este trepidante mundo cada vez más tecnológico en el que vivimos", declara Mostow. "La tecnología es algo fantástico. La fantasía de la tecnología es que nos permite ser creativos, productivos y hacer todo tipo de cosas maravillosas. El lado malo es que en cierto sentido nos convertimos en esclavos. Estamos atados a nuestros teléfonos móviles, a nuestras BlackBerries. Es genial tener email, pero cuando pasas horas todos los días escribiendo y contestando emails se convierte en una obligación. Así que estas nuevas oportunidades y posibilidades llegan a limitar tu libertad".

"La tecnología se convierte en un estilo de vida", dice el productor Todd Liebermann. Y añade: "Es algo que ocurre muy a menudo con la tecnología. Invade la sociedad y la gente dependa de ella para vivir. ¿Qué haríamos hoy sin Internet? ¿Sin teléfonos móviles? Es difícil de imaginar. En este mundo, ¿qué haríamos sin sustitutos?"

"La historia quiere suscitar este tipo de preguntas", termina diciendo Vendetti. "No conozco las respuestas a esas preguntas. Cuando escribí la historia quería que la gente viera lo bueno y lo malo que ofrecen los sustitutos a la sociedad. En última instancia, quería que los lectores decidieran por ellos mismos".


Trasladando a los "Sustitutos" a la gran pantalla
Una novela gráfica se convierte en una película

El productor Max Handelman, un aficionado a los comics, compró los derechos de la novela gráfica a Vendetti. Este tipo de temas le apasionan. "La historia se desarrolla a un ritmo vertiginoso y permite imaginar algo que podría formar parte de nuestra sociedad algún día. ¿Vamos a tener todos nuestros sustitutos? Seguramente no. Pero es una excelente metáfora de la dependencia cada vez mayor que tiene nuestra sociedad con respecto a la tecnología y el crecimiento de la comunicación virtual".

Handelman le enseñó el comic a un amigo de la universidad, el veterano productor Todd Lieberman, que es socio de David Hoberman, otro prestigioso productor y ejecutivo en Mandeville Films.

"Estaba buscando algo novedoso, vanguardista, una historia de cine negro y encontré lo que buscaba en la historia de Robert", dice Lieberman. "La película empieza con dos personas muy atractivas fuera de un club. De repente otro tipo se acerca y caen muertos. No tienes ni idea de lo que está pasando. Entonces surge un detective, el personaje de Bruce Willis, y su compañera. Y comprendes rápidamente que viven en un mundo que no es el nuestro.

"Las dos personas asesinadas son en realidad sustitutos", continúa Lieberman. "No sólo han acabado con los sustitutos sino que la gente que los controla desde casa también han sido asesinadas, un hecho que no había ocurrido nunca en la historia de los sustitutos. El mundo de los sustitutos está en peligro porque la piedra angular de esta tecnología es que garantiza la seguridad del usuario".

Jonathan Mostow accedió a dirigir la película. John Brancato and Michael Ferris ("Terminator 3: Rise of the Machines" [Terminator 3: la rebelión de las máquinas], el telefilm de 1991, "Flight of Black Angel"), guionistas con los que había colaborado en muchas ocasiones, fueron escogidos para escribir el guión. Así que la película se convirtió en un reencuentro profesional de antiguos alumnos de la Universidad de Harvard.

"En cuanto Mike y yo leímos la novela gráfica, nos dimos cuenta de que había una gran película", dice Brancato. "El concepto de sustitución es tremendamente moderno, una metáfora de Internet, de la cirugía estética, de la adicción, de los juegos de rol. Sin olvidar el concepto de exponer nuestras interioridades".

Para empaparse del ambiente que los guionistas querían reproducir en este universo actual/futurista en el que sólo habitan robots, la pareja empezó a investigar la tecnología que reflejara las ideas recogidas por Venditti en la novela gráfica.

Las investigaciones les condujeron a un científico japonés llamado Hiroshi Ishiguro, que ha estado utilizando una versión de sí mismo para dar conferencias en todo el mundo sin salir de su oficina en Osaka. También descubrieron un mono Rheusus en Carolina del Norte que a través de sus señales cerebrales logró hacer andar a un robot en Kyoto. La tecnología sigue mejorando y ofrece fantásticos adelantos de los que ya se benefician personas con enfermedades debilitantes crónicas.


Buscando el reparto de "Los sustitutos"
Bruce Willis se pone al mando

La lista de personajes de "Surrogates" (Los sustitutos) incluye robots idealizados así como humanos de verdad. La mayor parte del reparto interpreta a ambos.

Para dar vida al conflictivo agente del FBI de "Surrogates" (Los sustitutos), los realizadores se fijaron en Bruce Willis, la superestrella internacional. "Sin lugar a duda, es uno de los actores más grandes de su generación", afirma Mostow. Y añade: "Tiene una intuición especial y única para hacer películas con temáticas con potencial para convertirse en clásicas. En este caso se trata de una realidad alternativa, pero consigue que parezca creíble. Tiene un talento descomunal".

"El secreto de Bruce es que interpreta fantásticamente bien a un poli pero al mismo tiempo interpreta igual de bien a un hombre corriente", dice Hoberman. "Tanto desde una perspectiva filosófica y teórica, ese es su personaje. A medida que discurre su aventura, descubre el conflicto entre sustitución y humanidad. Y eso lleva a su personaje a sufrir una profunda crisis. La película también tiene acción y todos los ingredientes que la gente quiere ver en una película de Bruce Willis".

"En la película, la humanidad se refleja en el personaje de Bruce", dice Mostow. "Igual que todo el mundo, en su vida diaria utiliza esta tecnología. Es un agente del FBI que se queda en casa, en la seguridad de su apartamento, y permite a su sustituto robotizado que salga al exterior para realiza todas estas peligrosas tareas que implica su trabajo. En cierto momento pierde a su sustituto y se ve obligado a salir él mismo al exterior para volver a vivir la vida de un ser humano en un mundo totalmente robotizado y mecanizado por la tecnología.

"Al mismo tiempo descubre sentimientos que seguían en su interior sobre el distanciamiento con su mujer, que es adicta a la utilización de su sustituto", dice el director. Y continúa: "Es un hombre que se enfrenta a una crisis existencial. Cuando empieza a vivir como un ser humano se da cuenta de lo retorcido que es el mundo. Y comienza a ver las cosas de forma totalmente diferente".

"Veo a Greer como a alguien que ha vivido y que ha adoptado durante un tiempo el mundo de los sustitutos", añade el productor David Hoberman. "Cuando su sustituto resulta destruido y no puede hacerse con otro, se convierte en un hombre, en un ser humano que sale al mundo exterior. Es entonces cuando tendrá que tomar una decisión".

Los realizadores ficharon a la actriz australiana Radha Mitchell para interpretar a Jennifer Peters, la compañera del FBI de Greer. "Peters es un personaje interesante porque en la película encarna a tres personas diferentes", dice el productor Lierberman. Y añade: "Es la sustituta de Peters que es una poli novata y bastante inocente, la compañera de Greer. Está el personaje real de Peters, una desaliñada versión de la sustituta, una pintora, una especie de artista. Y hay una tercera persona que forma parte del misterio. Para Radha fue un verdadero reto ya que tuvo que interpretar los cambios sutiles de estas tres versiones de su personaje".

"Contratar a Radha fue una elección muy acertada", dice Hoberman. "Tiene mucho pedigrí. La habíamos visto en 'Finding Neverland' (Descubriendo el País de Nunca Jamás), 'Man on Fire' (El fuego de la venganza) y 'Feast of Love' (El juego del amor) que dirigió Robert Benton. Es una gran actriz y además es guapísima. Así que encajaba perfectamente en el papel".

"El concepto de identidad se pone todo el tiempo en cuestión a través del personaje de Jennifer Peters", dice la propia Mitchell. "Es un personaje interesantísimo, o debería decir personajes. ¿Quién es Jennifer Peters? Es un personaje que está en casa sentada en una silla de estimulación, alguien cuya identidad humano no conocemos. Tiene el pelo castaño, una piel bastante fea, un trasero gordo, unos dientes muy curiosos y el pelo grasiento. No quiere abandonar nunca esa realidad ficticia en la que vive así que vive la vida a través de este robot que es un agente del FBI. Vemos a su sustituta que también es Jennifer Peters.

"Es un poco confuso pero fascinante. Es bastante difícil interpretar a un robot con la misma voz y los mismos movimientos de tu personaje humano, a pesar de que la motivación de ese robot cambia la caracterización", continúa diciendo Mitchell.

"Tu sustituto puede tener el aspecto que quieras", dice el director Mostow. "Para conservar la estabilidad psicológica, la mayoría de los usuarios escogen sustitutos que se parecen algo a ellos, aunque son mucho más guapos y perfectos. Los más aventureros pueden optar por cuerpos totalmente diferentes, una nueva raza o sexo. Los que disponen de menos dinero pueden adquirir sustitutos genéricos a los que les falta la expresividad y los detalles faciales de las unidades más caras".

Rosamund Pike fue contratada para encarnar a Maggie, la esposa de Greer obsesionada con los sustitutos. "Maggie es bellísima, pero sólo ve las imperfecciones", dice Hoberban. "Cuando se mira al espejo sólo quiere ver belleza. Para Greer la belleza es lo que está en el interior, no lo que se ve desde el exterior. Se enamoró ella por lo que era, no por su aspecto".

"Greer y Maggie son un pareja muy real que han perdido un hijo. Él se sumerge en el trabajo así que ella se queda sola", dice Pike. "Ella se siente tan mal, tan inútil, que la sustitución le ofrece la perfección. Su relación se convierte en la de dos robots, no de de dos personas de verdad".

"Su relación es el alma de la película", añade Hoberman. "Empezamos con dos personas que afrontan de forma diferente la muerte de un hijo, lo que ocurre durante la llegada de los sustitutos".

"La idea de la sustitución conlleva un tipo de mundo original y estrafalario", dice Pike. "En ciertos sentidos habla de las adicciones y de la paranoia de la imagen. En otros sentidos es una historia muy humana. Maggie y la relación de Greer son el núcleo de esa lucha entre perfección y realidad".

Para Pike, la sustituta de Maggie tenía el aspecto de una "azafata de los años cincuenta, con esos vestididos que llevaban en la Pan Am". Y añade: "Su homólogo humano era mucho menos atractiva. Te sientes bastante vulnerable cuando dejas a la luz todas las imperfecciones".

Para encarnar el papel de Canter, la mente pensante detrás del fenómeno de los sustitutos, los realizadores pensaron en dos actores: James Francis Ginty, que da vida a la versión joven de Canter, y James Cromwell que da vida a Canter de mayor.

"La idea de Canter es la de esta hombre envejecido con una enfermedad crónica que vive postrado en una silla de ruedas, que también hace las veces de silla de estimulación", dice el director Mostow. "El fondo de la historia es que Canter, creador de la sustitución, cree que el experimento ha ido mucho más lejos de sus objetivos originales".

"Canter no es un Mesías", dice Ginty. Y añade: "De hecho, creo que su verdadera motivación era muy egoísta. Cuando era niño sufrió una terrible enfermedad. Debido a esa experiencia, dedicó todas sus energías a mejorar el mundo. Por esa razón creó los sustitutos, para ayudar a la gente enferma".

"¡Qué cosa puede ser mejor que dar ese regalo a la gente que no puede vivir vidas normales!", afirma el productor Hoberman. Y añade: "Cante pensó que eso ayudaría a los agentes del orden público y a los soldados para que no tuvieran que morir. Estarían a salvo mientras sus sustitutos se destrozaban en el campo de batalla. Pero una gran corporación compró la tecnología y la puso a disposición de todo el mundo. Canter cree que la tecnología de la sustitución se le ha ido de las manos".

En el otro lado de la polémica de los sustitutos hay un vidente loco que se hace llamar El Profeta. "Es un personaje fascinante porque encarna a ese tipo de figura mitológica al que siguen todos estos seres humanos", dice el productor Lieberman. "Predica la defensa de la humanidad, la antitecnología, la lucha contra los sustitutos".

Los realizadores acudieron a Ving Rhames para que protagonizase este personaje apasionado. "Ving Rhames es un actor fabuloso con una presencia imponente que era perfecta para el papel", dice Lieberman. "Respira fuerza y liderazgo".

Hoberman añade: "Ving es un actor potente con una gran voz. Además creímos que daría muy bien la réplica a Bruce".

"El Profeta es un líder de culto que representa a esta facción de personas que están en contra del uso de sustitutos, ya sea por motivos religiosos o incluso económicos", dice el escrito Venditti. "Estos ciudadanos desprovistos de derechos no forman parte de la cultura de los sustitutos, así que viven en la ilegalidad en un lugar llamado "La Reserva" donde viven los seres humanos que han decidido apartarse de ese mundo tecnológico".

Para redondear el reparto están Boris Kodjoe en el papel del supervisor del FBI Andrew Stone, Michael Cudlitz como el Coronel Brendon, y Jack Noseworthy que encarna al matón Strickland que hace de puente en la historia.

"En este siglo XXI de cambios trepidantes, donde los cambios tecnológicos de Internet y todo lo demás transcurre a una velocidad pasmosa, la gente siente una gran ansiedad intentando adaptarse a ese entorno", dice Mostow. "Y de eso habla esta historia de sustitutos. Se convierte en una alegoría de la vida en esta era tecnológica. La gente se identifica inmediatamente con los distintos aspectos de la historia porque lo ven en sus propias vidas".


Convertir a "Los sustitutos" en una realidad
En el rodaje con un veterano de las bambalinas

"Surrogates" (Los sustitutos) marcó una especie de regreso a casa para el director Mostow, que nació en Connecticut y se graduó en la Universidad de Harvard hace 25 años.

La película se rodó en diversos barrios de Boston como el Leather District, el Financial District, South End, Chestnut Hill, y la sede su alma mater, Cambridge, entre otros. Además Mostow también rodó en barrios a las afueras de Boston como Worcester, donde se encuentra la sede del FBI en el juzgado del centro de la ciudad; Taunton—su abandonada institución mental, el Dever State Hospital, acogió la comuna de la Reserva del Profeta, y Hopedale, donde el la antigua fábrica Draper Mill sirvió de escenario para las escenas más álgidas de la cinta.

El productor Hoberman afirma: "Lo interesante de Boston, desde el punto de vista de un realizador, son las estructuras y los edificios históricos que se construyeron en los años 1800. Tiene la clásica arquitectura norteamericana de piedra y ladrido junto a estos enorme monolitos de cristal. Y Boston es la ciudad norteamericana que mejor ha sabido integrar lo antiguo y lo moderno. Nuestra historia no es especialmente futurista, se desarrolla más bien en el presente. Y Boston, con su arquitectura, ofrece ese maridaje de pasado y futuro que encajaba con nuestra historia".

Para crear ese mundo imaginado en el que la tecnología compite con la humanidad, Mostow contrató a los mejores veteranos de la industria como el diseñador de producción Jeff Mann y su departamento artístico, en particular el decorador de plató Fainche MacCarthy.

"Una de las cosas que más me gustó de esta película es el amplio abanico de diseños, platós, localizaciones y entornos que creamos y visitamos", dice Mostow. "En lo que se refiere a los diseños, tardamos seis meses en empezar a construir. Queríamos que todo estuviera basado en la lógica, que resultase satisfactoria para mí y para Jeff Mann, nuestro diseñador de producción. Invertimos mucho trabajo y es innegable que todas estas personas de enorme talento hicieron un gran trabajo".

"Este mundo es excitante, interesante y visceral", dice Mann. "La novela gráfica es un poco siniestra, una historia oscura que se desarrolla en un entorno futurista. En la película, la historia transcurre en un mundo paralelo. Esta tecnología de la sustitución está muy avanzada, pero los sustitutos de nuestra historia son herramientas. Los que los hacen funcionar son plenamente responsables de los actos de esta máquina, como si se tratase de cualquier otra máquina".

Mann diseñó para la película varios platós de grandes dimensiones, sobre todo el hábitat de DMZ donde un grupo de humanos renegados se han refugiado huyendo de ese mundo tecnológico desprovisto de humanidad y sensibilidad.

Ahí, es donde se desarrolla una de las secuencias centrales de la historia, en un gigantesco laberinto de containers de mercancías viejos y oxidados apilados unos encima de los otros como si fueran enormes bloques de construcción destruidos por un gigantesco terremoto. Un páramo apocalíptico que rodea una fábrica abandonada hace tres décadas constituye el telón de fondo de una sociedad que Mann denominada "extremadamente lóbrega".

"La zona de DMZ es una especie de barrio marginal", dice Mann. "Es una especie de área de comercio para los Dreads, donde reciclan o recuperan hilo de cobre. Utilizan estas cosas para trapichear en el mundo de los sustitutos y sobrevivir para en su estado aislado".

"La DMZ es una especie de zona de guerra que rodea la Reserva donde viven los Dreads desconectados de la sociedad", dice Mostow. "Estaba lleno de vehículos quemados donde esas personas intentan sobrevivir fabricando cosas que les permitan subsistir. Este, junto con la Reserva, son los dos platós que ayudarán a que la película sea una experiencia fantástica para el público".

Como contraste a este telón de fondo post-apocalíptico estaba la serenidad del Dever State Hospital, una instalación hospitalaria abandonada en Taunton, al sur de la ciudad, que se convirtió en el perfecto escenario para la comuna de la Reserva del Profeta donde los Dreads viven una vida parecida a la de los años 30 y 40", dice Hoberman. "Una vida más sencilla, sin tecnología, donde los seres humanos cultivan sus propios alimentos".

"Tenía ese aspecto urbano que caracteriza las afueras de las ciudades", añade Mann. "Es como si la naturaleza lo quisiera recuperar. Instalamos paneles solares en los tejados y creamos esos aljibes para recoger agua de lluvia. También plantamos huertas como si fuera espacios verdes públicos".

El lugar donde los sustitutos iban a hacerse sus lifitings robóticos se reprodujo en el Leather District, en el centro de Boston en una fábrica de sillas que en la película se convirtió en el salón de belleza de Maggie.

"Maggie es una esteticista y en este mundo la belleza implica tecnología", dice Rosamund Pike al referirse a su personaje. "Mi salón de belleza es casi como un taller de chapa para coches. Hacemos cosas como pulidos con chorros de arena, lo llamamos belleza industrial".

El equipo de Fainche MacCarthy decoró el plató con herramientas y lijadoras, todas con mangos de color rosa.

"Hay una escena en la que Rosamund que ha llegado para una sustitución de cara", dice el maquillador Howard Berger, especializado en prótesis. "Construimos una réplica de la actriz que tenía que cambiar de aspecto. Era una capa de silicona muy fina que se adaptaba a la parte superior del torso de la actriz. Cuando se quita la capa, aparece la estructura metálica del robot. El creador fue Mark Stetson, del departamento de efectos visuales".

Una de las obras más asombrosas de Mann fue la "silla de estimulación", el mecanismo con el que los humanos manejan sus dobles robóticos. "Las sillas de estimulación fueron un verdadero reto porque no quería que parecieran sillones de dentista", dice Mann. "Es un confortable sillón con sensores que articulan las reacciones nerviosas y transmiten otros estímulos musculares".

"En el guión, el concepto inicial de la silla de estimulación era este confortable asiento en donde estabas conectado a los cables y a los electrodos", añade Mostow. "No queríamos algo que pareciera claustrofóbico, así que se me ocurrió que se pareciera a un sillón de masajes, lo que crea una sensación de relajación. Y hay láseres que leen la temperatura de la piel, los movimientos del cuerpo y los impulsos neurológicos. Lo único que hay que llevar son unos cascos que se parecen a los dispositivos Bluetooth. La idea era crear un sitio en el que cualquiera pudiera permanecer sentado 16 horas al día".

Para completar la silla de estimulación, Mann también fabricó otra pieza clave para el plató: la base de recarga. "Cuando compras tu sustituto, lo recibes en este container que es la vez el container que sirve para transportarlo y la base para recargarlo", dice Mostow. "Así que al final del día, vuelves a casa y te conectas a tu base de recarga para recargarte".

El aspecto robótico del reparto principal y de los cientos de extras que aparecen en la película fue obra de los dos departamentos de maquillaje: el maquillaje principal bajo la batuta de Jeff Dawn, ganador de un Oscar® ("Terminator 2: Judgment Day" [Terminator 2: El juicio final]), y los diseños especiales de prótesis cortesía de Berger, otro ganador de un Oscar ("The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe" [Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario]).

Debido a que la mayoría del reparto principal interpreta dos o más versiones de sus personajes, Dawn y Berger utilizaron su enorme experiencia para distinguir entre los sustitutos perfectos y sus bastante imperfectos homólogos.

"En esta película, lo más complicado desde el primer día fue el maquillaje y el pelo que sirven para diferenciar a un humano de un sustituto", dice Dawn. ¿Los Sustitutos son de plástico? ¿Son hiperrealistas? ¿Tienen mejor aspecto que la gente guapa normal? El reto era que la gente que ya es guapa tuviese un aspecto realmente espectacular en cada toma.

"La idea de los sustitutos afecta a la vanidad que todos llevamos dentro, sobre todo en esta industria", continúa diciendo Dawn. "Afecta a los avances tecnológicos que hemos hecho en las últimas décadas. Al combinar ambas cosas, el resultado es un producto perfecto, el hombre perfecto. Se puede ser más joven, más alto o más guapo".

Dawn afirma que Willis no tuvo ningún problema en aceptar su propia piel, incluso cuando los artesanos añadieron detalles poco favorecedores. "El personaje humano de Greer es un poco más viejo, más tosco, más arrugado", dice Dawn. "Y Bruce lo hizo genial. Cuando necesitaba añadir unos años, unas arrugas, una barba canosa, no le importaba nada. Y cuando el sustituto Bruce tenía que ser perfecto, lo conseguimos utilizando una peluca de pelo rubio y esas cejas rubias".

Berger, el maquillador especializado en prótesis necesitaba descifrar la evolución de los sustitutos para diseñar un juego completo de maquillajes y de marionetas animatrónicas para la película.

"Era muy difícil imaginar cómo evolucionan los sustitutos", afirma. Y añade: "Me senté con Jeff Mann y Jonathan para crear ideas y nos vinieron a la mente muchas preguntas. ¿Son más robóticos? ¿Están hechos de plástico o de metal? ¿Su piel es de silicona? ¿Tienen algo orgánico? ¿Son de fibra de carbono? Lo más importante era saber cómo era el endoesqueleto. ¿Qué hay dentro de un sustituto? Son todos sintéticos, hechos de plástico y de fibra de carbono. Totalmente mecánicos. Robots".

Algunos de los diseños únicos de Berger incluyeron el cadáver crucificado del sustituto Greer después de su destrucción; las heridas de bala que revelan gráficamente las tripas mecánicas de los dobles mecánicos—la vaselina y el colorante verde para comida sirvió para reproducir el fluido que circula por los sustitutos; y ocho marionetas animatrónicas que manejan los monitores de vigilancia dentro de la sede del FBI.

Elegir Boston para reproducir esta realidad paralela fue un verdadero reto para los gurús de los efectos visuales, que aquí estuvieron bajo la supervisión de Mark Stetson ganador de un Oscar® y nominado tres veces a este galardón. La película marcó el regreso de Stetson (elegido en 2006 uno de los "50 creadores de contenidos digitales de Hollywood por el Hollywood Reporter y el P.G.A.), otro oriundo de Massachusetts.

Stetson, que inició su carrera hace 30 años, dice que su papel en "Surrogates" (Los sustitutos) es el de un secundario. "Nuestro trabajo consistía en ayudar a integrar el concepto de sustitutos en la realidad diaria que refleja la película. La película discurre en el presente, así que intentamos incorporar algunas de las tecnologías más avanzadas en la historia dentro de las escenas del día a día para que todo pareciera más real".

Afirma: "Hacer una versión perfecta de un actor de esa talla era muy complicado". "Las diferencias entre el sustituto y su operario/propietario humano se basaban en la ropa y el maquillaje cuando estábamos rodando en el plató", afirma Stetson. "Realzamos esas diferencias con tecnologías de efectos visuales especiales que superan el límite de las técnicas utilizadas en el plató sirviéndonos de una combinación de composición 2D y técnicas 3D generadas por ordenador".

Mostow también acudió a los servicios del cámara Oliver Wood (trilogía del "Caso Bourne"), cuyo trabajo con la iluminación y la cámara sirvió para subrayar el claustrofóbico ambiente del thriller de la Segunda Guerra Mundial, "U-571", que le valió a Mostow un Oscar® en el año 2000. April Ferry ("Roma" de HBO) la diseñadora de vestuario ganadora de un Emmy®, regresaba para trabajar por tercera vez con el director. En esta ocasión creó mundos duales mediante una combinación de ropa comprada en tiendas y prendas hechas a medida que permiten distinguir con total claridad el estado de los sustitutos en comparación con los humanos. El director también contrató al veterano montador Kevin Stitt, que montó "Breakdown", el debut de Mostow en la gran pantalla hace diez años.