Wragby Hall, finca de los Chatterley, en plena región minera de Inglaterra. Octubre de 1921. Constance, lady Chatterley, y su marido Clifford llevan uno o dos años viviendo en Wragby. Cuatro años antes, varios meses después de su boda, Clifford, que por entonces era teniente del ejército británico, volvía destrozado del frente de Flandes, con la parte inferior de su cuerpo paralizada para siempre.
El invierno lo cubre todo. Constance pasa días monótonos, encerrada en su propia vida, su sentido del deber y su matrimonio con Clifford. Triste e indiferente a todo, se va vaciando poco a poco de sus fuerzas. Su hermana Hilda acude. Exige a Clifford que contrate a una enfermera para sus cuidados personales con tal de aligerar a Constance de esa pesada carga. La Sra. Bolton se instala en el castillo. Empieza una nueva vida.
Pronto llega la primavera. Fuera, la vegetación se despierta y los temblores tempranos de la naturaleza acompañan a Constance en sus primeros paseos por el bosque. Pero el bosque es también el territorio de Parkin, guardabosques de la finca.
Parkin vive apartado del mundo, en su casa en pleno bosque, en una soledad que se ha construido a conciencia. La película es la historia de ambos. La historia de la aparición del cuerpo de Parkin en el bosque de Wragby y su irrupción en la vida de Constance.
La historia de un encuentro, de una difícil vinculación, de un lento despertar de la sensualidad para ella, de un largo retorno a la vida para él. Pero una vez establecido el contacto, es largo el camino que les ha de conducir al amor verdadero. Porque, en la estela de su relación, tendrán que reinventar el mundo.