Protagonizada por el oscarizado actor Nicolas Cage (La búsqueda 2: El diario secreto, Leaving Las Vegas). Rose Byrne (Daños y perjuicios (Damages), Troya), Chandler Canterbury (El curioso caso de Benjamin Button) y Lara Robinson (Saved) completan el reparto de esta película de Alex Proyas (Yo, robot).
Señales del Futuro ha sido producida por Todd Black (The Great Debaters, En busca de la felicidad, The Taking Of Pelham 123), Jason Blumenthal (En busca de la felicidad, The Taking Of Pelham 123, Alex & Emma), Steve Tisch (En busca de la felicidad, The Taking Of Pelham 123) y Topher Dow (Yo, robot). El guión ha corrido a cuenta de Alex Proyas, Stuart Hazeldine (Riverworld), Ryne Douglas Pearson (Mercury Rising (Al rojo vivo)), Juliet Snowden y Stiles White (The Need, Boogeyman, la puerta del miedo) y Simon Duggan (La jungla 4.0) se ha encargado de la fotografía. La película ha sido montada por Richard Learoyd (Yo, robot, Fearless) y ha contado con Steven Jones- Evans (Ned Kelly) como diseñador de producción.
La producción
En Señales del Futuro, un padre viudo intenta desesperadamente proteger a su hijo de las predicciones escritas hace medio siglo por una alumna de primaria en un mensaje cifrado y evitar así un terrible desastre global. Desde que supieron de la idea del guionista Ryne Douglas Pearson (Mercury Rising (Al rojo vivo)), los socios productores Jason Blumenthal y Todd Black sabían que tenían entre sus manos una historia inolvidable.
"Tardamos ocho años en desarrollar el guión", recuerda Blumenthal. "Lo compramos como una presentación original. A Ryne se le ocurrió la idea de una cápsula del tiempo, enterrada en los años cincuenta y desenterrada hoy en día, con una serie de predicciones que se han hecho realidad. En cuanto leímos la propuesta, sabíamos que se trataba de una historia muy especial".
Durante los últimos cinco años, estos dos socios han trabajando estrechamente con Alex Proyas, el aclamado director de Yo, Robot, para desarrollar la idea y convertirla en un largometraje. "Al trabajar con una presentación verbal o pitch nunca se sabe cómo va a quedar el guión final", comenta Blumenthal. "La historia ha variado un poco, pero no hemos tocado demasiado los temas principales. La noción de la cápsula del tiempo y las predicciones nos parecía muy interesante. Es una idea única que hemos utilizado para desarrollar algo diferente. Estamos tan emocionados hoy como hace ocho años y verlo por fin materializado después de tanto esfuerzo nos da muchísima satisfacción".
Proyas fue elegido como director para Señales del Futuro debido a su particular estilo de dirección, algo que ha afinado desde su rompedora película de 1994 El Cuervo. "Dimos en el clavo con Alex", dice Blumenthal. "Su visión cinematográfica sobrepasó cualquier expectativa que hubiéramos podido concebir sobre el papel. Ha combinado ideas científicas, espirituales y filosóficas para dar forma a un guión redondo".
Según Blumenthal, durante los ochos años que han trabajado en la película, han ocurrido cosas que han variado algunos de los aspectos más importantes de la película. En un principio le intrigaba el concepto de la cápsula del tiempo: "Recuerdo que se hablaba de ellas cuando era pequeño. Me parecían algo sacado de una película de ciencia-ficción, y cuando me enteré de que luego se abrían muchos años después me enganché totalmente. Cuando busco ideas para llevar al cine, suelo recurrir a elementos hacia los que siento un vínculo emocional, y eso me ocurrió con el tema que presentamos en este filme".
Durante el desarrollo del largo, la vida de Blumenthal dio un cambio radical. "Hace ocho años no era padre. Ahora tengo dos hijos pequeños. En el fondo, la película se ha convertido en una historia sobre un padre y su hijo. La familia es un elemento esencial tanto para mí como para otros miembros del equipo".
"Señales del Futuro es un thriller psicológico trepidante con efectos especiales que impactarán a los espectadores", comenta. "Pero va mucho más allá. La película lanza una pregunta universal: ¿Qué no harías por proteger a tu hijo? ¿Serías capaz de sacrificarlo todo? Es una idea muy intensa".
"La película es como una montaña rusa de emociones. Llena de sorpresa y de giros inesperados. Seguro que da pie a muchos debates, porque los espectadores van a querer comentar algunos de los conceptos que se presentan en el filme. No creo que puedan dejar de pensar en ellos al salir de la sala del cine. Para mí, esas son las mejores historias".
Para Proyas, la clave residía en encontrar un equilibro entre la acción trepidante y los efectos especiales de un thriller de altos vuelos y combinarlo con todas las emociones por las que pasan los personajes durante la película.
"Yo me enfrento a cada proyecto como si fuera una superproducción" dice. "Yo, Robot requirió de gran destreza técnica, pero cada película tiene su propio nivel de complejidad. Lo mejor de Señales del Futuro es que tiene un fondo de emociones y de interacción humana. Es una historia bastante real que trata cosas que podrían pasar. Todos los hechos que presentamos podrían acabar ocurriendo".
Para el actor Nicolas Cage, que interpreta al profesor John Koestler, este guión le recuerda a un clásico atemporal. "Me recordó a uno de los capítulos de la serie de Rod Serling "Twilight Zone (La dimensión desconocida)" porque es una historia sobrecogedora y potente" comenta. "Es un thriller de misterio y ciencia ficción, pero también presenta algunos momentos tremendamente dramáticos e intensos".
Rose Byrne da vida a Diana, y coincide en pensar que es difícil etiquetar a Señales del Futuro en un sólo género, una cualidad que ve como uno de los puntos fuertes de la película. "La trama teje una historia muy inteligente, y el concepto de la cápsula del tiempo es fascinante. Va mucho más allá de ser un thriller o una película de terror o de ciencia ficción. Es una combinación perfecta de todas esas cosas".
"Esta película podría incluso llegar a cambiar lo que piensa la gente", apunta Cage. "Recuerdo haber visto El síndrome de China de niño y gracias a ella comprendí que la energía nuclear era algo bastante peligroso, algo que había que respetar. Con esta película queremos llamar la atención y hacer que la gente se fije en asuntos sobre los que todos podemos hacer algo de una manera u otra. "
"La gente se plantea el fin del mundo", apunta. "De hecho, podríamos cargarnos la tierra nosotros mismos. Pero la cuestión es, ¿qué debemos hacer con esa responsabilidad?".
"Al público siempre le atraen las películas apocalípticas debido a los problemas medioambientales que azotan nuestro mundo" comenta Byrne. "El ser humano siempre ha sentido curiosidad por saber cuánto vivirá en este mundo", añade. "La gente lleva siglos intentando responder a esa gran pregunta. Ya sean mayas o musulmanes o hindúes, todos tienen una explicación sobre qué va a ocurrir".
Los realizadores esperan que Señales del Futuro sea una película que dé pie a debates que continúen más allá de la sala de cine. "La gente va al cine para ver una superproducción, para divertirse, para ver algo que no hayan visto nunca" apunta Blumenthal. "Y creo les damos todo eso y más en este filme".
"Espero que el público sienta la necesidad de llegar a sus propias conclusiones" añade. "La película tiene un final cerrado, pero sin duda dará lugar a grandes debates. Me encanta pensar que la película no se acaba con los créditos, sino que sigue en la mente de los espectadores al irse a casa. Quiero pensar que van a seguir charlando sobre ella en el metro, en el coche o de copas. Quiero que la gente hable sobre el filme, que se pregunten "¿Qué hubiera hecho yo en ese caso?". Seguro que los espectadores van a querer hablar sobre la película después de verla. Por eso sabía que era el tipo de película que quería hacer".
El casting
Con el director de sus sueños, un guión trepidante y un estudio dispuesto a financiar el proyecto, los realizadores se pusieron manos a la obra para dar con el protagonista. "Lo más importante era encontrar un actor que nos convenciera para interpretar al héroe de la película", comenta Blumenthal. "¿Quién se va a encargar de guiar a los espectadores en este viaje?".
El oscarizado actor Nicolas Cage, una estrella internacional de la gran pantalla, añade un toque de distinción a todos los proyectos en los que trabaja. Su entrega y dedicación le han convertido en uno de los actores más reclamados del mundo. "Siempre supimos que Nic Cage era la elección perfecta para este personaje" apunta Blumenthal. "Es un actor muy intenso, pero a la vez crea personajes accesibles, y eso es algo que no logran todos los actores. También creo que Nic comparte nuestra visión sobre muchos de los temas que se tocan en la película".
"Este personaje y la historia en general le llegan porque él tiene un hijo pequeño" comenta Blumenthal. "Entiende bien qué sensaciones tendría un padre que se ve obligado a tomar las decisiones que él toma".
"Por no decir que es una persona maravillosa y un actor increíble que consigue darle un toque de humanidad a todos los personajes que interpreta", prosigue Blumenthal, productor de El hombre del tiempo, también protagonizada por Cage. "Todo cuadró fenomenal porque Nic era muy fan de Alex y Alex es un gran admirador de Nic. A veces los planetas se alinean y todo encaja. Eso ocurrió con esta película".
Cage y Proyas no dudaron en participar en este proyecto para tener la oportunidad de trabajar juntos. "Quería trabajar con Nicolas desde hace mucho tiempo", comenta el director. "Siempre es muy emocionante trabajar con alguien cuando llevas tanto tiempo deseándolo".
Cage sabía que la combinación de un guión único y provocador con la habilidad de Proyas como director hacía de Señales del Futuro una oportunidad irresistible. "A veces cuesta muchísimo dar con historias y enfoques originales. Alex es un artista único con un punto de vista diferente".
El oscarizado actor trabajó en el aspecto emocional del papel de John Koestler, con el que se sentía muy identificado. "Siente gran devoción por su hijo, pero tras enviudar
se enfrenta a la dificultad añadida de tener que criarle solo. Las películas no suelen retratar la preocupación que los padres sienten por sus hijos. Ése fue otro de los motivos que me empujaron a querer participar en este proyecto".
"La única prioridad de John es mantener a salvo su hijo", dice Cage. "En la película hay un momento clave en el que Caleb le pregunta a su padre '¿Me voy a morir ahora?', y mi personaje contesta, 'Eso no va a ocurrir. No permitiré que eso pase". Nada le detendrá para mantener su palabra. En ese punto, la película se centra principalmente en ver si John puede mantener su promesa".
Durante su carrera, la actriz australiana Rose Byrne ha trabajado en superproducciones como Troya y en proyectos pequeños como I Capture the Castle. Fue candidata a un Globo de Oro por su papel en la galardonada serie dramática en la que trabaja con Glenn Close "Daños y perjuicios (Damages)".
"Rose y yo llevábamos tiempo queriendo trabajar juntos", comenta Proyas. "Le da mucha profundidad a todo lo que hace, lo cual es muy importante en esta película porque muchas veces lo que sienten o piensan los personajes no se expresa verbalmente".
Byrne es una gran admiradora del trabajo de Proyas y saber que podría trabajar por fin con el director fue uno de los aspectos que la atrajo hacia el filme. "Me ha encantado trabajar con Alex. Sabe exactamente lo que quiere, y también entiende perfectamente a los actores. Se centra mucho en la historia y en los personajes".
"Además, el hecho de esta historia tan íntima sea compartida por cuatro personajes que se enfrentan a una situación tan épica me atrajo como intérprete", comenta la actriz.
"Mi personaje Diana se encuentra en una situación complicada. Tiene un trasfondo personal muy oscuro al que debe hacer frente para superar los hechos que ocurren en la película. Ha intentado escapar de algo durante toda su vida, pero al final llega a un punto en el que debe coger al toro por los cuernos. Ha sido un reto muy interesante. Es una gran responsabilidad, porque he tenido que esforzarme mucho para que fuera muy real y tuviera mucha fuerza".
Byrne fue escogida tras un proceso de selección que recorrió varios continentes. "Rose tenía algo", dice Blumenthal. "Tenía una frescura especial. Desde el primer día, Alex sabía que era la única para el papel. Como dice el director, tiene mucha humanidad. Transmite a los espectadores el dolor y las emociones por las que pasa al descubrir que las predicciones que desencadenan la historia del filme fueron escritas por su madre hace muchos años".
Según Byrne, trabajar con Cage siempre tenía un punto de espontaneidad. "Ha sido divertidísimo. Nic trabaja siempre con muchísima pasión. Nunca sabes lo que te espera. En la primera escena que rodamos, me puso a prueba. Habíamos hablado de lo que ocurría en ella, habíamos ensayado... y de repente él decidió hacerlo de otra forma. Me encantó tener que trabajar con eso repentinamente. La escena dejó a un lado la sutileza con la que habíamos trabajado para dejar entrever a los espectadores que el personaje de Nic estaba empezando a volverse un poco loco. Fue emocionante trabajar con Nic porque siempre va un paso por delante".
Por su parte, Cage quedó impresionando con la autenticidad de la protagonista. "Rose transmite una sensación de veracidad tremenda", comenta el actor. "Sabe jugar con las emociones hasta el punto de que convierte las situaciones en escenas tan reales que el público se deja llevar por el filme. Rose es capaz de hacer que parezca que está ocurriendo de verdad".
Dos jóvenes actores, Chandler Canterbury y Lara Robinson, dan vida a dos de los personajes principales de Señales del Futuro. Dar con el actor que interpretaría a Caleb Koestler fue una ardua tarea. Chandler Canterbury tenía nueve años cuando rodó Señales del Futuro, pero ya había logrado un premio al Mejor Artista Infantil por su participación en la serie dramática "Mentes Criminales" y había trabajado con Brad Pitt en El curioso caso de Benjamin Button y con Jude Law en Repossession Mambo. "Primero hice la audición en vídeo y mi madre la mandó por Internet, igual que los demás actores. Luego me mandaron todo el guión para que tuviera más material con el que trabajar para preparar mi personaje. Caleb está muy triste porque se ha muerto su mamá. No se entiende bien con su padre, pero le quiere mucho. Es muy listo y está obsesionado con los animales", dice el joven actor.
Según el productor Blumenthal, el reto era dar con un niño que no pareciera un actor que interpreta a un niño en la gran pantalla. "Tenía que parecer real. Chandler tenía algo especial. Algo que no habíamos visto antes. No tiene la precocidad esa que suelen mostrar los típicos niños actores de Hollywood. Chandler vive en Texas y no haberse criado en Hollywood ha influido en su manera de comportarse como actor".
Lara Robinson, de diez años, interpreta a dos personajes trascendentales en Señales del Futuro: Lucinda, la joven que desencadena toda la trama, y Abby, la nieta de Lucinda, una de las claves del misterio. "Me ha gustado interpretar a dos personajes", dice la joven australiana. "No tenían nada que ver. Lucinda mola porque da miedo y es triste y rara. Abby es divertida porque es normal".
Sobre su compañero dice, "De Chandler diría que es un buen actor pero por encima de todo es un chico. Me preguntaba cosas como, '¿Te raparías la cabeza para una película?', ¿Te depilarías las cejas para un papel? ¿Te importaría tener que perder un ojo para una peli? Yo le contestaba que no a todo".
"Me ha dejado impresionado la capacidad de Lara y Chandler para entender lo que requiere hacer una película", dice Blumenthal. "Son geniales porque son chavales de verdad. Al segundo de gritar "Corten", volvían a comportarse como niños. Se pasaban el día jugando y pasándoselo bien. Han disfrutado. Me encantaba ver cómo se lo pasaban en grande disfrutando de ser niños".
Señales del Futuro paso a paso
La ciudad australiana de Melbourne hizo las veces de Boston, donde viven los Koestler. Los realizadores de Señales del Futuro se sorprendieron de la profesionalidad del equipo y de las magníficas instalaciones.
"Es la primera vez que trabajo en Australia, y el equipo ha sido maravilloso", dice Blumenthal. "Del primero al último, la experiencia técnica ha sido igual que en cualquier otro lugar donde haya rodado. No hemos echado nada en falta. Además suele ser gente que ha coincidido en otros proyectos, que se conoce, con lo que tienen una sintonía. En el plató trabajamos con mucho attrezzo móvil y sin esa sincronía hubiera sido imposible, hubieran surgido demasiados problemas".
Proyas trabaja mucho en Sydney, pero se ha mostrado encantado con el cambio a Melbourne. "Ha sido genial estar en un sitio lleno de cosas nuevas y trabajar en localizaciones nuevas", comenta. "De hecho ha sido algo más fácil trabajar aquí que en Sydney donde hay tanto tráfico y es una locura. Es una ciudad muy fácil para el cine".
El Diseñador de Producción Steven Jones-Evans se encargó de transformar Melbourne en Boston. "Melbourne lleva cinco años sufriendo una sequía, así que el césped estaba completamente marrón", recuerda. "Nos costó mucho encontrar exteriores para rodar las escenas de los jardines. Convertimos la Universidad de Melbourne en el MIT pero como el césped estaba totalmente quemado, ¡la semana antes de rodar tuvimos que pintarlo! Afortunadamente la película está ambientada en otoño y coincidimos con esa estación en Melbourne. Pero no tiene mucho que ver con el otoño de Boston, que es mucho más colorista, así que nos pasábamos el día moviendo enormes bolsas de hojas de colores que distribuíamos por todas partes".
Jones-Evans quería que la casa de los Koestler fuera la típica construcción de Nueva Inglaterra. "Quería crear la sensación de que cuando la compraron estaba un poco destartalada, pero él y su esposa querían criar allí una familia, renovar gradualmente la casa y devolverla el lustro original. Hemos construido muchas cosas personales, como la habitación de Caleb. Decidimos que fuera en el ático y que tuviera una ventana circular en la parte delantera, que es un motivo que aparece en muchas de las películas de Alex".
El diseñador de producción también ha añadido muchos elementos naturales, como peluches de animales e imágenes de paisajes. "Quería transmitir que Caleb estaba interesado en las cosas que le conectan con la Tierra".
Jones-Evans también se encargó de diseñar el elemento clave de la película: la cápsula del tiempo. Los organizadores de la Exposición Universal de 1939 decidieron enterrar una especie de mensaje en la botella para futuras generaciones. El recipiente metálico que se enterró en el recinto ferial como parte de la iniciativa de la Westinghouse Company contenía elementos tan característicos de la vida de entonces como una aguja e hilo, un boletín de noticias y copias en microfilm de un diccionario y del último catálogo de Sears Roebuck. Se iba a desenterrar en el año 6939.
"Analizamos otras cápsulas del tiempo", comenta Jones-Evans. "Había múltiples diseños. La cápsula Westinghouse tenía forma de misil, pero nos parecía demasiado bélico para esta película".
El diseñador echó la vista atrás hasta 1958 en busca de inspiración. "El diseño es más de aquella época, pero no es totalmente anticuado. Es más bien clásico en cuanto a la forma y está realizada en acero inoxidable. Tiene una tapa que se cierra con dos tuercas de mariposa. Quisimos que fuera un diseño sencillo porque lo importante es el contenido de la cápsula, no la cápsula en sí".
El diseñador disfrutó mucho trabajando en el mundo de los años cincuenta para la primera parte de la película. "Fue una época interesante. Había mucha más esperanza y mucho menos cinismo. Estaban empezando a aparecer asuntos como la contaminación y los problemas medioambientales. Era una época más pura, más esperanzadora. Buscamos colores más alegres, para que esas escenas parecieran algo más optimistas y felices".
Para una de las escenas más difíciles de la película, el accidente de avión, tuvieron que combinar la destreza como diseñador de Jones-Evans con los efectos creados por el equipo de efectos visuales. "Alex quería rodarlo en una sola toma. Quería que el avión estrellara contra los cables de teléfono y empotrara un ala contra un coche que da una vuelta de campana y sale disparado hacia un campo antes de romperse en pedazos. Construimos los restos del avión, pero hubiera sido imposible meterlo todo en un solo plano sin la inestimable ayuda del departamento de efectos especiales".
"Me gusta trabajar con los efectos visuales para completar o subrayar algo que se ha creado en mi departamento", añade. "El supervisor de efectos visuales estuvo trabajando con nosotros desde las primeras fases de preproducción, así que hemos charlado mucho, intercambiado información y comentado cómo gestionar algunas de las secuencias o los problemas que pudieran ir surgiendo".
Señales del Futuro es una de las primeras películas que se ruedan con la cámara Red One, lo último en tecnología digital ligera de alta resolución. Simon Duggan, el director de fotografía dice que la cámara Red One ha abierto un nuevo mundo de posibilidades para los realizadores que trabajan con cámaras digitales. "Los tonos de piel quedan suaves. Dan muy bien en cámara. Es alucinante. Casi no hay ruido ni grano en las imágenes. Quería que la película tuviera una calidad cinematográfica total y con esta cámara se consigue un look prácticamente indistinguible del celuloide".
Proyas y Duggan realizaron numerosas pruebas antes de decantarse por el formato digital. "Los dos estaban emocionados por la posibilidad de utilizar la nueva cámara", comenta Blumenthal. "Nos permitió trabajar mucho más rápido. Trabajamos mucho en plató directamente sin tener que esperar a hacerlo en la postproducción como antes".
"Alex odia que las cosas parezcan iluminadas y gracias a esta cámara pudimos cambiar la luz", apunta Duggan. "Con la cámara Red One no tuvimos que esperar para ver si un sistema de iluminación daba bien en cámara. Es inmediato, y al final nos dio muchísima confianza, tanto que fuimos más allá de lo que teníamos pensado en un principio".
Como productor, Blumenthal tuvo que combinar la emoción de ser un pionero digital con la ansiedad de ser el conejillo de indias. "Intentamos ser tan positivos e innovadores como pudimos y hemos aprendido mucho de la experiencia. La técnica nos dio la oportunidad de presentar una historia con un aspecto visual completamente diferente. Teniendo en cuenta cómo avanza la tecnología, lo que antes era ciencia ficción es ahora ciencia pura y dura. Lo utilizamos porque nos daba el producto de mejor calidad".
¿Qué meterías en una cápsula del tiempo?
Como casi todo el mundo, el reparto y el equipo técnico de Señales del Futuro nunca ha tenido la oportunidad de meter algo en una cápsula del tiempo, pero todo hicieron sus propuestas.
Lara Robinson: Bueno, nunca he visto una cápsula, pero he oído hablar de ellas. Metería mis canciones favoritas. También algo de música clásica y un poco de jazz y música moderna. Metería también fotos de nuestros ordenadores y tecnología actual, para que vieran si han cambiado mucho. Metería un diario de un año de mi vida y fotos de los lugares más característicos de Australia. También un mapamundi... por si cambian mucho las cosas. Y para terminar, un libro de Australia. Lo metería en una cápsula durante cien años para ver cómo es todo un siglo después.
Rose Byrne: Metería un diario, algo con buenos cotilleos, con muchos secretos, para que la persona que lo encontrara se divirtiera.
Chandler Canterbury: Metería una foto de mi familia para demostrar lo bien que nos lo pasamos juntos. Y algunos Legos.
Steven Jones-Evans: Me metería a mi mismo en la cápsula del tiempo. Lo mejor sería que pudiera preservarme y meterme en la cápsula del tiempo y salir y ver cómo es el futuro. Bueno, igual sólo metería mi cerebro... algo así.
Nicolas Cage: Sería muy divertido meter esta película en la cápsula porque sería un rollo muy cubista. No diré más.