José María es albañil y Rosa empleada doméstica interna. Son inmigrantes sudamericanos, trabajan en España y desde hace pocas semanas son pareja.
José María tiene una personalidad volátil y una discusión lo lleva a un enfrentamiento violento con su capataz, que culmina con la muerte accidental de este último. José María no sabe qué hacer y se refugia en la mansión donde trabaja Rosa, sin contar nada a nadie, ni siquiera a ella
Escondido en el desván abandonado, José María comienza una vida secreta. Entre fantasma y voyeur, roba comida en las noches, siempre escondido, teniendo como única compañía a las ratas de la casa. Escucha y mira todo, consciente del riesgo constante de ser descubierto.
José María descubre una segunda línea de teléfono en la casa, y llama a Rosa, sin revelar nunca donde está. Empiezan una relación a larga distancia, esperando con anhelo el día cuando podrán estar juntos nuevamente.
Desde las sombras, se convierte en un testigo de la vida triste y solitaria de los señores Torres, presenciando la cotidianeidad de Rosa en el trabajo. Rosa es querida por la familia, pero también es víctima de varios abusos, verbales y físicos. Sin poder hacer nada, José María observa todo sin poder actuar, mientras su rabia crece