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  Confesiones de una compradora compulsiva  (Confessions of a Shopaholic)
  Dirigida por P.J. Hogan
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Isla Fisher ("Wedding Crashers" [De boda en boda] "Definitely, Maybe" [Definitivamente quizás]) protagoniza esta película producida por Jerry Bruckheimer (trilogía de "Pirates of the Caribbean" [Piratas del Caribe], "National Treasure" [La Búsqueda] "National Treasure: Book of Secrets" [La Búsqueda: El Diario Secreto]) y dirigida por P.J. Hogan ("My Best Friend’s Wedding" [La boda de mi mejor amigo]). El guión, obra de Tracey Jackson y Tim Firth y Kayla Alpert, está basado en los libros Loca por las compras y Loca por las compras en Manhattan de la escritora Sophie Kinsella.

Hugh Dancy ("Black Hawk Down" [Black Hawk derribado], "Ella Enchanted"[Hechizada], "King Arthur" [Rey Arturo]) encarna al editor de Rebecca y del que se va enamorando. Joan Cusack (nominada en dos ocasiones a los Premios de la Academia® por "Working Girl" [Armas de mujer] y por "In & Out") y John Goodman (ganador de un Emmy® por la serie de televisión "Rosanne") interpretan a los ahorradores padres de clase media de esta víctima de la moda. La película está arropada por un elenco de magníficos actores secundarios entre los que se encuentran John Lithgow, que ha ganado cuatro Globos de Oro® ("3rd Rock from the Sun" en televisión), la nominada a los Oscar® Kristin Scott Thomas ("The English Patient" [El paciente inglés], "The Horse Whisperer") [El hombre que susurraba a los caballos]), Leslie Bibb ("Iron Man", "Talladega Nights: The Legend of Ricky Bobby"), Fred Armisen ("Saturday Night Live"), Julie Hagerty ("Airplane!", "Lost in America"), Krysten Ritter ("What Happens in Vegas"), Robert Stanton ("Find Me Guilty", "The Quiet American"), Christine Ebersole (ganadora de dos Premios Tony® por "42nd Street" [Calle 42] y "Grey Gardens"), Clea Lewis ("Ellen" en televisión) y Wendie Malick ("Just Shoot Me" en televisión).

Mike Stenson, Chad Oman y Ron Bozman son los productores ejecutivos de "Confessions of a Shopaholic" (Confesiones de una compradora compulsiva) y Pat Sandston, Melissa Reid y Sophie Kinsella son los productores asociados. Detrás de la cámara el elenco se compone del director de fotografía Jo Willems ("30 Days of Night"[30 días de oscuridad]) y la aclamada diseñadora de producción Kristi Zea, nominada a los Premio de la Academia® ("The Departed" [Infiltrados], "The Silence of the Lambs" [El silencio de los corderos]). La diseñadora de vestuario es Patricia Field, nominada en cuatro ocasiones a los Oscar® y ganadora de cuatro Premios de la Asociación de Diseñadores de Vestuario (la serie de televisión "Sex and the City" [Sexo en Nueva York], "The Devil Wears Prada" [El Diablo viste de Prada], "Sex and the City: The Movie"). El montaje de la película es obra de William Goldenberg (nominado a los Oscar por "Seabiscuit" [Seabiscuit, más allá de la leyenda] y "The Insider" [El dilema]). El compositor es James Newton Howard ("My Best Friend’s Wedding" [La boda de mi mejor amigo], "Michael Clayton" and "King Kong"), nominado en siete ocasiones a los Oscar.


De los best-sellers a la gran pantalla
Los realizadores trasladan al cine la colección de libros "Loca por las compras" de la novelista Sophie Kinsella

La novela de Sophie Kinsella "Loca por las compras" y sus cuatro entregas posteriores ("Loca por las compras en Manhattan", "Loca por las compras prepara su boda", "Loca por las compras tiene una hermana" y "Loca por las compras espera un bebé") son un fenómeno editorial internacional con un batallón de lectoras absolutamente leal. Todos los libros han sido bestsellers en Estados Unidos y el Reino Unido; , y llegó un momento en el que Kinsella tenía tres libros en la lista de los 10 libros más vendidos del Washington Post.

El éxito de la serie llegó a conocimiento del productor Jerry Bruckheimer. "Nuestra productora está siempre buscando ideas frescas y nuevas", afirma Bruckheimer. "Sophie nos ayudó durante la realización de la película para asegurarse de que la transición de Rebecca Bloomwood a la pantalla era fiel al espíritu y al tema de las novelas".

El productor ejecutivo Chad Oman lo recuerda: "Cuando leí por primera vez la novel, a las 10 o 15 páginas ya sabía que podíamos hacer una película. Me pareció un libro inteligente, encantador e ingenioso".

"Para identificarse con Rebecca Bloomwood, basta ver la crisis crediticia que sufren los Estados Unidos en este momento, donde todo el mundo tiene 27 tarjetas de crédito", añade el productor ejecutivo Mike Stenson.

Kinsella creó hace ochos años a Rebecca Bloomwood. Desde entonces, más de 15 millones de lectores de 35 países entre los que están Estados Unidos y Reino Unido, toda Europa Occidental y Oriental, los países nórdicos, , Turquía, , Japón, , China, , Corea del Sur, Indonesia, , Tailandia y Vietnam han cumplido años siguiendo vorazmente las aventuras esta desventurada, entrañable compradora compulsiva, una optimista sin remedio.

Para dirigir "Confessions of a Shopaholic" (Confesiones de una compradora compulsiva), Jerry Bruckheimer eligió a P.J. Hogan el realizador australiano residente en Estados Unidos. "El trabajo de P.J. tiene ese toque de ligereza e ingenio que queríamos en la película", afirma el productor. "Me gustaron mucho ‘Muriel’s Wedding’ (La boda de Muriel) y ‘My Best Friend’s Wedding’ (La boda de mi mejor amigo). Tiene un sentido del humor maravilloso y también un delicioso toque romántico".

"Rebecca Bloomwood era un personaje con el que me identificaba plenamente", afirma P.J. Hogan, director de la película. "Un adicto a las compras es alguien que cree ciegamente en la terapia de comprar. ¿Estás depre? Pues vete de compras y verás la vida de otro color. Todo el mundo entiende el mensaje. Cuando estamos bajos de ánimo todos nos hemos ido alguna de compras para subir la moral. Pero lo malo es que Rebecca no puede parar. Si encuentra una ganga tiene que comprarla".

En la versión para el cine de "Loca por las compras", tanto el escenario como la nacionalidad de Rebecca han cruzado el charco y ahora están en Estados Unidos. "En mi mente y en los libros siempre será inglesa!, afirma la escritora". Y añade: "Pero me he encontrado con Becky Bloomwoods en todo el mundo, y de todas las nacionalidades. Lo que más me importa es que la película refleje sus sentimientos, sus debilidades y su lado cómico. La película utiliza elementos de los dos primeros libros de 'Loca por las compras'. De hecho el segundo se desarrolla en Nueva York. Muchas de mis escenas favoritas están en la película, y ver cómo se rodaban fue una enorme satisfacción. La historia de Becky es una fábula de nuestro tiempo ya que es una mujer que intenta gastar menos, olvidarse de las tarjetas de crédito y dar un giro de 180 grados a su vida".


De compras para comprar el reparto perfecto
Los realizadores eligen a Isla Fisher para el papel protagonista

Los realizadores sabía que la protagonista de "Confessions of a Shopaholic" (Confesiones de una compradora compulsiva) tenía que ser una actriz especial con mucha energía. Así que se decantaron por Isla Fisher.

"Se llevó al público de calle en ‘Wedding Crashers’ (De boda en boda) y ‘Definitely, Maybe’ (Definitivamente quizás)", afirma el productor Jerry Bruckheimer. "En ‘Confessions of a Shopaholic’ (Confesiones de una compradora compulsiva) se come la pantalla. Es maravilloso disfrutar de su inteligencia, su ingenio y su vis cómica en prácticamente todas las escenas de la película".

"Sabía que Isla era perfecta para el papel", añade el director P.J. Hogan. "Este papel exigía una persona increíblemente simpática y además con un enorme talento interpretativo. Además, Isla es una actriz cómica de gran belleza. Es un bicho raro porque es una mujer guapísima a la que no le da miedo hacer el payaso. No le tiene miedo a nada y eso es exactamente lo que pedía el personaje".

Sophie Kinsella, escritora y productora asociada, está de acuerdo: "Isla es fantástica. Es divertida, cariñosa, atractiva, la clase de chica que te gustaría tener como amiga"
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Además, resultó que Fisher eran una fan de la colección "Loca por las compras" de Kinsella antes de que hablaran con ella para interpretar a Rebecca Bloomwood. "Leí todos los libros cuando estaba trabajando en Londres", afirma. "La gente suele referirse al género que escribe Maddie Wickham (Sophie Kinsella) como 'novela rosa' pero yo prefiero decir que es 'novela ingeniosa' porque es una escritora muy divertida. El libro me gustó muchísimo; creo que he tenido mucha suerte al obtener este papel.

Rebecca es un personaje fantástico", añade Fisher. "Es encantadora, optimista, alegre, una buena chica que también es una compradora compulsiva que se enamora de cualquier cosa que brille. Siente esa atracción infantil por todo lo que es nuevo. Becky es un personaje entrañable a pesar de sus defectos y ha sabido conectar con los lectores de todo el mundo".

Fisher reconoce que puede identificarse con el entusiasmo que siente el personaje por las compras. "Soy una chica de zapatos y bolsos", afirma. "Tengo tantísimos zapatos. Es espantoso".

Los realizadores contrataron al actor británico Hugh Dancy para interpretar a Luke Brandon, el editor adicto al trabajo de la revista donde Rebecca consigue un trabajo como columnista financiera.

"Ya había trabajado con Hugh Dancy", dice Bruckheimer. "Interpretó a Schmid, el auxiliar médico de ‘Black Hawk Down’ (Black Hawk derribado) y después a Galahad en ‘King Arthur’ (El rey Arturo). En mi opinión es un actor joven fantástico y creo que se convertirá en una estrella de cine de primera fila".

P.J. Hogan añade: "Hugh es hielo para el fuego de Isla. Cada uno de ellos es lo que el otro necesita y en realidad forma la pareja perfecta. Hugh tenía que ser exactamente igual que en los libros, un inglés. Hugh tiene el mismo estilo que Luke Brandon tiene en los libros. Luke le pone los pies en la tierra a Becky y ella le descubre la alegría de vivir, porque él estaba totalmente dedicado a su carrera y estaba dejando pasar la vida".

"En apariencia, Luke representa todo lo que odia Becky", dice Dancy. "No le interesa nada la ropa ni las compras. Está enamorada del mundo de las finanzas, algo con lo que ella tiene problemas. Pero como todas las parejas perfectas, esas diferencias son las que acaban uniendo a los dos personajes".

"Hugh es muy divertido", afirma Fisher. "Es muy sensato y tiene esa sensibilidad británica tan particular, ese humor tan fino, tan corrosivo. Creo que ha aportado todas esas cualidades al personaje de Luke. Además la relación entre él y Rebecca es realmente preciosa".

Para interpretar a Graham y Jane Bloomwood, los entrañables aunque algo excéntricos padres de Becky se contó con los actores John Goodman y Joan Cusack, dos de los actores más prolíficos de Estados Unidos. A diferencia de su hija, Graham y Jane son muy ahorradores y lo llevan con mucho orgullo.

Cusack afirma: "Comprar y consumir es muy divertido, pero si esa pasión se apodera de ti puede volverse en tu contra, que es lo que le ocurre a Becky".

Goodman cree que su personaje tiene la culpa de algunos de los defectos de Rebecca. "Graham es un buen tipo, un hombre normal. Tiene una hija maravillosa que ha heredado algo del lado chiflado de sus padres"
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La efervescente Krysten Ritter era perfecta para el papel de Suze Cleath-Stuart, la compañera de piso pija de Becky. "Leí los dos primeros libros de 'Loca por las compras' y lo hice casi de una tirada", afirma Ritter. "Me enamoré de los personajes de Sophie Kinsella. Suze es la amiga que querría cualquiera. Ella y Becky son uña y carne y también compañeras de fechorías. A las dos les chifla la ropa y las compras, pero Suze proviene de una familia adinerada, así que al principio no comprende los problemas cada vez serios de Becky".

John Lithgow interpreta al magnate Edgar West. El actor afirma que le encantó la historia de amor de la película. "Isla y Hugh son versiones actualizadas de Irene Dunne y Cary Grant, un flashback a una época maravillosa con personajes fantásticos en escenarios de ensueño", afirma Lithgow. "Me gustó mucho que en la historia, Becky aporte tanta vida, humor y alegría al mundo tan gris de las finanzas, y que mi personaje vaya descubriendo poco a poco quién es esta mujer".

La actriz británica Kristin Scott Thomas encarna a Alette Naylor, la editora francesa de una revista de moda. Por suerte, la actriz lleva años viviendo en Francia. "Soy bilingüe y he hecho muchas películas en Francia, así que hablar con acento francés no me cuesta ningún trabajo", afirma la actriz. "Alette no entiende muy bien de qué va el mundo real, pero no es mala".

Leslie Bibb encarna a la intrigante Alicia Billington, la ayudante de Alette en la revista. "Me gusta hacer papeles de mala", reconoce la actriz. "Me gusta interpretar a chicas que no resultan muy simpáticas. La relación entre Becky y Alicia me recuerda a la rivalidad entre hermanos, lo que le da más profundidad a la interacción entre ambas. También me fascinó este reparto cuajado de estrellas y el hecho de que Jerry Bruckheimer fuera el productor y P.J. Hogan el director. Además, la idea de que me vistiera Patricia Field me pareció maravillosamente sexy".

Robert Stanton reconoce que los realizadores no sabían lo bien que podía interpretar al cobrador de deudas Derek Smeath. "El único trabajo que he tenido aparte del de acto fue de investigador en una asociación de préstamos para estudiantes", afirma. "La misión de un investigador es dar con personas que no devuelven los pagos de sus deudas. Tenía que llamar a la gente por teléfono y acosarla, y no me se daba muy bien. Siempre me echaba a reír. Así que encarnar a Smeath en 'Confessions of a Shopaholic' (Confesiones de una compradora compulsiva' fue una ocasión perfecta para hacer bien aquel trabajo".


Nueva York: El escenario soñado
NYC, un plató a la medida para Confesiones de una compradora compulsiva

Una vez que se decidió que la historia transcurriría en Estados Unidos, quedó claro que la fábula de Rebecca Bloomwood y sus enloquecidas compras sólo podría desarrollarse en una ciudad. "Nueva York tiene personalidad propia, es la metrópoli por antonomasia y también la capital mundial de la moda", afirma el productor Jerry Bruckheimer. "No fue muy difícil cambiar de Londres a Nueva York, porque ambas ciudades tienen la misma clase, la misma estética y también el caos, la muchedumbre, sin olvidar la alegría de vivir y las ganas de divertirse".

El director P.J. Hogan añade: "La clave está en las tiendas. En la colección de libros, Becky Bloomwood viaja a Manhattan en el segundo libro, un verdadero paraíso de las compras para ella. ¿Y qué mejor lugar que un paraíso de las compras para una adicta a las compras?"

El complicado rodaje que empezó con temperaturas polares de -26 grados hasta los 32, fue un verdadero reto ya que tenían que rodar en las calles y en las tiendas de una de las ciudades más pobladas, por no decir caóticas, del mundo.

"Rodar en las calles de Nueva York es como ingresar voluntariamente en un manicomio", dice Hugh Dancy. "Tienes que trabajar en medio de una ciudad con una actividad trepidante. Llena de gente y febril, pero eso es lo que queríamos. Por eso lo gente quiere rodar allí. Porque las escenas de Nueva York se identifican con el cine. Creo que es un componente importante de la película".

Los realizadores contrataron los servicios de la diseñadora de producción Kristi Zea. "Kristi es la diseñadora de producción neoyorquina por excelencia", afirma Bruckheimer. "Entiende la ciudad a la perfección y el tipo de mezclas que hay en ella, la textura que necesita, y gracias a su sentido del diseño y la moda creó platós maravillosos tanto para Successful Saving o las oficinas de la revista de Alette, sin olvidar la decoración de las tiendas más famosos y de sus escaparates".

Zea afirma: "Comprendí inmediatamente que la película tenía que tener una gran fuerza visual. Es muy divertido jugar con la moda y las tendencias, y como provengo del sector del vestuario, me di cuenta que ésta era una de esas películas en las que te puedes lucir, e incluso crear tendencias. La película abarca todo el espectro en lo que se refiere a los escenarios y zonas económicas. Tenemos la moda carísima y exclusiva de Madison Avenue, la Quinta Avenida, el Meatpacking District, Tribeca, SoHo y el Lower East Side, y también el agradable y tranquilo mundo de clase media donde viven los padres de Becky. Me gusta encontrar el elemento iconográfico de Nueva York y exagerarlo, pero también descubrir una nueva forma de mostrar Nueva York".

Además de la ciudad de Nueva York, el rodaje transcurrió en Miami y en Connecticut. De hecho, la odisea de "Confesiones..." inició su primera semana de rodaje en Connecticut, donde Zea y su equipo crearon un montón de localizaciones. El primer día de rodaje transcurrió dentro de las oficinas de un edificio anodino, una coincidencia que sorprendió a la escritora Sophie Kinsella. "No supe hasta mucho después el orden en el que se había planificado el rodaje. Pero coincidió que la primera escena que se rodó era la primerísima escena que escribí sobre Rebecca Bloomwood en el primer libro. ¡Fue un momento mágico!".

El plató de interior del apartamento de Becky y Suze, su compañera de piso, tenía que ser divertido, alegre y moderno, ya que estaba situado en el barrio de moda de NoLita (North of Little Italy) en Lower Manhattan. Se rodó en un estudio de Norwalk. Zea afirma: "Era imprescindible que el interior del diminuto apartamento encajase con el exterior del edificio de 100 años que encontramos en Mott Street, en Manhattan. Suze vive en le dormitorio y Rebecca en el salón, prácticamente una encima de la otra. Las dos mujeres tienen estilos muy diferentes, pero la idea era resumir las diferencias de los dos personajes y hacer locuras con el color, las telas, los espejos de mosaicos en la bañera, las botellas de cristal multicolor, un ambiente exuberante y muy divertido".

A lo largo de cuatro meses, el equipo de la película rodó en varios lugares históricos de la ciudad de Nueva York, como la iglesia de St. James, San Antonio de Padua, el elegante salón del hotel Jumeirah Essex House en Central Park South, el majestuoso edificio y antigua sede del Emigrant Industrial Savings Bank en el distrito de Wall Street, la Torre Hearst de Norman Foster y el exterior del Rockefeller Center. Una escena nocturna con Rebecca y Luke se rodó en una terraza del Rockefeller Center con vistas a la Catedral de San Patricio y, mucho más importante para Rebecca Bloomwood, el edificio igualmente sagrado de Saks Fifth Avenue, justo enfrente.

El director de fotografía Jo Willems se encargó de fotografiar una de las ciudades que más se han reproducido en el cine y mirarla con nuevos ojos. "Nuestro objetivo era hacer que las chicas, la ropa y la ciudad tuvieran un aspecto absolutamente fabuloso", afirma Willems. "No es una película cutre y siniestra. Es divertida, trepidante y grandiosa. El estilo de la película viene marcado por la protagonista, así que intenté potenciarlo lo más posible. En la actualidad hay muchas películas con falta de color, nada saturadas. Por el contrario, nosotros quisimos que tuviese mucha riqueza de colores".

Los realizadores seleccionaron una serie de tiendas como localizaciones, incluyendo Catherine Malandrino (en el Meatpacking District), la sofisticada tienda de trajes de novia Kleinfeld, y también la zona más chic de Madison Avenue donde se encuentran las tiendas de Yves Saint Laurent, Sonia Rykiel y Asprey. También se rodaron escenas clave en Barneys, el buque insignia de esta tienda en Nueva York, en Madison Avenue, y Henri Bendel en la Quinta Avenida.

Para la escena que discurre dentro de Barneys, uno de los destinos más famosos de Estados Unidos, la editora Alette Naylor se lleva a Rebecca de compras a estos almacenes, como si fuera un examen. Un examen que aprueba con matrícula de honor para consternación de su archirrival Alicia Billington.

Rebecca, que firma su columna financiera como "La chica del foulard verde", encuentra el famoso foulard verde "Denny & George" en una escena que se desarrolla en los famosos almacenes Henri Bendel de Nueva York. El emplazamiento de la moda más exclusiva está formado de tres fincas contiguas de la Quinta Avenida, incluyendo los emblemáticos edificios de Coty y Rizzoli. Tiene un extraordinario atrio de entrada de tres pisos, con ventanales Art Nouveau, verdaderas joyas creadas por René Lalique en 1913, y que se descubrieron cuando Bendel reformó el edificio. En el atrio, la diseñadora de producción Zea y el director de supervisión artística Paul Kelly unieron fuerzas con los diseñadores de la casa Bendel y crearon un escenario basado en el tema del Sueño de una Noche de Verano. También crearon un escaparate con el tema de la aviación en el que Rebecca ve por primera vez el foulard verde.

"Montar los escaparates fue una operación militar", explica Kelly, "porque sólo disponíamos de ocho horas para decorarlos. Lo planificamos al minuto". Los neoyorquinos estaban extasiados con la transformación de la tienda. "La respuesta ha sido fantástica", afirma Ed Bucciarelli, CEO de Bender. "Sólo montamos este tipo de escaparates en Navidad, así que disfrutar de él mucho antes fue un verdadero regalo. Han creado un escenario realmente mágico".


Vistiendo a nuestra compradora compulsiva
Patricia Field, la galardonada diseñadora de vestuario, le toma la medida a la película

Los realizadores sabía que en una película como "Confessions of a Shopaholic" (Confesiones de una compradora compulsiva) exigía a una de las mejoras diseñadoras de vestuario. Y aquí es donde entra Patricia Field.

"Patricia Field es una de las mejores diseñadoras de vestuario", afirma el productor Jerry Bruckheimer. "Siempre se adelanta a las modas, encuentra nuevos diseñadores y viste a nuestros personajes con un estilo único, atractivo, elegante y lleno de color".

Field lleva más de 40 años en este negocio ya que inauguró su primera tienda en 1966. Field es responsable del maravilloso vestuario de la serie de HBO "Sex and the City" (Sexo en Nueva York) (incluyendo la versión que se hizo para el cine en 2008) y de "The Devil Wears Prada" (El diablo viste de Prada).

"La historia de ‘Confesiones...' me entusiasmó", afirma Field. "Parecía un proyecto divertido y muy positivo, que es el tipo de películas que me gusta. Me gusta el aspecto de entretenimiento que tiene este sector. No había trabajado nunca con Jerry Bruckheimer, y fue una verdadera revelación. Jerry y P.J. Hogan se mostraron muy receptivos con mi trabajo, algo que es muy importante para mí".

"Soy una estilista", sigue diciendo Field, "aunque en el mundo del diseño de vestuario esa es una palabra maldita. Creo moda como una forma de arte, y lo hago como si compusiera un collage. Mezcló prendas antiguas con prendas nuevas, ropa de vestir con vaqueros, hago todo tipo de combinaciones. El mundo del diseño de vestuario en el sentido ortodoxo es hacer la ropa desde cero. Pero si estamos haciendo algo contemporáneo, es una pérdida de tiempo crear prendas nuevas cuando tienes a tu disposición un universo de diseñadores donde escoger. Nuestra película versa sobre una adicta a las compras que se pasa todo el día comprando".

Field afirma que el variadísimo reparto le sirvió de inspiración. "Siempre me inspiro mucho en los actores y en lo que aportan a los personajes que interpretan. Trabajo con el actor para sacar al personaje que quieren que sea. Desde luego yo tengo mis propias ideas, y las manifiesto, pero al final es el actor el que se va a poner enfrente de la cámara. Isla me pareció muy atrevida y atractiva, con un fulgor en los ojos. Es menuda y muy bonita, pero tiene ese estilo sexy del gato de Alicia en el País de las Maravillas que me inspiró mucho a la hora de vestirla para la película".

Isla Fisher lo pasó maravillosamente bien eligiendo vestuario, tanto como Field. "Fue muy divertido crear a Rebecca Bloomwood con Patricia Field", dice Fisher. "Es una estilista fabulosa con una visión única. Quería que Becky fuera aventurera y ecléctica a su estilo, y también esa chica corriente con la que todas nos identificamos. Fue muy divertido encontrar un equilibrio entre una chica joven, inteligente y llena de color y al mismo tiempo muy elegante".

"En la moda, Becky es mucho más atrevida que yo, y muchísimo más preocupada de su imagen", continúa diciendo Fisher. "Soy una chica de vaqueros y camiseta".

"Becky es una chica feliz", dice Field. "Aunque tiene problemas de deudas, es una persona muy positiva. Isla es una chica joven divertida, sexy y muy guapa. Así que la situación era perfecta para mí. Además, Jerry Bruckheimer quería que utilizáramos mucho color en esta película y eso me gustó mucho porque adoro el color. Así que la ropa de Isla en el papel de Becky refleja todas esas cualidades".

Aunque parezca paradójico para una historia que discurre en Nueva York, Field encontró muchas ideas para vestir a Isla durante un viaje de negocios a Tokio antes de empezar el rodaje. "Mientras estuve allí, compré ropa para Isla", cuenta Field. "Su talla menuda es perfecta para el tallaje japonés, y la ropa joven de ese país es muy atrevida y colorista. De esa forma pude vestir a Isla con ropa que no se había visto antes. Esta influencia no se refleja en el hecho de que la ropa esté diseñada por japoneses sino en la mezcla. Refleja ese vanguardismo que se puede ver en la escena de la moda de Tokio".

Field puso en práctica su habilidad para el collage y vistió a Fisher con prendas muy vanguardistas y con asombrosas combinaciones de ropa y accesorios de algunos de los diseñadores más exclusivos del mundo como Balenciaga, Marc Jacobs, Christian Louboutin, Zac Posen, Miu Miu, Salvatore Ferragamo, Prada, Todd Oldham, Gucci, Christian Dior y Alexander McQueen.

El resto de los personajes también merecieron los servicios de Patricia Field, incluyendo a Suze (Krysten Ritter), la compañera de piso de Becky. "En la historia, Suze intenta aplacar las tendencias compulsivas de Becky, así que hubiera sido fácil vestirla con un estilo muy soso", dice Field. "Así que decidí que Suze fuera la típica chica de Williamsburg, el barrio que está al otro lado del río en Brooklyn donde viven muchísimos jóvenes. Es una mezcla de artista, un poco bohemia y un poco rockera. Vestí a Krysten con una mezcla de colores brillantes y neutros, un estilo muy ecléctico, mientras que Becky es puro color".

Field había vestido a actrices que encarnan editoras de revistas de moda en "The Devil Wears Prada" (El diablo viste de Prada) y en "Sex and the City" (Sexo en Nueva York). Así que quería que Alette Naylor, el personaje que interpreta a Kristin Scott Thomas, llevara su sello personal. "Una mujer como Alette es una triunfadora. Ha logrado ese puesto después de muchos años de trabajo y ha desarrollado su propio estilo. El vestuario de Kristin es tremendamente personal. En una escena lleva un vestido elegante y sobrio con ese fantástico collar artesano de cuentas de madera, un accesorio único. Queríamos mostrar que Alette mostrara sus gustos tan extremos a la hora de vestir".

Al igual que Alicia Billington, el físico de Leslie Bibb es totalmente opuesto a la Rebecca de Isla Fisher. Field escogió mucho negro y colores neutros, "una especie de Cruella DeVille", afirma la diseñadora de vestuario. Bibb afirma que el vestuario elegido encaja perfectamente con el personaje. "Alicia es una persona que controla todo y que no deja nada al azar. Lo calcula todo hasta el más mínimo detalle, sobre todo su ropa. Cuando vestí a Alicia se convirtió inmediatamente en un personaje. Es esa actitud que se desprende de llevar tacones de diez o doce centímetros".

Field trató igual de bien a los hombres de la película, aunque la falta de interés que Luke Brandon, el personaje de Hugh Dancy, muestra por la ropa que viste fue un reto muy interesante para la diseñadora de vestuario. "Es mucho más fácil vestir a alguien maravillosamente bien que ese estilo de 'me da exactamente igual'", afirma Field. "En la primera parte de la película, Luke está convencido que hay cosas más importantes en la vida y a medida que evoluciona su relación con Rebecca, se va transformando. Pero esa transformación tiene que resultar creíble".

Para los personajes más proletarios, Graham y Jane Bloomwood, interpretados por John Goodman y Joan Cusack, Field también encontró la forma de vestirles de una forma atractiva. "Cuando llegué a las pruebas de vestuario tenía en mente un estilo algo excéntrico", dice Cusack. "Patricia fue increíble. Logró que lo excéntrico fuera atractivo y la dignificó porque ella hace arte con la ropa. Le da mucha dignidad a la ropa y al estilo".


Miami: The hot zone
El personaje de Hugh Dancy se desata

Tras terminar el trabajo en Nueva York y en Connecticut, el equipo de "Confesiones...", incluyendo a Isla Fisher, Hugh Dancy y Leslie Bibb, volaron hacia el sur para rodar dos semanas en la sensual y tropical Babilonia del mar: Miami, Florida. "Jerry Bruckheimer sugirió que en esas escenas el estirado Luke se relajara por fin y le sacara un poco de jugo a la vida. Tenía que ser en algún sitio que le sacase de la rutina", afirma P.J. Hogan. "¿Y qué mejor sitio que Miami, donde todo el mundo se afloja la corbata? En Miami tienes una sensación de libertad increíble, un lugar en el que puedes ser lo que quieras".

Una vez más, una de las tiendas más famosas del mundo abrió sus puertas al equipo de rodaje de "Confesiones..." ya que Prada permitió que se rodase una escena dentro de su fabulosa tienda en los Bal Harbour Shops donde Becky intenta enseñar a Luke lo que es la verdadera moda. "No fue fácil que Prada nos permitiese rodar dentro de su tienda", afirma Hogan. "porque como es lógico cuidan mucho su imagen. Pero creo que los nombres de Jerry Bruckheimer y Patricia Field nos abrieron muchas puertas. La tienda de Prada en Bal Harbour era maravillosa, fantástica, y fue un verdadero placer rodar allí".

Después se rodaron escenas en el vestíbulo Art Deco (incluyendo un tanque lleno de medusas irisadas) del Hotel Victor en Ocean Drive.

El equipo de producción montó el plató más grande en Miami: un festival latino callejero que pone de manifiesto la variedad cultural de la ciudad. "Me encanta el aspecto multicultural de Miami, así que quería asegurarme de que hubiera algún toque cubano en la película", afirma Hogan.

La localización escogida fue el Espanola Way, construido en los años 1920 a imagen de un pintoresco pueblecito español para artistas y bohemios, repleto de maravillosos edificios y plazas de estilo colonial. Con faroles multicolores por encima de las cabezas, música latina y el aroma de la comida tiñendo de especias el aire, es en este lugar en el que la coreógrafa JoAnn Jansen creó un baile popular latino llamado 'danzón' para una secuencia en la que un Luke desatado sorprende a Becky, tomando la iniciativa.


Todo el mundo se lo pasó bien rodando esta película. Las estrellas y los realizadores agradecieron la presencia de Kinsella en el plató. Actuó como productora asociada, asesorando y vigilando cómo su personaje tomaba vida y asegurándose de que la Rebecca Bloomwood de la pantalla fuera del gusto de los millones de fans que tiene el personaje. Cuando supieron que Sophie Kinsella estaba en el plató, la respuesta de la gente fue como si se tratara de una superestrella en vez de una figura literaria. Así que la creadora de "Loca por las compras" se lo pasó de maravilla firmando autógrafos y charlando con sus fans.

"Ha sido estupendo contar con Sophie en el plató", dice Hogan, "porque como le dije muchas veces, ella es la Piedra Rosetta. Me dio una visión de la compradora compulsiva que está más allá de los libros".

"Es un privilegio que la autora esté ahí con el director y con todos nosotros explicándonos los rasgos más importantes de los personajes", añade Mike Stenson, productor ejecutivo. Y añade: "Contar a cada momento con el punto de vista de la persona que creó esos personajes ha sido de gran ayuda".

Tras la dura etapa del rodaje, Jerry Bruckheimer, P.J. Hogan y su equipo se enfrentaron a la también ardua tarea de la post-producción.

A Jerry Bruckheimer, uno de cuyos hitos se remonta a "Flashdance", "Top Gun" y "Dangerous Minds" (Mentes peligrosas) siempre le han gustado las bandas sonoras espectaculares, y no iba a ser menos en esta ocasión. Con la colaboración de la supervisora musical Kathy Nelson, el productor invitó a la actual crème de la crème a grabar canciones nuevas para "Confessions of a Shopaholic" (Confesiones de una compradora compulsiva) incluyendo a Pussycat Dolls ("Bad Girl"), Shontelle junto con Akon ("Stuck With Each Other"), Trey Songz ("Takes Time to Love"), Jordyn Taylor ("Accessory") y Adrienne Bailon ("Uncontrollable" y "Big Spender").

Otros artistas que se pueden escuchar en "Confessions of a Shopaholic" (Confesiones de una compradora compulsiva) incluyen a Jessie James ("Blue Jeans"), Kat DeLuna ("Unstoppable", Frankie Storm "Calling You"), Lady GaGa ("Fashion"), Natasha Bedingfield ("Again"), Greg Laswell ("Girls Just Want to Have Fun") y Amy Winehouse ("Rehab [Hot Chip Remix]"). El "Don’t Forget Me" de Harry Nilsson fue grabado por Macy Gray y producido por Trevor Horn especialmente para "Confessions of a Shopaholic" (Confesiones de una compradora compulsiva).

Por su parte, la rica banda sonora con orquesta fue compuesta por James Newton Howard, nominado siete veces a los Oscar®, y que ha colaborado en muchas ocasiones con P.J. Hogan, en las bandas sonoras de "My Best Friend’s Wedding" (La boda de mi mejor amigo), "Unconditional Love" (Amor incondicional) y "Peter Pan", y que también ha compuesto música para una extensa lista de créditos entre los que se encuentran "The Dark Knight" (El Caballero oscuro) (con Hans Zimmer), "Michael Clayton" y "King Kong".

Jerry Bruckheimer ha pasado toda su carrera rompiendo moldes y reinventando géneros, y aunque las historias románticas y la comedia son temas que han aparecido muchas veces en sus 35 largometrajes, "Confessions of a Shopaholic" (Confesiones de una compradora compulsiva) representa la primera incursión el productor en la comedia romántica como estilo cinematográfico. Y como es habitual, su enfoque siempre aporta algo nuevo al público. "Creo que todos buscamos el humor y el romance en nuestras vidas", concluye Bruckheimer, "y de eso trata ‘Confesiones...’. Es divertida, es inteligente, y les dejará un recuerdo imborrable cuando salgan del cine. Me gusta entretener a la gente, y si además puedes hacerles reír, es un verdadero regalo para cualquier realizador".