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  En la boda de mi hermana  (When in Rome)
  Dirigida por Mark Steven Johnson
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Dirigido por Mark Steven Johnson (Daredevil, Ghost Rider), el film está escrito por David Diamond y David Weissman (Old Dogs, The Family Man), producido por Gary Foster (Daredevil, Sleepless in Seattle, Tin Cup, The Soloist), Johnson y Andrew Panay (Old Dogs, Wedding Crashers) y coproducido por Rikki Lea Bestall (The Soloist) y Kim Winther (Mr. & Mrs. Smith). Los productores ejecutivos son Mindy Farrell, Steven Roffer y Ezra Swerdlow (Enchanted, Invincible). Sarah Edwards (Michael Clayton, The Interpreter) es la diseñadora de vestuario de la moda de vanguardia de esta película, John Bailey (The Producers, As Good as It Gets) es el director de fotografía y Kirk M. Petruccelli (The Incredible Hulk, Lara Croft Tomb Raider: The Cradle of Life) es el diseñador de producción. Los editores son Andrew Marcus (Tenderness, Step Up 2 the Streets) y Ryan Folsey (Old Dogs, Wild Hogs).


Llegando a Roma
Los realizadores crean una comedia con mucho romance y eligen a los más divertidos de Hollywood

Para el director Mark Steven Johnson, más conocido por sus adaptaciones de historietas como Daredevil y Ghost Rider, una comedia como EN LA BODA DE MI HERMANA es un poco un punto de partida. En esta película, según bromea el director, "no explota la cabeza de nadie", pero es un regreso a las raíces de Johnson. "Empecé en la comedia, escribiendo Grumpy Old Men, y realmente quería volver a eso".

Junto al productor Gary Foster, Johnson reconoció el potencial cómico de EN LA BODA DE MI HERMANA: "Soy un muchacho, y no del tipo comedia romántica. Deseaba hacer una comedia con romance, no una comedia romántica. Una comedia que fuera verdaderamente divertida con un gran corazón. Con este film nos divertimos, haciendo estallar muchas de las convenciones de la tradicional comedia romántica".

El productor Andrew Panay llegó al proyecto con comedias como Wedding Crashers y Old Dogs en su haber y ayudó a aportarle a este film su sello en cuanto al sentido del humor. "Tenemos una perspectiva fuertemente masculina y una fuertemente femenina, que fundidas dan como resultado algo para todos", afirma.

Para el papel protagónico femenino, los realizadores convocaron a Kristen Bell. "Kristen es una actriz increíble y sorprendente", describe Johnson. "Nunca trabajé con alguien como ella. Realmente tuve la sensación de que se podía construir una película completa alrededor de esta chica, y eso me entusiasmaba mucho".

Bell personifica a Beth, una joven curadora del Museo Guggenheim en Manhattan. Así describe a su personaje: "Beth es una ‘gallerina’, un término que aprendí para referirme a las jóvenes que están a cargo de una galería. Es un trabajo que supone una gran presión: de ahí que ella esté siempre tan estresada".

Y su vida se tornará aun más estresante a causa de una boda, un poco de champagne y algunas monedas mágicas, cuenta Bell. "Mi personaje va al casamiento de su hermana en Roma y toma unas cuantas copas de champagne. Y termina caminando en una una fuente, juntando monedas".

Lo que la joven no sabe es que las monedas pertenecen a personas que han deseado enamorarse y que ahora están mágicamente propensas a perseguir a la mujer que tenga sus monedas. "Cuando regresa a casa, estos pretendientes comienzan a ir tras ella, locamente enamorados. Hay mucha persecución, muchas carreras".

"Yo sólo deseaba rodearla a Kristen de las personas lo más divertidas posible", cuenta Johnson. "Originalmente, el guión estaba escrito como para que Kristen fuese más quien daba el pie cómico o que reaccionara a todos esos muchachos divertidos, pero ella es tan graciosa que le di más para hacer – más comedia física – porque de verdad posee una habilidad que yo no veía desde hace tiempo".

Josh Duhamel fue elegido como Nick, el protagonista masculino que ella conoce en la boda y con quien establece una conexión inmediata; y luego teme que él esté bajo el mismo hechizo que el resto de sus perseguidores.

"Yo diría que Nick y Beth tienen el mismo enfoque de la vida", explica Duhamel. "Ambos se entregan a su profesión y ninguno está buscando el amor. Es una de esas cosas que suceden cuando uno no las busca".

La cualidad extraña e inesperada que Duhamel le imprimió a su personaje lo hizo mucho más gracioso y entrañable, según el productor Panay: "Uno de los grandes dones de Josh es su habilidad para ser físicamente divertido. En la vida real jugó al fútbol americano como atacante en la universidad, de modo que es muy coordinado. Pero verlo abrirse paso llevándose las cosas por delante... es increíble, absolutamente gracioso. ¡Y es tan natural!"

El productor Gary Foster agrega: "Josh es de Dakota del Sur y posee el auténtico modo de ser de esa región, del tipo retraído. Trabaja muy duro, es muy competitivo, ex atleta, y ese empuje está a la vista".

Los realizadores acudieron a los mejores comediantes para seleccionar a los extraños pretendientes que estuvieran a la altura de Duhamel. Danny DeVito, Will Arnett, Jon Heder y Dax Shepard fueron convocados para perseguir al personaje de Bell con un poco más de entusiasmo que en una historia de amor normal.

"La pasamos casi demasiado bien", recuerda Bell. "A veces no podía dejar de reír en el set debido a lo graciosos que eran".

Danny DeVito interpreta a Al, un exitoso magnate de las salchichas que le solicita al personaje de Bell visitas privadas al museo. "Es uno de los tipos más divertidos que existen", describe Foster. "Es un inteligente y grandioso realizador, no sólo por su capacidad actoral sino porque es un maestro en la dirección de comedias. Fue grandioso para compartir ideas e historias".

Quien personifica a Antonio, el pintor italiano, es la estrella de "Arrested Development" Will Arnett, quien afirma: "En el film había un espíritu de gran coordinación y yo ya era amigo de muchos de los integrantes del reparto. Poder trabajar con esta gente, viajar a Roma y vivir esta experiencia fue como ir a un campamento".

Jon Heder, quien protagonizó Blades of Glory con Arnett, interpreta a Lance, a quien describe como "un escalofriante mago callejero". Creo que eso es lo que más me gustó. Los magos callejeros son escalofriantes".

Dax Shepard, quien personifica al aspirante a modelo Gale, está de acuerdo: "Arnett y yo la pasamos genial. Sólo compartimos un par de escenas, pero hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para dar lo mejor".

Shepard vio que el narcisismo de Gale era un interesante material cómico: "Yo no me considero muy atractivo, de modo que me pareció que era un desafío extremo interpretar a un muchacho que se supone que es modelo, pero no por su rostro sino gracias a mucho ejercicio y dieta... dieta extrema".

Para lograrlo, Shepard realmente debió ajustarse a una dieta con el mismo entusiasmo que Gale. "Creo que genéticamente yo no puedo lucir así. Mi próximo papel será el de dueño de una tienda de donuts, me parece".

Los realizadores buscaron a Anjelica Huston para el papel de Celeste, la temible jefa Beth. "Yo realmente deseaba que fuera Anjelica", recuerda Johnson. "Me parecía que le daría cierto peso a ese papel. Necesitábamos a alguien que pareciera una amenaza para Beth, y Anjelica tiene mucha fuerza, es una gran actriz y además una persona adorable".

Alexis Dziena interpreta a Joan, la hermana de Beth, quien súbitamente decide casarse en Roma con un joven italiano a quien ha conocido hace sólo algunas semanas. Peggy Lipton personifica a la madre de Beth. Bobby Moynihan, de "Saturday Night Live" fue llamado para hacer el papel de Puck, el mejor amigo de Nick; Kate Micucci interpreta a Stacey, la asistente de Beth, y el actor italiano Luca Calvani hace de Humberto, el novio de Joan.

"Todos sabían que estaba ocurriendo algo especial", afirma Johnson. El elenco en su totalidad le aportó mucho al film y todos improvisaron, dentro de los límites de las escenas. Nadie se desvió; a veces esto puede ser peligroso cuando hay gente tan divertida que compite por lograr más carcajadas. Todos estuvieron muy bien, poniendo sus improvisaciones al servicio de la historia".

"Mark deja que aflore lo mejor de los talentos", afirma Foster. "Eso es lo bueno: la gente confía en él, desea apoyarlo y hacer las cosas bien. Él los deja jugar y hacer lo que saben".


New York, New York
Los realizadores eligen el Museo Guggenheim

Con una curadora del Guggenheim, un pintor y la ciudad de Roma en el centro de la historia, EN LA BODA DE MI HERMANA fue una gigantesca tarea para el diseñador de producción Kirk Petruccelli. "Toda esta película está basada en el arte; lo tenemos de las formas menos imaginadas", afirma Petrucelli. "Desde los clásicos de Italia hasta los grandes artistas estadounidenses, las colecciones del Guggenheim, los artistas contemporáneos, algunos artistas nuevos que hoy están dejando su marca en el mundo, el arte callejero... todo lo que concierne al mundo del arte".

Uno de los elementos artísticos más grandes es el mundialmente famoso Museo Guggenheim. Al respecto, Johnson dice: "De verdad sentí que el Guggenheim era un personaje de la película. Es un sitio increíblemente romántico, un edificio realmente especial; no hay nada como él".

Utilizar un museo como el Guggenheim como locación de una película y como parte integral de la historia no es algo sencillo, recuerda Johnson, pero "hice todos mis esfuerzos para lograrlo".

Afortunadamente, el Guggenheim fue un socio entusiasta. "Nos encantó la idea", afirma la directora gerente Karen Meyerhoff. "En el guión había muchas cosas auténticas".

También dice que a su equipo le pareció que el guión lograba captar la pasión que los curadores sienten por su trabajo: "Una de mis escenas favoritas es una en la que la curadora Beth lleva de visita a Nick por el museo durante la noche; una de las cosas maravillosas de trabajar en un museo es que uno tiene acceso a ese espacio cuando no hay nadie. Entran cuando las luces están apagadas y sólo lo ilumina la luz de la luna. Es muy romántico y ella lo lleva por las galerías para mostrarle una de sus pinturas favoritas de la colección, un retrato. Le cuenta la historia de la mujer en ese retrato – Marie -Therese Walter – quien a los 17 años tuvo una relación clandestina con el artista, Picasso. Beth se lo cuenta porque en los cuadros, el artista colocó, escondidas, las iniciales de la muchacha. Eso es verdad: no sólo la escena – nosotros traemos a nuestros amigos más cercanos al museo por la noche – sino también la historia. Es un momento maravilloso. Y también ella revela algo de su personaje, la razón por la que es tan cínica respecto de las relaciones, su afecto por el Guggenheim, su pasión por el arte".

El director Mark Steven Johnson trabajó estrechamente con el equipo del museo para satisfacer las necesidades de la producción, garantizar la seguridad de las obras de arte y decidir cuáles de ellas se mostrarían en la película. Le resultó particularmente conmovedora la muestra "I Want to Believe", del artista Cai Guo-Qiang. "Alucinante... Fuimos muy afortunados de tenerlo porque su trabajo es fantástico. En las tomas iniciales de la película vemos todos sus trabajos y nos fascinan. Es inspirador. Y fue premonitorio porque lo que se vio fue lo que quedó. Yo pensé que habría esculturas o pinturas, pero cuando vi el trabajo de Cai pensé: 'Esto va a estar en mi película'".

La agenda en el Guggenheim contemplaba las escenas iniciales de la película y la gala Circle of Gold, aprovechando la famosa área del atrio en el primer piso y la rampa; más otras escenas que requirieron la creación de las oficinas del Guggenheim en la Galería Tannhauser o en un estudio en Brooklyn.

Explica Meyerhoff: "Nuestras galerías fueron re-creadas, así como algunas obras maestras de nuestra colección – como Gauguins o Picassos – ¡Asombroso!".

Los pintores escénicos del departamento de arte realizaron reproducciones de muchas obras, desde las de artistas como Toulouse-Lautrec, Van Gogh, Seurat, Monet y Manet, hasta las de pintores cubistas o abstractos, como "Mujer con cabello amarillo" de Picasso, la cual se ve en la escena nocturna de Beth y Nick. Pintar reproducciones de obras maestras frente a un panel de jueces forma parte del examen para ingresar al sindicato de pintores escénicos, además de un examen escrito y de un proyecto domiciliario.

Más allá de la Galería Tannhauser, el departamento de arte fue el responsable de la creación de pinturas para la muestra Dolor, de todas las obras de arte de Antonio y de las pinturas estilo renacentistas que adornan el palazzo donde se lleva a cabo la recepción de la boda de Joan.

La muestra El Dolor realmente provocó la participación del Guggenheim, según relata Karen Meyerhoff: "Decidimos darle cierta autenticidad trayendo a un joven artista, Slater Bradley, con quien habíamos trabajado y cuyas obras ya estaban en nuestra colección, para incluir sus trabajos en el show y curar la exhibición, de modo que todo proviniera desde un punto de vista".

La muestra incluye distintos tipos de trabajos de otros artistas, además de Bradley, y el resultado es una combinación de pintura, escultura y fotografía. Una pieza clave de la muestra El Dolor es "El Golpe", la famosa fotografía ficcional que Nick le da a Beth para evitarle problemas con Celeste.

Para las ubicuas imágenes de Beth realizadas por Antonio, los pintores escénicos del departamento de arte rastrearon en los grandes pintores del Renacimiento. "Nuestro goce fue crear esas nociones de grandeza, pero en términos simples", explica el diseñador de producción Kirk Petruccelli.

Durante varias semanas, los pintores trabajaron en el mural de Beth que aparece en la calle, en el Upper East Side de Manhattan, si bien debían hacerlo aparecer como si hubiese sido pintado durante la noche, en un estallido de inspiración.

El departamento de arte realizó más pinturas clásicas italianas en el palazzo donde se lleva a cabo la boda de Joan. Las escenas fueron en realidad filmadas en Nueva York, en el Edificio de la Corte Subrogante en Chambers Street. Debido al número de extras y a la cantidad de días de rodaje que requirieron las escenas de la boda, era más factible filmar el interior de la boda en Nueva York, pero que luciera como si fuese en Roma. El edificio es ya de por sí un ornamentado hito de la ciudad de Nueva York y con un poco de decoración de foro – más el toque final de cerca de una docena de pinturas clásicas de gran tamaño – se transformó en un creíble palazzo italiano.

Con el Museo Guggenheim en el centro de la narrativa de la película, los realizadores la completaron con una variedad de escenas de la Gran Manzana. El área de alrededor de la Fuente de Bethesda en el Central Park fue utilizada para las escenas en las que Antonio la persigue a Beth (que terminan con Antonio atropellado por un cabriolé) y para la escena de la góndola, en la cual él maneja el remo y Beth y Celeste almuerzan en un café al aire libre. Columbus Circle, en la entrada del Central Park, fue la locación donde Lance el mago callejero la conoce a Beth; allí exhibe el primero de sus trucos fallidos. Los observadores deben de haber confundido la comedia con una película de terror, ya que Jon Heder arrancó de su pecho un corazón ensangrentado para causarle una memorable impresión.

Los realizadores también llegaron al Soho, incluidos el restaurante Blackout on Bleecker, en la escena en la que Nick y Beth cenan en la oscuridad, y el bar Pravda, donde comienza el viaje de Nick, amenazado por los relámpagos. Lance persigue a Beth en una tienda de souvenirs en Little Italy. Y además, los realizadores utilizaron la calle Bond Street para el loft de Nick, locaciones en el Upper West Side para el apartamento de Beth, el Upper East Side para la locación del mural y las escenas cerca el Guggenheim, Tribeca para el restaurante donde Beth lo conoce a Gale, el City Hall Park y el edificio de la Corte Subrogante.

Josh Duhamel vivió una intensa noche en Columbus Circle. Sus padres estuvieron en el set cuando él filmaba parte de la carrera de Nick por la ciudad detrás de Beth... haciendo sus propias escenas de riesgo, rodando sobre el automóvil de época conducido por su compinche Puck (Bobby Moynihan). "El automóvil venía hacia mí y de verdad iba a atropellarme, así que debí rodar sobre el capó", relata el actor. "Yo venía a la carrera y el coche se aproximaba a bastante velocidad... naturalmente, iba a levantarme hacia el otro lado. Las primeras dos veces fueron bastante tensas: yo estaba OK, me sentía bien, pero cuando miré a mi alrededor, todos miraban sobresaltados... ‘¡Dios mío, tendremos que detener esto ya porque se va a quebrar el cuello!’ Así es que cuando de verdad volé sobre el capó y aterricé sobre mi cuello, todos me preguntaban: ‘¿Estás bien?’"

"De pronto, escuché un "¡¡¡BUUUUUUUUUUU!!!" en el fondo... y era mi mamá. Gracias por el apoyo, papi, ¡te lo agradezco! Pero él sabía que yo estaba bien... era el único que lo sabía".

Duhamel cuenta que se pellizcó cuando se dio cuenta de que lo único entre él y el otro lado del automóvil era el parabrisas. "Al final me di cuenta de que en cuanto tocara el auto tendría que rodar, porque el vidrio era lo único que me impediría pasar al otro lado. Casi lo atravieso – de hecho rompí el parabrisas – y ni siquiera era un parabrisas de utilería".


Bella Roma!
La locación en Italia

Mientras que la mayor parte del film se desarrolla en Nueva York, el alma de la película, de acuerdo con el director Mark Steven Johnson, es realmente Roma. "El espíritu de Roma era muy importante y elevó el film. Se trata del amor y de dos grandes ciudades en el mundo. Lo gracioso es que uno la siente, la disfruta como Beth, y cuando ella regresa a Nueva York y trata de dejarla atrás... Roma la sigue. Ahora, de pronto, en Nueva York aparecen fuentes por todos lados e incluso la música italiana que escuchamos en Roma se abre camino en la música de Nueva York, y aparecen los querubines. Es verdaderamente divertido llevar la esencia de Roma al volver a Nueva York. Beth trata de dejarla atrás, pero el universo se lo impide".

El diseñador de producción Kirk Petruccelli dice: "Si uno empieza a ver las bases del amor y las del arte, hay que comenzar por los clásicos. Y creo que estos están en Roma. Es abrumador sentir el honor y el privilegio de estar entre las más grandes obras maestras de todos los tiempos".

La primera tarea en Roma fue encontrar la locación para una de las estrellas del film, Venus, la diosa del amor en la Fontana D’Amore [La Fuente del Amor]. Se necesitaba una plazoleta que brindara un amplio espacio y, en lo visual, alcance e interés arquitectónico; pero era necesario que no tuviese nada instalado en el centro porque allí debía construirse la fuente. Históricamente, las fuentes romanas siempre han requerido de la aprobación del Vaticano. Dado que Venus es una diosa pagana, nunca se habría permitido que se construyera en una plaza romana. Los realizadores estadounidenses se unieron al productor italiano Enzo Sisti y al director de arte Stefano Ortolani para comenzar a buscar locaciones en el centro histórico de Roma. Una vez que comprobaron lo espaciosa que es la Piazza Borghese y lo despejado de la vista de los edificios que la rodean, se enamoraron completamente de ella.

A los realizadores, además, los emocionaba asegurarse de poder filmar en la Piazza della Maddalena y en la Iglesia della Maddalena las ceremonias religiosas del film. Entre las restantes locaciones romanas, se eligieron el Foro Romano y la escalinata del a Piazza Spagna, donde Joan y su esposo hablan por teléfono con Beth en Nueva York, más el asombroso apartamento con terraza cerca de la Piazza Venecia, que pertenece a los afortunados y aparentemente acaudalados recién casados. También se aseguraron de conseguir bellas tomas del Coliseo y se atrevieron a filmar en el Panteón y en la Fontana de Trevi, en el horario de las 3.00 de la madrugada para evitar las multitudes que visitan estas atracciones históricas. Pero algo gracioso ocurrió en la Fontana, según cuenta el productor ejecutivo Ezra Swerdlow: "A las 3.00 de la mañana, literalmente, había cerca de cien estudiantes españoles saltando a la fuente mientras la policía intentaba controlar el disturbio. Fue bastante entretenido. El festejo del fin de los exámenes fue interrumpido por la filmación".

Para el director Mark Steven Johnson, toda la ciudad de Roma fue cinematográfica: "Hay algo mágico y etéreo en Roma. Sus noches son encantadoras: todos andando, riendo, enamorados. Todos se ven grandiosos y uno piensa: ‘Esto es Roma’".

Los realizadores llamaron al veterano del cine Giani Gianese, de 83 años, para que esculpiera la Fuente del Amor ficticia. Gianese, quien realizó su primer trabajo para el cine en 1985, trabajó para los legendarios directores Federico Fellini, John Huston, Luchino Visconti y Martin Scorsese. Cuando fue contactado para este proyecto, el artista se estaba recuperando de una seria enfermedad. Afirma: "Esta oferta me recargó las pilas y el espíritu más que cualquier medicina. Me sumergí en esta aventura con gran entusiasmo y el resultado es obvio".

El escultor Giambologna brindó la inspiración para la Venus romana en la Fuente del Amor. "Hacer una estatua como Giambologna es muy difícil", asegura Gianese, "pero creo que logré hacer un buen trabajo, dada mi experiencia en el arte del 1600. Estoy muy feliz con la Venus que logré, y también porque es muy alta, un poco más de dos metros, desde los pies hasta el último mechón de su cabello. Hacer esta estatua me entusiasmó mucho, verla cuando iba tomando forma, creciendo y haciéndose más suntuosa. Primero la hice desnuda, luego la vestí y eso se puede sentir: si se mira detrás de la tela, hay un cuerpo maravilloso".

En verdad, a Gianese no lo emocionaba vestir a su Venus: "No me hacía muy feliz porque todas las Venus que se han realizado están desnudas. Esta vez la vestimos... Y está bien".

A pesar de sus ropas, el diseñador de producción Kirk Petruccelli dice que los realizadores deseaban agregar un toque "travieso" a la diosa, y lo lograron con los vivaces querubines que la rodean. Estos están vinculados con la naturaleza mágica y fantástica del poder de la estatua en el film, así como con el efecto del hechizo en Beth. "Abrumadoramente, amor, paz y sabiduría", cita Petruccelli, sorprendido por la habilidad del departamento de arte italiano para interpretar sus conversaciones filosóficas y temáticas a la distancia y para expresarlas en la fuente, a la que él considera "una gloriosa y realmente bella obra de arte".

Llevó cerca de 40 días esculpirla y seis días instalarla y se incluyó un sistema de bomba para asegurar su funcionamiento como una verdadera fuente. Fue emplazada en el centro de la Piazza Borghese, con un acceso de escalones. Los primeros días, el rodaje en Roma se llevó a cabo durante la noche, y los turistas que pasaban se confundían al no encontrar la referencia de la fuente en sus guías turísticas. Incluso algunos de ellos arrojaban monedas. El arte de la película creó una ilusión tan convincente que, como dice Petrucelli, "todos los que pasaban tenían la idea de que la fuente había estado allí desde muchas generaciones atrás".


Vistiendo a Roma
La diseñadora Sarah Edwards, encargada del vestuario

La diseñadora de vestuario Sarah Edwards enfrentó un interesante reto al vestir a la protagonista de la película. Según dice, Beth es un poco "excéntrica controlada", de modo que para su apariencia general debió encontrar un equilibrio entre "una mujer de Nueva York con estilo y alguien a quien le interesa no sólo la ropa".

El contraste de Beth en el vestuario, según Edwards, es su asistente Stacy, "una chica más informal y atrevida". Para Celeste la jefa, interpretada por Anjelica Huston, optó por "líneas puras" y prendas clásicas de diseñadores como Donna Karan, que transmitieran poder, pero no fueran obvias de la "villana".

En el vestuario de los pretendientes, Edwards se divirtió al jugar con sus exagerados personajes. Jon Heder, quien interpreta a Lance el mago, fue vestido en un estilo gótico y excéntrico. Will Arnett, el personaje del artista Antonio, llevaba un estilo de campesino italiano ficcional. Para Danny DeVito, Edwards realizó a medida todos los trajes del poderoso magnate, y para el modelo Dax Shepard realizó una extensa investigación de lo que vestiría un ostentoso muchacho de Nueva York. "Lo vestimos con jeans de diseñadores, ojotas y esos sombreros que se usan en la parte de atrás de la cabeza. Esos modelos se suelen ver en Nueva York y muchos usan pañuelos en el cuello. Nos divertimos mucho".


Campanas de bodas
Edwars fue la encargada de vestir a dos novias para el film: Kristen Bell y Alexis Dziena lucieron impactantes vestidos de novia de la reconocida diseñadora Amsale. Pero encontrar el diseño adecuado para las dos actrices no fue lo más difícil, según Edwars. Explica: "Cuando lees el guión por primera vez, no piensas que la protagonista se va a meter en una fuente vestida de novia en Roma. Y eso significa que hay que contar con cinco vestidos. Lograr cinco vestidos de novia iguales para la protagonista en tan poco tiempo es difícil".

Afortunadamente, Amsale brindó una gran colaboración al realizar los múltiples vestidos de Joan y Beth (los cuales, lamentablemente, no pudieron salvarse luego de mojarlos en la fuente), como también los de todas las damas de honor.