Una educación es la historia de una quinceañera a punto de convertirse en mujer. Está ambientada en la Gran Bretaña del comienzo de los sesenta, en plena cúspide del conservadurismo que se desarrolla tras la posguerra, y en los inicios de una década que se va a caracterizar más tarde por estar libre de convencionalismos. Dirigida por el premiado director danés Lone Scherfig (Wilbur Se Quiere Suicidar, Italiano Para Principiantes), con guión de Nick Hornby (Alta Fidelidad, Un Niño Grande). Una educación es una adaptación de las memorias de la periodista Lynn Barber, que se publicaron originalmente en la revista literaria Granta.
Una educación está protagonizada por Peter Sarsgaard (El Camino al Cielo,, Kinsey, El Precio de la Verdad), Carey Mulligan (Orgullo & Prejuicio), Alfred Molina (Spiderman 2, Frida), Dominic Cooper (¡Mamma Mia!, The History Boys), Rosamund Pike (Fracture, Muere Otro Día), Cara Seymour (American Psycho, Gangs of New York), Olivia Williams (Academia Rushmore, El Sexto Sentido), Sally Hawkins (Happy-Go-Lucky (Ganadora de un Globo de Oro)) y Emma Thompson (Nunca Es Tarde Para Enamorarse, El Escándalo, Sentido y Sensibilidad).
La película fue rodada durante la primavera de 2008 en Londres, Oxford, Paris y sus alrededores, mientras que el sonido se llevó a cabo en Twickenham Studios.
El equipo entre bambalinas incluye al director de fotografía John de Borman (Nunca Es Tarde Para Enamorarse, The Full Monty); al director de producción Andrew McAlpine (La Playa, El Piano) y a la directora de vestuario Odile Dicks-Mireaux (El Jardinero Fiel, Negocios Ocultos).
Producida por Finola Dwyer y Amanda Posey, el proyecto fue desarrollado por BBC Films y financiado por Endgame Entertainment y BBC Films. Los productores ejecutivos son James D. Stern, Douglas E. Hansen y Wendy Japhet de Endgame Entertainment, y David M. Thompson y Jamie Laurenson de BBC Films, así como Nick Hornby.
Echando la vista atrás es increíble pensar porqué nunca le hice preguntas. Yo culpo a Albert Camus
Una de las reglas del existencialismo que practiqué junto a mis discípulos en la Escuela Lady Eleanor Holles, era que nunca había que hacer preguntas. Hacer preguntas significaba que eras simple y burgués; y no hacer preguntas quería decir que eras sofisticado y francés. Yo desgraciadamente, quise ser francesa. - Lynn Barber, Una Educación
El guionista Nick Hornby nos cuenta que, "no estaba totalmente seguro de qué fue lo que me atrajo tanto de los textos de Lynn Barber, pero claramente había algo. Lo leí y se lo di a mi esposa Amanda Posey, que es una de las productoras, y le dije, échale un vistazo, aquí hay una película. Ella estuvo de acuerdo, y junto a Finola Dwyer, su compañera de producción, empezaron a pensar en posibles guionistas. Empecé a sentirme preocupado porque estaba empezando a tener envidia de no ser uno de los candidatos, y les decía, ¿para qué queréis a ese perdedor?. Así que, les dije que quería intentarlo".
"Siempre pensé que en algún momento debería escribir la historia completa de mi primer novio, ya que me parecía extraordinaria", comenta la periodista Lynn Barber acerca de su breve memoria. "La única persona a la que se lo había contado era a mi marido porque era una historia larga y complicada. Resultaba imposible contárselo a alguien en una cena o en cualquier otro momento. Era como un secreto que había estado llevando conmigo todo este tiempo".
"Posiblemente lo que más me atrajo de este texto fue que Lynn Barber, que tiene una fuerte personalidad y que a veces en sus artículos es una voz que levanta polémica, era ver qué había escrito sobre su vida cuando era joven. Así que pensé, ¡me gustaría saberlo!. La gente que la lee, la sigue con mucho interés porque Lynn nunca había hablado antes de ella misma, por eso yo también estaba encantado de conocer su historia", nos continúa diciendo Hornby.
Hornby añade que "adaptar 10-12 páginas de una revista de literatura sería una gran apuesta, aunque verdaderamente fue un trabajo agradecido. Sentí que me identificaba con la vida de Jenny perfectamente, aunque yo era un chico de ciudad y mis padres no fueron nunca a la universidad. Me gustaba el dilema que de alguna forma era "la vida en oposición a la educación". Yo fui profesor y era algo en lo que pensaba constantemente. Estaba convencido de que sería capaz de escribir un guión que desarrollara ampliamente el texto de Lynn y lo hiciera interesante desde el punto de vista cinematográfico".
A la hora de describir el periodo en el que Una educación está ambientada, todos los directores rápidamente apuntaron hacia la Inglaterra en la que todavía no había entrado la alegría, en 1961. Cuatro años después de la declaración del Primer Ministro Harold Macmillan que sostenía que la gran mayoría de nuestra gente nunca había estado mejor, la familia media inglesa continuaba llevando una vida encorsetada y austera. Aunque la gente estaba preocupada con cambiar las buenas costumbres sociales y sexuales, la mayoría no tenía prisa por adoptarlas.
"Cada vez que la gente habla sobre los sesenta, me dan ganas de gritar. Los sesenta realmente no empezaron hasta el año 63 o 64. Antes de estos años fue todo bastante monótono", nos dice Barber.
Hornby cita el "Annus Mirabilis" de Philip Larkin:
El acto sexual comenzó
En mil novecientos sesenta y tres
Entre el final de la prohibición Chatterley
Y el primer LP de los Beatles.
"Para mí, uno de los puntos fuertes de la película y una de las atracciones del rodaje fue que en 1962, Gran Bretaña estaba todavía estancada en la austeridad de la posguerra. En ese momento, Inglaterra era un país extremadamente aislado, un país bastante pobre. La Segunda Guerra Mundial creó la América de los años 50, con esos grandes coches y el rock n roll. Fue el resultado de algo bien hecho. Mientras allí todos se movían en Cadillacs, aquí en Gran Bretaña, todavía estábamos esperando al autobús", comenta Hornby.
"Antes de esta película, hice una que la Dinamarca de 1957, con lo que sé algo sobre el miedo al exceso, la sombra de la guerra y la vida sencilla que tenía la población de entonces. Pero por supuesto, no conocía la situación de Londres, así que fui muy cauto y cuidoso para que todo fuera correcto. Me aseguré que toda persona que no fuera inglesa, de Twickenham o tuviera 16 años en 1962, pudiera comprender lo que pasaba. Intentamos captar la esencia del momento porque hasta cierto punto, pensamos que para que la historia pudiera estar asentada en ese momento, el público tenía que identificarse con esos años", dice el director Lone Scherfig.
"Nos resultó muy duro unir todos aquellos acontecimientos. Si echas la mirada atrás hasta finales de los ochenta, por ejemplo, parecen tiempos recientes para aquellos de nosotros que tenemos cierta edad. Esta es la distancia que hay entre este periodo y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. En los 50 se vivía bajo el racionamiento. Era difícil viajar al extranjero debido a la regulaciones de la moneda, a la ínfima variedad de comida disponible y había un montón de cosas que no teníamos en este país", cuenta Hornby.
Carey Mulligan, que interpreta a una estudiante, Jenny, reconoce que la vida de su personaje, aunque está basada en la vida real de Barber, puede ser vista como una metáfora de ese periodo: "Además de ser un periodo de la vida de Jenny, es la historia también de los sesenta. Todo el mundo dice, '¡guay, estás haciendo una película de los sesenta!', a lo que les respondo, '¡no es en la época del movimiento hippy y todo eso, es anterior a eso!' A lo que ellos preguntan, '¿Y qué ocurría antes de eso?' Y mi respuesta es, '¡no gran cosa!'".
Hornby nos cuenta que "los padres de Jenny, Jack y Marjorie, son un producto de ese tiempo. Pero Jenny está empezando a rebelarse y David es el conducto perfecto, alguien que la saca de los 50 y la introduce en los 60. Es casi como si la "Movida de los Sesenta" llegara a la cocina de Jack y Marjorie en Twickenham unos años antes que al resto".
"Nos encontrábamos en ese momento en el que acaba de abrirse la puerta. Dejamos de tener cupones y pasamos a ser nosotros mismos otra vez. La madre y el padre en nuestro film saben que algo va a cambiar, pero no saben qué va a pasar, con lo que usan a su hija como intermediaria para asimilar el futuro. Y ese futuro, como bien sabemos ahora, fue bastante asombroso", argumenta Andrew McAlpine.
"La mentalidad de esa época era el resultado de la Guerra Fría, atrapada en una cerrada visión de la vida: trabajo y casa, era todo lo que había", nos comenta Alfred Molina, que interpreta al padre de Jenny, Jack Mellor. Un humilde funcionario que tiene la admirable ambición de dar lo mejor a su hija, y que termina convirtiéndose en una obsesión, ya que él se había criado en los años en los que había que apretarse el cinturón después de la guerra, así que lucha para que surja una nueva época.
Molina continúa diciendo, "todo era gris. Es entonces cuando aparece la exótica figura de David en el mundo monocromático de Jack. ¡Es como el gallinero al que de repente llega un pavo real, lleno de color y da un poco de miedo!".
El actor americano, Peter Sarsgaard, que interpreta a David, el hombre mayor y pretendiente de Jenny, dice, "para mí, todo comienza con la llegada de la píldora. Es como si se hubiera tensado la cuerda de un arco, preparándose para explotar todo lo que ha estado reprimido durante mucho tiempo. La gente se moría de ganas de divertirse y muchos de ellos van a empezar a hacerlo. Y lo van a hacer sin preocuparse de las reglas. Y lo mismo le pasa a David. Hubiera necesitado esperar ocho años para poder disfrutar a raudales".
"La forma en la que el personaje de David es descrito en el texto original de Lynn, hizo que hubiera sido quizás más difícil persuadir al público de que ésta era una relación que tenía sentido. Y aunque era bastante correcta, Lone quiso suavizar esa relación, eliminando algunas asperezas del personaje de David y hacer una apropiada conexión entre los personajes de forma que mantuviera la atención del público y sintieran compasión", dice Hornby.
Scherfig añade que "cada actor es de alguna manera el propio abogado de su personaje, ya que ve el guión desde su punto de vista. Mi trabajo es ver eso también, pero además tengo que verlo desde el prisma del público".
Sarsgaard fue capaz de dejar a un lado cualquier opinión sobre su personaje y sus acciones. "Cuando David está con Jenny, es como si estuviera experimentando todo por primera vez. ¿ES un bonito coche, verdad? ¿Paris ES una gran cuidad, no es verdad? No se trata de sexo, se trata de la vida. No es un pervertido, sólo es un chico que quiere vivir la vida al máximo".
Dominic Cooper, que interpreta a Danny, el mejor amigo y compañero de negocios de David nos cuenta que "Peter tiene la cualidad de ser maravilloso e ingenuo como David. Es un tipo de risa fácil. Su tono de voz parece amenazante, pero es una persona, en la que parece que se puede confiar, un tipo muy divertido."
Peter Sarsgaard y Carey Mulligan decidieron que él tendría que cautivarla en la escena dentro del coche durante la primera cita entre Jenny y David. Ella se negó a hacer lo que decía el guión, a no ser que él consiguiera persuadirla de verdad. Y lo consiguió.
"David resulta muy seductor de una manera sutil y parte de mi trabajo es seducir al público de la misma manera que David lo hace con Jenny. Si se supiera lo que hay detrás de su cara bonita, la historia sería demasiado predecible. Tienes que sentir lo mismo que él, tiene que llegar a gustarte. Me pareció muy interesante y cuanto peor se comportaba, más me gustaba".
Hornby dice, "me encantó la idea de que David fuera un adelanto de lo que estaba por llegar. De alguna forma, es un producto de una sociedad sin clases. Le gustan las cosas buenas de la vida, no sólo el dinero y exhibirse, también está interesado en lo que está ocurriendo, quiere escuchar música, leer y ver películas. Creo que es más despierto de lo pueda parecer a primera vista".
Alfred Molina añade que "David no sólo pone a prueba los parámetros en los que se mueve la vida del padre de Jenny, sino también sus prejuicios. En la sociedad británica de la posguerra existía un gran racismo que caló en todas las clases, no sólo en los idiotas de las clases altas, si no en todos y cada uno. A pesar de todos los horrores que sabíamos que habían ocurrido en los campos de concentración en Europa, había todavía una gran sensación de antisemitismo en Gran Bretaña. Y todas esto se refleja en el guión de Nick Hornby, todo está en contexto."
"Interpretando a este hombre que se siente como un intruso, alguien que pretende ser algo que no es, es exactamente lo que estuve haciendo todo el tiempo en el plató. Estuve intentando hacer lo mismo que mi personaje quería hacer: dejé de ser yo mismo y me hice pasar por otro", nos cuenta Sarsgaard.
La directora de vestuario Odile Dicks-Mireaux, se inspiró en películas de ese periodo y el modelo para el vestuario de David, fue Sean Connery en el hit de 1962, Dr. No, que fue la primera película de James Bond. "Parecía un nuevo look en aquel momento, saliendo de los 50 pero muy en línea con el look de los 60", nos cuenta ella.
Para Carey Mulligan, que tenía 22 años en el momento del rodaje, la idea de interpretar a alguien de 16, inicialmente le dio algo de pavor. "Estaba preocupada por hacer de quinceañera cuando yo ya tenía 22 años. Fue entonces cuando pensé en cómo era cuando tenía dieciséis y la verdad que tampoco era tan diferente. Imaginé que tendría la voz más aguda y que estaría riéndome todo el rato, pero no era así. Lo único que cambia entre esa edad y ser un poco más mayor, es que cuando eres más joven, no te das cuenta del daño que puedes hacer a la gente por lo que dices y eres menos capaz de controlar las cosas, siendo más difícil controlarte a ti misma".
Hornby nos argumenta, "Carey es increíble. Yo no la conocía y Finola dijo que iban a incluirla en el reparto. Pregunté que edad tenía y me dijo que 21 o 22, y fue como OK, si es así, entonces, acabas de arruinarlo todo porque se supone que tiene que tener 16. Puedo entender que lo intentes pero no va a funcionar. Y cuando la ves en las escenas del colegio, piensas, ¡Oye, no podemos hacer que se acueste con alguien! ¡Es indecente! Es un poco raro que sea capaz de interpretar el papel de una chica de 16 años, pero la verdad que no dudas en ningún momento que ella pueda tener esa edad. E incluso, con un poco de maquillaje y un peinado diferente, se puede convertir en Autrey Hepburn".
"Jenny es como un gran viaje con un montón de cambios. Tiene que aparentar 16 o 17 años con el uniforme del colegio y ese es uno de los looks que había que conseguir. De ahí teníamos que pasar al siguiente punto que es cuando Helen la transforma. Este primer cambio fue el más difícil, mientras que el del uniforme del colegio fue más sencillo de conseguir. ¿Cómo consigues convencer a todo el mundo de que su imagen es muy diferente pero que todavía es una adolescente?", dice Odile Dicks-Mireaux.
Mulligan encontró que el volver a llevar el uniforme del colegio y rodar en una clase, la ayudaría no sólo a aparentar ser una quinceañera, sino a pensar también como ella. "Me sentía horrible con el uniforme; el equipo empezó a tratarme con una niña de 12 años. Dejaron de decir palabrotas delante de mí. Durante una escena de clase, comencé a pensar '¡Dios, es TAN aburrido!' y fue en ese momento cuando me di cuenta que había vuelto a comportarme como en mi etapa colegial y tuve que chascar los dedos para volver a la realidad".
El cambio de Jenny de una aburrida quinceañera (o casi) que pasa a convertirse en una creíble adulta es alentado por Helen, que es la preciosa y alocada novia de Danny, el socio de David. "Creo que cuando se encuentra con Jenny, Helen piensa, ¡Oh Dios mío, otra cachorrita para jugar! Rosamund Pike cree que es una persona muy cariñosa pero Helen es protectora cuando se trata de dar consejos de estilo. Es capaz de hacer lo que sea para que nadie vaya vestido de forma inapropiada a una fiesta, pero no estoy segura de que hiciera lo mismo a la hora de aconsejar a alguien de que tenga sexo seguro, por ejemplo".
En el artículo original, Lynn Barker describe estar enamorada de los amigos de su pretendiente, tanto o más de lo que ella estaba de él. "Danny y Helen son cruciales para Jenny", cuenta Nick Hornby. "A ella le seducen tres personas. Obviamente es seducida por David, pero lo que más loca la vuelve es ir a casa de Danny y Helen, rodeada de cosas bellas como el chelo Lockey Hill de Danny y sus cuadros, y la ropa tan bonita de Helen, que incluso le presta algunas prendas. Este es el motivo por el que Jenny pone tanto en riesgo su propia vida. La influencia que ejercen Danny y Helen es innegable".
Dominic Cooper nos cuenta que, "eso ocurre una y otra vez. Podemos ponernos en la posición de Jenny. Cuando creces, te dejas llevar por el mal camino, por el sitio equivocado, te involucras en cosas en las que no deberías. Te olvidas de lo que es importante en la vida y crees que todo es relevante. Entiendo perfectamente que te puedes sentir atraído por algo de lo que no formas parte y que te parezca muy emocionante".
"Mucha de la gente que leyó el guión por primera vez, reconocían la traición. La idea de sentirte engañado por alguien que resulta ser alguien completamente diferente de lo que parecía", añade la productora Amanda Posey. "Desde el principio pensamos que se trataba de una historia muy habitual".
Olivia Williams que interpreta a Miss Stubbs, la profesora de inglés y mentora de Jenny comenta, "yo nunca me encontré en la situación de Lynn Barber o de Jenny. Pero salía con una amiga con la que pretendíamos ser más mayores de lo que éramos. Bebíamos y bailábamos con hombres que estaban cerca de los 30. Mirando atrás, ahora te preguntas. ¿En qué estábamos pensando? ¿Qué hacían ellos con chicas de 16?".
La productora Finola Dwyer nos cuenta, "Amanda y yo intercambiamos experiencias que habíamos tenido con chicos más mayores cuando estábamos en el colegio. Cuanto más hablamos, más cuenta nos dábamos de que casi todo el mundo ha tenido alguna experiencia así, incluidos a veces los hombres con mujeres mayores. Creo que es universal, cuando eres joven, quieres tener lo que no tienes, escapar de lo que parece ser aburrido y conocer a alguien glamuroso y divertido que te lleve a otro mundo".
Lone Scherfig no tiene ninguna duda de que Jenny soporta toda la carga dramática. "Ella no es una víctima excepto por el hecho de que es mucho más joven que David, y que él debería ser el responsable. Pero Jenny prueba lo bueno de la vida y es parte de lo que está pasando, y con 17 años, ya no es una niña. Pero es inocente; la historia trata sobre su pérdida de inocencia y David es el malo. Es algo que me tengo que recordar a mí misma porque él me gusta demasiado".
"A todas la chicas jóvenes que fueron a la audición les encantó el guión y la mayoría de ellas tenían sus propias historias, a menudo para sorpresa de sus padres", dice Finola Dwyer.
"Siempre me han enseñado que en cine, tiene la misma importancia ver cómo un abrigo de un niño se descose, que ver cómo mueren 500 soldados. Todo depende de la perspectiva con que lo hagas", dice Scherfig. "Con suerte, la película será tan emotiva como otra en la que ocurra algo más drástico, ya que para Jenny, es el mayor punto de inflexión de su vida. Espero que no demasiada gente haya sufrido la experiencia que ella tiene en el film, pero creo que el público se identificará con ella".
"Lynn Barber estuvo involucrada y apoyó el proyecto en todo momento pero hasta cierto punto, decidió confiar en nosotros y nos permitió hacer nuestro trabajo. Ella dijo que cuando vio la película por primera vez, se sintió tan atraída que quiso saber qué ocurriría al final. Había olvidado gran parte de su propia historia", nos cuenta Amanda Posey.