Hace más de seis años que Ignacio no ve a Carlos, su hermano, pero una noche se lo encuentra casualmente.

Carlos tiene serios problemas, es jugador, debe mucho dinero y Marta, su novia, le ha echado de casa.

Aunque a Carlos parece que nada le importa, Ignacio se ofrece a ayudarle. Pero sólo faltan cinco días para que se marche a Los Angeles a terminar su carrera de arquitectura. Cinco días a lo largo de los cuales Ignacio irá adentrándose en el mundo sin límites y lleno de riesgos y desafíos de Carlos.

Inevitablemente, estos encuentros terminarán por alterar y poner en peligro su vida personal y familiar. Pero cuando intente librarse de la influencia de su hermano, descubrirá que no siempre es fácil volver atrás.

CARLOS es el gusto por el margen sin ser un personaje marginal. Por eso se ha instalado en la transgresión, haciendo del azar una forma de vida cuya última filosofía es mantenerla en una constante tensión.

IGNACIO ha elegido una vida segura y sin sorpresas. Sólo un recuerdo le inquieta como en una pesadilla recurrente, el desafío de su hermano hacia una vida con riesgo pero libre. Las tensiones que parecían definitivamente dormidas se despiertan con el encuentro casual de Carlos.

MARTA es una superviviente, una mujer que busca una salida, que juega sus últimas cartas antes de iniciar un regreso, nada glorioso, a sus orígenes. Es un personaje emocional aunque luche contra ello. Quiere establecer distancias con lo que le rodea pero termina viéndose desbordada por los acontecimientos.

CLAUDIA es, en apariencia, el personaje que tiene las cosas más claras, pero también es un personaje frágil y sujeto a la inseguridad de su relación con Ignacio. Su dureza aparente es, en realidad, una forma de defensa.