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  Retratos del más allá  (Shutter)
  Dirigida por Masayuki Ochiai
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Retratos del más allá está interpretada por Joshua Jackson y Rachael Taylor. Ha sido dirigida por Masayuki Ochiai sobre un guión de Luke Dawson. Los productores de la película son Taka Ichise, Roy Lee y Doug Davison, encargándose Arnon Milchan, Sonny Mallhi y Gloria Fan de la producción ejecutiva. Katsumi Yanagijima es el director de fotografía; Norifumi Ataka, el diseñador de la producción; y Michael N. Knue, A.C.E., y Tim Alverson, los montadores de la película. La música ha sido compuesta por Nathan Barr, y la supervisión musical corre a cargo de Dave Jordan y JoJo Villanueva.

Retratos del más allá se basa en una película de 2004 titulada "Shutter", que se convirtió en el filme que obtuvo mayores ingresos en Tailandia. Esta producción de tenso terror fue dirigida por Banjong Pisanthanakun y Parkpoom Wongpoom. Su argumento no puede ser más sencillo: una muchacha aparece repentinamente, es golpeada por un coche y desaparece, regresando después para aparecerse a los perpetradores del hecho. Pero con sus numerosos giros y sustos, la película trastocó las expectativas del público, mostrándose como mucho más que una sencilla historia de fantasmas.

El inmenso éxito cosechado por la película en Tailandia no se transmitió al extranjero, ya que algunas de sus referencias sólo adquirían significado en el contexto de la cultura y las percepciones tailandesas. Buscando hacer el argumento más accesible al público estadounidense y al japonés, el apreciado productor Taka Ichise, junto con Sonny Mallhi, Roy Lee y Doug Davison, de Vertigo Entertainment, y con Sanford Panitch y Alexandra Sundell, de New Regency Productions, idearon una nueva versión de "Shutter". Su Retratos del más allá, aun mostrándose siempre respetuosa con la obra original, sería recreada con un reparto estelar norteamericano y un director japonés. Y se rodaría en su totalidad en Japón.

Sundell, de Regency, y Mallhi y Lee, de Vertigo (cuyo historial incluye títulos como "Infiltrados y "The Ring (La Señal)") colaboraron estrechamente con el guionista Luke Dawson en la elaboración del guión de la nueva versión de "Shutter", Retratos del más allá. La adaptación realizada por Dawson, todavía pendiente de producción, del afamado manga japonés "Lone Wolf and Cub", había impresionado a Regency, que también mantenía una relación profesional con el renombrado realizador Darren Aronofsky, quien había dirigido "La Fuente de la Vida" para Regency.

Dawson estaba ansioso de sumergirse en el fenómeno de la fotografía de espíritus, que desde hace mucho tiempo cuenta con gran número de seguidores en Asia, y que se iba abriendo paso de forma importante en la cultura de los EE.UU. Para ayudarse en su investigación, Dawson y algunos de los demás realizadores visitaron la exposición del MET "El Médium Perfecto: La Fotografía y Las Ciencias Ocultas".

Además, Dawson sustituyó el escenario original de la película, Nueva York, por Tokio. (La película está enmarcada por secuencias, al principio y al final, ambientadas en Brooklyn). "Una parte importante del relato lo constituye la sensación de hallarse fuera de lugar que invade a Jane en su nuevo entorno", dice Dawson, "por lo que tenía sentido ambientar la película fuera de los EE.UU. Tokio es el marco perfecto para este relato, en el que Jane se siente rodeada por el caos e incapaz de comprender por completo la situación en medio de la que ha sido arrojada. El público norteamericano no ve mucho del funcionamiento interno de Tokio, por lo que nos divertimos mucho captando la forma como la ciudad parecería extraña a un forastero".

A medida que avanzaba el trabajo en el guión, el productor Taka Ichise, cuyas numerosas obras del género incluyen títulos como "El Grito" y "El Grito 2", le planteó al realizador japonés Masayuki Ochiai ("Infection") la posibilidad de que dirigiera Retratos del más allá. Ichise nos lo explica: "Aparentemente, la película tailandesa original, ‘Shutter’, no concuerda con el Japón ni con su cultura porque fue realizada en Tailandia, por tailandeses y para el público tailandés. Pero después de haberla visto de nuevo, llegué a darme cuenta de cómo determinados elementos, como la representación del fantasma y de la fotografía de espíritus, se asemejaban al terror japonés. Fue entonces cuando elegí a Ochiai para que la dirigiera; porque sabía que él podría encontrar modos de hacer una película muy buena tanto para el público norteamericano como para el japonés".

Al igual que Dawson, Ochiai se sentía intrigado por la fotografía de espíritus y estaba deseoso de fomentar su creciente presencia en Occidente. "El público japonés está muy familiarizado con ella", explica. "Todo el mundo en Japón, en uno u otro momento, ha pasado una noche en vela después de haberse visto expuesto a la fotografía de espíritus".

"La fotografía de espíritus es tan popular en Japón porque los fantasmas significan más para los japoneses que para los norteamericanos", prosigue. "En el Japón, los fantasmas no tienen que hacer nada para dar miedo. En las historias americanas de fantasmas, éstos tienen que provocar todo tipo de estragos [para causar impacto]".

Si bien Ochiai no reconocerá haber tenido recientemente ningún encuentro espectral, afirma haberse enfrentado a algunos terrores cuando preparaba la película –a saber, unos primeros actores del reparto cuya lengua nativa no hablaba. "Tuve pesadillas por las dificultades que surgirían trabajando con actores cuya lengua desconozco", afirma Ochiai. "Pero mis temores desaparecieron en nuestro primer ensayo, cuando me di cuenta de que disponía de una magnífica intérprete, y que todos buscábamos la misma meta. Fue tan perfecto que siempre tuve la sensación de estar hablando directamente con los actores".

Joshua Jackson también se deshace en elogios hacia la intérprete, Chiho Asada. "Chiho fue todo un milagro porque podía coger nuestra jerga de actores, ligeramente superficial, y traducirla al lenguaje del director", dice, riéndose.

Jackson, más conocido por el público gracias a su papel en la serie "Dawson’s Creek" (que tanto tiempo lleva en antena), y que recientemente fue elegido para representar el papel protagonista de la prominente serie de ciencia ficción de la Fox, "Fringe", producida por J.J. Abrams, se incorporó al estelar reparto interpretando a Ben. Rachael Taylor, que acababa de interpretar un papel clave en "Transformers", daría vida a Jane. A ellos se unieron David Denman ("The Office", "Saint of Circumstances") en el personaje de Bruno, el jefe de la agencia que ha traído a su amigo Ben al Japón para la sesión fotográfica; John Hensley, que protagoniza la serie "Nip/Tuck: A Golpe de Bisturí" y la provocadora película independiente "Teeth", como Adam, un lascivo representante de modelos; y James Kyson Lee ("Héroes") encarnando a Ritsuo, el editor jefe de una revista de espíritus.

La Jane de Rachael Taylor es una especie de alter ego del público, ya que éste experimenta muchos de los espeluznantes momentos de la película a través de los ojos de la protagonista. Taylor observa que la odisea de Jane a través de un paisaje desconocido y, al cabo, aterrador, también reflejaba la experiencia de la actriz en Tokio durante el rodaje de la película. "Yo soy del campo, por lo que Tokio era un mundo completamente ajeno a mí", asegura Taylor, que proviene de una pequeña ciudad de Tasmania. "Tokio tiene un ritmo frenético muy distinto del que uno encuentra en los EE.UU. –o en cualquier lugar– incluso en Nueva York".

"Rodando Retratos del más allá, pasé por algunos graves momentos que parecían sacados de la película ‘Lost in Translation’", prosigue Taylor. "Creo que es algo semejante a aquello por lo que Jane pasa en la película. Está perdida a más no poder e intenta desesperadamente hacer frente a una cultura que le es desconocida". Buscando una relación aún más fuerte con su personaje, Taylor reforzó su propio sentido de aislamiento y desorientación asegurándose de no adaptarse al estilo de vida de Tokio.

Ben, el flamante esposo de Jane, está mucho más cómodo con el ambiente que le rodea, ya que había vivido en Japón durante varios años antes de conocer a su mujer. "Se supone que Ben se siente suficiente cómodo en este mundo por el que puede desplazarse con facilidad razonable", afirma Jackson. "Jane es la forastera en una tierra extraña que no sabe cómo hallar su sitio".

Tanto Jackson como Taylor se sometieron a una rápida e intensa inmersión en el mundo de la fotografía de espíritus. "Ese fenómeno era una de las principales ideas que [el director Masayuki] Ochiai quería transmitir", dice Jackson. "Es un concepto de enorme importancia en la cultura japonesa, siendo aceptado y ampliamente conocido en cualquier lugar del país. Nosotros [en los EE.UU.] tenemos de los fantasmas la idea de que son espíritus flotantes y fugaces. Pero en Japón, a los fantasmas se les toma mucho más en serio, y adoptan una presencia más física".

Taylor afirma ser escéptica en cuanto a la fotografía de espíritus pero a lo largo de la producción adoptó una actitud más abierta a la idea. "Yo creo en la existencia de ciertas energías. Y me gusta lo que Retratos del más allá tiene que decir acerca de la posibilidad de que la energía o la emoción se hagan oír. Eso tiene sentido para mí – si algo tiene verdadera fuerza, hallará una forma de materializarse o enviar un mensaje".

Pero lo que atrajo a los actores al proyecto fue algo más que la idea de los espíritus captados en película. "Yo valoré verdaderamente la dinámica que existe y que evoluciona entre esta joven pareja", dice Jackson. "La relación parecía real y llevadera; luego, naturalmente, se ven arrojados en medio de una situación terrorífica". Durante la producción, Jackson y Taylor aportaron mucho al dibujo de sus personajes, algo muy valorado por su director. "Joshua y Rachael tenían muchas y excelentes ideas y aportaron algunos maravillosos momentos que no estaban en el guión", afirma Ochiai. "Por ejemplo, ellos concibieron este tipo de contacto físico entre los dos personajes, pequeñas cosas que dos recién casados compartirían. No constituyen ‘grandes’ acciones pero son muy importantes para los personajes".

Los dos actores llegaron a admirar la habilidad de Ochiai para intensificar los sustos y la tensión del guión. "Ochiai tiene una habilidad especial para formar un estado de ánimo y crear tensión a lo largo de todo el argumento", sentencia Jackson. "Como actores, colaboramos con él para crear los momentos de miedo –y lograr que el público compartiera nuestra experiencia". Taylor añade: "Ochiai tiene en verdad un excelente ojo clínico para lo que da verdaderamente miedo –y lo que llega a todos los espectadores".

Los escenarios y el ambiente añadieron toques interesantes a la realización; en ocasiones, de forma inesperada. "Fuera de los estudios se realizaban unas obras de construcción", recuerda Taylor mencionando un memorable incidente. "Nos dimos cuenta de que siempre que se movía una grúa, sonaba una música inquietante de ‘La Profecía’. ¡Eso tenía que significar algo!".

Algunas costumbres tradicionales japonesas propias de los rodajes también causaron impresión en los miembros norteamericanos del reparto. David Denman recuerda que "cuando Ochiai decía: ‘¡Acción!’ todos los miembros del equipo de rodaje se tiraban al suelo, esperando mantenerse fuera de la línea visual. Es un gesto muy generoso, pero nunca llegué a acostumbrarme a él. ¡Yo estoy acostumbrado a tener un amplio equipo a mi alrededor, de pie y mirándome!".

Algunos interiores fueron rodados en los afamados estudios de Toho Company Ltd., que acogieron a muchas de las películas de Akira Kurosawa – y a "Godzilla" y "Mothra". Cuando el estudio abrió sus puertas en 1932, el piso era de tierra y cada producción realizada en Toho comenzaba con un ritual en el que un sacerdote o un monje asperjaba agua sobre el piso para alejar a los espíritus. Hace mucho que los estudios se han reformado pero el ritual continúa realizándose. "Fue verdaderamente encantador presenciar esas ceremonias de bendición de Retratos del más allá", dice Taylor.

Después de que la fotografía principal hubiera llegado a su fin en Tokio, dio comienzo la postproducción en Los Ángeles. Los montadores Michael N. Knue, A.C.E, y Tim Alverson colaboraron estrechamente con Ochiai y con el productor Taka Ichise para crear una versión final que incrementase al máximo la tensión y los sustos. "Empleamos mucho tiempo en conseguir el ritmo adecuado", asegura Knue, veterano curtido en numerosas películas de género, entre las que figura "The Ring (La Señal) 2", de Hideo Nakata, producida por Ichise. "Retratos del más allá" transcurre a una buena velocidad sin llegar a convertirse en una película de acción de ritmo convencional. Mantuvimos la velocidad del nuestro a un nivel suficiente de modo que cuando disminuya, se tenga verdaderamente la sensación de que algo vaya a ocurrir".

Knue reconoce al diseñador de sonido Chuck Michael el mérito de haber contribuido a superar un reto de montaje que afectaba a una secuencia en la que un personaje principal es atormentado por un fantasma; el personaje está envuelto en tinieblas, sin más iluminación que unos flashes de cámara repentinos y explosivos. En primer lugar, Knue estudió la secuencia semejante de la película tailandesa original. "Me di cuenta de que la escena provocaba miedo [en la tailandesa ‘Shutter’] no por lo que se ve sino por lo que se oye", explica Knue. "Decidí que nuestra escena resultaba demasiado silenciosa, y Chuck llegó y diseñó el sonido de tal forma que comienza con un shock; a continuación baja un poco y luego se transforma en algo parecido a un monstruo agresivo que persigue [al personaje]."

Este tipo de shocks viscerales y psicológicos son los rasgos distintivos de la película. Pero Ochiai insiste en que Retratos del más allá también transmite importantes ideas de origen oriental acerca de la imposibilidad de la redención y de la naturaleza del mal. "Me recuerda un antiguo adagio chino que asegura que ‘La red del cielo es muy difícil de atravesar, pero, con todo, se cuela algo del mal’ ".

Dicho de otra forma: "La ley o el sistema social pueden perdonar, pero existen seres que no lo harán".