Cinemanía > Películas > 2012 > Comentario
Destacado: En Navidad llega a las salas de cine 'Sonic 3 la película'
  2012  Dirigida por Roland Emmerich
¿Qué te parece la película?
Gracias
Ver resultados

El filme está protagonizado por John Cusack, Chiwetel Ejiofor, Amanda Peet, Oliver Platt, Thandie Newton con Danny Glover y Woody Harrelson. Dirigida por Roland Emmerich. Producida por Harald Kloser, Mark Gordon y Larry Franco. Con guión de Harald Kloser y Roland Emmerich. Los productores ejecutivos son Roland Emmerich, Ute Emmerich y Michael Wimer. Los coproductores son Volker Engel, Marc Weigert y Aaron Boyd. El director de fotografía es Dean Semler ACSASC. El diseñador artístico es Barry Chusid. Montaje de David Brenner, ACE y Peter S. Elliot. El diseño de vestuario es de Shay Cunliffe. La música está compuesta por Harald Kloser y Thomas Wander.


Acerca de la película
La idea para 2012 se le ocurrió por primera vez al guionista/productor/compositor Harald Kloser, compañero guionista de Roland Emmerich. "Cada civilización en la Tierra tiene un mito de diluvio", explica Kloser. "Las cosas van mal, la sociedad no funciona y el planeta tiene que volver a empezar. Alguna gente tiene una segunda oportunidad para comenzar una nueva cultura, una nueva sociedad, una nueva civilización".

La idea se cristalizó cuando Kloser y Emmerich descubrieron un gancho convincente sobre el que basar una historia de diluvio contemporánea. El calendario maya está fijado para llegar al final de su 13º ciclo el 21 de diciembre de 2012, y luego de esa fecha no hay nada. Esto, por supuesto, conduce a una pregunta: si el calendario se interrumpe, ¿qué viene después? "Existen millones de personas de todas las condiciones sociales, que creen que en el año 2012 habrá algún cambio en la sociedad o en el espíritu", continúa Kloser. El alcance y la variedad de teorías sirvieron de inspiración a Emmerich y Kloser mientras escribían el guión.

La clave para el director, que es bien conocido por sus éxitos de taquilla tales como Independence Day y El día de mañana (The Day After Tomorrow), es encontrar la manera de diferenciar a 2012 de otros desastres épicos. "Cuanto más hablábamos Harald y yo de la historia, más me daba cuenta de que era algo con lo que la gente de hoy se puede identificar. Existen una gran cantidad de elementos políticos y filosóficos, que creo se agregan al elemento cataclismo".

Para esto era vital crear personajes que pudieran experimentar esta agitación política y filosófica, de hecho, crear un desastre a escala humana. John Cusack interpreta a Jackson Curtis, un escritor cuya devoción por su fracasada aunque posiblemente brillante novela terminó con su matrimonio y dejó a su familia a la deriva. Pero Jackson sigue siendo un padre leal que demostrará que es capaz de hacer lo que sea para salvar a su familia. Amanda Peet es la ex-mujer de Jackson, Kate, y mantiene un contacto amistoso con Jackson pero está aburrida de competir por su atención con el trabajo. Cuando las placas de la tierra comienzan a moverse destruyendo Los Ángeles en el proceso- Jackson y su familia comienzan un viaje desesperado por tierra y aire para sobrevivir y llegar a ver el nuevo mundo.

Al mismo tiempo, en las más altas esferas de los gobiernos mundiales, hay un plan. No se podrá salvar a toda la raza humana, pero podrán salvar a unos pocos, y esa minoría tendrá la oportunidad de comenzar una nueva sociedad. El presidente Thomas Wilson, interpretado por Danny Glover, rápidamente entiende la crisis a la que el mundo está a punto de enfrentarse, y con igual rapidez previene la histeria masiva manteniendo esta información en secreto. Chiwetel Ejiofor interpreta al asesor científico del presidente, Adrian Helmsley, quien ha podido decodificar los mensajes de la tierra y está decidido a hacer lo que esté en su mano para ayudar a la mayor cantidad de gente posible. Carl Anheuser, el jefe de personal del presidente, interpretado por Oliver Platt, puede que sea pomposo e irascible, pero está igualmente decidido a ver sobrevivir a la sociedad –al menos a aquellos que puedan permitírselo. Thandie Newton, que interpreta a la hija del presidente, Laura, se conmociona cuando descubre lo que el gobierno de su padre ha ocultado al mundo. De hecho, parece ser que el único hombre fuera del gobierno que tiene alguna idea de lo que está por suceder es el locutor de radio (y posiblemente profeta) Charlie Frost (Woody Harrelson), que habla abiertamente de sus predicciones, en su programa, para todos aquellos que quieran escuchar.

El guión que Kloser y Emmerich han escrito es en muchos sentidos el mayor reto al que Emmerich se ha enfrentado. Para llevarlo a la pantalla, combina efectos visuales y especiales, que según el director, le da la libertad de elegir cuál es la mejor manera de llevar a la vida una escena. "El objetivo es que el espectador no pueda decir qué está construido y qué es un efecto visual realizado en un ordenador", explica el diseñador artístico Barry Chusid. "Con suerte, al final, podrán ver la película y preguntarse, ¿dónde encontraron esa montaña para poder ponerle todos esos elementos?’"

Por ejemplo, la producción construyó al aire libre un par de decorados de "suelos tambaleantes", con gigantescos balancines que el director podía mover a medida que los actores corrían sobre ellos. "Roland cogió una ciudad entera con palmeras, asfalto, fachadas de edificios y las puso todas sobre esos inmensos balancines –grandísimas superficies en movimiento- y dijo, ‘Se supone que tienes que correr a través de esto, meterte en el coche y salir de allí conduciendo’", cuenta Cusack. "Al final", relata, "estuve en agua, fuego, tierra, nubes de cenizas, terremotos, más o menos todo lo imaginable. Conduje cada vehículo que existe escapando de todos los desastres posibles. Fue bastante frenético".

Lo que no pudo ser construido por carpinteros, fue construido por los animadores en los ordenadores; para llevar la visión de Emmerich a la pantalla, lo único que podía ofrecer lo suficiente era el CGI. "No fue tan difícil como imaginaba", afirma Cusack. "Roland tenía todo pensado y podía mostrarte como se vería una vez que todo estuviera terminado. Tiene tanta seguridad que se convierte en algo divertido sencillamente imaginar qué es lo que él está creando en su mente".

"Todo lo que aparece en esta película me atrae", afirma Marc Weigert, quien además de ocuparse de la supervisión de efectos visuales es el coproductor del filme. "Más de la mitad de la película son efectos visuales. Creo que Roland ha encontrado la manera de poner casi todos los desastres naturales imaginables dentro de este filme. Los Ángeles, ya en la página 30, es destruida por un terremoto de 10.5. El parque de Yellowstone se eleva en una explosión de lava de 48 kilómetros de ancho. Pero la verdadera razón de por qué es tan divertido trabajar con Roland es que él aporta cosas nuevas, algo diferente para cada escena. Se puede pensar, ‘Uf, ya se han visto películas con terremotos’. Bien, pues no, no se han visto".

2012 terminó siendo una producción enorme, incluso a escala de Emmerich. Según Cusack, "el alcance de la producción es lo más grande que he visto. Cada página del guión era una escena en la que te preguntabas qué era lo que Roland tenía en la cabeza, por lo ambiciosa y enorme que parecía ser. Pero lo interesante acerca de observar a Roland en el rodaje es que nunca se desesperaba. Podía estar rodeado de inmensos decorados de pantallas verdes, pero él lo tenía todo en su cabeza. Él sabe exactamente cómo quiere que se vea, y tiene la capacidad de dar las órdenes necesarias para que sus ejércitos lo consigan. Es impresionante".


Acerca de los personajes
La historia se presenta desde dos puntos de vista: desde aquellos que saben acerca de los eventos catastróficos que esperan a la tierra y los que permanecen en la ignorancia. El Jackson Curtis de John Cusack es un ciudadano que se encuentra con la noticia de que el mundo como lo conocemos está por llegar a su fin.

Harald Kloser cuenta que este personaje no es solo alguien con el que se identifica el público, sino también los realizadores. "Conozco muy bien a Jackson porque tengo dos hijos, estoy divorciado y soy escritor. ¿Te das cuenta a dónde voy con esto?" dice entre risas el guionista.

"John es insuperable, se ajusta a la perfección. No podría ver a otra persona en ese personaje", enfatiza Kloser. De todas maneras, Jackson, no es la imagen del perfecto hombre de familia. Es un escritor fracasado que trabaja de día como conductor de limusinas y ve cómo sus hijos establecen una relación cada vez más cercana con el nuevo novio de su ex-mujer.

"Él trata de mantener su vida en orden", coincide Cusack. Pero fue algo más lo que lo atrajo del guión. "Es un guión inusual, gracioso. No sé si el pensamiento del fin del mundo puede tener algo de gracia, pero esta película tiene un humor negro que me pareció muy interesante".

A Amanda Peet, que se une al reparto como la ex-mujer de Jackson, Kate, le atrajo la oportunidad de trabajar con Emmerich. "Él es un maestro de secuencias de acción increíbles", cuenta la actriz. "Pero también pienso que tiene un toque ligero y sentido del humor. Los personajes son muy atrayentes. Pero lo más importante es que tiene un gran corazón que no solo se muestra en sus películas, sino cuando trabajas con él. Es muy considerado. Extendió el rodaje en los tanques de agua, y cuando le pregunté por qué, me respondió, ‘¿por qué no hacerlo todo de una vez? ¿A ti te apetece meterte en el agua día tras día?’ El plan de rodaje era para nosotros, y no quería ponernos en esa situación".

Desde el primer día de Peet en el set, se metió de lleno en una película de Roland Emmerich. "Mi primera escena fue la de una tienda de comestibles", cuenta. En la escena, Kate está atrapada mientras la tienda del barrio se desmorona en pedazos por un gran terremoto. "Por suerte, estaba con mi compañero Tom McCarthy, y los dos nos reíamos porque ambos éramos nuevos en el género de acción. Roland nos repetía que teníamos que mantener nuestro registro de interpretación a niveles bajos: ‘más bajo, más bajo. Van a pasar muchas cosas terribles, no puedes pensar que esto es terrible’".

El punto de vista del hombre corriente está equilibrado por la historia dentro de los vericuetos del poder en Washington, y se ve a través de los ojos de Adrian Helmsley, interpretado por Chiwetel Ejiofor.

Helmsley es un científico del gobierno que en cuanto descubre una secuencia de cambios en el centro de la tierra, la corteza terrestre y la atmósfera, lo informa a la Casa Blanca. "Adrian es el contrapunto de Jackson. Desde el principio de la película, él sabe qué es lo que va a pasar y qué es lo que piensa hacer el gobierno, pero a lo largo del filme, él tiene dudas, se pregunta si ese plan es lo correcto", explica Kloser.

Ejiofor encuentra "que los temas centrales son fascinantes. El guión se lee increíblemente fácil, no puedes dejarlo. Es una gran idea. Es la historia de la humanidad y la gente que lucha contra el caos natural que puede suceder. Creo que eso es algo de lo que en estos tiempos somos conscientes. Todos nos preguntamos, ¿cuál es nuestra responsabilidad?"

Helmsley finalmente plantea el dilema al que se enfrenta el jefe de personal, Carl Anheuser, interpretado por Oliver Platt. "Probablemente él sea el tipo más directo", describe Kloser. "Es el tío de la Casa Blanca, el tipo duro, el halcón. Pero entonces Mark Gordon propuso a Oliver Platt para el papel de Anheuser. Y eso lo cambió todo inmediatamente". Platt le aportó una dimensión más humana a Anheuser que se mantiene firme en la idea de que no puedes decir a la gente lo que en realidad ocurre, por su propio bien (y por el hecho de que no todos en el planeta pueden ser salvados).

"Él es un tipo práctico", afirma Platt acerca de Anheuser, "trata de dar solución a una situación moral muy compleja. Y como pragmático que es, finalmente ve su plan de forma muy moral. Se trata de la continuación de la raza humana. Pero el hecho de que no todos pueden partir, es muy pero muy complicado".

Este conflicto fue lo que atrajo a Platt de su personaje. "Existen películas acerca del fin del mundo, pero no creo que jamás haya habido una película de este tipo, donde el gobierno, que se supone es la última autoridad, tiene que tomar una decisión en cuanto a quién lo va a saber y quién se va a salvar", opina Platt.

Este fue el ángulo que convenció a Kloser de que la historia del gobierno debía estar en la película. "En un principio, queríamos contar la historia sin la parte de Washington", recuerda Kloser. "Roland lo ha hecho en sus películas previas. Pero después de hablarlo por un tiempo, resolvimos que no podíamos asumir una decisión del gobierno de tal magnitud sin mostrar a la gente que la tomaba".

Primero, Emmerich y Kloser escribieron durante las primarias presidenciales de EE.UU., y su presidente era una mujer. Kloser recuerda, "cuando los resultados de Iowa llegaron, le grité a Roland, ‘esto no se ve bien para una mujer presidente’", se ríe Kloser. Eligieron a Danny Glover como el sabio y compasivo presidente. Gordon afirma, "es un actor magnífico. Le aporta una enorme gravedad al papel. Creo que el público no lo ha visto en este tipo de películas, me refiero a una superproducción de Hollywood, desde hace un tiempo".

"Me encanta el dicho que dice ‘el ser humano no hace la historia; la historia hace al ser humano’. Todos y cada uno de nosotros estamos definidos por la historia que vivimos y el tiempo en el que vivimos", afirma Glover. "El Presidente Wilson tiene que tomar decisiones extremadamente difíciles en unas circunstancias que eran inimaginables cuando se hizo cargo del puesto".

"No creo que él se describa a sí mismo como un ‘líder fuerte’, incluso si esa es la manera en la que lo ven los demás", agrega Glover. "El diría que es un hombre corriente intentando ser extraordinario. Es el tipo de personas que motiva a los demás, que hace que la gente se mueva y actúe".

En última instancia, el Presidente comparte sus descubrimientos científicos con otras naciones y el plan para salvar a las cabezas de estado, científicos, artistas, plantas, animales y preciosos artefactos de la civilización, se pone en marcha años antes de 2012.

Al mando de procurar las apreciadas obras de arte para ser preservadas está la hija del Presidente, Laura, interpretada por Thandie Newton, aunque ella desconoce la verdadera naturaleza de su asignación hasta que el desastre es inminente. Eventualmente, Adrian y Laura establecen un fuerte lazo de unión y recorren juntos las vicisitudes morales del viaje que emprenden.

En 2012, Newton vuelve a formar equipo con Glover, con quien protagonizara Beloved, y con Ejiofor, junto a quien apareció en el filme It Was an Accident. "Siempre es estupendo volver a trabajar con gente que te gusta por segunda vez", afirma la actriz. "Han pasado ya diez años, y Chiwetel ha evolucionado muchísimo como actor. Tiene carisma, quieres que salve el mundo. Quieres creer en él, en su fortaleza y en su bondad. Danny es paternal, realmente se preocupa por mí. Es genial tener esa relación".

"Charlie ha puesto en marca un programa de radio que se emite fuera del Parque Nacional de Yellowstone, vive en una caravana y le dice al mundo que el fin se acerca", cuenta Woody Harrelson quien da vida a Charlie. "Me gusta interpretar a tipos así, es estupendo tener la oportunidad de pasarme de la raya. Aunque en el caso de Charlie, en realidad no se ha pasado de rosca".

"Si has visto películas de Roland, puedes pensar que es alguien agresivo, duro, brutal, y resulta ser que es uno de los tipos más dulces y simpáticos del mundo", continúa Harrelson. "Realmente sabe qué es lo que hace y lo que quiere. Te mete en la historia, te agarras a la butaca y no puedes evitar dejarte llevar".


Acerca de la producción
2012 fue rodada en Vancouver, Canadá durante más de cinco meses. La producción utilizó más de 13 platós en 5 instalaciones diferentes y un par de "escenarios" provisionales que comprendían una vasta extensión de "suelos movedizos" que se completaron con palmeras y pantallas azules. Las áreas cercanas a Kamloops sirvieron como el parque de Yellowstone y el Tíbet, donde la producción rodó durante una semana. El rodaje se completó en Los Ángeles con un par de planos exteriores.

El supervisor de efectos especiales, Mike Vezina explica que antes de que se rodaran los planos, se construyeran los decorados y se planificaran las escenas especiales, los realizadores debían decidir que secuencias se harían con ordenador y efectos visuales y cuáles se crearían con la cámara y con efectos especiales. "Las líneas se trazan al principio de la preproducción", afirma.

Vezina fue responsable de toda la parte de la historia con actividad sísmica, que se lograba agitando los decorados. "Tuvimos algunos de los aparejos más grandes que jamás haya visto", se admira el supervisor de efectos especiales. "Utilizamos más de 500.000 toneladas de acero para construir esos grandes aparejos para las grandes plataformas movedizas. A Roland le gusta que todo se vea real. Así que todos los efectos cuando salen corriendo de la casa, las escenas de terremoto como la del aeropuerto, fueron construidas en realidad sobre grandes plataformas que flotaban y temblaban. Tenían unos 750m2, así que pudimos construir decorados, poner coches, aviones, camiones, y todo podía moverse adecuadamente. Fue bastante fácil para él hacer que pareciera real para los actores y pudieran reaccionar frente a un terremoto de tal magnitud".

El primer set movedizo en el que trabajó la producción fue también el más completo físicamente, con una pantalla verde que se convertiría luego en la Casa Blanca. Danny Glover, junto con cientos de extras, equipos de emergencia y toneladas de cenizas, se distribuyeron en los 670m2 del muelle que ocupaba la mayor parte del decorado.

Vezina explica, "hicimos que los muelles flotaran con un sistema de aire, luego utilizamos un sistema neumático e hidráulico para moverlo hacia arriba, abajo, delante y atrás. Tenía además un sistema de válvulas que controlábamos de forma electrónica. Así que Roland podía decir, ‘quiero otro tipo de frecuencia en esta parte, primero una pequeña sacudida y luego más violentamente’. Pudimos rodar diferentes planos al vuelo y poder hacer un terremoto más pequeño y luego agregarle intensidad. Teníamos un control total, y con una persona con un joystick se controlaba la plataforma entera".

Otro de los desafíos físicos para los actores fue trabajar en el agua, que fue la protagonista de la tercera parte de la película.

Se construyeron numerosos decorados y cada uno tenía su propio tanque de agua. Los actores y el equipo técnico tenían que encaramarse a un tramo de escaleras para llegar hasta el decorado, y si la escena necesitaba agua, el decorado entero era sumergido con cabestrantes dentro del tanque.

Vezina cuenta, "construimos tres o cuatro diferentes tipos de tanques que hacían diferentes cosas. Teníamos un vestíbulo al que llamábamos el vestíbulo movedizo y un tanque vertedero. Había un montón de gente corriendo por el vestíbulo, y entonces, con el tanque vertedero, arrojábamos entre 300 y 400 mil litros de agua a un tiempo, así el agua podía alcanzar a toda la gente e inundar el vestíbulo. Todos los decorados podían subirse y bajarse en un tanque de 3,65 metros".

Vezina también creó un sistema de circulación que unía los diferentes decorados con los tanques de agua. "Teníamos la posibilidad de hacer circular una gran cantidad de agua entre los diferentes sets. Simplemente con la utilización de un sistema de bombeo podíamos llevar agua de uno a otro escenario. Teníamos lo que llamamos una piscina asociada. En esa piscina calentábamos y filtrábamos el agua que luego se distribuía a los decorados. Al final del día, podíamos volver a llevar el agua hasta la piscina asociada".

Cuando se necesitaba ajustar la luz o las cámaras, había que sacar el decorado y los actores del agua, se hacían los cambios y luego se volvían a poner a los actores y el equipo en el decorado que volvía a ser sumergido en el agua.

"Extrañamente", dice Cusack, "el tema del agua fue duro, pero me gustó el agua y pensé que era guay. Tienes la sensación de que te sumerges porque la cámara baja junto con lo demás".


Acerca de los efectos visuales
2012 reúne a los coproductores y supervisores de efectos visuales Volker Engel y Marc Weigert con Roland Emmerich y su particular visión. Engel y Emmerich se conocieron en 1988 en Stuttgart cuando Engel era estudiante de cine. Emmerich lo contrató para trabajar en Estación luna 44 (Moon 44), y volvieron a formar equipo en Soldado universal (Universal Soldier), Godzilla e Independence Day. Weigert y Engel comenzaron su asociación en Independence Day.

Weigert afirma, "uno de los mayores desafíos es la gran cantidad de desastres diferentes que ocurren en el filme: terremotos, fisuras que abren la tierra, numerosas ciudades destruidas, inundaciones e imponentes erupciones volcánicas. Y cada uno de ellos tiene que ser diseñado. Tuvimos que investigar y desarrollar cosas que no se habían hecho anteriormente".

"Obviamente, como los efectos visuales son cada vez mejores, el público se convierte en más y más sofisticado y es capaz de distinguir cualquier detalle en el que nos equivoquemos", continúa Weigert. "Así que tuvimos que trabajar con un nivel máximo de calidad para asegurarnos que cualquier cosa que hiciéramos fuera un 100% sin fisuras. Muchas de las cosas que hicimos no hubieran sido posibles hace solo un par de años".

El productor Larry Franco señala que unir la acción real con los efectos visuales es cuestión de hacerlo poquito a poco. "Si piensas en el proyecto en general te planteas, ‘no hay manera de que esto se pueda hacer. No podemos hacer esto, es una locura’. Pero Roland tiene una frase: ‘¿Cómo te comes un elefante? Poquito a poco’. Lo partes en pequeños trozos. ‘Solo necesitamos esta pequeña pieza y el resto es pantalla azul. ¿Cómo vamos a conseguir los elementos que van a reemplazar la pantalla azul?’ Si lo separas en pequeñas porciones, no es tan difícil como suena".

El primer paso para Engel y Weigert fue crear lo que se llama la pre-visualización, que es una especie de storyboard en movimiento. Weigert lo describe como "una simple representación en 3-D de una escena entera. Es un largo desarrollo, lleva entre seis y siete meses, y es cuando cogemos todas las grandes secuencias de la película y las pre-visualizamos".

Para ilustrar lo complicados que son los elementos de los efectos visuales, Weigert describe la secuencia del terremoto de Los Ángeles. "Comenzó cuando tratamos de resolver la manera en que podíamos rodar la secuencia, luego la búsqueda de la localización en Los Ángeles. Después de un tiempo, estuvo claro que no tenía ningún sentido rodar eso en sitio alguno, porque todo se desmorona. Todo tiene que moverse en un terremoto: cada palmera, cada buzón de correos, cada coche, cada edificio tiene que desmoronarse o derrumbarse. Finalmente decidimos construir una inmensa pantalla azul que mide más de 180 metros de largo y 12 de alto".

Esa pantalla azul fue ubicada junto a la plataforma movediza de Vezina. "La plataforma diseñada por Mike Vezina es brillante, porque permite al actor caminar sobre un suelo que está siendo afectado por un terremoto de 10.5. Todo lo que hacen, cualquier forma en la que actúan es completamente real. Todo lo que está en ese suelo está temblando. En el ordenador, recreamos exactamente el mismo tipo de movimiento porque en cualquier sitio que haya una pantalla azul, tenemos que extender el entorno con animación por ordenador y tiene que coincidir a la perfección con el plano. Tenemos que seguir el movimiento de la cámara y el movimiento del suelo que tiembla de forma independiente al resto".

Además, el director tiene una visión muy específica del producto final. "Roland fue siempre muy firme en cuanto a cómo quería que se viera el terremoto", explica Weigert. "El suelo tenía que comportarse de una manera muy similar a la de las olas del mar. La plataforma movediza le daba ese componente. Volker y yo quitamos todo lo que había en la plataforma y pintamos una cuadrícula y lo filmamos, con ello pudimos ver exactamente qué era lo que hacía la plataforma, y pudimos duplicar el temblor del suelo con exactitud".

"Todo lo demás en la escena –todo lo que no estaba sobre la plataforma- fue generado por ordenador. Construimos todo lo que se movía, todo lo que estaba en la calle, o sobre la calle, está en el ordenador y tenía que tener la textura y el color correcto".

Tradicionalmente, los efectos visuales incorporan planos con tomas que luego se emplazan dentro de la composición en lugar de la pantalla azul que aparece en el rodaje de la acción real. Sin embargo, los momentos de movimiento general y actividad sísmica de 2012, no permitían esta técnica. "Esto es Los Ángeles", afirma Weigert. "La gente ha estado allí. La gente la ha visto. Saben como es. Si hay algo equivocado en la luz, las sombras o las texturas, eso se ve inmediatamente y parece un videojuego. Eso es algo contra lo que tenemos que luchar constantemente".

Engel coincide, "todo lo que hacemos, tratamos de basarlo todo lo posible en la realidad. Tienes la física de los edificios desmoronándose o los aviones comportándose de determinada manera. Siempre estiramos la realidad un poco para que funcione en la película, para contar la historia. Pero solo puedes estirarla hasta un límite porque si no te arriesgas a perder al público. Es mi trabajo retroceder y volver a ubicarlo en la realidad".

Después de que cada elemento es creado cuidadosamente en el ordenador, con el mismo cuidado es destruido. Weigert continúa, "un edificio tiene que ser desmenuzado en millones de pequeñas piezas, de esa manera podemos basar la simulación sobre la física y mostrar como un edificio se desmorona cuando el suelo se mueve bajo sus cimientos. Y eso es lo que hacemos con, literalmente, cientos de edificios que se encuentran a lo largo de la calle y los miles de pequeños elementos que tienen que estar en el plano y tienen que moverse".

Y todo esto para una sola secuencia. "Hacer una película como esta requiere una enorme cantidad de gente y recursos de hardware y software", concluye Weigert. "Hemos contado con entre 10 y 12 compañías diferentes en todo el mundo para trabajar en este proyecto. Cada una de estas empresas, a su vez, le dedicaban entre 60 y 100 personas. También tuvimos una unidad en la casa, en Sony Pictures, para crear dos de las secuencias más importantes. Así que en conjunto, hemos tenido más de 1.000 personas trabajando en los efectos visuales. En cuanto al tiempo, Volker y yo hemos estado básicamente desde el primer instante. Solo las dos secuencias que hemos hecho en la casa tienen más de cien terabytes de almacenamiento adicional, que guarda toda la información que cada fotograma genera. Hemos tenido más de 250 máquinas para procesar esas dos secuencias. En una película como esta, tienes fácilmente un total de un petabyte (un millón de gigas) de información".

Todo esto para poder llevar a cabo la visión de Emmerich del fin del mundo. "Roland Emmerich es el primer y más importante entretenedor", afirma Weigert. "Sabe que quiere tener un público para cualquier película que haga y contentar a ese público".

Esta asociación de largo tiempo funciona bien para ambas partes. "Roland necesita constantemente mostrar cosas nuevas, diferentes", señala Weigert, "eso es genial para nosotros porque nos mantiene en movimiento. Sería terriblemente aburrido si hiciéramos lo mismo una y otra vez. Constantemente tenemos cosas nuevas que no se han hecho con anterioridad, nuevos elementos que investigar. En todo momento nos rascamos la cabeza, ‘¿cómo se supone que tenemos que hacer esto?’ Pero de alguna manera te las ingenias", concluye entre risas Weigert.


El fin del mundo tal y como lo conocemos
¿Qué ocurriría si el fin del mundo en realidad se cerniera sobre nosotros? ¿Querríamos saberlo? ¿Qué haríamos? Kloser sabe su propia respuesta. "Haría exactamente lo que hace Jackson Curtis. Cogería a mis hijos e intentaría ponerlos a salvo, de la mejor manera posible".

Oliver Platt apunta, "creo que el cálculo es que si todo el mundo lo supiera, el plan no daría resultado, sería un caos absoluto. El hecho de que mi personaje crea que esto está bien, no significa que yo esté de acuerdo. Para que quede constancia. Todos pensamos que querríamos saber, pero si no hay nada que se pueda hacer al respecto, ¿realmente querríamos saberlo?"

Chiwetel Ejiofor se ha tomado un tiempo para considerar la pregunta. "Yo apoyo la premisa de que la gente debería saberlo. Y la consecuencia de ello puede ser bastante impredecible. Es uno de los dilemas de la película, ese tipo de duda, para la que no hay una respuesta fácil, no la hay en la película y no la habría en la vida real".

Cusack resume. "No estoy seguro. Es una pregunta interesante. ¿A quién llamarías? ¿Qué sería lo último que harías? Creo que me fumaría un cigarrillo. Dejé de fumar, pero si llegara el fin del mundo, me fumaría un cigarrillo".


Qué opinan los expertos
A medida que el calendario maya se aproxima a su final, numerosos investigadores han estudiado el fenómeno que se predice afectará la tierra en el año 2012. A pesar de que estos expertos acuerdan en varias áreas de sus estudios –notablemente se espera que la tierra en algún momento sufra un cataclismo- muchas áreas continúan siendo cuestión de controversia.

LAWRENCE E. JOSEPH es autor de "Apocalipsis 2012 un estudio sobre el fin de la civilización" (Apocalypse 2012: An Investigation into Civilization’s End). En el libro de Joseph, la profecía maya es simplemente el comienzo –y describe las calamidades que algunos científicos predicen, incluyendo la actividad solar, el cambio de polo magnético y el súper volcán de Yellowstone. El libro examina la extraña coincidencia entre la antigua profecía maya y la física solar contemporánea que indica que el año 2012 puede ser crucial, tal vez catastrófico.

JOHN MAJOR JENKINS es autor de "Maya Cosmogenesis 2012: The True Meaning of the Maya Calendar End-Date". Ha dedicado su carrera a reconstruir la antigua cosmología y filosofía maya. Con el "The New York Times" acogiendo a Jenkins como alguien que "aplica el rigor académico" a las teorías de 2012, Jenkins se ha convertido en el conductor y clarificador principal del tipo de cambios que puede esperar el planeta. Él defiende que estudia el 2012 desde el punto de vista de los mayas, que expone que el ciclo que finaliza (tal y como en 2012, cuando un extraño "alineamiento galáctico" se predice que ocurra) es un tiempo de transformación y renovación. El libro más reciente de Jenkins es "The 2012 Story: The Myths, Fallacies, and Truth Behind the Most Intriguing Date in History".


DANIEL PINCHBECK es autor de "2012: The Return of Quetzalcoatl" y editor de Reality Sandwich (www.realitysandwich.com). Él argumenta que la fecha final del largo calendario maya indica un potencial cambio paradigmático en la civilización humana que se enfrenta a la crisis ecológica. Cree que la transformación puede llevar a una integración de la ciencia moderna con el misticismo. Este cambio está representado por Quetzlacoatl, la serpiente emplumada deidad del mito mesoamericano, que simboliza la unión entre el cielo y la tierra, el espíritu y la materia.