Los inicios
Hace muchos años, la gente de Dinamarca ha estado insistiendo una y otra vez a A Film para que hiciéramos una película con una historia de H. C. Andersen.
"Es el escritor de cuentos más famoso del país. Tendríais que hacer un filme de animación sobre uno de sus cuentos". Sin embargo, durante mucho tiempo nos hemos resistido, preferíamos crear historias originales propias.
Pero durante un vuelo hacia Pequín, Per Holst, uno de los principales productores de la industria cinematográfica danesa desde 1965, asociado a A Film, y defensor de la idea por-Andersen, finalmente convenció al director Karsten Kiilerich (Director creativo de A Film) para que considerara seriamente el proyecto.
La parodia que H. C. Andersen hace de la sociedad es conocida y apreciada en todo el mundo. Su trabajo refleja su propia lucha contra la intolerancia, la estrechez de miras y los prejuicios. Todo el mundo puede identificar lo que es ser ridiculizado por el mediocre y menospreciado por los que carecen de valor y capacidad para reconocer nuestras cualidades. Con esta premisa en mente nos propusimos recrear "El Patito Feo"
o más bien reinterpretarlo y reinventarlo para el público moderno.
Fueron muchas las cuestiones que H. C. Andersen decidió deliberadamente esquivar, y nosotros optamos por ampliar el alcance de la línea argumental para buscar una respuesta a todas esas preguntas:
¿De dónde venía el huevo del Patito Feo? ¿Nadie se dio cuenta de que Feo no era lo que parecía? ¿Nadie opuso resistencia a toda esa panda de sinvergüenzas, escépticos y pelotas? ¿Seguro que Feo sólo tenía una amiga o novia?
La historia del Patito Feo fue la primera elección de todas, pero se pensó más al estilo de "Babe, el cerdito valiente". En aquella época, la animación por ordenador no estaba tan avanzada y era muy cara. Entonces parecía mejor opción trabajar con un estilo que combinara la acción real y las marionetas, con la ayuda de la informática para la sincronización de los movimientos vocales.
Karsten Kiilerich comenzó por estudiar los cisnes, los pollos, los patos, etc. Los patitos son unas criaturas ciertamente adorables y llamativas, pero no obedecen las instrucciones como nos gustaría, y además, en dos semanas ya han crecido al doble de su tamaño. Pero los retos están para desafiarlos y A Film estaba preparada para seguir la salida de un cisne de su propio cascarón y establecerse en un frío lago cercano a la región campestre de Hans Christian Andersen, lo que se suponía que sería una experiencia maravillosa. Lo que estaba claro era que sería difícil que los "actores" trabajaran conjuntamente con los humanos, por no mencionar entre ellos. Para complicarlo todo aún más, A Film se enzarzó en una serie de discusiones con observadores profesionales de pájaros, quienes denunciaban que sería atentar contra el público simular que el patito se convertía en un cisne maduro en un solo invierno, cuando en realidad los cisnes tardan cuatro años en crecer completamente.
El hecho de que A Film fuera un estudio de animación y que no tuvieran ni idea de trabajar con acción real terminó de alentar a Karsten Kiilerich a comenzar a perfilar la historia y adaptar el cuento del papel a la pantalla.
"Realmente quería realizar la película. Aunque me costara duros sacrificios, como ir a Cannes, en la costa mediterránea, en mayo" (Karsten Kiilerich)
En este punto, A Film, con el productor ejecutivo Anders Mastrup encabezando las finanzas del proyecto, cada vez estaba más convencido del concepto de la historia, de modo que se puso a buscar socios inversores para coproducir la película.
"Si quieres convencer a la gente de que entren en un proyecto cinematográfico con un potente elemento de comedia, es mejor que por lo menos lo presentes con un toque de humor". (Karsten Kiilerich)
A Film ya había entablado una relación de colaboración con Ralph Christians (productor ejecutivo de Magma Films) en Irlanda y sabía que sería una buena idea que se sumara al proyecto. Así que, después de una exitosa presentación en Gales, la asociación se completó con la entrada del francés Philippe Delarue (productor ejecutivo de Futurikon).
"Tengo que formar parte de este proyecto. Y no es que no pueda encontrar propuestas mejores en mi país, pero me pareció que sería divertido integrarme en el equipo". (Philippe Delarue).
"Quizá le hablaré al público sobre mi infancia en lugar de promocionar la película. Se parece a la historia del Patito Feo, pero es más divertida". (Ralph Christians)
"Mi historia personal se ve reflejada en esta película, pero al revés. Cuando era pequeño todos decían que me parecía a Shirley Temple, pero crecí. ¡Y el resto es historia!"
El equipo de presentación aprendió que el tema de sentirse feo pero seguir buscando la belleza interior es algo universal. El público se mostró entusiasmado con la idea. Y el proyecto gozó de unos inicios plácidos.
El concepto de la historia y el guión
El cuento original de Hans Christian Andersen es básicamente la historia de un patito infeliz de quien todos se burlan a lo largo de toda la historia, para terminar convirtiéndose en un cisne en la última página.
Fueron varios los guionistas que dijeron que no se podía hacer una película sobre este tema, lo cual causó el efecto contrario a los realizadores y tomaron el desafío con más ganas todavía. Sin embargo, sí es cierto que se tenía que modificar un poco la historia.
En primer lugar, el personaje principal necesita un amigo. No puede ser que esté solo en el mundo. Así nació la rata Ratso, la criatura más ambigua, egoísta, asquerosa y barriobajera de todas, tal como se dice en la película. Después se le dio el papel de padre forzoso del Patito Feo.
"Si sales de un huevo y tienes a una rata como padre, seguro que tienes más de una pregunta que formularte a ti mismo". (Anders Mastrup)
Y hacia el final del día, Ratso se hizo con su parte de protagonismo. Bueno, digamos que lo comparte a regañadientes con Feo. La relación entre ambos personajes y con los que van encontrando a lo largo de la historia es la fuerza impulsora del filme, que lleva a la audiencia por una montaña rusa de aventuras y emociones.
En este punto del proyecto, el director Michael Hegner, de A Film, se incorporó al equipo y se comenzó a elaborar un guión.
"Ser diferente es algo con lo que todos nos podemos relacionar. Y mucha de la energía que he puesto en ese proyecto procede de esta idea". (Michael Hegner)
"Quizá no somos tan diferentes como creemos que somos. Pero al menos lo pensamos". (Karsten Kiilerich)
De hecho, los directores y los guionistas se encontraron en un serio problema, al comenzar a trabajar en direcciones distintas. Magma Films, la productora que controlaba el trabajo del guión, seleccionó al guionista Mark Hodkinson, quien finalmente firmó el guión con el que Magma trabajaría, y formó un equipo que elaboraría los contenidos.
Después de varios intentos de encontrar el ángulo apropiado y de horas y meses de escribir, de reuniones y de llamadas telefónicas, se llegó a un acuerdo sobre la historia que cumpliría con las demandas y las aspiraciones del proyecto: una enternecedora comedia familiar centrada en los personajes principales, que sorprenda con giros inesperados en el momento menos pensado. Finalmente tenían un buen guión. Entonces fue cuando comenzó el trabajo de verdad.
"Pues claro que es extraño que una rata, cuyo primo es un gato, sea el padre de un patito, quien al final resulta que es un cisne. No es culpa nuestra, fue Andersen quien comenzó todo esto". (Ralph Christians)
El estilo visual
Durante el proceso de finalización del guión se tomó otra importante decisión acerca del estilo y del universo del Patito Feo.
Tras consultar con varios directores de fotografía de películas de acción real, se decidió que las imágenes creadas por ordenador (CGI) proporcionarían a los creadores la libertad para formar el universo visual exactamente como lo deseaban, y a la vez darían a los personajes la capacidad de expresar sus emociones de forma que pudieran llegar al espectador.
Los creadores tardaron un largo tiempo en estar contentos con el diseño. Pero finalmente, después de numerosas pruebas y noches en vela, los directores y diseñadores quedaron satisfechos. Se mostraron los diseños de los personajes para conocer las reacciones de personas ajenas a la producción y la respuesta positiva fue un buen indicador de que estaban yendo por el buen camino.
El Patito Feo, por ejemplo, tenía que ser un personaje encantador y feo a la vez para que la historia resultara creíble para el público. Y Ratso tenía que ser un tipo genial, astuto e inteligente.
"Los realizadores siempre dicen que hay tres cosas importantes para una película: la historia, la historia y la historia. Pero a eso hay que añadirle algo, especialmente cuando se trata de una película de animación. Hay que añadir un diseño moderno, entrañable y atractivo" (Karsten Kiilerich)
Este proyecto ha pasado por un proceso en el que primero se dibujan los personajes sobre papel y después se construyen digitalmente. Es un poco como marionetas que se pueden mover y animar por ordenador.
Los fondos, entornos y objetos de atrezzo se construyeron más o menos de la misma forma, concibiéndolos primero en papel y después digitalizándolos. Estos decorados tienen que transmitir al espectador la sensación real de estar presentes en la localización creada en 3D. Normalmente, al realizar una cinta de animación tienes una historia y un guión más o menos cerrado, antes de pasar a la siguiente fase, que es el storyboard. Con El Patito Feo y Yo, estas fases se solaparon durante un tiempo. Esto significa que se fue desarrollando la historia a medida que los storyboarders dibujaban. En cuanto se terminaba una sección de la película, se filmaban los dibujos y se les daba el tempo apropiado, y se sincronizaban las voces con los personajes. De esta forma, los realizadores tuvieron una idea precisa de cómo iba a funcionar la película. De todos modos, esto no significa que no pudieran cambiar de idea en cualquier momento.
Animación
Los personajes de animación están dotados de un esqueleto que les permite moverse, actuar y hablar. Entonces entran en juego los animadores. Es lo más tedioso y lo que consume más tiempo, pero también es la fase más importante de la película.
El trabajo del animador está enormemente condicionado por si la película debe ser de entretenimiento o no. Su función principal está en tomar un diseño sin alma y dotarlo de vida y emociones.
"Creo que el punto de partida más importante para un animador está en su habilidad "actoral", así como en su capacidad de maniobrar con el diseño. La técnica es menos importante". (Michael Hegner)
Cuando los animadores dan vida hoy en día a los personajes basan su trabajo en los mismos principios que los de los animadores de Disney de los años 30. La herramienta informática es nueva, pero el arte es el mismo. Todo es cuestión de verosimilitud: el público debe creer que un personaje como Ratso tiene una vida interior, pensamientos, dudas e idas, exactamente igual que los humanos.
"Mover los personajes no es lo más importante. La clave está en mover los sentimientos del público". (Frank Thomas, animador de Disney)
Normalmente, el proceso de animación es lento al principio. Los animadores deben hacerse con el personaje, con sus movimientos, sentimientos y comportamientos. Pero durante el transcurso, los animadores se ponen en la piel de los personajes y con el tiempo aceleran su trabajo.
En una película trabajan muchos animadores a la vez, así que es importante que los directores controlen las interpretaciones de los personajes escena a escena. Los personajes tienen que ser consistentes.
La animación de "El Patito Feo y yo" se realizó en Dinamarca, Alemania y Francia, entre los estudios de A. Film Animoto, Futurikon y Duran, lo cual requirió numerosos viajes y comunicaciones internas entre las tres partes. Pero el avanzado mundo de la informática realmente lo hace todo mucho más fácil en lo referente a la velocidad de las comunicaciones como todos sabemos.
Cuando la animación y los fondos se unen para obtener la imagen final, el siguiente paso es la iluminación y las texturas. Ahí es donde todo comienza a verse de una pieza y a dar la sensación llegar al resultado final.
"Establecer la luz en una película 3D es como pintar cuadros, todo se basa en los criterios y gustos del profesional. Es algo muy personal". (Michael Hegner)
Naturalmente, la elección de los colores también es importante. Cuando se creó "El Patito Feo y yo", un elemento visual de gran importancia fue el cambio de las estaciones y el cambio de luz a lo largo del día. Mañana, tarde, noche. Otoño, invierno, primavera, verano.
No es solamente un viaje interior para los personajes, sino también un viaje a través de los distintos elementos (nieve, niebla, lluvia, etc.).
Todos estos elementos se aplicaron a la atmósfera de la película para darle su propio sabor. En el filme hay dos tipos de iluminación. Una para los personajes y otra para el entorno. Cuando se finalizan estos pasos y se junta todo, todavía hay una última oportunidad de afinar todos los elementos visuales entre ellos. Ésta es la última fase de la parte visual, antes de la transferencia al laboratorio para pasarlo a celuloide.
Música
El compositor de la banda sonora se seleccionó en una fase muy temprana, en cuanto se tuvo claro el universo sonoro. Jakob Groth es uno de los compositores cinematográficos más importantes de Escandinavia. Ha compuesto las bandas sonoras de numerosas películas y series de televisión, incluyendo "La isla de Bird Street", "Los chicos de San Petri" y "The Corsican Bishop". También ha compuesto la música de las series danesas "TAXI" y "The Flying Squad", dos de las producciones de la televisión danesa más importantes y prestigiosas. En 2006 recibió un Emmy® por "The Eagle" y "Young Andersen".
El objetivo de la banda sonora de "El Patito Feo y yo" es introducir un conjunto de tonos completamente distinto a la típica orquestación sinfónica que conocemos de la mayoría de películas de animación. Tenía que ser una BSO que llegara a despertar las mismas emociones que las bandas clásicas pero tenía que tener algo de distinto. En otras palabras, sin orquesta tradicional pero manteniendo la emotividad de la música.
Jacob viajó a distintos escenarios durante el transcurso de la producción para grabar la música en Irlanda y trabajó con distintos músicos independientes para obtener la mezcla que todos deseaban para la película.
"Jacob me llamó un día y hablamos de lo que necesitaríamos. Me dijo Moe, ¿crees que encontraré alguien que toque bien la guitarra hawaiana en Galway? Ah, y necesitaré un buen guitarrista de blues, y
y
Afortunadamente existen muchos músicos de gran talento en Galway. Reunimos a los mejores y Jacob acudió para seleccionarlos. Fue maravilloso escucharles tocar juntos, con unos estilos tan distintos: rock, celta, country y clásica. Todos ellos le proporcionaron una capa de vida adicional a la película. La música es de gran importancia, pues transporta al público hacia los sentimientos que deben experimentar". (Moe Honan)
Postproducción
La posproducción de este proyecto se realizó en cooperación con Magma Films y Pictorion, en Alemania. La posproducción de sonido la llevó a cabo el diseñador de sonido Guido Zettier en los estudios Ruhr Sound de Dortmund, y las mezclas las realizó Stefan Korte en presencia de Michael Hegner.
"Una de mis frases favoritas de la película es: Los feos son los que mejor se lo pasan. Los guapos pierden el tiempo en los preparativos y en ponerse crema de manos". (Anders Mastrup)