Amores locos es una historia de amor, extrema y poco frecuente.
JULIA (Irene Visedo), una joven cuidadora del Museo del Prado, está convencida de que ella aparece en una pintura flamenca que figura en la sala en que trabaja, junto a un hombre que dice es su amante.
El día que se encuentra con ENRIQUE (Eduard Fernández), un prestigioso psiquiatra, no tarda en confesarle su convicción de que ambos son los personajes de una pintura del siglo XVII, y que se han amado con locura hace cuatro siglos.
ENRIQUE ve en ella a una joven enferma y, aprovechando que está ultimando una investigación sobre los delirios pasionales, decide convertirla en su paciente. La lucha entre la razón y los sentimientos comienza con él tratando de curarla, y ella intentándolo convencer de que ambos están destinados a estar juntos de una manera misteriosa e inexplicable.
Esta lucha los llevará a la mágica ciudad de Brujas, donde uno de los dos, conseguirá su propósito.
Descripción de personajes
Enrique (Eduard Fernández)
Es un psiquiatra de prestigio que confía más en la terapia que en dar medicamentos a sus pacientes. Una infidelidad de su mujer lo descoloca; se separa y acto seguido acepta ir a hacer una investigación a Estados Unidos sobre la patología de las pasiones amorosas. Su hija adolescente le recrimina esa especie de huída. Vuelve llamado por un amigo y colega para dar un seminario a médicos españoles sobre las investigaciones que está haciendo. Se aloja en la casa de su hermana. Sabe que se tendrá que enfrentar a su hija y a su ex mujer. Lo que no imagina es que se topará con la más singular de las pacientes que ha tenido.
Julia (Irene Visedo)
Es una joven cuidadora de una sala de pintura flamenca en el Museo del Prado. No tiene amigas. Sí un amigo que la ama en secreto. Vive con su abuela y no tiene más familiares vivos. Toda su vida se concentra en uno de los cuadros de la sala que cuida. Es una típica pintura del siglo XVII que muestra una clase de virginal (especie de piano de la época). Las visiones que tiene de lo que sucede durante las clases de música la reafirman en su convicción de estar protagonizando una misteriosa y eterna pasión.
Ana (Marisa Paredes)
Es la abuela de la Julia, una mujer que carga sobre sus hombros con una tragedia familiar. Su refugio es jugar por internet y unos poemas amorosos que un festejante anónimo le envía al móvil. Sabe que su nieta es una joven rara; su manera de no entrar en conflicto con ella es preguntar lo menos posible.
Alfonso (Carlos Hipólito)
Es un neurocirujano muy preciso y eficiente en su trabajo, pero que está enamorado de una prostituta húngara. Tan enamorado que se sumerge en las costumbres y literatura de Hungría. Su sueño es convencerla de que se retire de ese oficio y sea su esposa.
Susana (Marta Belaustegui)
Es la hermana del psiquiatra. Es una cantante de zarzuela que sigue viviendo en la casa que fuera de sus padres. Tiene un poderoso imán para establecer relaciones con hombres equivocados, pero su tenacidad la lleva a ahondar en esas relaciones en vez de abandonarlas.
Irene (Cuca Escribano)
Ex-esposa de Enrique, brillante abogada y exigente madre. La infidelidad que comete, las condiciones que la rodean, es tan bestial que no parece casual. Si ha querido reavivar su matrimonio, el camino parece tan insólito como incierto.
Eszter (Eva Pallarés)
Es la prostituta húngara de la que está enamorado Alfonso. Una mujer que se ha adaptado a las épocas de crisis con imaginación. Siempre está atenta a los deseos más ocultos de sus clientes para poder sacarles más dinero.