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  Si la cosa funciona  (Whatever works)
  Dirigida por Woody Allen
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Aunque resulta difícil imaginar a nadie más que a Larry David en el papel del misántropo de Manhattan Boris Yellnikoff, el papel principal en Si la cosa funciona fue en realidad escrito para Zero Mostel. Woody Allen dejó de lado el guión tras la muerte de Mostel, pero recientemente, pensando que era una idea simpática, decidió revivirlo. Era sin embargo consciente de que los zapatos de Mostel eran quizás demasiado grandes para nadie más. "Estaba pensando en quién podría interpretar este papel con bastante humor y fuerza como personaje y pensé que Larry sería divertido", comenta Allen. "Soy uno de sus grandes fanáticos y él ha participado en dos de mis películas anteriores [DÍAS DE RADIO e HISTORIAS DE NUEVA YORK], aunque en pequeños roles".

El debut de David con Woody Allen no fue particularmente auspicioso. "Después de hacer mi pequeña escena en DÍAS DE RADIO, me percaté de que no había ninguna cámara alrededor, así que busqué a alguien del equipo y le pregunté: '¿dónde está la cámara?' Y él me señaló hacia arriba, bien arriba en el tejado. Y luego, cuando vi la película, lo único que se veía era mi cabeza calva".

Cuando la producción le preguntó acerca de su disponibilidad para interpretar el papel de Boris, David asumió que se trataba otra vez de un pequeño papel. "Abrí el guión y vi que el personaje de Boris estaba por todas partes en la primera página", comenta David. "Y luego, por curiosidad, me fui a la página 50 y Boris estaba nuevamente allí. Y después me fui a la última página, y Boris también estaba allí en la última página. Y entonces me di cuenta..... 'Vaya, este es realmente un gran papel.'"

Aunque la mayoría de los actores se sentirían totalmente entusiasmados si les ofrecieran interpretar el papel principal en una película de Woody Allen, David tuvo una reacción muy distinta. "Pensé que Woody estaba totalmente trastornado", comenta. "Me preguntaba quién le había podido meter esa idea tan loca en la cabeza. Y claro, como ocurre con cualquier cosa que me ofrecen hacer, no sentí que estaba a la altura. El sentirme a la altura es algo que me cuesta mucho". El leer el monólogo de tres páginas que abre la película fue particularmente difícil. "Como en ŽCurb Your EnthusiasmŽ, yo nunca memorizo nada", explica. "De hecho, la mayor parte del tiempo, me entero un minuto antes de que voy a filmar. Así que esto es realmente algo muy distinto para mí".

"Larry me estuvo diciendo que cometía un error al contratarlo", comenta Allen, "diciéndome que no tenía muchos registros, que era terrible y todo lo demás. Y luego, de manera sorprendente, todo bien a la primera toma, estuvo simplemente fantástico, un actor natural. Y lo que me sorprendió fue lo bueno que era en escenas que no requerían que fuera cómico, sino genuino. Pero el ser simpático forma parte de Larry, él es así. No tienes que empujarlo, sólo tiene que estar allí y representar las escenas de una manera increíble, sin intentar ser simpático, sólo intentando ser real. Cuando Larry es real, es divertido, porque él es divertido en la vida real".

El personaje de Boris es un misántropo a escala mundial, con una gran opinión de sí mismo y muy mala opinión sobre la raza humana. Con todo lo exageradas que pueden resultar sus palabras, no están muy lejos de las que ha pronunciado Woody Allen en el pasado. "Yo escribí el guión, así que obviamente la forma en que veo la vida", explica Allen. "Pero Boris es un personaje creado por mí. No expresa mis ideas totalmente. En realidad, es una exageración extrema de mis sentimientos".

David cree que mucho del pesimismo de Boris proviene de su ateísmo. "¿Cómo puede alguien ser optimista con la muerte acechándonos constantemente y sin creer en el más allá?" También se trata de un físico que piensa que el planeta va a explotar, así que su vaso no está exactamente medio lleno. También debe ser frustrante ser más inteligente que todos los demás, porque nadie te entiende". Sin embargo, podemos decir que el problema de Boris son justamente sus prejuicios. "Boris trata a todos por igual, lo que es realmente terrible", explica David. "Para él, la mayoría de la gente es imbécil. Para mí también, excepto, claro, cualquiera que me aprecie".

El título original para la película de Woody Allen: ANNIE HALL era "Anhedonia", un término que describe a alguien que no puede sentir placer, y Boris podría ser considerado una persona que tiene esa enfermedad. David no está de acuerdo. "Él disfruta de algunas cosas", explica. "Disfruta insultando a la gente. Le encanta la música clásica, las películas antiguas, y los knishes. Pero lo que más le produce placer en la vida es poder expresarse: a él le encanta alardear y demostrar lo brillante que es".

Existen ciertas similitudes entre Boris y el personaje de Larry David que David interpreta en su exitosa serie para la cadena HBO "Curb Your Enthusiasm". "Ambos disfrutan con las confrontaciones y no tienen reparo alguno en decir lo que sienten", explica David, "pero 'el Larry de Curb' generalmente necesita un motivo para insultar alguien, mientras que Boris discrimina mucho menos en este sentido". Y agrega: "el tío de 'Curb' no es tan inteligente como Boris, pero tiene mejor disposición, y parece obtener algo más de la vida. Además, él tiene las mismas necesidades que tiene la gente normal, como el amor y el sexo, algo que Boris no parece tener".

Tras abandonar su vida de físico eminente, con una bellísima esposa y un piso elegante en el mejor barrio de la ciudad, Boris se muda a un oasis cochambroso que se ajusta mejor a su necesidad de soledad y de desesperación. Pero su pesadumbre se ve interrumpida con la llegada de un rayo de sol, en la forma de Melody, una adolescente de Mississippi que escapó de su casa, interpretada por la joven actriz Evan Rachel Wood (EL LUCHADOR). "Melody no tiene ni un pelo de mala", explica Wood. "Es increíblemente dulce y generosa e intenta por todos los medios complacer y parecer inteligente a los ojos de Boris. Ella es tonta como ninguna, pero eso es lo que resulta más llamativo acerca de ella". En todos sus años como actriz, Wood ha interpretado con frecuencia papeles que han sido descritos como "muy buenos particularmente tomando en cuenta su juventud", como es el caso de THIRTEEN, y Melody es un gran papel para ella. "No soy ni genio, ni nada", explica Wood, "pero realmente es difícil hacer el papel de tonta. Pero fue realmente mucho más divertido. Tuve que hacer muchas tonterías, algo a lo que todos tenemos derecho, por lo menos una vez".

No es nada sorprendente que Boris, con la antipatía que siente por todos, no se sintiera entusiasmado con la llegada de Melody. "Ciertamente, al principio, él no parece querer que ella se quede allí por nada de este mundo", explica David. "Él es algo rígido en su manera de ser. Pero a ella no le importa, nadie la echará tan rápido, ni siquiera Boris. Tampoco es tan loco". Sin embargo, Boris no escatima ninguna oportunidad para decirle a Melody que tiene el cerebro de un chorlito y poder menospreciarla. A pesar de todo esto, ella se va enamorando de él. "Ella es un personaje solitario en una ciudad solitaria", explica Allen. "Y allí está un tío que la acepta en su casa, le proporciona una cama y comida y que no se aprovecha de ella de ninguna manera. Por otra parte, ella reconoce que Boris es de verdad un genio y eso es muy atractivo para ella, porque ella tiene muy poca seguridad en sí misma". Wood ve muchas razones por la que Boris, con todo y su mal carácter y sus fobias excéntricas, puede resultarle atractivo a Melody. "Yo estoy segura de que ella ni siquiera entiende la mitad de los insultos que él le lanza, y eso hace que las cosas sean más fáciles de llevar", explica. "Y aunque es tonta, es muy buena descifrando a las personas. Yo creo que ella sabe que Boris tiene buen corazón y que en realidad, toda su actitud es más bien como un mecanismo de defensa para él. Boris es como Oscar el gruñón: es difícil, pero tierno". Y con el tiempo, Boris comienza a apreciar los instintos de Melody para calmar sus ataques de pánico a través de la música y las películas antiguas. "Ver a Fred Astaire en la tele, le resulta tranquilizador", explica Allen. "No es algo provocativo, no es conflictivo, no es deprimente, es escapista. Y es algo muy bello con hermosa música y encantadores bailes, y ese es el tipo de cosa que lo enternecen".

Patricia Clarkson, quien tuvo un papel secundario en la película de Woody Allen del año pasado: VICKY CRISTINA BARCELONA, se une al reparto en el papel de la madre de Melody: Marietta, quien se transforma de una ama de casa sureña y conservadora en una artista de Nueva York sexualmente liberada. "Yo nací y crecí en Nueva Orleans", explica Clarkson, "y soy sureña hasta la médula. Así que conozco a estas mujeres. Pero la belleza de Woody es que es tan yanqui, pero él entendió perfectamente su sentido del humor y su sexualidad, porque es un gran escritor". A pesar de la sorprendente transformación de Marietta, Clarkson no cree que su personaje cambie tanto como parece. "Yo diría que en realidad lo que ocurre es que queda alineada consigo misma. Ella es una mujer muy fuerte y voluntariosa. Está desbocada desde el punto de vista físico y sexualmente, pero no tanto mentalmente porque sus convicciones son muy ciertas y muy reales y ella no es una persona voluble".

Allen quiso diseñar escenas muy largas, con extensas tomas. "Tienes que saberte tus diálogos", explica Clarkson, "porque a Woody le gusta seguir". Wood agrega: "piensas que en una comedia te estarás riendo constantemente, pero en realidad pasas la mayor parte del tiempo intentando mantenerte serio, para no arruinarlo todo. Filmábamos diez páginas y cuando estábamos en la página nueve, Larry decía algo y yo no podía aguantarme y no podía parar de reír. Eso no fue muy bueno". Al prepararse juntos para las escenas largas, los actores formaron vínculos muy estrechos rápidamente. "Larry es muy discreto, muy dulce y sencillo", explica Clarkson. "Yo sé que a lo mejor estas no son cualidades que se le atribuirían a él, pero en realidad es bastante soñador, y por supuesto, divertido a rabiar". Wood confirma: "Nos divertimos mucho. Larry y yo nos compenetramos porque yo nunca había hecho una comedia, y le pedí consejo; y él nunca había hecho una película donde tuviera que memorizar sus diálogos, por lo que me pidió consejo sobre eso". David tiene en alta estima a su co-estrella. "Cuando hablas con Evan, nunca sientes que estás hablando con una chica de 21 años de edad. Ella parece mucho mayor. La he visto en un par de cosas y en cada una es una persona totalmente distinta. Ella parecía estar canalizando algo para este papel". Clarkson y Wood se acoplaron con gran facilidad a su relación de madre e hija. "Sentí inmediatamente una conexión con Evan", explica Clarkson. "Comencé a llamarla Sweet Pea (arvejilla), porque es una expresión muy sureña y parecía natural. Y resultó ser exactamente lo que su madre solía llamarle". David admite que a veces me sentía sobrepasado por las actuaciones de Clarkson. "Siempre me sorprendió ver cómo se encendía su motor interno cuando tenía que pasar a la acción. Ella la aceleraba un poco, simplemente. A veces, me quedaba cautivado viéndola y me olvidaba que yo estaba en la escena".

Allen era una presencia callada en el escenario. "Él está muy concentrado y es algo reservado", explica David, "pero puedes mantener una conversación con él y es muy divertido. Pero no es que esté intentando hacer que alguien se ría. Es la forma en la que habla naturalmente". "Él puede ser divertido en el escenario, pero sabes que en general es bastante callado", explica Clarkson. "Y todo es muy sencillo: funciona para él o no. También es una persona muy gentil".

Allen alentó al reparto a sentirse libres y salirse del guión. "Yo siempre hago eso", explica. "Y los actores siempre dicen: 'es fantástico trabajar para alguien que quiera que improvise', pero llegado el momento, vuelven a sus diálogos". "A él le gusta que lo mezcles todo", explica Clarkson. "Es el escritor menos preciosista con el que haya trabajado jamás, pero tú quieres decir tus diálogos porque son muy divertidos". David no hizo uso de su reconocido talento para la improvisación en Si la cosa funciona. "Lo intenté", explica David, "pero el personaje es mucho más inteligente que yo, y no sonaba bien. Sonaba demasiado a mí, y no lo suficiente como Boris. Los otros actores me miraban como si estuviera loco, así que dejé la idea".

El título de la película habla por sí mismo, pero en la película sugiere una actitud de no juzgar las diversas decisiones que toman las personas en aras de encontrar la felicidad. "A medida que vas por la vida, te enfrentas a dificultades y sea lo que sea que funcione y no le haga daño a nadie es perfecto", explica Allen. "Así que aunque resulte extraña una relación romántica, si funciona, funciona. Y no se trata sólo de las relaciones románticas. Ocurre lo mismo con nuestros trabajos, o con nuestros hobbies, o con el lugar donde queremos vivir. Si funciona para ti el vivir sólo en una isla desierta, perfecto, funciona. No hace falta decir nada más y lo mismo acerca de cualquier otro aspecto de la vida. Si para ti funciona un entorno totalmente poco convencional, no hay nada malo en que lo tengas. Siempre que no estés estorbando a nadie, ni haciendo daño a nadie, es lo mejor para ti para seguir adelante en la vida".

"`Si la cosa funcionaŽ significa que tienes que vivir tu vida, no de acuerdo con lo que la sociedad nos diga que son las reglas para la mayoría de las personas, sino de acuerdo con lo que te diga tu yo interior", explica David. "No puedes estar con alguien simplemente porque pertenece al grupo demográfico correcto, o porque se vea bien en el papel. Incluso si no tienes nada en común con alguien, puede ocurrir algo cuando estás con esa persona que te haga sentir bien y cómodo. Esto, por supuesto, nunca me ha ocurrido a mí, e incluso si me ocurriera, encontraría la manera de rechazarlo. Conmigo es todo lo que no funcione".

"Lo que le ocurre a muchos de los personajes en la película es que se sienten infelices viviendo una vida que ellos sienten que es la que deberían vivir, o la que creen que está bien", explica Wood. "Se sienten miserables. Y no es sino hasta que llegan al fondo y que tienen que volver a construirse que se dan cuenta de que sólo se trata de lo que te haga feliz. Siempre encontrarás una vía. Siempre encontrarás gente como tú. Yo creo que eso es lo que significa: sea lo que sea que funcione, sea lo que sea que te haga feliz, así es como debería ser la vida".

En la película, todos los personajes del sur vienen a la ciudad de Nueva York y encuentran lo que funciona para ellos. "Melody crece un poco", explica Allen. "Al principio está enamorada de Boris, pero luego comienza a darse cuenta de su misantropía. Aunque muchas veces la gente se merece sus burlas, no todos la merecen todo el tiempo; él es demasiado extremista y al final, es una vida difícil de llevar. Ella estaría mucho mejor viviendo con alguien que no estuviera tan profundamente afligido por intensos sentimientos de pesimismo y misantropía, como Randy Lee James (Henry Cavill). Entonces, Melody deja de ser la pequeña idiota que era cuando llegó. Ella ha progresado, dentro de sus limitaciones, pero definitivamente ha cambiado. Marietta siempre ha vivido una vida falsa con un tío que en realidad no estaba enamorado de ella, ni le interesaba demasiado sexualmente, y eso es probablemente lo que desencadena todo. Y ella era víctima de todos esos prejuicios rurales y de la ignorancia derivada del estilo de vida del área en la que vivía. A la primera oportunidad, cuando alguien alienta su lado artístico, en lugar de acobardarla, de repente, ella está lista para florecer. Es una artista y lo único que hizo falta fue que alguien le diera la oportunidad de dejar aflorar su talento. Y lo mismo con su marido John (Ed Begley, Jr.). Él era un homosexual que no había salido del armario, tuvo la oportunidad de salir de él, y es mucho más feliz. Así que la película en realidad es mucho más sentimental de lo que la historia te llevaría a pensar. Porque al final, la madre es feliz, porque tiene una nueva vida; el padre es feliz, porque tiene una nueva vida, pero con otras personas".

Muchos de los eventos clave de Si la cosa funciona ocurren por pura casualidad. La gente se junta por pura casualidad, como es estar en el mismo restaurante o en el mismo bar al mismo tiempo. Esto refleja la creencia de Allen de que la suerte es responsable del 90% de lo que ocurre en nuestras vidas. "Estoy convencido de que si haces tus ejercicios y tienes una buena alimentación, contribuyes a tu longevidad o a tu salud", explica. "Pero es una pequeña contribución. Al final, dependes en gran parte de la suerte. Uno siempre puede contribuir con el trabajo y la disciplina, pero como dije en MATCH POINT: es mejor tener suerte que ser bueno". Agrega: "puedes buscar a tu alma gemela en todos los lugares imaginables, pero eso no significa nada. Y de repente, puedes estar cruzando una calle y alguien deja caer un paquete, lo recoges, comienzas una conversación y esa es la persona con la que eres feliz. Y además de eso, existen millones de cosas que tienen que estar en el lugar correcto: no te tiene que atropellar un coche, ni tener cáncer terminal; tienes que asumir que tu pareja tiene suerte en ese sentido; tienes que disfrutar con las cosas que disfruta tu pareja, y tu pareja tiene que disfrutar con las cosas que disfrutas tú. Te levantas en la mañana, y lo único que puedes hacer con las cosas que te ocurren es trabajar muy duro para intentar influir en algo. Pero es poco lo que puedes hacer. El mundo es un lugar muy indiferente, carente de sentido y lleno de violencia. Puedes hacer todo lo posible por sobrevivir y ser feliz, pero necesitarás suerte para hacerlo, y mucho más suerte de la que crees. Mucha gente dice: 'yo construyo mi suerte.' Pero esa misma persona que alardea de construir su propia suerte, sale de su casa cuando están elevando un piano por los aires, se rompe la cuerda y le cae en la cabeza. En ese momento no decidió su suerte".

Sea lo que sea lo que le ocurra a Boris, él siempre será hasta cierto punto solitario y aislado, como lo es por su intelecto superior. "Todos en la película, sin importar sin son felices, o inteligentes, o exitosos, o perceptivos, funcionan dentro de ciertas limitaciones y están bien", explica Allen. "Pero sus formas de pensar son prosaicas y limitadas, y las ideas de Boris no lo son. Boris es el único que ve lo que los demás no pueden ver. Él es de hecho un genio, porque es el único capaz de ver que en realidad hay un público ahí afuera. Cuando muestren la película, incluso si es para una sola persona, los estará mirando".