Dirigida por Patrice Chéreau
Jean-Baptiste Emmerich ha muerto. Su última voluntad del artista parisino es hacerse enterrar en Limoges. Para rendirle homenaje sus conocidos, su familia ilegítima, deberá coger el tren. Todos, amigos fieles, amantes, amantes de sus amantes y mujeres de sus amantes, todos metidos en un vagón de tren. Las lenguas se afilan, las intimidades surgen a flote. Toda la basura al descubierto. En Limoges se encuentran con la familia natural: la hermana insensible, el hermano... Tras enterrar al difunto se reunen en la casa familiar, por la noche la verdad estalla. El muerto hace que emprendan todos un viaje hacia ellos mismos.