Génesis de la película
Si observas algo durante bastante tiempo, si te alejas de la idea de dar simplemente información, lo que es un aspecto realmente importante es ese tiempo físico. Después de un cierto punto de duración, ese tiempo físico se transforma en metafísico y da comienzo a otra cosa. Eso también te guía hacia ti mismo.
Y eso es lo que me interesa, no desconcentrar al público como hace la televisión, por ejemplo, arrancándote de ti mismo; sino darte tiempo y dejarte que te devuelvas a ti mismo una pequeña parte de ti. La gente tiene mucho miedo de los filmes lentos, pero si lo miras desde un ángulo distinto, podríamos decir también que una película lenta te regala tiempo. Y por qué no tener la bonita visión de que el cine es un lugar donde puedes ir y nada te es arrebatado, sino que se te concede algo, se te concede tiempo. Porque normalmente el tiempo en la vida te es arrebatado.
Esta película articula personas solas en un mundo hostil, con una luz de esperanza ambigua, matizada con ese contexto sucio de las grandes ciudades europeas.
Si pudiera describir "de que trata la película" se me haría muy complicado. Trata del amor, pero a la vez del desamor y del dolor. Una aproximación haría referencia a distintas personas que hablan distintos idiomas, pero que deben convivir en una Barcelona neo-romántica: sucia, solitaria y en crisis. Si debiera desarrollar una sinopsis, se trata de personas solas en un film, y como ellas se relacionan, con una fotografía decadente y sucia, cámaras oscilantes, rincones oscuros y un cierto amateurismo que radicaliza la sombría existencia del hombre contemporáneo. Las fracturas humanas en una sociedad ya quebrada. "Reencarnación" narra el lento descenso de dos personajes que se aman y se separan. Dos seres que de tanto amarse se hieren, porque están solos, y el cotidiano urbano parece arrastrarlos aún más a una decadencia de la que pretenden salir sin saber muy bien como. La separación y el engaño, la soledad y el valor que adquiere cada persona se entremezclan con las miradas desgarradoras y los nombres escritos en la piel, a falta de más palabras.
La duración del filme es de tres horas de duración, para poner en la pantalla la soledad del sujeto y la maldad descarnada del otro, del semejante. Se ven largas escenas silenciosas en una caminata "entre fronteras" en una ciudad "vacía", cuando me preguntan a qué se debe tanto silencio en la película, contesto: "¿cuánto tienen que decirse hombre y mujer cuando ya se lo han dicho todo?". Sólo el silencio extremo, sin ningún "ruido" que lo rellene de charlatanerías vacuas y ociosas que logra angustiar al testigo para que éste se apropie de la mirada del realizador (observador).
Texto del director
Una ciudad hostil, relaciones fracturadas, espacios desoladores, gritos de personas solas o sencillamente la contemplación de nuestro alrededor, son elementos que reiteradamente aparecen en REENCARNACIÓN. En donde, la felicidad tiene que ver no con el hoy, si no con la pequeña esperanza, la pequeña lucha que se pueda seguir dando aunque sea para mantenerse al borde de la sociedad, en ese espacio que aún despreciado por la estabilidad de una familia, un trabajo con oficina y una mascota simpática, subvierte el intento de progreso y libertad presentado por las sociedades de consumo.
La película es para mi un redescubrimiento de las capas sociales, esta vez no condicionadas por su acceso económico necesariamente, sino que en este caso las miserias interiores terminan proyectándose en los espacios, los minúsculos habitáculos que deben poblar miles de ciudadanos que crecieron en la fractura misma de lo que consideramos "actual".
La esencia del metraje es una directa declaración sobre el tránsito, la búsqueda de la identidad en medio de la nada. Si la sociedad ignora a todos aquellos seres que se plantean algo más del mundo, yo trato de hacerles protagonistas. La democracia nos hace iguales a todos, pero no tanto, podría ser un subtítulo perfecto para una película con la que utilizo una fotografía incómoda, tan incómoda como la forma en que se relacionan las personas hoy en día. Una cámara contemplativa, un acompañante, un curioso testigo de lugares, espacios, caminatas y gritos desgarrados de una sociedad que hace aguas por todos lados, pero de la que aún se puede seguir adelante por un tiempo mas.
Nuria Prims contrasta esa mirada. La felicidad puede estar aferrada también a una copa, que nos permite no caer definitivamente si se piensa que nuestra realidad aún no es el fondo de algo.
La contemplación de nosotros mismos desde nuestra historia, esa mirada sobre lo popular como metáfora de nuestra identidad, es el punto de partida que empleo para tomar el otro camino: la concepción de autor no me hace trastabillar en el lugar común por el que nuestra cinematografía termina inclinándose, sino que más bien tomo dicha concepción autoral como una herramienta de narración (visual y textual), donde la mirada del mundo es precisamente la obra, y no los condicionantes externos. El leguaje como medio de sí mismo.
Las ciudad laberínticas, los planos secuencia o la fotografía contrastada y ambigua, configuran una Barcelona que no estamos acostumbrados a ver, pero que se acerca mucho mas a los conceptos de pequeñas grades ciudades, donde la decadencia es un elemento tan etéreo como concreto: son las soledades multitudinarias, los huérfanos de las fracturas históricas quienes deben conformar algo que les queda grande. Una Barcelona de día, de noche, una noche en el Raval
un Raval que no se ve en el cine catalán
que no se ve en las TV movies, el "otro Raval", el siniestro, el que yo conozco. Donde no existe el término "integración".
REENCARNACIÓN es un cierto tipo de relato que no "relata" en el clásico sentido de la palabra, sino que trata de articular la mirada del mundo contemporáneo desde la esperanza (que es también desesperanza) hacia mañana, pero viviendo un hoy aterrador. El sexo, el alcohol, el transitar, el viaje, la no pertenencia, se transforman en los personajes, plagados de "no historias", o mas bien dicho, de historias incompletas, metafóricas, una mirada sucia y contemplativa, tal como es la soledad de una ciudad.