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  Almas condenadas  (My soul to take)
  Dirigida por Wes Craven
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Este thriller de suspense es el primer guión completo original de Wes Craven desde La nueva pesadilla de Wes Craven, de 1994, y demuestra una vez más el don del realizador para aterrorizarnos con historias retorcidas muy actuales. En ALMAS CONDENADAS nos presenta a un malvado de la talla de Freddy Krueger o de Ghostface, de Scream. El maestro del terror vuelve a recordarnos que los monstruos más pavorosos son seres humanos y que, en ocasiones, tienen caras tan familiares como la nuestra.

El equipo técnico que se une al realizador está formado por la directora de fotografía PETRA KORNER (Los confidentes); el diseñador de producción ADAM STOCKHAUSEN (Scream 4); el montador PETER McNULTY (La última casa a la izquierda); el compositor MARCO BELTRAMI (En tierra hostil); el supervisor musical ED GERRARD (La última casa a la izquierda), y los diseñadores de vestuario KURT AND BART (Fighting/Puños de asfalto).

Los productores son Wes Craven, IYA LABUNKA (Scream 4) y ANTHONY KATAGAS (La noche es nuestra). Los productores ejecutivos son RYAN KAVANAUGH (el próximo estreno Skyline), TUCKER TOOLEY (Una escapada perfecta) y ANDREW RONA (Scream 3).


Temed al destripador: Empieza Almas Condenadas
"Me llamo Adam Hellerman, pero todos me llaman Bug.
Vivo en Riverton, Massachusetts,
una pequeña ciudad conocida por la pesca, el turismo
y el Destripador de Riverton"
- Bug

Wes Craven regresa a sus raíces con el espeluznante thriller de suspense ALMAS CONDENADAS. Para esta película, ha imaginado una historia terriblemente trágica y de una violencia perturbadora que le impedía dormir. Reconoce, sin embargo, que estaba entusiasmado con la idea de dirigir un guión escrito por él. "No me había dado cuenta de los años que hacía desde que había escrito y dirigido algo", dice el realizador. "Dirigí Vuelo nocturno/Red Eye y otras películas de talentosos guionistas, pero no eran proyectos tan personales como este".

Al hablar de dónde le vino la inspiración para el Destripador de Riverton, Wes Craven dice que la historia le escogió a él. Se preguntó qué pasaría si un hombre normal, con una vida monótona, descubriese el arma de un asesino en serie que aterroriza a toda la zona. Cuando se da cuenta de que la navaja es suya, empieza a unir las piezas del rompecabezas. Lo que descubre le deja destrozado.

Wes Craven imaginó a un asesino en serie con personalidad múltiple. Entre ellas, la de padre de familia y la de un psicópata retorcido. El amable Abel Plenkov y el malévolo Destripador comparten el mismo cuerpo. El director dice: "Es un hombre con una vida normal y, de pronto, le empiezan a asaltar dudas: ‘¿Habré hecho algo…?’ Imaginé lo horrible que podía llegar a ser la situación, sobre todo si había sido un hombre ejemplar antes del cambio".

A partir de ahí, añadió otras personalidades que salen del cuerpo del asesino y entran en otros cuerpos la fatídica y brutal noche en que murió de varios disparos. A su vez, esto le dio la idea de siete niños nacidos la noche en que Abel/el Destripador muere. "Me pareció interesante seguir a estos chicos y contar su historia desde el punto de vista de Bug, el personaje principal", dice el realizador.

Sabía que no sería fácil incorporar las personalidades del asesino en los adolescentes conocidos como los Siete de Riverton, de los que se dice, bromeando, que comparten el alma del Destripador. El resultado fue un guión "mucho más complejo que cualquiera de mis anteriores películas", dice Wes Craven. "Desde un principio fue difícil concebir una interacción entre todos los personajes para que no se limitara a dos historias, un chico en el instituto y un chico con su familia. Además, el reto era hacer que todo esto ocurriese en 24 horas".

La esposa de Wes Craven, la productora Iya Labunka, leyó el guión y vio que había creado a un sociópata tan espeluznante y aterrador como sus personajes más malévolos. "Nuestros peores miedos nacen de la imaginación", dice la productora. "La historia funciona a muchos niveles. Tiene tensión, es escalofriante, hay sangre, pero también contiene mucho humor típico de Wes".

ALMAS CONDENADAS tiende más hacia el thriller psicológico que las anteriores creaciones de Wes Craven. Cuando vemos a Abel por primera vez, parece llevar una vida totalmente normal. De golpe, una personalidad malévola se apodera de él y le obliga a ir a por las personas que más quiere.

"Y eso es lo que realmente da miedo", explica Iya Labunka. "Tiene una familia a la que ama profundamente, pero no puede controlar lo que ocurre. La otra personalidad destruye todo lo que más quiere. Da miedo porque puede pasarnos a cualquiera, y si ocurre, no podremos controlarlo".

El protagonista, Bug, deberá descubrir si Abel era realmente una buena persona de la que se apoderaba algo tan incontrolable como horrible, o si era un astuto homicida que se escondía detrás de una apariencia normal. Además, Bug también deberá enterarse de si el responsable de los nuevos crímenes es el propio Destripador que ha regresado, si uno de sus compañeros está poseído por el Destripador o, peor aún, si el alma del Destripador está dentro del propio Bug.

El mito central de ALMAS CONDENADAS está perfectamente expresado por la vidente haitiana Jeanne-Baptiste (DANAI GURIRA, The Visitor), que fue testigo de los crímenes de hace años. "En Haití no se habla de personalidad múltiple, sino de alma múltiple", dice Wes Craven. "Cuando alguien muere y ha albergado un alma malévola, no acaba ahí. El alma o almas no desaparecen, y por eso pueden reaparecer en los Siete de Riverton".

Es la historia de una transformación interior. "Tal vez sea una experiencia maravillosa; de la misma manera que la muerte quizá signifique dejar atrás una imagen antes de renacer", dice el realizador. "Al final de la película, Bug ha perdido todas sus ilusiones y debe enfrentarse a lo que ha pasado en Riverton. De todo el horror, saca lo mejor. Creo que todos hacemos lo mismo, perdemos las ilusiones. Descubrimos que hay muchas mentiras y rescatamos lo mejor".

Ya era hora de buscar a los jóvenes intérpretes que darían vida al retorcido mundo del Destripador.


Almas malditas: El casting del thriller de suspense
Los cineastas decidieron que querían trabajar sobre todo con actores desconocidos. "Estábamos decididos a encontrar a jóvenes actores con talento que no fueran muy conocidos, para que el espectador no tuviera una idea preconcebida a la hora de entrar en la sala", dice la productora Iya Labunka. "Había que encontrar el equilibrio y tono adecuados para que el reparto estuviese perfectamente unificado, ya que todos los personajes surgen de una sola persona. Se trataba de mostrar diferentes aspectos de la personalidad de Abel en cada uno de los siete actores".

Para hacer de Adam "Bug" Hellerman se había escogido a un actor que enfermó poco tiempo antes de empezar a rodar. "Creíamos haber encontrado a la persona perfecta", dice el realizador, "pero los dioses nos sonrieron al permitirnos trabajar con Max Thieriot. Entendió a la perfección la trayectoria de su personaje, algo que nos preocupaba mucho en un actor relativamente joven y con poca experiencia".

Max Thieriot reconoce que la idea de encarnar a Bug le puso nervioso. "Desde luego, si iba a rodar un thriller, solo había un director, y era Wes Craven", dice. "Es el rey del género. No se trata de una simple película de sangre y vísceras, va más allá. Pertenece más al género del thriller que al de terror".

La oportunidad de trabajar con Wes Craven también fue un gancho para muchos de los jóvenes actores. JOHN MAGARO, de La extraña que hay en ti, encarna a Alex Dunkelman, el mejor amigo de Bug. "Esta película es diferente de las otras de Wes", dice. "Pesadilla en Elm Street se centra en algo sobrenatural, pero ALMAS CONDENADAS es mucho más humana, con toques de folclore y mitología".

"Casi no podía creer que iba a trabajar con un director mítico como Wes", dice EMILY MEADE, de Twelve, que hace el papel de Fang, la autonombrada reina del instituto. "Fang no es una caricatura", explica la joven actriz. "Wes nos enseña todas las facetas del personaje. Por eso sus películas son clásicos. Hay momentos típicos de película de terror, pero los personajes importan".

DENZEL WHITAKER, de The Great Debaters, es Jerome King, y reconoce que no se sitió muy cómodo a la hora de interpretar a un invidente. Pero no tardó en superar sus miedos: "En cuanto supe que dirigía Wes Craven, no lo dudé ni un momento. Es el hombre que inventó un tipo de películas de terror que nunca se había visto".

ZENA GREY, de In Good Company/Algo más que un jefe, da vida a la beata Penelope Bryte, y estaba encantada de ser la más pragmática de los Siete de Riverton: "La prueba fue increíble porque Wes me guió".

ALMAS CONDENADAS es la primera película de PAULINA OLSZYNSKI, que encarna a Brittany Cunningham, la chica de la que Bug está enamorado.

Los otros actores son JEREMY CHU, que da vida al muy travieso Jay Chan; NICK LASHAWAY, de The Last Song, en el papel de Brandon O’Neil, el agresivo atleta que a menudo atormenta a Bug, y la joven SHAREEKA EPPS, de Half Nelson, como Chandelle, la superprotectora hermana de Jerome.

Para el papel de Abel Plenkov/el Destripador, los cineastas escogieron a RAÚL ESPARZA, un conocido actor de teatro nominado a un Tony por su papel en "Speed-the-Plow". "Cuando leí el guión, me di cuenta inmediatamente de que era una película mucho más incómoda que la típica película de terror", dice. "Empecé a probar con diferentes cosas para mi personalidad múltiple, convencido de que haría el ridículo más absoluto. Cuando terminé la prueba, Wes me dijo: ‘Has estado genial’. Y dos días después tenía el papel".

JESSICA HECHT, de Entre copas, es la tutora de Bug. "Leí el guión de una sentada, tarde por la noche", dice la actriz. "Me fascinó. Mi padre es psiquiatra y tiene pacientes con personalidad múltiple. El personaje del malo me pareció fantástico".

Una vez completado el reparto, solo quedaba trasladarse a Connecticut para empezar a rodar.


El diseño y la fotografía de la película
En ALMAS CONDENADAS, el director Wes Craven tuvo la oportunidad de trabajar con un equipo diferente. "Es la primera vez en veinte años que dirijo una película sin el grupo de personas con el que suelo trabajar", dice. "Pero dado que mi equipo habitual no estaba disponible, decidimos trabajar con gente nueva".

Un amigo suyo le recomendó a la directora de fotografía Petra Korner. Hablando de su primer encuentro, el director recuerda: "Entró una joven segura de sí misma y con ideas sólidas. Pensé: ‘¿Por qué no?’ Solo puedo decir que me alegro muchísimo de haber trabajado con ella".

ALMAS CONDENADAS es la primera película en la que Adam Stockhausen trabaja como diseñador de producción; hasta ahora había sido director artístico. Wes Craven lo explica: "Varios miembros del equipo técnico subieron de nivel en esta película. Pero estaba Anthony Katagas, un productor que ha rodado cinco películas en Connecticut y sabía que pisábamos terreno conocido. En una semana teníamos las localizaciones".

El rodaje empezó a principios de abril y terminó en junio de 2008, después de 47 días. Sin embargo, uno de los elementos únicos de la película surgió en Monterrey, California, y no tiene nada que ver con la costa Este. Nos referimos al cóndor de California.

Iya Labunka dice: "Bug y Alex fabrican un enorme cóndor mecánico con el que aterrorizan a sus compañeros de clase. Al principio, íbamos a rodar en Monterrey, donde hay un centro de rescate del cóndor. Al trasladar la historia a Connecticut, decidimos mantener el cóndor a pesar de todo".

Después de localizar los decorados, Wes Craven descubrió que "en muchos aspectos, Connecticut se parece al norte de California. Sobre todo porque hay bosques y riachuelos por todas partes". Añade: "Siempre quise que la película estuviera cerca de los elementos, la tierra, el viento, el fuego y el agua. Connecticut demostró ser el sitio perfecto para eso".

La parte más dura del rodaje fueron las cinco semanas de filmación nocturna en medio del bosque. Raúl Esparza, un optimista nato, describe la experiencia como sigue: "A eso llamo yo pasarlo bien. No hay nada como estar cubierto de sangre, blandir una navaja y gritar como un salvaje a las cuatro de la mañana. Era un caos total, pero lo pasé realmente bien". Trabajar con especialistas era una experiencia nueva para el actor de Broadway: "No fue difícil aprender la coreografía de los ataques, excepto cuando pasábamos a mayores y la gente empezaba a volar por las ventanas".

Durante la escena de la ambulancia, en la que el asesino ataca a la vidente Jeanne-Baptiste, el actor no perdió el buen humor: "Sacudían la ambulancia. Yo estaba cubierto de sangre falsa que empezaba a coagularse. Me convertí en un post-it humano. Todo lo que se movía se me quedaba pegado, mantas, personas, cuchillos. Me entró la risa tonta en medio de la escena, no podía controlarme. Pero Wes me dijo que no pasaba nada: había tantos gritos que la risa no se oía".

Wes Craven se deshace en elogios ante el trabajo del coordinador de especialistas MANNY SIVERIO. "Cada vez que le pedíamos algo, nos quedábamos atónitos", dice el director. Al principio, la ambulancia debía dar vueltas de campana, pero el vehículo era bastante cuadrado y no había manera de volcarlo. "Al final, Manny se inventó una rampa que lanzó el coche a unos siete metros de altura, como un balón de fútbol. Realmente, mereció la pena".

Para plasmar la visión de Wes Craven en la gran pantalla, los cineastas recurrieron a AARON WEINTRAUB, de Silent Hill, como supervisor de efectos especiales. El trabajo principal del equipo de efectos especiales era crear la ciudad en la otra orilla del río ya que no existía nada remotamente parecido en las cercanías de los decorados. "La mayoría de los efectos se centran en la secuencia ritual del Destripador en la orilla del río a medianoche", dice Aaron Weintraub. "La ciudad está al otro lado del río, pero no encontramos ningún decorado adecuado. Creamos la ciudad mediante forillos y proyecciones digitales sobre una geometría 3D. Era más práctico que rodar cada día delante de pantallas azules y luego realizar una composición complicada y llena de pequeños detalles, como ramas y hojas".

En la película, el río es la representación simbólica de la división entre dos mundos, la ciudad y el bosque. Los cineastas querían que fuese lo más realista posible. "Hay detalles naturales impresionantes en el agua cuando la luz se refleja en las ondas. Nos esforzamos en mantener el realismo creado por Wes", dice el supervisor.

Pero el equipo de efectos especiales también se ocupó de realzar la sangre y demás cosas de este tipo. Sin embargo, Aaron Weintraub recalca que intentaron mantener al mínimo los efectos digitales de posproducción: "Por ejemplo, alargamos las hojas de las navajas, cosas así".

Al final de un duro y exigente rodaje, Wes Craven termina diciendo: "Sinceramente, es una película en la que me he sentido realmente cómodo. Creo que se lo debo sobre todo a un fantástico equipo técnico. Se entregaron de todo corazón para hacer una película que me entusiasma.