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  Al final del camino  Dirigida por Roberto Santiago
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Notas del director

Los protagonistas
AL FINAL DEL CAMINO es una comedia romántica, divertida y optimista. Una historia de amor en un entorno original: El Camino de Santiago. También es en cierto sentido una road movie: cada secuencia de la película ocurre en una localización diferente. Pero, por encima de cualquier otra cosa, Al Final del Camino es una película de personajes. Y, por tanto, una película de actores. Fernando Tejero, Malena Alterio, Javier Gutiérrez, Diego Peretti, Javier Mora, Cristina Alcázar y el resto de los actores y actrices son el verdadero alma de la película. Con su implicación en la historia durante los ensayos y el rodaje, conseguí olvidarme en muchos momentos de que existía un guión escrito, y daba la sensación de que todo lo que hacían y decían realmente se les había ocurrido a ellos en ese preciso instante. Mi agradecimiento eterno para ellos por su generosidad. Gracias a estos fantásticos cómicos conseguimos acercarnos al verdadero tema de la historia: Lo difícil que es estar solo, pero lo más difícil todavía que es compartir tu vida con alguien. O como diría Billy Wilder, auténtico maestro de la comedia romántica: “Sólo hay dos tipos de parejas, las que se separan, y las que acaban mal”.

El camino
Cualquiera que haya hecho El Camino de Santiago, se sentirá reflejado en esta historia. En los lugares que recorremos, en los peregrinos con los que nos cruzamos, en los albergues donde duermen nuestros protagonistas, y sobre todo en la energía que recorre la película. Pero más allá de esa identificación, también tengo la sensación de que aquellos que no conocen el camino, se sentirán invitados a acercarse después de verlo en la pantalla. Como director, y después de haber pasado allí muchos meses escribiendo y rodando, me resulta desconcertante que no se hayan rodado más historias en El Camino de Santiago. Es un correlato maravilloso que influye e interactúa con los personajes, en sus estados de ánimo, en sus relaciones, y por supuesto en su aspecto físico. A nivel personal, El camino creo que es una de las mejores localizaciones naturales que uno se puede encontrar para rodar una película. Y además ofrece unas inmensas posibilidades para que el viaje interior de los personajes en la historia se traduzca en un auténtico viaje en mitad de la naturaleza.

Lo que vemos
Como he dicho antes, estamos ante una película de personajes. Pero también estamos ante una película de grandes espacios naturales. Visualmente, la película tiene una apuesta muy clara tanto desde el punto de vista fotográfico como artístico: Conseguir que la cámara sea un testigo invisible para retratar de la forma más realista posible unos personajes y un entorno que nos resulten muy cercanos. Planos abiertos que nos permiten respirar, caminar y reírnos junto a nuestros protagonistas. Un trabajo de arte y de vestuario que consigue una aproximación muy naturalista a la historia, y todo ello rodado con una cámara y una iluminación que se han puesto siempre al servicio de los actores y de lo que se está contando.

La comedia
AL FINAL DEL CAMINO es por encima de cualquier otra cosa una comedia optimista y esperanzadora. Una de esas historias en las que durante una hora y media te olvidas de tus problemas. Y en la que sales del cine con una sonrisa en la boca, y con la sensación de que las cosas son posibles y merecen la pena. Que merece la pena enamorarte, merece la pena viajar, merece la pena ir al cine. Durante la preparación de la película, vimos varias comedias de grandes directores que se habían acercado con humor a un entorno campestre o rural, como Woody Allen (El Sueño de una noche de verano) Jose Luis Cuerda (El bosque animado) Luis Berlanga (La Vaquilla), o el propio Jean Renoir (Un día en el campo). Esta película es deudora de todos ellos y de muchos otros grandes directores y guionistas que nos han hecho reír y reconciliarnos con nosotros mismos a través de la comedia. Y es que ya se sabe que el humor es una cosa muy seria.




Roberto Santiago (director y guionista)
Empieza a trabajar con 19 años como guionista y dialoguista de TVE. En 1999 dirige el cortometraje Ruleta, que se estrena en la Sección Oficial de Cannes y que obtiene más de 20 premios en festivales de todo el mundo. En 2001 estrena su primer largometraje, Hombres Felices, con Sergi López, Aitana Sánchez-Gijón, producido por Tornasol y La Mirada. En 2005 rueda el éxito El penalti más largo del mundo que recauda 5.137.691 € y recibe una nominación los Premios Goya al Mejor Guión Adaptado. Tras El club de los suicidas, su tercer largometraje, estrenado en agosto de 2007 con actores como Fernando Tejero, Lucía Jiménez o Luis Callejo, llega su cuarta película Al Final del Camino.


Javier Gullón (guionista)
Javier Gullón estudia Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra (1996-2000). Ha escrito varios cortometrajes como Onanismo (Selección Oficial Latino Film Festival 2004), Para ti, mujer (Finalista Notodofilmfest 2003) o El tipo (2º Premio Notodofilmfest 2002). Y también co-escribe y coproduce el largometraje Girls Never Call (Premio del Público XVIII Fest. Int. Peñíscola 2005 y Premio del Público Fest. REC Tarragona 2005). Escribe El rey de la montaña, dirigida por Gonzalo López-Gallego (Fest. Int. Toronto 2007. - Fest. Int. Cataluña, Sitges 2007), que se estrenará en otoño de este año. Es guionista también de Al final del camino, una producción de lazona, dirigida por Roberto Santiago.