Cierto bullicioso día de compras del invierno de 1990, Jonathan Trager se cruza con Sara Thomas. Son dos extraños en medio del gentío de la ciudad de Nueva York cuyos pasos han coincidido llevados por el loco torbellino festivo cayendo presos de una mutua e irrefrenable atracción. Aunque cada uno de ellos está comprometido con su respectiva pareja, Jonathan y Sara emplean toda la tarde vagando por Maniatan, sin saber en todo ese tiempo el nombre del otro. Para cuando la velada llega a su inevitable final, ambos sienten la necesidad de decidirle siguiente paso a dar. Cuando un turbado Jonathan propone intercambiar números de teléfono, Sara se ditiene y sugiere una idea que deja en el destino las riendas de su futuro. Si resultan estar predestinados a permanecer juntos, le dice Sara, hallarán el modo de reencontrarse. Cuanto menos ese es el plan. Sin embargo, la suerte no apunta en tal dirección, van pasando los años y el deseado encuentro no se produce ni por asomo. Llegados a este punto la pareja separada deberá luchar contra su propio destino.