Tristán Ulloa ("Mataharis", "Lucia y el sexo"), Willy Toledo ("Crimen Ferpecto", "Cuestión de Sexo") y Blanca Romero ("Física o Química"), interpretan a unos treintañeros en su intento desesperado de mantener la juventud eternamente. Para ello, emprenden un oscuro viaje hacia el exceso.
Notas del director
A veces tienes muy claro que una película parte de un hecho o una anécdota concreta, quizás de una imagen concreta. After tiene un origen difuso, parte de un pensamiento. Decía Ribeyro que "la madurez es una impostura, un invento de los adultos para justificar y explicar su mundo". After trata de cómo afrontan tres personajes esa impostura.
After habla de personajes tratando de comportarse con normalidad en un mundo que no comprenden. Huyendo hacia la adolescencia, tratando de hacer las cosas que hacían cuando eran adolescentes y la vida aún era despreocupada y emocionante. Cuando la vida aún les parecía una sorpresa continua.
After habla también de gente que se siente estafada con lo que le habían contado que iba a ser la vida. Dolida por haber llegado a conseguir muchas cosas, supuestos deseos importados, quizás ni siquiera propios, que se han cumplido y que no han traído la felicidad. Por el contrario, han traído dolor, incomunicación y una profunda sensación de soledad.
After es una película sobre "triunfadores" perfectamente integrados en el mundo que no son felices con la porción de vida que les ha tocado. Enfermos imaginarios a los que no debería dolerles nada. Personajes que de una manera exagerada toman pequeños problemas por problemas irresolubles, hasta cronificarlos. La historia de tres fugitivos de ellos mismos. La historia de tres pasajeros que van en el mismo tren, con el mismo destino y ni siquiera lo saben.
Los personajes de After están nadando en un mar de dudas, con todo por hacer, todo por decidir, esperando en un puerto para partir en cualquier momento, las maletas hechas, pero sin terminar de tomar la decisión, con la sensación todo el tiempo de haber olvidado algo crucial. No son diletantes porque lo hayan elegido, lo son porque no saben que lo son.
La idea era provocar un estado de ánimo, una especie de desazón que es la que tienen los protagonistas, y creo que mucha gente de la edad de los protagonistas. Buscábamos que esos personajes tuviesen dos caras, casi el mismo dolor pero bajo dos perspectivas, una inerte e inexpresiva y otra, la más salvaje e impulsiva, que fuese un torrente liberado por la noche.
After es una película de actores. Si no lograba que se implicasen sabía que lo tenía todo perdido porque creo que era necesario que ellos sintieran la película y las emociones de los personajes como propias. Abordábamos una película con un desgaste sentimental enorme por parte de todos y fundamentalmente de los actores.
En esta sociedad hay una auténtica defensa de la juventud como un bien supremo, sobrevalorado, y en cuyo interior reside parte de la felicidad. Es más, la propuesta de esta sociedad en muchas ocasiones es mantenernos: independientes, guapos, altos, libres, triunfadores, decididos... Y muchas veces, al mismo tiempo: ejemplares padres y madres de familia, felices maridos y esposas, oficinistas responsables y futbolistas de prado de cuento, princesas metropolitanas... Toma un refresco y siente el sol corriendo por tus venas. Hazte un seguro y se libre. Compra una colonia y tus sueños se harán verdad. Cualquier día venderán un Audi con la canción de Dylan "Forever Young" y alguien lo comprará y creerá haber comprado una máquina del tiempo, un pasaporte hacia una segunda juventud.
Alberto Rodríguez (director)
Tras codirigir junto a Santi Amodeo, El Factor Pilgrim, Alberto Rodríguez participó en el Festival de Berlín con su primer largometraje en solitario titulado El Traje. Con 7 Vírgenes, se consolidó como uno de los jóvenes directores más interesantes del panorama español. Participó y ganó en el Festival de Cine de San Sebastián, donde se hizo con la Concha de Plata, y su éxito se confirmaba con nada menos que seis nominaciones en los premios Goya, a Mejor Director, Mejor Guión Original, Mejor Actor, Mejor Actriz Revelación y Mejor Actor Revelación para Jesús Carroza, que finalmente se alzó con la estatuilla. También consiguió el prestigioso premio La Navaja de Buñuel y participó, no sólo en los festivales españoles más relevantes, sino también en reconocidos festivales internacionales como el Festival Internacional de Cine de Toronto.
No es frecuente que crítica y público compartan criterio sobre una película, sin embargo, así fue en el caso de 7 Vírgenes. Unas estupendas críticas, el reconocimiento de la cinta en multitud de festivales y el interés que se despertó entre el público (1 millón de espectadores) avalaron este maravilloso trabajo de Alberto Rodríguez.