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  Teniente corrupto  (Bad Lieutenant: Port of Call New Orleans)
  Dirigida por Werner Herzog
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Remake de The Bad Lieutenant (Teniente corrupto), dirigida por Abel Ferrara en 1992; y protagonizada por Harvey Keitel.


Entrevista con Ed Pressman – Productor

Pregunta: ¿Cómo sobrevino la idea de realizar otro Bad Lieutenant?

Respuesta: Todo empezó con Lionsgate, por medio de Stefan Belafonte, acerca de una serie televisiva. Stefan aconsejó a William Finkelstein, un célebre guionista televisivo cuya fama le proviene de series como La ley de Los Ángeles (L.A. Law, 1986-1994) y Policías de Nueva York (NYPD Blue, 1993-2005). Me encontré con Bill y me gusto él y su modo de enfocar la historia. Finalmente creímos que esto resultaría mejor como largometraje, de tal modo que Bill escribió el guión y nosotros avanzamos en la producción.


P: ¿Por qué eligieron Nueva Orleans en lugar de Nueva York?

R: Nic Cage quería rodar en Nueva Orleans.


P: ¿Y cómo se involucró Werner Herzog?

R: Estaba hablando con David Gersh en la Gersh Agency sobre Werner. Me pareció que sería un buen director para esta película. Nos citamos en el Chateau Marmont y a Werner le agradó el guión y estuvo de acuerdo con hacer la cinta con Nic Cage. De hecho, ya habían intentado trabajar juntos antes, aunque por lo que fuera no se hizo realidad. Nos pusimos en contacto con Nic por medio de Jon Levine en CAA. A Nic le gustaba el guión y quería trabajar con Werner, pero quería hacerlo en Nueva Orleans.


Entrevista con Nicolas Cage

P: ¿Qué fue lo que le atraía inicialmente de Bad Lieutenant?

R: Estaba listo para el reto, para el riesgo que implicaba. En estos momentos me hallo en un punto de mi carrera en el que necesito buscar trabajo que me mantenga interesado, excitado por actuar. Conozco a Harvey [Keitel], y opino que estaba inmenso en el primer Teniente corrupto (Bad Lieutenant, 1992), y me parece que Abel dirigió una gran película, sin embargo, toda ella estaba construida desde una perspectiva muy judeocristiana. Con Werner y este guión pensé que podíamos abordar el Teniente corrupto original y hacer con él un film mucho más abstracto. Asimismo, la idea de un panorama de drogas sin drogas se me hacía atractivo. Encarnar a este personaje, y ser impresionista al mirar hacia atrás, hacia un panorama de drogas de hace veinte o treinta años, y procurar retrotraerlo, se presentaba para mí como una experiencia de crecimiento.»

Y luego está Nueva Orleans en sí misma. Tengo una identificación muy fuerte con esta ciudad. En muchos sentidos, renací aquí; es un lugar en que devengo filósofo. Es una ciudad que me ha abierto los ojos a la posibilidad de otras antiguas energías… y ello es al tiempo una bendición y una maldición. Tenía mucho miedo de hacer otra película en Nueva Orleans. He realizado cuatro películas aquí; ésta es la quinta. Temía regresar y hacer otra película, pero cuando tengo miedo de hacer algo, sé que he de hacerlo. He de enfrentarme al miedo, vencerlo, y trabajar a través de él. Esas son las principales razones.


P: Se me ha dicho que usted fue quien eligió el escenario para este largo. ¿Puede hablarme de ello?

R: Elegí Nueva Orleans por los motivos que previamente le he expresado; es una ciudad como ninguna otra en el mundo. Tenemos un Teniente corrupto en Nueva York, y dado que ahora se trata de una película totalmente nueva (Bad Lieutenant Port of Call: New Orleans), démosle un espíritu cultural acorde con los tiempos actuales, un zeitgeist que no hayamos visto anteriormente.


P: ¿Cómo ha sido (o es) hacer un film con Werner Herzog?

R: Werner había venido a verme en 1995 para realizar Cortéz; yo acababa de finalizar mi trabajo en Leaving Las Vegas (Leaving Las Vegas, 1995). Estaba siendo muy selectivo acerco de lo próximo que iba a hacer o no, y cuando Cortéz apareció en la mesa de mi despacho, no sentí que fuera sabio dar vida a ese dictador que era bastante horrible. Hay muchos actores que encarnan a Manson o Hitler a quienes no ves más, y no quería que eso me sucediera. Además, en aquel entonces era mucho más joven. Ahora me lo miraría de un modo muy distinto si se presentara de nuevo la ocasión. Pero regresando a Werner, he crecido viendo sus películas, y mi padre y él son amigos. Mi padre es un gran admirador del trabajo de Herzog, como así lo son también algunos de mis colegas, y todos ellos me aconsejaban que lo hiciera. De verdad que me encantan Nosferatu, vampiro de la noche (Nosferatu: Phantom der Nacht, 1979); Aguirre, la cólera de Dios (Aguirre, der Zorn Gottes, 1972); y Stroszek (Stroszek, 1977). Esas son películas que sobresalen. Pensé que sería bueno trabajar con él.
Siempre busco nuevos modos de expresarme. Acepté hacer un film en Bangkok, Tailandia, junto a dos hermanos chinos y un equipo técnico totalmente tailandés, sencillamente porque me pareció que serían capaces de extraer de mí un yo distinto. Cuando llevas actuando desde hace treinta años, uno ha de encontrar nuevos modos de reinventarse, y si no puedes dar con ello por tu cuenta, debes ir a extraños lugares y comprobar si los mismos pueden hacer el trabajo por ti. Ahora, he trabajado con un alemán y gran artista para conocer cuál es su sensibilidad, qué puede él ver en mí, qué puede obtener de mí.

Bad Lieutenant es un motor que se autogenera. Werner lo sabe, y hemos trabajado bien juntos debido a ello. Él me deja hacer lo que necesito hacer, y yo le dejo hacer lo que necesita hacer él.


Entrevista con Peter Zeitlinger – Director de fotografía

P: Usted ha trabajado con Werner durante doce años en una amplia serie de largometrajes. ¿Qué le parece Bad Lieutenant por comparación?

R: Ésta es la primera película de Werner rodada en una gran ciudad norteamericana. Se trataba, en su conjunto de una experiencia enteramente distinta. También ha sido la primera vez que hemos trabajado con un equipo tan sofisticado. Yo estoy acostumbrado a trabajar con equipos técnicos más grandes, pero Werner no, y ello planteaba determinados desafíos para ambos. Jamás hemos hecho juntos una película de "Hollywood", y la estructura y ritmo de trabajo resultaban algo extraños.


P: ¿Cuál ha sido su criterio para la fotografía de esta película?

R: Necesitaba crear un aspecto y entorno realistas para Werner con la iluminación y otros elementos, sin que le distrajera para poder concentrarse en la elaboración de las escenas con los actores. Rodamos sin ensayos y sin marcas, y la cámara estaría captando constantemente los 360 grados, de tal modo que los espacios habían de estar limpios de equipo técnico visible. Todo tenía que parecer como si Werner y los actores no estuvieran en un plató. Afortunadamente, teníamos gran abundancia de poderosos y enormes focos para hacer que esto funcionara. Quería que la película tuviera un look noir, y con un guión casi en su totalidad rodado a la luz diurna, la cosa se planteaba definitivamente como un gran desafío.


P: Hábleme de su experiencia de rodaje en Nueva Orleans.

R: Nueva Orleans es una ciudad espléndida… con localizaciones muy bellas. La gente del lugar es maravillosa y el equipo técnico local resulta muy experimentado y profesional.


Entrevista con Toby Corbett – Diseñador de producción

P: Dígame cómo ha resultado diseñar la producción para un film de Werner Herzog.

R: Werner Herzog me influyó mucho en mis años de juventud. Entiendo su visión más bien como la propia de un cineasta de documentales, en contraposición a mi trasfondo mucho más narrativo. Herzog está habituado a crear el look a través de la realidad que genera, y yo me veo responsable de realzar sus entornos, en el bien entendido que el diseño en esta película estribaba en contribuir a definir a los personajes y el escenario.


P: ¿Cuál fue su enfoque visual a la hora de diseñar el look para Bad Lieutenant?

R: Rodar en Nueva Orleans permitía mucha libertad. Las características del personaje de Nicolas Cage presentaban determinados paralelismos con ciertos aspectos de Nueva Orleans: el desastre, el sufrimiento, la depravación. Existen varios motivos de diseño que devienen constantes en la película, los principales, agua y religión. Mi decorador de plató, Leonard Spears, y yo mismo hemos añadido iconografía religiosa en la película a manera de acompañamiento del personaje y como homenaje. Nueva Orleans es además una ciudad muy católica y me pareció que ello devenía un gran contraste para con el personaje de Nic.


P: ¿Qué desafíos tuvo que afrontar?

R: A Werner no le agrada discutir el diseño de producción. Me da la impresión que se limitó a reaccionar ante los entornos que creé. Eso me dejó con mucha libertad de creación, pero al tiempo también planteaba un buen montón de difíciles cuestiones que resolver.