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  Rastros de sándalo  (Rastres de sàndal)
  Dirigida por María Ripoll
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Película dirigida por María Ripoll (Lluvia en los zapatos, Mi vida en 65') y protagonizada por la actriz india Nandita Das (Fuego, Tierra) y la catalana Aina Clotet (Los niños salvajes, Elisa K).

Rodada en catalán e inglés en las mejores localizaciones de Mumbai y Barcelona, RASTROS DE SÁNDALO está basada en la novela homónima de Asha Miró y Anna Soler-Pont, publicada con gran éxito de ventas por la editorial Planeta en 2007.


Notas de la directora (María Ripoll)
"Rastros de sándalo propone un viaje emocional de ida y vuelta para conectar dos culturas a través del amor, la fuerza de los lazos de fraternidad y el autodescubrimiento. Me atrae mucho descubrir las diferentes culturas a través de historias muy personales que hablan de sentimientos universales.

Cuando Anna Soler-Pont (productora y guionista) me ofreció dirigir Rastros de sándalo entendí que este viaje intercultural era completamente posible. La mitad de la película tiene lugar en el Mumbai caótico y el mundo colorista de Bollywood; la otra parte en la Barcelona más mediterránea, más organizada y fría. Cada vez que leía la última escena me emocionaba y una historia con un final tan emocionante seguro que es una muy buena película. Es una historia de drama clásico y sentimientos universales"
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Notas de la productora y guionista (Anna Soler-Pont)
"Cuando Rastros de sándalo se publicó por primera vez como novela en 2007 ya había empezado el experimento de escribir un guión. Primero, adaptando el libro entero. Al ser un proyecto demasiado ambicioso, que implicaba rodar en Etiopía, Cuba, India y Barcelona, hice caso de los consejos de productores expertos y reescribí el guión desarrollando sólo una de las tramas de la novela: la de las dos hermanas indias, separadas a la fuerza y reunidas casi treinta años después. Lo que más me interesó fue pensar en la búsqueda de la propia identidad y abordar una de las preguntas más frecuentes del mundo: '¿Quién soy yo realmente?'.

Escribí el personaje de Mina pensando en la actriz india Nandita Das y es un sueño haber podido rodar con ella. La joven Vaibhavi Hankare es la mejor Mina adolescente que podíamos haber encontrado. Y a menudo tengo la sensación que Paula es Aina Clotet, y no al revés.

Producir un largometraje de esta envergadura por primera vez era un reto y no lo habríamos conseguido nunca sin la implicación de un equipo técnico maravilloso, tanto en Barcelona como en Mumbai, que se esforzó al máximo para que la película llegara a buen puerto. Ha sido un trabajo de equipo muy intenso y cada persona ha sido clave e imprescindible en un momento u otro, desde la pre-producción hasta la post-producción, pasando por el rodaje. Desde Pontas Films decidimos que los principales equipos estarían dirigidos por mujeres para dar un toque de atención frente a la masculinización de la industria audiovisual (productora, directora, directora de fotografía, sonidista, directora de arte, directora de casting, vestuario, música… entre otras responsabilidades, han ido a cargo de mujeres profesionales).

Desde el primer momento tuvimos la intención de enseñar Barcelona de una forma abierta, como pocas películas han hecho. Y también hacer dialogar dos ciudades modernas y conectadas por el mar como son Barcelona y Mumbai, que nunca antes habían estado juntas en la pantalla. Creo que hemos conseguido producir una película que puede gustar a un gran público internacional"
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Notas de la directora de fotografía (Raquel Fernández Núñez)
"Rastros de sándalo fue un reto en cuanto a la cinematografía. Desde que leí el guión, sentí que tenía la gran responsabilidad de captar la mirada más auténtica posible para presentar las vidas de las protagonistas en los distintos momentos de la narración que teníamos que desarrollar.

Queríamos pasar de la India al Mediterráneo con facilidad, sin mostrar imágenes obvias y llevando a la audiencia lo más cerca posible de los sentimientos de los personajes. Esto significó que tuvimos que construir un puente de entendimiento entre dos culturas a través de la fotografía y todo el equipo trabajamos juntos para alcanzar la mirada más limpia, evitando los colores tan brillantes de Mumbai o los contrastes excesivos cuando la película llega a Barcelona. Mumbai y Barcelona tenían que seguir la misma línea trazada, teníamos que ser cuidadosos y no crear bloques estéticos.

Ese fue nuestro reto: dejar que esas niñas-mujeres caminaran por un camino de color y armonía entre dos mundos tan distintos y sin embargo tan similares, y que esos mundos se encontraran"
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