Tim Kearney (Paul Walker) es un hombre de opciones limitadas: unirse a la banda de supremacía blanca de la cárcel o resistir un acoso continuado. Las cosas se tuercen todavía más cuando mata al líder de otra banda en acto de autodefensa, lo cual le supone un tercer strike (en términos de béisbol) y la previsión de pasar el resto de su vida entre rejas –probablemente una corta vida, si las bandas rivales tienen la ocasión–. Pero todo cambia cuando Tim recibe la propuesta de Krewes (Laurence Fishburne), un experimentado agente de la DEA con un compañero que acaba de ser secuestrado por los hombres de Don Huertero (Joaquim de Almeida), el principal narcotraficante del norte de México. Don Huertero liberará al socio de Krewes a cambio del legendario contrabandista y surfista Bobby Z, con quien le gustaría discutir cierto negocio. Huertero ignora que Bobby Z ha muerto hace poco en Tailandia, y que sólo unos pocos serían capaces de reconocerle. Krewes ofrece a Tim Kearnes un trato: imitar a Bobby Z en un intercambio de rehenes para ganarse la libertad. Pero cuando el plan falla y se origina un tiroteo, Tim debe recurrir a su entrenamiento para salvar no sólo su propio pellejo sino también a la bella Elizabeth (Olivia Wilde), una antigua amante de Bobby Z, y a Kit, el hijo de Bobby, de las garras de los lores de la droga.

Olivia Wilde, quien interpreta a la examante de Bobby Z, asiente: "El corazón de esta película está entre Tim Kearney, Elizabeth y el niño. Esta especie de familia improvisada es lo que realmente me conmovió. Es algo inusual encontrar una joya como ésta dentro de una película de tanta acción, con una panda de bandoleros matándose entre ellos, pero que en el fondo atesora algo real".

La historia de BOBBY Z tiene su origen en la novela de Don Winslow, conocido no sólo por su faceta de autor sino también por ser un antiguo periodista, gestor teatral, operador de safaris, contrabandista e investigador privado. Fue durante ésta última profesión que Winslow escribió la novela, entre Los Angeles y Orange County, donde se desarrolla buena parte de la historia y donde se rodaron escenas de la película.

"Desde que me mudé aquí que me fascina la cultura y la forma en que se habla de leyendas en los bares y en la playa. Hay socorristas legendarios, camareros legendarios y camellos legendarios. Toda esta aura de fábula me llamó sumamente la atención", confiesa Winslow. "El libro trata de un tipo que es una leyenda y que se queda en nada, y de otro que de la nada se convierte en una leyenda". El personaje de Bobby Z era un aspecto clave para los realizadores, a fin de mantener la sensación de misterio sobre el legendario traficante que nadie realmente parece conocer. "Es como Keyser Sozé, es como el dichoso Papá Noel, que crees en ellos, pero no sabes realmente si existen", explica Paul Walker. "Él ha creado este mundo y es casi como si nadie le hubiera visto nunca", comenta el guionista, Bob Krakower, "Es como el Mago de Oz". Don Winslow añade: "Tienes la leyenda de este tipo tan genial y luego te das cuenta de que carece de toda sustancia, tiene un hijo y ni le importa, y le da igual a quién se lleve por delante en su camino, sólo se preocupa por sí mismo y por lo que pueda ganar. I luego está Tim, por otro lado, que no tiene más que alma y corazón. Se convierte en un padre para el niño, y para mí no hay nada que me diga más acerca de un hombre que su manera de tratar a un niño".

En la transición del libro a la película, era importante para los realizadores enfatizar las cualidades más significativas de la historia. "La novela es excitante e implacable, y posee un gran ritmo, pero creo que la película es más humana", afirma la coprotagonista, Olivia Wilde. "El guión añadió una gran dosis de corazón a la historia". Una de las grandes modificaciones fue la edad de Kit, el hijo de Bobby Z.


Preproducción
A pesar de que la novela de Don Winslow se publicó en 1997, pasaron varios años antes de que se pudieran reunir a todos los actores. A Paul Walker le ofrecieron el papel protagonista en un primer borrador del guión, y como cuenta la productora Heidi Jo, "tuvo el libro antes de que le ofrecieran la película y quedó alucinado al leerlo. Siempre es fantástico cuando resulta que al actor protagonista ya le apasionaba la historia". La financiación de la producción se consiguió sin vincularse a ningún gran estudio, a través de la compañía independiente Millennium Films. "Es como un estudio independiente", explica Markel. "Esta película es ideal para representar el espíritu indie".

Después de firmar el contrato y de reunirse con los productores, una de las primeras tareas del director Herzfeld fue volver a la fuente original de la historia para hablar con Don Winslow y empaparse totalmente de los personajes de su novela. "Es una taza de café con piernas", comenta Winslow acerca del enérgico director, "Vino a verme a mi casa y me volvió loco durante dos días. Me hizo ver el libro de formas en que yo ni había reparado y responderle a preguntas realmente complejas sobre los personajes". Todo este trabajo se materializó en páginas y páginas de notas que Herzfeld aplicó posteriormente a su entendimiento de la historia y los personajes, aunque el director evitó por poco pagar un duro peaje por todas las explicaciones del autor. "Estuve a punto de matarlo y tirar su cadáver por un barranco", bromea Winslow.

"El estilo de John Herzfeld como director se basa en la alegría", comenta la productora Markel. "Infunde gran cantidad de energía y pasión, su vitalidad es contagiosa y absorbe a los actores hacia su visión, a la vez que explota sus visiones sobre lo que quieren hacer".


Los cástings
Con el director in situ, los cástings de la película se llevaron a cabo con gran rapidez. Paul Walker ya estaba vinculado al proyecto, ya que conocía al director desde que rodó Banderas de nuestros padres en Islandia. La protagonista femenina, Olivia Wilde, se deshace en elogios para Paul Walker: "Es un actor muy generoso, se le ve realmente apasionado con esta película y, en el plató, es un tipo genial y con los pies en el suelo".

Para Walker, que se crió en el sur de California, fue un gran cambio interpretar a un personaje al que no le gusta estar en el mar ni los deportes acuáticos. Walker, la estrella de Inmersión letal, afirma: "A Tim Kearney no le gusta el agua, y aquí hace ver que es un surfista… mucha gente cree que eso es divertido y esa faceta es la que explotamos. Y yo consigo zambullirme para salirme con la mía", sonríe el actor.

El legendario Laurence Fishburne, cuya carrera se ha extendido desde Apocalipsis now hasta la saga Matrix y Misión imposible III, interpreta aquí el papel de Krewes, el contacto de Tim en la DEA. "Su participación es como un inmenso regalo para la producción. Fishburne da vida a un delicioso malo con sentido del humor, encanto y elocuencia. Es un papel con gracia", comenta la productora Heidi Jo Markel. "Hay algo en ese hombre que transpira credibilidad", añade el guionista Krakower. Fishburne se implicó activamente en el desarrollo del personaje, sugiriendo que el trasfondo original de Nueva Jersey que tenía el personaje se cambiara a un tipo más de la Costa Oeste. Wilde consiguió el papel de Elizabeth, una de las muchas examantes de Bobby Z. "Tim Kearney asume que nadie podrá identificarle porque en realidad nadie conocía a Boby Z, pero entonces se encuentra con ella. Ella podría quitarle de en medio o jugar con él todo el tiempo que quisiera, y es interesante ver cómo la mujer elige no hacerlo, para convertirse en su aliada durante el resto de la historia", explica Wilde. "Realmente es una chica con un pasado oscuro y misterioso. Ha usado su cuerpo y su belleza para salir adelante, pero cuando la encontramos en esta historia, ella descubre que tiene mucho por vivir, en parte por el niño, que es la verdadera estrella del show", añade. "Olivia llegó, leyó su texto y todo el mundo lo vio al instante: ‘ésta es la chica’", recuerda Paul Walker, "Hay algo verdaderamente misterioso en ella, aunque a la vez es una mujer sensata y real, y además es sexy como ninguna", comenta.

La pequeña estrella de la película es J.R. Villarreal, quien da vida a Kit, el hijo de Bobby Z, todo un veterano a los 13 años, que ha actuado al lado de Fishburne en Akeelah contra todos, así como en varios episodios de series de TV. "J.R. es un extraordinario actor", dice Olivia Wilde. "Hay veces que me quedo mirándole y no puedo creer que sólo tenga 13 años y que sólo haya hecho una película anteriormente". J.R. también elogia a sus compañeros de reparto: "Olivia es una chica realmente dulce, una joven y bella mujer, y Paul es un tipo genial. Al principio me intimidó un poco, porque en el cásting no dejaba de mirarme, como intentando poner mi cara al papel. Entonces le conocí en el rodaje y se convirtió como en mi hermano mayor".

J.R. aprendió mucho del rodaje, incluyendo algún truco de especialista: "La explosión de la casa me dio un poco de miedo. Ésa fue mi primera escena de especialista con Paul. Creíamos que sólo iban a ser unas ventanas y la puerta lo que iba a estallar, y no, estábamos equivocados. Fue una gran explosión. Todo saltó por los aires. Cuando pasó todo aquello, nos asustamos tanto que tuvimos que parar el rodaje", recuerda el joven actor. J.R. también aprendió de la actitud liberal del director "Si me saltaba una línea, yo decía ‘Uy, perdón’ y él respondía ‘no, no, no, está muy bien, hazlo como quieras’. Quiero decir que la gente me preguntaba si me había leído el guión, y yo respondía: ‘¿qué guión?’".

"Todos los papeles secundarios de la película son de personajes perversos, con la única excepción de J.R.", reflexiona Markel, y los realizadores pudieron seleccionar a una larga lista de actores de talento para interpretar a los malos de la película, incluyendo a Jason Flemyng (Snatch, Layer Cake – crimen organizado), Michael Bowen (Perdidos, Kill Bill), Tracey Walter (Reno 911, Batman). "Joaquim de Almeida es un extraordinario Don Huertero, un hombre realmente malo", explica Markel, "y también tenemos a M.C. Gainey, famoso por su papel en Entre copas, quien aquí interpreta a Boom Boom, un personaje digno de ver, que trabaja haciendo tatuajes y mata a gente en horas libres".

Un papel de reparto clave en la película, el del vaquero anticuado y asesino a sueldo Johnson, fue a manos de Keith Carradine, de la familia Carradine de Hollywood, quien recientemente ha aparecido en la elogiada serie de la HBO Deadwood, interpretando a Wild Bill Hickock. "Sabe montar, sabe disparar, sabe cómo hacer su trabajo", afirma Herzfeld.

Por último, el papel del verdadero Bobby Z fue para Jason Lewis, conocido por sus participaciones en Sexo en Nueva York y Embrujadas. Lewis también dedica buenas palabras al director: "John es como un niño, es un director estupendo. Tiene idea de lo que quiere, es muy claro y eso le permite soltarse. Solamente ensayé con él un día y luego me dijo que era el momento de hacerme yo mi propio personaje. John me dio una escena con Laurence Fishburne y nos dijo ‘haced lo que queráis con ella’. Y cuando te pones a trabajar con otro actor que te contagia su gran autoconfianza, es divertido… todo lo divertido que se supone que puede ser este trabajo".

Lewis tiene su propia perspectiva de quién es Bobby Z: "Al final acabas conociendo a Bobby Z y dices ‘eh, un momento: este tío no saldría vivo ni de una pelea de bar’. No es más que una idea convertida en toda una industria".


La producción
La producción de THE DEATH AND LIFE OF BOBBY Z comenzó en octubre de 2005, en Tijuana (México) y Laguna Beach (California). En lugar de quedarse en el área de Los Angeles, la producción se instaló en las mismas ciudades fronterizas del desierto donde transcurre la acción del guión. "Si este filme tiene que ganar un Oscar, debería ser para el director de localizaciones", admite la productora Heidi Jo Markel. "Con un solo decorado construido, cubrimos una extensión de varios kilómetros al norte de Baja California, desde Tecate hasta Rosarito, Tijuana… hasta llegar casi a Cabo", explica.

"No se pueden falsear los lugares en que se rodó la película", comenta la coprotagonista, Olivioa Wilde. "Creo que México tiene esa sensación de estar al margen de la ley, sin normas, y creo que eso se puede ver en el paisaje". La mayor parte de la película tiene lugar en un desaliñado paisaje neo-western que llamó especialmente la atención a Herzfeld.

"Contacté con Pat Miletich, uno de los mejores entrenadores de Ultimate Fighting (o artes marciales mixtas) y le dije "Pat, ¿por qué no vienes y nos ayudas a coordinar las escenas de lucha?" Aquella función le venía como anillo al dedo a Miletich, un experto en karate, boxeo y kickboxing que ha entrenado a los mejores luchadores y campeones de Ultimate Fighting, y que también trajo a varios artistas de las artes marciales mixtas a la película", explica Herzfeld.

A Paul Walker le entusiasmó el hecho de poder trabajar con las artes marciales mixtas: "Es algo nunca visto en el cine, porque usa las rodillas, los codos y las llaves, y a mí me parece algo excitante". Además de ejercer de coordinador de luchas del filme, Miletich también interpreta a uno de los adversarios de Walker. "Pat Miletich es muy gracioso", bromea Walker, "Interpreta al típico patoso, no sé cómo llamarlo".

Además de asegurarse de la verosimilitud de las escenas de lucha, para Herzfeld fue importante que las interpretaciones también resultaran creíbles. Como resultado, su estilo de dirección tendió a ser holgado y abierto a improvisaciones, tal como explica Olivia Wilde: "rodamos una escena que tenía un momento emotivo con un pequeño monólogo mío. Yo propuse reescribirlo por completo porque no me convencía. Con esta película me di cuenta de que cada día que rodábamos algo, nuestras relaciones cambiaban. Y John Herzfels es una persona abierta que asume que nosotros conocemos a los personajes más que él. Como actores, para nosotros es una experiencia muy liberadora".


Conclusión
Por último, y a pesar de las intensas luchas y explosiones, los realizadores esperan que el público responderá especialmente al núcleo emocional de THE DEATH AND LIFE OF BOBBY Z. "John Herzfeld, el guión y los personajes llegan lo que realmente conmueve a la gente de América y del mundo: quieren ver a alguien bueno. Quieren ver que el bien triunfa sobre el mal del modo más real, y también de un modo emotivo, que es lo que muchas películas actuales pasan por alto", explica la productora Heidi Jo Markel.

Uno de los grupos de críticos más importantes estará satisfecho con el filme, y éstos son, según el novelista Don Winslow, los fans del libro original. "Verán que la película es realmente fiel al espíritu, al tono y a los personajes de la novela. Estoy seguro de que les encantará. A menudo me hacen la misma pregunta, si temo que en Hollywood destrocen la historia del libro, a lo que yo respondo ‘depende de con quién trabajes’. Porque trabajar con Keith Samples, John Herzfeld, Paul Walker, Laurence Fishburne, etc., es algo extraordinario".