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Destacado: Un grupo de inadaptados busca su destino en 'Mufasa: El Rey León'
  Cowboys & Aliens  Dirigida por Jon Favreau
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El director JON FAVREAU (Iron Man, Iron Man 2) dirige a DANIEL CRAIG (Casino Royale, Quantum of Solace) y a HARRISON FORD (la saga de Indiana Jones, la serie de La guerra de las galaxias) en una película 2011 que mezcla el western clásico con las películas de invasiones alienígenas.

Junto con un grupo cineastas - STEVEN SPIELBERG (Tiburón, E.T.: El extraterrestre, Parque Jurásico), BRIAN GRAZER (8 Millas, Una mente maravillosa, American Gangster) y RON HOWARD (Apolo 13, Una mente maravillosa, El códigoDa Vinci), así como ALEX KURTZMAN (Star Trek, Transformers) y ROBERTO ORCI (Star Trek, Transformers).

El guión de Cowboys and Aliens es de Roberto Orci y Alex Kurtzman con DAMON LINDELOF (Perdidos) y MARK FERGUS (Hijos de los hombres, Iron Man) y HAWK OSTBY (Hijos de los hombres, Iron Man), a partir de una historia para la pantalla de Fergus y Ostby con STEVE OEDEKERK. Se basa en "Cowboys & Aliens" de los estudios Platinum de SCOTT MITCHELL ROSENBERG (Men in Black). Grazer, Howard, Kurtzman, Orci y Rosenberg son los productores.

El experto equipo técnico de Cowboys and Aliens está encabezado por el director de fotografía MATTHEW LIBATIQUE (Iron Man, Black Swan), el director artístico SCOTT CHAMBLISS (Star Trek, Salt), los editores DAN LEBENTAL (Iron Man, Elf) y JIM MAY (El Equipo A, G.I. Joe: The Rise of Cobra), la diseñadora de vestuario MARY ZOHPRES (Iron Man 2, Valor de ley) y el compositor HARRY GREGSON-WILLIAMS (Ciudad de ladrones, Imparable).

Spielberg, Favreau, DENIS L. STEWART (Iron Man 2), BOBBY COHEN (Revolutionary Road, Memorias de una geisha), RANDY GREENBERG (Dylan Dog: Dead of Night, la inminente Meet the Haunteds) y RYAN KAVANAUGH (Sin límites, la inminente Immortals) son los productores ejecutivos.


Destino Manifiesto: Comienza el proyecto
La promesa implícita en el título "Cowboys and Aliens" era tan tentadora que se adquirieron los derechos cinematográficos de la novela gráfica de Scott Mitchell Rosenberg, dueño de Platinum Studios, antes incluso de que se terminara el libro. Era muy sugerente, tal y como recuerda el productor ejecutivo Steven Spielberg: "Yo estaba extrañado de que nadie hubiera hecho antes algo como esto".

Las ilustraciones para el cómic hicieron que el productor Ron Howard creyera en ello desde la primera vez que las vio. Lo resume así: "Era todo cuanto yo deseaba y más aún: la versión más genial del Oeste mezclada con unos alienígenas cabrones. Es el Oeste, con todas sus tensiones. Me pareció genial ver a unos personajes que habían estado disparándose unos a otros días antes, y que de repente se ven obligados a intentar sobrevivir juntos".

La novela gráfica de Rosenberg narraba una terrorífica invasión ambientada en las misteriosas tierras del Oeste de Norteamérica a finales del siglo XIX. Repleta de pistoleros, forajidos y peleas en el saloon, el rudo entorno ofrecía un marco extraordinario para un ataque extraterrestre contra nuestro planeta. Habiendo terminado la Guerra Civil norteamericana tan sólo diez años antes, las innovaciones tecnológicas e industriales (desde la bombilla al telégrafo pasando por los ferrocarriles transcontinentales) compartían su influencia con una violenta expansión de ese joven país. No era raro que en esa época los ganaderos encontraran apaches chiricahua en el Territorio de Nuevo México, y dichos encuentros rara vez eran amistosos. Cuando esos clásicos antagonistas se dan cuenta de que tienen un enemigo común, sus interacciones pasan de la hostilidad a la cooperación.

En los 14 años transcurridos desde que Rosenberg mostrara por primera vez lo que iba a ser su novela gráfica "Cowboys and Aliens", han sido muchos los que se han enfrentado al rompecabezas de cómo mezclar esos dos géneros tan clásicos en una película. Mark Fergus y Hawk Ostby, guionistas de Iron Man, junto con el escritor Steve Oedekerk, famoso por su trabajo en Como Dios, elaboraron el argumento cinematográfico que sería la base para el guión de Cowboys and Aliens. Además, Fergus y Ostby comparten títulos de crédito en el guión de la película.

Ostby recuerda: "Nos metieron en Cowboys and Aliens justo cuando estaba terminándose el rodaje de Iron Man, y nos ofrecieron la oportunidad de crear un universo argumental entero partiendo desde cero. Ya había una novela gráfica, la cual admiramos muchísimo, pero en vez de en eso decidimos inspirarnos en la indeleble ilustración de la portada: un cowboy a caballo, perseguido por una nave espacial que flota sobre él".

A Fergus le encantó el hecho de que los habitantes del salvaje Oeste no tuvieran una mentalidad capaz de "procesar lo imposible". Y afirma: "Esa imagen, por no mencionar el título, para nosotros lo decía todo. Si se mezcla el género del western clásico y las películas de invasiones alienígenas, los resultados en la gran pantalla pueden ser alucinantes". Por supuesto, sus compañeros guionistas habían tenido la misma reacción que tuvo Spielberg ante el material de base. Añade Fergus: "Mientras elaborábamos el primer borrador, nos preguntábamos: '¿Por qué nadie ha hecho esto antes? Estos dos géneros están hechos el uno para el otro'. Nos imaginábamos la épica grandeza de Centauros del desierto, de John Ford, mezclada con la magia de Encuentros en la tercera fase de Spielberg. Todos y cada uno de los personajes de la obra se corresponden con un arquetipo del western clásico, pero todos intentan también ser personajes únicos y extraordinarios por derecho propio".

El proyecto tendría que esperar hasta 2008 para empezar a funcionar a plena marcha. Spielberg, quien se había reunido antes con Howard y Brian Grazer de Imagine, metió en el proyecto a los guionistas y productores Alex Kurtzman y Roberto Orci para dejarlo listo para su pre-producción. Junto con Damon Lindelof, reescribieron el guión para crear uno vibrante que cumpliera con las expectativas de Imagine, Spielberg y Rosenberg para el proyecto.

Con los supertaquilleros éxitos de películas como Transformers, Misión: Imposible III y la reinvención de Star Trek en su haber, Kurtzman y Orci habían demostrado más que sobradamente su excepcional valía como narradores a gran escala. Lo mismo podría decirse de Lindelof, con su experiencia como productor ejecutivo del fenómeno televisivo de Perdidos, y como productor de la película de Star Trek con guión de Kurtzman y Orci. Todos estaban deseando trabajar con ese grupo de influyentes cineastas a los que tanto habían admirado durante años.

Al productor Grazer, ganador de un Óscar, le pareció que finalmente los astros se habían conjuntado para que el equipo hiciera ese thriller de acción. "Ron y yo ya habíamos comentado que la cultura maya está impregnada de la posibilidad de una visita alienígena", observa. "Nos pareció un punto de partida brillante, y nos preguntábamos: ?¿Por qué no podría haber sucedido en el Salvaje Oeste?' Después de haber leído la historia de Scott, supimos que queríamos que la película no fuera paródica, sino más bien un entretenido relato de lo que sucede cuando chocan dos mundos muy diferentes. El equipo de guionistas captó perfectamente esa idea".

Spielberg reflexiona: "Lo que más respeto de Alex y Bob es que querían mantener auténtico este concepto. Han hecho que todo sea real desde el punto de vista de los personajes. Incluso aunque nunca llegaran los alienígenas en esta película, sigue habiendo una historia sensacional de personajes en conflicto en una guerra de rangos. Es la que comienza a aflorar a la superficie ya en las primeras escenas de Cowboys and Aliens. Si fueran sólo los cowboys, sería una historia de cowboys condenadamente buena. Y si fueran sólo los alienígenas, sería también por sí misma una historia de alienígenas bastante buena, pero cuando se combinan las dos...¡es maravilloso!"

"Cuando escuchamos el título, inmediatamente nos evocó algunos de los títulos favoritos que nos encantaron cuando éramos pequeños", afirma Orci. "Nos acordamos de películas que son de ciencia-ficción en distinto grado y que son sumamente emotivas y entrañables, como E.T., y también de películas sumamente repletas de acción, como Alien, el octavo pasajero. Por la parte de los cowboys, vimos buenas perspectivas en películas que nos habían inspirado, como Sin perdón, en donde hay gente que intenta pasar página de un pasado que ha vuelto para torturarles, o que tiene que enfrentarse a crímenes a los que intentan dejar atrás".

El compañero de Orci en el guión y la producción se sentía igualmente atraído por el proyecto. Kurtzman recuerda: "En un mundo en donde los estudios frecuentemente andan en busca de grandes títulos, no hay muchos que destaquen, y para nosotros éste sí que lo hacía. No sólo porque tenga gancho, sino porque ofrecía la posibilidad de mezclar los dos géneros de una manera que la gente no hubiera visto nunca. Eso nos hizo muchísima ilusión, y supimos que queríamos lanzarnos y hacer un western y una película de ciencia-ficción a la vez".

Los dos descubrieron que lo difícil iba a ser encontrar un equilibrio entre los mundos tan dispares del Oeste sin ley y los invasores alienígenas. Sin embargo, como dice Orci, no tardaron mucho en comprender la base racional para la larga gestación del proyecto. "Aunque escuchamos el título y dijimos: '¡Hagámosla!', cuando nos pusimos a escribir nos dimos cuenta de que iba a ser mucho más difícil de lo que pensamos al principio. Sabíamos que tenía que parecer algo orgánico, y que tenía que entrelazarse de manera natural".

El choque de géneros le ofrecía a los autores una rica gama de personajes y situaciones arquetípicos con los que jugar. Tomaron los elementos con los que están familiarizados los fans del western y los reinterpretaron bajo el prisma de una película de invasiones alienígenas. Kurtzman observa: "Se trataba de rendir homenaje a las formas de expresión concretas de cada género, para luego idear la manera de mezclarlos. En el western, todo el mundo reconoce la figura del hombre sin nombre. Llega al pueblo y todo el mundo se pregunta quién será y qué querrá hacer. El toque de ciencia-ficción es que el hombre sin nombre lo es porque fue abducido por alienígenas y no recuerda quién es. Tiene que averiguar su identidad y enfrentarse cara a cara con su pasado... a la vez que se convierte en un héroe para la gente cuyos seres queridos han sido secuestrados por los alienígenas".

En julio de 2009, Kurtzman y Orci hicieron lo que para ellos (y para muchos otros cineastas de éxito de su generación) se estaba convirtiendo en una peregrinación anual, la visita a la Comic-Con de San Diego. Recién salido del apabullante éxito de la primera Iron Man, el director Jon Favreau era una de las estrellas de la convención. Además, su trabajo como director, guionista, productor y actor incluía proyectos de películas independientes como Swingers y comedias supertaquilleras como Elfo. Mientras que Favreau regresaba a San Diego para hablar de la secuela de la odisea de su superhéroe, Kurtzman y Orci estaban presentando las esperadísimas adaptaciones de Star Trek y Transformers, así como Fringe, una de sus nuevas y emocionantes producciones televisivas. Durante la convención, los tres se reunieron en una fiesta.

"Oí hablar del proyecto en la época en que estaba haciendo Iron Man", recuerda Favreau. "Pensé que parecía genial, así que cuando Alex y Bob me abordaron, leí el guión y firmé el contrato. Era un gran guión, uno verdaderamente absorbente". Lo que el cineasta le aportaría al proyecto iba a ser un enfoque tonal perfecto del material. Quería tomarse en serio ambos géneros, y hacer que la historia resultara real tanto para la gente de Absolution como para los espectadores que fueran a ver la película.

De vuelta en Los Ángeles, Favreau resumió sus ideas sobre Cowboys and Aliens en una reunión con Spielberg, Howard y Grazer, y los convenció a todos. "Mi idea era asumir los dos géneros", explica el director, "y mediante la yuxtaposición de la forma clásica tanto del western como de las películas de invasiones alienígenas crear algo nuevo y emocionante. Creo que la gente está deseando ver algo así".

A sus productores les pareció que el enfoque único y apasionado de Favreau sobre la fusión de los géneros era justo lo que el proyecto necesitaba. Spielberg resume lo que pensaba de su director el equipo de productores: "Jon ha demostrado su ecléctico enfoque en estilo y contenido basado en los tenas que elige. Lo que le hace tan sólido es que lo aborda todo mediante un enfoque del comportamiento. '¿Cómo se comportarían estos personajes? ¿Cómo puedo conseguir que quede más auténtico?' Da igual las limitaciones que el género le imponga a un director, Jon tomas esas limitaciones y las transforma en tremendas ventajas.... basándose en su sólido conocimiento de la interpretación y de la dirección de actores y en haber sido autor de grandes obras".

Para inspirar al equipo, Spielberg organizó una proyección de una nueva versión de Centauros del desierto de John Ford. Favreau estaba decidido a extraer los elementos que hicieron triunfar a los westerns clásicos, y con Spielberg, Grazer y Howard tenía algo con lo que cuentan pocos cineastas. "El potente lenguaje visual de Steven es algo con lo que me crié, ha influido en mi trabajo", explica Favreau. "Así que poder hablar con él en persona y que me ofreciera una lección magistral sobre el western, eso fue genial".

En sus productores, Favreau halló una fuente de conocimientos cinematográficos que siempre estaba a su disposición. "En Hollywood andas mayormente a tientas intentando seguir adelante por tus propios medios", dice. "Así que es maravilloso poder hablar con alguien por quien sientes un profundo respeto. Tener como mentores a Steven Spielberg, Ron Howard y Brian Grazer a estas alturas de mi carrera es un lujazo muy bienvenido".

Kurtzman y Orci concuerdan con las afirmaciones de su director. Resumen ambos: "Encargarnos de esta película desde su concepción hasta su estreno (y no sólo como guionistas, sino como productores con gente de la talla de Steven, Ron, Brian y Favreau) ha sido una de las grandes alegrías de nuestra carrera. Nuestra asociación ha sido algo que sólo podíamos imaginar en nuestros sueños más inalcanzables: compartir un proyecto con unos cineastas apasionados, que además resulta que son tus héroes".

Para el escritor y productor Scott Mitchell Rosenberg, ha sido una gran experiencia ver cómo llegaba finalmente a la gran pantalla su querida obra. Comenta: "Creé esta obra en el año 1997, cuando Platinum era simplemente un letrero de papel pegado en una puerta. Desde que se contrató como director a Jon, éste captó perfectamente el sentimiento necesario para Cowboys and Aliens. Eso se puede ver en todo lo que ha hecho antes, y cuando te sientas a charlas con él, te das cuenta de que lo tiene".


Bond se encuentra con Solo: El casting de Cowboys and Aliens
Mientras que Daniel Craig, la estrella de las películas de acción, puede que no sea el primero que a uno se le viene a la cabeza cuando se escuchan las palabras "cowboy norteamericano", Favreau, quien transformó a Robert Downey Jr. en un superhéroe en Iron Man, tiene un don para el casting. Vio algo a la vez familiar y emblemático en el británico que encajaba con el personaje de Jake Lonergan, el forastero solitario y amnésico que llega al antaño próspero pueblo de Absolution justo a tiempo para salvarlo de la aniquilación total.

"Fue el primer miembro del reparto al que contratamos", explica el director. "Hablando con él y mirándole, me di cuenta de que tiene una cualidad ruda y atractiva, al estilo de Steve McQueen". Aparte de su rudo atractivo, Craig tiene el don de transmitir mucho con pocas palabras. "El lenguaje del western es la acción, no los diálogos", dice Favreau. "Siempre suelo tener un repertorio de diálogos para utilizar en mis películas, pero aquí había que conseguir que la acción fuera el diálogo, ya sea un tiroteo o una pelea a puñetazos. Todo eso forma parte de la personalidad de Jake, y Daniel es capaz de llevarlo a cabo realmente bien. Dice mucho con sus acciones. Se ve cuándo se activan sus mecanismos y se enfrenta a todo".

Fan desde hace mucho tiempo de Dos hombres y un destino, así como de Alien y Blade Runner, a Craig no le parecía que hubiera que esforzarse mucho para mezclar esos dos géneros. Admitiendo que "basó bastante su personaje en los silencios de Clint Eastwood", Craig se preparó para el papel viendo todos los westerns que pudo. Dice el actor: "Vi muchos westerns de John Wayne, pero mis favoritos son los de los años setenta, películas como Pequeño gran hombre y los llamados westerns sucios, en donde hay un poco más de realidad".

Cuando llegó el momento de meterse en el personaje, Craig comenta que le fue mucho más fácil convertirse en Jake Lonergan que en otros personajes que ha interpretado. Dice: "El cowboy simplemente sale. Estamos en un desierto, y llevo puestas unas perneras. Llevo una pistola al cinto, llevo puestos el sombrero y las botas de montar, y voy cabalgando en un caballo. Montaba a caballo todos los días y encima me pagaban por ello, así que estaba contento a más no poder".

¿La situación es plausible? Craig piensa que los colonos del siglo XIX y los indios serían lo bastante duros como para enfrentarse a seres de otro mundo. Comenta el actor: "La idea es que la supervivencia deja huella. Esas gentes son muy duras. Son gente de la frontera, y hay tribus de indios de una estirpe muy dura, que han sobrevivido a los del mundo exterior y a todo lo que ha querido enviarles la madre naturaleza".

Uno de los últimos papeles en adjudicarse fue el del personaje de Harrison Ford, Woodrow Dolarhyde, el bienhechor de los ganaderos de Absolution... y él único hombre que impide que el pueblo en decadencia y sus habitantes caigan en la miseria económica. Un coronel de la Guerra Civil cuya amargura se hizo crónica después de la sangrienta batalla de Antietam, Dolarhyde es un tirano frío y brutal, y le da su merecido al hombre del que piensa que le robó su oro: Jake Lonergan. Como explica Orci: "Si no fuera por los alienígenas, él sería el malo de la película".

Aunque Spielberg y Ford tienen una larga relación de trabajo, no se daba por sentado que quisiera incorporarse al proyecto el hombre que está inextricablemente vinculado a Indiana Jones y Han Solo. Favreau comenta cómo consiguió encontrar una identidad diferente para el emblemático actor: "Para mi generación, es como John Wayne. Cuando los espectadores se sientan en sus asientos, llevan consigo todo lo que han experimentado antes al ver una película. No se puede separar al actor de su obra. Recuerdo que vi a Harrison por primera vez como Bob Falfa en American Graffiti, y después por supuesto en La guerra de las galaxias y En busca del arca perdida. Tiene una cualidad pícara. Es siempre encantador pero impredecible, nunca se sabía qué era lo que iba a hacer. Hay en él una sensación de peligro que pensamos que encajaba con este papel".

Aunque inicialmente se sintió atraído por el proyecto, Ford también se sentía algo escéptico. Favreau recuerda: ""Empezó a interesarse después de que yo le enseñara algunas ilustraciones y le explicara que nuestro enfoque tenía un tono serio, que no íbamos a hacerlo como si fuera un chiste. Nuestro objetivo era yuxtaponer esas dos formas clásicas para crear algo nuevo y emocionante".

Según admite el mismo Ford, lo que despertó su primer interés por la película fue la parte de los cowboys de la historia. Dice: "Es interesante que aquella gente de 1875 del salvaje Oeste no tenían nuestra experiencia en viajes espaciales ni nuestros conocimientos interplanetarios. Cuando tiene lugar la invasión, no tienen ningún contexto para entender lo que está sucediendo. El único contexto posible para ellos es el que les da el párroco del pueblo. Los alienígenas serían probablemente unos demonios, y siguieron siendo unos demonios durante toda la película".

Gran amante de la historia, Ford cuenta un poco cómo se construyó su personaje: "El western depende de la realidad que cada hombre es para sí mismo. Estaban en el límite de la frontera y tenían que depender de sus propios recursos. Los voluntariosos y los fuertes prosperaban. Dolahyde es un viejo ranchero, el tipo más rico de la ciudad, y desprecia a los indios. Es un hombre duro que tiene un hijo que no es muy buena persona...por culpa de los privilegios que su padre ha ido acumulando para él. El resultado de su dominante personalidad se expresa a través de ese hijo, que es un chulito y un flojo".

Además de Jake Lonergan, el otro forastero de la película le aporta más misterio a los habitantes de Absolution y de las tierras circundantes. Ella parece la sombra de Jake mientras éste se mueve por el pueblo, pero cuando los cielos se abren y el terror comienza a caer sobre ellos, sólo ella sabe lo que quiere ese enemigo. Para el papel de Ella, los realizadores buscaron una actriz que encarnara tanto el misterio como la dureza que necesitaría la única mujer en una banda reclutada a la fuerza y formada por cowboys e indios.

Olivia Wilde, quien ha sido desde 2007 uno de los pilares de la célebre serie de televisión House y que ha venido realizando una carrera cinematográfica cuando no rodaba esa serie, fue contratada por la producción antes de que nadie la hubiera visto en el trailer de TRON: Legacy. En aquel momento, los realizadores no podían estar más seguros de su decisión. "Aparece sólo un instante", dice Favreau, "pero su actitud y su aspecto (lo atractiva e interesante que resultaba) me hicieron tomar nota. Y no sólo yo, sino que los fans y un montón de gente se quedaron con aquella imagen del trailer y lo notaron. También tiene los pies en el suelo, es conmovedora y auténtica, y una persona muy amable y cálida. La dicotomía era interesante, y contenía todo lo que queríamos para Ella".

A la actriz le sedujo el enfoque diferente de los guionistas sobre un personaje que podría haber evolucionado fácilmente hacia la típica damisela en apuros. "Ella me resultó inmediatamente fascinante", recuerda Wilde. "Leí el guión y me encantó. Pensé: 'Tengo que interpretarla'. En los westerns, los personajes femeninos tienden a ser la mujer de la pradera o la vaquera, a menudo muy fuertes y estoicas pero generalmente sin formar parte de la banda, y rara vez tan importantes para la historia como lo es Ella. Tiene un vínculo con Jake y un cierto poder sobre él que nadie más tiene".

Favreau no sólo se trajo consigo a algunos miembros clave del equipo técnico de Iron Man 2, sino también a algunas de las estrellas de esa película. El casting continuó con Sam Rockwell, quien interpretó a Justin Hammer, el impredecible competidor de Tony Stark en ese taquillazo mundial de 2010. En Cowboys and Aliens, Rockwell interpreta a Doc, el propietario del saloon que es como un pulpo en un garaje y que, junto a su esposa María, se ha mudado desde la ciudad al árido y desértico pueblo de Absolution para buscarse la vida. Cuando los alienígenas secuestran a María, Doc se une a la banda para intentar salvarla de los demonios... aunque no es en absoluto un animoso aventurero".

Para Rockwell, Cowboys and Aliens le recordaba sensaciones fascinantes de su infancia. "Me recuerda a las historias que contábamos cuando éramos unos chavales", confiesa el actor. "Jugábamos con nuestros muñecos de cowboys, y entonces cogíamos nuestros dinosaurios, nuestros soldados y nuestros indios y los mezclábamos todos, y hacíamos nuestras películas imaginarias".

Adam Beach se incorporó para interpretar a Nat Colorado, el ranchero de origen indio muy devoto de su inflexible padre adoptivo, el coronel Dolarhyde. Segundo de a bordo del jefe de los ganaderos, Nat se encarga también de cuidar del insolente y engreído vástago del hombre más poderoso de Absolution. A Beach, un indio saulteaux canadiense, le gustó la idea de darle la vuelta a las tornas con este papel. "Nunca antes había interpretado a un cowboy", dice el actor, criado en la reserva india Dog Creek First Nations Reserve del Lago Manitoba. "Siempre he sido el indio, lanzando flechas y tirando el hacha. Me encantó filmar desde esta otra perspectiva".

El papel de Percy Dolarhyde, taimado matón e hijo único del hombre más rico de la zona, fue para Paul Dano, quien había aparecido previamente como un atribulado predicador junto a Daniel Day-Lewis en Pozos de ambición. Dano explica su personaje: "Interpreto al hijo malcriado, borracho e insolente del mayor ganadero del pueblo. Mi personaje se siente con derecho a actuar como quiera, y así lo hace porque el pueblo no sería nada sin el dinero de su padre. Viendo muchos de los grandes westerns, te das cuenta de que hay muchos grandes papeles y muchos grandes actores de carácter. En esta película, me pareció que todo el mundo tenía la oportunidad de aportar algo".

Noah Ringer, quien interpretó al personaje homónimo de la película de M. Night Shyamalan Airbender, el último guerrero, consiguió el papel de Emmett Taggart, nieto del sheriff del pueblo. Cuando su abuelo es abducido, Emmet se une al grupo de cowboys en busca de sus parientes. El joven actor confiesa: "Emmett es el único chaval de la película, así que es el que expresa la emoción y hace que la sienta el público. Es muy fuerte por dentro, pero también es la persona más pequeña. Crece mucho durante este periplo".

No hubo ningún problema para incorporar al proyecto a un rico plantel de inconfundibles actores para todos los papeles de Cowboys and Aliens. En la década de 1870, muchos hombres tenían largas barbas, como signo de virilidad, mientras que las mujeres se dejaban el pelo largo y no se teñían las trenzas. "En la tradición del western clásico", explica Orci, "no había papeles pequeños, porque cada personaje era como un alto en el camino de ese género. Sacamos a alguna gente de su retiro para que estuvieran en la película, y terminamos reuniendo un reparto impresionante".

Completando el reparto principal están RAOUL TRUJILLO, de Sangre fresca, como el jefe de los indios apache chiricahua , Cuchillo Negro, ABIGAIL SPENCER de Mad Men como Alice, el amor perdido de Jake, DAVID O’HARA de Los Tudor como Pat Dolan, antiguo miembro de la banda de Lonergan, y WALTON GOGGINS de La ley de Raylan y JULIO CESAR CEDILLO de Los tres entierros de Melquíades Estrada como los bandidos Hunt y Bronc, respectivamente. Y finalmente, ¿qué sería de un western sin algún guiño al propio Duque? BRENDAN WAYNE, nieto de John Wayne, se une al reparto como Lyle, el ayudante del sheriff.


Cavernas y Armamento: Dirección Artística y Utilería

Dirección Artística
Al director artístico Scott Chambliss le encargaron la tarea de mantener el equilibrio entre los dos mundos visualmente tan diferentes de Cowboys and Aliens, y lo logró con sus inconfundibles diseños. "Cuando uno oye el título", dice Orci, "es fácil conjurar imágenes de tipos a caballo con fusiles Stetson huyendo al galope de unos platillos volantes. Pero el enfoque de Scott fue fundir esos dos mundos, haciendo referencias subliminales al Viejo Oeste en su diseño de los alienígenas y de su mundo".

Para mantener la integración de los dos géneros, toda la quincallería alienígena, como armas, vehículos, etc. (así como la torre alienígena y sus obras) tenía que estar hecha a la medida de la sensibilidad y la imaginación de la gente del siglo XIX. Favreau pidió una ambientación en los umbrales de la Revolución Industrial... una con ferrocarriles, barcos de vapor, telégrafos y máquinas con un montón de piezas en movimiento. Eso es el futuro, visto desde el punto de vista de finales de la época victoriana.

Inspirándose en las esculturas del artista norteamericano Lee Bontecou y en las formas angulosas y abruptas de la arquitectura Brutalista, la quincallería alienígena está muy lejos de los aparatos de alta tecnología o las asépticas armaduras de gran parte de la imaginería de la ciencia-ficción. Cruda y siniestramente biológicas, las tecnologías de pesadilla de los alienígenas van desde las aeronaves alienígenas con forma de insecto de 10 alas (y que extienden sus largos tentáculos metálicos parecidos a látigos para capturar a sus presas) hasta las gigantescas mesas de vivisección, con sus enormes abrazaderas y su decrépita superficie parecida a una piel, con incrustaciones de la sangre de sus víctimas.

Enterrados muy por debajo de la superficie de la Tierra están los seres queridos de Absolution, las víctimas de los alienígenas... y el auténtico motivo del ataque de los alienígenas. Los laberínticos túneles donde los alienígenas extraen el valioso recurso que han encontrado, y donde guardan como rehenes a sus especímenes humanos, se construyó con el nombre de "plató de la cueva". Eso equivalía a una serie de espacios subterráneos que se correspondían con la remota zona debajo del desierto de Nuevo México en donde ha aterrizado la nave alienígena, y donde tiene lugar la batalla final.

Después de pasar varios meses preparando las localizaciones en Nuevo México, Chambliss abandonó al grupo, que siguió filmando en ese estado, mientras que él regresaba a los estudios 6 y 27 del complejo de Universal Studios. Allí, él y su equipo pasaron meses construyendo dos asombrosos entornos. Chambliss explica así ese plató de más de 6.000 metros cuadrados: "Queríamos que pareciera que la cueva está a varios kilómetros bajo tierra y que no se acaba nunca. Esos diminutos túneles desembocan en unos espacios enormes e imponentes, para luego volverse a cerrar en zonas donde hay que reptar y en donde los alienígenas les hacen cosas indecibles a sus cautivos humanos".

Además de la serie de túneles por donde corren Jake y Ella para liberar a los rehenes humanos y poner fin a la invasión alienígena, la caverna incluía la cueva donde los prisioneros son colgados como animales en el matadero... por no mencionar la sala de cirugía en donde los alienígenas llevan a cabo vivisecciones de los humanos.

El director artístico encontró una manera innovadora de crear la ilusión de un vasto espacio subterráneo para el periplo que inician Jake y Ella tras penetrar en la torre alienígena. Chambliss y su equipo crearon un plató modular...un intrincado rompecabezas de rocas enormes y oscuras y de suelos con piezas intercambiables que se podían colocar en distintas configuraciones para acomodar a los actores y al equipo de filmación. Gigantescos "icebergs de piedra" que medían hasta 5 metros de alto eran izados mediante un sistema de poleas o transportados cuando Favreau quería cambiar los platós.

Bajo el plató de la caverna, en el estudio 27, Chambliss elaboró un ambiente muy diferente pero no menos terrorífico para una de las escenas anteriores de la película: el primer encuentro cara a cara con los alienígenas. Para centrar la escena, Jake, Dolarhyde, Ella, Doc, Meacham y el joven Emmett han partido en persecución de sus atacantes. Mientras cabalgan por las altiplanicies del desierto, ven algo raro a lo lejos: un barco de paletas vuelto cabeza abajo. Preocupante, ya que no hay ningún río en cientos de kilómetros. Algo ha cogido a ese barco fluvial y lo ha tirado en mitad del desierto como si fuera un juguete roto.

Nuestros héroes buscan refugio contra una tormenta cuando se tropiezan con el barco volcado. A medida que Emmet deambula por la nave explorando los escombros, el espacio se va volviendo más amenazador. En ese lugar al revés, atraviesa un arco y entra en el casino principal. Sus mesas de juego y el piano yacen rotas por los suelos, mientras que las sillas cuelgan de las vigas y unas grandes rocas sobresalen del casco. En un rincón, una sombra acecha.

Tras documentarse sobre los barcos fluviales de la época, los artistas conceptuales realizaron algunas ilustraciones para mostrar el aspecto que debería tener el buque intacto. Comenzando con modelos de poliuretano de un barco intacto, los artistas destrozaron el diseño para ver el aspecto que tendría el escenario si un barco hubiera volcado. "Es una combinación entre crear algo basado en un objeto real y que es, al mismo tiempo, una escultura muy abstracta", dice Chambliss, "teniendo a la vez siempre en mente que necesitábamos conseguir que fuera un espacio dinámico y poco corriente para los actores".

Basándose en los modelos de los artistas, el equipo de Chambliss construyó el armazón del plató del revés. Con sus ventanas rotas, superficies irregulares y paredes destrozadas, el barco fluvial incluía algunos trofeos de caza en las paredes, así como espejos rotos y lámparas de queroseno. Cuando llegó el momento de montar el escenario, comenzó la diversión. Dice riendo Chambliss: "Teníamos unos muebles preciosos, mesas de casino, sofisticados candelabros, sillas, pinturas enmarcadas... y entonces tuvimos que destrozarlo todo. Los miembros del equipo y yo nos divertimos mucho tirando cosas por ahí, pateando esto y destrozando lo de más allá, viendo dónde aterrizaban y decidiendo qué era lo que funcionaba".

Atrezzo
RUSSELL BOBBITT, encargado de atrezzo de Iron Man y Star Trek, se unió al equipo con el reto de elaborar un mundo del siglo XIX con utillería, desde las armas hasta las botellas de whisky. Él y su equipo mezclaron los trabajos de documentación sobre la época con fantasías de su invención para crear una batería de elementos de atrezzo de tres mundos diferentes pero convergentes.

Ella le dice a Dolarhyde y a Cuchillo Negro, el jefe apache chiricaua, que, independientemente de la historia sucedida entre los indios y los hombres blancos, tienen que unirse para luchar contra un enemigo común. Los chiricaua son una fuerza formidable que se une a una ya de por sí insólita alianza de cowboys, cuatreros y barones del ganado para luchar contra los alienígenas. Históricamente, esa tribu fue una de las últimas tribus indias resistentes que lucharon contra las incursiones en sus tierras. Su terca resistencia a la colonización blanca les llevó prácticamente a la extinción, dejando tras ellos pocos datos sobre su forma de vida.

Los pocos registros escritos o fotográficos de los chiricauas se crearon años después de la época en la que se desarrolla nuestra historia, y a menudo resultaban poco fiables. Los sujetos de las fotos tomadas casi en tiempo real tenían por lo general una pose muy elaborada creada por fotógrafos europeos, quienes cambiaban sus ropas y los objetos que portaban para que encajaran con la imagen que los blancos tenían de los indios y de lo que pensaban que debían representar los indios.

Lo que está claro es que los apaches eran guerreros diestros y bien armados. Utilizaban sus arcos y sus flechas, hachas y escudos con una precisión increíble, y conseguían rifles y pistolas mediante tratos con los colonos europeos o robándoselos. Bobbitt y su equipo colaboraron estrechamente con los asesores técnicos apaches en el tema del armamento tradicional, desde letales garrotes y piedras talladas a lanzas, pasando por escudos hechos de varias capas de cuero crudo entretejidas alrededor de un armazón y luego puestos a secar hasta que se volvían duros como piedras.

Bobbitt explica: ""Aprendimos las clases de plumas que hay que usar (pavo), la longitud que tienen que tener los arcos (nunca más de un metro ni menos de 75 centímetros), y todo, desde las lanzas hasta los carcaj, se hizo correctamente bajo la supervisión de nuestros asesores".

OLIVER ENJADY, asesor técnico apache, y asesores de los apaches mescaleros llegaron incluso a pintar para el equipo de Favreau varios escudos utilizados durante la ceremonia de la danza guerrera. Recuerda Enjady: ""Les dije que los dibujos no eran apaches, y fueron y me trajeron un poco de pintura. Saqué a cuatro hombres del grupo, y pintamos los escudos que aparecen en la película".

Como Nuevo México está lleno de historia del antiguo Oeste, equipar a los cowboys y colonos de la película fue una labor mucho más fácil. La pequeña Biblia que lee Meacham después de que los alienígenas ataquen al pueblo es realmente un ejemplar antiguo de alrededor de 1860. Bobbitt y su equipo tuvieron la suerte de encontrar a un herrero local que utilizaba herramientas de aquella época (forjadas en un horno construido por el propio herrero) para fabricar las chapas del sheriff Taggart y sus ayudantes. Además, el equipo encontró a uno de los pocos fabricantes de daguerrotipos en activo para que creara la misteriosa fotografía de Alice que Jake descubre oculta en su sombrero.

Aparte de su sombrero y su caballo, la pistola de un cowboy es su más preciada posesión. El coronel Woodrow Dolarhyde es uno de los pocos hombres ricos de nuestra historia y su arma, un Colt Uberti del ejército de 1873, su ricamente adornada funda y sus cartucheras reflejan su historia y su posición social.

THELL REED, un pistolero de westerns y uno de los mejores entrenadores en armamento de Hollywood, colaboró estrechamente con los actores en las semanas anteriores al rodaje. Reed no sólo les enseñó a manejar sus armas de época, sino que también les enseñó algunas de las florituras características del uso de las armas en los westerns. "Thell les enseñó a voltear el arma, a apretar correctamente el gatillo", dice Bobbitt, "y les enseñó algunos movimientos alucinantes, como por ejemplo a poner de nuevo derecha el arma antes de volver a enfundarla en la cartuchera".

Mientras que el Colt con mango de nácar encajaba perfectamente con un coronel retirado y además acaudalado ganadero, Jake despierta al principio de la película sin pistola. Eso no está bien, así que les quita un arma a los tres hombres que caen sobre él en el desierto... y al final termina con un Colt Navy de 1851 que le quita a un chófer de diligencia muerto. Sin embargo, para Jake no es una pistola, sino la extraña pulsera de metal que lleva en una muñeca la que se convierte en su arma más característica (y más letal).

El "detonador" es el nombre que el grupo le dio al grueso brazalete de metal que nuestro héroe encuentra en su muñeca cuando se despierta al principio de la historia. Durante el letal ataque de los alienígenas contra Absolution, la banda de metal se transforma, y Jake (y también todos los demás) se da cuenta de que tiene el arma más poderosa para protegerles frente al ataque alienígena. Crear esa pieza futurista sujeta al brazo de Jake les planteó a los realizadores un gran reto de diseño.

"Queríamos un objeto que no hiciera que todo el mundo se parara a mirar cuando lo viera", explica Bobbitt, "así que se diseñó para que pareciera algo que les pudiera resultar familiar, una especie de esposas, algo que podría haberse utilizado para apresarle".

Al igual que muchos de los elementos alienígenas de la película, el detonador es una mezcla de documentación histórica e invención fantástica. Con su bruñida superficie de acero marrón y un mecanismo parecido al de un reloj, se hizo con la intención de que pareciera algo que se pudiera encontrar en el Oeste en 1875. Aunque algunos de los movimientos del arma han sido retocados con gráficos por ordenador, gran parte de ella (con sus luces y sus piezas en movimiento) es real. Se necesitaron duplicados de las armas, sobre todo de las viejas pistolas, para el rodaje, pero se crearon en total más de 30 detonadores para adaptarlos a distintos tipos de escenas, de acción y de meteorología.


Apaches chiricaua: Aprendiendo de la historia
Los indios norteamericanos descritos en la historia son los apaches chiricaua, quienes hacia 1886 contaban tan sólo con menos de tres docenas de hombres, mujeres y niños. Sin embargo, bajo el mando de Jerónimo, ese pequeño grupo opuso una de las más fieras resistencias a la continuas incursiones de los mejicanos y los estadounidenses en sus tierras. Los que no fueron asesinados fueron deportados a la fuerza de sus tierras, y realojados o encarcelados en la otra punta del país, donde muchos de ellos perecieron.

Para Cowboys and Aliens, los realizadores querían que la representación de los indios norteamericanos fuera histórica y culturalmente lo más ajustada posible. Para conseguir información sobre los chiricaua, recurrieron a SCOTT RUSHFORTH, un erudito de la Universidad Estatal de Nuevo México, y a Oliver Enjady, un apache de la reserva de los apaches mescaleros.

Los realizadores sabían que querían que sus interpretaciones fueran respetuosas y auténticas. Rushforth, que asesoró a los productores Grazer y Howard en Desapariciones, y Enjady fueron un recurso valiosísimo para la producción. Los asesores ofrecían su consejo para todo, desde las ceremonias tradicionales de los indios hasta los atuendos locales y los wikis, las chozas de paja que construían las mujeres chiricaua a base de matojos, hojas y ramitas. Se les consultaba acerca de todo, desde el guión hasta el plató, la utillería y el diseño del vestuario... hasta el tipo de caballo para los indios. Asesoraron sobre las sutilezas de la danza de la guerra y el canto de la canción en el wiki cuando Jake toma un remedio medicinal para recordar quién es y qué es lo que le ha pasado. Esa canción pertenece a los mescaleros, y está interpretada por ellos.

Enjady era el enlace principal entre los mescaleros y la producción, y éste sentía que su responsabilidad hacia esa gente pasaba por asegurarse de que la representación cinematográfica que se hiciera de ellos fuera lo más exacta posible. De hecho, además de los mescaleros que trajo para que hicieran de extras o bailaran en la película, también se trajo a cuatro chamanes o líderes tribales.

La ceremonia de la danza de la guerra, con los actores y docenas de mescaleros cantando y bailando alrededor del fuego, se rodó en el transcurso de varias noches en el desierto de Nuevo México. Los mescaleros diseñaron la ceremonia, los bailes y las canciones. Aunque es una ceremonia sombría, tanto la música como el baile son muy vivaces.

Rushforth y Enjady también dirigen Ndé Bizaa, el programa de la lengua apache-mescalero que trabaja para mantener vivos su lenguaje y su cultura. Raoul Trujillo, el actor contratado para interpretar al jefe Cuchillo Negro, es un apache de verdad, pero no hablaba ese idioma cuando comenzó la producción. Trujillo trabajó incansablemente con archivos digitales de sonido que habían creado Enjady y Rushforth para perfeccionar su dicción y su acento. Comenta Enjady: "Se ocupó realmente de hacerlo bien".

La ayuda de Enjady abarcaba todos los aspectos del personaje del jefe Cuchillo Negro. "Ayudó a elaborar el personaje, y lo que tiene que encarnar el jefe", comenta Trujillo. "Cada vez que yo iba a entrar en una escena, tenía en mi cabeza una lista de aspectos del personaje que Oliver me había dado, y que le vinculaban con la armonía, el equilibrio, la confianza y la benevolencia. Hice que eso impregnara mi cuerpo y mi interpretación".

"Me siento muy honrado de que lo que aportamos haya ayudado al proyecto", dice Enjady. Él y Rushforth se sintieron muy complacidos cuando vieron cómo algunas de sus primeras sugerencias sobre ciertos cambios en el guión cobraban vida ante las cámaras. En pre-producción, Enjady y Rushforth mantuvieron conversaciones con los realizadores acerca de cómo debía interactuar Ella con los apaches cuando ella, Jake, Dolarhyde y los otros son hechos prisioneros por los indios. Sugirieron que, para mantenerse a tono con su carácter, ella revelase que hablaba apache, e incluso le dieron a los realizadores algunas frases que ella podría decir. "Creí que estaba olvidado", dice Enjady sobre las conversaciones que habían mantenido meses antes, "y entonces, de repente, ella estaba diciendo todas las frases que pensábamos que tenía que decir".

Además de invitar a los mescaleros del sur de Nuevo México, la producción contrató indios procedentes de todo EEUU. Descubrieron que era bastante difícil conseguir gente capaz de montar un caballo a pelo a todo galope por el medio del desierto, y después de un largo proceso de casting, quedaron representadas muchas naciones indias de Norteamérica.


Nuevo México, 1875: Localizaciones y Rodaje
El lugar donde aterriza el ejército de hostiles invasores en Cowboys and Aliens es el Territorio de Nuevo México alrededor de 1875. La Guerra Civil norteamericana ha terminado hace poco, y en el Oeste del país tenían lugar sangrientas batallas al enfrentarse los navajos, los apaches y otros indios norteamericanos a la expansión de los colonos hacia sus tierras. La tensión iba en aumento entre los colonos. La incertidumbre, el temor y la desconfianza reinaban en el país.

Más que una simple localización, el Salvaje Oeste norteamericano es un paisaje emblemático, un vasto terreno que se ha convertido en una parte tan grande de la historia cinematográfica como la propia historia norteamericana. Lugares como Monument Valley, El Álamo o Dodge City están grabados en las mentes de los cinéfilos. Teniendo en mente el trasfondo histórico del Oeste, los realizadores buscaron una localización para hacer la suya, una que pudiera acogerlo todo, desde el primer enfrentamiento con los alienígenas en un pueblecito, hasta las largas persecuciones a toda velocidad a lomos de caballo. Encontraron eso y más en Nuevo México, el lugar ideal para que el director de fotografía Matthew Libatique filmara la idea de Favreau.

El antaño pujante y vibrante pueblo de Absolution apenas es una sombra de lo que fue. Todas las oportunidades que atrajeron a la gente al Oeste se han esfumado, y la vida transcurre entre un saloon en donde pueden ahogar las penas y la cárcel, el último reducto frente a la anarquía total. Todas las escenas que tienen lugar en el polvoriento pueblo del Oeste fueron rodadas al suroeste de Santa Fe, en el rancho Bonanza Creek, un rancho ganadero en activo que abarca un par de miles de hectáreas.

"Allí había las ruinas de un pueblo, y construimos Absolution sobre ellas", dice Orci del plató de exteriores. De hecho, y como puede atestiguar el actor que interpreta al sheriff Taggart, los westerns han hecho de esa parte de Nuevo México su hogar desde hace años. Keith Carradine hizo una de sus primeras películas (un western llamado El gran duelo y protagonizado por Kirk Douglas y Johnny Cash) a un par de kilómetros de Bonanza Creek en 1970.

Fue en el rancho Bonanza Creek en donde la productora rodó las primeras escenas de Cowboys and Aliens, incluido el ataque contra el pueblo. El equipo de Favreau trabajó por la noche y seis días a la semana para crear las escenas que luego proyectarían ante una multitud entusiasta en la Comic-Con de julio de 2010

La producción estableció su cuartel general en Santa Fe, capital del estado, mientras que el equipo técnico y los actores estuvieron filmando durante tres meses a lo largo de miles de hectáreas de tierra al norte de Nuevo México. Aprovecharon el impresionante y variado paisaje, desde estrechos arroyos encajonados en cañones con peñascos de basalto de 100 metros de alto a cada lado, hasta grandes franjas de terreno abierto cubiertas de artemisa y otros arbustos del desierto.

Con sus grandes extensiones de suaves dehesas en las afueras del desierto, el rancho San Cristóbal, a unos 50 kilómetros al sur de Santa Fe, fue donde se rodaron algunas de las escenas claves de la película. Allí, el equipo rodó el campamento de la banda donde Jake tiene una tensa reunión con su antigua partida, y el campamento apache donde Jake, Dolarhyde, Ella, Doc, Nat y Emmett son hechos prisioneros por los indios. Sus enormes espacios abiertos ofrecieron también el escenario para algunas partes de la persecución a toda velocidad entre nuestros héroes a caballo y las aeronaves alienígenas volando justo encima de ellos.

Además de los impresionantes paisajes de San Cristóbal, el Pueblo Santa Clara, las orillas del Río Grande, el lago Abiquiu y las rojizas colinas de arenisca a lo largo del sendero de Kitchen Mesa en el Rancho Ghost, había localizaciones en Nuevo México que parecían hechas a medida para un western en donde atacan unos invasores alienígenas. Con sus extrañamente bellas formaciones rocosas, Plaza Blanca fue uno de esos lugares que ofrecieron el escenario ideal para el enfrentamiento final dela historia.

Plaza Blanca está en un pequeño valle dentro de una finca privada en las colinas de valle del Río Chama, al norte del estado. Durante miles de años, los elementos han venido tallando las colinas de arenisca blanca hasta convertirlas en unas agujas tremendas que se alzan a más de cien metros a ambos lados del arroyo. Es ahí donde nuestro héroe se tropieza con una extraña estructura de metal de unos 25 metros de altura, el hogar temporal de los seres extraterrestres a quienes han venido a aniquilar.

Rodar en ese estrecho valle requirió una coordinación estricta para un grupo de más de 200 personas... sin mencionar los más de 50 trailers, camiones y caravanas. Además de ocultar todos los vehículos y equipamientos de la vista de las cámaras de Libatique, el director de fotografía, al equipo se le pidió que redactara un plan de evacuación detallado que sacase a todo el mundo de la zona en cuestión de minutos en caso de inundación repentina.

El plan de contingencia no fue una labor inútil. Tan sólo unas semanas antes de que el equipo llegara a rodar a Plaza Blanca, el departamento de vegetación estuvo preparando la zona para introducir temporalmente árboles y arbustos autóctonos para decorar el arenoso valle. En unos pocos minutos, una tormenta se abalanzó sobre ellos. A los encargados de la vegetación les habían dicho que se subieran inmediatamente a las zonas altas en caso de tormenta. Fue una decisión inteligente, ya que en cuestión de 10 minutos el fondo del valle era literalmente un río rugiente, que se llevó consigo todos los decorados del equipo con un torrente de agua.

Una vez que el equipo hubo terminado el rodaje en Nuevo México, volvieron todos a Los Ángeles. Allí continuó el trabajo en estudio en el plató de exteriores de Universal Studios, utilizando múltiples estudios para el mundo subterráneo de los alienígenas y para el plató del barco fluvial, así como para las hectáreas de terreno que remedarían los territorios del Suroeste.


Los alienígenas se encuentran con los cowboys: El diseño de las criaturas
Incluso teniendo la más sofisticada tecnología de generación de imágenes por ordenador a su disposición, los pensamientos de los realizadores se volvían una y otra vez hacia las películas clásicas de invasiones alienígenas que habían visto en su infancia. La tecnología cinematográfica ha avanzado rápidamente en los 34 años transcurridos desde que Spielberg llevase a sus criaturas a la pantalla en Encuentros en la tercera fase, y las posibilidades para los cineastas han aumentado exponencialmente.

Favreau se preguntaba si en ese proceso no se habría perdido parte de la dimensión subconsciente del género. "Hay una cierta intemporalidad en la forma en la que se presenta Encuentros en la tercera fase", dice, "cierta cualidad desconocida de los alienígenas. Hemos tomado prestadas muchas descripciones clásicas de alienígenas, y se les ve a través de los ojos de nuestros protagonistas... se les ve fugazmente. Acuérdate de Predator, acuérdate de Alien: esa es la imagen que tenemos de los alienígenas. Son peligrosos, está claro, tienen una tecnología mucho más avanzada, y sin embargo tienen una brutalidad muy primitiva".

El deseo del equipo de crear suspense y terror se extendía tanto a la creación como a la revelación de los antagonistas de la película. "Queríamos jugar a los mismos juegos a los que jugábamos antes de que hubiera efectos generados por ordenador", dice el director, "utilizar el miedo, las tinieblas y la imaginación cuando aparece el alienígena, hacer que se desarrollara de una forma que tuviera cierta elegancia".

Una vez más, recurrió a las películas de su juventud en busca de inspiración. "Buscábamos la estética, las sensaciones y el tono de películas de antes de los efectos digitales como Encuentros en la tercera fase, Predator, Alien. Esas películas jugaban con la mente, son películas donde hay una interacción entre los espectadores y el realizador, y eso precisamente forma parte del hecho de contar una buena historia de monstruos".

Dice Favreau de su inspiración: "Ha sido impresionante ponerse en la piel de Steven Spielberg y preguntarse: '¿Cómo se puede utilizar la tecnología actual para ofrecer la imaginería y las sensaciones que yo sentí con tanta fuerza cuando vi Encuentros en la tercera fase?' Hay una fuerza sobrenatural e inefable que aparece. Y, aún con lo buenos que son los efectos especiales de Parque Jurásico, me acuerdo de aquel vaso de agua en el salpicadero del coche. Depende de cómo presentes el suceso, de cómo lo construyas cuando ese dinosaurio se acerca y solamente se ve el agua que ondula. Así que la primera vez que nos encontramos con los alienígenas es dentro de unos parámetros nocturnos en ese pueblecito del Suroeste, y está a punto de haber una refriega. Están nuestros protagonistas, y lentamente, el horizonte comienza a iluminarse. Antes de que puedan reaccionar, los alienígenas están sobre ellos, destruyendo el pueblo y capturando a la gente".

Para diseñar y construir a los alienígenas, la productora recurrió a SHANE MAHAN, director del Stan Winston Studio, y a su compañía, Legacy Effects. En menos de dos semanas, su equipo había dibujado 50 diseños para los realizadores.

Además de crear un sucesor de algunas de las otras criaturas cinematográficas de Mahan, ya sea la Reina Alienígena o el Predator, el equipo se propuso crear una criatura que fuera única tanto en su diseño como en su mecanismo. "No es solamente algo que no se ha visto nunca", explica Mahan, "sino que además intentamos construir algo que fuera innovador a nivel mecánico, y algo que la gente no se pueda ni imaginar".

Su alienígena (en parte insecto, en parte anfibio, en parte animal marino) era claramente diferente de sus predecesores. En lugar de crear simplemente un traje para que alguien se lo pusiera, Mahan creó un conjunto de equipos complejos y multifuncionales con piezas intercambiables. El resultado fue un impresionante monstruo de casi tres metros de altura con una cabeza manejada por control remoto, una cara completamente articulada y unos brazos horriblemente malformados que sobresalen de su torso durante algunos de sus encuentros más perturbadores con los humanos. "Es una de las obras orgánicas más sofisticadas a nivel técnico que he hecho en mucho tiempo", dice Mahan.

Cuando nuestros héroes buscan guarecerse de la lluviosa noche en el barco fluvial volcado que ha aparecido misteriosamente en el desierto, la curiosidad impulsa a Emmett a echar un vistazo. Vagabundea por un espacio cada vez más opresivo, oye algo y se queda quieto, y de repente, está frente a frente con un alienígena. Su horrible cabeza se inclina hasta que el monstruo y el humano se miran a los ojos.

Sobre el diseño, Mahan recuerda: "Steven dijo que la cara del alienígena debía tener personalidad, unos ojos, una boca y un entrecejo reconocibles, algo con lo que la gente se pudiera identificar". Escondidas dentro de la cabeza multicanal de control remoto hay varias sorpresas. "A la hora de diseñar una criatura, hay que mantener la atención de los espectadores. Hay que incluir muchas revelaciones". Al principio, el alienígena muestra curiosidad, buscando la cara de Emmett, examinándole de la misma manera en que uno examinaría a un insecto que se acaba de encontrar. Pero luego, en un instante, se transforma. Sus ojos sobresalen, y abre la boca para mostrar unas espantosas filas de dientes como agujas y una baba pastosa.

Como explica Mahan, hay muchas ventajas en tener criaturas físicas con las que trabajar en lugar de basarse exclusivamente en seres que se añaden por ordenador. "Hay una ventaja psicológica en el hecho de ver algo que ha sido fotografiado realmente. Está chorreando, y hace unas cosas raras. La gente reacciona de verdad ante eso, y se puede sentir esa intimidad. Eso contribuye a darle credibilidad al trabajo digital que viene después".

Para complementar el trabajo del equipo de efectos visuales estaba Industrial Light & Magic, de Lucasfilm. Bajo la supervisión de ROGER GUYETT, supervisor de efectos especiales con diversos premios en su haber, este grupo se llevó la parte del león en cuanto a los efectos visuales y la animación del proyecto. Equipos de élite de The Embassy Visual Effects, Ghost FX, Fuel VFX, The Garage VFX y Shade FX crearon efectos visuales adicionales en Cowboys and Aliens. New Deal Studios y Kerner Optical fabricaron modelos y miniaturas y aportaron efectos especiales a la producción.


A 20 metros de altura: Efectos prácticos y escenas peligrosas
Bien sean explosiones destrozando Absolution o gente siendo levantada desde el suelo hacia arriba, el director estaba convencido de que cuanto más real consiguiera que fuera el peligro para los actores, más atractivo quedaría en la pantalla. Según explica Chambliss, el director artístico: "Jon quería que el mundo que construyésemos ayudase a cada actor a dar vida a su personaje".

Efectos Prácticos
Debido al énfasis que ponía la producción en los efectos prácticos, los actores y el equipo técnico se vieron obligados a pensar y a actuar de otra manera en el plató. "Hay que ser realmente creativo", dice Orci, "y la narrativa se vuelve más elegante cuando no tienes libertad para hacer lo que quieras. Ayuda a la imaginación, ayuda a los espectadores, y contribuye a que loe efectos digitales sean la guinda del pastel".

Jake Lonergan se dirige a un tribunal federal y va esposado a Percy, el problemático hijo del magnate del ganado Woodrow Dolarhyde, cuando llegan Dolarhyde y su banda para rescatar a Percy de las manos de la ley. En la cúspide del tenso enfrentamiento entre el sheriff Taggart y Dolarhyde, el terror se abate desde el cielo sobre el pequeño pueblo.

Para filmar el primer ataque alienígena y crear un asalto tan veraz como fuera posible, la productora aportó ganado, especialistas y una serie de materiales de filmación. Al reparto se le unió un grupo de más de 30 especialistas de ambos sexos, 23 caballos, 2 perros, 1 cabra y dos docenas de extras. Rodeándoles a todos ellos y al pequeño pueblo formado tan solo por dos calles perpendiculares había un arsenal de grúas, cables y focos.

El plató se convirtió en un oasis cinematográfico en mitad del sombrío desierto de Nuevo México. Suspendidos en plataformas entre más de 300 toneladas de grúas de construcción había unas sofisticadas luces láser que funcionaban en sincronía a medida que se detonaban las explosiones debajo de ellas. Dichas explosiones estaban cuidadosamente coreografiadas alrededor de los diestros jinetes montados en caballos que habían sido adiestrados especialmente para trabajar con pirotecnia y ruidos fuertes. Todo ello estaba flanqueado completamente por 14 cóndores adicionales de 25 metros de altura equipados con paneles luminosos.

Escenas peligrosas y trabajo con animales
Las cámaras captan a Doc y María mientras se separan y los cowboys refrenan a sus caballos encabritados. Mientras la pareja se llama mutuamente y la calle se llena de las explosiones y luces de los alienígenas, Doc contempla horrorizado e impotente cómo su amada esposa es capturada a lazo por una veloz nave y arrastrada hacia el cielo.

En el momento culminante del ataque, Favreau ordenó que las luces láser cayeran en picado por unos cables, que las explosiones detonaran a derecha e izquierda, y que gente enganchada a una grúas enormes saliera volando a 20 metros de altura como si fueran marionetas. Esa clase de tumulto requería una ejecución precisa, explica la actriz Ana de la Reguera, uno de los actores que decidieron interpretar ellos mismos sus escenas peligrosas durante la abducción alienígena. "Todo tenía que estar coordinado en el momento justo: los caballos, los lásers, los gritos, las explosiones. Sam y yo dijimos nuestras frases, y entonces en el momento justo me alzaron".

El equipo de producción había previsto que todo lo de las capturas a lazo de las víctimas lo hicieran los especialistas. Pero cuando varios de los actores mostraron su interés por probar a hacerlo ellos mismos, TOMMY HARPER, coordinador de especialistas y viejo colaborador de Favreau, se mostró partidario de la idea. "Teníamos un nuevo diseño para los aparejos que lo hacía más fácil", observa Harper. "Lo habíamos probado, así que sabíamos que era seguro. Y empecé a pensar: 'A lo mejor hasta podemos meter a alguno de los actores, si quieren'. Así que les dijimos: 'Si no os da miedo la altura, podemos iros subiendo poco a poco e ir avanzando hasta que os sintáis cómodos con la escena final'". Keith Carradine se unió a Ana de la Reguera como nuevos miembros del equipo de especialistas para la ocasión.

Harper y su equipo aparejaron a los actores y especialistas con un arnés especial que, cuando tiraba de los actores, les ponía cabeza abajo y les lanzaba a varias decenas de metros de altura. Para prevenir lesiones, tenían que controlar su natural tendencia a agarrarse del cable mientras ascendían. Por suerte, después de mucha concentración y muchos ánimos por parte del coordinador de especialistas, estuvieron listos para hacerlo.

Casi todo el mundo disfrutó con su vuelo por los aires, pero nadie tanto como Olivia Wilde. La abducción de Wilde sucede más tarde en la historia, y Ella y los otros van galopando sobre sus caballos mientras son perseguidos desde arriba por las veloces naves alienígenas. De hecho, a ella la atrapan mientras va a todo galope en su caballo. Aunque la actriz es una experta montando a caballo y la escena era completamente segura, era la primera vez que un actor intentaba hacer una escena así montando a caballo.

La escena, meticulosamente construida, consistía en atar una goma elástica entre dos grúas de casi 40 metros de altura y separadas entre sí por una distancia equivalente a un campo de fútbol. También hizo falta que se ajustara un trinquete de cuatro metros y cuatro piezas a un arnés oculto bajo el vestido de la actriz. En el momento justo mientras Wilde cabalgaba su caballo, el arnés tiró de ella y la elevó a 40 metros de altura. Quedó impecable, y cuando estuvo hecho, la actriz estaba extasiada. "Fue para mí el momento más emocionante de la película", dice Wilde.

Además de las abducciones alienígenas, estaban las realidades más terrenales del rodaje de un western. Los actores tenían que montar mucho a caballo, y durante el período de entrenamiento, entrenaron con los caballos con los que iban a pasar la mayor parte de los tres meses. CLAY LILLY, el encargado de los vaqueros, trabajó con los actores para escoger cuidadosamente un caballo para cada uno de ellos. Para asegurarse de que no se revolvieran ni dieran coces, los muy bien entrenados animales que fueron escogidos estaban acostumbrados a los ruidos de pistolas, cañones y explosivos, así como a la cercanía del agua y el fuego.

Para Noah Ringer, el cowboy más joven de la producción, el entrenamientos con los caballos, que tuvo lugar en un rancho a las afueras de Los Ángeles, fue parte de la diversión. "Fue realmente genial", recuerda el actor. "Yo tenía que cabalgar con Daniel, y entonces fue cuando encontré a Jackson, mi caballo. Lo que más me gustaba era galopar, y alguna vez adelanté a gente a la que no debía adelantar. Teníamos que repetir la toma varias v